Un blog desde la diáspora y para la diáspora

lunes, 31 de enero de 2022

Madrid va a la Guerra

Hace 19 años el entonces presidente español José María Aznar se sumó gustoso a la aventura belicista iniciada por George W, Bush en Medio Oriente. Una nueva guerra en Irak se oteaba en el horizonte y Aznar estaba deseoso de significar al estado español como actor principal, para ello, se reunión con el antes mencionado mandatario estadounidense y con su contraparte inglés Tony Blair en las Islas Azores. Hoy, los tres son considerados como los autores intelectuales de millones de iraquíes en una guerra que no tenía nada que ver con los derechos humanos y todo que ver con el dominio sobre los hidrocarburos. Y por favor, no olvidemos ni por un momento el 11-M y las repercusiones que eso trajo para Euskal Herria.

Pues bien, hoy tenemos en el estado español el que ha sido descrito como "el gobierno más progre de la democracia" y resulta que... los muy progres no han dudado en acudir al llamado de los tambores de guerra de la OTAN en Ucrania.

Así que aquí les presentamos una valoración que ha sido dada a conocer en el portal de Rebelión:



El Gobierno español, una vez más, ha acudido solícito a reforzar las posturas más intransigentes de los EEUU, enviando nuevas unidades militares al teatro de operaciones de Ucrania: buques y aviones de combate que se unen así a las ya desplegadas anteriormente en los batallones multinacionales y a los aviones de caza en los países bálticos.

Se incorpora así a la histeria del grueso de los países de Europa oriental (a quienes la OTAN abrió sus puertas incumpliendo el compromiso de occidente con Gorbachov de no extenderla hacia el este a cambio de la reunificación de Alemania), verdaderos lacayos de los EEUU y sumisos al impulso del eje anglosajón en su obsesión por desguazar a la Federación Rusa como obstáculo a la expansión de los intereses del gran capital trasnacional. Anular su capacidad para mantener su soberanía es el primer paso hacia la conquista de su objetivo final: someter a China a la disciplina del libre mercado, pero siempre que sea bajo el control de los grandes fondos de inversión y de las trasnacionales.

Para conseguir su objetivo, EEUU viene espoleando a la OTAN en su hostigamiento a Rusia, desde que ésta se plantara ante las mentiras y los abusos que hiciera la OTAN de la Resolución de la ONU para contener las supuestas masacres de Gadafi contra el pueblo libio. Desde entonces, ha utilizado todos los medios para hacer ver que se trata de un enemigo que pone en riesgo nuestra seguridad, incluyendo constantes provocaciones en sus fronteras, fantasías sobre campañas de “desinformación” y la apelación a la violada integridad de Ucrania por la respuesta de las minorías étnicas rusas que no aceptaron el golpe de estado de los sectores ultraderechistas respaldados por EEUU.

Son las élites en los gobiernos más nacionalistas y ultraconservadores de los países de Europa oriental los que mejor se prestan al juego del hostigamiento contra Rusia, deseosos de ganarse un tratamiento privilegiado de sus mentores en el sistema de dominación mundial.

El gobierno español se suma así a las atrevidas maniobras de provocación muñidas por el eje anglosajón y los gobiernos más reaccionarios de Europa, echando más leña al fuego en el momento en que el riesgo de hecatombe mundial es más elevado que nunca.

Sorprende la presteza con que el gobierno español ha ofrecido más fuerzas para esta operación, en comparación con la prudencia mostrada por otros países europeos como Francia o Alemania, con una actitud más favorable al relajamiento de las tensiones y a la negociación de un esquema de seguridad al gusto de todos, incluyendo a Rusia.

La organización Veteranos Por la Paz España hace un llamamiento al Gobierno para que no se deje arrastrar por los impulsos belicistas del eje anglosajón, retire del teatro de operaciones las unidades allí desplegadas y desarrolle una agenda propia de política de seguridad basada en la diplomacia y el respeto a la Carta de las Naciones Unidas y sin adhesiones ciegas a las engañosas demandas de una potencia que ha demostrado sobradamente que no es la seguridad de Europa lo que le preocupa, sino seguir manteniendo la dependencia estratégica de ésta para garantizar su propia hegemonía.

Asimismo, exigimos que no se ponga en riesgo la vida de soldados españoles en una operación contra quien objetivamente no ha planteado ninguna amenaza contra España y que puede degenerar en una guerra total, absoluta y definitiva para toda la humanidad.

 

 

 

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Entre Irlanda y Euskal Herria

Les compartimos la editorial que Naiz dedica al 50 Aniversario del Bloody Sunday, misma en la que se establece un comparativo entre las luchas de autodeterminación de los pueblos vasco y catalán así como las brutales medidas represivas llevadas a cabo tanto por Madrid como por Londres, potencias tardocolonialistas que se han negado a evolucionar en positivo, prefiriendo apostar por fórmulas del pasado, sabiendo eso sí, que cuentan con la silente complicidad de la comunidad internacional.

Adelante con la lectura:


Elementos comunes innegables entre los conflictos vasco e irlandés

Es imposible negar las similitudes que existen entre los conflictos políticos vasco e irlandés. También es inútil negar las diferencias que tienen ambos procesos políticos, evidentes a ojos vista. Un análisis comparativo muestra que tanto en el terreno de las agendas de los estados británico y español como en las ofertas políticas de los movimientos independentista vasco y republicano irlandés se dan divergencias y puntos comunes. Uno de estos es la impunidad con la que han cometido graves delitos las Fuerzas de Seguridad de ambos estados.

Si bien a raíz de los Acuerdos de Viernes Santo hubo tímidos gestos para asumir la responsabilidad del Estado británico en diversas violaciones de derechos humanos, la impunidad sigue siendo la norma y el Gobierno de Boris Johnson pretende institucionalizarla blindando a sus criminales con una ley de amnistía.

Una ley así blanqueó todos los crímenes del franquismo y potenció ese continuum represivo. Martín Villa lo explicaba sin tapujos hace poco. Pero es que, hoy por hoy, el juez que más condenas europeas acumula por no investigar la tortura, Fernando Grande Marlaska, es el ministro español de Interior. Y tienen la desfachatez de señalar al resto con aire de superioridad moral.

Símbolo de la represión a nivel mundial

Uno de los elementos característicos de la represión ejercida en Irlanda por el Ejército británico, los servicios secretos y diferentes policías es la colusión con los grupos paramilitares unionistas. Durante treinta años funcionarios policiales utilizaron la información a la que tenían acceso para facilitar atentados contra líderes republicanos, activistas políticos y militantes del IRA. Señalaron a representantes institucionales, a negocios y a familias que sufrieron ataques sectarios. Cientos de personas murieron a manos de esos escuadrones dirigidos desde la sombra por Londres.

Son una versión perversa de aquel escuadrón de paracaidistas que asaltó Derry hace hoy medio siglo, disparando contra la multitud que demandaba derechos civiles. Mataron a catorce personas, la mitad de ellos adolescentes, e hirieron a otras tantas, todas civiles.

Con el amparo del Estado, los militares mintieron para tapar sus crímenes. Solo la perseverancia de los familiares de las víctimas y de la comunidad republicana posibilitó que la verdad ganase terreno y que se forzasen nuevas investigaciones. Estas certificaron en 2010 que se trató de un ataque «injustificado e injustificable» contra la población civil que se manifestaba pacíficamente, como reconocería el entonces primer ministro, David Cameron.

Esa declaración oficial fue un espejismo, porque después de eso los resortes del poder se han movilizado para garantizar la impunidad. Las víctimas siguen pidiendo hoy verdad, justicia y reparación efectivas.

Un sofisticado sistema de torturas

Para la ciudadanía vasca el 3 de Marzo en Gasteiz o los Sanfermines del 78 tienen esa misma aura simbólica. Las farsas posteriores y la irresponsabilidad también recuerdan a la masacre de Derry. También en Euskal Herria hubo escuadrones parapoliciales e impunidad.

No obstante, la fórmula represiva más peculiar de la FSE españolas en el conflicto vasco es la tortura. Bajo la «ley antiterrorista», gracias a la incomunicación y a la colaboración de todos los estamentos implicados en el proceso judicial –desde los jueces hasta los médicos forenses, pasando por los medios de comunicación–, aplicaron a miles y miles de personas detenidas un método salvaje y cada vez más sofisticado.

En el caso de Xabier Atristain, el Tribunal Europeo de Derechos Humanos ha desmontado recientemente un punto clave de este sistema: el veto a poder elegir un abogado de confianza, lo que derivaba en autoinculpaciones y delaciones bajo tortura que se utilizaban como prueba. Es hora de reparar esa injusticia; con Atristain, y con el resto de presos y presas vascas que la sufrieron. Es hora de que los responsables digan la verdad.

Dónde busca inspiración cada movimiento

«One World One Struggle» (Un mundo una lucha) es el lema de este 50 aniversario del Bloody Sunday, el mismo que lanzaron cuando comenzó la campaña de las familias, en 1992. Su objetivo es hermanar las diferentes luchas por la verdad, la justicia y la dignidad que tienen lugar en diferentes sitios del planeta, desde Gaza hasta Santiago de Chile, desde Johannesburgo hasta Donostia.

Porque de igual modo que a los estados los une la represión salvaje y la impunidad, a los pueblos los unen las tradiciones de lucha y la solidaridad.




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50 Aniversario del Bloody Sunday

El cincuenta aniversario de la masacre de Derry, conocida en la memoria histórica del pueblo irlandés como Bloody Sunday, ha coincidido con caer en domingo.

Fueron muchas las manifestaciones de memoria y de solidaridad para uno de los crímenes tardocolonialistas más brutales en la historia reciente.

