Un blog desde la diáspora y para la diáspora

viernes, 23 de septiembre de 2022

Egaña | Borrokaren Memoria Eguna

Un pueblo sin memoria es un pueblo condenado a la sumisión.

Afortunadamente el pueblo vasco cuenta con guardianes de la memoria y definitivamente Iñaki Egaña es uno de ellos.

Les dejamos con este texto que nos ha compartido en su perfil de Facebook:


Borrokaren Memoria Eguna

Iñaki Egaña

El 27 de septiembre de 1975, Txiki Paredes y Ángel Otaegi fueron fusilados por voluntarios de la policía y guardia civil en Sardanyola y Burgos. En esa misma fecha, otros tres militantes del FRAP fueron muertos por pelotones policiales en Hoyo de Manzanares. Aquel momento quedó marcado para la posteridad. La izquierda abertzale, siguiendo la costumbre del PNV desde 1959 y ANV tras las ejecuciones de sus militantes en la posguerra, clavó la fecha para considerarla también “Gudari eguna”. Durante años reprimida a porrazos y tiros, en ocasiones invalidada desde despachos judiciales. Llorar a los muertos también entraba en aquel apartado abierto por el magistrado Garzón del “todo es ETA”. Antes y después.

Sin embargo, y como apreciación personal, nunca tuve la sensación de ecuanimidad con la fecha y la identificación exclusiva de los protagonistas. (espero que las sensaciones no sean consideradas como “apología del terrorismo”, a pesar de citar un periodo preconstitucional, ligado al tejido de una dictadura fascista). Voy a intentar explicarlo en las siguientes líneas.

El contexto de las ejecuciones servirá para mi reflexión. En 1975, el mismo año de la muerte del dictador, los juicios contra militantes vascos estaban en el centro de la actividad política, especialmente desde el verano. Los Polimilis hicieron la misma lectura que cinco años antes con motivo del Proceso de Burgos realizaron Juanjo Etxabe y sus compañeros. El secuestro de una personalidad política -en 1970 fue el cónsul alemán Eugene Beihl- ayudaría al canje de vidas, para evitar que los condenados a muerte fueran ejecutados.

Así, la dirección polimili envió diversos comandos a Madrid y dejó otros en espera en Barcelona. A Galiza también desplazó varios militantes. El fracaso de los secuestros, por diversas razones entre ellas la infiltración policial, fue del todo conocido. Para salvar a Txiki y Otaegi del fusilamiento murieron en emboscadas policiales sus compañeros Montxo Martínez Antia, Josu Mujika y Andoni Campillo. Moncho Reboiras en Galiza. En una manifestación de protesta por los juicios en Donostia, la policía mató a sangre fría a Jesús García Ripalda y en Pau, frente al consulado español, Jacques Andreu se prendió fuego a lo bonzo como protesta, con la mala fortuna de que cuando aparecieron sus compañeros para apagarlo ya había fallecido.

La vida es el bien supremo, obviamente. Pero miles de personas sufrieron las consecuencias de su solidaridad con Txiki y Otaegi. A José Antonio Garmendia le dieron el tiro de gracia en un control y evitó la muerte, pero su salud se quebró para siempre. Decenas de heridos de bala fueron atendidos en hospitales. Otros tantos detenidos fueron torturados y algunos de ellos, me consta, tienen aún secuelas de aquellos tormentos. Tasio Erkizia fue uno de aquellos torturados que estuvo al borde de la muerte.

Decenas de miles de trabajadores salieron a la calle en las distintas convocatorias de huelga general y la mayoría fueron castigados, algunos de ellos con la pérdida de su puesto de trabajo (por cierto, en contra de empresarios, PNV y PCE que llamaron a no secundar los paros. “No vamos a ser los bomberos del terrorismo de ETA”, dijo el PCE en ese verano del 75). Decenas de protagonistas de aquellos paros, sufrieron los ataques de los entonces llamados Guerrilleros de Cristo Rey, terrorismo de Estado previo a otras marcas como BVE o GAL. Les quemaron las haciendas, los coches, les apalearon con nocturnidad y alevosía.

En las cárceles, 350 presos relacionados con ETA se declararon en huelga de hambre (también algunos del PCE la secundaron, en contra de la opinión de su dirección). Fueron internados en celdas de aislamiento. Tuvieron secuelas físicas y psicológicas durante años. Compañeros de militancia de Txiki, que pudieron huir a la razzia policial en Madrid y Barcelona cuando preparaban los secuestros, marcharon al exilio. Alguno volvió hace unas semanas, 47 años después. Otro aún permanece lejos de su pueblo.

¿Y qué decir tiene de aquellos solidarios internacionalistas que se movilizaron en lugares tan próximos como París, Ginebra, Londres o Roma, pero también en otros tan alejados como Panamá? No tuvimos la posibilidad material para agradecerles semejante abrazo solidario. Lo hicimos con Michel Foucault, Yves Montand, o Costa Gravas, superviviente aún a pesar de sus años, detenidos entonces en Madrid por su apoyo a ETA, dijeron, por su apoyo a Txiki y Otaegi.

Resumiendo. Que la lucha, que la solidaridad, que el sentimiento para cambiar el lado injusto de la vida es una emoción poderosa, y también una opción vital, tanto coyuntural como integral. La memoria es un hilo que une generaciones y que manifiesta las inquietudes de una comunidad. Lo más extraordinario se encuentra precisamente en el desconocimiento físico que tenemos unos y otros de nosotros mismos.
Con otro ejemplo argumento este último párrafo. En esas previas a los juicios del verano del 75, la Guardia Civil mató en Gernika al militante Jesús Mari Markiegi y al matrimonio Blanca Saralegi e Iñaki Garai. Iñaki se refugió de la guerra en París, tras el bombardeo mortal de su población. Regresó y murió a manos de los sucesores de quienes había huido.

En la otra trinchera, una publicación de ETA difundió los nombres de todos los presos políticos vascos en prisión, 735. Casualidad, coincidiendo con la muerte de Franco. Tres militantes de ETA en prisión tenían más de 40 años, oriundos de Gernika. Niños durante el bombardeo de 1937 que sobrevivieron y que en 1975 eran voluntarios de una organización armada. Lo más llamativo era que la militante más joven de la organización en prisión era también de Gernika, 17 años. La historia de lucha y compromiso les había unido.

Por eso, para ser más justos con nuestro pasado, reivindico un “borrokaren memoria eguna” más que un “Gudari eguna”, para mostrar a esos miles de hombres y mujeres que, previamente, nos hicieron ser como somos. A ellas y a sus ideales.

 

 

 

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sábado, 17 de septiembre de 2022

Egaña | Los Códigos de la Venganza

Desde Facebook traemos para ustedes este texto de la autoría de Iñaki Egaña.

Para reflexionar con respecto a los mecanismos espurios que utilizan Madrid y París para mantener a los presos políticos vascos en prisión.

Adelante con la lectura:


Los códigos de la venganza

Iñaki Egaña

En breve se conocerá la decisión del Tribunal de Apelación de París sobre la excarcelación de Jakes Esnal y Jon Parot, presos vascos que llevan en prisión más de 32 años. Este tribunal ya había ofrecido su opinión a favor de la salida en condicional, pero un recurso de la Fiscalía la abortó, siguiendo los dictados de ese estado profundo, también en Francia, que aplica el código penal, no como castigo o redención, sino como venganza.

La extensión en el tiempo de las condenas son decisiones exclusivamente políticas. En 2002 llegó la involución con Aznar presidente de Gobierno hispano y Michavila ministro de Justicia con la Ley de Partidos y las ilegalizaciones consiguientes. Y un año más tarde con la modificación del artículo 76 del Código Penal para ampliar las penas por terrorismo de 30 a 40 años y el recorte de los “beneficios penitenciarios”. Un eufemismo, la ampliación a las cuatro décadas de presidio, para integrar en el código penal la cadena perpetua, cuestión que en el Estado francés se manifiesta en su legislación, con un “periodo de seguridad” antes de salir en condicional que habitualmente suele ser de 22 años.

Filip Bidart, miembro de Iparretarrak detenido en 1988, fue condenado a dos cadenas perpetuas, entre otras penas, y cumplió casi 19 años de prisión antes de abandonar el confinamiento. Marc Rouillan, militante de Acción Directa, detenido en febrero de 1987, fue condenado a perpetua. Salió de prisión, en régimen de semilibertad, en 2007, aunque un año más tarde retornó a presidió por haber infringido, según la fiscalía, la condicional. Volvió a la calle en febrero de 2011.

De sobra es sabido que la ley no es igual para todos, en especial en los momentos donde los conflictos han sido enconados. Los ejemplos de las condenas, indultos e impunidades por torturas o crímenes de Estado sirven para ilustrar la desviación de la balanza. Los escenarios también importan, y no es lo mismo ser ciudadanos de metrópolis coloniales (París y Madrid) donde la aplicación de la pena de muerte era masiva en tiempos de revueltas, que ser ciudadanos de países históricamente sojuzgados. La desaparición constitucional de la pena de muerte trajo las cadenas perpetuas.

