Un blog desde la diáspora y para la diáspora

domingo, 31 de enero de 2021

Gerhard Bähr

Con ustedes un apunte biográfico muy particular que hace su recorrido por Facebook.

Se los compartimos no sin antes aplicarle la etiqueta Kurlansky a "esos vascos aparecen por todos lados".

Lean:


Gerhard Bähr

Lingüista vasco de origen alemán (padre ingeniero, director de la mina de Katabera, Aizkorri). Nació el 6 de mayo de 1900 en #Legazpi, Gipuzkoa, en el lugar de Udana, donde vivió su infancia. Murió en 1945 durante la toma de Berlín por los rusos en circunstancias desconocidas.

Asistió desde los 12 a los 18 años al colegio Schul Pforta en Alemania y participó en la I Guerra Mundial.

Desde muy joven se inició en el estudio lingüístico del euskera que hablaba bien siendo nombrado miembro correspondiente de Euskaltzaindia tras presentar su trabajo "Flexiones verbales de uso actual en Legazpia (Goyerri)", revista Euskera. Fue colaborador de las revistas Euskal-Esnalea, Euskera y RIEV - Revista Internacional de Estudios Vascos con abundantes títulos. En la primera se inicia como escritor euskérico con Uaño naiz xirietaz (1922, p. 109). En 1923 recorre Gipuzkoa recogiendo datos para el informe Erizkizundi Iruikoitza. En 1926, año en el que obtiene los títulos de química, francés e inglés y marcha a Hannover, escribe sobre el nombre del plomo en vascuence; en 1927 publica un extenso estudio del verbo guipuzcoano aunque ya en 1925 había estudiado las formas peculiares de Legazpi. Sus estudios siguen apareciendo sin cesar, apadrinados por Euskaltzaindia incluso con ayuda económica debido a la gran crisis postbélica alemana- hasta la segunda guerra mundial. Versan sobre diversos temas léxicos muy interesantes: nombre de parentesco, de plantas, de astros y topónimos. En 1928 inició la docencia en el Realgymnasium de Hannover. En 1929 publicó la necrológica Hugo Schuchard zana, escrito en vascuence, sobre dicho vascólogo del que fue traductor.

Reintegrado, pues, a Alemania, dedicó su tesis doctoral antivasco-cantabrista Baskisch und Iberisch al euskera, que fue aprobada por la Universidad de Göttingen en 1940. Otro lingüista, Karl Bouda la publicó en la revista Eusko-Jakintza (1948). Su sólido trabajo Estudio sobre el verbo guipuzcoano fue apareciendo, aunque incompleto, entre 1926, 1931, 1934 y 1935. Su ponencia en el VII Congreso de Estudios Vascos de Estella de 1936 nos es desconocida ya que el encuentro no se celebró debido a la guerra civil 1936-1939.

Nuevamente participó en una guerra mundial, la segunda, esta vez como intérprete del ejército alemán. Su biblioteca desapareció durante el bombardeo de Hannover mientras estaba en el frente ruso.

En la colección Bidegileak editada por el Gobierno Vasco hay más información disponible sobre Gerthard Bähr.

 

 

 

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Entrevista a Pili Zabala

Ya era hora de que alguien le cambiara la jugada a Madrid y Pili Zabala, víctima del terrorismo de estado español, lo ha hecho de manera magistral.

Tiene al régimen del '78, ese por medio del cual la monarquía borbónico franquista agazapada en La Zarzuela proveyendo con tintes democráticos su continuidad del régimen anterior recurriendo para ello al bipartdismo materializado en el PP (y recientemente Vox) en el ala derecha así como el PSOE (y recientemente Podemos) en el ala izquierda.

Lo más inquietante para la casta en el poder es que Pili Zabala haya militado, precisamente, en Podemos hasta hace relativamente poco.

Pues bien, para entender un poco más sus motivaciones traemos a ustedes esta entrevista publicada por Deia:


Pili Zabala: "Existen indicios suficientes que vinculan a Felipe González con los GAL"

Javier Núñez | fotografía de Jorge Muñoz

El pasado 5 de enero, Pili Zabala presentó un escrito en la Fiscalía de Gipuzkoa en el que pedía que se investigue la vinculación de Felipe González con los GAL

Desde que su hermano Joxi fue secuestrado, torturado y asesinado por los GAL, Pili Zabala se convirtió en activista por la paz y la justicia.

¿En qué fase está su petición a la Fiscalía de Gipuzkoa para que investigue la implicación de Felipe González en los GAL?

—Aún no tenemos respuesta, pero todavía es pronto. Presenté el escrito hace escasas semanas, en una fecha que es muy especial para mí, el 5 de enero, justo el día en que no pude felicitar a mi hermano Joxi por su 59 cumpleaños.

¿Qué le llevó a dar este paso?

—La necesidad de demostrar la verdad, esa "verdad judicial" que se nos niega en defensa de una mal interpretada "razón de Estado", que yo denominaría "sinrazón de Estado", en la que se puede asesinar y cometer todo tipo de tropelías delictivas, sabiendo que, en el hipotético caso de que los agresores pudieran ser juzgados y condenados, serán privilegiados con indultos o ascensos en su escalafón jerárquico. El Estado español no ha cumplido el derecho internacional humanitario que debe respetar obligatoriamente por encima de su normativa interna. Un Estado viola los tratados internacionales si practica, alienta o tolera el asesinato, la desaparición de personas, la tortura u otros tratos crueles, inhumanos o degradantes. Por tanto, investigar para conocer la verdad es requisito imprescindible y necesario. En aquellos años la investigación que se pudo llevar a cabo desde el ámbito de la justicia fue muy limitada por razones obvias. Ahora estamos en otro contexto político.

Son muchas las veces que se ha especulado con la vinculación de Felipe González con los GAL, pero nadie había dado el paso de pedir que sea investigado.

—Bueno, eso no es del todo cierto, pero, si estás convencida de algo, luchas para intentar demostrar que eso sucedió así. Y yo soy muy persistente. Tengo el firme convencimiento de la responsabilidad e implicación personal en la creación de los GAL de quien fuera presidente del Gobierno español durante más de 13 años y no voy a parar hasta que se vea señalado por alguna institución judicial, sea esta española, francesa o internacional.

¿Tiene confianza en la actuación de la justicia?

—Más que confianza, me obligo a tener que confiar en el Estado de derecho y en la división de poderes. Es que existen indicios suficientes que vinculan a Felipe González con los GAL, tal y como expongo en el documento registrado. Pero existen muchos más. Mismamente se puede visionar en Youtube el documental GAL: des tueursd'état (GAL: asesinos de Estado), de Bruno Fay y Xavier Muntz, donde nada más y nada menos que los ministros de Interior franceses de la época Pierre Joxe y Charles Pasqua no dejan lugar a la especulación. El primero relata que en 1984 conocían que el Gobierno español estaba detrás del GAL y las discusiones mantenidas por ello con Felipe González. Pasqua, por su parte, señala que, "al principio Madrid negaba que tuviese algo que ver con el GAL, pero les decíamos que no nos contaran historias, que era evidente que las acciones del GAL eran directamente decididas por los servicios que dependían del Gobierno de Madrid". Conviene recordar también que Ricardo García Damborenea siempre afirmó que él pertenecía a los GAL y que semanalmente se reunía con Felipe González. Si todo este tipo de afirmaciones, junto con los documentos desclasificados de la CIA, no constituyen suficientes indicios de delito para investigar la implicación de esta persona con el terrorismo de Estado, ¡que baje Dios y lo vea!

Se habló de la posibilidad de crear una plataforma para investigar la actividad de los GAL. ¿Se han dado pasos en este sentido?

—Sí, aunque va más despacio de lo que quisiéramos debido a la pandemia. Continuamos en la fase organizativa y, mientras tanto, puedo adelantarle que en marzo ya tendremos lista una página web más profesional en cuatro idiomas donde iremos colgando todo tipo de información sobre los GAL y las iniciativas que vayamos adoptando. Animo a las personas que estén interesadas en ayudarnos a que nos escriban a gal.ikerketa@gmail.com.

En junio del pasado año el Congreso de los Diputados debatió la creación de una comisión que investigara al expresidente. Podemos rectificó su idea inicial de no apoyarla. ¿Cómo se sintió al conocer que su idea era no dar su voto afirmativo?

—Decepcionada, dolida, triste y humillada por la escasa inteligencia emocional que demostraron al titubear sobre la comisión de investigación. Aunque para gobernar algunos estén dispuestos a tragar sapos, hay determinadas líneas rojas que nunca deberían franquearse y la defensa íntegra de los derechos humanos es una de esas líneas a respetar por encima de todo.

Pablo Echenique afirmó que todo fue un malentendido y, de hecho, Podemos rectificó y apoyó la comisión de investigación. ¿Habló con él?

—Preferí dirigirme directamente al secretario general.

¿A Pablo Iglesias? ¿Le dio alguna explicación el secretario general de Podemos?

—Sí, claro que hablamos. Me explicó su posición y, obviamente, yo le manifesté mi disconformidad, desacuerdo y enfado. Aun así, reconozco que se dieron cuenta de que estaban totalmente equivocados, que fallaron y, por tanto, finalmente rectificaron y apoyaron la comisión de investigación. Aunque desafortunadamente no logró los apoyos necesarios.

¿Cree que a lo largo de estos años ha habido una voluntad verdadera de investigar a los GAL?

—Me atrevería a decir que ha habido una férrea voluntad de obstaculizar cualquier amago de investigación de los crímenes de Estado para impedir conocer la identidad de los autores intelectuales. En ese sentido la sentencia del caso Lasa-Zabala es muy clara y dice textualmente que "se trata de un delito cometido por personas que investidas de una autoridad para la defensa de la legalidad se han convertido en transgresores de la misma y del cuerpo de valores que conforman el Estado de Derecho, sabiendo que disponían de efectivas posibilidades de entorpecer y obstaculizar las investigaciones".

Otra cuestión son las víctimas. ¿Considera que las víctimas de los crímenes de Estado están suficientemente reconocidas?

