Un blog desde la diáspora y para la diáspora

miércoles, 31 de marzo de 2021

El Triple Bombardeo a Durango

Insistimos, la memoria histórica del pueblo vasco impedirá que los muchos crímenes cometidos por el españolismo queden en el olvido.

Hoy se conmemora un años más del criminal bombardeo fascista a la villa de Durango y desde Naiz traemos a ustedes esta información:


Un vídeo recuerda el triple bombardeo sufrido por Durango: muerte, mentira y negación

Hace exactamente 84 años, el 31 de marzo de 1937, Durango sufrió un triple bombardeo por parte del fascismo: la muerte, con más de 300 víctimas; la mentira, al negar los franquistas lo que habían hecho, y el de la negación. Un vídeo recuerda los tres grandes impactos que dejó ese brutal ataque.

En el 84 aniversario de aquel terrible ataque contra población civil, un vídeo recuerda el triple bombardeo sufrido por Durango en 1937: la muerte, la mentira y la negación. Así se pone de manifiesto en ese trabajo audiovisual en euskara con subtítulos en castellano de cerca de seis minutos, en el que ponen voz a lo sucedido representantes de diferentes colectivos de la Comisión Martxoak 31 y cargos públicos de la localidad.

A lo largo del mismo, se recuerda la serie de bombardeos al que fue sometida la villa a lo largo del 31 de marzo de 1937 por parte de la aviación fascista italiana y alemana al servicio de Franco y que se cobró más de 300 vidas. Ese fue el ataque de muerte, al que siguieron otros dos de distinto signo, aunque también dañinos.

El segundo fue el de la mentira, ya que los responsables de la matanza y la destrucción no asumieron su autoría y culparon a las fuerzas republicanas de lo ocurrido. Una versión de los hechos que el régimen franquista hizo todo lo posible por perpetuar en el tiempo.

Y el tercer bombardeo fue el de la negación, que cayera un manto de silencio sobre lo ocurrido, que se pasara página bajo la excusa de olvidar el pasado y pensar solo en el futuro.

En el vídeo se recuerda que los dos primeros bombardeos «se perdieron», pero «no dejemos pasar el tercero», el de la negación. Y por eso, se anima a recordar para no olvidar.

Jornada de recuerdo

Ese es el objetivo tanto del vídeo como de un programa con diversos actos que se está celebrando en Durango desde el pasado 23 de marzo y que tiene como jornada central el día de hoy, 31 de marzo, la jornada de conmemoración del bombardeo.

Los actos han comenzado a las 8.30 horas rememorando el toque de alarma del primer ataque aéreo realizado en el campanario de Santa María. A las 10.00 se ha encendido un fuego en recuerdo de las víctimas en el pórtico de Santa María, una llama que se mantendrá viva hasta las 19.00 horas.

Entre las 12.00 y las 19.00 horas se proyectarán varios vídeos en el pórtico de Santa María. Uno de ellos es el de ‘Testimonios de los/as testigos’, con entrevistas realizadas por Durango 1936 Kultur Elkartea. Otro consiste en la ‘Declaración a favor de los derechos humanos’, del alumnado de Durango, y finalmente el vídeo ya comentado.

A las 17.45 horas se realizará el toque de alarma del segundo ataque aéreo, al que seguirá a las 19.30 horas un acto en recuerdo de las víctimas del bombardeo, con una ofrenda floral a cargo de Josefi Izacelaya y cantos con Mikel Nuñez e Irati Bilbao Gandarias, a cargo de Gerediaga Elkartea y Kriskitin Dantza Taldea. Tiene aforo limitado y es necesaria la inscripción previa.

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Retorno Naranja a la Itzulia

Buenas noticias desde el frente ciclista vasco.

Aquí lo que reporta Noticias de Gipuzkoa con respecto al retorno del equipo anaranjado a la competición ciclista vasca por excelencia.

Lean:


El Euskaltel-Euskadi amanece para la Itzulia

El equipo naranja formará con Mikel Bizkarra, Gotzon Martín, Mikel Iturria, Mikel Aristi, Luis Ángel Mate, Txomin Juaristi y Unai Cuadrado para medirse a las luminarias del pelotón del 5 al 10 de abril

César Ortuzar

Las nubes se apartan. El sol de primavera gana enteros en el parqué bursátil de la sede de Euskaltel, donde se despereza el día a media mañana con la presentación del Euskaltel-Euskadi que competirá en la Itzulia entre el 5 y el 10 de abril. Después de afilarse durante el invierno, se descongela el equipo naranja, que florecerá en la carrera vasca ocho años después de su última participación.

Ajenos al ruido mediático provocado por la compra de Euskaltel por parte de MásMóvil, otro operador de telecomunicaciones, la escuadra vasca se concentra en la carretera, donde los estímulos son muchos. No existe mayor reclamo para el equipo vasco. En el Euskaltel-Euskadi gusta decir que la "Itzulia es nuestro Tour".

Este es el nivel de compromiso y de ambición de una muchachada que tratará de dejar huella y recordar los tiempos felices desde que la carrera se active en Bilbao con la contrarreloj que finalizará en la chimenea del Parque Etxebarria. Después, el itinerario les coserá durante seis días de competición para acceder a Arrate, el altar del ciclismo vasco. Para ese viaje por la columna vertebral de las arterias de la carrera vasca, Jorge Azanza, director del Euskaltel-Euskadi, ha elegido al siguiente siete: Mikel Bizkarra, Gotzon Martín, Mikel Iturria, Txomin Juaristi, Mikel Aristi, Luis Ángel Maté y Unai Cuadrado. La escuadra vasca dispondrá a su mejor equipo para una prueba con un nivel altísimo. "Será como el Tour. El nivel de esta carrera es máximo", ha subrayado Azanza.

No se reservará nada porque la Itzulia es una de las cimas del curso. "Es la semana más importante para nosotros", ha enfatizado el director del Euskaltel. Después del notable papel desarrollado en la Volta, la Itzulia se antoja como un punto de referencia para el equipo naranja. "Intentaremos dar batalla y tener presencia en carrera", ha reflejado el director. A ese objetivo también han aludido Bizkarra y Martín, los dos ciclistas presentes en el acto. "Buscaremos las fugas e intentaremos hacerlo lo mejor posible".

A Bizkarra le atrae la etapa de cierre, un festín de ascensiones con final en Arrate. "Es un etapón. Si quieres hacer algo ahí hay que intentarlo de lejos. No puedes esperar al final con el nivel de corredores que hay". A Gotzon Martín, natural de Orozko, le gusta la jornada que finalizará en la ermita de Santa Lucía, en Laudio. "Solo conocía la subida cuando iba andando al monte. Después la he subido varias veces en bici y es muy dura. Ese día lo tengo marcado para tratar de estar en la fuga". Todo por la Itzulia.

De ese reencuentro con la carrera vasca queda la pena de no poder correr en familia debido a la pandemia. La afición y la marea naranja deberán esperar a que amaine la amenaza del coronavirus para abrazar con entusiasmo al equipo. "Hemos esperado a la Itzulia dos años. Es un sueño estar en la carrera, pero, de momento, hay que vivirlo de forma diferente. Eso sí, notamos el sentimiento de la gente con el equipo. Este proyecto tiene sentido por eso", ha indicado Jesús Ezkurdia, el mánager general del Euskaltel-Euskadi.

 

 

 

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Casi Mil Solicitudes de Víctimas

Madrid podrá agitar las aguas todo lo que quiera con la clara intención de enfangarlas, pero, al final, la verdad siempre saldrá a relucir en lo que respecta a los miles de casos de crímenes de lesa humanidad cometidos contra del pueblo vasco en nombre de la Sacrosanta Unidad de la España Una Bajo Dios.

Aquí lo que nos informa Naiz con respecto a esas víctimas:


La demanda de las víctimas de violencia estatal toma impulso: casi mil solicitudes

El proceso para ser reconocido como víctima de tortura u otros medios de violencia estatal empieza a tomar impulso. Lakua ha indicado que hay casi un millar de solicitudes correspondientes al periodo 1978-99, para el que existe plazo hasta diciembre. Aún no hay ninguna resolución.

Ramón Sola

Tras los reiterados llamamientos de Egiari Zor para que se recorra la vía de reconocimiento y reparación de «abusos policiales» abierta por el Gobierno de Lakua, parece que el proceso empieza a cobrar fuerza. Hace un año se habían registrado unas 200 solicitudes correspondientes al periodo 1978-99 pero en la actualidad la cifra sube ya casi a un millar, según ha indicado la consejera de Políticas Sociales, Beatriz Artolazabal, ante una interpelación del parlamentario del PP Carmelo Barrio.

El plazo para presentar la solicitud concluye en diciembre, por lo que hay meses todavía para materializarla. Hay que detallar el caso concreto en un formulario y posteriormente participar en el proceso de valoración a cargo de una comisión formada por expertos.

En concreto, Artolazabal ha dicho que han concurrido a este proceso ya 917 personas, si bien la Comisión de Valoración no ha recabado por el momento más que 45 testimonios y no ha empezado a dictar resoluciones al respecto.

La ley de reconocimiento de víctimas policiales entre 1978 y 1999, que da continuidad a la que permitió reconocer a apenas 187 víctimas de este tipo entre 1960 y 1978, fue aprobada en el Parlamento de Gasteiz con los votos del PNV y el PSE y la abstención de EH Bildu y Podemos, que la consideraron insuficiente.

En el debate, el negacionismo policial se hizo notar con amenazas desde la tribuna por parte de representantes de Jusapol y Jucil, que se enfrentaron al parlamentario de EH Bildu Julen Arzuaga.

La cifra de víctimas en ese periodo 1978-99 es alta sobre todo si se tiene en cuenta a las personas torturadas (casi el 75% de los 4.113 casos inicialmente censados por el equipo de Paco Etxeberria fueron después de la muerte de Franco). Pero Egiari Zor y otros agentes reconocen la dificultad que está suponiendo lograr que muchas de estas víctimas concurran al proceso de Lakua, en algunos casos por desconocimiento, en otros por desconfianza, o por minusvalorar la violencia sufrida...

 

 

 

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martes, 30 de marzo de 2021

Parot les Escuece

El PP y sus satélites como la AVT insisten en querer hacer regresar las ruedas del tiempo hacia una época en la que podían machacar libremente al pueblo vasco en general y a los militantes del independentismo en particular sin que esto causara el menor resquemor entre los propios españoles o en su caso, en la comunidad internacional.

