Un blog desde la diáspora y para la diáspora

jueves, 30 de junio de 2022

¿Por Qué No se Acudió al TAS?

Durante muchos años hicimos eco de los esfuerzos por parte de ESAIT en favor de la oficialidad para los deportistas vascos, realzando en específico lo concerniente al seleccionado de futbol.

En su momento, lamentamos cuando dicho ente anunció que bajaba la cortina.

Más recientemente compartimos con ustedes la oportunidad que se abría al presentar la solicitud de oficialidad ante la FIFA y la UEFA, solo para ser testigos de como ambas entidades desechaban la solicitud esgrimiendo los argumentos más pueriles posibles con tal de ocultar la negativa por parte de Madrid a permitirle a los vascos lo que Inglaterra permite a galeses, escoceses e irlandeses.

Pues bien, la historia no se ha detenido allí y por medio de El Correo nos hemos venido a enterar de información que se nos ocultó deliberadamente con respecto a la oportunidad perdida para acudir al Tribunal de Arbitraje Deportivo (Tribunal Arbitral du Sport) con sede en Lausana.

Adelante con la lectura:


¿Camino a la oficialidad?

Joxe Mari Artola | Mikel Azkune | Beñat Larrañaga | Directivos de la Federación Vasca de Fútbol

Los que firmamos esta carta, decidimos dar el salto a la Federación Vasca, sobre todo, porque compartíamos el clamor de la oficialidad de las Selecciones Vascas y porque teníamos la ilusión de aportar nuestro granito de arena.

Es evidente que con lo sucedido (decisión de no acudir al TAS), se ha extendido el descontento entre diferentes sectores y agentes de Euskal Herria. Hemos tenido que escuchar y leer muchas cosas después de las últimas respuestas tanto de la UEFA como de la FIFA y de las declaraciones del presidente Javier Landeta en el Parlamento Vasco.

Hay cosas que se han dicho con las que no estamos de acuerdo y sentimos la necesidad de aclarar cómo hemos vivido este proceso desde dentro. De hecho, una de las claves está en la gestión de este proceso, que en nuestra opinión, no ha sido nada acertado.

Veamos algunos datos objetivos:

• En diciembre de 2020 la Federación Vasca de Fútbol, en colaboración con el Gobierno Vasco, presentó una solicitud de oficialidad ante UEFA y FIFA.

• Las primeras respuestas de UEFA y FIFA, denegando la solicitud de oficialidad, llegaron en julio-agosto de 2021.

• No se celebraron reuniones de la Junta Directiva de la FVF hasta el 14 de septiembre de ese año.

• Los directivos de la FVF, recibimos el primer informe de los abogados el 19 de octubre. Por recomendación suya, acordamos hacer un requerimiento a ambas instituciones, pero en ningún momento votamos si acudir o no al TAS. Además, se nos dijo que íbamos a poder ir al TAS con la segunda respuesta de UEFA y FIFA.

• En enero de 2022, se recibió la respuesta de UEFA y en febrero, la de FIFA.

• El 22 de marzo de 2022, en la Junta Directiva, estuvimos a punto de votar, si ir o no al TAS, pero finalmente no se llevó a cabo ninguna votación.

Después de ésta última reunión de junta directiva, la FVF publicó una nota de prensa por la que tanto los medios de comunicación, como los diferentes agentes, se hicieron eco del tema. He ahí nuestra sorpresa cuando los medios de comunicación manifestaron en sus titulares que la Federación Vasca de Fútbol había rechazado el camino para acudir al TAS y además, afirmaban que dejamos pasar voluntariamente los plazos de presentación del recurso. Tras realizar las consultas pertinentes, se nos aclaró que el plazo para acudir al TAS era de 10 a 15 días.

Nuestra sorpresa e indignación, aumentaron con la aparición del presidente, Javier Landeta, en el Parlamento Vasco. De hecho, en ella señaló, que la Junta Directiva aprobó por unanimidad hasta en dos ocasiones, no acudir al TAS. Ante estas declaraciones que hizo:

1. Queremos dejar claro que esta afirmación no es correcta, ya que en la Junta Directiva nunca hemos votado si ir o no al TAS.

2. Aunque hubiéramos completado la votación, no tendríamos ningún poder de decisión, ya que el tema se nos presentó con los plazos agotados (en ambas ocasiones).

De hecho, cuando en octubre se nos presentó el informe de los abogados, habían pasado entre 43 y 45 días desde que respondieron UEFA y FIFA, y en marzo, cuando estuvimos a punto de realizar la votación, habían transcurrido 27 y 36 días respectivamente. ¿Qué poder de decisión teníamos entonces?

No podemos saber cuáles fueron las razones, pero a la Junta Directiva se le negó el derecho a hacer opinar sobre este tema, tanto en las formas como en los tiempos.

Alguien puede pensar que ha pasado demasiado tiempo hasta que hemos expresado nuestro punto de vista, pero nuestra voluntad ha sido trabajar las cosas de otra manera. De hecho, todo lo que manifestamos aquí, lo trasladamos a nivel interno, con el presidente y el resto de directivos en la última reunión que celebramos. Allí solicitamos al presidente, una rectificación pública de sus declaraciones y que contara los pormenores del proceso, tal y como fueron. Evidentemente, ni él, ni el resto de los directivos, lo consideraron necesario.

En la medida en que formamos parte de la dirección, no desdeñamos nuestra parte de responsabilidad, pero se nos negó nuestro derecho de poder opinar y votar al respecto. Por lo tanto, queremos dejar claro que si hubiéramos tenido la oportunidad, al menos nosotros, hubiéramos votado a favor de la opción de ir al TAS. En contra de lo manifestado por el presidente Javier Landeta, la Junta Directiva nunca ha tenido una opinión unánime sobre este tema.

Tenemos la sensación de una oportunidad perdida para seguir impulsando la oficialidad, pero como hemos dicho, seguiremos intentando poner nuestro granito de arena, porque estamos convencidos de que gran parte de la sociedad vasca comparte el clamor de la oficialidad de las Selecciones Vascas. Aunque esto ha supuesto un obstáculo más en el camino, es responsabilidad de todos los agentes y de todos los individuos retomar la colaboración y tratar de hacer realidad el sueño entre todos. A nosotros, nos encontraréis en el camino. 




°

Luz Para la Libertad

Desde el Portal de Viento Sur traemos a ustedes este escrito que delinea claramente las intenciones que han llevado a los integrantes de Gure Esku, apoyados por la Assemblea Nacional Catalana, a convocar a la actividad reivindicativa bautizada como 'Vía Pirenaica / Pirinioetako Bidea / Via Pirinenca".

Disfruten la lectura:


La Vía Pirenaica: Luz para la libertad

Mario Zubiaga | Miembro de la Dirección de Gure Esku

Al anochecer de este sábado 2 de julio, miles de personas iluminarán los Pirineos para reivindicar el derecho a la autodeterminación. La asociación vasca GureEsku, que defiende el derecho a decidir de Euskal Herria, y la independentista Assemblea Nacional Catalana (ANC) organizan conjuntamente una cadena humana luminosa que conectará el Cantábrico y el Mediterráneo en defensa de una solución democrática a los conflictos territoriales de soberanía. Asociaciones como Omnium Cultural, Artistes per la República o la Federació d'Entitats Excursionistes de Catalunya colaboran con la iniciativa. También participarán en la movilización otras entidades soberanistas,y se encenderán luces solidarias en distintos lugares: Madrid, Galicia, Mallorca, Occitania… o el Machu Picchu.

Tras el reflujo que supuso la derrota independentista en Escocia y la represión que siguió al referéndum del 1 de octubre de 2017 en Catalunya, una nueva ola soberanista se prepara en Europa. El paréntesis pandémico ha alargado sin duda la resaca, pero las cuestiones estructurales ligadas al fundamento del poder político –quién decide dónde y cómo– no han desaparecido. Es más, en una coyuntura de crisis sistémica a todos los niveles, el debate en torno a la soberanía ha adquirido una mayor relevancia.

Pero cuando la preocupación más perentoria es poder pagar la electricidad y llegar a fin de mes… ¿tiene sentido la reactivación de la sociedad civil en parámetros soberanistas? ¿No ha quedado amortizado ya el derecho a decidir?

“Es la economía, estúpido”, repetirán algunos, parafraseando aquel famoso ripio de Bill Clinton. Sí, sin duda, la economía es fundamental. Pero la economía no es un fenómeno meteorológico o una ciencia natural. La economía –la organización del uso de recursos escasos para satisfacer las necesidades individuales o colectivas– está sujeta a decisiones humanas. Decisiones que casi nunca son tomadas directamente por aquellos colectivos más afectados por esa escasez relativa de recursos.

Cuando el soberanismo reivindica el derecho a decidir está demandando el derecho de la ciudadanía a tomar las decisiones que le afectan en todos los ámbitos. Está defendiendo la soberanía energética, alimentaria, digital, corporal o de género…, es decir, está defendiendo la soberanía popular tout court. Una soberanía que se construye de abajo a arriba, que no admite lugares ciegos a la voluntad popular  –no, por supuesto, la forma de gobierno–, y que en su dimensión territorial permite articular unidades políticas mayores desde la libre voluntad de los pueblos.

Sin embargo, el debate es profundo y va más allá de las legítimas reivindicaciones de los pueblos sin Estado propio. En efecto, el proceso de globalización –más o menos acelerado o bloqueado por la recomposición de las posiciones geoestratégicas– pone en cuestión el concepto de soberanía y lleva aparejadas dos respuestas contrapuestas:

Por un lado, la corriente de la historia nos conduce a que los Estados defiendan su soberanía en la escala interna con más fuerza, si cabe. Esta lógica trae consigo una reactivación del nacionalismo de Estado reaccionario de la mano de la expansión de los valores autoritarios tradicionales en conjunción con políticas económicas neoliberales y opciones geopolíticas belicistas. Domina la lógica inmunitaria en unos Estados cada vez más amurallados, según la terminología planteada por Roberto Esposito y Wendy Brown, respectivamente.