—El Derecho Internacional Humanitario lo dice bien claro: "Ante una misma vulneración de derechos humanos, mismo ha de ser el reconocimiento y la reparación". Obviamente, estamos a años luz de ese precepto. Es uno de los retos a los que nos enfrentamos tras décadas de convivir con la violencia y las flagrantes vulneraciones de derechos humanos. Son los parlamentos quienes en definitiva deben modificar, actualizar y adaptar a las circunstancias y al contexto sociopolítico las leyes en materia de víctimas. Yo lo intenté estando en el Parlamento Vasco y quienes trabajaron conmigo conocen mi empeño y perseverancia. Ahora seguiré trabajando en ese camino desde la sociedad civil.

En 2016 sorprendió al convertirse en la candidata a lehendakari de Elkarrekin Podemos. ¿Qué le llevó a dar el paso?

—Pensar que tenía la oportunidad de intentar modificar algunas leyes injustas e inhumanas que rozan la ilegalidad y que sigo y seguiré insistiendo en que deben ser cambiadas en favor de una convivencia, cultura de paz y regeneración democrática.

Imagino que usted tendría sus inquietudes políticas, pero nunca se había significado públicamente.

—Me ofrecieron ser cabeza de lista como independiente y esa fórmula me hizo sentir cómoda.

¿Al ser cabeza de lista sintió rechazo por parte de alguien que no imaginaba que diera el paso?

—Supongo que algunas personas me relacionaban con otras familias políticas y, tal vez, como me dijo un amigo, mi decisión sorprendió, gustó y también decepcionó, pero en esos momentos era la que mantenía unas tesis más cercanas a mis inquietudes sociales, principalmente en el área de derechos humanos.

En 2020 dejó de ser parlamentaria. De la misma manera que accedió a dar el paso de encabezar una candidatura, ¿le costó dar el paso de, en cierta manera, volver a la vida civil?

—No. Intento ser coherente con lo que digo y la decisión ya la tenía tomada desde agosto de 2018. Públicamente señalé que solo estaría una legislatura y así fue. Lo tenía todo organizado. Al finalizar el trabajo de parlamentaria, me incorporaba a mi puesto de funcionaria y así se lo hice saber con la debida antelación al Departamento de Educación y al director del centro donde imparto clases.

¿Con qué se queda de esos años como parlamentaria en la Cámara de Gasteiz?

—Con unos pequeños avances en materia de derechos humanos. Por un lado, destacar el respaldo mostrado por todos los grupos parlamentarios, incluso del PP, a la iniciativa que presenté para que de ahora en adelante el Gobierno vasco todos los 26 de junio organice un acto para demostrar su apoyo a las víctimas de la tortura. También quisiera poner en valor mi trabajo más laborioso, que consistió en redactar una proposición de Ley de Derechos Humanos para la Consolidación de la Paz. La registré un día antes de que el lehendakari disolviera el Parlamento y, para quien tenga interés, está accesible en la página web de la Cámara de Gasteiz. Me encantaría que algún grupo parlamentario retomara dicha proposición, la mejorara y fuese debatida en sede parlamentaria. A mí no me dio tiempo, ya que estuve esperando hasta el último momento para intentar cerrar un acuerdo con el PNV en la Ponencia de Memoria y Convivencia que finalmente no fructificó. Pero ahí está ese comienzo de trabajo donde, entre otras medidas, precisamente se proponía crear un organismo totalmente independiente del poder político que documentara e investigara científicamente todas las vulneraciones de derechos humanos acaecidas en el periodo de memoria reciente.

¿Se ve la política de la misma manera siendo protagonista directa que alejada de la primera línea?

—Cuando no estás en primera línea criticas muy a la ligera determinadas decisiones porque piensas que tú lo harías mucho mejor. La política debería ser el arte del respeto, de la discrepancia constructiva y de los encuentros entre diferentes. Y la verdad es que en demasiadas ocasiones no llegué a comprender esa dinámica agresiva, revanchista y autoritaria, a la par que teatrera. Todos tenemos mucho que aprender.

 

 

 

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Cronopiando | ¿Y la Buena?

Es domingo de misa para las buenas ánimas y por ello les compartimos este incisivo texto de nuestro amigo Koldo:

¿Y la buena?

Koldo Campos Sagaseta | Cronopiando

Era católica hasta la médula, a la vieja usanza y, sobre todo, clasista. Odiaba todo lo que se moviera a su alrededor, no soportaba los perros pero menos toleraba los niños. Muchos años antes se había declarado la guerra contra sí misma y, cada día más cerca de cumplir un siglo, seguía sin firmar el armisticio. Despreciaba a esa masa de ignorantes incapaz de emocionarse con Chaikovski, de disfrutar a Mozart y que, sin embargo, celebraban alborozados dos huevos fritos para la cena. Y aún más si se acompañaban de patatas fritas.

Aunque era consciente de que atentaba contra los más humanos principios cristianos que hacía suyos, no soportaba tener que compartir sus días y sus noches con quienes no valoraban la importancia de colocar el cuchillo y la cuchara a la derecha del comensal y que, además, ignoraban las razones por las que el tenedor debe estar a la izquierda. Solo en Dios y la vida eterna encontraba consuelo por tener que convivir con tanto bruto y diario agravio.

Las circunstancias de la vida la habían llevado a una residencia de mayores, hecho que nunca terminó de aceptar, rodeada de todos esos patanes que desdeñaba.

Por alguna razón, tal vez el parecido, yo era una de las pocas personas en la residencia a la que confiaba sus demonios, también sus congojas, pero ayer... cuando insistió en despotricar contra tantos compañeros comunes de infortunio, me encontró en horas bajas y no quise acompañarla.

-Te tengo -le dije- dos noticias, una mala y otra buena. La mala es que en el cielo, cuando te llegue la hora, vas a tener que seguir compartiendo mesa y pasillo con todos esos ordinarios colegas que desprecias.

-¿Y la buena? -quiso saber ella.

-La buena es que no hay cielo.

(Preso politikoak aske)

 

 

 

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sábado, 30 de enero de 2021

Un Buen Futbolista Vasco

En el periódico mexicano El Sol de Tijuana se ha dedicado un artículo elogioso al Athletic de Bilbao en general y a Iñaki Williams en particular por el reciente triunfo supercopero.

Lo que nos ha gusta es el ángulo elegido por el autor del texto, mismo que se perfila desde el título mismo, razón por la cual recomendamos su lectura.

Adelante:


Ebony & Ibory

Gerardo Fragoso Montiel

Entre todas las cosas terribles y desesperanzadoras que deja enero, siendo esta abrumadora mayoría, he aquí una buena: a mediados del mes, el Athlétic de Bilbao jugó la final de la Súpercopa de España contra el Barcelona. Dicho equipo se ha caracterizado por una regla: los únicos que pueden vestir su camiseta son vascos. Es un caso que emula, en grado superlativo, al del Guadalajara mexicano. En el Athlétic no se valen extranjeros, pero tampoco españoles que no hayan nacido en la región de Euskadi.

Sin embargo, el gol del triunfo ante los catalanes fue anotado por Iñaki Williams, que en el nombre lleva su sello identitario: es vasco y negro.

Williams es una síntesis de su tiempo y muestra de que las nacionalidades y el nacionalismo no pueden seguirse asiendo de estereotipos que, por lo demás, son excluyentes.

Sus padres, ghaneses, llegaron a España en los noventas. Iñaki, hoy de 26 años, nació en Bilbao. Con el tiempo, la familia se movió, por razones laborales, en distintas latitudes del País Vasco.

A los 12, Iñaki vio a su padre marcharse a Londres, para poder mantener a la familia. Pero Williams lo trajo de vuelta, con el dinero que ganó al firmar su primer contrato como futbolista profesional.

El 6 de diciembre de 2014, Iñaki debutó en la primera división española, siendo el primer futbolista negro en la historia del Athlétic.

Iñaki tiene otro hermano, Nicholas, de 18 años, que está en uno de los equipos formativos del mismo Athlétic. Es decir, pronto serán dos. Y luego más, porque los Williams han abierto una puerta que no se cerrará.

La xenofobia nunca se ha ido de Europa. No del todo. La nueva ola de migrantes, que llegan de África y los países árabes más pobres, buscando un mejor futuro, no está sino azuzándola. Son legítimas las preocupaciones de quienes perciben la mano de mafias dedicadas al tráfico de personas, meciendo esa ola. Son necesarias las voces que exigen aplicarles la ley a esos grupos criminales que, por otro lado, tienen el respaldo, cuando no el patronazgo, de importantes financistas, banqueros y bolseros que auspician un supuesto "progresismo", disfraz que esconde, en realidad, planes que, al final, terminarán beneficiando a los mismos de siempre.

Sin embargo, esas mafias se han convertido en el pretexto para que algunos, meramente racistas, arremetan contra el migrante de a pie, que es el menos culpable de esa pelea de élites, quedando en el medio y vulnerable. Muchos, como los Williams alguna vez, se hallan atrapados en esa marea, literal y figurativamente, con la única "culpa" de haber nacido en la pobreza, intolerable, violenta, lacerante e insufrible

Ante el racismo que, increíblemente, siempre halla formas de renovarse, de resurgir, y en estos tiempos vive su enésimo aire, a ratos soterradamente, en otros ensanchado y sin culpa, Iñaki Williams resulta estandarte bien plantado de una era hacia la cual debe avanzar la humanidad, donde ya no existan países ni sociedades "de blancos" y "de negros", sino un solo mundo donde la única condición para resaltar sea el trabajo y la capacidad, tal como lo está haciendo este buen futbolista vasco.


P.D.: Si algo nos pasa es que quieren callarnos.

 

 

 

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Entrevista a Xosé Estévez

Creemos que esta entrevista publicada por Noticias de Gipuzkoa les va a resultar de mucho interés sobre todo a quienes gustan de enterarse de todo aquello que se nos ocultó acerca de Euskal Herria y que Mark Kurlasky de alguna forma ayudó a denunciar con su perfectible libro titulado "La historia vasca del mundo".