Sorprende, en este caso, que los códigos de la venganza sean de mayor extensión en espacios de sociedades avanzadas. En Hego Euskal Herria tenemos un ejemplo cercano, el de la dictadura franquista. En los primeros años, el tirano ejecutó a opositores, sindicalistas y republicanos. Hasta la caída del fascismo en Europa, cuando los Aliados entraron en Berlín.

El código penal español vigente fue precisamente de 1944, con pena de muerte incluida, revisado en 1963 y reformado en 1967 y 1971. En 1973 el franquismo alumbró un nuevo código penal con el que aún hay presos vascos en prisión, porque fueron juzgados por hechos anteriores a 1995. En 1959 se promulgó la Ley de Orden Público y en 1960 el Decreto de Bandidaje y Terrorismo. El Tribunal para la Represión de la Masonería y el Comunismo, primero, y el Tribunal de Orden Público, antecesor de la Audiencia Nacional, después, se convirtieron en los instrumentos.

Fueron decenas de miles los presos en España al finalizar la guerra civil. Pero, probablemente por razones de índole laboral, necesidad de mano de obra, las libertades provisionales se convirtieron en habituales. Un memorando del Gobierno de la República en el exilio señalaba que eran cerca de 300.000 los presos españoles en libertad provisional. Las condenas a muerte fueron extraordinariamente numerosas, pero a partir de las fechas señaladas la casi totalidad fueron conmutadas por cadenas perpetuas que para muchos presos no pasaron de los seis años. Eso sí, en unas condiciones infrahumanas.

Hubo excepciones. En los medios hispanos habrán leído que Fernando Macarro (conocido como Marcos Ana, fallecido en 2016) fue el preso político que más tiempo pasó en prisión, 22 años, cerca de 9.000 días. Encarcelado en prisión con 18 años, en 1939, salió con 41, en 1961. Con todo lo que esa carga supone, la realidad es que fue un vasco quien más tiempo estuvo en prisión. Jacinto Ochoa Marticorena, natural de Uxue: 28 años, de los que 20 lo fueron en la cárcel de Burgos. Marcelo Usabiaga, maquis y militante del PCE, pasó 21 años en prisión.
La tónica, sin embargo, fue la de, por ejemplo, Juan Ajuriagerra, el líder del PNV que negoció el Pacto de Santoña para concluir la guerra una vez que las tropas fascistas se hicieron con el control del territorio de Bizkaia. Ajuriagerra, que fue el hombre que manejó el partido jeltzale en la clandestinidad, fue detenido en 1937, condenado a muerte, conmutado, alejado en 1942 a la prisión de Las Palmas y en libertad provisional en junio de 1943. El bando franquista había ganado la contienda, tuvo aliados sólidos en la Guerra Fría y se sabía imperecedero. La cárcel no era escenario de campaña, al menos para el fascismo.

Desde octubre de 1945 hasta 1977, el régimen franquista aplicó hasta 13 indultos, al margen de la Ley de Amnistía que vació las cárceles de presos políticos vascos, con alguna excepción, y deportó a una veintena a países europeos. Fueron indultos por razones incluso frívolas (año jacobeo, toma posesión nuevo dirigente de El Vaticano, proclamación de un rey como sucesor del dictador…). Pero que supusieron la salida de prisión de centenares de presos vascos, incluidos decenas de internos acusados de pertenecer a ETA.

En 2010, el fiscal de la Audiencia Nacional pidió 33 años a cada uno de los cuatro jóvenes de Barakaldo juzgados bajo la acusación de quemar un cajero, en un acto de los denominados de kale borroka. Una prueba más de esa justicia punitiva ligada a la venganza. Es evidente que cualquier tiempo pasado no fue mejor. Pero es notorio, asimismo, que la venganza se ha ido refinando con el paso del tiempo. Los códigos penales son una buena muestra de ello. Y el que está en vigor es más punitivo, retributivo en años y vengativo que el último del franquismo.

 

 

 

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sábado, 10 de septiembre de 2022

Egaña | Posterrorismo y Terrorismo Desarmado

Les compartimos este texto que nuestro amigo Iñaki Egaña ha compartido en su cuenta de Facebook.

Muy interesante el análisis que lleva a cabo acerca de la lawfare, o sea, de las acciones legaloides emprendidas en contra de la ciudadanía vasca que tienen, como única finalidad, seguir contaminando el día a día para una sociedad que llevó a cabo una serie de pasos decididos hacia un proceso de paz constantemente obstaculizado por Madrid y por París. Adelante con la lectura:


Posterrorismo y terrorismo desarmado

Iñaki Egaña

La derecha española se balancea entre dos tendencias, desde el fin de ETA, contaminado también a otros sectores, algunos de ellos autonómicos no identificados precisamente con sus discursos extremistas. La primera relacionada con la transmisión, ya lo avanzó Rubalcaba con aquella frase para la posteridad, en la que animaba a aunar fuerzas para ganar la “batalla del relato”, y asimismo con una supuesta gestión diferida de las consecuencias de un conflicto histórico. En el escaparate niegan el conflicto, pero en la trastienda ejercen como si existiera. Algo similar a la negación institucional del concepto de “preso político” cuando en la práctica aplicaron medidas, hoy aún vigentes, que lo acreditaban.

Para ello cuentan con la apertura de espacios jurídicos novedosos y penalmente imaginativos, intentando imputar a numerosos militantes por hechos que cuando fueron juzgados no se tuvieron en cuenta (responsabilidad de supuestas direcciones de ETA en hechos ya calificados, lesa humanidad, supuesto desplazamiento masivo de ciudadanos españoles, delitos de odio hacia la policía…). Tienen respaldo en parte de los medios, y en ese potente y activo Melitoniun de Gasteiz. En todas las ocasiones, el contexto es inexistente. Citarlo ronda el delito.

Este nuevo espacio penal para juzgar a ETA sin su existencia no deja de ser un ejercicio de hipocresía supino. Las direcciones del Gobierno hispano alentaron conflictos con centenares de miles de muertos. Alrededor de 929.000 muertos, la mayoría civiles, tras la invasión de Irak. Por esa razón y según su código penal, Aznar debiera haber sido condenado entre 14 (homicidio doloso) y 23 millones de años de cárcel (homicidio en el marco de una organización criminal). Ahora, como estrella mediática, cobra casi 100.000 euros por conferencia. Más de 150.000 exiliados vascos en 1939. ¿Quién restituyó sus vidas y sus haciendas? ¿Por qué tanta impunidad con la tortura?

Para la época actual, los del primer sector han comenzado a usar el pomposo nombre de “posterrorismo”, como si el terrorismo de Estado no hubiera jamás existido, como si la actividad yihadista fuera ajena, como si la sociedad actual, vasca y española, convulsa en tiempos difíciles, viviera en un remanso de paz. José María Ruiz Soroa, articulista habitual en Vocento, apuntaba recientemente que en este periodo posterrorista, los nuevos impulsos penales funcionan “como una ilusión compensatoria de la amarga sensación de derrota”. Una percepción radicalmente distinta a la que describía en el mismo medio, aunque en octubre de 2011, José María Calleja: “La foto de ETA es la de la derrota”.

El segundo sector es más radical aún. Me atrevo a citarlo con una expresión que acuñó el abogado Miguel Castells cuando comenzó, hace ahora 25 años, aquello del “Todo es ETA”, con el encarcelamiento de la dirección de Herri Batasuna y en los años siguientes la ilegalización e imputación de más de 600 militantes de la izquierda abertzale o medios de comunicación como Egin y Egunkaria. Castells decía que para el Estado eran “terroristas desarmados”.

Pues bien, este sector considera, al menos públicamente, que la victoria de ETA ha sido notoria, y que esos centenares, miles de sus militantes están repartidos por las instituciones y que incluso ejercen en el Gobierno de la Nación (española). Con burdos pero constantes titulares han difundido la idea de que el proceso de disolución de ETA fue falso y que, aunque existen varios zulos desperdigados y desconocidos esperando “The call of the wild”, aquella llamada a lo salvaje de Jack London, “la voz de la sangre” en otra versión, el grueso de los subversivos se sienta en despachos cercanos a Lakua, Palacio de Navarra o la Moncloa.

No tiene nada de extraño cuando ya desde el minuto cero los escoltas negaron que ETA se desarmase, cuando diversos medios difundieron la continuidad de un inexistente impuesto revolucionario, cuando la Audiencia Nacional llamó a los integrantes de la Comisión Internacional de Verificación, cuando Mariano Rajoy, en contra de lo que hizo su mentor Aznar, fue a Oslo a recoger, junto a otros mandatarios de la Unión Europea, un descafeinado Nobel de la Paz, huyendo de los mediadores noruegos que le apremiaban para balizar contactos.