Pero, por otro lado, es cada vez mayor el número de pueblos que desean acceder a la soberanía estatal. En estos casos el sistema de valores que acompaña normalmente a la reivindicación es de carácter progresista. No es una consecuencia de la bondad intrínseca de esos pueblos. Una larga historia de resistencia frente a Estados autoritarios y la necesidad de buscar la mayor legitimidad democrática posible favorecen articulaciones ideológicas en las que, frente a la xenofobia inmunitaria, se proponen escalas de justicia comunitarias integradoras –Nancy Fraser– y una gestión equilibrada de la diversidad identitaria. Más equilibrada en todo caso que la actualmente existente en los Estados-nación constituidos.

Este debate intra-estatal –conectado con la soberanía interna– se combina actualmente con la recomposición de los bloques geoestratégicos globales. Con la excusa de la (auto)defensa y la salvaguarda de un sistema de valores común, estamos asistiendo a un reforzamiento de las instituciones supraestatales occidentales –OTAN y Unión Europea–,en cuya materialización ha desaparecido por completo la voz soberana de la ciudadanía. Europa se está construyendo federalmente en lo fiscal –menos–, y en lo militar, sobre todo. A este paso pronto veremos a nuestra juventud ¡construir la nación europea” en las trincheras del este o del sur, en una suerte de Erasmus sangriento. ¿Dónde está la “Europa social y democrática de derecho”? ¿La de los derechos y libertades individuales y colectivos? ¿Quién ha decidido multiplicar el gasto en defensa limitando la inversión social? No me digan que la reivindicación del derecho a decidir de la ciudadanía está ya superada. También va de esto. De autogobierno democrático, de elegir la escala adecuada de cada decisión política, de dar la voz directamente a la ciudadanía en todas las cuestiones que le afectan. Por eso los cleavages –nacional e ideológico– se solapan casi siempre: no es casualidad que la izquierda sea autodeterminista, y que asumir realmente la opción autodeterminista te conduzca necesariamente a políticas más progresistas.

Y como al final lo que se discute es el statu quo, la reconceptualización de la soberanía interna y externa a la que estamos asistiendo no puede dejar de ser conflictiva. La realpolitik geoestratégica supera –dicen que por elevación–, los derechos de los pueblos y conduce a una redefinición de fronteras basada en el uso de la fuerza. Los derechos individuales y colectivos se sacrifican sistemáticamente en un mundo dominado por la necropolítica. Si no se establecen procedimientos democráticos garantistas para la (re)definición de fronteras, el sufrimiento colectivo será inevitable. En este sentido, el derecho a decidir el estatus político de los pueblos no solo es un mandato democrático básico, es también un instrumento eficaz para la prevención de conflictos. La coyuntura en el hinterland europeo –Incluidos los países de la Gran Bretaña, el Magreb, el Cáucaso y Oriente Próximo…– nos recuerda continuamente que muchos conflictos que hoy se conciben en clave geoestratégica hubieran podido ser evitados si se hubiera reconocido el derecho a decidir de los pueblos y se hubieran gestionado de forma democrática los conflictos territoriales de soberanía a nivel  interno.

En un ámbito geográfica y políticamente más cercano, Escocia acaba de anunciar un referéndum para decidir sobre su independencia en octubre del año que viene. La nueva hoja de ruta está en marcha y por la vía del acuerdo político con Londres, la cesión competencial o las elecciones en clave plebiscitaria, sabemos que más temprano que tarde Escocia volverá a decidir libremente su futuro. Costará más o menos tiempo, pero a ambas partes les resultaría inconcebible la represión penal de tal demanda. Conforme a los acuerdos de viernes Santo de 1998, es muy probable que pronto se plantee el referéndum de unificación de Irlanda. En Quebec, su tribunal supremo está afinando el concepto de claridad y Nueva Caledonia encadena referéndums de autodeterminación sin conflictos graves… Las fronteras no parecen ser refractarias a la decisión democrática en muchos lugares, salvo, al parecer, en España.

Y pasamos a la agenda estatal: ¿tiene sentido la reivindicación del derecho a decidir en la actual coyuntura española?

Partimos de una sugerente reflexión del filósofo de moda. Según Byung Chul Han, es preciso distinguir entre las decisiones inteligentes, dirigidas al corto plazo, y las racionales, que responden a análisis de largo alcance. Los partidos con expectativas electorales tienden a centrarse en las primeras –ganar o no perder elecciones, entrar en tal cual gobierno o sacar adelante medidas populares–, mientras las políticas públicas racionales, aquellas que no ofrecen réditos inmediatos y pueden incluso conllevar costes electorales, se postergan sine die.

Los movimientos sociales, como agentes del cambio, no están sujetos a la evaluación inmediata de sus resultados, y su éxito o fracaso se mide casi siempre a escala generacional, histórica. Gure Esku cumplirá pronto diez años. Es joven como movimiento. Desde aquellas primeras cadenas humanas que movilizaron miles de personas, ha protagonizado cientos de movilizaciones en toda Euskal Herria: manifestaciones reivindicativas o de solidaridad con Catalunya y Escocia, consultas populares en cientos de municipios en las cuales han podido votar más de 200.000 personas, mosaicos humanos, jornadas y actividades formativas en colaboración con otras entidades sociales y sindicales. Más de 50 en la última dinámica en favor del derecho a decidir en todos los ámbitos vitales, sociales, políticos y económicos: “hamaikagara”.

La lectura que Gure Esku hace de la realidad española es sencilla porque es, como decíamos antes, racional. Podemos jugar con las palabras –“nacionalidad” da mucho juego–, lanzarlas de vez en cuando como globos-sonda y luego retirarlas, frivolizar, en fin, pero nadie en su sano juicio puede negar que España es de facto un Estado políticamente plurinacional. Desde principios del XIX, al menos, el conflicto nacional ha permanecido irresuelto en el sistema político español, y si la realidad plurinacional es indiscutible, lo racional es pensar es que tal realidad debe ser reconocida jurídicamente. Así, si avanzamos un paso más en la argumentación es evidente que la única fórmula adecuada a dicha realidad plurinacional es un (con)federalismo asimétrico que garantice el derecho a decidir de las naciones peninsulares.

Pero en Gure Esku, además de ser racionales, queremos ser también inteligentes. Es decir, queremos lograr nuestros objetivos en un plazo razonable de tiempo. Por eso, no abjuramos del pensamiento estratégico, el que permite conectar fines con medios, medios eficaces para lograr objetivos a corto, medio y largo plazo.

En este momento gozamos de la suficiente experiencia histórica para entender que en España el derecho de autodeterminación de las naciones sin Estado no se logrará sin una movilización intensa y continuada en el tiempo. Además, aunque el contratiempo catalán del 17 nos recuerda la dificultad de un cambio sistémico radical, está claro que dicha movilización se debe seguir impulsando según lógicas integradoras que busquen activar amplias mayorías sociales. A partir de este análisis, Gure Esku ha llegado a la conclusión de que la única innovación táctica que puede abrir una ventana de oportunidad para la consecución del derecho a decidir es el trabajo conjunto de las naciones sin estado, tanto a escala estatal como europea. Aunque los tiempos políticos y la relación de fuerzas en cada territorio pueden ser diversas, si la reivindicación de base es común –el derecho de autodeterminación–, la acción conjunta es una opción poderosa.

Este es el sentido último de la vía pirenaica. Pocas veces se ha organizado una movilización conjunta en clave constructiva de tal envergadura: elkartasunetik elkarlanera, de la solidaridad mutua al trabajo conjunto… Sin embargo, las iniciativas conjuntas, aunque sea a nivel declarativo, no son nuevas. El surgimiento del pacto “Galeusca” de la mano dela declaración de Barcelona de 1923 –reeditado tras la guerra civil en 1941– o las declaraciones de Barcelona de 1998 y la de la Llotja del Mar en 2019 son ejemplos de esta sintonía reivindicativa.

Somos conscientes también de que sería muy conveniente ampliar la demanda plurinacional sumando otras reivindicaciones relativas a la cuestión territorial. En el fondo, lo ideal sería que la relación de fuerzas a escala estatal permitiera poner en práctica un verdadero proceso deconstituyente que disolviera la vieja constitución interna canovista, hoy llamada “estado profundo”. Los cleavages son distintos y no conviene confundirlos –nacional, rural-urbano, centro-periferia–, pero en cierto modo no dejan de estar conectados… Conectados por la fuerza en la plaza del Sol, kilómetro cero de la España centralista. Madrid no es sino una metrópoli-nación en sí misma considerada, una nación que, tras la pérdida de los territorios coloniales de ultramar, vuelca su vocación imperial extractiva sobre el propio territorio peninsular. No es casualidad la eclosión de demandas en los territorios –no vacíos–, sino vaciados por el centralismo. Por eso, si en la cuestión territorial la inestabilidad del Estado español es estructural, la solución podría derivarse de ampliar las alianzas con los actores sociales y políticos estatales que, sin ser calificables como soberanistas o nacionalistas, entienden que es necesaria una reforma profunda del modelo territorial del Estado.