Lean ustedes:


Xosé Estévez: "Los ilustrados vascos sentaron las bases de la innovación empresarial y tecnológica moderna"

Xosé Estévez analiza en su nueva libro, titulado 'La Ilustración en Euskal Herria' y editado por Nabarralde, la actividad y la presencia de esta corriente en el país

Harri Fernández / Ruben Plaza

Siendo el Estado francés colindante con Euskal Herria, sería fácil que los valores de la Ilustración traspasasen la muga.

–La ilustración penetró a través de tres vías: los libros, los estudios y las tertulias, aunque estas últimas fueron, más bien, una manera de difusión posterior.

¿La burguesía vasca enviaba a sus hijos a estudiar al Estado francés?

–Sí, por varias razones. Una de ellas era que era más fácil llegar a la Universidad de Toulouse que a la de Madrid. Además, los estudios en el Estado español estaban más atrasados que allí, donde además tenían contacto con ilustrados franceses. La tríada de los Caballeritos de Azkoitia –el conde de Peñaflorida, el marqués de Narros y Manuel Altuna fue a estudiar a Francia. Altuna, de hecho, fue íntimo amigo de Rousseau.

La citada burguesía incluía en su biblioteca obras francesas.

–Esta era una zona fronteriza y si bien es cierto que la Inquisición tenía una serie de comisarios que procuraban poner todos los obstáculos posibles para dificultar el tráfico de libros procedentes de Francia, la verdad es que se colaban gran cantidad de obras que penetraban por distintos métodos.

¿Qué funciones cumplían los cafés y las tertulias? En Donostia se encontraba la que se llamó La Casa del Café...

–De difusión. Las había más elitistas, pero también más populares. En Donostia, a la Casa del Café también se le llamaba el Café del Cubo porque se encontraba junto a uno de los cubos de la muralla. Las más elitistas se encontraban en Azkoitia, en Bilbao, en Gasteiz, en Lekeitio...

La de Donostia era popular.

–La Inquisición la vigilaba. Según un informe que redactó, el Café del Cubo estaba integrado por obreros, artesanos, pescadores, soldados y "gente de otra ralea", dice la documentación. El de Donostia fue un foco, no solo de difusión de las ideas ilustradas, sino de las más radicales filorevolucionarias. En Donostia también había una tertulia elitista, que estaba compuesta, entre otros, por el entonces presidente de la Diputación, Berrueta, que conspiró a favor de la Revolución cuando se produjo la Guerra de la Convención de 1793.

Propusieron una Gipuzkoa independiente.

–Quisieron declarar Gipuzkoa república independiente bajo protección francesa; una utopía, evidentemente; y que demostraba una clara falta de visión por parte de los impulsores, que no se daban cuenta de que los revolucionarios eran mucho más jacobinos y centralistas que los hispanos.

En Francia, a través de la Revolución, los valores ilustrados provocaron profundos cambios político-sociales, pero en el caso del País Vasco no provocaron grandes reformas.

–Cuando llega la Revolución Francesa en 1789, muchos ilustrados se amilanaron. En el Estado español eso se puede ver en el caso del conde de Floridablanca, y en el caso vasco se dio entre los ilustrados más conocidos y famosos. Los valores ilustrados no promovieron un cambio en la monarquía, de hecho, los Caballeritos de Azkoitia tenían muy buena relación con la corona. De hecho, solicitaron la legalización de la Real Sociedad Bascongada de Amigos del País y Carlos III se la concedió al poco tiempo. Mantenían una buena relación con la monarquía. A su vez, el hecho de ver los excesos de los revolucionarios franceses provocó una involución en la mayor parte de los ilustrados, salvo contadas excepciones.

Ha citado a la Real Sociedad Bascongada de Amigos del País, en Donostia hubo un intento para fundar una sociedad económica similar pero no prosperó...

–Prácticamente, ni llegó a funcionar. Por la documentación existente, creo que la Real Sociedad Bascongada de Amigos del País le puso todas las zancadillas posibles para evitar que se constituyese y le hiciese una especie de contrapeso a sus intereses ecónomico-sociales.

Pero la Real Sociedad Bascongada de Amigos del País sí que funcionó.

–¡Y funcionó bien! La creación de esta sociedad es interesante porque, aunque no logró todo lo que pretendía, sí que consiguió importantes conquistas, por ejemplo, en el sector agrícola. Es muy interesante los esfuerzos que hicieron de traer productos de otros países como Escocia. Por ejemplo, se intentó la introducción del nabo escocés, que no funcionó; entonces, la Sociedad introdujo el de Galicia y ese sí que lo hizo. Otro caso: la rotación de cultivos traída de Holanda favoreció la implantación de plantas forrajeras y el incremento de la ganadería. Asimismo, también ayudó en la mejora de las ferrerías y los molinos, del tráfico comercial... Fruto de la Ilustración también es la creación de la Real Compañía Guipuzcoana de Caracas y también del primer centro de formación profesional que hubo en el Estado español, que era el Real Seminario Patriótico Bascongado de Bergara. Funcionó hasta la Guerra de la Convención y lo hizo muy bien, no solo impartía formación profesional, sino que tenía un centro de investigación con profesores extranjeros. Fue allí donde los hermanos Elhuyar hicieron algunos de sus descubrimientos.

¿Los logros de la Ilustración en Euskal Herria han sido excesivamente mitificados?

–Por un lado sí, pero por otro hay que ponerlos en sus justos términos: hubo logros importantes, no hay que desmerecerlos. Los ilustrados vascos sentaron aquí las bases de lo que podría ser la innovación empresarial y tecnológica moderna. Para la introducción de una industrialización moderna tiene que haber una base mental e ideológica; esa es la que asentaron los ilustrados porque, además, le daban mucha importancia a la educación como motor de cambio de la sociedad.

¿Cómo casaron los valores de la Ilustración con una sociedad tan tradicional como la de Euskal Herria?

–La Ilustración se ha trascendido como si fuera una luz que lo inundó todo; fue un haz de luz y un mar de sombras. La Ilustración penetró, pero solo lo hizo en una elite. Esta, a su vez, se encontró con un entorno tradicional en la que la ideología la imponía otra elite, en este caso, muy religiosa y tradicionalista; la Ilustración también provocó una fractura social. Esa ruptura se puede ver en la Guerra de la Convención: la junta de la costa se proclamó a favor de los convencionales franceses, mientras que la junta que se ubicó en el interior, formada por los tradicionalistas, se posicionó a favor de la monarquía borbónica y en contra de la propia guerra. Eso perdurará durante la invasión francesa, es decir, la mal llamada Guerra de la Independencia –1808-1814– y, sobre todo, explotará durante las Guerras Carlistas. Los liberales podrían ser los herederos directos de los ilustrados y los carlistas serían herederos de ese espíritu tradicional.

¿La existencia del régimen foral no supuso un problema para la Ilustración?

–Los ilustrados, en general, supieron casarlos bien. Lo único que pretendieron fue una mejora económica. En el fondo, la elite ilustrada quería mejorar la productividad económica introduciendo mejoras en el sistema productivo. Por ejemplo, en el terreno agrícola, en el comercio, en la siderurgia... Pero, sobre todo, procuraron buscar, a nivel comercial, un mercado más amplio. Eso suponía que las aduanas tuviesen que ser trasladadas a la costa y que no permaneciesen en el interior. De hecho, hubo algún proyecto de intento de reformar el sistema aduanero. En lo demás, el régimen foral tradicional les venía bien.

¿Por qué?

–Porque seguía manteniendo sus privilegios económico-sociales como elite gobernante. Muchos de estos ilustrados ocupaban cargos políticos como el de alcalde, concejal o diputado general. Con las dos cuestiones citadas, podemos hablar de un fuerismo ilustrado. Más tarde, al llegar las carlistadas algunos de estos fueristas ilustrados se convirtieron en liberal-fueristas; es decir, aquellos que querían mantener los fueros pero cambiando el sistema aduanero que beneficiaba sus intereses.

No obstante, la Revolución Francesa acabó con el régimen foral en Iparralde.

–La Revolución entró en Iparralde a sangre y fuego con los fueros. De haber entrado de una forma más suave y moderada, quizá, muchos de los ilustrados no hubieran dado marcha a atrás. Entre los revolucionarios que entraron en Iparralde y que ocuparon Donostia había dos grupos. Por un lado, se encontraban convencionales radicales clásicos, representados por los comisarios Pinet y Cavaignac, que eran revolucionarios típicos, jacobinos puros. Por otro lado, se encontraba la postura que mantenía el general que comandaba dichas tropas, Moncey, que era partidario de mantener los fueros vascos reacomodándolos. Si hubiera triunfado esa opción, seguramente, la Revolución no hubiera supuesto una ruptura tan radical y un enfrentamiento tan brusco con la población vasca de Hegoalde. Es jugar con hipótesis, pero es muy posible que fuese así.

¿El perfil del ilustrado vasco se asemejaba al francés?

–El vasco era más tradicional; intentaron compaginar la tradición con la Ilustración, aunque hubo de todo. Había quien en sus bibliotecas tenía y había leído obras de Mably y Morel, que fueron un precedente del socialismo utópico.

¿Cuáles serían, entonces, los rasgos más característicos de la ilustración vasca?

–El pragmatismo y la existencia de cuatro corrientes: los preilustrados o novatores –encarnados por los hermanos Villarreal–, los ilustrados típicos –los ya citados Peñaflorida, Narros y Altuna–, los economistas –Ibáñez de Rentería– y los preliberales –Foronda y Manuel Aguirre–.

Dedica un capítulo a la Ilustración en Navarra.

–Es una novedad, hasta ahora no se había estudiado mucho. A través del estudio de la Ilustración en Navarra me percaté de que había dos grandes grupos. Por un lado, estarían los que podríamos llamar los desarraigados y otro, por llamarlo de alguna manera, los incardinados.

¿Qué representaban?