Este magma fue alentado por sectores mayoritarios en la judicatura, en los medios, servicios secretos y en las policías. Es en este último numeroso grupo donde los sindicatos policiales, en especial los más escorados hacia la españolidad de la pandereta que describió Antonio Machado, son más agresivos. Comunistas y separatistas, como en 1936, son la deriva de la naturaleza de España. El PSOE recoge las nueces del árbol que agitó ETA (Jusapol Euskadi, 31 de agosto de 2022).

Los ideólogos del posterrorismo o del terrorismo desarmado no dejarían de ser anécdotas a no ser por la enorme influencia que, a través de la mayoría de los medios, en quiebra y por tanto dirigidos en los consejos de administración por aquella banca especuladora que en 2008 salvamos obligatoriamente con nuestros impuestos, tienen en el devenir político. El juicio en París, contra Enrike López y Nathalie Chasseriaux, certifica que son los estados profundos los que necesitaban y necesitan a ETA para justificar la excepcionalidad y la construcción de sus comunidades excluyentes. Como en otras ocasiones peritos policiales y fiscales hacen causa común en cuestiones imaginarias, alejadas de la objetividad que les acarrea su cargo.

También, la concentración de una veintena de personas en Altsasu en apoyo a la Guardia Civil, con la participación del filósofo españolista Fernando Savater, sigue esta senda del negacionismo del otro y la apología de los medios represivos, alternando los conceptos de víctima y victimario. Alentando con actos de este tipo, mediáticos, policiales y judiciales, los caminos profundos de la justicia seguirán si ser desbrozados. Seguirán siendo parodias para un público entregado a la causa unionista.

 

 

 

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miércoles, 7 de septiembre de 2022

Olarra Agiriano | El Tiempo no es Olvido

Un pueblo sin memoria es un pueblo sin destino.

Desde Naiz traemos a ustedes este ejercicio en memoria convertido en texto:


El tiempo no es el olvido

Joxemari Olarra Agiriano | Militante de la izquierda abertzale

Dicen que el tiempo es el olvido, salvo de aquellos acontecimientos que marcan a sangre y fuego y que quedan en la memoria colectiva como un referente permanente. Estos referentes subrayan los capítulos más impetuosos de la historia de los pueblos. Capítulos crudos y amargos que, obvio es señalarlo, en Euskal Herria andamos sobrados. A fuerza de vivirlos, varias generaciones de nuestra sociedad se han forjado en el dolor que producen las batallas que, como en otros pueblos del planeta, se libran en la búsqueda de su libertad individual y colectiva.

Olvidar es perder. Es descender a los infiernos de la intrascendencia para relativizar toda crónica anterior a la de nuestra existencia. Recordar, por el contrario, es un ejercicio de reconocimiento, de humildad. Aceptar que nuestros caminos siguen desbrozados porque generaciones anteriores, hombres y mujeres con destinos diversos, se batieron contra gigantes para que la vida fuera de otra manera. Más justa y menos inmoral. Generaciones que apasionadamente abordaron su presente para construir ese futuro en el que aterrizamos nosotros.

Hoy nada parece ayer, pero ese ayer vuelve a aparecer ante nosotros de manera cruel cuando caemos en la cuenta que este mismo año, se cumplen cincuenta del triste cortejo que encabezara poco antes Txabi Etxebarrieta. Un cortejo de compañeras y compañeros que nos dejaron en el fragor del combate.

Cayó Jon Ugutz, el primer Txapela, hermano mayor de quien fuera asesinado en Donibane Lohizune por los GAL. También fueron baleados y abatidos Xenki y Murgi en Lekeitio. Medio siglo después, una institución supramunicipal ha reconocido que la versión oficial era pura y llanamente una mentira. Que en realidad fueron ejecutados. Una ejecución más, de las llamadas extrajudiciales. Fueron balas que segaron sus vidas jóvenes y que hicieron añicos las fiestas populares que por entonces se celebraban. En Dantxarinea, camino de Ipar Euskal Herria, una patrulla de la Guardia Civil rompió la vida de Iharra, un joven estudiante lleno de ideas y proyectos. Y huido, escondido en el exilio falleció también hace 50 años, un joven de Ondarroa, Ángel Ibarloza.

Cincuenta años que Euskal Herria lleva este dolor recogido, un dolor que fue en trágico aumento al pasar el tiempo y comprobar que la libertad devoraba a todo un rosario de voluntarios y voluntarias que ofrecían lo mejor de sus años. Tres años después de estas pérdidas, el propio régimen alentó sus crímenes desde la madrileña Plaza de Oriente con la ejecución sumarísima de Txiki Paredes y Ángel Otaegi, junto a tres militantes del FRAP. La continuidad de la venganza, la fuerza del opresor.

Cincuenta años, medio siglo durante el que todavía se nos prohíbe honrar la memoria de quienes a impulsos de sus convicciones ofrecieron sus vidas. Medio siglo durante el que se nos ha exigido el olvido de lo que fueron, parte de nosotros mismos, luchadores de una libertad que creían poder alcanzar mediante el compromiso con su tierra. Tiempo durante el que no ha decrecido el espíritu de lucha. Un ímpetu nacido a raíz de una perversidad, de un constante ejercer el ensalzamiento de la colonización pseudodemocrática de Euskal Herria. Mucho tiempo durante el que se ha ocultado sistemáticamente, con la complicidad de los medios de comunicación, la represión, la tortura y la violencia del estado.

Se nos prohíbe intentar dar nuestra versión de los hechos, de mostrar nuestras cicatrices, nuestro relato, nuestra historia, el dolor de nuestras gentes, los años de cárcel, el peregrinaje de los familiares por las prisiones del Estado, del exilio y la deportación. Tienen miedo, como el ladrón a que le roben. Miedo a que su versión de la historia se les caiga, desde la primera página y por ello redoblan sus esfuerzos en ocultar y manipular una realidad que se implantó en tierra vasca para que, entre otras cuestiones importantes, nuestros jóvenes, esta generación actual pujante, reivindicativa, respondona, revolucionaria y con voluntad de perseguir sus ideales, no conozcan las raíces de una lucha que viene desde tan lejos como la ignominia permanente ejercida contra la libertad vasca.

Ni que decir tiene la amplia cooperación necesaria que mantienen los medios de comunicación en este guion marcado por los poderes de Madrid. Si durante años esta cooperación nacía de las mismas entrañas del franquismo, que tampoco podía soportar la realidad de este país, hoy día sigue sosteniéndose esta insufrible existencia desde las mismas tripas en las que se les indigesta la presente realidad.

Este pueblo, al menos un amplio sector representativo de él, tiene derecho y hasta obligación a contar el devenir de su existencia, de su realidad para servir de paradigma comparable de la verdad. Nuestra sociedad debe conocer el relato prohibido y así se percatará, al menos, los porqués de esa prohibición que pretende ocultar las motivaciones y las convicciones que generación tras generación ha provocado el sacrificio de nuestra juventud.

Todos los pueblos y colectividades humanas tienen el derecho fundamental a borrar del mapa la imposición del «relato único», a aceptar el reconocimiento de todas las víctimas y el derecho a la reparación de las mismas. En suma, los jóvenes del presente serán los veteranos del futuro. Depende de nosotros que esta joven generación conozca un relato cercano a la verdad que sufrieron quienes les precedieron, dictado libremente y sujeto a toda crítica por quienes dieron sus vidas para escribirlo.

Esperemos que, como históricamente ha ocurrido, el ímpetu, las ideas, los nuevos y viejos conceptos ideológicos y el revoltijo de iniciativas, de debates, de visiones y de fuerza revolucionaria confluyan y configuren una fuerte tendencia que empuje a nuestra sociedad en su camino hacia el cumplimiento de su voluntad.

 

 

 

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Elkano Inauguró el Canal de Suez

No podía faltar el momento chusco en la cobertura del aniversario 500 de la circunnavegación llevada a cabo por el navegante vasco Juan Sebastián Elkano, oriundo de Getaria en la costa de Gipuzkoa.

Resulta que en uno de los programas que daban cobertura a las celebraciones, en Antena 3 han compartido un mapa en el que según el mismo, la ruta de Elkano le había llevado a no dar la vuelta al continente africano y en cambio utilizar el Canal de Suez... tres siglos antes de su construcción.

Claro está que las redes sociales estallaron al instante llevando a que en la inmediatez del momento el propagandista del españolismo cutre que responde al nombre de Arturo Pérez-Reverte cometiera su propio yerro histórico al subir al mismísimo Fernando de Magallanes al barco comandado por Elkano durante su cruce por Suez... siendo que Magallanes ya llevaba meses muerto, cortesía del buen Lapulapu.

Les dejamos pues con la cobertura que ha hecho Naiz:


Elkano hizo historia al dar la vuelta al mundo utilizando el canal de Suez, según Antena 3

Para Antena 3, el hecho de que Juan Sebastián Elkano y sus tripulantes supervivientes lograran dar la vuelta al mundo hace 500 años no parecía ser lo suficientemente histórica y decidió añadirle épica al evento haciendo que en su trayecto utilizaran el canal de Suez 300 años antes de ser construido.