Para su mala fortuna, las condiciones materiales cambiaron y con ello se concretó el final de la organización antifascista y anticapitalista armada más longeva de Europa. El DDR de ETA culminó hace ya tres años, tomando lugar en Kanbo el capítulo final de un proceso que se llevó a cabo con muchas dificultades y obstáculos a lo largo de diez  años.

Fruto de ese cambio de escenario, a últimas fechas se ha presentado la repatriación de algunos presos políticos vascos y el desplazamiento a centros penitenciarios más cercanos a Euskal Herria para otros.

Se podrá imaginar el internauta que nos visita cuan molestos pueden estar hoy por el acercamiento del icónico preso vasco Unai Parot, quienes en el pasado extraían réditos del conflicto -no solo político electorales, sino también económico- en su etapa de ese entonces.

Pues bien, de eso nos habla este artículo de Noticias de Navarra que les compartimos al coste:


Casado arremete contra Sánchez tras la decisión de Interior de acercar a Parot

El líder del Partido Popular apunta en Twitter que, pese a que el preso de ETA no ha pedido perdón, es el “pago a Bildu por su apoyo”

Javier Núñez

El acercamiento del histórico preso de ETA Unai Parot ha sido la justificación para que el líder del PP, Pablo Casado, vuelva a cargar contra el presidente del Gobierno español y secretario general del PSOE, Pedro Sánchez, a quien acusa de pagar el apoyo de EH Bildu en el Congreso con el traslado de los presos de la banda a cárceles de Euskal Herria o próximas, aunque los reclusos no hayan pedido perdón.

El pasado viernes, Instituciones Penitenciarias, organismo dependiente del Ministerio del Interior, anunció que Parot, actualmente en la cárcel de Cádiz, será trasladado al centro penitenciario de León. Además de él, el departamento dirigido por Fernando Grande-Marlaska tomó la decisión de mover a otros cinco presos: de Cádiz a Pamplona al exdirigente de la banda José María Dorrosoro; a Idoia Mendizabal y Jon González, que son pareja y tienen un hijo de 3 años se les trasladará también a Pamplona, en este caso procedentes de Valencia; Lorenzo Aiestaran dejará la cárcel de Alicante para seguir cumpliendo condena en Soria, prisión a la que también será trasladado Óscar Zelarain procedente de Castellón.

A través de su cuenta de Twitter, Casado reprobaba el acercamiento a la CAV de Parot, encarcelado hasta ahora en la prisión más alejada de Euskal Herria, a 1.000 kilómetros, y señalaba, en referencia al preso de ETA, que es "asesino de 39 inocentes entre ellos niños y el padre de mi compañero, Jaime Mateu". "Ni condenan a ETA ni piden perdón, pero Sánchez sigue pagando su apoyo a Bildu", denunciaba Casado. El martes en su intervención ante la Junta Directiva del PP, Casado defendió que los populares sigan denunciando el terrorismo, pues a su juicio "la derrota definitiva de ETA será cuando no haya ninguna contraprestación a aquellos que no condenan la violencia".

Figura clave Unai Parot ingresó en ETA de la mano de Txomin Iturbe Abasolo en 1978. Bajo la dirección del entonces máximo responsable de la organización, lideró un comando "itinerante" denominado Argala. Este comando estaba formado por ciudadanos de Iparralde, lo que les permitía moverse con libertad, sin levantar sospechas, por todo el Estado.

Según las sentencias judiciales, este comando perpetró veintidós atentados en los que murieron 38 personas y resultaron heridas más de doscientas, sobre todo militares y guardias civiles. Entre estos atentados destacan el cometido contra la casa cuartel de Zaragoza el 11 de diciembre de 1987 que causó 11 muertos (entre ellos cinco niñas) o el realizado el 29 de enero de 1984 en Madrid en el que resultó muerto Guillermo Quintana Lacaci. El teniente general era el capitán general de Madrid cuando la intentona golpista del 23 de febrero de 1981. Entonces ordenó mantener acuartelada la División Acorazada Brunete.

Unai Parot fue detenido el 2 de abril de 1990 en Sevilla, conduciendo un coche cargado de explosivos con el que pretendía atentar contra la Jefatura de Policía de la capital andaluza, tras intentar sobrepasar un control rutinario de la Guardia Civil con cuyos agentes sostuvo un tiroteo hiriendo a dos de ellos. Le fueron imputados 82 asesinatos, que le supusieron 26 sentencias condenatorias con las que sumó cientos de años de prisión.

En 2006 el preso de ETA dio nombre a la llamada doctrina Parot, con la que el Tribunal Supremo dio respuesta a un recurso presentado por este recluso. Según el Supremo, la reducción de penas por beneficios penitenciarios se aplicaba respecto a la pena total y no respecto al máximo legal permitido de permanencia en prisión que, según el entonces vigente Código Penal, era de 30 años.

En 2013, el Tribunal Europeo de Derechos Humanos dio la razón a Inés del Río que recurrió la aplicación de la doctrina Parot. Aquella sentencia europea fue la puntilla para el sistema judicial español y decenas de presos de ETA fueron excarcelados al haber cumplido con creces su condena.

Protesta de la AVT

En este contexto, el pasado viernes, cuando se anunció el último acercamiento de presos, la Asociación Víctimas del Terrorismo (AVT) denunció a través de un comunicado que con la decisión de Interior de acercar a Parot eran ya 25 los presos de ETA que cambian centro penitenciario sin contar con la propuesta favorable de las juntas de tratamiento de cada prisión.

En el comunicado, la AVT aseguraba que el propio ministro del Interior, Grande-Marlaska, "en numerosas ocasiones ha justificado los acercamientos en que se realizaban a propuesta de las juntas de tratamiento de las prisiones". Sin embargo, insistía, "ya son 25 los casos en los que esto no es así y se han hecho sin esta propuesta o incluso en contra del criterio de las juntas de tratamiento". "Este cambio se empezó a producir en el mes de noviembre pasado y desde entonces viene siendo una práctica habitual cada semana", apuntaba la nota.

Según aseguraba la Asociación Víctimas del Terrorismo, desde la llegada de Sánchez a Moncloa a mediados de 2018, se han aprobado 198 traslados que se corresponden a 169 presos de ETA. A Euskal Herria se han autorizado 47, once de ellos por tercer grado y 6 por enfermedad. Del total de acercamientos, 75 presos tienen delitos de sangre, sumando –dice la AVT– 240 víctimas en 167 atentados.

 

 

 

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El Canto del 'Kuku'

Desde Noticias de Navarra traemos este artículo acerca de un ave muy particular en la cosmogonia vasca:


El 'kuku' saluda a la primavera

Este pájaro señala con su presencia y su canto el inicio y el final de la primavera, otros dicen que hasta el otoño. Es difícil de ver, aunque se le oiga cantar, y protagoniza en la mentalidad popular vasca una de las más bellas creencias.

Lander Santamaria

El cuco común o cuclillo, en su denominación científica Cuculus canorus y kuku para los euskaldunes, es el pájaro que mejor simboliza y anuncia la primavera, más incluso que la golondrina y la cigüeña. Según la creencia popular, que desde luego no es una ciencia exacta, ayer domingo, 28 de marzo, llegó a Euskal Herria.

Y es que el primer y último canto de este pequeño pájaro de largo pico coincide con el inicio y el final de esta estación que se deja sentir, como ha ocurrido en nuestro País del Bidasoa toda esta pasada semana, con sol radiante y muy agradables temperaturas todos los días invitando a salir a calles y plazas, campos y montes a pesar de esta pandemia maldita que nos trae a mal traer.

Atrás hemos dejado, parece, el frío invierno, aunque todavía nos dará alguna mala sorpresa, se consumen las últimas brasas en los hogares y en el Valle de Baztan, en nuestras cimas más altas, Autza, Saioa, Abartan, el viento sur, haize hegoa de los euskaldunes, ha derretido los hielos y las nieves de la estación invernal que, vista ahora, tampoco lo ha sido tanto

El kuku pues está considerado, así se dice, como ninguna otra ave, símbolo de la primavera y, también, curiosamente, de la infidelidad conyugal, si bien se desconoce con qué fundamento entre las muchas virtudes y defectos que se le atribuyen. El canto del cuco es considerado agorero en muchos pueblos y culturas de Europa.

"Kukuak primaderan egiten du kuku, biziaren erakartzen dauku" (el cuco en primavera hace cucu, nos trae la esperanza de vivir) cantaba en su refugio pastoril de Urepel, en el bajonavarro valle de Baigorri, el inolvidable bertsolari Fernando Aire, Xalbador. Es difícil ver al kuku, un pájaro muy listo y huidizo que canta y de inmediato marcha a otro lugar, se dice que le gustan las cerezas (luego ya se ve que tonto no es) y es un visto y no visto que no para quieto de un lado a otro.

Un bello refrán

Un viejo proverbio vasco escuchado hace ya muchos años dice que "Martxoko Ama Birgiña egunean pasatzen da kukua Erromakozubi azpian. Handik hirugarren egunean kanta-tzen du hemen" (En el día de la Virgen de marzo –el 25 de marzo– pasa el cuco por debajo del puente de Roma. De allí a los tres días canta aquí).

Y de ser así, el 25, es el de la Virgen de marzo porque se celebra en la doctrina católica la solemnidad de la Anunciación, día en el que el arcángel Gabriel le revela a la Virgen María que dará a luz a un hijo por obra del Espíritu Santo, y entonces ("Hágase en mí según tu palabra") sucede la Encarnación. Obsérvese que ese acontecimiento católico tiene lugar exactamente nueve meses antes de la Navidad.

Puente de Roma

En la mentalidad popular vasca, cargada de simbolismos, el "Puente de Roma" bajo el que pasa el kuku no es otra cosa que el Arco Iris majestuoso e imponente que se suele ver precisamente después de las tormentas y chubascos primaverales. Lo hace pues el 25 de marzo, y si tres días después "kantatzen du hemen" (canta aquí), desde ayer, Domingo de Ramos, está entre nosotros.