–Los desarraigados eran un numeroso grupo, fundamentalmente, originario del Baztán que llegaron a ocupar altos puestos en la Administración, en los negocios de la Corte y en América. El caso más conocido es el de Goyeneche, que llegó a fundar una nueva población en Madrid que sigue existiendo, el Nuevo Baztán. También se enmarca entre ellos Jerónimo de Ustáriz, que escribió el libro Práctica de Comercio y Marina, de gran éxito en el siglo XVIII y comienzos del XIX. Son personas que se desarraigaron del territorio nativo y se incardinaron en la Corte, aún manteniendo ciertos lazos. De hecho, llevaban a muchos parientes a la Corte y les proporcionaban trabajo. No sé si utilizarlo porque es un término más moderno, pero en los países colonizados ocurre que la elite nativa siente una gran admiración por la cultura del colonizador y, al final, se va desligando de sus raíces e incardinando a la metrópoli.

¿Y los incardinados quiénes eran?

–Se ubicaron, principalmente, en Tudela y fundaron la Real Sociedad de los Deseosos del Bien Público, similar a la Real Sociedad Bascongada de Amigos del País. Los protagonistas más conocidos son los tres marqueses de San Adrián –abuelo, padre y nieto, apellidados Madallón–. Estos, sobre todo el marqués original, estaban incardinados en el territorio, vivían en Tudela, y procuraron hacer reformas que afectasen a la agricultura y al comercio de la Ribera. El segundo y tercer marqués, finalmente, siguiendo los cantos de sirena, acabaron en la Corte de Madrid e, incluso, el nieto se hizo un famoso afrancesado y terminó marchándose a Francia con el rey José I. Es muy conocido porque Francisco de Goya le hizo un retrato.





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Egaña | ¿Quién Controla a la Ertzaintza?

Con la agudeza que le caracteriza, nuestro amigo Iñaki Egaña utiliza su espacio en Facebook para lanzar una muy incisiva pregunta a la luz de los vergonzosos acontecimientos de la semana pasada, mismos que involucraron al cuerpo represivo español con nomenclatura en euskera.

Lean:


¿Quién controla a la Ertzaintza?

Iñaki Egaña

Con la puesta en marcha del Estatuto de la Moncloa (el llamado de Gernika rebajado), el esfuerzo del PNV por instaurar una policía autonómica fue prioritario. Sus impulsos fueron dirigidos a controlar la cúpula de la nueva Ertzaintza y colar entre los agentes al mayor número de afiliados. Roke Retolaza dirigió un núcleo duro, junto a su guardia pretoriana, los “hombres de Berrozi” y con una vocación que fue más allá de la mera actividad policial. Participó, como reveló Xabier Zumalde en sus memorias, en la guerra sucia y en otras tareas ilegales. Joseba Goikoetxea fue condenado por espiar a Carlos Garaikotxea cuando la escisión de EA, y luego indultado post morten.

Cuarenta años más tarde, aquellos pioneros jeltzales se han jubilado, han fallecido o dejaron el cuerpo policial para dedicarse a la seguridad privada. Cuando Rodolfo Ares fue nombrado consejero de Interior en 2009 abordó una profunda renovación en la cúpula policial para reducir la ya decadente influencia jeltzale.

La trayectoria de la Policía Autónoma ha estado repleta de pulsos permanentes. La penetración de militares españoles fue acatada por el PNV en sus eternos equilibrios con el poder central. José Luis de Pablo Loizaga, comandante del Ejército español y cabecilla de la Policía Armada en los años en que el franquismo pugnaba por la continuidad, llegó a superintendente de la Erztaintza. Su hijo, Juan José de Pablo Busto, ha sido el único agente autonómico condenado por la muerte de Iñigo Cabacas.

La pugna por la homologación de la Ertzaintza, llevó a los dirigentes jeltzales a modelar a su policía con los criterios vecinos. Entre los dos modelos universales de Policía, los popularmente conocidos como “cartero” (cercanía, prevención, en línea de los antiguos serenos) y “bombero”, la elección correspondió al segundo patrón: llegar, apagar el fuego y marcharse, sin reparar en los daños colaterales y sin buscar la empatía de los afectados. El pago por la homologación (entrar en el club policial europeo, compartir con el CNI y la Guardia Civil sus redes de información, desplazar agentes a Iparralde…) fue implacable. Torturas, malos tratos, apaleamientos, emboscadas armadas, muertes en comisaría. En ese camino, el perfil de los nuevos agentes incorporados en las siguientes promociones se alteró radicalmente.

Una deriva que ha tenido decenas de expresiones internas y externas. El centro de crisis instalado en la comisaría de Deustu, compartido en los momentos álgidos por civiles políticos y agentes de mando, ha ido escorándose hacia la gestión exclusivamente policial. La OCI (Oficina Central de Inteligencia) implementada con decenas de nuevos agentes que abandonaron la sección contra ETA al anunciar su desaparición, se ha convertido en el núcleo de la cebolla, en la capa central de un poder fáctico dentro de otro. Con disposición a convertirse en el CNI vasco, sus objetivos son adquirir capacidades propias y evitar esa fuga de información permanente hacia empresas de seguridad e inteligencia subcontratadas cuyos directivos pertenecen al PNV. Es decir, que el PNV tenga menos información o de menor calidad que la cúpula de la Policía Autonómica. El PNV contratacó con la creación de un sindicato a su medida, con ex militantes de ELA disgustados con su línea sindical y más ajustados a la disciplina jeltzale.

Las desavenencias ya fueron evidentes en la legislatura anterior. El “coup de force” de la comisaría de Deustu con relación al juicio de Iñigo Cabacas trascendió al exterior, al igual que el enfado monumental de los dos sindicatos mayoritarios de la Ertzaintza con respecto al informe de las torturas del IVAC, avalado por el Gobierno vasco, que negaron rotundamente la mayor, a pesar de las 300 denuncias. Roberto Seijo, secretario de ERNE, dejó su impronta en los medios y se enfrentó al Ejecutivo.

A ello hay que añadir la creación de Aserfavite (Asociación de Ertzainas y Familiares de Víctimas del Terrorismo) en 2010 y la irregular “Mila Esker” que organizó hace unos días un homenaje a un agente herido en un acto de kale borroka hace 26 años. Ambas asociaciones se han conformado como grupos de presión, tal y como relató un delegado de “Mila Esker” que, en el acto no admitido por el Gobierno vasco, señaló que “hubiera sido un honor que nos expedientaran por homenajear a un compañero”. Una provocación.

La deriva policial con relación a la disciplina jeltzale tuvo en el nombramiento de Josu Erkoreka como consejero de Interior un punto de inflexión. La apuesta jeltzale sorprendió y tiene todos los visos de ser un fracaso. Erkoreka, buen comunicador y con otros valores políticos, no tiene el perfil necesario para ponerse el buzo y bajar a los sótanos de la Ertzaintza a poner orden.

El informe que aportó la Ertzaintza a las diligencias abiertas sobre el descubrimiento de un bidón imputado a Ander Zelaia y Galder Barbado, juzgados por la Audiencia Nacional, contiene perlas impropias de una investigación imparcial. Pide números reservados para sus agentes, “debido a la amenaza que ha sufrido el colectivo de la Ertzaintza históricamente, como los acaecidos en Alsasua, por parte de ETA y el mundo radical en el País Vasco”. Increíble, pero cierto. La Ertzaintza no tiene competencias en Altsasu y a los dos autores del informe les ha fallado el inconsciente. Y sus jefes lo han permitido.

La gestión e investigación de la muerte del agente Iñigo Etxarri cuando su coche cayó al Urumea, ha puesto en pie de guerra a los 500 ertzainas que oficialmente componen la dotación donostiarra. La falta de transparencia en la investigación, y las explicaciones inverosímiles dadas desde la Consejería, contrastan con las causas del suceso, vox populi en la capital guipuzcoana. Un nuevo “coup de force” entre la dirección policial y la política, cuyas consecuencias la están pagado diariamente los vecinos de Alde Zaharra, víctimas de ese cruce de posiciones para definir quién tiene efectivamente la vara de mando.

 

 

 

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viernes, 29 de enero de 2021

'Amnistía, Fem-nos Lliures'

Madrid se continúa entrometiendo groseramente en los asuntos de los catalanes.

Desde Público traemos a ustedes lo más reciente en el camino a la desconexión catalana:

Los presos del 'procés' salen de la cárcel pidiendo la amnistía el primer día de campaña del 14F

Los siete presos han mostrando una pancarta a favor de la amnistía, después de que la Generalitat les concediera de nuevo este jueves el tercer grado que el Supremo revocó a los líderes independentistas.

Los siete presos del procés que cumplen condena en la cárcel barcelonesa de Lledoners han salido de prisión este viernes mostrando una pancarta a favor de la amnistía, después de que la Generalitat les concediera este jueves el tercer grado, coincidiendo con el inicio de la campaña electoral del 14F.

Hacia las 10.35 horas han salido de Lledoners el exvicepresidente de la Generalitat Oriol Junqueras, los exconsellers Jordi Turull, Joaquim Forn, Raül Romeva y Josep Rull, el exlíder de la ANC Jordi Sánchez y el de Òmnium Jordi Cuixart, que a partir de ahora únicamente tendrán que acudir a prisión a dormir de lunes a jueves.

Los siete presos han mostrado a los numerosos periodistas que les esperaban a las puertas de la cárcel una pancarta en que se podía leer "Amnistía. Hagámonos libres".

La Generalitat concedió este jueves de nuevo el tercer grado que el Supremo revocó a los líderes independentistas presos –con la excepción de Carme Forcadell, todavía pendiente de resolución–, por lo que desde este viernes pueden salir a diario y participar así en la campaña electoral del 14F.

El tercer grado es efectivo desde este viernes, aunque la Fiscalía tendrá oportunidad de recurrirlo y solicitar que el juzgado lo suspenda hasta que resuelva el Supremo, que es el que tiene la última palabra en las clasificaciones penitenciarias como tribunal sentenciador.

Antes que los presos de Lledoners, la exconsellera Dolors Bassa, condenada por el procés, ha salido a las 8.45 horas de este viernes de la prisión de Puig de les Basses, en Figueres (Girona), haciendo un llamamiento a la movilización para "volver a ganar" el 14F.

En el caso de la expresidenta del Parlament Carme Forcadell, que también cuenta con la propuesta de la cárcel barcelonesa de Wad Ras favorable al tercer grado, la Secretaría de Medidas Penales no ha resuelto aún su clasificación.