Elkano fue un adelantado a su tiempo e hizo historia por dar la vuelta al mundo utilizando el canal de Suez, según Antena 3. Así lo recogió la cadena televisiva en un mapa ofrecido en su programa ‘Espejo Público’, en el que cometió unos errores tan notables al mostrar el recorrido de la expedición del siglo XVI, que ha generado una cascada de reacciones en las redes sociales.

Este martes, el programa televisivo dedicó parte de su espacio a los 500 años de la vuelta al mundo. Poco antes de conectar con los actos que se estaban realizando en Rota con motivo del aniversario, la presentadora Susanna Griso dio paso a la colaboradora Lorena García para que hiciera «un poquito de lección de historia».

Pero más bien lo que sucedió fue que la cadena hizo historia al mostrar un mapa de la ruta con errores especialmente elocuentes. Mientras García detallaba en qué había consistido la expedición de Fernando Magallanes culminada por Elkano dando la vuelta al mundo, en el mapa en el que se apoyaba la explicación se veía cómo la nao Victoria, en lugar de rodear África por el Atlántico hasta llegar a la península Ibérica, se había dirigido hacia la península Arábiga y siguiendo por el Mar Rojo, había llegado hasta el entonces inexistente canal de Suez para alcanzar el Mediterráneo y terminar en su destino.

Al parecer, a la hora de preparar el mapa, en el programa habían utilizado una de los viajes realizados por el buque escuela Elcano, en lugar de la ruta que realmente siguió el navegante vasco en el siglo XVI.

La reacción a lo sucedido no se ha hecho esperar en las redes, donde sobre todo ha aflorado el buen humor a la hora de valorar el error de Antena 3. Una de las chanzas más habituales tiene que ver con el hecho de que Elkano aprovechara el canal de Suez y, sin embargo, se ‘olvidara’ del de Panamá, que también habría acortado lo suyo el viaje.

El escritor y periodista Arturo Pérez-Reverte no podía desaprovechar una ocasión así y también ha hecho su coña particular con lo ocurrido.

 


 


Y no ha faltado quien ha atribuido lo sucedido a una inercia presente en determinados medios de comunicación.





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martes, 6 de septiembre de 2022

El Héroe de Mactan

Porque toda moneda tiene dos caras, aquí les compartimos este artículo de Naiz en el que se nos relata la saga de Lapulapu, el líder que derrotó al "explorador" portugués Fernando de Magallanes, hito que permitió a Juan Sebastián Elkano convertirse en el primer navegante en circunnavegar la Tierra, mismo que se ha celebrado por todo lo alto en su terruño, Getaria.

Adelante con la lectura:


Lapulapu Day, el reverso filipino de Elkanoren Eguna

En 2017, el presidente filipino Rodrigo Duterte decretó el 27 de abril como Lapulapu Day (el día de Lapulapu) para conmemorar la batalla en la que es líder indígena venció a las tropas de Fernando Magallanes durante la primera circunnavegación del mundo.

Martxelo Diaz

Lapulapu era un datu, un líder indígena de la isla de Mactan, en las actuales filipinas. El 27 de abril de 1521 lideró la llamada batalla de Mactan, en la que las tropas indígenas rechazaron la llegada de los marinos españoles liderados por Magallanes, que también contaban con aliados autóctonos.

En esta batalla falleció Magallanes. La historiografía occidental subraya que el mando de la flota fue tomado por Juan Sebastián Elkano y que consiguió llevar los restos de la expedición hasta Sanlúcar de Barrameda. Desde la perspectiva filipina, esa batalla está considerada como el mito fundacional de la nación, la resistencia a la colonización española, que se retrasó 40 años, hasta la expedición de Miguel López de Legazpi de 1564. La colonización española de prolongó hasta 1898, cuando fue sustituida por la estadounidense.

La victoria de Lapulapu es uno de los tres eventos que recordaron dentro de la conmemoración del Quinto Centenario de las Filipinas, junto, paradójicamente, a la llegada a estas islas de la expedición que culminó la circunnavegación y la introducción del cristianismo por los españoles.

Para los filipinos, Lapulapu es el primer indígena que derrotó a un invasor extranjero. Además, del Día de Lapulapu, Duterte puso en marcha la Orden de Lapulapu, que reconoce los servicios de funcionarios y ciudadanos a las campañas presidenciales.

Asimismo, se erigió una estatua del líder indígena en el escenario de la batalla, en la isla de Mactan, y se renombró como Lapulapu la ciudad de Opon, en la isla de Cebú.

La figura de Lapulapu aparece en monedas y billetes filipinos, así como en el escudo de la Policía Nacional y del Cuerpo de Bomberos.

Según la leyenda local, Lapulapu no murió, sino que se convirtió en roca y vigila el mar desde la costa de Mactan. Los pescadores locales arrojan monedas cerca de esta roca para solicitar permiso a Lapulapu para faenar en sus aguas.

 

 

 

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Getaria Celebra a Elkano

La figura de Elkano, minimizada por la historiografía universal en favor de Fernando de Magallanes - para complacencia de los españoles - y al mismo tiempo mitificada por los jeltzales - para beneficio de los españoles - ha tomado especial relevancia a 500 años de su hazaña, guiar su diezmada flota de regreso a puerto seguro, logrando así la primera circunnavegación de la historia.

Desde Naiz traemos a ustedes esta crónica de la celebración llevada a cabo en su localidad natal en la costa de Gipuzkoa:


El simbolismo preside la arribada de Elkano

Getaria ha celebrado una edición muy especial de los 500 años de la arribada a puerto de Juan Sebastian Elkano tras la vuelta al mundo. Una cita en la que se han incluido una serie de novedades destinadas a aplicar a dicha singladura una mirada al pasado desde una prespectiva de presente.

Koldo Landaluze

La expectación ha sido máxima en una Getaria que aguardaba con impaciencia la nueva arribada a puerto que protagonizó Elkano hace 500 años en Sanlúcar de Barrameda y que selló la primera circunnavegación y en una edición que se convertía en centenaria.

Mientras las velas de la nao Victoria todavía se mantenían a todo trapo en mar abierto, en tierra firme las terrazas se mostraban repletas y en las estrechas calles se agolpaba una marea de gente que, entre otras cuestiones, te recordaba que la de este año iba a ser la edición más multitudinaria.

Dos horas antes del inicio de la recreación de la llegada a puerto del marino vasco, desde Kale Nagusia asomaba una nueva oleada de gente que hacía presagiar que la llegada de los 18 a Sanlúcar de Barrameda se había convertido en el mismísimo desembarco de Normandía.

Puntual a su cita, los cabos de la réplica de la nao Victoria –la carabela Vera Cruz–, eran amarrados a puerto, acompañados de aplausos, 21 salvas y la música de la banda municipal que, en cuanto los 18 marinos y los tres indígenas que trajeron consigo –este año, una de las tripulantes era una mujer– pisaban tierra, se fusionaba con la banda sonora que compuso Vangelis para la película ‘1492: La conquista del paraíso’.

Mirar al pasado desde el presente

A partir de esa secuencia y portando velas encendidas, la comitiva iniciaba su peregrinaje hasta la iglesia de San Salvador. Cerrando el séquito se encontraban las autoridades representadas en el consistorio municipal de Getaria liderado por Haritz Alberdi, el lehendakari Iñigo Urkullu, acompañado de la consejera de Desarrollo Económico, Arantxa Tapia, y de los consejeros de Cultura y Política Lingüística, Bingen Zupiria, y de Turismo, Javier Hurtado.

Una de las constantes en esta edición ha sido recordar en su mensaje que hay que lanzar una mirada al pasado, pero sin perder la perspectiva del presente. Sobre ello, la organización recordaba que «la vuelta al mundo aconteció en la época de los imperios y como en la actualidad, la lucha por el poder mundial era caótica. Desde la Getaria de hoy queremos reivindicar la diversidad del mundo».

Tras el primer acto que ha representado las penurias que se sucedieron a lo largo de los 1.125 días de travesía salvaje en los que se dieron cita temporales, hambrunas, enfermedades, luchas internas, deserciones y la pérdida de cuatro de los cinco barcos que componían la flota liderada por Magallanes, y el segundo –escenificado en la entrada e interior de la iglesia de San Salvador– y en el que los tres indígenas provenientes de las islas Molucas, por respeto a su religión, no accedieron al interior, ha quedado simbolizado lo que en opinión de los organizadores debe ser «un mundo sin fronteras que debe ser construido en igualdad» y mediante la presencia en la representación de diferentes habitantes de Getaria que llegaron procedentes de los cinco continentes.