Esta creencia tan curiosa del puente y el Arco Iris tiene su fundamento. En la antigua Roma, el pontífice (pontifex, en latín) era el "constructor del puente", o sea el artífice de la unión entre la vida espiritual y la sensible, los mundos separados del cielo y la tierra, para que los hombres puedan acceder a su condición de dioses. Símbolo de esta relación o pacto es el Arco Iris, el más hermoso de los "puentes", que surge como señal de que vuelve la armonía después de la furia desencadenada por la tormenta. Luego el euskaldun que imaginó el refrán sabía lo que se decía.

Creencias

En relación con el cuco hay multitud de creencias. Su canto, oído después de agosto, sobre todo en septiembre y octubre, dicen que presagia la muerte, y, según otros, el número de veces que lanza su cu-cu anuncia los años que habrá que esperar para casarse, para tener un hijo e, igualmente, el número de años que quedan hasta la muerte. También se cree que tener en casa un reloj de cuco (toda una industria en la Selva Negra alemana) trae mala suerte.

La creencia más interesante y puede que la más extendida, asegura que si al oír su canto se tiene en el bolsillo algún dinero, no faltará en todo el año, por lo que parece que si se sale al campo convendría llevar algunas monedas. Asimismo, su canto se dice que sirve para hacer predicciones meteorológicas, si canta un número par de veces habrá tormentas abundantes y si lo hace en número impar, será un año soleado. Muy cuco, el cuco.

A todo esto, hemos subido ya el tercer peldaño y que vamos a por el cuarto de la escalera parece que no sanferminera, como todo desde hace ya año y medio. Vivimos y nos guiamos por un calendario que no es tal, las tan humildes como alegres florecillas llamadas de San José lo mismo brotan ahora en enero o febrero (puede que cosa del cambio climático, también) y todo anda un poco-mucho manga por hombro, sin Olentzero ni cabalgata de reyes magos, de carnaval que no es, Semana Santa turística que tampoco, luego será el primero de mayo, y las fiestas de la "estación del amor" que decía Julio Caro Baroja, a saber. Al menos aún nos queda el kuku, que, como nos cantaba Xalbador "nos trae la esperanza de vivir".

 

 

 

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lunes, 29 de marzo de 2021

Entrevista a Arkaitz Rodríguez

En Facebook circula esta entrevista que Arkaitz Rodríguez ha concedido a El Salto, en la misma, nos habla de la lawfare emprendida por el estado español en contra del soberanismo vasco desde hace décadas, siendo el caso Bateragune el más paradigmático en fechas recientes.

Lean:

"ETA desapareció y, en cierta medida, es gracias al trabajo que hicimos y por el que nos encarcelaron”

Arkaitz Rodríguez es el secretario general de Sortu, uno de los tres partidos que componen actualmente la coalición EH Bildu, la cual cumple esta semana una década.

Gessamí Forner | El Salto

Arkaitz Rodríguez es el secretario general de Sortu, uno de los tres partidos que actualmente componen la coalición EH Bildu, junto con Alternatiba y Eusko Alkartasuna. Hasta 2017 también formaba parte Aralar, partido político que nació en 2001 desestimando la vía armada como camino para conseguir la independencia. Aquella escisión supuso un cisma dentro de la izquierda abertzale. El 3 de abril de 2011 nació la coalición Bildu, que volvió a reformularse al año siguiente como EH Bildu. La historia reciente y el calendario de la izquierda abertzale, que ahora celebra su primera década, parecen complicadas. Sin embargo, salvaron aquel cisma mediante la coalición y, en 2017, Aralar se disolvió por unanimidad y los militantes que así lo desearon siguieron integrados en EH Bildu, como el diputado Jon Iñarritu.

Diez años después, caminan juntos más fuertes que nunca, sumando votos en cada cita electoral, algo que apabulla incluso al PNV. A Sortu se le considera la parte “dura” del proyecto, o como Rodríguez define “el carril lento” de esta coalición, por donde circula el objetivo final: independencia y república socialista.

Arkaitz Rodríguez ha pasado diez de sus 41 años en prisión por tres causas judiciales de las que ha sido absuelto. Cumplió diez meses en cárcel preventiva por el sumario 18/98, el ex juez Baltasar Garzón ordenó su detención; dos años y medio por el caso Haika (organización juvenil ilegalizada), y seis años y medio por el caso Bateragune, por el que él y Arnaldo Otegi, Rafa Díez, Miren Zabaleta y Sonia Jacinto fueron condenados por pertenencia a banda armada al considerar la Audiencia Nacional que intentaban reconstruir Batasuna para intentar formar una “alianza independentista” siguiendo las órdenes de ETA. Ellos lo negaron y defendieron que trataron de llevar a cabo una estrategia hacia la no no violencia. Su condena suscitó indignación incluso entre figuras internacionales. El Tribunal Europeo de Derechos Humanos les absolvió en 2018 al considerar que no habían tenido un juicio justo.

Tres veces en prisión, tres veces absuelto, diez años encarcelado. ¿Tu caso es paradigmático en el Estado?

Creo que en cierta manera sí, pero en ningún caso es único. Los sumarios políticos en Euskal Herria son ingentes: por actividades políticas públicas, por ruedas de prensa, por escribir artículos hay gente que ha cumplido cárcel. No sé si alguien ha pasado tanto tiempo como yo, ya no de forma injusta, sino ilegal, lo que sí sé es que es una práctica recurrente del Estado español en Euskal Herria. 

¿Crees que volverás a ser condenado por el caso Bateragune?

Pienso que si finalmente nos sentamos en la Audiencia Nacional de nuevo, que es lo que ha dictaminado el Tribunal Supremo, seremos condenados prácticamente con toda seguridad, porque en la base de esa decisión está la determinación de condenarnos y justificar a posteriori esos años de cárcel que hemos cumplido de forma indebida. La sentencia del Tribunal Supremo dice que el hecho de pasar tantos años en prisión sin que se sepa el porqué vulnera nuestros derechos y que, por tanto, la única manera de subsanarlo es volver a condenarnos, escribe casi literalalmente. Viene a señalar que el resultado debe ser sí o sí una condena. El juez Baltasar Garzón, alguien tan poco sospechoso de connivencia con la izquierda abertzale, y el cual nos detuvo, imputó y metió en la cárcel en otros casos, ha reiterado que le parece un escándalo que se repita el juicio. Considera que lo que procede ahora es que el Estado nos indemnice y trate de repararnos.

¿No le guardas rencor a Garzón?

Por eso decía que es una opinión cualitativa. Es un juez que en su carrera judicial se destacó como punta de lanza contra el independentismo. Ante él han pasado centenares de personas víctimas de torturas y prácticamente no ha incoado procesos. Por eso le cito a él ante este nivel de escándalo. También el propio presidente de entonces, Zapatero, no solo se ha pronunciado sobre la forma, sino también el fondo: estábamos haciendo todo lo contrario, impulsar una estrategia abertzale para abordar pacífica y democrática el proceso. Jesús Eguiguren [PSE] nos ha dicho declararía a nuestro favor. En la actualidad no puede haber duda, en el juicio dijimos la verdad y el Estado mintió y ahora es una realidad palmaria: ETA desapareció y, en cierta medida, es gracias al trabajo que hicimos y por el que nos encarcelaron, nada más y menos, que seis años y medio de prisión.

¿Pisarás cárcel?

Nunca se sabe con la Justicia española, que de justa tiene bien poco para vascos, catalanes, gallegos y, en general, para cualquier disidente, porque tiene un importantísimo sesgo de clase colonial, patriarcal y clasista.

¿El precio de apoyar los Presupuestos Generales de 2021 fue que la maquinaria del Tribunal Supremo empezara a rodar o ese es el precio de tener grupo propio en el Congreso?

Ambos, diría, incluso más. La sentencia tiene poco ver con argumentos jurídicos y su trasfondo es político: tratar de criminalizar el soberanismo de izquierda, que fruto del trabajo se granjea apoyos más amplios no solo aquí. En segundo lugar, los guardianes del régimen del 78, que velan por su continuidad del anterior están muy nerviosos por la apuesta política de la soberanía de la izquierda, lo que estamos haciendo aquí y lo que estamos haciendo en Madrid, donde EH Bildu es determinante y estamos aprovechando esa nueva posición de relativo poder para incidir en la reversión de las políticas neoliberales que tanto daño han hecho a las clases populares, lo que tiene que ver por la democratización del Estado —nosotros somos independentistas, pero en tanto en cuanto conseguimos Estado propio nos afecta lo que se decida en Madrid—, y por último estamos intentando incidir en normalizar la política penitenciaria, que vulnera derechos de los presos y sus propios familiares, y en una solución integral no solo al conflicto armado, sino al conflicto como tal, el derecho autoderminación. En esa dirección venimos trabajando para hacer valer nuestros votos, y eso esta poniendo muy nerviosos a aquellos que velan por régimen que dejó Franco atado y bien atado.

Tras diez años de coalición, ¿sois el nuevo PNV?

Que no se equivoquen, hay una diferencia sustancial, ellos van a Madrid a negociar el Tren de Alta Velocidad y exenciones fiscales para grandes empresas, nosotros para arrancar derechos sociales y laborales. Mientras ellos han sostenido ese régimen en beneficio de unos pocos suyos, nosotros vamos a tumbarlo en beneficio de muchos. Nos asombró que esto asombrara. Somos independentistas, pero también somos de izquierdas, nos consideramos socialistas, aspiramos a una república y que sea avanzada, que mire por el bien de las mayorías, las clases trabajadoras y populares del Estado y esos pueblos no van a ver garantizados sus derechos si no se supera ese régimen del 78, que fue concebido como una cárcel de pueblos y una herramienta de explotación de esa élite oligárquica.

¿Hasta qué punto hoy en día la política de Euskal Herria se juega en las arenas del Congreso de los Diputados y la tertulia de La Sexta?

En tanto en cuanto permanezcamos en ese Estado y que las decisiones de Euskal Herria se tomen ahí, pensamos que estamos obligados a participar. En su día, Marx expuso en una carta a los trabajadores holandeses que le cuestionaban participar en las elecciones al considerarlas burguesas: su respuesta fue que basta que solo haya una sola trabajadora holandesa en la que sus intereses estén en ese marco para que los comunistas deban estar en él. Pensamos como él.

Me da un poco la sensación de que Sortu ha pasado del municipalismo a la tele y de la calle, a Twitter.