Forcadell está confinada en su celda debido a un brote de coronavirus en el centro penitenciario y su cuarentena no termina hasta la próxima semana.




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jueves, 28 de enero de 2021

Cronopiando | No Sé...

Nosotros no sabemos.

Aquí no hay espacio ni lugar ni para chivatos ni para delatores.

Para que quede claro nuestro posicionamiento, aquí el Cronopiando dedicado a ello:


No sé…

Koldo Campos Sagaseta | Cronopiando

Yo tenía nueve años y en el orfanato en el que crecía y me educaba, dirigido por curas salesianos en el barrio de Los Capuchinos, en Málaga, por ser uno de los más pequeños, disfrutaba el privilegio de vender los domingos, durante la función de cine, entre el resto de los internos y para beneficio del centro, unas tortas de harina.

Una vez ocurrió que, al hacer el habitual arqueo, había una torta de menos. La torta se la había comido mi hermano mayor y no la había pagado.

En prefectura y a solas frente al padre, yo me encomendé a todos los santos en la esperanza de que el dispendio pasara inadvertido, pero no iba a ser posible. El padre quería saber qué había pasado con la torta desaparecida. Parado en medio del despacho, yo guardaba silencio alegando no saber nada. El padre insistía en que me sincerase y le contara lo ocurrido. Una y otra vez sumaba y restaba tortas y pesetas, tratando de que yo entendiera sus muy atinados cálculos.

-No sé- respondía yo, con los ojos perdidos en el suelo.

Me amenazó entonces, ya un tanto alterado, con mantenerme de pie, sin cenar ni salir de su despacho, hasta que le dijera la verdad y, para demostrármelo, se ausentó durante casi dos horas. Cuando regresó me encontró en la misma posición.

-No sé- volví a repetir yo.

Si persistía en mi silencio nunca más volvería a vender tortas, ni a salir de paseo las mañanas de los domingos, ni a disfrutar del recreo de las tardes, ni iba a tener merienda durante un mes.

-No sé-.

Cambió entonces de estrategia y en un tono paternal, mientras me acariciaba la cabeza, comenzó a hablarme de la importancia de ser siempre sincero, de lo mucho que Dios valora la verdad, de cómo la virtud de un ser humano la determina su capacidad para encarar sus actos, de la importancia de ser responsable. Me habló del infierno en que se abrasa el mentiroso, de lo orgulloso que se sentiría mi padre, de estar con vida, si yo decía la verdad...

Y entonces, rompí a llorar y delaté a mi hermano.

De la primera bofetada del padre prefecto fui a parar a los pies de su surtida biblioteca donde desahogó su ira. Me consta que uno de los voluminosos volúmenes de su biblioteca después de desencuadernarse contra mi cabeza ya no volvió a ser el mismo.

Nunca lo olvidé. Por ello cuando escucho a los padres de la patria en funciones ponderar las virtudes de la sinceridad, ellos que tanto mienten; elogiar la tolerancia y el respeto, ellos que tanto atropellan; significar la importancia del diálogo, ellos que nunca escuchan; demandar sacrificios, ellos que a nada renuncian; o solicitar la necesaria comprensión, ellos que nunca entienden...yo sólo recuerdo a aquel padre prefecto y su inolvidable lección, y me repito..."No sé".

(Preso  politikoak aske)

 

 

 

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miércoles, 27 de enero de 2021

Entrevista a J.C. Ciáurriz

La fotografía como vehículo para la preservación del espacio compartido.

Dicho lo anterior, les compartimos esta entrevista publicada por El Correo:


«La idea es rescatar del olvido los lugares que encuentro en mis viajes»

J.C. Ciáurriz Goñi | Fotógrafo profesional | El fotógrafo navarro expone hasta el próximo domingo una galería de sus obras, tituladas 'Alrededor de Euskal Herria', en Lobiano

Ainhoa Lasuen

Al oírle hablar sobre su obra se percibe no solo su amor por la fotografía, sino el encanto que pretende reflejar, y que realmente consigue, en unas instantáneas que contienen, cada una, su propia historia, su propia belleza y hechizo. El fotógrafo profesional José Carlos Ciáurriz Goñi presenta, hasta el domingo, en Lobiano, su obra titulada 'Alrededor de Euskal Herria'.

La exposición encierra historia, belleza, monumentos impactantes, nostalgia, recuerdos... Ciáurriz aclara que «cerca de nosotros hay lugares preciosos que no salen en los medios o en las guías turísticas y nadie o casi nadie conoce». En esta muestra se puede descubrir alguno de ellos. «Espero despertar la curiosidad de los visitantes y rescatar del olvido lo que nunca se debería perder».

De hecho, la exposición cuenta con un resumen explicativo muy breve de los lugares representados en las fotografías «para que luego las personas que las vean y tengan curiosidad busquen más información sobre estos lugares», explica Ciáurriz.

La muestra de fotografías, inéditas hasta el momento, se puede visitar de 18.00 a 20.00 horas, hasta el día 31 de enero.

- Sus fotografías huyen de las imágenes que habitualmente tenemos de La Rioja, Navarra, Soria, Álava ('Alrededor de Euskal Herria').

- Mi vocación como fotógrafo me lleva continuamente a buscar imágenes inéditas por los lugares más insospechados. Al mismo tiempo siento que tengo la obligación de dar a conocer obras de arte que la mayoría de las veces desaparecerán sin haber sido conocidas. Lugares cargados de historia y recuerdos que deben ser sacados a la luz. Los tenemos muy cerquita. Merece la pena visitarlos.

- Su exposición podría ser una guía de lugares alternativos con encanto, para visitar.

- Esa es la idea. Rescatar del olvido estos lugares que yo me voy encontrando en mis viajes.

- ¿Para en muchos lugares?

- O los veo de lejos y vuelvo otro día de noche para sacar su encanto, porque casi todas las fotografías están sacadas de noche.

- ¿Incluso la del castillo de Clavijo? ¡Parece que le da el sol!

- Pues lo que le da es la luna. Voy de noche a sacar las fotografías porque muchas de ellas piden ese encanto y si sacara las fotos de día, no sería lo mismo.

- Entonces, seguro que habrá tenido algún problema que otro.

- Hasta me he caído a un pozo.

- ¿Merece la pena?

- Mi vocación es la fotografía. A mí me compensa. Continuamente viajo y mi pasión es la fotografía 'de noche' y 'urbes'. Aprovechando eso conozco sitios y los doy a conocer. Me gusta hacer esa labor. Sacar curiosidades, divulgarlas, ver cómo vivían nuestros antepasados. Yo paso por una carretera y si veo a lo lejos algo que me puede interesar, voy. Hay sitios que investigo yo. Mi hija me dice que parece que tengo un radar. En algunos casos son sitios que quedan lejos, que hay que ir andando y con el material cuesta, pero merece la pena. A veces, vuelvo tiempo después a ver si ha cambiado.

- ¿Cuál es la instantánea que más le ha costado?

- Valdevigas. Está despoblado. La maleza hace prácticamente imposible entrar en el pueblo. Merece la pena intentarlo porque nos hacemos una idea de la dificultad que tuvieron sus antiguos habitantes para subsistir. ¡En algunos sitios no entiendes cómo y de qué podían vivir sus habitantes! En hora y media estamos en cualquiera de estos lugares.

- ¿Tiene algún otro proyecto en camino?

- Durante el confinamiento estoy sacando una fotografía diaria, desde que en Navarra nos confinaron el 27 de noviembre. Llueva o nieve la meta es sacar una foto. Sirve para reivindicar que los fotógrafos no podemos trabajar ahora. Lo tenemos muy difícil. Llevo 80 fotografías. No sé si haré un libro o una exposición... Ya se verá.

 

 

 

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martes, 26 de enero de 2021

Atherbea y la Precariedad Habitacional

Enfoquemos la mira en lo social con la intención de mostrar a Euskal Herria en todas sus facetas.

Para ello, les recomendamos la lectura de este artículo de Naiz:


Viviendas modulares para ofrecer un hábitat provisional a personas que viven en la calle

La asociación Atherbea pilota un proyecto innovador, consistente en habilitar una veintena de viviendas móviles, destinadas a acoger a personas sin hogar durante el tiempo que precisen para, disponiendo de un acompañamiento integral, poder recuperar la autonomía vital y dejar atrás la calle.

Maite Ubiria

La asociación Atherbea, apoyada por la agencia Habitat Sud Atlantique, ha lanzado un proyecto de instalación de una veintena de viviendas modulares destinadas a acoger a personas que viven en la calle.

La propuesta precisa del apoyo de la Mancomunidad Vasca o de municipios, ya que son necesarios terrenos en los que colocar esas mobil-home, que ofrecerán un albergue de transición a estas personas.

Con un presupuesto estimado en unos 200.000 euros, la asociación Atherbea, referente principal en el ámbito de las políticas contra la exclusión en Ipar Euskal Herria, es la impulsora principal de este nuevo proyecto que combina la oferta de techo con el acompañamiento social a más largo plazo.

El proyecto, que no fija plazo de estancia, se diferenciaría así claramente de los acogimientos de urgencia.

A diferencia de los albergues, que proponen una cama pero no permiten utilizar ese servicio más allá de dos o tres días al mes, el nuevo sistema quiere ofrecer una vivienda modular que, sin ser ni mucho menos una «estación de destino», sirva para hacer la transición desde la calle hacia una situación de vida más estable, en la que la que la persona pueda cubrir sus necesidades básicas.

Con la vista puesta en los más jóvenes

La iniciativa se dirige a un público amplio, y diverso, como es el que soporta la precariedad habitacional, máxime en tiempos de pandemia, pero se propone dar una respuesta especial a jóvenes de 15 a 25 años de edad que no cuenten con un domicilio fijo.

Aunque no es una página en blanco, el proyecto está en gran medida por construir, ya que su propia materalización dependerá de la voluntad de los municipios, encargados de ofrecer los terrenos en los que poder instalar esas viviendas modulares.

La vista está puesta, como es, lógico en la zona más poblada, el BAB (Biarritz-Angelu-Baiona), pero sin descartar que municipios como Uztaritze o Hazparne puedan implicarse en la iniciativa.