Después de que la tripulación diera sus gracias a la Virgen de La Antigua, réplica de la original que se encuentra en la Catedral de Sevilla, la comitiva –que incluía a los representantes de las distintas culturas– se ha dirigido hasta el monumento dedicado al marino de Getaria. Una secuencia que, desde la narración que en euskara, castellano, inglés y francés ha ofrecido la organización, ha querido reflejar que «Elkano dio la vuelta al mundo. Que viajó por todos los continentes y que, como todos sabemos, aquella fue la primera vez que el ser humano dio la vuelta al mundo».

Mujeres, mar y música

Entre sus novedades también ha destacado la inclusión de la madre de Elkano, una cuestión que, en palabras de la organización, tenía como objetivo recordar «la gran relevancia que han tenido las mujeres en el desarrollo de nuestro pueblo. De hecho, cuando los hombres salían a la mar, eran las mujeres quienes sacaban adelante las poblaciones costeras».

En la recta final del acto, junto al monumento dedicado al marino vasco, ha cobrado forma un globo terráqueo creado por los representantes de los cinco continentes. Todo ello ha sido observado desde ambos lados de la calle y desde el frontón, donde se ha instalado una gran pantalla.

El colofón en clave musical ha llegado con la trikitixa de Xabi Solano interpretando ‘Bi Mundu’ y el coro de Getaria y el Orfeón Donostiarra que han cantado ‘Gora Elkano’.

Tras este tercer acto ha culminado una edición muy especial en la que se ha querido subrayar la plena implicación que han tenido los habitantes de Getaria en su puesta en marcha, un evento que ha requerido de la participaron de más de 260 personas que se han sumado a las 57 que han tenido una parte activa en la representación y las 20 costureras que han creado el detallado vestuario de los marinos y los representantes de los cinco continentes.

El punto final ha llegado acompañado por la rememoración de un acto cargado de simbolismo y en el que la organización ha resaltado que «debemos contar lo que hemos sido y lo que queremos ser. Creer que otro mundo es posible y navegar en esa dirección hacia un mundo mejor».




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sábado, 3 de septiembre de 2022

París se Condena

Les compartimos la editorial que Naiz a dedicado a la condena que París le ha impuesto a Nathalie Chasseriaux, y Enrique Lopez por haber participado en el desarme de ETA.

Adelante con la lectura:


El desarme fue un éxito y al juzgarlo lo engrandecen

En 2015, una operación de la Policía francesa y la Guardia Civil encontró armas y explosivos en la casa Cambarre de Biarritz. Siete años más tarde, con ETA disuelta y el desarme concluido, el Tribunal Correccional de París ha juzgado a la propietaria de la vivienda, Nathalie Chasseriaux, y al refugiado Enrique López, detenidos en aquella operación. El fiscal les acusaba de un delito de depósito de armas con objetivos asimilables al «terrorismo». Los acusados no han negado su participación en los hechos, aunque sí que persiguieran los fines que la Fiscalía les imputaba. Finalmente, Chasseriaux y López han sido condenados, pero no deberán volver a prisión. Es la forma infantil que tienen los poderes franceses de sostener un relato tramposo pero, en este caso, sin sumar crueldad a las injusticias que provocaron.

Hay que recordar que aquella operación policial, como las posteriores en Ortzaize y en Luhuso, estaban dirigidas a boicotear el proceso de inventariado, sellado y destrucción de los arsenales que ETA puso en marcha bajo la supervisión de la Comisión Internacional de Verificación liderada por Ram Manikkalingam. La conclusión del proceso de desarme impulsado por la sociedad vasca y liderado por los Artesanos de la Paz, y la disolución de ETA un año más tarde, da la razón a Chasseriaux y López y deja meridianamente claro que se les ha juzgado por su compromiso con el desarme y la paz. Se trata, por tanto, de una querella contra dos ciudadanos que ejemplifican el compromiso de la mayoría de la sociedad vasca con el proceso de paz.

En el fondo, al continuar con este tipo de juicios, los estados español y francés tratan de disimular su enorme responsabilidad, primero, al negarse a participar en el desarme y lo que es más grave, en el posterior intento de boicotearlo. No escatimaron esfuerzos, desde las mencionadas operaciones policiales hasta la persecución contra los observadores internacionales, algo inaudito en un proceso de estas características. Ahora, siguen mintiendo, pero la historia y la ciudadanía vasca ya han absuelto a los y las activistas que apostaron por hacer lo que estaba en sus manos para avanzar hacia la paz.




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Condenan a Promotores de la Paz

Durante décadas la cobertura noticiosa mundial acerca de Euskal Herria se redujo a las acciones armadas de ETA.

En ese periodo se llegó al ridículo de introducir con calzador un párrafo que leía "la banda terrorista ETA ha asesinado a más de 800 personas" en cualquier nota o artículo acerca de Euskal Herria, ya fuera la receta del Bacalao a la Vizcaína, el resultado de un encuentro de futbol del Athletic de Bilbao o una crónica acerca de los Sanfermines en Iruñea.

Pero cuando llegó el anuncio del proceso de Desarme, Desmovilización y Reintegración de ETA allá en el 2011, todo mundo se puso de perfil, empezando por los dos estados directamente involucrados en el éxito de dicho proceso.

Así, París y Madrid lejos de involucrarse de lleno en la oportunidad de cerrar ese capítulo decidieron obstaculizarlo en abierto, ante la mirada atónita de quienes habían participado en procesos de paz en otras latitudes.

Llegaron al punto del esperpento cuando amenazaron con procesar judicialmente a los integrantes del Grupo Internacional de Contacto (GIC) y a los de la Comisión Internacional de Verificación (CIV) por "colaboración con grupo terrorista".

Pues bien, hemos llegado a un hito más en esta serie de eventos desafortunados con la condena dictada en contra de Nathalie Chasseriaux y Enrike Lopez, quienes en su momento participaron en el proceso de inventariado de armas, necesario para llevar a cabo el proceso del desarme.

O sea, Chasseriaux y Lopez han sido encontrados culpables de participar activamente en un proceso de paz, reconciliación y convivencia. Tal cual. Jacobinismo puro y duro.

Lean lo que nos informa Naiz:


De Ortzaize a Biarritz, cuando el castigo no encaja en el hilo argumental

Tras dos días de juicio en París el Tribunal Correccional condenó ayer pero no encarceló a dos personas encausadas por guardar armas de una organización implicada en la neutralización de sus arsenales. Persisten los tics pero titubea el mazo. Análisis de un ligero movimiento de líneas.

Maite Ubiria

El 19 de diciembre de 2019 el Tribunal Correccional de París dió a conocer su decisión en relación a las seis personas detenidas en la operación de obstaculización del desarme de ETA llevada a cabo por la Policía francesa en la localidad bajonavarra de Ortzaize.

Para Grazi Etxebehere pidió 18 meses de prisión, 12 de ellos exentos de cumplimiento; Para Jeff Mateo y Terexa Lekunberri, 12 meses, exentos de cumplimiento; para Xabier Goienetxea, 9 años de cárcel y 8 años para Iñaki Reta, en ambos caso con 2/3 de cumplimiento.

Fueron finalmente los dos militantes de ETA, Iñaki Reta y Xabier Goienetxea, que realizaban labores ligadas al desarme, los que se vieron condenados a siete años de prisión.

En Ortzaize se juzgó a quienes albergaron a los que hacían labores cara al desarme, en una operacion en la que los estados se reivindicaron como saboteadores de un proceso hacia el final de ETA que no les encajaba del todo bien en sus planes.

En el juicio celebrado el jueves y viernes en París, salvadas las distancias, se ha vuelto a juzgar el periodo más complejo de ese proceso que, como hoy recoge en su editorial GARA, fue un éxito.

Porque sacó las armas de la ecuación vasca y dibujó una oportunidad, ni la mejor ni la más infalible, pero una oportunidad para construir un escenario de paz y convivencia.

Y en esas está, once años después, el país que atesora la vía vasca a la paz.

El fiscal puso en duda que existiera certeza sobre las intenciones de ETA en el periodo 2011 y 2015. No le convenció, a lo que se ve, toda una Conferencia Internacional de Aiete, ni el consiguiente anuncio de abandono de las armas por ETA, ni los informes de una Comisión Internacional de Verificación (CIV)... Cuando la razón se topa con el mero acto de fe, se apaga la luz.

Pero avancemos, que de eso se trata.

En el juicio de Ortzaize, la Fiscalía se despegó con unas peticiones que fueron más elevadas que las que luego retendría el juez, que tomó la decisión clara de no encarcelar a los vecinos.

En 2019 el Ministerio Fiscal no se cuestionó a si mismo ni se explayó en explicaciones. En 2022, un 2 de septiembre en París, en el mismo Tribunal Correccional, el fiscal precisó, sin embargo, de hora y media de oratoria para mantener un equilibrio titubeante.

Pidió al juez que condenara, pero con mesura, a Nathalie Chasseriaux y Enrike López, porque, dijo, «la voluntad perceptible de los autores era la de llegar, finalmente, a la reconciliación».

