Un Hito para Gure Esku Dago

Son muchos quienes han estado esperando la cita de la ciudadanía vasca con la iniciativa Gure Esku Dago mañana en Donostia y otras localidades de Gipuzkoa y Bizkaia.

Al respecto, les compartimos este texto publicado por Deia:

Gure Esku Dago afronta mañana en Donostia e Irun su punto de inflexión

“¿Quieres que la ciudadanía vasca decida su futuro político por sí misma y libremente?”

Jurdan Arretxe

No es el final de este ciclo, pero casi. Las consultas que las plataformas locales partidarias al derecho a decidir han organizado para mañana en Donostia e Irun supondrán poner el punto casi final en Gipuzkoa a la dinámica que Gure Esku Dago arrancó en el territorio hace dos años. Y lo hará con dos consultas significativas en las dos ciudades más pobladas del territorio: más de 200.000 guipuzcoanos -además de los vecinos de Zalla, Balmaseda y Alonsotegi- tendrán su cita con las urnas en un día que es un punto de inflexión.

Por un lado, porque la oleada de consultas -la cuarta en Gipuzkoa- llega a las dos principales ciudades, incluida la capital donostiarra, la primera de Euskal Herria que afronta una jornada como la de mañana. Por otro lado, porque el mero hecho de llegar a este tipo de municipios introduce nuevas variables que hasta el momento se han dado en contadas plazas, como Errenteria y Eibar.

En este sentido, la participación volverá a ser el principal punto de atención en una jornada como la de mañana. Por las características de población y sociológicas de las ciudades, de momento ha costado más implicar a vecinos de estas urbes en un proceso meramente reivindicativo y no vinculante. Así lo dejaron entrever los datos de la consulta en Errenteria (15,5%) o Eibar (11%), ambas por debajo del 25% de participación que se registró de media en el resto de municipios que celebraron consultas esos días.

Nada que, por otra parte, no ocurriera en Catalunya. La primera consulta local la protagonizó Arenys de Munt el 13 de septiembre de 2009, con un 41% de participación, pero localidades mayores como El Vendrell, de casi 40.000 habitantes, se quedaron en un 9%, en Lleida fue del 10%;en Girona, del 27%;y en Cornellà de Llobregat, el 10%. Aquel día faltaba una semana para que en junio de 2010 se conociera el fallo del Constitucional sobre el Estatut, que supuso el gran catalizador externo del procés. En abril de 2011 solo quedaba Barcelona por votar: la participación superó el 21%.

Las preguntas

La tradición y la sociología de Donostia e Irun han derivado en acordar dos preguntas algo más abiertas que las que se han podido votar hasta el momento en Gipuzkoa. “¿Quieres que la ciudadanía vasca decida su futuro político por sí misma y libremente?”, responderán en la capital; mientras que en Irun se cuestionará sobre el futuro político “para nuestro pueblo”, con una respuesta a elegir entre tres opciones diferentes: “Un Estado vasco soberano e independiente”, “un nuevo estatus político dentro del Estado español”, o bien seguir como hasta ahora en la CAV.

El número de votantes que se acerque a las urnas, que en una villa muy poblada y de tradición socialista como Portugalete se quedó en el 8%, marcará en buena medida el éxito de la jornada y servirá de termómetro social respecto a una cuestión que en las últimas décadas ha sufrido altibajos. Aun así, como ha ocurrido desde junio de 2016 -cuando las comarcas de Goierri y Debagoiena, y Azpeitia celebraron las primeras consultas en Gipuzkoa-, los organizadores dan ya hoy el objetivo por cumplido: todo el proceso que ha llevado a reunir cerca de 2.000 voluntarios, organizarlos en favor del derecho a decidir, acordar una pregunta entre diferentes y someterla a votación mañana.

Buen clima en la votación

Por encima de las cifras de participación que arroje el plebiscito, el de mañana será un día que tendrá marcado carácter festivo, ya que a las propias urnas que se instalarán en las calles y plazas habrá que sumar diversos actos que estarán ayudados por una benévola meteorología que, según los organizadores, puede ser de ayuda a la hora de atraer a las urnas a nuevos posibles votantes más allá de los que ya estén convencidos.

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