Esa oportunidad existe teóricamente, o ha existido, al menos. Las fuerzas progresistas y soberanistas que sustentan este gobierno –no seguramente el partido que lo dirige– comparten una visión similar del modelo de Estado deseable y posible en esta coyuntura. La falta de sintonía en medios y fines que otrora dificultaba alianzas amplias a escala estatal ha sido superada. Sin duda, pasar de la sintonía a la sincronía no es sencillo, y encontramos matices interpretativos acerca de lo que se entiende por unilateralidad o sobre la conveniencia o no de subrayar la dimensión interna del derecho de autodeterminación –derecho a decidir de los demos institucionalizados que en contextos democráticos pueden (re)negociar con el estado matriz su estatus, incluyendo eventualmente las condiciones para la secesión–, o su dimensión externa, ligada al estatus de minoría nacional perseguida y su derecho a la independencia. No obstante, en lo fundamental, repetimos una vez más que la reivindicación básica es común: el derecho que cada pueblo tiene a establecer libremente sus relaciones políticas con otros pueblos, el derecho a unirse y separarse, si así se decide democráticamente.

Sin embargo, desgraciadamente la potencialidad teórica no ha tenido hasta el momento una plasmación práctica. En este sentido, tenemos que traer a colación un reciente artículo del profesor Ignacio Sánchez-Cuenca. No en vano, apelando a la distinción planteada más arriba, sus aportaciones suelen combinar la racionalidad y la inteligencia: “Este gobierno no ha avanzado un milímetro en la construcción de una España plurinacional o federal, no ha elaborado oferta alguna para resolver la cuestión catalana, se ha olvidado de promover una reforma de la Constitución y, en los temas que afectan al corazón del Estado, no es infrecuente que sus votos se sumen en el Congreso a los de los partidos de derechas (PP, Ciudadanos y Vox)”.

Esta inacción, esta postergación de la cuestión territorial será seguramente motivo suficiente para la no repetición de la actual fórmula de gobierno tras las futuras elecciones generales. Y si los números fueran sorpresivamente suficientes para repetirla, está claro que en una eventual segunda edición las fuerzas soberanistas no se conformarán con ser meros soldados de primera línea frente a la ultraderecha, ya fuera vestida de seda o con camisa y correajes.

En todo caso, si poco podemos esperar al parecer de las fuerzas hoy gobernantes en España, quizás haya llegado el momento de que vascos, catalanes y otros aliados vuelvan a “hacer cosas”, como advirtió en su momento el ínclito Don Mariano. “Vienen tiempos de turbulencia soberanista”, auguraba el catedrático federalista Alberto López Basaguren, defendiendo al tiempo la conveniencia de reabrir el debate sobre el nuevo estatuto vasco. Vienen tiempos de turbulencia, sin duda, y en estas circunstancias, cuando desde las fuerzas que pretenden gestionar el orden mundial reunidas esta semana en Madrid se aprestan para la guerra, para las salidas autoritarias, las murallas infranqueables y las trincheras sangrientas, el derecho a decidir de la ciudadanía y de los pueblos se convierte en el lema que mejor refleja la soberanía popular de los muchos enfrentada a la tiranía de los pocos. No debemos perder de vista nuestro faro, el de las libertades individuales y colectivas. El faro de la gente, el de los pueblos que desean vivir libres y en paz. Es ese el faro que se va a encender en cientos de cumbres pirenaicas. No es “la matraca separatista de siempre”, es la luz de la libertad.

 

 

 

°

Esparza Zabalegi | Riñen Nuestros Hijos

Les compartimos esta poderosa reflexión por parte de Jose Mari Esparza Zabalegi, misma que ha sido dada a conocer en las páginas de Naiz:


Riñen nuestros hijos

Jose Mari Esparza Zabalegi | Editor

Corría el mes de setiembre de 1904 cuando los carlistas vizcainos celebraron una romería. Al regresar a Bilbo, les esperaban grupos de bizcaitarras que irrumpieron con gritos de muera España, a los cuales los primeros contestaron con los gritos de viva Don Carlos, viva España. Los dos grupos cantaban el "Gernikako Arbola", mientras seguían «los apaleamientos y otras viol­encias hasta que la fuerza pública separó los dos bandos». En aquellas sazones los seguidores de Sabino Arana se pegaban con todos, abriendo a empellones su nuevo espacio político. Unos y otros tenían el mismo ADN; eran fededun, foralistas, «enbor bereko ezpala». Incluso reconocían que «hijo de buen carlista, buen nacionalista»; pero el hijo tenía que matar al padre para emprender una nueva andadura.

Años más tarde eran los jóvenes bolcheviques vascos, deslumbrados por la luminaria soviética, los que andaban dando codazos contra los anticuados socialdemócratas y anarquistas. Todos cantaban "La Internacional", pero solo uno debía dirigir la revolución proletaria. En el 36 acabaron todos en la misma rastrojera. El eco de aquellas disputas se alargó hasta los años finales del franquismo, cuando en la fábrica te advertían de los riesgos de juntarte con troskos, maoístas, estalinistas o, más genérico, españolistas. Menos los míos, todos eran unos sectarios y unos revisionistas.

Montados ya el tren independentista, leíamos con pasión los panfletos de la Quinta y de la Sexta asambleas, más abertzale una, más roja la otra, abnegadas las dos en darle la vuelta a la tortilla franquista. A estos les siguió la guerra cainita entre milis y polimilis, que se daban de tortas por las fiestas de Baiona, eso sí, a los sones unánimes, del "Eusko Gudariak".

En los años 80 fueron los de Iparretarrak los que intentaron tener una ruta propia, cantaban también el "Eusko Gudariak" y se abrieron paso a costa de muchas amarguras e incomprensiones por parte del MLNV, el omnipresente hermano mayor. Luego, mudanzas del tiempo, resultó que no eran tan malos y hubo que ponerse a reconstruir los puentes rotos en aquella trifulca familiar.

En todos los movimientos de liberación del mundo se han cocido las mismas habas: «Aquí los comunistas somos pocos, ¡pero bien sectarios!» escuché una vez a un hondureño. Y es que no es fácil hallar el camino de salida de la selva imperialista; en cada encrucijada surge el debate y, muchas veces, la escisión. Pese a todo y comparando con otros lares, debemos alegrarnos de que nuestras guerras fratricidas hayan sido de baja intensidad, y eso ha posibilitado muchos reencuentros posteriores. Arrieros somos.

Como editor, me tocó publicar la historia enciclopédica de todos los anteriores y, sin ocultar nuestra querencia, siempre intentamos recoger cuanto de bueno y altruista tuvieron todos, en la lucha contra el franquismo primero, en la farsa de la Transición después, frente al yugo francoespañol siempre. Otro sería nuestro país sin la entrega generosa de esas dos generaciones de vascos y vascas. No todo fue bonito, pero a decir verdad los judas y los arribistas fueron pocos, y si muchos seguimos en este huerto político no es porque nos gusten todas las lechugas que produce, sino porque aquí tenemos el mayor número de hortelanos honrados por hectárea. Nada que ver con lo que nos rodea. No, ya no tengo abuela.

En las últimas etapas de la vida, cuando creíamos que todo iba medianamente encarrilado, nos encontramos un día con que nuestros hijos e hijas andan pegándose en las calles vascas con sus excompañeros de gela. Diría que los conozco a todos: son los retoños de mis amigos y camaradas, con los que he coincidido tantas veces en manis, mítines, korrikas y herrikos.

Veo sus ruedas de prensa y todos me parecen iguales, de la tribu: euskaldunes y rebeldes, con ganas de poner patas arriba esta mierda de mundo. Leo lo que escriben y me parece volver a los 70: unos más rojos, otros más rojoverdiblancos y siempre el «¿qué hacer?» leninista, dudando entre las condiciones objetivas y subjetivas. ¿Quién tiene la razón? Los míos, como siempre.

Hace ya tiempo que se veía el hueco que se estaba creando en un extremo de la izquierda abertzale. Como decía Jon Idígoras, hemos pasado de la cagalera al estreñimiento en poco tiempo y eso trae desgarros. La confrontación más radical que exigen unos, ¿es compatible con el posibilismo institucional? Yo pienso que sí y en la historia sobran ejemplos de liderazgos con varias almas. ¿Que eso no es fácil? Claro, siempre es más sencillo manejar un tílburi que una cuadriga.

 

 

 

°

Soberanía de Cumbre en Cumbre

Gure Esku ha dado a conocer los últimos detalles de la actividad titulada Vía Pirenaica.

Los detalles los traemos a ustedes desde Naiz:


Jaizkibel, principal punto de encuentro vasco durante la Vía Pirenaica por el derecho a decidir

Todo está listo para que 300 cumbres pirenaicas se iluminen este sábado noche para reivindicar conjuntamente el derecho a decidir catalán y vasco. Gure Esku ha notificado que Jaizkibel será el principal punto de encuentro vasco y anima a participar en los actos ahí previstos.

Entre cumbres rojas (especialmente complejas) y verdes, más de 300 cimas pirenaicas se alumbrarán simultáneamente en la acción conjunta vascocatalana convocada al anochecer de este sábado. En Euskal Herria habrá un punto especial de encuentro para quienes se animen a última hora: Jaizkibel, el punto de partida vasco de esta línea luminosa que acabará en Creus (Girona).

Gure Esku ha dado a conocer este miércoles el programa ahí previsto: «A partir de las 17:00 de la tarde, habrá música, comida y ambiente festivo en Guadalupe, y de 18:30 a 23:30, la fiesta y la reivindicación continuarán en el Mirador de Jaizkibel. Y es que todo aquel que quiera participar en la acción de iluminar la cumbre tendrá que estar para las 21:00 en el Mirador de Jaizkibel, también conocido como el Antiguo Parador».