El fiscal desactivó la vía de la prisión, al calcular sus penas de modo que los dos encausados no debieran regresar a la cárcel, y el juez le secundó. Impuso tres años, dos exentos de cumplimiento a Lopez -que al haber pasado ya un año encarcelado no volverá a prisión- diecicho meses, todos exentos de cumplimiento, a Chasseriaux.

Decaen dos de las cuatro acusaciones

Para ello, de las cuatro acusaciones en la sentencia se retuvieron dos, renunciándose expresamente a la ligada al transporte y depósito de un arsenal. Se guardó como percha la acusación de «pertenencia a organización terrorista», insostenible, y el encubrimiento de delito.

A fuerza de nadar en aguas revueltas, y de querer persistir en un relato que no deja precisamente al Estado francés, y a su tradición en materia de diplomacia de la paz, en un buen lugar, el fiscal se reivindicó en el error pero sin poder -o querer- ya asumir el costo.

Esa linea fina fue la que trazó en su informe de conclusiones, claro está insuficiente y hasta decepcionante para una defensa que se dejó la piel en exponer, dato a dato, y pericial a pericial, los pasos dados para completar el objetivo de inutilizar el arsenal de ETA.

Y sobre ese lenguaje ambivalente se apoyó el juez para condenar sin sumar un castigo más.

Y en su alegato, de justicia es reseñarlo, reconoció la altura del reto que asumía el tribunal que no era otro, verbalizó, que «dar una respuesta judicial a hechos calificados como delitos graves pero también tener en cuenta y quizás sumar al clima de paz actual en el País Vasco».

Así de ligero es el movimiento, y tan suave el matiz a que alcanza un tribunal en un Estado que rehuye la introspección sobre lo actuado y cuyos dirigentes no terminan de asumir la responsabilidad que comporta el tránsito, sea por bellas avenidas o por angostos caminos, hacia la paz.




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viernes, 2 de septiembre de 2022

Egaña | La Hipótesis de la Abuela

Excelente aporte de Iñaki Egaña en su perfil de Facebook, un texto para leer, reflexionar y debatir:


La Hipótesis de la Abuela

Iñaki Egaña

La gerontocracia domina el planeta y así lo ha hecho en los tiempos inmediatamente anteriores. En EEUU, el presidente tiene 79 años, su principal opositor 76 y Nancy Pelosi, que descuella en la Cámara de Representantes, 82. El papa de la cristiandad católica, entre achaques y nombramientos de nuevos cardenales, ha llegado a los 85. George Soros, al que ubican en la trastienda de todos los complots, acaba de cumplir los 92.

Las dos referencias por excelencia del Club Bilderberg, ese gobierno mundial en la sombra según ciertos medios, alcanzaban el siglo: David Rockefeller que falleció hace un lustro con 102 años, y el incombustible Henry Kissinger con 99. Otro que parece ser fue la famosa X del terrorismo de Estado, los GAL, rebasa los 80 años, y desde su pedestal imparte lecciones de socialismo y libertades.

Sin embargo, y como sucede en otros avatares de la vida, el código postal tiene más trascendencia que el código genético a la hora de citar situaciones, confrontaciones. En lenguaje de izquierdas diríamos que tiene que ver con la lucha de clases, aunque tengo también algunas dudas. La Unión Soviética era gobernada por una gerontocracia, me dirán que necesitada por la experiencia de los veteranos para abordar la Guerra Fría. Pero un senado de viejos, a fin de cuentas.

Las víctimas mortales de la covid han sido, por lo general, mujeres en edad avanzada, ancianas en lenguaje estadístico. Me responderán, también, que su esperanza de vida era superior a la de los hombres y que, por ello, la lógica mortal entraba en parámetros adecuados. También que he citado a la Pelosi al comienzo, lo que abriga cierta transversalidad de género. Pero la norteamericana es la excepción, en un mundo patriarcalizado. Las mujeres, precarizadas en su juventud, son mayoría en las franjas de pobreza, ya en edad adulta. La sociedad posmoderna las envía al estercolero del olvido. Ni consumen, ni generan la riqueza pedante que impera en estos tiempos.

Esa invisibilización es rotundamente social. Si las franjas de víctimas de la covid hubieran sido otras, la gestión hubiera acompañado a otro modelo. Cuando las mujeres en edad avanzada han alcanzado al límite soportable por el sistema, su tratamiento ha sido el habitual. Quiero decir, el habitual para los hombres. En los círculos represivos no existen las diferencias.

Conocemos el caso de mujeres en edad avanzada que fueron torturadas, de ancianas ejecutadas por el franquismo en Nafarroa, de otras, como el caso de la ondarrutarra Agustina Berridi, que, a sus 97 años, tuvo que refugiarse en Ipar Euskal Herria para salvar su vida. El chalet Orue, en Santutxu, fue un centro irregular de detención, en el que ingresaron a decenas de longevas mujeres de Bizkaia. Al otro lado del Atlántico, las Abuelas de la Plaza de Mayo sustituyeron a sus hijas desaparecidas en la búsqueda de sus nietos.

Es notorio que, con las excepciones de lucha resumidas en el párrafo anterior, la presencia social de la mujer de edad avanzada en nuestra sociedad es prácticamente inexistente. Probablemente porque su función reproductiva, en un entorno patriarcal histórico, ha concluido. Y, a pesar de que esa creencia radicalmente reaccionaria esté tan extendida, es muy factible que incluso en términos físicos, o quizás debería decir genéticos, sea falsa. Es decir, que la carga social de marginación contradice abiertamente a la información que transmite nuestro ADN.

Hace ahora un par de décadas, James O´Connell y Kristen Hawkes, dos investigadores estadounidenses, presentaron una tesis sumamente sugestiva. Recogían un ensayo de un tal Peter Medawar de 1952. El punto de partida fue el hecho de que el género humano es una de las cinco especies de mamíferos en el que las hembras tienen una vida prolongada una vez interrumpida la fertilidad. Simplificando: que la menopausia es casi exclusiva de los sapiens. En el resto de mamíferos, las hembras son fértiles hasta su muerte. O lo que es lo mismo, mueren cuando dejan de ser fértiles.

Así que los humanos somos distintos. Hay también cuatro especies de ballenas que tienen menopausia. Una característica especial. A no ser que se trate de una propiedad evolutiva. Que sobrevivir con menopausia tenga más posibilidades que sin ella. Para nuestra especie y supongo que asimismo para las ballenas. Porque en términos estrictamente evolutivos, ¿para qué mantener con vida a quienes ya no son fértiles, si el fin último es el de la supervivencia de la especie y no la del individuo?

Tras esta constatación, las abuelas han tenido un papel clave en la evolución humana en los últimos dos millones de años. Los estudios de O´Connell y Hawkes, recogidos por multitud de antropólogos, confieren a las mujeres de edad avanzada un estatus prolífico, en términos físicos y sociales, que liberaron a las madres en su labor reproductiva. Tener más hijos en un medio hostil fue posible gracias a que muchas de las tareas supuestamente adjudicadas a los padres eran completadas por las abuelas. La llamaron “estrategia de esfuerzo reproductor”, la hipótesis de la abuela en términos cercanos.

A reforzar la tesis se encuentra el hecho de que la menopausia está determinada por unos pocos genes y la mutación no debió de ocurrir hace demasiado. Y en estos últimos años, al calor de la hipótesis, numerosos trabajos han confirmado que la presencia de las abuelas se ha asociado con el éxito reproductivo de la descendencia, por generaciones. La presencia de abuelas ha aumentado la supervivencia de los nietos.

Es con esta constatación científica, aunque aún en fase de hipótesis, que nuevamente corroboro esa locura de civilización en la que estamos sumergidos. La razón económica y social de una elite está echando por tierra no sólo el hábitat de miles de especies, sino también nuestro acervo como especie a la contribución de la vida en nuestro planeta. Escuchemos a la naturaleza, evolucionemos socialmente, corrijamos desigualdades y pongamos en un pedestal a nuestras abuelas.

 

 

 

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Una Diada sin Partidos

La ANC ha convocado a una Diada que ponga al centro a la ciudadanía catalana y no a los partidos políticos, lo cual ha llevado a un desencuentro con el actual president de la Generalitat, Pere Aragonès.

Naiz nos hace un recuento detallado de la situación:


Aragonès no asistirá a la manifestación de la Diada en medio de una tensión creciente

A las puertas de la Diada de este año, el president de la Generalitat, Pere Aragonès, ha anunciado que no asistirá a la manifestación convocada por la ANC. La ausencia se produce en un momento de tensiones entre ERC y Junts, así como de la sociedad civil contra los partidos independentistas.

El president de la Generalitat, Pere Aragonès, no asistirá a la manifestación de la ANC por la Diada porque «considera que no sería coherente con el planteamiento que han hecho los propios organizadores».

Fuentes de Presidencia de la Generalitat han argumentado que se trata de una manifestación «contra los partidos políticos y las instituciones, y no contra el Estado español, que profundiza en las divergencias del independentismo».