Naiz nos trae esta reseña:


Las familias del Bloody Sunday reprochan a Londres tener miedo de la justicia

La conmemoración del Bloody Sunday en Derry volvió a recordar que las familias de las víctimas aún exigen el enjuiciamiento de los soldados que los mataron y creen que Londres teme a enjuiciar a los responsables por lo que podría surgir.

Con retratos de las víctimas y rosas blancas al frente de la marcha, cientos de personas celebraron ayer el 50 aniversario del ‘Bloody Sunday’, en el que 13 personas murieron tiroteadas por disparos de soldados británicos. Otra moriría semanas después a causa de las heridas.

Fue «una masacre en nuestras calles», afirmó Michael McKinney, cuyo hermano fue uno de los muertos en la manifestación por los derechos civiles del 30 de enero de 1972 en Derry. «Hemos recorrido un largo camino desde el horror de ese día», agregó, pero recordó que las familias aún exigen «el enjuiciamiento de los delincuentes uniformados que mataron a los nuestros».

Para McKinney, el Gobierno británico tiene miedo de lo que podría emerger si los soldados responsables fueran juzgados. «No nos reducirán al silencio. Venceremos», añadió, evocando el mesaje de los manifestantes de 1972.

El primer ministro irlandés, Micheal Martin, el primer líder de la República de Irlanda que asistió a la ceremonia anual, depositó una ofrenda floral en el monumento que rinde homenaje a las víctimas, al igual que su ministro de Exteriores, Micheal Martin. «Se debería desarrollar todo el proceso completo y la justicia de los tribunales», declaró Martin tras reunirse con las familias de las víctimas.

Denuncia de la impunidad

Por la tarde otra marcha por las calles de Derry finalizó a la hora en que los paracaidistas del primer batallón abrieron fuego contra los manifestantes y denunció los planes del Gobierno británico para declarar la prescripción de los delitos cometidos durante la época de los troubles.

De esta forma, a las 16.00, el actor Adrian Dunbar leyó los nombres de las víctimas y la catedral de San Eugenio repicó 14 veces sus campanas, una por cada fallecido.

El Ejército británico sostuvo que respondía al fuego «terrorista», una versión oficial respaldada por un informe redactado en las semanas siguientes. A pesar de todos los testimonios que contradicen esta versión, no fue hasta 2010 cuando se reconoció oficialmente la inocencia de las víctimas, algunas de las cuales recibieron disparos por la espalda o incluso en el suelo, mientras agitaban un pañuelo blanco.

Al final de una investigación de 12 años, el entonces primer ninistro, David Cameron, se disculpó oficialmente por estos actos «injustificados e injustificables», pero ningún soldado fue juzgado.

Los cargos de asesinato contra uno de ellos se retiraron por cuestiones legales y el Gobierno británico presentó un proyecto de ley para poner fin a todos los cargos relacionados con los «troubles», denunciado como una amnistía. Todavía hace unos días, una bandera de paracaidistas fue izada en un barrio unionista de la ciudad.

A la entrada del distrito de Bogside, el lema «No hay justicia británica» apareció en el famoso muro histórico que marca la entrada al Free Derry.


La publicación en Facebook ha sido compartida con este comentario:

A nadie debe extrañar, y menos en EH, que los llamados "estados democráticos" o no investiguen, o no juzguen y si llegan a juzgar no condenen, y en el caso de condenar indulten a los autores de las matanzas, sobre todo si las víctimas son independentistas.



Finalmente, también en Facebook, desde la página Lucha de Pases han compartido esta imagen:

 


James McClean, jugador del Wigan, lució un brazalete negro en memoria de las 14 víctimas del "Domingo Sangriento", asesinadas por el ejército británico durante una manifestación pacífica en Derry, localidad donde nació el jugador de Irlanda del Norte, el 30 de enero de 1972.

 

 

 

 

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Entrevista a Jose Mari Esparza

En lo que respecta a la iglesia católica española y a ese expolio al que se denomina inmatriculaciones, han aplicado la vieja confiable: cambiar algo para que no cambie nada.

Así, nos hemos enterado que de las decenas de miles de bienes inmatriculados, el Episcopado Español se ha comprometido con el gobierno más progresista de la historia para devolver mil propiedades.

Y todos tan contentos.

Bueno, no todos, como nos deja ver esta entrevista en Naiz:


«La Iglesia suelta migajas para poner punto final a las inmatriculaciones»

José Mari Esparza | Plataforma Navarra de Defensa del Patrimonio | A José Mari Esparza no le sorprende ver las «migajas» que devolverá la Iglesia. A su juicio, el PSOE, «arrodillado ante la Iglesia», sabe de sobra que los bienes apropiados son muchos más desde 1978 y más aún desde 1946.

Ibai Azparren

En estos 15 años de «pelea», después de que casualmente descubriera esa práctica en Nafarroa, Jose Mari Esparza, desde la Plataforma de Defensa del Patrimonio, ha denunciado reiteradamente la usurpación de bienes por parte de la jerarquía católica. Pese al realce que se le ha dado al acuerdo entre la Conferencia Episcopal y el Gobierno español, lo considera un «nuevo amago».

La cúpula católica ha admitido un 2,7% de errores en sus registros, un millar de bienes que la Iglesia reconoce como irregulares. ¿Qué supone esta noticia para la Plataforma en Defensa del Patrimonio Navarro?

En primer lugar, es el 2,7 % de lo inmatriculado en el Estado español desde 1998, cuando Aznar amplió los poderes inmatriculadores a la Iglesia. En Euskal Herria supone casi el 10%, lo que ya es un error de bulto. Pero faltan todavía todos los «errores» cometidos desde 1978, cuando se aprobó la Constitución, o desde 1947, cuando Franco le concedió a la Iglesia el poder de poner a su nombre miles de bienes.

La noticia tiene de bueno que la Iglesia reconoce que se le fue la mano inmatriculando lo que no era suyo, no una, sino mil veces. Lo que tiene de malo es que es un intento, sin duda pactado con el PSOE, para soltar unas migajas, quedarse con la mayor parte y poner punto final al asunto. Lo que ocurre es que el escándalo es ya de tal magnitud que cada vez son más las voces, en los pueblos, en la prensa, en el seno de la propia Iglesia, que exigen llegar hasta el final, que no es otro que dejar los bienes como estaban.

¿Qué refleja la imagen de Pedro Sánchez junto al cardenal Juan José Omella?

Una vez más, el PSOE está pasando del «no» a la OTAN al «sí». En su investidura Sánchez anunció una reforma legislativa para «revertir las inmatriculaciones». Más tarde se negó a declarar inconstitucional la reforma de Aznar de 1998, siendo evidente que tras la aprobación de la Constitución de 1978 los obispos no eran fedatarios públicos para poder inscribir bienes a su nombre sin aportar prueba alguna de propiedad. Eso supuso una amnistía registral para decenas de miles de fincas, plazas, cementerios, ermitas, viviendas, huertos y monumentos, que, si no lo evitamos, seguirán en manos de la Iglesia pese a no haber aportado prueba documental alguna. Luego anunció que haría público el listado de bienes para después negarse a hacerlo. Al final, las hizo públicas, pero solo desde 1998, y echando la responsabilidad de recuperación a los ayuntamientos, algo absurdo tratándose de más de 100.000 bienes repartidos en todos los pueblos y aldeas del Estado Español.

Ahora nos viene con este nuevo amago, pactando con la Iglesia ese «te devuelvo 1.000 y me quedo 90.000». ¿De qué nos extrañamos? Es el PSOE de siempre, timorato, arrodillado ante la Iglesia, incapaz de cumplir su propia Constitución.

Sin embargo, y como dice, la Iglesia reconoce las migajas de algo grave y, por tanto, asume que ha obrado ilegalmente.

Los obispos dicen ahora reconocer la inscripción irregular de un millar de fincas, pero podrían ser decenas de miles, tal como reclama nuestra Plataforma, porque en realidad de ninguna de ellas dispone de título escrito de propiedad, salvo la mera autocertificación diocesana del prelado.

Si no fuera un tema tan grave, lo ocurrido daría risa: primero la Iglesia pone a su nombre todo lo que quiere; luego, cuando se le dice que está robando, devuelve motu propio mil bienes. Es decir, que es juez y parte tanto para apropiarse de todo como para desprenderse luego de un poquico. Me recuerda a un dicho de Tafalla, un tanto tosco, que dice que «el que a sí mismo se capa buenos cojones se deja». Quevedo o Cervantes harían un buen retrato de este Reino de pícaros y de mangantes.

Hay quien apunta que han entregado los bienes que les generan problemas de sostenibilidad o no les salen rentables si les cobran el IBI.

En primer lugar, lo que han devuelto son propiedades de órdenes religiosas que ya habían mostrado su malestar, aunque fuera de forma interna. Al fin y al cabo, la propiedad se queda en el ámbito de la Iglesia. Luego, hay errores flagrantes, como dobles inmatriculaciones, todo a causa de las prisas del saqueo: urgía tanto llevarse el botín que no repararon en pequeñeces legalistas. Luego están dejando los bienes polémicos. «No nos interesan las ruinas», nos dijeron desde el Arzobispado cuando se dieron cuenta de que, si eran los propietarios, tenían que mantener «sus» bienes en pie, si no querían que los ayuntamientos les abrieran expedientes de ruina y los correspondientes procedimientos sancionadores, lo que podría ­–y puede– suponer el talón de Aquiles de la Iglesia. Lo del IBI no es tan importante. Es el chocolate del loro comparado a la magnitud de lo que se les reclama.