Tenemos muy clara una cosa: la clave del proceso soberanista no está ni en Madrid ni en Paris, que son los dos Estados que oprimen nuestro pueblo, está en Euskal Herria, por ello denominamos un proceso de transformación autocentrado: articular fuerzas que aspiran a status quo mediante proyectos de colaboración que nos permitan hacer pueblo para el avance del proceso de independencia. Solo articulando fuerzas con todas las personas que compartan que somos una comunidad políticamente institucionalizada y que somos un pueblo que nos corresponde decidir vamos a poder superar el bloqueo del Estado y tumbar al régimen 78.

¿Hasta qué punto la izquierda abertzale debe reivindicar su legado anterior, feminista, ecologista y de clase, o hablar de pasado es entrar terreno pantanoso?

Nosotros reivindicamos nuestro pasado, no abjuramos de él ni lo haremos jamás. Hay a quien le gustaría que lo hiciéramos porque lo que busca es neutralizar una lucha inédita y ciertamente exitosa, en la medida que ha mantenido vivas las aspiraciones de democracia, libertad y justicia en un contexto histórico de ofensiva neoliberal, que desestructura la diversidad nacional y cultural. Constituimos una cierta excepción. La izquierda abertzale contribuimos a una sociedad más crítica, más organizada, más progresista, ecologista y feminista. Una sociedad más politizada y pensamos que, en gran medida, se debe a la experiencia de lucha, que se debe proceso liberación nacional. La izquierda abertzale jamás renunciará a esa mochila, porque hay errores pero también aciertos. Hay mucho sufrimiento propio y ajeno, pero también sacrificio, generosidad y amor para el conjunto de este pueblo. La mochila la llevamos desde la lucha antinuclear, la insumisión, el feminismo, la euskaldunización, la lucha obrera, la batalla del Euskalduna.

El problema no es Eukal Herria, ni Catalunya, el problema es España, que no ha sabido romper con el franquismo

¿Después de la violencia se puede hablar de todo?

Eso nos repetían insistentemente los valedores del régimen 78. Pienso que no es así y es bastante evidente. Aún a día de hoy seguimos siendo objeto de la violencia del Estado español. Aquí se habla mucho de ETA y las víctimas de ETA, pero poco de las víctimas del Estado y, mientras que ETA ha desaparecido y ha reconocido el daño causado, la violencia del Estado continúa estando presente y el Estado sigue sin hacerse cargo de esa violencia. No reconoce las víctimas que ha generado y sigue generando, que es un matiz no menor. Que el Estado opte por encarar la resolución del conflicto en términos del primero de octubre en Catalunya es el caso más gráfico, por el simple hecho de querer votar. Fue el elemento cualitativo que colmó el vaso de una posible ignorancia o ingenuidad a ese respecto. Acabada la violencia de ETA no es posible que se pueda hablar de todo y puedan defenderse en igualdad de condiciones con el único limite de la voluntad popular. Ello viene a demostrar que, en contra de lo que decían, no era la violencia de ETA lo que imposibilitaba las palabras, sino un Estado profundamente antidemocrático incapaz de reconocer su plurinacionalidad con pleno derecho a decidir. El problema no es Eukal Herria, ni Catalunya, el problema es España, que no ha sabido romper con el franquismo. 

EH Bildu denota una clara intención de apoyar al Gobierno español hasta el final de la legislatura. ¿Hasta qué punto el auge de la extrema derecha obliga a la izquierda abertzale a realizar un ejercicio de responsabilidad?

Hasta un punto importante, en el que esa derecha y extrema derecha son un auténtico peligro para la democracia y las mayorías. Nosotras nos comprometimos con el pueblo vasco y nuestras electoras a parar el trifachito y ese compromiso es el que anteponemos. Nuestra acción política en Madrid responde a esa consideración.

¿Mejor tragar sapos que a Vox?

Entre lo malo y lo peor, lo malo, porque cuanto peor, siempre es peor. Eso de que cuanto peor, mejor [en referencia a un discurso de Mariano Rajoy], la experiencia dice que casi nunca es así. Por lo que pensamos que, paradójicamente, el proceso de liberación de Euskal Herria y la construcción de la república pasa por lo que estamos haciendo en estos momentos en Madrid.

¿El horizonte de Sortu es su disolución para incorporarse en EH Bildu y que la coalición camine hacia un partido único?

No, en nuestra opinión tanto Sortu como EH Bildu son necesarias. Manejamos la reflexión de que el proceso de transformación social y construcción de liberación nacional puede ser concebido en dos carriles: la política inmediata, electoral, que por definición es conservadora en la medida que debe circunscribirse en lo que puede conseguirse y un segundo carril por el que transita la batalla cultural. Ese proceso necesita dos carriles y si falla uno de los dos, uno puede acabar en el posibilismo más delimitador y otro, en el idealismo. Pero difícilmente un único sujeto puede conseguirlo con éxito. En el primer carril ubicamos a EH Bildu, en la batalla mediática y electoral, y situamos a Sortu fundamentalmente en ese segundo carril, para dotar al proceso de liberación social y nacional.

Se dice, se comenta que eres el nuevo Arnaldo Otegi.

Soy Arkaitz Rodrigez, alguien que ha tenido la suerte de contar con un compañero como Arnaldo Otegi, al cual le tengo no solo como buen compañero, sino mentor político. Evidentemente, la cárcel no es lugar agradable pero dentro de lo malo, tiene también cosas buenas y si tuviera que rescatar alguna es que fue un lujo y honor haberla compartido con uno de los principales referentes históricos del movimiento independentista, con muchas largas conversaciones de patio. Nosotros nos debemos a la militancia, a las bases y siempre estaremos donde estas decidan.

En el País Vasco, tanto si eres PNV como izquierda abertzale o cualquier otro partido, es de vital importancia movilizar a las bases para llevarse el gato al agua el día de elecciones.

Siempre hemos conferido una importancia vital a unas bases movilizadas. El único que puede dar soluciones a problemas es el pueblo. Es fundamental. Cuando salimos de la cárcel, sí que comentábamos que el país había perdido cierto punch, y pensábamos que la razón era la resaca de un cambio estratégico importante. No hay un movimiento que haya desarrollado y abordado un cambio tan grande de esta manera tan exitosa, sin una ruptura o escisión o haber acabado en la marginalidad política. Ahora somos segunda fuerza del país. De un tiempo a esta parte se ha recuperado el tono y cuando la izquierda abertzale recupera el tono, el país también lo hace. Combinamos horizontalidad y verticalidad, es necesaria una dimensión horizontal muy potente que posibilita el debate. Como decimos, somos un sujeto político con forma de coalición, estructuras de partido y vocación de movimiento

¿Cuáles son tus secretos de belleza?

¿En serio?

A tus compañeras de coalición las ponen de vuelta en vuelta en algunos medios de comunicación. ¿El mejor secreto de belleza es ser un señor?

Ah, sí. Conste que de mi pelo también dijeron no sé qué y mi peluquera se ofendió.

¿Qué opinas del nuevo permiso de paternidad de 16 semanas? [Rodríguez se encuentra disfrutando de este permiso; esta entrevista se realizó antes del nacimiento de su segunda hija]

Pienso que ya era hora y que es bien necesario. Es una medida que permitirá avanzar en conciliación laboral y familiar y, por tanto, avanzar en igualdad, porque cuando hablamos de las tareas para el sostenimiento de la vida se debe empezar por lo más cercano, con tu propia casa.

Y sin embargo es un derecho que los hombres habéis conseguido sin una sola manifestación.

Esta conquista también se la debemos al movimiento feminista.

 

 

 

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domingo, 28 de marzo de 2021

Entrevista a José Antonio Martín

Agradecemos a nuestro amigo Nicolás Landa compartir esta entrevista en su perfil de Facebook, nos parece muy interesante su lectura dado los tiempos que estamos viviendo y la postura asumida por el gobierno más progre de España con respecto a las víctimas del terrorismo de estado.

Lean:


«Cumplir íntegramente una pena de más veinte años es inhumano»

José Antonio Martín Pallín | Magistrado emérito del Tribunal Supremo | José Antonio Martín Pallín (A Coruña, 1936) fue Fiscal y magistrado del Tribunal Supremo, cargo que ejerció hasta el año 2006. Ha sido además presidente de la Asociación pro Derechos Humanos del Estado español, así como portavoz de Jueces para la Democracia.

Ibai Azparren | (Aritz Loiola/FOKU)

Martín Pallín recibe a GARA en el Bizkaia Aretoa de Bilbo tras un viaje matinal. Al tiempo que posa ante la cámara, repara en la Universidad de Deusto, donde se doctoró antes de ingresar en 1989 como magistrado en la Sala de lo Penal del TS. Acaba de publicar su último libro, ‘El Gobierno de las togas’, pero el motivo de su visita a Euskal Herria es otro; su participación en una charla sobre política penitenciaria en una iniciativa de Sare y Etxerat en colaboración con la UPV/EHU. Por ahí comenzamos.

Siempre ha tenido usted una postura abierta para hablar del conflicto vasco. ¿Cómo ve el momento actual desde la perspectiva de los derechos humanos?

Creo que hay dos aspectos en este momento. Uno relacionado con las comunidades históricas, y otro es la situación política general de los derechos humanos, que afecta tanto a estas como al resto. Acabamos de recibir dos serias advertencias de la Comisión de Venecia y de la Comisión Europea respecto a la libertad de expresión, pero también hay otras carencias llamativas en materia social. Aquí hay unos constitucionalistas que yo llamo minimalistas. Si la Constitución tiene más de 160 artículos, solo se saben dos: el 2, sobre la sagrada indivisibilidad de la patria, y el 155. El resto parece que no existen. Esto demuestra que estamos en grave déficit y retroceso.

¿Le sorprende que se siga criticando el acercamiento de los presos y presas vascas? ¿A qué achacaría usted esta resistencia a cumplir la legalidad?

La ley penitenciaria, desde su nacimiento, consideraba que los presos deberían estar lo más cerca posible de sus familiares y de su entorno social, porque eso contribuye a los principios constitucionales de reinserción. El caso del terrorismo tenía sus peculiaridades porque hay datos concluyentes de que algunos dirigentes que estaban en la cárcel dirigían la organización, concretamente el asesinato de mi compañera Carmen Tagle salió de una prisión. Tomar medidas para desmontar ese posible núcleo pudo tener su justificación, pero no generalizada. Es decir, no con todos los miembros de ETA. Si usted es policía, debería saber cuál es el núcleo. Ahora es absolutamente inexplicable.