«Para quien no esté en condiciones de subir y bajar el monte o, sencillamente, no tenga ganas de hacerlo, Jaizkibel será también una buena opción. A partir de las 16:30, habrá estacionamiento en Guadalupe, y a partir de las 18:00, habrá autobuses desde Guadalupe al Mirador, y a partir de las 22:30, para realizar el trayecto de vuelta. Por lo tanto, será un buen plan para ir en familia y entre amigos», explica.

Un salto: de 115 a 154

Ha recordado además los detalles y el sentido de esta movilización gigante y colaborativa: «Utilizando faroles especiales y linternas frontales, crearemos una línea de luz que recorra desde el cabo de Higuer hasta Creus, desde el Atlántico hasta el Mediterráneo. Uniremos Catalunya y Euskal Herria para reivindicar el derecho de autodeterminación de nuestros pueblos. Será una movilización espectacular, una experiencia inolvidable, un hito que perdurará en nuestra memoria».

En enero anunciaron que vascos y vascas «iluminaríamos 115 cumbres», pero finalmente «serán 154, casi 40 más. A todo, junto a los catalanes, más de 300 cumbres. 91 cumbres 'rojas' y 63 'verdes'. Cabe destacar el interés que ha habido por las cumbres rojas. Todavía quedan algunas disponibles, sobre todo en la zona de Izaba, Pierre de Sant Martin y Portalet. 97 de las cumbres que iluminaremos los y las vascas están en Euskal Herria, y 57 en el Pirineo Central», detalla.

Emisión en directo

Quien prefiera seguir la iniciativa desde casa también tendrá opción para ello: habrá un programa en directo «de 21:00 a 22:30 horas, en euskera, conducido por Maider Galardi y Ana Iruretagoiena. Tendremos imágenes espectaculares de cumbres y aéreas. Además, entre las 21:15 y las 22:50 horas, aproximadamente, celebraremos el acto político central desde Guils de Cerdenya (Puigcerdá), que emitiremos en directo combinándolo con imágenes de las cumbres. También haremos conexiones con Jaizkibel».

 

 

 

°

miércoles, 29 de junio de 2022

Avanza la Comisión de Valoración

Desde Naiz traemos a ustedes esta valoración en los avances logrados por la Comisión de Valoración, institución encargada de reconocer a quienes han sido víctimas de los excesos represivos por parte del régimen español.

Adelante con la lectura:


El reconocimiento de víctimas del Estado avanza a pesar de las dificultades e impedimentos

Muertes bajo custodia policial, ejecuciones extrajudiciales, torturas… La Comisión de Valoración ha reconocido en el último año a 46 víctimas de la violencia del Estado, a pesar de las dificultades e impedimentos que encuentran, como los intentos de sabotaje desde las FSE.

Iñaki Iriondo | Cronista Político

La Comisión de Valoración creada por la Ley 12/2016 para el reconocimiento de las víctimas de la violencia del Estado ha dictado 46 resoluciones favorables en este segundo curso (el primero fueron 35). Seis son por fallecimientos, incluidos los producidos cuando la víctima se encontraba bajo custodia policial y otros con apariencia de ejecución extrajudicial. 28 son casos de tortura. 11 lesiones de diferente tipo por bala, pelota o agresiones. Hay también un caso de vulneración de la integridad moral y psíquica.

La mayoría de los hechos, un total de 28, ocurrieron entre los años 1971 y 1980; nueve entre los años 1961 y 1970; ocho entre 1981 y 1990; y uno en el año 1997. La Guardia Civil es responsable de 18 casos y la Policía española de otros 15.. En otros 4 fueron causadas por ambos cuerpos en detenciones distintas, y uno por la Ertzaintza. En ocho casos fueron acciones de  «grupo incontrolado o parapolicial».

La abogada Juana Balmaseda y el profesor Jon Mirena Landa, presidenta y coportavoz, respectivamente, de la Comisión, han presentado ante el Parlamento el segundo informe, referido al trabajo realizado entre setiembre de 2021 y junio de este año. Y han destacado que han tenido que perder mucho esfuerzo y tiempo con 523 demandas presentadas por miembros de las FSE y su entorno con una «abierta perversión interpretativa contraria al sentido último de la Ley y con mala fe manifiesta».

«Abrumada por lo doloroso de los casos»

La presidenta, Juana Balmaseda, ha subrayado la gravedad de los hechos que se han encontrado, y ha informado de que «siendo especialistas en la materia, se encuentran muchas veces abrumadas por lo doloroso de los casos, y aún más por la actualidad del sufrimiento de las víctimas y sus familiares».

Por ello, ha explicado a los parlamentarios y parlamentarias que «esto debería hacernos tomar conciencia de que este no es un asunto del pasado. Las víctimas de vulneraciones de derechos humanos reconocidas en esta Ley son personas, mujeres y hombres, que hoy viven entre nosotros. Algunas víctimas han fallecido, pero el dolor de sus familiares y seres queridos sigue hoy muy presente y debe ser atendido».

«Oposición inadmisible»

El informe entregado en el Parlamento por la Comisión recoge textualmente que «constatamos con preocupación que sigue habiendo actores y colectivos que constantemente se oponen al desarrollo de esta Ley, a la protección de las víctimas que reconoce  y a su derecho a la verdad y, en su caso, a la plena reparación. Desde la Comisión queremos manifestar que ello nos resulta inadmisible. No lo admitiríamos con otro tipo de víctimas. Con ninguna. Tampoco con éstas».

Por ello concluyen que «no podemos normalizar ni asumir un cuestionamiento permanente de las víctimas que esta Ley reconoce. Tampoco que se busque retrasar o dificultar la actividad de esta Comisión, pues, en última instancia, las grandes perjudicadas por la demora son las propias víctimas».

En este punto han criticado las 523 denuncias de miembros de las FSE y de su entorno que pretendían colarse en la ley, cuando tienen otras normas para ellos, y de quienes «en abierta perversión interpretativa contraria al sentido último de la Ley y con mala fe manifiesta, están intentando confundir a estas posibles víctimas, encauzando sus peticiones allá donde saben que no pueden ser atendidas».

En la presentación del informe, sus redactores han apuntado que en la mayor parte de los casos la actitud de las instituciones ha sido colaborativa, pero han destacado como «especialmente obstativa» la actitud de los archivos militares de los que no han podido obtener ninguna documentación de las peticiones cursadas hasta la fecha.

Reforma urgente de las indemnizaciones

El informe presenta también varias recomendaciones. La primera, volver a celebrar un acto institucional de reconocimiento de estas víctimas, de las graves vulneraciones de derechos que padecieron y que se deben visibilizar. También solicitan un impulso parlamentario de los trabajos de reconocimiento.

Pero la reclamación más urgente es la de reformar las indemnizaciones, puesto que el sistema actual «genera flagrantes injusticias en casos de gravísimas violaciones de derechos humanos que o bien no pueden ser indemnizados o bien obligan a una indemnización irrisoria, indigna de tal nombre».

Por ello demandan que «una modificación en profundidad del artículo 9 es urgente y necesaria y en particular derogar la imposibilidad de indemnizar en casos de malos tratos y torturas, y enriquecer y flexibilizar las posibilidades indemnizatorias en supuestos de lesiones sean estas permanentes o no».

Más medios para no perder credibilidad

La Comisión de Valoración pide además una mayor dotación de medios, pues explican que «tras dos años de funcionamiento, pese a los refuerzos recibidos y al máximo de los esfuerzos de sus miembros y la preocupación y prioridad por imprimir toda la celeridad posible a su trabajo, no es capaz de tramitar eficazmente un número suficiente de expedientes que permita vislumbrar la resolución en tiempo y forma de las peticiones hechas».

Asegura el informe que «la respuesta de reconocimiento se pueda alargar durante años y años no resulta una situación sostenible desde el punto de vista legal, pero, tampoco, desde un punto de vista ético o político». Muestran su preocupación porque «este es un tema que puede comprometer gravemente la credibilidad y la función reparadora que la Comisión, y este mecanismo legal, deben ser capaces de ofrecer respecto de las víctimas y sus derechos».





°

Diálogos Improbables en Gasteiz

Ha tomado lugar en Gasteiz una nueva edición -la primera fue en Iruñea- de los "Diálogos Improbables" gestionados y organizados por el Foro Social Permanente.

Aquí la reseña por parte de Naiz:


Ollora, Ortubay y Diaz de Heredia: Vivencias diferentes hacia una memoria «crítica e inclusiva»

El exdiputado general de Araba por el PNV Juan Mari Ollora, la exprofesora de Derecho penal en la EHU Miren Ortubay y la militante de la izquierda abertzale Maite Diaz de Heredia han participado en un nuevo encuentro del Foro Social de la dinámica ‘Ustekabean topo’.

Asier Robles

Tras el coloquio de la semana pasada en Iruñea, el Foro Social ha llevado a cabo este miércoles un nuevo encuentro en Gasteiz enmarcado dentro de la dinámica ‘Diálogos improbables-Ustekabean topo’ con el fin de generar espacios de dialogo, de escucha, de empatía para «aportar en la construcción de la memoria crítica e inclusiva».

Desde el Foro Social han recordado que este tipo de iniciativas se han llevado a cabo en otros países donde se han dado conflictos, como en Colombia, el norte de Irlanda o Sudáfrica, y ha destacado que el objetivo es aprender de otras experiencias y traerlas al contexto de Euskal Herria.

El exdiputado general de Araba por el PNV Juan Mari Ollora, la exprofesora de Derecho Penal en la EHU Miren Ortubay y la exmilitante del movimiento antirrepresivo y encarcelada por ello Maite Diaz de Heredia han sido los que han participado en charla de este miércoles que, celebrada en el Palacio Europa, ha partido de vivencias personales.