Pasemos a Euskal Herria. De ese millar que la Iglesia reconoce como irregular, ocho pertenecen a la CAV y 74 a Nafarroa. Sin embargo, el Gobierno navarro concluyó que eran casi 3.000 y desde la Plataforma han apuntado que son alrededor de 5.000.

Navarra sigue siendo vanguardia en el tema después de 15 años de pelea. El trabajo conjunto de la Plataforma, los ayuntamientos navarros y el Parlamento sigue dando sus frutos. Ahora es la primera comunidad que tiene la documentación de todo lo inmatriculado desde 1947. Son 3.000 notas simples, pero en muchas notas hay varios bienes a la vez: por ejemplo, inmatriculan una iglesia y de paso la huerta continua, la escuela paredaña… Por eso decimos que los bienes son muchos más. Al final, solo en Navarra han inmatriculado más de cuatro millones de metros cuadrados. Así, la Iglesia de los pobres sigue siendo, como en la Edad Media, la mayor latifundista.

¿Y en la CAV?

En las hermanas vascongadas el tema es más peliagudo. En Araba y Bizkaia hay muchas menos inmatriculaciones que en Gipuzkoa, donde el obispo Setién se movió mejor en los registros de la propiedad. Eso también nos da medida de la arbitrariedad del procedimiento: el obispo que más se movía, más robaba. Pero aprovecho para decir que el mayor problema que tiene la CAV es que ni el movimiento popular, ni los ayuntamientos, ni el Parlamento están a la altura de las circunstancias. Les roban el patrimonio, y a nadie parece importarle nada. Y el patrimonio también forma parte de la patria, ¿o no?

En cuanto al conjunto del Estado, el Gobierno español identificó casi 35.000 bienes inmatriculados entre 1998 y 2015, pero desde varias plataformas señalan que el listado es también «parcial e insuficiente» y se podrían superar los 100.000 ¿Cómo se llega a esa situación?

Uno de los grandes aciertos de nuestra Plataforma fue la creación en Iruñea de la Coordinadora Recuperando, que actualmente agrupa ya a 24 asociaciones de todo el Estado, incluidas las mayores asociaciones de cristianos de base. Con esa palanca, hemos conseguido que el tema de las inmatriculaciones esté continuamente en la agenda política y en el eje de las relaciones Gobierno-Iglesia.

Como decía, Navarra ha sido la primera en saber todo lo inmatriculado desde 1947 y, extrapolándolo a todo el Estado, calculamos en más de 100.000 las inmatriculaciones. Todas son injustas e inmorales, pero es que, a partir de 1978, con su Constitución en la mano, son todas nulas de pleno derecho por anticonstitucionalidad sobrevenida. Es por eso que cuando ha llegado el primer juicio al Tribunal de Derechos Humanos de Estrasburgo, este calificó las inmatriculaciones como una «violación continuada y masiva» de los derechos garantizados por la Convención Europea de los Derechos Humanos. Literal.

Respecto al tipo de inmueble, imagino que habrá de todo. La mayoría son bienes de dominio público o comunales, ¿pero también hay particulares? ¿Cuáles son las inmatriculaciones que más pueden llegar a sorprender?

La mayor parte, como dices, son bienes de dominio público y comunales. Particulares hay pocos, porque la Iglesia se cuidó mucho de inmatricular las iglesias y ermitas pertenecientes a señoríos como Oriz, Ayanz, Zeligeta, Etxalatz, Liberri, Arielz, Gorraiz, Otazu, etc. Siempre es más fácil robar a un pueblo pequeño que al Duque del Infantado y, además, lobo no come lobo. En cuanto a lo sorprendente, hemos visto cómo con 30 euros se pueden hacer propietarios de la fortaleza de Uxue, defensa medieval del Reino de Navarra, construida y mantenida por todos los navarros; o quedarse con todas las iglesias levantadas por los pueblos por el precio de una campana.

Antes del anuncio de la Iglesia, la Plataforma abogaba por que el Gobierno haga una normativa que posibilite la recuperación de estos bienes y evite que haya miles y miles de recursos. ¿Qué cree que va a ocurrir a partir de ahora?

La política de la Iglesia, y por desgracia también del Gobierno, es decir a los pueblos que recurran a los tribunales, porque saben que, aunque algunos pleiteen y ganen, la inmensa mayoría no va a poder sostener la carga de la prueba y seguir hasta el final las distintas estancias judiciales. ¿Alguien cree que con el presupuesto que tienen pueblos como Zerain, Amoroto o Pitillas pueden ir a los tribunales, recurrir hasta el Supremo, luego el Constitucional y luego los tribunales europeos? Y aunque ganen: ¿Alguien imagina que haya que pleitear individualmente por 100.000 bienes?

Todo jurista honrado sabe que la única solución, respetuosa por todas las partes, es declarar inconstitucional todo lo inmatriculado desde 1978 y dejarlo en su estado inicial. Luego, que la Iglesia reclame lo que crea que es suyo, como todo ciudadano de a pie. Y el resto, que sigan siendo bienes públicos, aunque tengan uso religioso, como pasa en Portugal, Francia o cualquier país decente que haya superado la Edad Media.


La visión de Tasio no se hizo esperar:

 

 


 

 

 

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domingo, 30 de enero de 2022

Peltier Contrae Covid

Por medio de Naiz nos hemos enterado que el represaliado político lakota Leonard Peltier ha dado positivo en Covid.

Para quienes hemos sido parte de la campaña por su liberación no nos es ajeno el delicado estado de salud de Peltier, lo cual no ha sido tomado en cuenta por Washington para considerar una liberación como medida humanitaria ante el complicado panorama que enfrenta.

Desde este blog le deseamos pronta recuperación a Leonard y no nos olvidamos ni por un momento que desde su encierro rompió los muros y los barrotes de la ignominia para extender su mano solidaria e internacionalista a Euskal Herria.

Aquí la información:


Leonald Peltier, positivo en covid en la prisión federal donde cumple dos cadenas perpetuas

El preso político Leonald Peltier, de 77 años, ha contraído covid una semana después de denunciar la atención a los enfermos de coronoavirus en la prisión estadounidense donde cumple dos cadenas perpetuas desde hace 45 años.

Leonald Peltier, dirigente lakota del American Indian Movement (AIM), encarcelado hace 45 años tras un juicio-farsa, ha dado positivo en covid-19. Hace una semana había denunciado la falta de vacunas y el tratamiento en la prisión federal donde cumple todavía dos cadenas perpetuas a pesar de las peticiones internacionales para su puesta en libertad.

Peltier tiene actualmente 77 años, de los que ha pasado en prisión la mayor parte, y está enfermo de diabetes y de un aneurisma en la aorta abdominal, lo que le hace especialmente vulnerable al contraer ahora el covid-19.

Según ha relatado su abogado, empezó a sentirse mal el jueves y esperaba que solo fuera un resfriado. Ha sido puesto en cuarentena durante diez días.

Denunciado por él mismo como «cámara de tortura»

Precisamente, el propio Peltier había denunciado la semana pasada las condiciones de los enfermos de covid en prisión. «Dejarlos aislados y sin atención es como una cámara de tortura para los enfermos y ancianos», afirmó.

Relató a “The Huffington Post” que los confinamientos prolongados y la falta de vacunas de refuerzo para él y otros reclusos, en un entorno ya duro, los han dejado «insoportablemente aislados y preparándose para la muerte».

El contagio de Peltier ha renovado las peticiones para que sea liberado, que vienen repitiéndose durante décadas y a las que el Gobierno de Estados Unidos ha hecho oídos sordos, ya fuera con gobiernos demócratas o republicanos.

Peltier es uno de los presos políticos que lleva más tiempo en la cárcel. Cumple dos cadenas perpetuas consecutivas tras la condena en un juicio plagado de irregularidades por la muerte de dos agentes del FBI en el asalto a una reserva en Oglala,en Dakota del Su, en el que murieron 250 nativos americanos por los que nadie fue inculpado.

Amnesty International incluyó su caso en la lista de juicios injustos y su petición de libertad ha sido suscrita por personalidades como Nelson Mandela o el Dalai Lama, sin que las autoridades estadounidenses hayan accedido a ella.

Y eso a pesar de que se ha demostrado que la principal testigo contra fue acosada y amenazada por el FBI y las «conductas indebidas» de los agentes federales, a los que los jueces han seguido protegiendo.

En marzo de 2016 Peltier, junto a otro conocido preso político estadounidense, Mumia Abu-Jamal, se adhirió a la Declaración Internacional Libertad para Otegi, Presos Vascos a casa, firmada por personalidades internacionales.




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Entrevista a Zigor Reizabal

Nuestro principal criticismo hacia el Tribunal Europeo de Derechos Humanos sito en Estrasburgo radica en su incapacidad para ser consistente en lo que respecta a las múltiples violaciones a los derechos humanos cometidos por el estado español, en específico, en lo que se refiere al rubro de los represaliados políticos vascos.

Hace unos días lamentábamos su decisión con respecto al caso de los ocho jóvenes de Altsasu cuyas vidas fuesen trituradas como resultado de un prosaico montaje policíaco.

Desde Naiz traemos a ustedes esta entrevista que arroja luz sobre otro caso que involucra a un represaliado vasco, el de Xabier Atristain.

Lean por favor:


«Casi todos los presos han sufrido lo mismo que Atristain, hace falta una reparación efectiva»

Zigor Reizabal | Abogado de Xabier Atristain | La lectura de la sentencia europea sobre el caso de Xabier Atristain no deja género de dudas: es un golpe demoledor, y además unánime, a la incomunicación. Su abogado añade algo que es obligado recordar: esa vulneración reconocida ha sido general. ¿Y ahora qué? Dos claves: revisión y reparación.