Solo el 5,5% de estos presos está en tercer grado actualmente y muchos ya han cumplido las tres cuartas partes de su condena. ¿La Ley Orgánica 7/2003 no es una cadena perpetua de facto?

Es una interpretación del Derecho Penal del enemigo. Las legislaciones antiterroristas de todos los países han desbordado los límites racionales de la proporcionalidad justificándolo con el peligro que suponía para la estabilidad democrática. Y lo supuso en España. Pero todo eso ya ha pasado. Es hora de que se deje paso a los que sostenemos que una pena de cumplimiento íntegro de más de 20 años es inhumana y entra en colisión con los tratados internacionales.

¿Ve necesario derogarla o cabe una aplicación flexible por parte de la justicia?

Creo que con una aplicación flexible se podría llegar a alcanzar estos objetivos.

Por acercamientos que se están produciendo la crítica viene de las asociaciones de víctimas. ¿Cómo ve usted esta crítica?

A mí me ha preocupado siempre el protagonismo hipócrita por parte de los políticos a la hora de utilizar de las víctimas. Yo les preguntaría a algunos, e incluso a algunas asociaciones de víctimas, si los hijos de los asesinados en los 80 tienen asistencias para becas, protección... y no utilizarlas como punta de lanza para justificar la represión y la utilización no democrática de las leyes.

Muchos constitucionalistas solo se saben dos artículos: el 2, sobre la sagrada indivisibilidad de la patria, y el 155

En este momento preocupa la situación de Irati, una niña de tres años que van a separar de sus padres, que continuarán en prisión y se resisten a trasladarlos a Euskal Herria. ¿Cómo se puede responder a estas actuaciones en términos jurídicos?

Tendrían que ser los tribunales españoles los que solucionasen está cuestión y buscasen fórmulas flexibles. Pero si no, no quedaría otro remedio que acudir a la justicia internacional.

¿El audio entre el coronel del Cesid Juan Alberto Perote y el capitán de la Guardia Civil Gómez Nieto sobre Mikel Zabalza es una oportunidad para reabrir el caso?

Yo creo que sí, es un caso que me preocupa.

El PSOE se agarra a que «el Estado de Derecho ya actuó».

Pues no se cómo, no tengo constancia. Se dio por buena una versión que no coincide con lo que ahora se ha descubierto.

Recientemente el Tribunal Europeo de Derechos Humanos ha vuelto a condenar al Estado español por no investigar eficazmente una denuncia de torturas, cuando el instructor de aquella causa era Fernando Grande-Marlaska. ¿Alguien que dejó pasar las torturas puede seguir siendo ministro de Interior?

Mucho antes de estas actuaciones, hubo bastantes visitas a lo largo de los años de delegados de la comisión contra la tortura y llegaron a la conclusión de que en España no se perseguía con la debida intensidad los casos de tortura. Por supuesto, en esto hay una especie de complicidad porque si un forense no dictamina... salvo que se trate de torturas físicas y visibles, como el caso de Joxe Arregi, eso sí sería una verdadera prevaricación. Pero los tribunales están en manos de un forense que te dice que si hay lesión, es compatible con… y también las «técnicas» de tortura, que muchas veces no dejan huella.

No es la primer caso registrado ni la primera condena, tampoco es la primera vez que implica a Grande-Marlaska.

Yo comparto que no se investiga suficientemente.

Parece que se hace caso omiso a Estrasburgo, también en el ‘caso Bateragune’. ¿Qué cree que va a ocurrir?

Me temo lo peor. Es una cosa que jurídicamente no tiene el menor soporte. Cuando un país firma el convenio europeo, acepta cumplir y ejecutar las sentencias de Estrasburgo o bien, como España, busca un rodeo y dice: bueno directamente no la ejecuto, pero la ejecuto a través del recurso de revisión. La revisión es la nulidad de todo lo actual. Como decían los romanos, lo que es nulo no produce ningún efecto. No se puede volver atrás.

¿Qué teme lo peor?

Lo matizo, no puedo ser tan tajante, pero algún artilugio sí sacarán.

Los rastros del «todo es ETA» repercuten también a GARA, que se ha visto obligado a pagar una deuda tras el cierre de ‘Egin’.

Eso es una forma de acabar con la libertad de expresión.

Sobre este tema, antes ha comentado la petición de Bruselas, que se suma a la del Consejo de Europa, que pidió adaptar el Código Penal del Estado a los estándares internacionales de libertad de expresión.
El campo del Código Penal es muy delicado porque ya no se discute el tema del delito de odio. Me parece un campo de minas. Es peligroso porque abarca un concepto, no solo indeterminado, sino absolutamente subjetivo. Antes teníamos un delito, el de las amenazas, y para que fueran delictivas tenían que ser serias, encaminadas a intimidar a una persona o grupo, tener un cierto grado de posibilismo. Sin embargo, se ha pasado a esto. Hemos entrado en una vorágine que a mí, si estuviese de magistrado, me crearía problemas.

¿Esperaba que este gobierno derogase la Ley Mordaza?

Una ley de orden público tiene que haber. Pero hay aspectos concretos que sí.

Acaba de publicar ‘El Gobierno de las togas’, con la Editorial Catarata. ¿A qué se debe el título?

Cuando Roosevelt puso en marcha 42 leyes de promoción social en la época del New Deal, el Tribunal Supremo se fue cargando una a una las 42. Eso se denominó activismo judicial. Inventaron también otra palabra que es self-restraint. Mire usted, cuando a mí me plantean un caso que tiene ribetes políticos, antes de lanzarme tengo que pensarlo muy bien. Y de ahí ha venido desencadenándose el intervencionismo que alcanza en España cotas preocupantes, no solo en el procés, sino también aquí, con el toque de queda, la hostelería... si hay que cerrar a las 7 o a las 8, será una cuestión de los científicos y un juez no tiene por qué meterse. Otro caso es la convocatoria de elecciones en Catalunya.

El paradigma de su libro es el procés. ¿Cómo ve la situación?

Se han producido resoluciones preocupantes. Hablaba antes del Derecho Penal del enemigo, que es su postura, obstinada e injustificada respecto a la aplicación del 100.2 de adelantar las salidas a prueba, el paso de grado al tercero... el TS ha demostrado un encarnizamiento penitenciario. Si aún hay algún político que cree que la solución pasa por ir condenando a 13 años sucesivamente independentistas, o no es político o, si lo es, habría que eliminarlo de la vida pública.

Dice que el indulto es un paliativo y la solución la amnistía.

Desde un punto de vista genérico, jurídico y político, es un paliativo. Pero hay unos señores que tienen 13 años de cárcel y quién soy yo para decir nada. Pero la amnistía es la solución, y además cabe perfectamente en la Constitución.

¿Cómo ve el el bloqueo del CGPJ?

La Constitución dice algo que hemos copiado de la italiana: En Italia, de los 27 jueces, 17 son magistrados elegidos por jueces y magistrados. En España, en el año 80, se hace la primera ley orgánica exclusivamente para renovar el CGPJ. Y los jueces eligen, en ese momento, ese primer consejo. Si no quieren volver a los 80, dejemos las cosas como están ahora, pero con un matiz: si a los tantos meses no se consigue los tres quintos, pasamos al sistema de mayoría absoluta cualificada. No mayoría absoluta, que puede ser peligrosa.

 

 

 

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sábado, 27 de marzo de 2021

Entrevista a Peio Monteano

Ya casi 500 años han transcurrido desde que los reinos de Castilla y Aragón se lanzaran a la conquista y colonización del reino vasco, el reino de Navarra.

Desde 300 años antes ya se habían ido apoderando de distintos territorios, ahora se trataba del asalto final con un solo objetivo, la aniquiliación total de un reino que con su sola existencia ponía en duda los reclamos de soberanía de Castilla y Aragón de todas las tierras al sur de los Pirineos.

Entonces tomaron lugar varias batallas de resistencia en contra del invasor -Noain, Amaiur, Hondarribia-, mismas que aún viven en el imaginario colectivo del pueblo vasco y que conforman el fundamento histórico para la legitimidad de la demanda del pueblo vasco a su autodeterminación pues echan por tierra el falseamiento de la historia conocido como "la Anexión Voluntaria de Navarra a España".

De esto y  más nos habla esta entrevista a Peio Monteano Sorbet publicada en Noticias de Navarra.

Lean:


"La Batalla de Noáin evidencia la fuerte resistencia militar que los navarros pusieron a su absorción"

DIARIO DE NOTICIAS ofrece este domingo el libro 'Noáin 1521'. El fin del principio' cuando se cumplen 500 años de la mayor batalla campal contra el Ejército castellano

Ana Ibarra Lazkoz

Qué supuso la batalla de Noáin? ¿Por qué no ha tenido apenas relevancia en la historia pese a ser la única gran batalla campal durante la conquista de Navarra por parte de Castilla y Aragón?

–En general, la conquista y reparto del reino de Navarra entre España y Francia a comienzos del siglo XVI tiene mal encaje en la "historia nacional" elaborada por estos dos países. Para unos, pone de relieve que en 1521 –cuando Hernán Cortés ya ha conquistado México–, Navarra no es aún España. Para los franceses, poco amigos de rememorar derrotas, es una victoria más del creciente poder militar español que se impondrá como potencia hegemónica en Europa. Por ello, los historiadores españoles ignoran que en Noáin el ejército derrotado era en realidad franco-navarro, y los franceses simplemente prefieren concentrarse en la conquista de Hondarribia que lograrán tres meses después.

Entonces, ¿qué aporta de nuevo este libro?

–En realidad, sobre la batalla se escribió poco en su tiempo y lo poco que se escribió, incluidos los errores, se ha venido repitiendo hasta la saciedad en los cinco siglos siguientes. Poco nuevo se ha dicho sobre Noáin. Ahora, el hallazgo de la correspondencia del general derrotado –el señor de Lesparre, Asparrós o Masparrós para los navarros– y de los reyes de Francia y de Navarra en los archivos de París, y de los procesos abiertos contra los navarros legitimistas en el Archivo de Navarra, permiten acercarnos más al complejo momento en que la batalla se produjo y a la visión de los vencidos.

¿Cómo relata ese momento?