Las decisiones deberán llegar más pronto que tarde, ya que la validación del proyecto, al que dado su apoyo otros organismos que promueven alternativas al déficit habitacional como Soliha Pays Basque o la entidad de protección a menores SEAPB, debe realizarse para el mes de abril.

Se trata de un proyecto experimental que, en principio durará tres años. Su característica principal es que no se ponen condiciones, ni tampoco plazo de estancia a los futuros usuarios, que contarán con servicios de apoyo para conseguir los objetivos de formación y empleo que les permitan salir de su situación.

Precariedad habitacional en aumento

La precariedad habitacional aumenta constantemente en un territorio en el que los precios de la vivienda aumentan constantemente. Con los datos de 2019 en la mano, 2096 personas no disponían ese año de un techo en Ipar Euskal Herria. De ellas 200 eran jóvenes con edades comprendidas entre 15 y 25 años.

De cada cuatro solicitudes una fue rechazada por falta de plazas, recuerda Atherbea, que atribuye, en gran medida, el agravamiento de la situación a la fuerte presión inmobiliaria que soporta la zona del BAB. Es la que concentra la oferta de empleo pero en la que las personas con menos recursos cada vez encuentran más dificultades para encontrar dónde alojarse a precios abordables.

Los equipos de trabajadores y voluntarios sociales recensaron el año pasado a 190 personas que vivían en las calles. Se trata de datos limitados al BAB, por lo que son bastante parciales.

La mayoría de esas personas, más del 60% viven en la calle, aunque otras buscan refugio en viviendas deshabitadas o locales en abandono. Como en el caso de la persona sin hogar fallecida recientemente en Hendaia, algunas tienen un vehículo como único refugio.




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‘Askatasun Haizea’

Naiz ha publicado la reseña que Ramón Sola ha llevado a cabo del estudio de Euskal Memoria titulado 'Askatun haizea' en el cual se dan a conocer cifras y datos duros acerca de la cantidad de vascos que se han visto privados de la libertad por motivos varios convirtiéndose así en represaliados políticos de un régimen vetusto en el que los principios democráticos brillan por su ausencia.

Adelante con la lectura:


Más de 9.000 presos con nombre y cara en 62 años de conflicto político

El reto de poner nombre y rostro a los encarcelados por motivos políticos en estas décadas ha acabado en estudio exhaustivo. ‘Askatasun haizea’ constata que tras Franco se ha encarcelado el doble que en las dos décadas anteriores o que en Ataun de cada 1.000 vecinos 23 han estado presos.

Ramón Sola

La fundación Euskal Memoria ha dedicado su monográfico de 2020 a analizar la prisión política en Euskal Herria. Inicialmente se planteaba como recopilatorio de quienes la han sufrido o aún sufren desde 1958 hasta la actualidad: nombres y apellidos, lugar de nacimiento, fecha de encarcelamiento, fotografías... En la primera edición ya publicada se identifica a 9.023, lo que de entrada es una noticia de alcance. Pero, además, cruzando datos de ese listado han salido conclusiones relevantes, un estudio en toda regla.

Joxerra Bustillo, Eugenio Etxebeste Antton e Iñaki Egaña ponen firma a lo que en realidad es fruto de una tupida red de voluntarios contrastando datos y de horas y horas buceando en hemerotecas y archivos. ¿Qué buscaban? «A todas las personas que en estas seis décadas han sido ingresadas en instituciones de reclusión más allá de la detención, ya sean cárceles, cuarteles u otros centros, porque incluso hubo conventos», indican a GARA. Personas entre las que hay muchos miembros de ETA y otras organizaciones armadas pero también «socialistas, comunistas, republicanos, anarquistas, cristianos, sindicalistas, carlistas, insumisos...».

La conclusión principal de todo esto es evidente: la prisión política como práctica no solo masiva sino además sostenida en el tiempo. Las curvas por décadas o quinquenios reflejan algunos picos pero en general una continuidad hasta esta pasada década: así, los 1.218 encarcelamientos certificados en 1966-70 no son muchos más que los 1.031 entre 1991-95, aunque los régimenes se presenten como muy distintos. También puede sorprender que apenas el 38% de los casos procedan del periodo franquista, entre 1958 y 1976; casi dos tercios, por lo tanto, se han producido durante o tras la «Transición».

Etxebeste apunta que las épocas más intensas de encarcelamientos políticos (también se apreciaba en el estudio anterior sobre la tortura) han sido «el franquismo y el Gobierno de Felipe González. Son dos épocas de gran conflictividad política, lo que demuestra que la prisión está unida totalmente al conflicto político».

Con las cifras certificadas se ha podido, por ejemplo, calcular qué porcentaje de cada población ha sufrido estos encarcelamientos. Y es ahí donde se refleja la dimensión de esta práctica, con exponentes como Ataun (23 por mil habitantes) u Ondarroa (21). Solo en 7 de los 88 municipios de Gipuzkoa y en 13 de los 112 de Bizkaia no se ha hallado algún caso en estas décadas.

Iñaki Egaña matiza que no cabe concluir que la disidencia vasca encarcelada sea principalmente rural, puesto que las capitales también presentan cifras importantes. Gasteiz acumula el 71,5% de los casos de Araba, sin ir más lejos.

Menor obviamente es el alcance represivo en Ipar Euskal Herria, con 7 encarcelados en Zuberoa, 29 en Nafarroa Beherea y 235 en Lapurdi frente a los 3.241 de Gipuzkoa o los 3.154 de Bizkaia.

Insumisos, bretones, mujeres...

Más de 9.000 son muchísimos, pero ¿podrían ser todavía bastantes más? No lo saben a ciencia cierta, pero sí indican que nada más publicarse el trabajo ya han recibido llamadas para detallar más casos, «aunque sea de alguien que estuvo un mes preso por no pagar una multa», refiere Egaña.

Bustillo confirma que, como ocurre con la tortura, entre quienes han sido presos políticos hay cierta tendencia a minimizar la situación propia: «¿Cómo me voy a comparar yo con los de la ‘doctrina Parot’?, indica como ejemplo de esta sensación. Así que la investigación en absoluto puede darse por cerrada, remarca Egaña, sobre todo en lo que respecta a los ya lejanos 60 y 70. Si resulta cierta la referencia de 40.000 detenciones políticas hechas en su día por Jon Mirena Landa, quizás no estén tan lejos de la realidad, teniendo en cuenta que son numerosas las personas que han padecido dos o tres encarcelamientos en diferentes épocas... o hasta media docena.

Una de las aportaciones de las que Egaña se siente más orgulloso es haber logrado completar el listado de insumisos encarcelados: 610, muchos de ellos navarros, lo que supone además más de la mitad de los castigos de cárcel impuestos por esto del Estado español. Un indicador claro del impacto que tuvo esta lucha en Euskal Herria, dice el historiador donostiarra.

Buscando otros detalles novedosos llegamos a las personas no nacidas en este país y que han acabado encarceladas por el conflicto político de Euskal Herria. No son pocas: 427. De ellas, 262 proceden de otros puntos del Estado español, 42 del francés, 35 de los Països Catalans, 34 de Bretaña, 31 de Galicia, 7 de Chile, 4 de Alemania...

El porcentaje de mujeres encarceladas es igualmente muy relevante en comparación con el entorno. Egaña explica que en los estados español y francés no pasan del 5% las represaliadas políticas, pero en Euskal Herria alcanzan el 14,2%. Y con otra salvedad relevante; aunque se pudiera pensar que su implicación ha ido creciendo con las décadas, el porcentaje es muy similar en todo el periodo analizado, lo que certifica que en la fase franquista ya eran muy activas comparativamente.

Pros y contras

¿Elaborar este libro ha supuesto hurgar en muchas heridas? Egaña pinta la cara y Etxebeste la cruz de la moneda. El primero destaca que todas las organizaciones a las que se ha pedido colaboración para encontrar referencias en sus archivos o publicaciones han dado una «espléndida acogida» y facilitado el trabajo. Eugenio Etxebeste alerta sin embargo de que también han apreciado acciones colectivas o individuales de borrar rastros incluso en internet, por lo que cree que hay que darse prisa en registrar todo esto antes de que el tiempo y la desmemoria activa lo borren. En cualquier caso, dejan claro que se ha respetado la voluntad de quien expresó que no quería ser incluido en el libro.

El título, ‘Viento de libertad-Askatasun haizea’, remite a un preso que acabó fusilado, Jon Paredes Manot Txiki. Como es habitual, la edición ha sido entregada solo a los babesles de la Fundación Euskal Memoria a cambio de su aportación económica (recuerdan que se pueden inscribir nuevos socios en cualquier momento, bien en la web o por correo o teléfono).

En la edición digital se irán actualizando los datos que aparezcan; de los 9.000 nombres y apellidos han llegado ya a recopilar más de 5.000 fotos. Todo engrosa el potente centro de documentación de la fundación tras doce años.

Etxebeste considera que este trabajo concreto tendría un valor indudable en universidades o institutos, para divulgar una realidad con poco o ningún parangón en Europa, «salvo que nos vayamos a la Segunda Guerra Mundial», apostilla Egaña.

108 pueblos «en rojo» y solo 142 sin casos

Tomando la iconografía usada para el covid-19, Euskal Memoria ha conformado esta clasificación por localidades y habitantes encarcelados por motivación política:

SEMÁFORO ROJO: 108 municipios en que se han hallado más de 500 encarcelados por 100.000 habitantes. En total, 2.460 para una población total de casi 330.000. De estos pueblos, 45 son de Nafarroa Garaia (Leitza, Agoitz, Etxarri Aranatz...), 42 de Gipuzkoa (Ataun, Eibar, Arrasate, Errenteria, Hernani, Oiartzun, Tolosa...) y también están Legutio, Zornotza, Gernika, Lekeitio, Ondarroa...

NARANJA: Entre 300 y 499 presos por 100.000. Engloba a 68 municipios rozando el millón de habitantes total, entre los que se pueden citar Laudio, Agurain, Aramaio, Iurreta, Bermeo, Berango, Elgoibar, Bergara, Pasaia, Tolosa, Zarautz, Bera, Basaburua, Altsasu... y tres capitales: Bilbo, Donostia e Iruñea.