Ramón Sola

El caso Atristain es efectivamente mucho más que el caso Atristain. Lo que se atistaba en el primer momento, con la noticia de la condena del Tribunal de Estraburgo a España por negarle abogado de confianza, se corrobora y amplía con la lectura de la sentencia: el meollo de la incomunicación es señalado como violación de derechos básicos por vez primera, además con unanimidad del tribunal incluida la jueza nombrada por el Estado español (María Elósegui). Y sus efectos deberían ser muy importantes, aunque quizás costará determinarlo.

Antes de entrar en su impacto, ¿qué ha dicho exactamente el Tribunal Europeo de Derechos Humanos?

Que ha habido una violación del artículo 6.1 (derecho a un proceso justo y equitativo) y del 3c (derecho a defenderse) del Convenio Europeo de Derechos Humanos. Y que la vulneración del derecho a un proceso justo y equitativo lo ha sido «en su conjunto». El apartado 68 admite la privación del «rango total de servicios específicamente asociados a su asistencia legal» al señor Atristain. Lo que es más grave aún: ese «rango total de servicios» no puede ofrecerse, por ley, en el Estado español en estos casos. El apartado 71 de la sentencia añade que el derecho a una asistencia letrada «efectiva» de los detenidos que declaran ante la Policía tiene más importancia porque esa declaración policial puede usarse como prueba contra ellos.

O sea, justo lo que ocurrió en el caso de Atristain...

Sí. En ese marco de detención sin transparencia hizo dos declaraciones autoincriminatorias. El apartado 67 de la sentencia destaca «el impacto tan significativo de su confesión inicial en el desarrollo futuro del proceso penal llevado a cabo contra él». Y el 70 añade que esas declaraciones «formaron parte significativa de los elementos probatorios en que se basó la condena». Es decir, destaca de manera explícita y muy relevante la trascendencia de la declaración. Aunque es algo común a todos los que cumplen condena en la actualidad...

Como conclusión, el TEDH establece que Atristain no ha dispuesto de las posibilidades y garantías de la defensa debida, ni de un juicio justo y equitativo, considerado «en su conjunto».

¿Estrasburgo habla del abogado de confianza o del de oficio? Porque este segundo sí estuvo presente...

La sentencia considera esencial contar con el derecho a asistencia letrada efectiva «desde las etapas iniciales de los procesos», pero no se le permitó designar letrado, y el TEDH remarca además que fue «sin una base suficiente y relevante para ello, y no estuvo justificado por razones individuales convincentes». En cuanto al de oficio, la defensa debe ser «práctica» y «efectiva», y en este caso la sentencia constata que el letrado no había tenido acceso al expediente del caso y que al detenido se le privó de entrevista reservada con él antes del interrogatorio, algo que el Tribunal considera «de importancia crucial».

Nada de ello es nuevo porque ya lo había denunciado el Comité de Derechos Humanos de la ONU, cuando dijo en 2007 que «los abogados deben poder asesorar y representar a las personas acusadas de un delito de conformidad con la ética profesional establecida, sin ninguna restricción, influencia, presión o injerencia indebida de ninguna parte». O el Comité para la Prevención de la Tortura, en un informe en fechas inmediatamente posteriores a la detención del señor Atristain por la Guardia Civil, cuando expuso que «en estas circunstancias resulta difícil hablar de un derecho efectivo a asistencia letrada: el abogado de oficio puede describirse mejorcomo observador».

Pero ahora por primera vez se acepta en una sentencia europea...

Sí. Es la primera vez que condena a España por hechos de esta naturaleza. Y aunque sea un caso concreto sobre el que se decide, el TEDH destaca que las restricciones no fueron individuales sino genéricas. Y hay unanimidad de todos los magistrados que componen la Sala, sin ningún voto particular discrepante. Obviamente los hechos son los mismos que se analizaron en el Estado español en las etapas que tuvimos que pasar: Audiencia Nacional, Supremo y Constitucional. La diferencia radica en las gafas con que se miran: donde las gafas de España no vieron nada, las gafas del TEDH lo han visto todo, y en una sola vez.

La pregunta sonará a retórica, pero, ¿ha habido o hay personas que hayan pasado por esa misma situación que Atristain?

Evidentemente, sí. Hay miles y miles hasta la fecha. Y también la práctica totalidad de quienes aún siguen encarcelados tras incomunicación. Por eso este fallo trasciende el caso concreto y debe ser de aplicación a todos los presos y presas vascas que están una situación equiparable, la práctica totalidad de los que cumplen condena hoy día. Si se quita de este proceso el nombre de Xabier Atristain y se pone otro, los hechos son iguales o, si se quiere, equiparables.

Debería buscarse una reparación efectiva a todos esos casos. Una reparación que suponga que los efectos que persisten cesen, que no se perpetúen. Esa reparación debería ser para todos quienes hayan sufrido un marco comparable al que fue sometido el señor Atristain. Las similitudes en estos procesos son claras: incomunicación total, aplicación sistemática de sus limitaciones, 120 horas de plazo máximo, no poder ser examinado por un médico de su elección, ser juzgados en la Audiencia Nacional...

En este caso concreto, ¿cuál es el siguiente paso?

El Estado español tiene admitida la naturaleza vinculante de las sentencias del TEDH. Eso ha sido avalado por el Supremo. La vía idónea es un recurso de revisión ante el propio Supremo. La consecuencia en este caso debe ser que se declare nula la sentencia, la condena, y que se produzca la puesta en libertad. Una vez declarada la nulidad, la causa volvería al tribunal sentenciador, a la Audiencia Nacional, y Xabier Atristain se encontraría en la situación anterior, en la que se había alzado su imputación por un auto de junio de 2010, antes de que se produjera la detención incomunicada [que fue en setiembre de ese mismo año].

¿Y en todo el resto?

Habría que ver las fórmulas, pero es evidente esa necesidad de reparación, que empieza quizás por hacerse estas preguntas y demandar explicaciones: ¿por qué ha pasado esto? ¿cómo es posible que alguien que está sometido a una detención, bajo ‘control judicial’, acabe sufriendo esta merma tan relevante de derechos esenciales?

Hay muchos casos similares de denegación de abogado en estos casos, prácticamente todos como ha dicho, pero la secuencia en este caso sí fue diferente e ilustrativa: detención voluntaria-imputación-falta de pruebas-libertad-desimputación-nueva detención incomunicada. ¿Puede tener que ver con esto la decisión europea, lo han visto claro?

La sentencia no hace referencia a la primera detención, ni tampoco a torturas. Va directamente a la vulneración del derecho de defensa y en consecuencia a la violación del derecho a un proceso justo y equitativo. Por eso es más importante aún. Todo está viciado desde el principio, al serle aplicado un régimen de incomunicación de forma cuasi automática, que marca de manera irremediable todo el proceso ulterior.

 

 

 

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Entrevista a Jon Maia

El bertsolari Jon Maia difícilmente necesita mayor presentación.

Aquí traemos a ustedes esta entrevista que le han hecho en El Diario:


Jon Maia: “Soy 'bertsolari' gracias a un hilo de conciencia que empieza en Albacete”

El improvisador de versos en euskera celebra sus treinta años en la música con un disco-libro en el que repasa su carrera

Ignacio Pato Lorente

Jon Maia (Urretxu, Gipuzkoa, 1972) ha escrito las letras de algunas de las más populares canciones en euskera de las tres últimas décadas. Varias de las primeras, compuestas con apenas 18 años, siguen sonando. Otras han servido de banda sonora tanto a flirteos como a últimos alientos. Una de las más recientes ganó el premio a mejor canción en la última edición de los Goya. Pero Maia no es exactamente músico ni escritor. Es uno de los más prestigiosos bertsolaris vascos. El origen de esta literatura oral cantada e improvisada se pierde más allá de antes de inicios del siglo XIX. Y aunque esa disciplina -que al ingenio suma un alto conocimiento del euskera- así lo sugiera, Maia no es tampoco el típico bertsolari que fuera del territorio vasco pueda imaginarse.

Hasta los veinticinco años, siendo ya conocido, ocultó los orígenes emigrantes de su padre y su madre, procedentes de Zamora y Extremadura. Fue una salida del armario identitario ante diez mil personas en el Velódromo de Anoeta y con las cámaras de ETB en directo durante la final del campeonato de Euskal Herria. Fue 'poeta voluntario' durante el confinamiento y ahora celebra sus treinta años en la música con Kantu bat gara (Elkar, 2021), un disco-libro en el que reinterpreta catorce de sus más conocidas composiciones para Benito Lertxundi, Negu Gorriak, Gari (excantante de Hertzainak), Gozategi o Anari.

Ha escrito casi 170 canciones y el bautismo fue con casi la mitad de las letras del disco Gure Jarrera de Negu Gorriak. Solo tenía 18 años.

Sí, veo a mi hija, que tiene 19 y alucino pensando en que yo a esa edad escribí aquellas canciones. Cuesta tener percepción de uno mismo. Imagínate que Fermín Muguruza, el cantante de lo que has cantado y bailado desde los trece años, te diga un día que quiere comentarte algo. Yo volví a mi pueblo como en una nube. Le estoy superagradecido por su apuesta de confiar y darme la oportunidad de escribir tantas canciones para un disco tan importante. Eso me abrió las puertas como letrista.

El teniente coronel de la Guardia Civil Rodríguez Galindo le incluyó en su demanda por la canción Ustelkeria por aparecer en los créditos del disco, aunque usted no escribiera esa canción. Negu Gorriak ganó en los tribunales y en 2001 se reunió en tres conciertos en Anoeta que usted comenzó con sus versos. Ahí se cierra una década intensa.

