A los españoles les gusta eso de celebrar genocidios.
Es que eso de sentirse superiores, figuras centrales de la historia europea, aunque tal imagen haya sido forjada en el derramamiento de sangre que significó el genocidio de millones de seres humanos y la completa destrucción de docenas de civilizaciones americanas, simplemente es un rasgo que no pueden dejar atrás.
Solo veamos lo empecinados que está hasta la fecha por hacer desaparecer el uso del euskera y del catalán.
Pues bien, resulta que en los Estados Unidos, como en otros países de América, ha tomado vigor una campaña para reivindicar a los pueblos originarios y redimensionar a personajes históricos como Cristobal Colón, Hernán Cortés o Francisco Pizarro. A los primeros ya no se les ve como simples salvajes y a los segundos, ya no se les percibe como valientes exploradores y descubridores de nuevas tierras.
El resultado se ha traducido en la remoción de las estatuas que quedaron diseminadas aquí o allá tras el periodo colonial o en muchos casos que fueron erigidas por gobiernos posteriores con una clara tendencia eurocentrista.
Así fue como en la ciudad californiana de Los Ángeles se procedió al retiro de la estatua de Cristobal Colón, hito que ha enfurecido a más de un españolito y a ciertos españolazos.
Tal es el caso de Arturo Pérez-Reverte, quien indignadísimo, ha hecho saber su acostumbrada postura cavernaria tras el hecho.
Aquí les traemos lo que ha publicado La Razón:
La ciudad de Los Ángeles retiró ayer una estatua de Cristóbal Colón como un acto de "justicia restauradora"R. C.Las autoridades de la ciudad estadounidense de Los Ángeles completaron ayer la retirada de una estatua del explorador Cristóbal Colón, levantada hace 45 años en el Grand Park del centro de la urbe norteamericana, como parte de una moción aprobada el año pasado que ya ha sustituido el antiguo "Día del Descubrimiento"por "el Día de los Pueblos Indígenas"."La estatua de Cristóbal Colón reescribe un capítulo manchado de la historia que carga de falso romanticismo la expansión de los imperios europeos y las explotaciones de los recursos naturales y de los seres humanos", según la ex secretaria de Comercio de EEUU y actual miembro de la junta de Gobierno de la ciudad, Hilda Solís, autora de la moción. "Así, la eliminación de la estatua de Colón en Grand Park es un acto de justicia restauradora que honra y abraza el espíritu resistente de los habitantes originales de nuestro condado. Con su remoción, comenzamos un nuevo capítulo de nuestra historia en el que aprendemos de errores pasados para que ya no estemos condenados a repetirlos", aseguró. Para el concejal de la ciudad Mitch O'Farrell, la eliminación de la estatua es un "paso natural en los avances para eliminar la falsa narrativa de que Colón descubrió América". "Además, el mismo Colón fue responsable de genocidios y sus actos contribuyeron al mayor genocidio jamás registrado. Su imagen no se tiene que celebrar en ninguna parte", ha añadido O'Farrell, miembro de la Nación Wyandot de indios americanos.Ha sido una decisión polémica, y las reacciones no se han hecho esperar. El escritor Arturo Pérez-Reverte ha vuelto a desatar la polémica en redes sociales con su reacción a la retirada de la estatua. El también miembro de la Real Academia Española (RAE) cargó en Twitter contra la decisión del Ayuntamiento de la ciudad, recordando a O'Farrell que los anglosajones «apenas dejaron en Norteamérica indio vivo ni familia criolla».
Más adelante, criticaba la actitud de los gobernantes y políticos españoles por no hacerse respetar, «ni dentro ni fuera» y su falta de agallas para luchar contra este tipo de acontecimientos. «Otra cosa es que España, cuyos gobernantes y políticos acomplejados son incapaces de hacerse respetar ni dentro ni fuera, se haya convertido, o nos hayan convertido ellos con su incompetencia, cobardía y vileza, en el payaso del mundo y en el pito del sereno», lamentaba en un tuit.
Por último, se armó de «furia española» para asegurar que «los gringos nunca podrán con nosotros». «Nos revolveremos en un palmo de terreno y pasamos al contraataque. Furia española. Aquí, el príncipe Gitano, reventándoles un clásico. Dándoles donde mas les duele. Con dos cojones», ironizaba.
Acciones aisladas y pasajerasPor su parte, el Gobierno confía en que las recientes manifestaciones contra el legado español en Estados Unidos, donde se han retirado algunas estatuas del descubridor Cristóbal Colón, sean "algo aislado y pasajero"y garantiza que va a seguir esforzándose para difundir que la historia de ese país no puede entenderse sin la aportación de España.Así lo asegura el Ejecutivo en la respuesta que ha remitido al portavoz de Ciudadanos en la Comisión de Asuntos Exteriores del Congreso, Fernando Maura, quien lleva ya varios meses alertando del crecimiento de la "leyenda negra"sobre España en Estados Unidos y pidiendo al Ejecutivo que tome cartas en el asunto.Con su última iniciativa sobre el tema, registrada en octubre, Maura pretendía recabar la opinión del Gobierno sobre episodios como la retirada de estatuas --el pasado fin de semana se retiró una de Colón del centro de Los Ángeles-- la tendencia a renombrar y revisar la celebración del 12 de octubre o el cuestionamiento de figuras como Fray Junípero Serra, el franciscano que fundó numerosas misiones en la actual California.Que no tenga fines políticosEl departamento que dirige Josep Borrell, le ha contestado ahora que confía en que las manifestaciones de rechazo hacia el legado español en algunas partes de Estados Unidos, "sean algo aislado y pasajero"y que "no sirvan para fines políticos".En todo caso, añade Exteriores, España ha dedicado, y seguirá dedicando, un "gran esfuerzo"para difundir y dar "un mayor y más correcto conocimiento"del "valioso"legado histórico en Estados Unidos, "cuya historia no sería comprensible sin la aportación de España".Además, el Gobierno remarcaba que los cónsules generales en San Francisco y Los Ángeles "han sido y van a seguir siendo igualmente activos"en la defensa del legado español "ante las autoridades estatales, locales, medios de comunicación y universidades de California y de los otros Estados del oeste y suroeste a donde se extienden sus demarcaciones consulares".Pero Maura considera que la gestión de los cónsules "no ha sido suficiente para parar esta ola de aversión al legado de España en Estados Unidos, sobre todo tras conocerse que el pasado fin de semana se desmontó la estatua de Colón que se podía ver en Los Ángeles, como consecuencia de una campaña liderada por el concejal Mitch O'Farrell.Tras la campaña de un concejalSegún recalca el diputado de Ciudadanos, el citado concejal subrayó que la retirada de la escultura era un acto de "justicia restauradora"porque el genovés fue "responsable de atrocidades y sus actos contribuyeron al mayor genocidio jamás registrado".Por todo ello, Maura ha vuelto a pedir cuentas al Gobierno a través de otra batería de preguntas para saber si tenía conocimiento el de la campaña para retirar la estatua de Cristóbal Colón en Los Angeles, qué medidas concretas ha tomado para intentar evitarla, si sabe de campañas similares en otras ciudades de Estados Unidos y qué piensa hacer para que no se retiren más efigies.
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