–El libro comienza cuando el ejército franco-navarro levanta el sitio de Logroño a principios de junio y va relatando el movimiento de ambos ejércitos día a día hasta el momento en que la batalla se hace inevitable. El segundo capítulo, con base en los documentos contemporáneos, realiza una recreación de cómo se produjo el combate, con el volumen y distribución de ambos ejércitos sobre la llanura que hoy ocupa el aeropuerto, y sus diferentes fases. Porque los franco-navarros comenzaron ganando. Y finalmente, describe la rendición de Pamplona y la ofensiva contra Baja Navarra, con la toma de Saint-Jean-Pied-de-Port (Donibane Garazi) tres semanas después, que fue, en proporción, mayor masacre que la de Noáin.
Para unos significó la masacre que subyugó definitivamente al reino. Para otros, una decisiva victoria que expulsó de él al invasor francés.

¿Cuál es su opinión?

–Noáin tiene dos planos. Es una derrota más del ejército francés ante el español en su pugna por la hegemonía europea. En ese sentido, es contemporánea a las de Rávena, Bicocca o Pavía. El otro plano es el navarro: es una derrota de la Navarra que se resiste a su absorción por España. Por decirlo de alguna forma, el legitimismo navarro puso toda la carne en el asador y los navarros pudieron ver que la alianza con Francia no iba a ser suficiente para mantener su independencia.

Fue un momento crucial en la historia de Navarra. Era la tercera ocasión de recuperar el reino -reinando de Enrique II de Navarra (hijo de Juan III de Albret y Catalina de Foix). Se intenta aprovechar la sublevación de los comuneros contra Carlos I, creyendo que el poderoso ejército castellano no podría reaccionar...

–Sí, la batalla de Noáin pone sobre la mesa lo complejo del momento político. Enrique II y su aliado francés intentaron aprovechar la guerra civil que minaba el poder de Carlos V en España. Y el libro muestra claramente que las rebeliones en Castilla y Valencia estuvieron muy relacionadas con el levantamiento de Navarra. Solo que el rey de Francia nunca pudo conseguir que independentistas navarros y rebeldes castellanos colaboraran. De hecho, es curioso cómo comuneros castellanos y legitimistas navarros se enfrentan cambiando sus papeles, en abril en Villalar y en junio en Noáin. En la primera batalla, los independentistas navarros están en el ejército real que derrota a los rebeldes castellanos. En Noáin, son los rebeldes "arrepentidos" los que integran el ejército real que derrota a los independentistas navarros.

Amaiur y Hondarribia fueron batallas posteriores. ¿Quedaba todavía mucha guerra por delante?

–Efectivamente, la derrota de Noáin no fue tan decisiva como se ha venido diciendo. Fue el primer capítulo de lo que conocemos como la "segunda conquista", que se extiende entre 1521 y 1527 y que termina, en el terreno militar, con la expulsión de los españoles de Baja Navarra. Hay que recordar que tan sólo tres meses después de Noáin, el contraataque del ejército franco-navarro permitió recuperar Baja Navarra y toda la Navarra cantábrica con su joya de Amaiur, e incluso conquistar Hondarribia, la puerta de España.

¿Se ha dicho que fueron más de 5.000 navarros los muertos en combate en Noáin?

–Creo que el libro deja claro que no. Puede tratarse de una distorsión de las informaciones. Los generales españoles hablan de 5.000 bajas entre muertos, heridos y prisioneros. Los cronistas cuentan todos como muertos y, posteriormente, todos los muertos como navarros. Pero en realidad, los navarros que lucharon en Noáin no serían más de 2.000, aproximadamente la tercera parte del ejército franco-navarro. En camino o a punto de salir de sus pueblos había más, sí, pero no llegaron a tiempo de entrar en el combate. De hecho, no parece que la capacidad militar de las tropas navarras se resintiera mucho de la derrota. La mayoría de los soldados navarros eran "lacayos" armados con lanza, peto y espada. Muy pocos tenían ballesta y casi nadie armas de fuego.

¿Qué papel jugó el conde de Lerín en dicha batalla?

–El conde de Lerín y otros nobles beamonteses lucharon en las filas del ejército español. La vanguardia la mandaba su propio cuñado, el duque de Nájera. No fueron muchos, pero lucharon con ganas. Otros como Francés de Beamont era un capitán que mandaba la caballería castellana€ En todo caso, el libro no trata de juzgar a nadie. Sería injusto. Sólo cuenta hechos.

¿Cuáles fueron los principales protagonistas de esta batalla?

–Sin duda, las bazas que Lesparre intentó jugar para superar la inferioridad numérica frente a un ejército español que le duplicaba en soldados: su artillería de campaña (la mejor de Europa en esos momentos) y la caballería acorazada de sus gendarmes. En ese sentido, Noáin confirma lo que ya se estaba viendo en Italia: la superioridad del infante "plebeyo" con armas de fuego frente al "caballero" con armadura montado en un imponente caballo de guerra. Era el paso del medievo a la modernidad.

Tanto los agramonteses como los beamonteses tenían alianzas con los bandos de las tierras vascas occidentales que pertenecieron al reino de Navarra hasta el año 1200, los agramonteses con los gamboínos y los beamonteses con los oñacinos. ¿Fueron apoyos relevantes?

–Es un hecho incontestable: más de la tercera parte del ejército español estaba integrado por vascocastellanos. En concreto, sólo las milicias vizcaínas y guipuzcoanas sumaban 4.500 infantes. Las alavesas se quedaron en la frontera. El contexto de la época explica esa presencia. También las tradicionales alianzas entre las parcialidades de ambos reinos. No hay que olvidar que cuando el Príncipe de Viana huye de su padre en 1451, se refugia precisamente en Gipuzkoa. Pese al relato tradicional, no parece que los vascocastellanos tuvieran un papel muy relevante en la batalla. De hecho, en su primera fase huyeron. Hay que tener en cuenta que a los guipuzcoanos y vizcaínos que estuvieron en el ejército español no se les llamaba por entonces vascos. Vascos eran sólo los bajonavarros.

Navarra pugnaba por sobrevivir como reino independiente. ¿Cómo vivió esa tensión entre las grandes potencias hegemónicas europeas que intentan ante todo delimitar sus fronteras?

–El libro expone lo complejo del momento en que se produce la conquista de Navarra, un proceso que, tal vez por ello, se extendió -en su fase militar, digamos- de 1512 a 1529 y en el que se vieron involucradas las grandes potencias europeas de la época: España-Alemania, Francia, Inglaterra y el Papado. Y también pone de relieve la encrucijada histórica para los navarros atrapados entre dos colosos que buscan fijar sus fronteras en los Pirineos. Frente a la imagen de una "incorporación" a España casi deseada, pone de relieve la fuerte resistencia militar que los navarros pusieron a su absorción. También su división acerca del futuro del país, por supuesto.

¿Qué ocurrió con el ejército franco-navarro dirigido por el señor de Lesparre? ¿Qué población civil apoyó la sublevación? ¿Cuáles fueron sus refuerzos frente al ejército castellano?

–El libro supone una especie de "rehabilitación" del general Lesparre, a quien tradicionalmente el navarrismo romántico ha echado la culpa de la derrota. No lo hizo tan mal y, de hecho, le pudo salir bien el planteamiento de la batalla. Él mismo resultó gravemente herido en el combate, pues luchó cuerpo a cuerpo. Los generales españoles reconocieron que los franco-navarros lucharon bien, pero que eran muy inferiores en infantería. Y las batallas ya nos las ganaba la caballería, como en la Edad Media, sino la infantería. Además del número, la calidad de las tropas. El núcleo del ejército español eran soldados profesionales, muchos veteranos, y además con abundantes armas de fuego. Los navarros, por ejemplo, aún iban organizados y armados al modo medieval.

Entre 1521 y 1527 que culmina la fractura entre la Alta y la Baja Navarra ¿cuál era la situación social, económica y política de una Navarra recién salida de una guerra civil?

–Es verdad que la sombra de la guerra civil navarra se prolonga en esos años. Aunque es verdad que los reyes navarros trataron de unir a los bandos de agramonteses y beamonteses, cincuenta años matándose entre ellos pesaba mucho. Y es evidente que ambos bandos tuvieron distintas actitudes. Pero en 1521 sorprende ver cómo incluso muchos beamonteses, hasta entonces pro-españoles, abrazan la causa del legítimo rey. La milicia de Pamplona que lucha en Noáin la comanda un noble beamontés, el señor de Orkoien, y el castillo de Donibane-Garazi lo defiende otro beamontés, el capitán Joanikot de Arberoa, de Tiebas.

¿Cuál será la relación con Francia a partir de ese momento? En teoría las tropas del ejército navarro tuvieron el apoyo del francés.

–A raíz de Noáin, y en general de todo lo ocurrido en 1521, la causa legitimista navarra pasa a depender enteramente de Francia y de sus intereses políticos. Enrique II era un rey pobre en una Europa de grandes y poderosos reyes. Él mismo se irá afrancesando más y más, y terminará casándose con la propia hermana del rey de Francia. De ahí que el rey de Navarra (en el exilio digamos) termine convirtiéndose también en rey de Francia dos generaciones después. La mayoría del ejército derrotado en Noáin era, en realidad, francés. En él había habido muchas deserciones de infantes gascones y los infantes navarros que debían sustituirlos no llegaron a tiempo.

Las negociaciones entre el emperador Carlos y el rey Francisco I de Francia sobre la cuestión de Navarra terminaron por romperse, sin ningún acuerdo, en 1519. A partir de ahí Navarra fue codiciada por ambos. Y terminó de hecho partida en dos...

–Navarra era un punto clave en el enfrentamiento franco-español, como lo era en ese momento Italia o Luxemburgo. También Inglaterra tenía sus intereses en la zona y, como vemos en el libro, el mismo Enrique VIII decidió entrar en la guerra tras lo ocurrido en Noáin. Y aunque los navarros peninsulares parecemos olvidarlo, el reino fue finalmente repartido entre ambos contendientes. Y así, hoy día hay navarros españoles y navarros franceses.





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Javier Batarrita Elexpuru

El pueblo vasco sabe su historia, por eso es que al régimen español le urge imponer su relato.