Fueron años de mucha intensidad, de tensión y de miedo también. Cuando alguien como Galindo te pone una demanda da miedo, todos sabíamos lo que ocurría en Intxaurrondo. Recuerdo los conciertos del Velódromo y junto a Mano Negra o Mikel Laboa. Compartir vestuario o cena con esa gente era un sueño. He tenido el privilegio de haber trabajado con gente que he admirado como Benito Lertxundi o Gari. Quién me lo iba a decir. Fue una época con mucho color y también muy convulsa. Son unos años que han marcado mucho y una música que todavía se escucha.

Cita a Benito Lertxundi, pero también ha escrito para la artista de reguetón Kai Nakai. Y ha tenido buenas palabras para Chill Mafia. ¿No se cierra a estilos?

Eso nos mantiene vivos. No me gusta fosilizarme yo ni que la cultura a la que pertenezco se fosilice. Las canciones son una de las expresiones más vivas de la identidad. Por eso me alegra que en zonas urbanas, periféricas o no euskaldunes surjan nuevas formas de expresión. Somos una canción milenaria que evoluciona hasta lo último que se compone hoy en las bajeras y locales de nuestras ciudades.

Ha escrito canciones muy populares y festivas, como Nirekin de Gozategi. ¿Cómo es saber que sus palabras pueden estar acompañando el momento en que dos personas se miren, bailen y empiece un amor?

Lo más hermoso de una canción es que se convierta en popular, que no se sepa de quién es. Nirekin fue una invasión aquel verano. Una canción de amor en tiempos de guerra. Me daba apuro decir emoixtaxux muxutxuek —“dame besitos”, en castellano— en aquel contexto, con el concepto de masculinidad que había entonces y cuando casi todo eran proclamas de lucha. Pero quería expresar que somos humanos, que también necesitamos besos. Que incluso los pedimos, aunque sea con pudor. A Gozategi le pedían tanto esa canción que tenían que cantarla tres veces en cada concierto. Y sí, mucha gente me ha dicho que ligó, o que se enrrolló o que se enamoró cuando sonaba.

En el libro habla de que tuvo dudas sobre si aquella canción podría resultar “ñoña” en una época, mediados de los noventa, de discursos absolutos en la que se cantaba, como también dice, “en mayúsculas”. ¿Hemos evolucionado?

Bastante. En aquellos años escribí otra sobre la homosexualidad para Imuntzo eta Beloki. Y canté sobre ese tema en la final de bertsolaris del 97. Estaba con Unai Iturriaga y nos pusieron como tema que éramos dos chicas y nos dábamos cuenta de que entre nosotras había algo más que amistad. Toda la gente empezó a reírse. Dije "¿de qué os reís?". Eran incursiones en temas que no estaban muy presentes. Con el feminismo, parecido, sabíamos las teorías y lo teníamos en cuenta, pero no estaba en la calle. El concepto de masculinidad se ha ensanchado y ha variado. El género ya no es un sistema binario radical como antes. Hemos aprendido mucho aunque queda piedra por picar.

Más adelante escribió una canción también emotiva, Itsasoari begira.

Quizá lo más fuerte que me ha contado gente es sobre ella. Me han llegado más de una vez testimonios de familiares de personas que han querido morir escuchando esa canción. Gente que, sabiéndose en sus últimas horas, ha pedido que se ponga en bucle para, como dice la canción, dar el último aliento mirando al mar. Eso me ha impresionado mucho, que alguien elija tus palabras para despedirse de la vida.

¿Cómo explica la importancia del bertsolarismo en la cultura y la sociedad vasca a alguien que no lo conozca?

Hay campeonatos regionales, programas de radio, revistas, escuelas. Es una gran cantera del idioma, y que en un idioma minoritario que exista todo ese tejido es algo increíble. La final del campeonato nacional, cada cuatro años, es un gran acontecimiento sociocultural. Es la gran olimpiada de la palabra y de la cultura vasca. Del ingenio, también diríamos. En el pabellón BEC de Barakaldo se reúnen 15.000 personas a escuchar bertsos mañana y tarde. Sin música ni luces, la palabra rompiendo el silencio. Es increíble que, en la Europa del siglo XXI, la gente en los talleres, las pescaderías o las plazas hable sobre versos. Gente corriente, no académicos. En una carnicería hablando sobre rimas.

Usted pertenece a una generación de bertsolaris que estaba llamada a tomar el relevo de otros más mayores, más tradicionales.

La historia del bertsolarismo está muy ligada a la vida tradicional y rural. Muchos bertsolaris no sabían escribir o leer pero sí hacer composiciones de un gran valor literario. En los años ochenta, viendo que cada vez era gente de más edad la que cantaba y escuchaba, se crearon escuelas de bertsolaris. Eso iba en contra del pensamiento tradicional de que había que 'nacer' para ello, que era como un don. Yo empecé con 12 años a especializarme. Llegamos una nueva hornada de bertsolaris procedentes de ikastolas y que crecimos ya con una televisión pública en euskera, con un rock en esa lengua también, e incorporamos ese imaginario de una manera natural. Empezamos a crear interés en otro tipo de público, jóvenes como nosotros, porque también improvisábamos sobre temas que les incumbían: nuestra vida nocturna, la universidad, las luchas de la calle, nuestros vicios, nuestras formas de amar y entender la vida en general.

Suena a democratización. También a cierto choque.


Un choque generacional y cultural sí era. Incluso nuestro euskera era diferente. Los mayores estaban acostumbrados a apreciar unas cualidades que nosotros quizá no teníamos. Teníamos otras. A la vez, el tiempo ha demostrado que ha sido una transición ejemplar. También ha ocurrido a la inversa: ellos, que quizá al principio pensaban que nosotros éramos un poco malillos, tuvieron que entrar a nuestros nuevos temas cuando fuimos nosotros mayoría. Hoy es increíble cuando ves gente de 80 años al lado de gente con veinte piercings. El bertsolarismo es un espacio muy plural y avanzado. Es verdad que hay déficit de mujeres por la tradición de la que se viene.

Hoy en día usted apadrina un aceite de oliva con el nombre de Abuelari en honor a su abuela, que perdió sus olivos con el franquismo en Extremadura. Pero el camino hasta eso fue algo complicado.

Es un tema central en mi vida. Mis primos y yo somos la primera generación vasca de mi familia. Yo no pude entender lo que soy hasta que entendí lo que es mi familia. Para mí era un conflicto ser hijo de emigrantes españoles y ser euskaldun. Vivíamos en un ambiente de blanco y negro, los españoles eran los malos y nosotros los buenos. Me avergonzaba de mis apellidos, de la procedencia y nombres de mis padres. No sabía cómo gestionar aquello y lo tapaba.

Hasta que llegó la final de 1997.

Clasificarme a mi primera final del campeonato de Euskal Herria fue un sueño. Allí habían cantado los grandes desde hacía cien años y yo me convertía en uno de ellos. En vísperas de esa final estaba entrenando leyendo poemas, cogiendo ideas, y leí uno de Bertolt Brecht que decía que aquel que tiene que dejar todo lo que ama contra su voluntad no es solo un emigrante, sino también un desterrado. Por primera vez en mi vida, con 25 años, leyendo eso, pensé en por qué mi familia abandonó su tierra. Eso cambió toda mi percepción sobre mi identidad. Empecé a ser consciente de que eran republicanos, de que eran perdedores de una guerra, de que mi abuelo había estado en la cárcel en Albacete y de que trajeron una conciencia libertaria a una tierra que también había perdido la guerra y cuya cultura e idioma eran perseguidos. Les metieron en barriadas a las afueras de las ciudades, no había enseñanza en euskera y a la vez la gente de aquí tenía miedo a hablarlo y se burlaba, por clasismo, de aquellos que no sabían hablar en castellano y 'olían a caserío'. Yo soy bertsolari gracias a un hilo de conciencia que empieza en Albacete. Lo soy gracias a los valores que mi familia trajo desde Albacete, Zamora y Extremadura. Fue también gracias a esa conciencia por la que muchos decidieron que sus hijos e hijas tenían que aprender en ikastolas cuando aún estas eran proyectos no consolidados. Mis vergüenzas y complejos se convirtieron en orgullo y reivindicación.

¿Es entonces cuando canta esos versos? “Mi madre viene de Extremadura, mi padre de Zamora y antes que ellos mi abuelo y mi abuela. Gracias a que han sabido enraizarse en esta tierra, yo la amo más que a ninguna, sé hablar euskera, lo puedo usar en verso y me corresponde decir que todos ellos cantan por mi boca”. Una salida del armario identitario.

Sí. Nadie sabía que yo era hijo de emigrantes. Lo ocultaba y nadie se lo imaginaba, yo ya era conocido, ya había escrito las letras de Negu Gorriak y Gozategi. Cuando salí ante diez mil personas en Anoeta, retransmitido en directo, después de tantos años de casi rechazo, lo que en un principio creí que era un verso íntimo se convirtió en el de miles de personas. Era la historia de miles de vascos con complejos y falta de pedigrí. Hoy ese bertso se utiliza en libros de texto.

En un acto reciente organizado por el Athletic Club, dijo que el euskera más bonito no tiene por qué ser el que se habla en Tolosa o en Ondarru, sino el que intenta la persona que lo está aprendiendo. Parece un mensaje de ánimo a un lado a la vez que una llamada a la comprensión a otro.