AMARILLO: Entre 60 y 200 por 100.000. Aquí figuran Barañain, Burlata, Lodosa, Tafalla,Tutera, Irun, Legazpi, Orio, Astigarraga, Durango, Barakaldo, Basauri, Galdakao, Getxo, Portugalete, Santurtzi, Amurrio, Araia, Oion o Gasteiz. Totalizan 140 localidades y 1,24 millones de habitantes.

VERDE: Por debajo de esa cota están 23 pueblos con 42 encarcelados entre todos: Zizur Nagusia, Noain, Eguesibar, Irura, Zalla, Etxebarri...

AZUL: En 183 municipios no consta caso alguno. Son muchos pero en realidad muy pequeños; suman solo  130.906 habitantes.

 

 

 

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Apoyo a 'Irati Gurasoekin'

Desde Naiz traemos a ustedes este artículo acerca de un hito trascendental para la infancia vasca víctima del apartheid español.

Lean:


La mayoría de Bilbo, PSE incluido, pide el traslado de Irati y sus padres a Euskal Herria

Cuatro de los cinco grupos representados en el Ayuntamiento de Bilbo han suscrito una declaración en la que solicitan a Instituciones Penitenciarias el traslado del padre y la madre de la niña Irati Etxeberria Zapirain, que están presos, a cárceles vascas.

Todos los grupos municipales del Consistorio bilbaino, a excepción del PP, han acordado una declaración en la que expresan su «preocupación» por la situación en la que se encuentra la hija de los presos Beatriz Etxebarria e Iñigo Zapirain. La pequeña Irati cumplirá tres años el 8 de marzo de 2021 y, de acuerdo con la legislación vigente, tendrá que separarse de sus progenitores saliendo de la cárcel madrileña de Aranjuez y pasando a vivir en Bilbo con otros familiares.

En los últimos meses se vienen sucediendo las movilizaciones reivindicando la creación de un módulo mixto en la cárcel alavesa de Zaballa, al que sean trasladada la familia Etxeberria Zapirain. En la declaración consensuada por PNV, PSE, EH Bildu y Elkarrekin Podemos se reclama textualmente que la pequeña Irati pueda estar con su madre «sin ser separada de su entorno familiar».

Los cuatro grupos municipales solicitan a Instituciones Penitenciarias a que, en base a la Convención de Derechos de las Niñas y Niños de 1989, «se adopten las medidas que mejor velen por los derechos de la menor y que le permitan por tanto mantener un contacto con sus progenitores y su entorno familiar, posibilitando su traslado a centros penitenciarios del País Vasco».

Este acuerdo ha sido remitido a la Secretaría General de Instituciones Penitenciarias y al Juzgado de Vigilancia Penitenciaria de la Audiencia Nacional española.

La declaración partió de la iniciativa de EH Bildu, cuya portavoz, Jone Goirizelaia, ha manifestado que «contribuye a dar pasos en aras a terminar con esta situación excepcional, que vulnera los derechos fundamentales de las menores, y avanzar en el camino de la convivencia».




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lunes, 25 de enero de 2021

El 'Vacunagate'

Gara ha publicado este artículo de opinión en el que se colocan dentro del contexto de la pandemia del SARS CoV-2 y su recrudecimiento postdecembrino tanto a nivel global como a nivel local las diferentes piezas que se han movido a últimas fechas en el ajedrez vasco, específicamente el de la CAV.

Lean:


Cortina rasgada

Jonathan Martínez | Investigador en Comunicación

En la película, un científico estadounidense interpretado por Paul Newman vuela a la RDA en plena Guerra Fría y reclama asilo político al gobierno socialista de Walter Ulbricht. No tardamos en descubrir que en realidad, nuestro intrépido ingeniero aeroespacial es un agente doble que anda en busca de alguna fórmula secreta sobre la tecnología antimisiles soviética. Es 1965 y aún resuena la crisis de los misiles cubanos, la amenaza de una guerra nuclear y el jugoso mito del teléfono rojo que conecta Washington con Moscú. Dicen que Alfred Hitchcock no terminó demasiado bien con Newman, pero ahí nos queda el largometraje “Cortina rasgada” como testimonio del cine de propaganda de una época tan apocalíptica como la que ahora nos ha tocado en suerte. Para el espectador occidental, «rasgar la cortina» (de hierro) significaba quebrar el telón de acero, infiltrarse en el territorio hostil del Pacto de Varsovia.

Hay cortinas de toda clase y tamaño, biombos de toda forma y color. Hay cortinas opacas que repelen la luz como un impermeable repele la lluvia y hay cortinas traslúcidas que sugieren pero no muestran. Hay paneles de inspiración japonesa impresos con dibujos de capricho. Hay cortinas venecianas que dibujan sombras carcelarias. Hay estores con aspecto de tapiz persa. Hay visillos de la casa de la abuela sujetos por alguna de esas cuerdas imposibles que se enredan en las manos. Hay cortinas de ducha que se separan de sus anillas en el éxtasis del crimen (eso lo sabe bien Hitchcock). Y hay también cortinas de humo, esos mantos políticos y mediáticos que camuflan las noticias incómodas bajo otras noticias más convenientes o inofensivas. En tiempos de crisis y corrupción, nada mejor que una humareda densa para desviar la rabia. Panem et circenses.

Andan saliendo como champiñones toda clase de alcaldes, consejeros y enchufados varios que se han colado a codazos en la cola de la vacuna. En casa tenemos las dimisiones de Eduardo Maiz, director del hospital de Basurto, y José Luis Sabas, director del hospital de Santa Marina. Algunos sanitarios denuncian que son varios los directivos que han sacado tajada de su posición para chutarse antes que las personas vulnerables. Tanto Maiz como Sabas fueron concejales del PNV en el Ayuntamiento de Bilbao y han hecho carrera en el disputado gremio de los puestos de confianza. Escribo todo esto sin el menor asomo de sorpresa. Que la anomalía se haya convertido en norma debería hacernos zapatear de indignación, pero en el oasis vasco se ha extendido un grueso manto de pereza resignada. Tenemos una poderosa tradición combativa, pero también tenemos, no nos engañemos, una masa de ciudadanos sumidos en el letargo.

El caso es que la consejera Sagardui salió por peteneras cuando le preguntaron por el «vacunagate». Si el escándalo de las OPE de Osakidetza salió barato tirando a gratis, el lío de las inyecciones no parece que vaya a alargar la factura, ni siquiera cuando empieza a conocerse que las dosis han ido rulando al buen tuntún entre dirigentes que no tienen ningún contacto con enfermos. Habrá que elaborar alguna habilidosa maniobra de despiste. Una bomba de humo. Y en nuestro país, las cortinas de humo suelen levantarse con gases lacrimógenos y con pelotazos impunes. Esta semana hemos sabido que la vida de Cabacas no vale más que una condena irrisoria. Y esta semana hemos sabido también que la Ertzaintza no dispara foam al aire sino contra las personas. No para disuadirlas sino para reventarles los huesos.

En el vídeo se escucha a un mando uniformado en la Parte Vieja de Donostia. «Vamos a tirar a dar, ¿vale?». En el hospital, vemos a un joven con la quijada rota. No es la primera vez que la policía autonómica zumba contra la cabeza. En 2019, la Brigada Móvil fracturó la mandíbula a una joven que protestaba frente a la extrema derecha. Aitor Esteban la llamó «ultra» y el Departamento de Interior cursó una multa de mordaza en su contra. Para que no haya dudas, el viceconsejero de Interior ya ha explicado que el protocolo habitual consiste en apuntar contra las personas. En los foros policiales, las personas se llaman «ciervos». Mirad si será eficaz la tangana que por un momento me he olvidado de la gestión de la pandemia. Parece que funciona la cortina de humo.

Esta semana, la Corte Europea de Derechos Humanos ha condenado a España por no investigar las denuncias de tortura presentadas por Iñigo González. Como ya viene siendo tradición, Marlaska está en el ajo en su papel de eterno juez instructor que mira hacia otro lado. Algunos medios han despachado la noticia con un breve apresurado y otros medios se han desprendido de los zapatos para pasar de puntillas sobre el asunto. Mientras tanto, las cadenas de radio y televisión dedican largas horas de tertulias e informativos a dilucidar qué clase de tormento debe aplicarse sobre Pablo Iglesias por haber declarado que Puigdemont es un exiliado. El humo de algunas cortinas es impenetrable.

También esta semana hemos confirmado que la Ertzaintza que tira a dar es la misma Ertzaintza que acude a la Audiencia Nacional con atestados delirantes contra jóvenes independentistas vascos. En las declaraciones de Galder Barbado y Aitor Zelaia hemos conocido un informe policial donde se adjuntan como pruebas acusatorias un mapa de Euskal Herria o un mensaje de apoyo a los familiares de Alfredo Remírez que sufrieron un accidente de tráfico durante una visita a Daroca. No hace falta buscar abusos de poder en los sótanos de la Guardia Civil de Tres Cantos, nos sobramos con esa represión autóctona que pasa desapercibida porque te la clava con disimulo entre aurreskus y txapelas.

En el hojaldre fugaz de los periódicos, las noticias que más duelen terminan sepultadas bajo un jaleo de titulares estridentes y opiniones mercenarias. Se vende barata la tela de las cortinas de humo. Y sale muy caro rasgarlas.

 

 

 

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domingo, 24 de enero de 2021

'Yo Sé Quién Soy'

La asociación Naizen en favor de los derechos de la infancia trans ha presentado un video con la canción oficial del colectivo.