Así, Miren Ortubay ha señalado que su trabajo en el mundo del Derecho Penal le ha hecho conocer de cerca mucho sufrimiento y que por ello «de alguna forma» siempre se ha sentido implicada.

Ha lamentado que durante muchos años se ha encontrado con «disyuntivas demagógicas» que tenían el objetivo de que la gente se «posicionase claramente» con una postura u otra bajo el mantra del «estás conmigo o estás contra mí».

La ejecución de Txiki y Otaegi, la matanza de Atocha, las muertes de Gladys del Estal, Jose María Ryan o Mikel Zabalza han sido algunos de sus recuerdos más destacados. Pese a la «incertidumbre y dudas de militar políticamente» en aquel momento, ha señalado que ese contexto le llevó a acercarse a los movimientos de «no-violencia» Más tarde participó en manifestaciones en favor de los derechos de los presos o de Gesto por la Paz.

«Una vida en torno a la cárcel»

Maite Díaz de Heredia ha recordado que su implicación política comenzó cuando con solo 13 años la policía irrumpió en su casa y detuvo a su hermano: «Esto fue un salto cualitativo por el impacto de la detención y la percepción de que les habían torturado. Las incomunicaciones y la dispersión marcaron mucho a mi familia».

Ya en el instituto comenzó a militar en las organizaciones estudiantiles y juveniles de la izquierda abertzale, y más adelante en Gestoras pro-Amnistía: «Fueron años muy convulsos y duros, todos los días había algún atentado o detenciones o torturas. Llegando casi a 2000 desde el Gobierno español comenzaron a ir contra lo que ellos denominaron el ‘entorno de ETA’, y a partir de ahí ya sabía que iba a acabar en la cárcel».

Así fue. En 2001 fue detenida y tuvo un hijo en la cárcel, del que fue separado años más tarde. También su pareja ha estado hasta 2017 en prisión. «He vivido muchos años en torno a la cárcel. Empecé como familiar de preso, luego como militante y acabe como presa. Siempre me he sentido parte de la izquierda abertzale y de las decisiones que tomaba. Y no rehuyo de esa responsabilidad», ha dicho.

En cuanto a Juan Mari Ollora, ha subrayado que sus recuerdos están «muy ligados» a las responsabilidades que tuvo en el ámbito de la política. Los acuerdos de Oslo en 1993 entre la OLP y Israel le hicieron pensar en el conflicto vasco: «Pensé que independientemente de cómo siguió aquella y la situación actual, si ellos lo habían conseguido nosotros lo teníamos que intentar».

La importancia de hablar y escuchar

Por otro lado, ha destacado que iniciativas como estos diálogos organizados por el Foro Social son las que pueden «romper el inmovilismo que al mundo político le rodea en torno a construir un relato integrado, una convivencia civilizada y una lectura compartida de lo que nos ha pasado».

Ortubay también ha subrayado que es bueno hablar, «porque eso ayuda a analizar y reflexionar sobre nuestros propios comportamientos y nuestras propias responsabilidades».

«Durante demasiado tiempo hemos alimentado los sentimientos y la irracionalidad. Hay que hablar y hay que escuchar», ha recalcado.




°

Rememorar un Imposible

Ahora que se ha vuelto a poner la Batalla de San Marcial hace 500 años en las inmediaciones de Irun retornamos con el escritor Iñaki Sagredo y su lectura de la Batalla de Amaiur.

Aquí la reseña por parte de Naiz:


Iñaki Sagredo rescata en su último libro sobre Amaiur la historia perdida de un imposible

El investigador ha recogido en su última publicación la visión de aquellos hombres que resistieron en el castillo de Amaiur e intentaron defender «un imposible». A través de diversos documentos como cartas narra la historia de los perdedores, con los que la historia habitúa a ser «cruel».

Oihane Larretxea

El autor Iñaki Sagredo (Irun, 1967) lleva a sus espaldas el estudio y la investigación de los castillos del Reino de Nafarroa en todos sus territorios históricos, y su empeño en sacar a la luz un libro tras otro constata que aún hay mucho por conocer. Ese es el objetivo de su labor, que ha enriquecido con un nuevo título: ‘La batalla de Amaiur. La historia perdida de Navarra’ (Pamiela).

La obra ha sido presentada este miércoles en Donostia y, según ha explicado Sagredo, el fin principal es contar lo que ocurrió cinco siglos atrás en aquel castillo. Tal y como ha explicado a NAIZ, es un trabajo que va relacionado con la fortificación desde la Edad Media, pasando por la conquista de Nafarroa y la batalla de 1522. «Pretendo demostrar lo que sucedió a través de documentos y otros documentos gráficos, para intentar transmitir esas viejas teorías de defensa de los valores, de la defensa de un pensamiento, en definitiva».

Para el autor, lo que «realmente» fue Amaiur fue «un símbolo», un símbolo «de una gente que intentó defenderse de un imposible». Eso viene a demostrar a través de documentos. «No es una opinión mía sesgada», ha remarcado.

Para apuntalar esta afirmación, Sagredo aporta también lo que dijeron los protagonistas a través de sus cartas. «Todos los movimientos que hubo del Ejército castellano y también del navarro, de cómo se preparó la defensa, y cómo al final paso lo inevitable», dice.

Altavoz de los perdedores

El hecho de que en el mismo título Sagredo hable de una «historia perdida», invita a preguntarse qué parte de la historia no nos ha llegado o si nos ha llegado, si está manipulada o edulcorada.

«Nos ha llegado lo que al final fue un intento de mostrar una fidelidad, aunque se perdió, porque los perdedores no tienen posibilidad de mostrar. La historia es así, es cruel con los que pierden, solo es apta para los que ganan».

El libro, en cierta forma, quiere hacer de altavoz de los perdedores, «mostrar lo que ellos querían mostrar a través de su ejemplo de su lucha, y lo que fue esa historia y que no ha sido contada hasta que hace unos años empecé a investigar. Es el concepto de la historia perdida», ha lamentado.

En cualquier caso, también se recogen otras visiones, porque también se muestra la historia incluso a través de los ojos de los capitanes castellanos que participaron, si bien el interés «sobre todo» es transmitir lo que sucedió en la conquista de Nafarroa y «lo que pudo sentir esa gente en el castillo para defender sus ideales».

«Cuando 200 hombres están rodeados por más de siete mil, cuando ves que están colocando cañones, y van a destrozar parte del castillo, y aún así aguantan… cuando sabes que resisten día tras día pese a que se están colocando unas cargas explosivas en los muros… es porque quieren mostrar algo. Y ese es el interés de este trabajo. No solo centrarme en la parte histórica, sino intentar transmitir esas sensaciones que pudieron vivir».

La publicación también va relacionada «con lo que perdimos», dice Sagredo, esto es, «con las posibilidades que perdimos si Navarra llega a ser un Reino independiente y ahora fuera un Estado independiente no sabemos en que fórmula».

En su opinión, «posiblemente un lugar con un concepto cultural como se estaba desarrollando en la Baja Navarra, que fue la última parte del Reino antes de su pérdida en 1620. Donde se reflejaba una cultura y un avance mental respecto a lo que eran los reinos de alrededor. Y eso, posiblemente, hubiera afectado a nuestro territorio. Y no solamente lo que podemos considerar la Navarra actual con la Baja Navarra, también lo que fueron las zonas occidentales de Gipuzkoa, Bizkaia y Álava. De lo que pudo ser si todo hubiera sido como tenía que ser», desliza.

El libro, además, propone varias rutas por los alrededores del castillo de Amaiur para aproximarse a la historia de otra manera.





°

A Cinco Siglos de San Marcial

Ya se ha dicho anteriormente, el Alarde de Irún y Hondarribia tiene su origen en un hito histórico que poco tiene que celebrarse y mucho que conmemorarse pues fue el epitafio de la insurrección navarra en contra de las coronas de Castilla y Aragón, ese intento por recuperar la soberanía que nos ha dejado gestas como las batallas libradas en Noain, en Donibane Garazi y en Amaiur. O sea, en Irun y Hondarribia los vascos no fuimos los vencedores, fuimos los vencidos... ¿de que se alardea?

Por lo anterior, les recomendamos la lectura de este reportaje histórico publicado por Naiz:


Batalla de San Marcial, 500 años de la derrota franco-navarra que dio origen al Alarde de Irun

El 30 de junio se cumplirán 500 años de la batalla de San Marcial, librada dentro de la guerra por la independencia de Nafarroa y que se saldó con una derrota franco-navarra que hoy en día se sigue conmemorando en el Alarde de Irun.

Pello Guerra

El 30 de junio se cumplen 500 años de la batalla de San Marcial, la derrota franco-navarra que dio origen al Alarde de Irun.

En ese choque de armas se dirimía la posesión del castillo de Behobia, una fortaleza que había sido construida en 1518 por orden de Fernando el Católico para impedir el paso por el río Bidasoa de una posible ofensiva desde el norte.

Ese ataque terminó produciéndose en octubre de 1522 dentro de la ofensiva franco-navarra lanzada por los reyes Enrique II de Albret y Francisco I de Francia para liberar Nafarroa del dominio español, diez años después de iniciada la conquista del reino pirenaico.

Ese ejército consiguió recuperar Nafarroa Beherea y el norte de la Alta Nafarroa, con el castillo de Amaiur como principal referencia. A continuación, se dirigió hacia Gipuzkoa para tomar Hondarribia.

En su camino se encontraba el castillo de Behobia, que debía tomar para proseguir su ofensiva. Ante las tropas del almirante de Francia, el señor de Bonnivet, aparecía en lo alto de una colina la fortaleza diseñada por Diego de Vera con una peculiar planta triangular, con una torre circular en cada vértice.