Me gusta jugar con los mensajes bidireccionales. Soy bertsolari e hijo de emigrantes: no soy sospechoso para ningún lado. Animo al que está aprendiendo euskera a que no se avergüence de sus carencias. Y también digo que aceptemos ese euskera que habla la gente, los chavales que viven en zonas urbanas no euskaldunes y que bastante hacen con elegirlo por ejemplo para componer sus canciones. ¿Es un mal ejemplo el “euskañol”, es mejor que todos elijan el castellano? El euskera más bonito no es el que tenemos idealizado, sino el de quien lo está aprendiendo, con todos sus tartamudeos y todos sus fallos, que son como el parto, la nueva vida que necesitamos como agua de mayo. No acomplejemos: aplaudamos. O hacemos posible un lugar en el mundo en el que podamos vivir en euskera o la llevamos clara.

En el prólogo del libro, un bertsolari histórico como Xabier Amuriza dice que usted vive la vida de manera épica. ¿Es así?

Diría que sí. Intento que no siempre porque es intenso, pero desde niño lo he sentido así. Me falta vida para poder hacer todo lo que quiero. Me gustaría vivir cuatro vidas paralelas y saltar de una a otra.

¿Le falta últimamente pasión al mundo?

La pasión es algo que hay que alimentar. También la ilusión por conseguir metas colectivas. Pensar que podemos vivir de otra manera, que la única manera de que uno se salve es que nos salvemos todos, esa esa una de las grandes conclusiones de la pandemia. Igual lo más importante no es lo material, sino una caricia, una palabra, una llamada de teléfono, una canción, alguien que te escuche.

O alguien que te escriba unos versos. Durante el confinamiento usted fue poeta voluntario escribiendo a demanda de personas que sufrían. ¿Hemos perdido una oportunidad de mejorar?

Todavía no. Lo que hay que hacer es creer y activarnos. Muchas cosas que parecían para siempre se desmoronan: estructuras, corrientes, clasificaciones sociales. Llevábamos décadas con todo establecido y se ha puesto patas arriba. Para los que queremos cambiar el mundo es bueno y hay que aprovecharlo.

En el libro se pregunta qué es Euskal Herria y se contesta que una canción. ¿De qué tipo?

Más que una canción es un concierto de muchas y muy diferentes canciones. Y más variadas que nunca. Con más colores y texturas que nunca. Euskal Herria es ahora un concierto de muchas voces. Tendemos a autodefinirnos de una manera muy jurídica, pero las formas políticas administrativas son transitorias. Lo importante es que la canción continúe tomando nuevos aires, incorporando nuevas voces y que no se calle nunca.

¿Puede mejorar el mundo una canción?

Creo en la fuerza de las canciones para cambiar el mundo. Puede servir de hilo conductor en la transmisión de unos valores y emociones colectivas. No subestimemos a la cultura. Podemos crear nuevos imaginarios, movilizar personas, socializar estímulos muy potentes. Eva Forest decía que los libros son armas de construcción masiva. Lo mismo con las canciones.

"Solo hay una forma de matar una canción, solo una", escribe. ¿Cuál?

No cantándola nunca. Con el silencio. Mientras tanto, vivirá.




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Lo Vasconavarro

Desde Madrid y sus satélites navarricos se insiste en diferenciar a Nafarroa de Araba, Gipuzkoa y Bizkaia, ya no digamos de Lapurdi, Zuberoa y... Nafarroa Behera.

Pues bien, desde Noticias de Navarra traemos a ustedes este texto que aclara el panorama pues incluso algunos solidarios con el pueblo vasco han errado, como por ejemplo, Mark Kurlansky quien, en su libro 'La historia vasca del mundo' afirmó sin reparo alguno que los vascos nunca habían estado organizados en un estado, obviando por supuesto, aquella unidad político-territorial emergida tras la Batalla de Orreaga.

Así que, establecido lo anterior, adelante con la lectura:


La nación vasconavarra

La historia se compone de lo pasado y lo futuro, de esperanza y recuerdo (Novalis 1799)

Luis Mª Mtz. Garate y Angel Rekalde

En la que posiblemente sea su única novela, Santos y eruditos, Terry Eagleton afirma que lo bello de ser un conquistador era que uno jamás necesitaba preocuparse por saber quién era. Se refería a los ingleses en Irlanda. El reverso de esta reflexión en la permanente puesta en cuestión de la identidad de los conquistados. Este es el gran triunfo de los conquistadores: las cuestiones referentes a la identidad surgen en las naciones conquistadas. Las conquistadoras la tienen de "por sí", como quien dice "de toda la vida".

En nuestro país, cuando nos planteamos cuál será el futuro en medio de tantos avatares, incertidumbres y conflictos, una enorme duda que nos sacude es esa de la identidad. O, dicho de modo más prosaico, cuál es el sujeto de ese futuro. Porque, como se ve en la reflexión de Eagleton, también nosotros fuimos conquistados. Al no ser vencedores, ni agresores ni conquistadores, no nos asiste ningún sobreentendido que resuelva esta incógnita. Por eso, cuando nos preguntamos cómo definimos la nación vasca, quién es el sujeto, es habitual que entre las respuestas se deslicen confusiones, manipulaciones, incluso disparates sin cuento.

Sin ir muy lejos, hace unos días nos tropezamos en la prensa con una opinión que afirmaba que los distintos patriotismos que concurren en el país eran (o debían ser) compatibles. Literalmente, el vasco con el español y el francés (sic). No es fácil imaginar desde qué atalaya cósmica o autismo intelectual se puede asumir dicha compatibilidad sin tener presentes los siglos de imperialismo, la violencia de los estados, el genocidio de nuestras lengua y cultura, y en conjunto todas las formas de dominación y sometimiento (guerras, leyes, prohibiciones...) que se han sucedido. Quizás –no lo sé– es que se puede entender la sociedad y su devenir real (no el oficial, académico o relatado) sin atender a la lógica del poder, a los intereses de dominación y a la naturaleza conflictiva –violenta– de los estados. Especialmente los que nos han tocado. Pero sería más justo afirmar que no se puede asimilar los patriotismos de uno y otro signo (de resistencia, liberación, uno; de dominio y poder imperial, otros), y sobre todo que su compatibilidad es un oxímoron, un chiste de mal gusto.

Por otra parte, ¡cómo entendemos la realidad nacional de una colectividad histórica sin citar siquiera la existencia de un Estado real en su pasado, Navarra, que actuó durante siglos sobre esa comunidad! Ordenándola, defendiéndola, instituyéndola, representándola...

Cuando hablamos de nuestra nación, en términos de sujeto colectivo, de futuro, hemos de tener presente que ese colectivo histórico se soporta en la convivencia real de un pueblo, en siglos de existencia comunitaria, compartida sobre unas bases que se vivían como naturales, propias: lingua navarrorum, territorio, cultura; pero también leyes, instituciones, simbología... Todo ello existió durante siglos y en cierto modo llegó al presente porque existía una realidad jurídico-política en forma de Estado que le daba un ámbito propio. Navarra. Vasconia, el pueblo vasco, actuó, perduró y se defendió a través de esa estructura institucional. Sin considerar este dato no es posible entender ni definir la nación vasca, por mucho que esgrimamos la excusa de que sólo miramos al futuro.

Decía Andoni Esparza Leibar que "los símbolos ayudan a la pervivencia de una sociedad" (La nación vasca ya está aquí). Por supuesto, sin nombrarse, sin reconocerse, sin dotarse simbólicamente, no puede existir el colectivo. La nación. Pero volviendo a las situaciones de conflicto y poder, no podemos pensar que los símbolos son transparentes, inmaculados o inocuos. Al contrario, pueden ser vaciados de contenido, manipulados o pervertidos. Hay que prestar atención al significado de los símbolos para que no sean utilizados contra la propia nación: para dividirla, desfigurarla, debilitarla; para que no la reconozcan ni los propios individuos. De eso, en nuestro país, tenemos buenos ejemplos. Aquello de Nafarroa Euskadi da puede darnos alguna pista sobre estos errores y despropósitos, máxime si pensamos qué es hoy Euskadi.

Nuestra esperanza como nación vasconavarra debe incluir la referencia al Estado que la hizo posible y su simbolismo da sentido a un proyecto liberador en el concierto de los estados. Esa institución le dio significado nacional a nuestro pueblo, y sin ella hoy no tendríamos identidad vasca. Ni, probablemente, tampoco futuro. 




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Cronopiando | Mensajes que se las Traen

Como acostumbra, Koldo Campos deja todo claro como el agua.

Lean su Cronopiando dedicado al cosmopaletismo:


Mensajes que se las traen

Koldo Campos Sagaseta | Cronopiando

Y no hablo de los mensajes publicitarios, que también se las traen, sino de los que aparecen en las redes, a veces, en formato de reflexión grandilocuente, incluso, con tintes filosóficos, y con un soporte gráfico adecuado, sobrio pero solemne. Entre tantos, hay uno que siempre vuelve, como si estuviera programado para que así ocurriera y al que, al margen de las observaciones que le hago en las redes cada vez que me lo encuentro y que no siempre aparecen, hoy me gustaría compartirlo en la columna. Tiene un tono algo apocalíptico en su bíblica sentencia pero, más que el tono, le reprocho su interesada torpeza, cuesta creer que no lo sea, a la hora de exigir responsabilidades: “Todos éramos humanos hasta que la raza nos desconectó, la religión nos separó, la política nos dividió y el dinero nos clasificó” pero no es así. La raza no nos desconectó, nos desconectó el racismo; la religión no nos separó, nos separó el fanatismo; la política no nos dividió, nos dividió la intolerancia; el dinero no nos clasificó, nos clasifica el capitalismo. Y no, el sexo tampoco nos desunió, nos desconectó, nos separó, nos dividió o nos clasificó. Lo hizo el patriarcado.