Desde Facebook traemos a ustedes este ejercicio en memoria colectiva:


Javier Batarrita Elexpuru

Toni Alvaro

Hace 60 años, 27 de marzo de 1961, Lunes Santo. Javier Batarrita Elexpuru, industrial de 33 años, representante de Lube, marca de motocicletas de Lutxana, conduce su Peugeot 403. Le acompañan dos compañeros de la empresa, el abogado José Antonio Martín Ballesteros y el jefe administrativo Fernando Larizgoitia. Faltan pocos minutos para las diez de la noche y están de regreso a Bilbao desde Gasteiz. Cuestiones de trabajo. Charlan animadamente. Batarrita es un tipo feliz, tiene un niño de 9 meses y como apasionado del ciclismo está como unas castañuelas ante la proximidad de la Vuelta a España. Ha organizado el final de etapa en Bilbao.

El vehículo enfila ya la cuesta de Miraflores, en Bolueta, cuando aparece un guardia civil con metralleta y les da el alto. El guardia civil no está solo, inspectores del Cuerpo General de Policía, números de la Policía Armada y más agentes de la Benemérita están apostados con sus armas. Por lo visto alguien les ha informado que el conductor del vehículo es Julen Madariaga, uno de los fundadores de ETA, organización que anda haciendo pintadas y reivindicaciones y aún no ha matado a nadie. Una información poco contrastada, Madariaga está en Cambridge.

Javier Batarrita detiene el vehículo y sale asustado, pidiendo tranquilidad con una mano y preguntando qué está pasando. Lo que pasa es que los agentes del orden estatal disparan a mansalva. Javier Batarrita cae con 49 balas en el cuerpo, 9 en la cabeza. José Antonio Martín Ballesteros se debatirá unos días entra la vida y la muerte antes de quedar paralítico. Fernando Larizgoitia sobrevive agazapado y aterrorizado en los asientos de atrás.

Los agentes se largan de allí sin perder la calma, convencidos de haber cazado a Julen Madariaga. Alguien les debe comunicar que han metido la pata, porque al rato vuelven a limpiar un poco el desaguisado, no vayan a quedar huellas. Serán los vecinos los que acaben llevando al muerto y los heridos al hospital.

La esposa de Javier Batarrita, María Antonia Gaztelu, está en la procesión del Borriquito, en la calle San Francisco, cuando una vecina le comunica que su marido está ingresado en el Hospital de Basurto, que ha pasado algo en la carretera.

El hospital está tomado por policías y nadie informa a María Antonia de lo que ha pasado, mareándola con vaguedades, hasta que alguien le suelta que ha muerto por un disparo accidental en la nuca y que sintiéndolo mucho no va a poder ver el cadáver. María Antonia entre en crisis nerviosa y empieza a gritarles '¡asesinos!'. Acaba detenida en la comisaría de Indautxu.

El gobernador civil, Antonio Ibáñez Freire, emite nota oficial: 'Por error de vehículo, se ha escapado un disparo y hay que lamentar un muerto y un herido grave'. Ah, y promete una investigación a fondo. Ibáñez Freire, militar, voluntario en la División Azul, que luego será gobernador civil de Barcelona y culmina su carrera con el grado de capitán general, será nombrado ministro de Interior por Adolfo Suárez en 1979. Así que ya pueden imaginar la investigación que se llevó a cabo.

En la esquela de la familia se obliga a poner que ha fallecido en un accidente y la noticia de la muerte aparece en una nota breve en la sección de deportes, por su vinculación con el ciclismo. El obispo de Bilbao, Pablo Gúrpide, envía una nota de condolencia a la viuda pidiéndole saber perdonar y resignación cristiana.

Al final habrá juicio contra los policías en la Audiencia de Bilbao. Todos absueltos. Los trasladan fuera de Bilbao, con aumento de sueldo y escala. La obediencia siempre se pagó bien. Al poco tiempo el sumario y toda la documentación del procedimiento desaparecen misteriosamente para siempre. Alguien obediente, seguro.

 

 

 

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viernes, 26 de marzo de 2021

Egaña | ¿Quién Será Traidor?

Iñaki Egaña pone la poderosa omerta de los cuerpos represivos españoles en salmuera con este texto que nos ha compartido en su perfil de Facebook:


¿Quién será traidor?

Iñaki Egaña

Me resulta tremenda la singularidad española en lo que se refiere a la falta de fisuras en sus cloacas. En las últimas décadas han sido centenares las operaciones encubiertas tramitadas desde su Estado profundo, miles los torturados, varias las ejecuciones extrajudiciales… Para gestionar tal cantidad de actividades, han sido decenas de miles los empleados implicados, agentes policiales, periodistas, jueces, políticos, funcionarios, chóferes, traductores, oficinistas, secretarias, telefonistas. Y, sin embargo, las filtraciones de las actividades paralelas han sido tan puntuales que apenas servirían para completar un artículo periodístico.

Apenas atisbo a recordar a aquel policía Jesús García que abrió la caja de pandora al relacionar los dos cadáveres guardados en Bussot con los de Josean Lasa y Joxi Zabala y que falleció de un infarto fulminante cuando estaba declarando en el juicio que se celebraba en la Audiencia Nacional. Recuerdo a Juan Alberto Perote, el antiguo director de los servicios secretos españoles, destapando algunos viejos papeles, por despecho a sus correligionarios y no, por cierto, por apego a los derechos humanos. Aquel guardia civil, José María Velázquez Soriano, o el policía Ángel López Carrillo, que denunciaron a sus superiores por actividades relacionadas con el terrorismo de Estado.

Son, sin embargo, las excepciones. Hace ya más de un tiempo, cuando el supuesto ex agente del Cesid Francisco Arnau de la Nuez se dirigió a la familia de Naparra para asegurarle donde se encontraba el cuerpo de José Miguel, desaparecido en 1980, sus mayores escusas, para fallar a citas previamente acordadas, tenían que ver con un concepto inmaterial: la traición. “Cuando localices el lugar donde está enterrado tu hermano –escribió Arnau- yo, probablemente resultaré detenido, sin saber aún por cuánto tiempo, y lo que es peor, mucha gente me colgara el San Benito de "traidor o de "chivato".

Al margen de las consideraciones sobre si la actitud de Arnau fue dirigida desde otras instancias, fue parte de un juego más amplio u obedeció a un interés personal del ex agente, su argumento es de una lógica aplastante. Recordarán, también cómo en el juicio contra el fallecido Rodríguez Galindo y sus secuaces por el secuestro de Lasa y Zabala, declaró un testigo protegido con la filiación 1964/S, cuyo nombre es fácil de rastrear (Pablo Codesido Gutiérrez). Codesido, militar adscrito al Cesid y según relató, fue violado y torturado para que no revelara datos sobre los GAL. El entonces ministro del Interior, Jaime Mayor Oreja, fue cuestionado por cómo gestionó la protección del agente que, años más tarde, en otro caso, fue condenado por revelación de secretos oficiales. La sombra de la memoria sobre los escasos disidentes internos es ilimitada.
No sólo eso, sino que quienes denunciaron los hoy mal llamados “excesos policiales”, como si fueran excepciones, también fueron perseguidos. Ildefonso Salazar, que había denunciado torturas, recibió una carta bomba en su domicilio de Orereta, en 1989 que mató a un joven cartero de 22 años, José Antonio Cardosa. En 1996, Luis Roldan reivindicó para el ministerio del Interior español la acción criminal. En noviembre de 1985, los hermanos Olarra e Iñaki Olaetxea, tenían un juicio por torturas, contra la Guardia Civil. Contaban con los informes del médico forense Luis Moles. Unos días antes, una potente bomba estallaba en el coche del forense. La muerte es para los disidentes del otro lado de la trinchera. Ya lo dijo el ex comisario José Manuel Villarejo, uno de los poceros de las cloacas: “Si este país fuera serio ya me habrían matado”. Villarejo no ha cruzado líneas con el tema vasco. Ese es su seguro de vida.
Ante estas consecuencias, ¿quién está dispuesto desde terreno propio a cruzar la línea? ¿Quién de esas decenas de miles de funcionarios están maduros para abandonar su espacio de confort? ¿Quién de aquellos agentes, políticos, forenses, administrativos valoran sus criterios éticos por encima de su seguridad personal? ¿Quién está dispuesto a ser tachado durante el resto de su vida de traidor? La respuesta es sencilla. En una comunidad hispana cerrada y sustentada en valores pre-democráticos, los predestinados unos pocos. Los audaces ninguno.

Estos días se está proyectando una película basada en el libro autobiográfico de Mohamedou Ould Salahi, un preso mauritano que pasó 14 años en la prisión de Guantánamo. Torturado durante 70 días y elegido como cabeza de turco para cargar las culpas del 11S, su historia ha llegado a las pantallas de la mano del director escocés Kevin Macdonald con el título de “The Mauritanian”. La trama secundaria enfrenta a su abogada defensora, con un fiscal militar, Benedict Cumberbatch en la ficción que representa al real coronel Stuart Couch. El objetivo del coronel era conseguir la culpabilidad de Salahi y condenarlo a muerte. Pero en la medida que Couch va profundizando en el sumario descubre que Salahi es inocente y que ha sido brutalmente torturado. La escena en la que el coronel comunica a su superior que abandona el caso, es especialmente significativa. El general solo tiene un apelativo para Couch: traidor. El resto, tortura, inocencia, etc., no tiene valor.

¿Alguien que haya seguido la coyuntura política de los últimos años esperaba que el actual ministro del Interior, el tan recordado y citado por el Tribunal de Derechos Humanos de Estrasburgo, Fernando Grande-Marlaska, iba a impulsar la investigación de la muerte de Mikel Zabalza? A pesar de las evidencias, de las grabaciones, de los testimonios, de lo inverosímil de la todavía tesis oficial e incluso judicial, ¿suponían que Grande-Marlaska se iba a convertir en el primer traidor español del siglo XXI? El ministro ha hecho honor a su reputación. Y aunque forme parte de un gobierno al que la derecha escora en su discurso entre el socialismo y el comunismo, su actitud es la de un buen español. De esos que jamás cruzarán la línea.

 

 

 

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jueves, 25 de marzo de 2021

Singularidad Genética

Esto que se reporta en el portal de EiTB no le va a agradar nada a los españolazos.

Lean:


E.C.

Un estudio internacional liderado por la Universitat Pompeu Fabra descarta que el origen de los vascos esté fuera de la península ibérica y señala que el euskera pudo actuar como "barrera cultural".