Cada una de sus caras tenía 22 metros de largo y los muros contaban con una altura de diez metros y un grosor de 4,70 metros. Disponía de troneras para la artillería a bajo nivel y a unos seis metros de altura, y el acceso se realizaba por una puerta en la cara meridional.

El 4 de octubre, los cañones del ejército franco-navarro estaban frente al castillo. Bonnivet envió a un trompeta para conminar a rendirse a la guarnición, que estaba integrada por un centenar de soldados al mando de Pérez de Iartza, un vizcaíno veterano de la guerras españolas en Italia. Su respuesta fue que no conocía al rey de Francia y a Bonnivet mucho menos.

Ante esa negativa, comenzó el bombardeo del castillo, que iba generando bajas entre los defensores, y poco después, la fortaleza de Behobia se rendía. El general franco-navarro escribió al rey de Francia que al mismo alcaide de la fortaleza que aseguraba no conocerles «muy poco después le he hecho hablar francés». En su lugar fue nombrado un lapurtarra de Azkain.

A continuación, el ejército franco-navarro se dirigió a Hondarribia, que terminó ocupando el 18 de octubre tras varios días de cerco.

La toma de la estratégica plaza disparó todas las alarmas españolas, cuyas autoridades no conseguían reunir tropas con las que dar la vuelta a la situación. Circunstancia a la que se sumó la meteorología, con un otoño que pasó a la historia como uno de los más lluviosos del periodo en toda Europa, según apunta el historiador Peio Monteano. Ese mal tiempo también frenó cualquier otra posible operación militar del ejército franco-navarro, así que la guerra quedó paralizada de facto hasta que llegara el buen tiempo.

Esos meses dieron margen a los españoles para prepararse y organizar una ofensiva con la que querían reconquistar todos los territorios perdidos e incluso adentrarse en la Guyena.

Demolición fallida del castillo

Conocedor de esos movimientos de tropas, el gobernador de Baiona, el señor de Saint André, decidió concentrar su fuerzas en Hondarribia para defenderla y evacuar el castillo de Behobia, posición que consideraba complicada de conservar. Para que este último no cayera en manos del enemigo, ordenó su demolición.

La mayoría de la guarnición abandonó la fortaleza tras recoger armas y vituallas,  mientras varios hombres se encargaban de disponer cargas explosivas para derribar los muros del castillo. Tras prender las mechas, se retiraron a la espera de la explosión.

Pero sus movimientos estaban siendo vigilados por unidades de infantería castellana y milicias guipuzcoanas, que penetraron en el castillo y apagaron las mechas, impidiendo su destrucción y haciéndose así con él, según explica el historiador Pedro Esarte.

La fallida demolición del castillo suponía un serio revés para los intereses franco-navarros, ya que las tropas de Carlos V habían recuperado el control del paso del Bidasoa, complicando el abastecimiento por tierra de Hondarribia.

Ante ese giro de la situación, el alcaide de la plaza en nombre del rey de Nafarroa, el señor de Luda, solicitó a Saint André la recuperación del castillo, convencido de que no sería difícil expulsar al centenar de hombres que la ocupaban y que estaban dirigidos por el capitán Otxoa de Asua.

El 28 de junio partían de Hondarribia y Lapurdi las tropas destinadas a reconquistar la fortaleza de Behobia, integradas por unos 3.500 infantes al mando del señor de Senpere y unos 1.000 mercenarios alemanes (los temidos lansquenetes), reforzados con cuatro piezas de artillería.

Este contingente intentó cruzar el río, pero fue rechazado por la guarnición del castillo y las milicias de Irun. Esa misma noche volvieron a intentarlo aguas arriba y consiguieron situarse en el alto de San Marcial. A continuación, emplazaron la artillería de espaldas al castillo.

Tras conocerse su presencia, los capitanes Juan Pérez de Azcue y Miguel de Ambulodi, que comandaban 400 soldados cada uno, plantearon al capitán general de Gipuzkoa, Beltrán de la Cueva, la posibilidad de atacarles. Este se mostró favorable y sumó a los hombres de los dos capitanes, la mayor parte de los 2.000 infantes y 200 jinetes que tenía a su mando.

A esas tropas se unieron 1.500 infantes y 150 jinetes de Errenteria, otros 24 jinetes a las órdenes de Ruy Díaz de Rojas y 700 hombres más asentados en Irun y Oiartzun.

Aprovechando la noche siguiente, esas tropas imperiales se acercaron al campamento de la infantería lapurtarra para atacarle.

Para facilitar esa operación y como maniobra de distracción, se hizo creer a los atacantes que el ejército de Carlos V se desplazaba por el camino real, entre Errenteria y Oiartzun. Para ello, el capellán Pedro de Irizar, que actuaba de abastecedor de tropas, repartió varios centenares de hachas luminosas entre mujeres y muchachos, que realizaron ese camino con ellas encendidas como si se trataran de los soldados, según recoge Esarte citando a Moret.

Mientras, las auténticas tropas de Carlos V se lanzaron sobre los lapurtarras, que, ante el ataque, empezaron a huir. En la persecución no hubo muchas bajas, pero el señor de Senpere fue hecho prisionero junto a treinta de sus hombres.

Muere uno de los principales capitanes legitimistas

Acto seguido y sin que hubiera llegado a amanecer, los soldados imperiales sorprendieron a los lansquenetes, que demostraron su preparación militar contraatacando en dirección al alto de San Marcial.

Les dirigía el capitán legitimista navarro Juan Ramírez de Baquedano, señor de San Martín de Amezkoa, «quien animaba a los mercenarios en alemán», según señala el historiador Monteano. No habían llegado a la cumbre, cuando el señor de San Martín cayó muerto junto al alférez de los lansquenetes.

Al ver llegar a la caballería imperial y huir a la francesa que les debía proteger, los mercenarios alemanes se retiraron monte abajo, perseguidos por los jinetes, que dieron muerte a 200 y capturaron a otros tantos. Estos prisioneros fueron liberados poco después tras solicitar el papa Adriano su incorporación a su guardia personal.

El resto del contingente tuvo suerte y consiguió llegar a Donibane-Lohitzune y Hondarribia sin haber sufrido grandes pérdidas y con toda la artillería.

La derrota ante el castillo de Behobia era un nuevo revés para las fuerzas franco-navarras, pero sobre todo supuso una enorme pérdida para la causa legitimista. Con la muerte del señor de San Martín, desaparecía uno de los navarros que más había combatido por la independencia del reino.

Ramírez de Baquedano había sido uno de los líderes del levantamiento de Lizarra de 1512 contra la ocupación española y había caído preso junto al mariscal de Nafarroa en 1516, durante el segundo intento de recuperación del reino.

Posteriormente, fue el vencedor en la batalla de Zegarrain, librada poco antes de la batalla de Noain, en la que también combatió. Posteriormente participó en la defensa de Donibane Garazi y finalmente en la conquista de Hondarribia.

Poco después de la batalla de San Marcial, un emisario llegó a la zona para recabar información sobre el paradero del bravo capitán navarro. Al confirmarse su muerte, buscaron su cuerpo en el campo de batalla y tras ser localizado, fue trasladado a Lapurdi, donde fue enterrado.

En su casa de Amezkoa, «quedaban su esposa y su hijo Diego, un chaval que acababa de cumplir diez años y al que apenas había tenido tiempo de conocer», señala Monteano.

La batalla de San Marcial se libró exactamente un año después de la de Noain, aunque las diferencias entre una y otra son muy notables, tanto por la repercusión de lo ocurrido, como por el número de fallecidos en el choque.

De hecho, a pesar de la derrota, Hondarribia siguió en poder franco-navarro hasta febrero de 1524, casi dos años después de lo sucedido en Behobia.

Sin embargo, los vencedores hicieron «gran fanfarria» con lo sucedido, como vaticinó Saint André. Por un lado, el historiador guipuzcoano Garibay llegó a afirmar que 2.800 alemanes habían muerto por las armas o ahogados cuando trataban de huir cruzando el Bidasoa, por únicamente dos fallecidos en el bando imperial. Y la llegó a calificar de «señalada victoria a mucha honra de la nación guipuzcoana».

Tiempo después se levantó en el monte una ermita dedicada a San Marcial en recuerdo de la batalla y este choque de armas está en el origen del Alarde de Irun, que cinco siglos después sigue celebrando lo ocurrido aquel 30 de junio de 1522.

 

 

 

°

30 Aniversario de la 'Operació Garzón'

En este blog hemos denunciado los excesos fascistoides del juez españolista Baltasar Garzón durante los 20 años que hemos estado publicando.

Pues bien, vía Naiz les compartimos que hoy se cumple el treinta aniversario del salvaje operativo represivo que dicho individuo emprendió en contra del independentismo catalán, trasladando el "todo es ETA" del Golfo de Bizkaia al Mar Mediterráneo. Así será más fácil entender el origen de la lawfare actual.

Esto es lo que se nos informa:


‘Operació Garzón’: 30 años de la peor cacería al independentismo catalán

Hace hoy treinta años que arrancó la que en Catalunya es conocida como la ‘Operació Garzón’, la represalia dirigida por el entonces juez de la Audiencia Nacional contra decenas de activistas independentistas –la mayoría torturados– en el marco de los Juegos Olímpicos de 1992.

Àlex Romaguera

Este miércoles, 29 de junio, se cumplen tres décadas del episodio represivo más importante que ha padecido el independentismo catalán antes del relacionado con el referéndum del 1 de octubre. En solo tres semanas del verano de 1992, las fuerzas de seguridad del Estado detuvieron a decenas de personas acusadas de pertenecer a Terra Lliure y preparar atentados coincidiendo con los Juegos Olímpicos de Barcelona. El entonces titular número 5 de la Audiencia Nacional y responsable de instruir la causa, el juez Baltasar Garzón, aplicó a los detenidos la Ley Antiterrorista al considerar que estaban colaborando con la organización para realizar acciones violentas –incluso un posible secuestro–aprovechando el acontecimiento deportivo.