(Preso politikoak aske)

 

 

 

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sábado, 29 de enero de 2022

Tomás Rubin Marín

El pasado antifascista del pueblo vasco sigue siendo desenterrado. En esta ocasión han sido los descendientes de Tomás Rubin Marín quienes han tenido la oportunidad de cerrar un ciclo.

Resulta paradójico que en el acto haya estado presente quien recientemente dio a conocer un estudio perpetrado en contra de la sociedad vasca, mismo en el que de forma voluntaria se borró la violencia que segó la vida de Tomás Rubin y miles más.

Aquí lo que nos dice Naiz:


Exhumados en Bilbo los restos de un gudari de ANV fallecido en Zornotza en 1936

Esta mañana se ha procedido en el cementerio de Begoña a la exhumación de los restos de Tomás Rubin Marín, un gudari que falleció en 1936 debido a las heridas sufridas en batalla y cuyos familiares han tardado 85 años en descubrir dónde estaba enterrado.

Tomás Rubin Marín era vecino de Bilbo y trabajaba como albañil. Durante la guerra de 1936 combatió como gudari en el batallón número 6 ANV-1 Olabarri. Fue herido en Legutio (Araba) y posteriormente trasladado al hospital militar de Zornotza, donde falleció el 3 de diciembre de 1936. Su cuerpo fue enterrado en el cementerio de Begoña, en su ciudad natal, pero su familia nunca supo el lugar concreto en el que se encontraba.

Más de 85 años después, sus restos han sido exhumados este sábado. En el momento de su fallecimiento tenía 31 años. Estaba casado con Bernardina San Ajuria y tenía tres hijos de corta edad: Ignacio, Benancio y Angel. Tres meses después, su esposa, de 30 años, sufrió un infarto y también murió, dejando huérfanos a los tres hermanos pequeños. Al acto de esta mañana ha asistido el menor de ellos, acompañado de otros familiares.

Fue una de sus nietas, Rocío Rubin, quien acudió a una de las visitas guiadas que se realizaron el pasado mes de diciembre en el cementerio bilbaino, en el marco del proyecto Begoñako Argia. Allí contó su historia familiar a Anartz Ormaza, coordinador del proyecto, quien la orientó. Rubin contactó entonces con Gogora, el Instituto de la Memoria, la Convivencia y los Derechos Humanos del Gobierno de Lakua.

Los tres hijos de la víctima desconocían el lugar en el que descansaban los restos de su padre. Gracias a indagaciones que hizo la propia Rocío Rubin, averiguaron que fueron inhumados en Begoña, pero sin precisar el lugar concreto en el que se encontraban.

En el acto de exhumación de esta mañana los familiares de Tomás Rubin han tenido el acompañamiento de la consejera de Igualdad, Justicia y Políticas Sociales, Beatriz Artolazabal; de Aintzane Ezenarro, directora de Gogora; y de Pako Etxeberria, forense y miembro de la Sociedad de Ciencias Aranzadi.

Proyecto Begoñako Argia

La exhumación de esta mañana se enmarca en el proyecto Begoñako Argia, para recuperar los restos de las víctimas de la guerra inhumadas en este cementerio, que estuvo en funcionamiento entre 1813 y 2003 y que fue clausurado en 2006.

La documentación extraída de los registros civiles, libros parroquiales, y los registros del propio cementerio, volcada y puesta a disposición pública a través de una base de datos, apunta a que son sesenta las personas víctimas de la guerra enterradas en este camposanto. Según esta investigación, se encontrarían combatientes y también víctimas civiles, muertas en bombardeos.

Beatriz Artolazabal ha subrayado que «es un orgullo poder contribuir a devolver la dignidad a personas como Tomás Rubin, que lucharon por defender la democracia en Euskadi. Él luchó por el autogobierno y la libertad de Euskadi como gudari de un batallón de Acción Nacionalista Vasca, y su familia siempre ha mantenido su recuerdo vivo».


Alguien que le recuerde a Artolazabal que el actual régimen español ilegalizó a Acción Nacionalista Vasca, vaya, siendo que tan preocupada está por "defender la democracia en Euskadi".




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Artolazabal Defiende el Informe

Seguimos con el tema del informe con el que los jeltzales, sin entender que Roma no paga a traidores,  de forma por demás abyecta han traicionado la memoria reciente del pueblo vasco saliendo a la defensa de las fuerzas de ocupación, o sea, defendiendo lo indefendible.

Aquí lo que nos informa Naiz:


«Nuestro informe no ampara las vulneraciones de las FSE», alega Artolazabal criticando a NAIZ

Una semana después del informe sobre la violencia contra las FSE que ha levantado gran revuelo, la consejera de Lakua Beatriz Artolazabal ha replicado a las críticas, citando concretamente a NAIZ, afirmando que no amparan vulneraciones y alegando que no todos los guardias civiles torturaron.

Entrevistada por Juan Carlos de Julián en Onda Cero Euskadi, la consejera de Igualdad, Justicia y Políticas Sociales de Lakua, Beatriz Artolazabal, se ha quejado este viernes de las críticas recibidas por la parcialidad del reciente informe sobre la violencia de ETA contra las FSE. Y en concreto ha señalado a «un medio de comunicación», al que el entrevistador ha puesto nombre acto seguido: «NAIZ».

En esa secuencia de la entrevista, el entrevistador ha apuntado que «no todos los miembros de las FSE fueron torturadores», a lo que Artolazabal ha añadido «ni todos los vascos fuimos asesinos». Ambos, entrevistador y entrevistada, han hecho hincapié conjuntamente en que el objetivo de este informe presentado el pasado viernes y elaborado por la Universidad de Deusto no era señalar las vulneraciones de derechos cometidas por las FSE.

«Este informe pretende defender los derechos humanos en Euskadi que estas personas también vieron conculcados. Para nada justifica o ampara las violaciones de derechos humanos llevadas a cabo por guardias civiles o policías nacionales en Euskadi», ha asegurado Artolazabal.

«Fue un colectivo estigmatizado, más allá de las actuaciones individuales de ciertas personas que pertenecieron a él. En eso el informe no entra pero algunos han intentado entrar...… Me refiero a lo que ha publicado un medio de comunicación», ha expuesto Beatriz Artolazabal a modo de queja.

A la consejera no parecen haberle gustado las informaciones, editorial del pasado domingo, análisis y comentarios publicados en este medio y que inciden en el negacionismo y la parcialidad que supone presentar a las FSE únicamente como víctimas. Algunos de ellos pueden leerse adjuntos a este artículo.

Artolazabal ha reiterado que «el sufrimiento padecido por este colectivo fue injusto: hubo 357 personas asesinadas y 711 heridas en atentados cometidos por ETA».




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Origen Vasco del Idioma Castellano

Los españolazos piensan que los vascos y el euskera son una amenaza constante para el castellano.

Pues bueno, a esos que tan amenazados se sienten les recomendamos leer este artículo en El Nacional:


¿Es cierto que los vascos crearon la lengua castellana?

El castellano no es una lengua eusquera, pero nació como la lengua de los vascos romanizados y latinizados.

Marc Pons

San Millán de la Cogolla (reino de Pamplona, más adelante Corona de Navarra y actualmente La Rioja); en los alrededores del año 1000. Un monje copista del monasterio de Suso redacta los textos escritos en castellano más antiguos que conocemos actualmente: las "Glosas Emilianenses". Estos textos son, en realidad, un conjunto de pequeñas anotaciones esclarecedoras a pie de página sobre un libro redactado en latín, que se considera que fueron escritas en la lengua vernácula del monje copista o en la de parte de aquella sociedad. En el mismo documento aparecen otras notas —escritas por el mismo copista— en lengua aragonesa y en lengua eusquera; hecho que lleva a dos conclusiones: la lengua castellana habría nacido en el valle alto del Ebro (sobre la línea que separaba los estados medievales navarro y asturleonés); y el espacio geográfico donde surgiría el castellano era un territorio plurilingüe.

La presencia vasca en la cuna del castellano

Cuando los romanos iniciaron la conquista del valle del Ebro (siglos III y II a.C.). Las naciones protovascas ya ocupaban la parte de la orilla del río Ebro entre las actuales Logroño y Tudela. Pero su alianza con Roma y, sobre todo, la derrota de las naciones noribéricas y célticas que se resistieron a la conquista de la Loba Capitolina (los sedetanos, los lusones, los pelendones, los berones); los colocaría en una situación de preeminencia en aquel nuevo mundo. Las oligarquías protovascas del valle alto del Ebro se convirtieron en las nuevas élites romanas del Conventus Cluniacense (la subdivisión provincial romana que abarcaba desde el Cantábrico hasta Tudela). Aquellas oligarquías protovascas se integraron plenamente en el aparato de dominación romano (como terratenientes, como gobernantes y como militares) y se romanizaron profundamente.

Un territorio, varias lenguas

No obstante, la romanización del valle alto del Ebro fue más débil que la de la costa mediterránea de la Tarraconense (la actual Catalunya). Los testimonios arqueológicos del Alto Ebro en la época romana, nos dibujan a una sociedad plurilingüe. Las oligarquías protovascas —las nuevas élites— adquirieron el latín. Pero las clases populares protovascas que habían acompañado a sus líderes en la ocupación de tierras usurpadas a los noribéricos y celtas derrotados, conservaron la lengua eusquera. Y los supervivientes noribéricos y célticos de la masacre romana (confiscados y esclavizados) conservaron sus lenguas originarias. En el Alto Ebro, el latín solo progresó entre las clases privilegiadas. Y, también, entre las escasas clases urbanas del territorio (de todas las condiciones sociales) que lo asumieron, por la fuerza, como la lengua franca.