Hace más de 10 años que investigadores del Instituto de Biología Evolutiva, centro mixto de la Universidad Pompeu Fabra y el CSIC, analizan el genoma de personas de diferentes lugares del mundo para estudiar la diversidad genética humana. Estos detectives de los genes pueden rastrear antiguas migraciones, trazar puntos de conexión entre distintas poblaciones y ver dónde hay mayor o menor diversidad, o sea, donde se ha mezclado más la gente en el pasado. Trazar el árbol genealógico de la humanidad es una tarea apasionante y algunas ramitas empiezan a estar bastante definidas.

David Comas, investigador del IBE, considera que Europa es un continente un tanto aburrido desde el punto de vista genético, ya que no se aprecian diferencias notables entre los habitantes de los diferentes países, contrariamente a lo que sucede en África o Asia. Pero hay excepciones como los vascos. La revista Current Bioogy publica hoy las conclusiones de un estudio, realizado por un equipo multidisciplinar de genetistas y lingüistas, que revela que las pequeñas diferencias genéticas que presentan los vascos se explican porque, desde la edad del Hierro, han vivido periodos de aislamiento. En el estudio se han analizado más de 600.000 marcadores genéticos de unas 200 personas procedentes de los territorios vascos, zonas en las que actualmente se habla euskera o se ha hablado en el pasado, así como de zonas circundantes.

Para explicar el origen de los vascos, hablantes de un idioma sin parentesco con ninguna otra lengua conocida, se han planteado hipótesis diferentes, algunas de las cuales señalaban su origen en el norte de África u otros lugares. David Comas explica en La mecánica del caracol, de Radio Euskadi, que antes de la Edad del hierro, hace unos 2.500 - 3.000 años,  las poblaciones ibéricas, vascos incluidos, se parecían mucho entre sí . A partir de entonces las sucesivas migraciones fueron añadiendo más diversidad genética. Estos nuevos aportes genéticos, en periodos como la romanización y la invasión musulmana, no se encuentran, sin embargo, en el ADN de los vascos actuales que han estudiado. El aislamiento ha hecho posible una continuidad genética de esta población desde la edad del hierro hasta nuestros días.

ADN y euskera

El resultado del estudio revela que la barrera cultural del lenguaje, la existencia del euskera, pudo promover el aislamiento de la población vasca ante movimientos migratorios que sí han dejado huella en el ADN del resto de poblaciones ibéricas. Más aún, el muestreo incluyó microrregiones dentro del País Vasco y dio como resultado que las poblaciones más próximas geográficamente, se parecen más genéticamente. Esta correlación entre la genética y la geografía es habitual, puesto que las poblaciones que se encuentran más cercanas han tenido una historia compartida. Lo que es singular en este caso es que hay mucha compartimentalización dentro de una región geográfica extremadamente pequeña, y esta heterogeneidad genética se corresponde con los dialectos del euskera. Estos resultados, obtenidos por un equipo con participación de lingüistas, apunta a que los dialectos podrían haber surgido mucho antes de lo que se pensaba hasta ahora.

En el mapa adjunto se representa con color verde a la población vasca y el azul y el rojo muestran laszonas con mezcla con poblaciones circundantes.

 

 

 

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Es la Impunidad, Tontos

Esta editorial de Naiz le pone el punto sobre las íes a quienes por acción o por omisión permiten que se permite la impunidad con la que el régimen español ha premiado a sus represores y de paso, vuelve a poner sobre la mesa la necesidad de una estrategia de resolución que incluya la puesta en práctica de la justicia transicional.

Lean:


El debate es la impunidad, no las condenas cumplidas

Ayer era el Día Internacional del Derecho a la Verdad y, sin embargo, algunas fuerzas vascas quisieron seguir con la tradicional hipocresía. En Madrid, el PNV demandó en el Pleno del Congreso que esta institución exija al Gobierno la desclasificación de documentos oficiales que podrían contribuir al esclarecimiento de la muerte de Mikel Zabalza. El PSOE, su socio en todas las instituciones vascas, respondió con una «enmienda Pilatos», en palabras de Aitor Esteban, en la que se limitó a desear un esclarecimiento y sostuvo que el Estado de derecho funcionó. Pura palabrería que no asume responsabilidades y garantiza la impunidad: que no se sepa la verdad sobre la tortura a detenidos vascos, que no se haga justicia y que no exista reparación. La tortura es la gran violación de derechos humanos pendiente de juicio en Euskal Herria.

Sin embargo, el PNV reutilizó el agua de la «enmienda Pilatos» y quienes protegen a los torturadores seguirán igual. Sin complejos, en el Día Internacional del Derecho a la Verdad. Ellos, que no pueden con la tortura ni con la mentira. El nivel de exigencia que no tienen con el PSOE, lo reservan para los presos políticos vascos. Presos que cumplen íntegras condenas excepcionales y en condiciones inhumanas, que son recibidos por sus allegados como lo que son: entre otras cosas, supervivientes de una política penitenciaria criminal impulsada por PNV y PSOE. Presentar mociones en pueblos para criminalizar esos recibimientos, que no homenajes, y seguir, así, mirando al pasado y embarrando el futuro, es miserable. Asumen los mandatos de unas víctimas a la vez que ningunean a otras.

La solución real vendría de una justicia transicional que obligue a compromisos cruzados vinculantes, que priorice la verdad, la reparación de todas las víctimas y las garantías de no repetición, que mire adelante y piense en las siguientes generaciones. Esa sería si no fueran hipócritas y les importaran en serio la verdad y los derechos humanos.




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miércoles, 24 de marzo de 2021

Deportados y Obviados

Naiz toca un tema de suma importancia pero que ha medida es obviado por los relatos, tanto el propio pero en especial por el estructurado por el régimen que precisamente es responsable por el hecho de que hoy en día existan tantas víctimas sin ser reconocidas, víctimas de un conflicto que nunca hubiese existido de haber la comunidad internacional mostrado más congruencia con los mandatos de descolonización.

Lean por favor:


La investigadora Susana Panisello saca a la luz la situación de los deportados vascos

Susana Panisello ha recogido en ‘Los deportados de ETA. Los olvidados del conflicto’ (Txertoa) la realidad de 70 ciudadanos vascos que fueron enviados a países de Latinoamérica y África en la década de 1980, que habitualmente permanece oculta.

Martxelo Díaz

La investigadora catalana Susana Panisello ha publicado con la editorial Txertoa ‘Los deportados de ETA. Los olvidados del conflicto’, que recoge una realidad que habitualmente suele situarse en un segundo plano como es la de las 70 personas que fueron enviadas, a instancias del Estado español, a países de Latinoamérica y África en la década de 1980. Se trata de una adecuación de la tesis doctoral que elaboró en la Universidad Pompeu Fabra.

«Se habla de los presos, de los refugiados, pero de los deportados no», ha explicado Panisello en la presentación de su obra, tras reconocer que cuando empezó a investigar la cuestión no conocía exactamente de qué se trataba, ya que el término deportación le remitía al nazismo y a los campos de concentración.

El contexto histórico viene marcado por la llegado de Felipe González y el PSOE al Gobierno español y su objetivo de normalizar las relaciones con el Estado francés para hacer frente a ETA. Posteriormente, llegarían las entregas y las extradiciones, pero antes se dieron las deportaciones. Todo ello, con un panorama marcado por la guerra sucia y el GAL.

Tres décadas

La deportación, según ha explicado Panisello, se ha prolongado durante tres décadas. De hecho, todavía hay nueve personas en Cuba y en Cabo Verde como consecuencias de la deportación de hace tres décadas. Asimismo, siete personas fallecieron en los países a los que les enviaron.

Pasinello ha destacado que pese a que lo que pudiera parecer inicialmente, la deportación era una medida con apariencia legal en el Estado francés en base a una ordenanza jurídica para garantizar la seguridad del Estado.

Inicialmente, se presentó la deportación como una medida positiva, ya que eludían la deportación y el riesgo de la actuación del GAL en Ipar Euskal Herria. Sin embargo, suponía caer en un limbo jurídico. De hecho, si intentaban regresar, podían ser detenidos en el aeropuerto y encarcelados «con el contador a cero», pese a estar décadas cumpliendo una pena.

En este sentido, Panisello considera que los deportados han cumplido «una condena a perpetuidad, ya que no sabían cuándo finalizaría» y destaca que su situación no puede compararse a la de los presos, «no se deberían mezclar».

La estancia de los deportados en los países a los que les enviaron fue dura. En Ecuador, por ejemplo, se secuestró a Alfonso Etxegarai y a Miguel Ángel Aldana para torturarles. En Panamá, los deportados vascos tuvieron que buscar refugio en la Nunciatura vaticana que dirigía José Sebastián Laboa tras la invasión estadounidense del país centroamericano.

Inicialmente, los deportados buscaron una salida colectiva a su situación, pero el paso del tiempo –en enero se cumplieron 35 años de las primeras deportaciones– les impulsó a buscar soluciones de carácter individual (aunque respaldadas colectivamente, desde la Declaración de Biarritz). En los últimos años se han registrado regresos de deportados a Euskal Herria.

El Estado español paga

La deportación, según ha explicado Panisello, fue pagada por el Estado español. Por un lado, el pago se dirigió a los países que acogieron deportados. Hubo maletines, «lo que es difícil de demostrar», pero el método de pago escogido fueron los fondos al desarrollo a países que mantenían una buena relación con el PSOE o estaban subyugados a la metrópoli. Se trataba de ayudas que los países solicitaban y que debían tener el visto bueno del Congreso. En el caso de Sao Tomé, por ejemplo, se rechazaron las solicitudes de crédito antes de acoger a deportados vascos. Posteriormente, se aprobaron los créditos.

Los pagos por los favores prestados por parte del Estado español se dirigieron también al Estado francés. En este caso, se optó por la compra de armas y material militar. Cada vez que el Ejército español tenía que hacer frente a una renovación, las empresas francesas ganaban sistemáticamente los concursos públicos que se organizaban para guardar las apariencias.

Los pagos españoles al Estado francés alcanzaron también al TAV, con la empresa Alstom copando los contratos del AVE. El ministro español del Interior de la época, José Luis Corcuera, llegó a manifestar que «si el TGV transportara a todos los miembros de ETA en Francia, lo compraría». El presidente de la República francesa, François Mitterrand, por su parte, señaló que consideraría «un gesto inamistoso» que Alstom no lograse el contrato. Un contrato que se sustanció con deportados en Cabo Verde, la República Dominicana, Ecuador o Sao Tomé.




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