Aquí lo tienen por cortesía de Deia:

Naizen: La transexualidad infantil ya tiene su canción

La asociación Naizen presenta en un acto el videoclip de la canción compuesta por Kai Etxaniz con objeto de visibilizar la realidad de la transexualidad infantil

Ane Araluzea

Desde que todo el mundo la ve tal y como es Ekhi siente "alivio", pero también más seguridad y alegría. Esta niña gasteiztarra de 11 años ha sido una de las que ha participado en el videoclip de la canción compuesta por Kai Etxaniz para Naizen, la Asociación de Familias de Menores Transexuales de Nafarroa y Euskadi. "Junto a ti soy invencible; y si me dejas ser, caeré de pie", proclama esta banda sonora, llamada Naizen, yo sé quién soy, que hace referencia a la importancia del apoyo de las familias. Ekhi sabe lo que es sentir ese soporte: "Mis padres empezaron a sospechar algo cuando yo tenía 3 años, pero esperaron a que lo dijera yo. Se lo dije con 7 años", explicó Ekhi, quien relató que sus padres siempre le dejaron vestirse como quería, sin disuadirle de que llevara vestidos o se maquillara. Desde que hizo la transición, asegura que es más feliz.

Varias familias de las cerca de 200 que conforman Naizen se congregaron el domingo en el acto de presentación del videoclip, que también se emitió por streaming, en la Sala BBK. "Es un paso más en la tarea de decir al mundo que nuestros hijos e hijas existen", aseguró Bea Sever, portavoz de Naizen, a la que describió como "un equipo". Según explicó, tras la creación de la asociación enseguida se pusieron a pensar en distintas formas para compartir sus vivencias. Así nació la canción que ayer presentaron. "El objetivo de este proyecto es reflejar la realidad que vivimos en nuestros hogares, mostrar que nuestras hijas e hijos lo único que necesitan es que les veamos, que les queramos como son y que cuando lo hacemos, florecen", explicó.

La aventura de Naizen comenzó hace seis años, con las ocho familias que componían Chrysallis Euskal Herria, "cuando la realidad de la transexualidad infantil era no solo invisible, sino impensable". Con el trabajo de esas familias, y de las que se han seguido uniendo, se ha conseguido que su realidad sea "visible, pensable y vivible". Con todo, Bea Sever incidió en que aún queda mucho por trabajar, ya que "sigue habiendo un profundo desconocimiento por parte de los profesionales de todos los ámbitos que complican los tránsitos". También mencionó el obstáculo que suponen las "familias que se niegan a escuchar" o las "voces que llegan de la izquierda y de la derecha negando la realidad".

El colorido vídeo presentado el domingo, en el que participaron varios niños y niñas de Naizen, es un canto a la diversidad. "La canción pellizca el corazón", consideró Kai Etxaniz, músico que ha compuesto la melodía "con el fin de que el mundo sea un lugar más habitable para todos". Josune Arakistain, del grupo Huntza, es otra de las que está detrás del proyecto. El bertsolari Ekaitz Goikoetxea, que en su día propuso el nombre por el que se conoce la asociación, también ha colaborado con las letras en euskera. Fue él quien recordó a Ekai Lersundi, un adolescente transexual que se quitó la vida mientras esperaba la terapia hormonal que los protocolos demoraron. Su caso marcó un antes y un después. "Nos dejó hace dos años pero pasó a ocupar un lugar especial entre nosotros. Dije que daría continuidad a la lucha que comenzó y hoy sé que estaría orgulloso de lo que vamos a mostrar. Esto también es tuyo", afirmó Goikoetxea.

Apoyo Institucional

Numerosos representantes institucionales estuvieron presentes durante el acto. "En Naizen siempre habéis sido valientes, habéis sabido asumir riesgos en el trabajo para lograr la visibilización de la transexualidad infantil", señaló Beatriz Artolazabal, consejera de Igualdad, Justicia y Política Social, quien recordó aquella campaña tan esclarecedora en la que se interrogaba "¿Sabes que hay niñas con pene y niños con vulva?". Según la consejera, dicha iniciativa fue muy importante para trasladar "un mensaje muy divulgativo: hay niños y niñas que tienen claro lo que son". Por ello, aseguró que desde el Gobierno vasco se comprometen a la puesta en marcha de aquello que le pidieron a la sociedad: "Respeto, aceptación y cariño". En ese sentido, avanzó que tienen previsto seguir apoyándoles en el anteproyecto de presupuestos de 2021.

También destacó el valor de Naizen como ejemplo de lucha y colaboración Nora Sarasola, directora de la Obra Social BBK. "Este martes se cumplen dos años del acto de presentación de Naizen que tuvo lugar en Donostia. Sirvió para abrir los ojos de tantas y tantas personas que eran ajenas a esta realidad. Permitió a muchas familias encontrar respuestas y seguir caminando a quienes habían dado un paso adelante además de sumarse a quienes habían acabado de llegar", expuso Sarasola, quien consideró que han "encontrado la manera de ayudar a muchas familias, para que sean vistas tal y como son. Siempre desde el respeto y la igualdad".



Aquí el video alojado en YouTube:

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Kai Etxaniz - Naizen / Yo sé quién soy (feat. Josune Arakistain)



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Entrevista a Nahuel Gómez

Lakua no ha dudado en mostrar su rostro más represivo escudado en la impunidad que le otorga un estado español que ve con muy buenos ojos que los jeltzales les hagan el trabajo sucio. La misma semana que la Ertzaintza ha cargado con todo en contra de manifestantes en Donostia el Tribunal Supremo le hacia saber a los padres de Iñigo Cabacas que en el caso de su hijo asesinado por ese mismo cuerpo policíaco ellos simplemente no iban a encontrar justicia dentro del ámbito territorial del reino español.

En ese contexto compartimos con ustedes esta entrevista a una de las víctimas del terrorismo de estado jeltzale, misma que ha sido publicada por Naiz:


«Estas pelotas hacen daño ¡y nos las están lanzando a civiles desarmados!»

Nahuel Gómez Rodríguez es el joven al que un pelotazo de la Ertzaintza rompió la mandíbula este miércoles. Ya en casa, ha explicado a NAIZ en detalle como ocurrió, cuando iba a casa por el Boulevard, fuera de los incidentes. Denunciará la agresión, aunque sin demasiadas expectativas.

Ramón Sola

No es fácil asimilar lo que le ocurrió hace apenas 60 horas, pero una vez en casa Nahuel Gómez cuenta a NAIZ con serenidad y en detalle el motivo por el que ahora convalece con la mandíbula rota. Más que rabia, se notan las ganas de dar a difundir este caso inaceptable y sin embargo normalizado en la versión oficial del «tirar a dar» y «entra dentro del procedimiento».

Se trata de un joven de 24 años nacido en Mendoza (Argentina) pero que vive en Euskal Herria desde que tenía tres y habla euskara con fluidez. La entrevista original está en el audio adjunto.

¿Cómo se encuentra? ¿La mandíbula está rota?

Salí ayer del hospital [por el viernes]. Me operaron el mismo día, el cuerpo ha tolerado bien los medicamentos y los médicos me han dicho que todo está bien y que estaba preparado para volver a casa. Tengo la mandíbula rota, sí. Creo que en la operación me pusieron dos placas metálicas.

¿Fue por un pelotazo?

Sí, sí. Estaban cargando. Yo me dí la vuelta, no sé si por desgracia o por suerte, he comentado esto con amigos y conocidos. Seguramente fue por suerte. Si me hubiera pegado en el cuello por detrás, no sé cómo hubiera acabado, igual me hubiese quedado ahí. Me dio en el lado izquierdo.

¿A cuántos metros estaban los ertzainas, pudo verlo?

Todo pasó muy rápido. Yo iba caminando por el Boulevard, a coger el autobús 13 para ir a casa, vivo en Ategorrieta. Al otro lado ví a un conocido con su perro, me junté con él y dijimos ‘no es plan estar aquí con el perro, vamos andando hacia casa’. Empezamos a andar juntos hacia el María Cristina.

No notaba dolor pero sí un pitido fuerte en el oído izquierdo, y pensaba que igual se me habría caído algún diente. Mi amigo fue quien más se alarmó y me dijo ‘vamos a la Casa de Socorro’. Estaba sangrando mucho, mucho. Yo estaba empeñando en ir a casa, pero al final le hice caso. Y no, no era cosa de un diente.

¿Fue consciente en el momento de que se trataba de un pelotazo?

No, no, yo estaba en shock. Fuimos a la Casa de Socorro de la calle Bengoetxea primero, y de ahí al hospital. Llamaron a un taxi y luego a una ambulancia. En cuanto lo vieron por encima, los médicos dijeron ‘uy, uy, uy’. Yo notaba todos los dientes de la izquierda muy pegados, se me había desplazado todo. Piensan que no me quedaran secuelas, que dentro de un mes, poco a poco, podré hablar normal y comer normal. De momento tengo que beber solo líquidos fríos con una pajita.

¿Ha podido escuchar el audio en que un ertzaina anima a ‘tirar a dar’?

Sí, claro que sí. En el hospital me han pasado artículos, ese audio de ‘tirar a dar, ¿vale?’... ¿Qué siento? En el momento una gran rabia, también impotencia. Y más aún leyendo esos artículos... ¿Cómo era? Cabacas. Y esa chica de Bilbo, Anne. A decir verdad, yo no estoy en ese mundo de la política, no me empapo mucho, vivo mi vida, trabajo... Pero después de conocer todas estas historias y ver cómo quedan libres sin cargos, he sentido una gran rabia. Voy a poner una denuncia aunque no tengo ninguna esperanza realmente. Pero lo denunciaré, eso seguro.

¿Y ha conocido las declaraciones del viceconsejero indicando que esto entra dentro de los protocolos, al parecer porque entienden que estas pelotas no hacen daño?

Sí, he leído algo así, que las pelotas de foam no son como las de goma. Bueno, creo que ha quedado claro que hacen daño y que son peligrosas. Joder, ¡y nos las están lanzando a civiles que estamos desarmados!

¿Ha tenido algún contacto luego con algún responsable oficial? ¿Le han dicho algo, alguna explicación?

Antes de darme el alta en el hospital vinieron tres personas. No eran ertzainas. Con sus preguntas parecía que estaban buscando si mentía en algo. No, yo cuento la verdad y luego ya tendrán sus grabaciones y demás. Me dijeron que para poner la denuncia era mejor el lunes, no el fin de semana, y que estará allí alguno de ellos tres. Me pareció una actuación profesional y con buena voluntad, igual sirve para algo.

 

 

 

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