La ANC ha convocado esta manifestación bajo el lema ‘Tornem-hi per vèncer: Independència’ (‘Volvamos para vencer: Independencia’) y en su manifiesto la entidad afirma que «se ha acabado esperar nada de los partidos, solo el pueblo y la sociedad civil organizada podrán alcanzar la independencia», y critica la mesa de diálogo.

Será la primera vez desde 2015, cuando Artur Mas presidía la Generalitat, que un president catalán no acuda a la manifestación de la Diada, ya que tanto Carles Puigdemont como Quim Torra asistieron a estas movilizaciones cuando encabezaban el Ejecutivo, igual que hizo Aragonès el año pasado.

Pese a su ausencia en la manifestación, las fuentes de Presidencia han apuntado que Aragonès llama a la ciudadanía a participar en los actos de la Diada y defiende que la independencia se conseguirá «solo unidos, calle, partidos e instituciones, pese a la diversidad de opiniones y estas divergencias».

Por eso, ha pedido que «el movimiento independentista evite mirarse de reojo entre los compañeros de viaje» y que la atención no se centre en si él participa o no en la manifestación, sino en que la ciudadanía se exprese en la calle a favor de la independencia.

Asimismo, las fuentes de Presidencia han concretado que el president participará en varios actos el 11 de setiembre, como la ofrenda al monumento de Rafael Casanova en Barcelona y en Sant Boi de Llobregat, otros actos organizados por entidades y presidirá el acto institucional de la Diada que se celebrará en Montjuïc.

ANC: «Los partidos independentistas se han acomodado»

En el manifiesto de la Diada de este año, la ANC destaca que «hace falta un nuevo envite por la independencia. Y viendo que, en estos momentos, los partidos autodenominados independentistas no se suman a ello, tendremos que encontrar nuevos caminos y seguir el ejemplo de movimientos no-violentos por la independencia como Gandhi en la India».

Según esta asociación civil, «hace falta corregir los errores de hace cinco años», entre ellos el de «no defender la independencia y considerar a España un estado democrático con el que se pueden negociar los derechos nacionales de Catalunya», ya que consideran que con un conflicto político de estas dimensiones «cualquier estado de tradición democrática habría intentado una solución pactada, como en Escocia o el Quebec».

Sobre los partidos independentistas, consideran que éstos «se han acomodado en las instituciones», y les echa en cara «someterse a la justicia española» tras las elecciones de 2017 y «dejar de lado el conflicto con España» después de las victoria con un 52% de los votos en 2021.

Tensión entre Junts y ERC

El anuncio de que Aragonès no asistirá a la manifestación de la Diada ha provocado un nuevo cruce de declaraciones entre Junts y ERC, con la ANC de por medio. En una publicación en Twitter, el vicepresidente de la Generalitat y consejero de Políticas Digitales y Territorio, Jordi Puigneró, ha afirmado que tanto él como los consellers de Junts asistirán a la manifestación: «Yo y los consellers de Junts sí que iremos a la manifestación de la Diada».

Asimismo, ERC ha asegurado en un comunicado que el partido «estará, como siempre, presente en todos los actos» de la Diada y anima a participar en todos ellos, así como en la manifestación de la ANC. Sin embargo, en el comunicado ERC ha afeado a la ANC el objetivo de la manifestación: «Nos gustaría cualquier entidad que convoca una manifestación lo haga a favor de la independencia y no en contra de los independentistas».

El pasado lunes, Junts hizo público el resultado de su auditoría del pacto de Govern con ERC, que concluye que «aleja» la independencia más que la acerca, según explicó el secretario general de JxCat, Jordi Turull, que dio de margen hasta pasado el debate de política general para «revertir» la situación.

«Así no podemos seguir», advirtió Turull a ERC en una rueda de prensa desde la sede de Junts en Girona, en la que compareció junto a la presidenta del partido, Laura Borràs. En la rueda de prensa, Borràs constató los «incumplimientos» de ERC en materia independentista que figuran en el acuerdo de Govern, y defendió «revertirlos».

Precisamente, este jueves la Mesa del Parlament se reafirmó en la suspensión de Borràs como presidenta de la Cámara, al tumbar las peticiones de reconsideración de Junts, entre ellas una en la que se esgrimía que el informe no vinculante del Comité de Derechos Humanos de la ONU es también «aplicable» a la líder del partido.

Ese movimiento, en cambio, no varió el desenlace esperado: todos los representantes de los grupos en Mesa y Junta, a excepción de Junts, rechazaron admitir a trámite la reconsideración, al considerar que, en base al reglamento, su suspensión no entra en los supuestos contemplados para ser reconsiderada por la Mesa.

Desde ERC se han mostrado muy críticos con ese intento de Junts de equiparar este caso con el dictamen de la ONU, al opinar que se hace un «flaco favor» al independentismo; en cambio, desde JxCat se ha evidenciado la indignación con la decisión de no admitir a trámite la reconsideración o permitir un posicionamiento jurídico de los letrados, un hecho que consideran «inaudito» y sin precedentes en la cámara.

El 17A, ejemplo reciente

El pasado 17 de agosto, cuando se cumplían cinco años de los atentados de las Ramblas y Cambrils, se vivieron momentos de tensión entre algunos manifestantes y los representantes políticos. Entre gritos de «queremos saber la verdad», algunos concentrados incluso llegaron a romper el minuto de silencio en memoria de las víctimas.

Tras el minuto de silencio, Laura Borràs acudió a saludar a algunos de los concentrados que la aclamaban al grito de «presidenta». Además, criticó a la vicepresidenta de ERC, Alba Vergés, no acudir al acto a pesar de haber asumido las funciones de Borràs.

 

 

 

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Positivismo Anacrónico y Diáspora Vasca

Se acerca el 8 de septiembre y ya se anuncia la celebración del oficialista Día de la Diáspora Vasca.

Quienes nos visitan frecuentemente habrán notado que este blog, publicado desde la diáspora y para la diáspora, se posicionó en contra de la fecha desde el día número uno.

Hoy les invitamos a leer este texto publicado por Euskaria Fundazioa en el que se analiza a detalle lo que nosotros planteamos en su momento, Elkano no es el personaje histórico idóneo para representar a la diáspora y nosotros añadimos algo más; fue la diáspora vasca maniatada y amordazada por el etnicismo cutre que favorece Lakua en las eusko etxeak la que terminó votando por el navegante, siendo de hecho esta la razón principal por la que precisamente se publica este blog, para romper con el paternalismo con el que el PNV ve a quienes componemos la diáspora.

Así que dicho lo anterior, adelante con la lectura:




Hasta ahora, la historia colonial de la diáspora vasca (siglos XVI, XVII y XVIII) ha sido, en gran medida, una variante de la historia de las clases dominantes, fáctica y militar, una mirada aristocrática a partir de los documentos de los poderosos, que tuvo la función de visibilizar a los vascos de la nobleza que participaron en la conquista y colonización de América, de esta manera se disponía de un relato histórico, una mitología de origen, identificada con los vencedores que, mercenarios al servicio del imperialismo español, fueron responsables del genocidio indígena.

Pocos historiadores han afrontado la difícil tarea de retratar a los oprimidos que se muestran socialmente casi invisibles y en escuchar a esa mayoría que permanece muda sobre el pergamino y el papel. Llama poderosamente la atención la fuerte gravitación del paradigma positivista (una anacronía epistemológica en nuestros días) en nuestra historiografía, es decir que hoy en día, pleno siglo XXI, esta historiografía (positivista, imperialista y pro española) de la diáspora vasca sigua siendo hegemónica y son escasos los estudios críticos, científicos y académicos que debaten con ese relato caracterizado, en parte, por un relato negacionista camuflado en la reivindicación y la responsabilidad de los vascos en el proceso de conquista imperial como una gesta civilizatoria.

Este negacionismo existe y opera en la propia historia vasca silenciando la dominación histórica que sufre el pueblo vasco. Es preciso señalar las nefastas consecuencias derivadas de esta realidad, me refiero, en particular, al fortalecimiento y la legitimación de la dominación extranjera en Euskal Herria/ Navarra a través de la naturalización y normalización de esa dominación producida por esa historiografía. De esta manera la dominación material, estructural, es posible, en parte, por la legitimación y colonización existente en la superestructura, que otorga sentido a esa realidad.