La ‘Operación Garzón’, diseñada en una época en la que Luis Roldán dirigía la Guardia Civil y el ministro del Interior era José Luis Corcuera, propició el arresto de treinta personas antes del comienzo de los Juegos y una quincena más tras su conclusión. Al margen de algunos miembros de Terra Lliure, la mayoría no tenían ninguna relación con la banda. Eran militantes del Moviment de Defensa de la Tierra (MDT) y, en un número inferior, de los denominados Comités de Solidaritat amb els Patriotes Catalans (CSPC), Esquerra Republicana de Catalunya (ERC), el Partit Comunista de Catalunya (PCC) y el grupo ecologista Alternativa Verde. También se detuvo a un periodista del diario ‘El Punt’ y a otro del semanario ‘El Temps’.

De todos los arrestados, 25 fueron juzgados en 1995 en la Audiencia Nacional, que condenó a 18 por pertenencia a banda armada, aunque poco después el mismo tribunal tramitó una petición de indulto al asegurar que no representaban ningún peligro. La petición fue aprobada en agosto de 1996 por el Gobierno del Partido Popular, que entonces presidía José María Aznar.

Cultura antirrepresiva

La ‘Operación Garzón’ tuvo un posterior capítulo el año 2000, cuando 17 de los afectados presentaron una demanda en Estrasburgo por las torturas que sufrieron durante su paso por los calabozos de la Audiencia Nacional. La demanda, coordinada por el letrado Sebastià Salellas, fue admitida por el Tribunal Europeo de los Derechos Humanos, que en una sentencia dictada en 2004 condenó al Estado español por incumplir el artículo 2 de la Convención, que le obligaba a abrir una investigación para esclarecer los indicios de abusos y maltratos existentes.

Todo ello ha hecho que, pasados treinta años de la primera redada, la ‘Operación Garzón’ continúe presente en el imaginario del independentismo. No solo por la arbitrariedad de los arrestos y las torturas relatadas por sus protagonistas. Para la generación de activistas que lo vivieron, mostró el nivel de represión que el Estado español es capaz de ejercer para frenar la disidencia política. «En 1992 éramos pocos, pero siempre que el independentismo ha tenido un papel importante en vistas a cambiar las cosas, el Estado se ha dedicado a reprimirlo mediante detenciones y encarcelamientos», recuerda Pep Musté, uno de los detenidos y torturados.

Musté hace hincapié en que el método de la represión es parte troncal de la política de cualquier Gobierno español, pues «ante la falta de argumentos recurre a este sistema para paralizar y debilitar los movimientos sociales y el mismo independentismo».

Pese a que la Operación Garzón generó un ambiente de miedo y estupor entre amplias capas de la sociedad, Pep Musté resalta que permitió fortalecer la cultura antirrepresiva del independentismo y, con la sentencia de Estrasburgo, sentó un precedente para la lucha que mantiene el movimiento y los colectivos de abogados en el actual contexto de represión.

 

 

 

°

Fuerte Ezkaba como Centro de Memoria

De Gipuzkoa nos trasladamos a Nafarroa dando seguimiento al acuerdo para convertir en centros de memoria sitios que fueron utilizados por el régimen español para instaurar su reinado de terror en Euskal Herria.

Vía Naiz esta vez les dejamos con la opinión de Bel Pozueta con respecto al Fuerte de Ezkaba.

Adelante con la información:


Pozueta: «El convenio del fuerte de Ezkaba es el mejor homenaje a los presos y sus familias»

La diputada de EH Bildu Bel Pozueta ha mostrado la alegría de su formación por haber logrado que se firme un convenio entre los gobiernos español y el navarro sobre el fuerte de Ezkaba para que se convierta en lugar de memoria. «Es el mejor homenaje a los presos y sus familias», ha señalado.

Pello Guerra

Como el «mejor homenaje a los presos y sus familias» ha definido Bel Pozueta el hecho de que EH Bildu haya conseguido que se firme un convenio entre los ejecutivos español y el navarro para que el fuerte de Ezkaba se convierta en lugar de memoria.

En una comparecencia ante los medios, la diputada ha repasado los acuerdos alcanzados con el Ejecutivo de Pedro Sánchez en relación a la Ley de Memoria Democrática para que la coalición soberanista dé su respaldo a la citada norma.

Pozueta ha explicado que el convenio «se tiene que concretar desde el momento en el que se apruebe la Ley de Memoria Democrática en el pleno que se celebrará a mediados de julio». Esa aprobación «conllevará que el convenio se tendrá que realizar en el plazo de un año» y ha anunciado que «vamos a estar muy pendientes para que se concrete cuanto antes».

En el convenio se tendrá que definir cómo será la financiación y que las actividades que se lleven adelante y que se fijen por parte del Gobierno de Nafarroa deberán ser acordes con la recuperación y la difusión de la memoria. «Va a ser un aporte importante en el conocimiento de la memoria por parte de nuestros jóvenes», ha añadido.

La titularidad del fuerte seguirá siendo del Ministerio español de Defensa, pero en el convenio «se podría marcar la temporalidad del convenio o si es una cesión definitiva».

Ha calificado este acuerdo como «el mejor homenaje a las miles de personas que estuvieron en esa cárcel por defender sus ideales en favor de una sociedad más justa y más democrática y en contra del fascismo, y para las familias que perdieron a estas personas que vivieron un sufrimiento que no se merecían».

Pozueta ha recordado que «la sociedad navarra ha solicitado en numerosas ocasiones que el fuerte tenía que revertir al Gobierno de Navarra. Lo hemos conseguido y estamos muy orgullosos de esta consecución».

Ha añadido que este acuerdo, para las entidades y los ayuntamientos cercanos al propio fuerte y que están inmersos en un proyecto para el monte Ezkaba, «es ponerle la guinda a ese proyecto».

La firma del convenio estaba contemplada entre las 54 enmiendas de EH Bildu a la Ley de Memoria Democrática, varias de las cuales han sido aceptadas por el Gobierno español y entre las que figuraban aportaciones realizadas por las personas que participaron en el ciclo de seis charlas organizado por la formación abertzale en Nafarroa sobre esta materia.

Pozueta ha reconocido que «hubiéramos querido introducir más mejoras en la ley» durante el proceso de negociación, que ha calificado de «largo, de más de un año, con avances, aunque con momentos en los que hemos temido que no saliera adelante por el bloqueo del Gobierno».

Sin acuerdo sobre Los Caídos

Ha mostrado su satisfacción y «alegría» por el resultado final de ese proceso negociador, aunque ha reconocido que se han quedado en el tintero cuestiones como el del Monumento a los Caídos de Iruñea, como puso de relieve ayer la Asociación para la Recuperación de la Memoria Histórica.

Al respecto, la diputada de EH Bildu ha destacado que precisamente el destino de ese monumento figuraba entre las 54 enmiendas. En concreto, se planteaba que «se eliminaran todos los obstáculos que se están dando actualmente bien si se decidiera convertirlo en un lugar de memoria o tirarlo totalmente. Pero el Gobierno no lo ha aceptado. Nosotros lo hubiésemos querido, pero no se ha llegado a un acuerdo».

El Gobierno navarro lo ve «positivo»

El Gobierno de Nafarroa ve «positivo» el avance que supone el acuerdo alcanzado en torno a Ezkaba, según ha indicado el vicepresidente y portavoz del Ejecutivo, Javier Remírez, quien ha comentado que esta cuestión estaba sobre la mesa y ha restado importancia al modo a través del cual se ha conseguido.

«No importa el medio, lo que importa es avanzar en la memoria histórica», su reconocimiento y facilitar a las generaciones presentes y futuras conocimiento de lo ocurrido, ha defendido.

Tras recordar que ese fuerte fue el escenario de una de las mayores fugas de presos de la historia moderna de Europa, ha manifestado que el Gobierno navarro está dispuesto a colaborar para facilitar que esos lugares estén al acceso de la ciudadanía y sirvan para que no se vuelvan a repetir las situaciones del pasado.




°

Recuperar la Memoria

Hemos conocido vía Naiz la opinión de Pili Zabala con respecto a la reconversión de La Cumbre en un centro de memoria tras el acuerdo alcanzado por EH Bildu con el régimen borbónico franquista.

Por ese mismo conducto les compartimos el sentir de la familia de Josean Lasa.

Adelante con la lectura:


«Se les quiso borrar enterrados en cal viva, pero con esto recuperamos su memoria»

Representantes de EH Bildu y familiares de Joxean Lasa han acudido este miércoles a las puertas del Palacio de La Cumbre, que pasará a manos del Ayuntamiento de Donostia para convertirse en un Centro de Memoria.

Imanol Intziarte

«Es la primera vez que vengo aquí. Me ha costado un poco, pero como ya sabía para qué era…», subrayaba Axun Lasa visiblemente emocionada. Junto a su hermano Migel Mari ha acudido a La Cumbre, en el barrio donostiarra de Aiete, veinticuatro horas después de que se anunciara que el edificio en el que su hermano Joxean y Joxi Zabala fueron salvajemente torturados por agentes de la Guardia Civil pasará a manos del Ayuntamiento de Donostia para ser convertido en un Centro de Memoria.

Sentimientos contrapuestos en una herida que nunca quedará cerrada, pero que puede verse aliviada con decisiones como esta. «Para nosotros es un paso muy importante que este palacio quede en manos del pueblo», ha añadido Migel Mari Lasa.