El castellano, lengua de evangelización

La desintegración del Imperio romano (siglo V) no tan solo no alteró aquel paisaje, sino que lo reforzó y ensanchó. El desgobierno inicial de los nuevos estados germánicos y la explosión demográfica que vivió la montaña vasca, impulsaron un fenómeno que, durante siglos, ha sido motivo de intenso debate entre los historiadores: la masiva colonización vasca de la mitad oriental de Cantabria, del nordeste de Castilla, y de La Rioja. Según la investigación historiográfica, entre los siglos VI y X, el euskera medieval habría sido la lengua popular y mayoritaria de estos territorios. Pero con la evangelización de aquellas sociedades (a partir del siglo VIII), divulgada en el latín vulgar de la época y promovida por las élites locales de lengua y cultura latinas; el euskera dejó paso, progresivamente, a una lengua románica que prefiguraba el castellano.

El primer castellano

El primer texto en castellano ha sido localizado en La Rioja; pero la investigación historiográfica revela que, hacia el año 900, ya se hablaba un precastellano en los valles de los ríos Asón (Cantabria), Cadagua (Castilla y León y País Vasco), Oca (Castilla y León) y Oja (La Rioja). Según las mismas investigaciones, este sería el solar originario del castellano que, en este territorio y durante los siglos IX y X, había pasado de ser la lengua de las oligarquías locales y de la evangelización, a ser la lengua de uso social mayoritario. Por lo tanto, aquel castellano primigenio, nació de las oligarquías vascas colonizadoras y de la evangelización y la latinización tardía de sus masas clientelares (las clases populares). Y se extendió —a gran velocidad— sobre el área que otros vascos habían ocupado con anterioridad durante la etapa de conquista y dominación romanas (siglos III y II a.C.).

¿Por qué se extendió tan rápidamente el castellano?

El castellano, como evolución del latín vulgar, siempre fue la lengua de las élites sociales, políticas y religiosas del territorio. Es decir, que desde el momento de su nacimiento, fue la lengua del poder. Y eso facilitó mucho su expansión social y territorial. Pero también hay que tener en cuenta otro factor. El castellano se articuló como lengua diferenciada en un territorio plurilingüe. Incluso —y con mucha probabilidad— al inicio de su existencia (siglo X) sería la lengua numéricamente minoritaria en su territorio. Sin embargo, aunque durante los primeros siglos de su existencia no tuvo una dinámica evolutiva propia —se nutrió, básicamente, con aportaciones de las lenguas vecinas (aragonés, asturleonés, vasco, mozárabe)—; ocurriría una especie de koiné, que lo convertiría en lengua franca de su propio territorio y de los territorios vecinos.

 

 

 

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Cumbres "Borrascosas"

Una vez más los pueblos vasco y catalán se unirán en defensa del derecho a su autodeterminación como naciones históricas.

La iniciativa es muy atractiva y nos la describe este artículo publicado por Naiz:


2 de julio: 300 cumbres para iluminar el derecho a decidir vasco y catalán

Euskal Herria y Catalunya lanzan un reto conjunto para activar la mayoría por el derecho a decidir. Gure Esku y agentes catalanes lo han presentado este sábado en Bilbo, con fecha y número: 2 de julio, 300 cumbres pirenaicas, rojas y verdes, abiertas para cualquiera.

Iraide Ibarrondo y Ramón Sola

De Higer a Creus (o de Creus a Higer, según como se quiera mirar), del Atlántico al Mediterráneo, de Euskal Herria a Catalunya, dos pueblos unidos por un mismo objetivo: materializar el derecho a decidir. Pirinioetako Bidea-Via Pirinenca ya tiene fecha, 2 de julio, y también concreción: algo más de 300 cumbres, de ellas 115 iluminadas por vascos y vascas y el resto por catalanes y catalanes.

Este sábado a mediodía en el Bizkaia Aretoa de Bilbo se ha dado el banderazo de salida a este reto que da forma festivo-deportiva al fondo reivindicativo-político. El acto a comenzado con un escenario totálmente a oscuras en el que la silueta de la bailarina Garazi Etxaburu imitaba a las cimas pirinéicas con pequeñas linternas. La manifestación artística, acompañada de la música en directo del biolonchelista Eñaut Zubizarreta, ya ha dado una pista de la forma que tomará la nueva iniciativa reivindicativa. Y es que, tras la coreografía, los convocantes han destacado que el objetivo final de la Pirinioetako Bidea-Via Pirinenca será reactivar la demanda que ha tenido picos puntuales en ambos países y que ahora toma unidad de acción y sincronía.

La de ese primer sábado de julio será la primera movilización conjunta de este tipo, organizada por Gure Esku, ANC y FEEC (federación catalana de montaña) y con Omnium Cultura y Artistes de la Republica como entidades colaboradoras. Y estará abierta a todo tipo de participación, puesto que junto a las cumbres «rojas», aquellas más complejas y que por tanto tendrán la participación cerrada, estarán las verdes, «sin dificultad especial, accesibles para la mayoría de la gente» y en consecuencia con inscripción libre (aunque habrá aforo limitado, para evitar la masificación y cuidar el medio ambiente).

De esas 300 a iluminar simultáneamente con faroles especiales y linternas, 115 corresponderán a Euskal Herria y el resto a Catalunya, hasta completar todo el Pirineo por sus dos vertientes en lo que respecta a estos dos países, mandando un mensaje potente tanto a los estados como al resto del mundo.

Así, solo por citar algunos puntos especialmente conocidos, se iluminarán por el derecho a decidir desde la parte vasca Jaizkibel, Bianditz, Larhun, Mendaur, Iparla, Adi, Saioa, Baigura, Ortzantzurieta, Orhi, Hiru Erregeen Mahaia, Midi D’Ossau, Portalet, Balaitous, Vignemale, Bachimala o Perdiguero. Desde Hondarribia y Hendaia hasta Benasque; desde Higer (a 0 metros de altitud) hasta los 3.298 del Vignemale. La inscripción se abrirá en marzo.

Se prevén también acciones complementarias en las localidades vascas, donde habrá citas concretas para cantar el ‘Txoria txori’ a la vez que se ilumina la cordillera.

«Los ‘ochomiles’ no se hacen solos»

La iniciativa tiene algunos ensayos previos ya: ‘Llum i llibertat’ iluminó 131 cumbres de Montserrat en 2019 y ‘Argi dugu bidea’ hizo otro tanto en algunos montes vascos como Aiako Harriak, Txindoki y Anboto. Con ella se lleva a la práctica el paso «de la solidaridad a la colaboración» que ya había planteado Gure Esku. Una unidad de acción con raíces históricas conocidas, como la marcha conjunta al exilio del lehendakari José Antonio Agirre y el president Lluís Companys en 1939, también cruzando el Pirineo, por La Jonquera.

Desde Gure Esku, Josu Etxaburu lo ha resumido así: «Nuestra cima no está en los Pirineos, sabemos que el objetivo es más bien un ‘ochomil’, y sabemos que nadie hace un ‘ochomil’ solo: para esas expediciones hace falta un equipo preparado. Queremos volver a activarnos masivamente para emprender un proceso soberanista y llevarlo a cabo». En este sentido, ha apuntado que «mucho más importante que iluminar 100 cumbres será activar 200 pueblos».

Representantes de las entidades catalanas que impulsan esta iniciativa han intervenido también en el acto celebrado en el Bizkaia Aretoa, de modo telemático, para subrayar la importancia de esta colaboración entre dos naciones sin Estado que quieren decidir.

Elisenda Paluzie, la presidenta de la ANC, ha indicado que «esté proyecto representará un trabajo en conjunto» entre Catalunya y Euskal Herria. Acto seguido, ha reivindicado que «las fronteras deben ser trazadas con la decisión democrática de la gente».

También ha destacado la intervención de Jordi Cuixart, el presidente de Òmnium Cultural, que en sintonía con Paluzie, ha descrito al Pirinioetako Bidea-Via Pirinenca como un «símbolo» más del «hermanamiento» entre ambas naciones.

«Estamos convencidas de que será el punto de partida de una colaboración a largo plazo –ha añadido Amalur Alvarez, también desde Gure Esku-. Catalanas, gallegas y vascas compartimos el terreno del juego del Estado español y unirnos, aliarnos, nos refuerza. Debemos estar atentas a cualquier ventana de oportunidad».

La unidad de acción vasco-catalana en una iniciativa de tal dimensión tendrá dos objetivos añadidos. Por un lado, como ha dicho Etxaburu, reflejar que no hay un problema vasco y un problema catalán, sino que «son los estados español y francés quienes provocan un conflicto democrático, al negarnos la libertad de decidir y al ejercer, además, la represión contra nuestros pueblos». Y en paralelo, interpelar a la comunidad internacional, «que no puede seguir mirando hacia otro lado», ha apuntado Amalur Alvarez. Ha citado en este contexto el trabajo de Eusko Ikaskuntza y el Institut d’Estudis Catalans en favor de un código de buenas prácticas para resolver conflictos territoriales relacionados con la soberanía o la demanda de una ley de claridad europea por parte del Self Determination Caucus integrado por fuerzas soberanistas europeas.

«Tenemos la mochila llena de trabajo», ha concluido Josu Etxaburu: «Es hora de empezar a preparar expediciones pueblo a pueblo, barrio a barrio. Es hora de actuar de modo soberano. El camino se hace andando, hagámoslo», ha animado desde este Bizkaia Aretoa.

Siguiente estación, marzo, con la apertura del proceso de inscripción en la web que se habilitará para ello, www.pirinioetakobidea.eus. Y el día a fijar en la agenda, 2 de julio, sábado.





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