También este miércoles, en Radio Euskadi, Pili Zabala, hermana de Joxi, apuntaba que la conversión de La Cumbre es «una conquista de los derechos humanos» y lo comparaba con «los centros clandestinos de detención de Argentina, que ahora son lugares y centros de memoria».

El recinto, que actualmente tiene unos andamios instalados en su exterior y que será de titularidad municipal en el plazo máximo de un año desde que se apruebe en Madrid la nueva Ley de Memoria Democrática, fue durante mucho tiempo un siniestro espacio de cuyas garitas emergían bocachas y uniformes verdes.

Mertxe Aizpurua, portavoz de EH Bildu en el Congreso español, fue quien dio ayer a conocer el acuerdo alcanzado con el Ejecutivo de Pedro Sánchez para la rehabilitación ética del edificio. También ha acudido Juan Karlos Izagirre, portavoz de la coalición en la Juntas de Gipuzkoa y exalcalde de Donostia.

«Es un lugar muy simbólico, aquí torturaron a Lasa y Zabala, después fueron asesinados en Alicante y enterrados en cal viva. Es uno de los ejemplos más emblemáticos, más duros, más dolorosos del tema de la tortura. Se les quiso borrar, enterrados en cal viva para que desaparecieran para siempre. Con esto recuperamos su memoria y su recuerdo», ha subrayado Aizpurua.

Desde los tiempos de Franco

El pacto contempla «una cesión finalista, el objetivo es que sirva como lugar de memoria, para eso se hará la transferencia. Creemos que es un paso adelante, porque de alguna forma ayuda a esa memoria inclusiva que se necesita construir todavía. Esto abre una ventana a que esa reparación, a que no haya categorías diferentes de víctimas. Con esto conseguimos visualizar una realidad que ha permanecido silenciada hasta ahora por los poderes públicos», ha remarcado.

La portavoz soberanista ha señalado además que «Franco ya usaba este Palacio de La Cumbre para sus recepciones oficiales mientras veraneaba en Donostia. Recuperar esto para la ciudadanía donostiarra es una buena noticia».
 
Mertxe Aizpurua ha recordado que dentro del acuerdo para la aprobación de la Ley de Memoria Democrática se contempla la firma de un convenio con el Gobierno de Nafarroa para que el fuerte de San Cristóbal, en el monte Ezkaba, sea también convertido en un Centro de Memoria. «Fueron encerrados durante el franquismo miles de antifranquistas traídos de todo el Estado: Extremadura, Galicia, Valencia…», ha explicado.  

También ha comentado que se declararán ilegales tanto los tribunales de la dictadura como sus sentencias, se ha ampliado la Ley hasta 1983 para recoger lo acontencido durante una «una transición no tan modélica, de tal manera que se puedan revisar numerosas vulneraciones de derechos ocurridas a partir de 1978». Para ello se constituirá una comisión que «clarifique» estos hechos.




°

Centros de Memoria para Euskal Herria

Se ha logrado que algunos de los lugares en los que el régimen español ha llevado a cabo actos de terrorismo de estado sean reconvertidos en centros de memoria.

Pili Zabala, hermana de Joxi Zabala, se congratula que uno de esos centros sea el sitio en el que Joxi fue salvajemente torturado, crimen de lesa humanidad que se mantiene impune hasta la fecha.

Aquí lo que nos informa Naiz a ese respecto:


Pili Zabala aplaude que el lugar donde su hermano fue torturado sea un centro de memoria

Pili Zabala ha reivindicado que el Palacio de la Cumbre, donde su hermano Joxi fue secuestrado y torturado junto a Joxean Lasa por el GAL, sea «un lugar de memoria, como los centros clandestinos de detención de Argentina, que ahora son lugares y centros de memoria».

Pili Zabala, hermana de Joxi Zabala, secuestrado, torturado y asesinado por miembros del GAL, junto a Joxean Lasa, cree que es «una conquista de los derechos humanos» que, gracias al acuerdo alcanzado por EH Bildu con el Gobierno español, se haya decidido ceder la gestión del Palacio de la Cumbre al Ayuntamiento de Donostia para convertirlo en un centro de memoria. En este lugar Lasa y Zabala estuvieron secuestrados y fueron torturados.

En declaraciones a Radio Euskadi, Pili Zabala ha destacado que, «afortunadamente, mucha gente ha trabajado para que esto pueda materializarse», y se alegra «enormemente» de que personas como Fernando Martínez, secretario de Estado para una Memoria Democrática, u otras de EH Bildu hayan «participado en la facilitación» para poder «llegar a un acuerdo» que permita ampliar la Ley de Memoria Democrática. «Para mí lo más importante es recuperar la memoria y la dignidad humana de Joxi y Joxean, que estuvieron ahí retenidos», ha afirmado.

A su juicio, los procesos de memoria «consisten en que ese tipo de sucesos nunca más se vuelvan a repetir, y para que eso no se vuelva a repetir, la Cumbre tiene que ser un lugar de memoria». Por ello, considera que es «un acierto y una conquista de los derechos humanos poder extender, prolongar y alargar la Ley de Memoria Democrática».

Tras indicar que desconoce el proyecto que albergará el Palacio de la Cumbre, ha reivindicado «que sea un lugar de memoria, como los centros clandestinos de detención de Argentina, que ahora son lugares y centros de memoria».




°

martes, 28 de junio de 2022

Estrasburgo y las "Filtraciones" Catalanas

Una vez más el Tribunal Europeo de Derechos Humanos sito en Estrasburgo condena al estado español.

En esta ocasión el escenario de la condena nos remite a Catalunya y se encuadra dentro de la lawfare implementada por el régimen borbónico franquista en contra del independentismo.

Adelante con la lectura:


Estrasburgo condena al Estado español por filtrar datos de jueces catalanes favorables al 9N

El Tribunal Europeo de Derechos Humanos ha condenado al Estado español a indemnizar a 20 jueces catalanes que se habían pronunciado a favor de la consulta del 9N en Catalunya y cuyos datos personales fueron filtrados a la prensa desde ficheros policiales.

El Tribunal Europeo de Derechos Humanos (TEDH) ha condenado al Estado español por vulnerar el derecho a la intimidad de 20 jueces catalanes, a raíz de la filtración que hizo el diario ‘La Razón’ en 2014 de datos personales de estos magistrados en un artículo. Aquella publicación, que procedía de unos informes elaborados por la Policía española, puso en el punto de mira a unos magistrados que habían firmado un manifiesto a favor de la consulta del 9N. La decisión se ha adoptado por unanimidad.

A raíz de ese manifiesto, en marzo de ese año ‘La Razón’ publicó un artículo titulado ‘La conspiración de 33 jueces separatistas’, que contenía informaciones personales y fotos de los citados jueces obtenidas de la base de datos de la Policía española.

20 de los jueces afectados interpusieron una denuncia y reclamaron una indemnización. Esta denuncia fue rechazada por un juzgado de Instrucción  de Madrid con el argumento de que no había pruebas suficientes para atribuir la filtración «a una persona concreta«. Los demandantes apelaron contra esa decisión y el mismo juez de instrucción, al pronunciarse sobre el recurso de casación, lo desestimó de nuevo por considerar que nadie podía ser penalmente responsable de los hechos denunciados. Los jueces interpusieron un nuevo recurso, que fueron desestimados por la Audiencia Nacional en abril de 2016.

Paralelamente a la vía penal, los demandantes también presentaron una denuncia ante la Agencia de Protección de Datos por el citado artículo, en la que implicaban al Ministerio de Interior y al diario ‘La Razón’. La denuncia no prosperó, pero la Audiencia Nacional ordenó la apertura de una investigación en profundidad, que sigue pendiente.

Invocando los artículos 8 (derecho al respeto de la vida privada y familiar), 10 (libertad de expresión) y 6.1 (derecho a un juicio justo), los demandantes alegaron que la Policía los había fichado injustificadamente usando fotos en su posesión, que luego se filtraron a la prensa. También se quejaron de los procesos disciplinarios iniciados en su contra y alegaron que la investigación de sus denuncias había sido insuficiente. La demanda fue presentada ante el Tribunal Europeo de Derechos Humanos el 26 de abril de 2017, que ahora ha dictado sentencia.

Así, Estrasburgo considera que la elaboración de informes policiales sobre estos jueces sin ningún motivo e inspirados, únicamente, por sus opiniones políticas, vulnera su derecho a la intimidad, protegido por el artículo 8 de la Convención Europea de los Derechos Humanos.

La mera existencia de los informes, una violación

La Corte sostiene que ninguna disposición de Derecho interno autoriza la elaboración de tales informes en ausencia de un delito. «Los informes impugnados contenían datos personales, fotografías, información profesional (en parte extraída de la base de datos de identificación policial) y, en algunos casos, información sobre las opiniones políticas de las personas en cuestión. La Corte concluye que la mera existencia de estos informes policiales viola el artículo 8», afirma.

Sobre las filtraciones a la prensa y la investigación a que dieron lugar, el TEDH considera «innegable que las fotos y cierta información procedían de la base de datos de identificación policial» y recuerda que «las autoridades nacionales concluyeron que el Estado español era responsable de las filtraciones».

El TEDH también considera que la investigación no fue «efectiva» porque aunque se citó a declarar a algunos testigos, no se citó a declarar a «una personal crucial en la investigación», como era el jefe superior de la Policía de Barcelona, responsable de las bases de datos.

Por todo ello, considera que el Estado es el responsable de la violación de la privacidad de los magistrados y le condena a indemnizar a los demandantes con 4.200 euros por daños morales y además a abonar 3.993 en concepto de costas y gastos.




°