Se percibe una tardía recepción de las teorías epistemológicas, de diverso origen disciplinar, de la segunda mitad del siglo XX que realizaron significativos aportes a la ciencia histórica como el marxismo inglés (Thompson, Hobsbawm), los estudios culturales de Edward Said, los aportes de Walter Benjamin, Gramsci, Foucault, Bordieu, De Certau, Nora, Halbawch, La Capra, etc, que resultan insoslayables a la hora de realizar una investigación histórica en cualquier universidad del mundo. Esta circunstancia se manifiesta no solo en metodologías de investigación y marcos teóricos, sino en el criterio selectivo que opera en las temáticas y procesos a investigar, por ejemplo, en la escasez de una reflexividad histórica acerca del papel de los vascos en el comercio de esclavos africanos en América. Es probable que este inicio tardío no se deba a la carencia de fuentes, pues los materiales disponibles para su estudio abundaron desde el principio mismo. Se le ignoró, más bien, debido a su estrecha asociación con el imperialismo europeo y la falta de interés resultante de un problema moralmente difícil de tratar. También es verdad que la reivindicación de la conquista y la colonización que llevó acabo el imperio español en América (y en hego Euskal Herria) no significó una contradicción para la mayoría de los historiadores vascos a quienes les fue permitido publicar sus estudios. En este sentido un análisis de la producción historiográfica navarra pro española relativa al V centenario de la conquista de navarra en 2012, evidencia esta intención negacionista mencionada más arriba.

Pienso que dentro de la multiplicidad de factores que determinan esa realidad, me refiero a la anacronía científica contemporánea de la historiográfica vasca de la diáspora, que encontramos en su mirada imperialista y negacionista, se encuentran causalidades que responden a la dimensión política de la ciencia histórica, en particular a las políticas públicas desde las cuales se construye y constituye la historia oficial, es decir al contexto de producción del conocimiento histórico en relación con las condiciones políticas que posibilitan y determinan su existencia y su naturaleza. Me refiero a la relación de la sociedad con su pasado que diseña el gobierno.

Esta hipótesis, que explica la naturaleza no crítica y anacrónica de la historiografía producida en instituciones públicas, adquiere validez en el análisis de gran cantidad de casos, por ejemplo, en la política pública relativa a las efemérides históricas. La existencia de éstas se debe a su funcionalidad como dispositivo con la capacidad de instrumentalizar y controlar ideológicamente a la sociedad a través de las fiestas locales, el folclore y símbolos identitarios con el fin de crear una cohesión social interna. Las fiestas locales fueron una de las tecnologías de los gobiernos para crear una comunidad nacional desde la ritualización simbólica.Quiero detenerme en un caso específico, quizá el más actual, contemporáneo, y polémico de todos, me refiero a la creación, en el año 2016, e implementación en la euskal etxeak del mundo del 8 de septiembre como “Día de la diáspora vasca”. Esta celebración, en gran medida, se materializó en frívolas reuniones vacías de contenido y carentes de sentido, que pretendían conmemorar la presencia vasca en el mundo a través del recuerdo del marino vasco al servicio del imperio español Sebastián Elcano, esta celebración, según entiendo, surgió como la efeméride más votada por la diáspora en una convocatoria que realizó el gobierno vasco. El origen democrático que otorga legitimidad a esta cuestionable decisión política, no absuelve responsabilidades, en todo caso evidencia un preocupante y deliberado desinterés oficial por nuestra historia o lo que es peor: contribuye a la asimilación vasca al imperio español como política pública del gobierno vasco, digo esto en función de la contradicción explícita y manifiesta que resulta del hecho de reivindicar a los vascos que migraron, en su mayoría de manera forzosa y como víctimas de violencias múltiples, con el recuerdo de Elcano que nunca migró, lo cual neutraliza y anula el sentido y el significado que supuestamente intenta representar la efeméride, silenciando diversas memorias colectivas e identidades que explican los motivos de esas migraciones , por otro lado, en mi caso, me resulta imposible celebrar el Día de la Diáspora recordando a un vasco al servicio del imperio español, el mismo imperio que conquistó a sangre y fuego Navarra en 1512, celebrando la sumisión como observó Martínez Garate… ¿Síndrome de Estocolmo, ignorancia de la propia historia o necesidad de disponer de una sociedad vasca que naturalice la dominación española?

 

 

 

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jueves, 1 de septiembre de 2022

Una Larga Espera en Loiu

Como hemos compartido con ustedes en publicaciones anteriores, una de las expresiones solidarias e internacionalistas del pueblo vasco se materializa cada año cuando niños saharauis viajan para pasar el verano en Euskal Herria.

Desafortunadamente, la situación sanitaria generada por la pandemia del SARS CoV-2 impidió que los niños saharauis pudieran viajar en 2020 y en 2021.

En 2022, las condiciones han permitido el viaje y la estancia, con solo un bemol, mismo que se describe en este reportaje de Noticias de Gipuzkoa:


La accidentada despedida a los niños saharauis acogidos en Euskadi

El retraso del avión con destino a Tinduf obliga a esperar en Loiu hasta las 2.20 horas de la madrugada a 301 menores acogidos en verano. “Queremos dar las gracias al personal del aeropuerto, que cierran a las doce de la noche y han aguantado dos horas y media hasta que todo se ha resuelto”, indican las familias

Jorge Napal

Noche movidita en Loiu. Las vacaciones de los niños saharauis en Euskadi han sido un remanso de paz, nada que ver con el inesperado escenario en el aeropuerto esta pasada madrugada. El retraso del avión con destino a Tindouf, en Argelia, ha prolongado la espera más de lo previsto, lo que ha dado pie a una situación “una tanto caótica” que ha obligado a catorce monitores a contener las emociones de 301 menores. “Ha habido un poco de todo: lágrimas, bostezos, y pelotitas de aluminio del bocata que iban y venían”, relatan a este periódico los responsables.

Los menores ya están con sus familias en el campo de refugiados de Argelia. El avión ha llegado a Tindouf este jueves a las 6.00 horas. Durante todo el día los menores están envíando mensajes a tantas amigas y amigos que han dejado en Euskadi tras un verano inolvidable, en el marco del programa Oporrak Bakean, retomado con éxito tras dos años de pandemia.

Lo que no estaba previsto, es la situación se iba a plantear en el aeródromo. Edurne Uzkudun se acaba de levantar de la cama a una hora que no acostumbra. Atiende a este periódico al mediodía. “No sé cuántos mensajes he respondido ya diciendo que estaba dormida”, sonríe cansada esta vecina de Eibar, una de las responsables del programa de acogida.

Ha regresado a casa a las tres y media de la madrugada, tras dejar en el aeropuerto a Lahasan, su hermano gemelo, Buyema, y la sobrina de ambos: Achwak, que el 20 de agosto cumplió ocho años.

Son tres de las criaturas que habitan entre las 180.000 personas de los campamentos de Tindouf (Argelia), a donde huyeron y donde malviven desde que el Estado español cedió el territorio a Marruecos y a Mauritania en noviembre de 1975.

Cierre del aeropuerto

El cansancio de los últimos días ha hecho mella en todos y, para remate, el contratiempo del aeropuerto. “Estábamos citados en Loiu a las 19.30 horas. Había que llevar bocadillo y cena porque el avión en principio despegaba a las 22.55 horas”, relata Uzkudun, que fue una de las últimas en llegar.

Comenzaron a facturar con arreglo a lo previsto, a la espera de los controles pertinentes. “Esperábamos que fuera todo más o menos ágil, pero poco después nos dijeron que el avión se retrasaba una hora, que despegaría a las doce de la noche”, a la hora que cierra el aeropuerto.

En la mente de los monitores se comenzaba a proyectar una imagen que no querían que se volviera a repetir, la del verano de 2017, cuando 150 menores que se disponían a volver al desierto tuvieron que pasar la noche en el frontón de Loiu debido a un contratiempo similar. “Teníamos miedo de que ocurriera lo mismo”, cuenta la responsable del programa.

Se da la circunstancia de que en esta nueva edición de Oporrak Bakean el número de menores duplica al de entonces, ya que en esta ocasión han tomado el mismo vuelo los saharauis acogidos en Navarra, Cantabria y La Rioja. En total, 301 pasajeros cada vez más inquietos. “Todos hemos estado cruzando los dedos. Ha habido un poco de caos. Son menores y están cansados y nerviosos después de un verano en el que no han parado, y que se han encontrado ante la espera inesperada del aeropuerto”, razona la eibartarra.

Unos lloraban, otros dormían, y había niños que mataban el tiempo con las bolas de aluminio. Los responsables, entretanto, trataban de calmarles como podían. Tras la facturación, solo catorce monitores estaban autorizados a permanecer con ellos. Por lo general, en despedidas de este tipo acostumbran a aguardar en el aeródromo en torno a media hora tras el despegue para confirmar que todo va sobre lo previsto y el avión no viene de vuelta. “Si ocurre, por el motivo que sea, tendríamos que habilitar camas en el frontón de Loiu, por eso solemos esperamos un poco más”, explica Uzkudun.

El problema en esta ocasión es que el avión ni siquiera había llegado. Aterrizó en Loiu pasada la media noche, tras lo cual hubo que seguir armándose de paciencia: el descenso de los pasajeros que acababan de aterrizar en la capital vizcaina, las labores de limpieza pertinentes y el repostaje. Así, los pequeños no han podido embarcar hasta las dos de la madrugada de este jueves. El avión ha despegado hacia a Tindouf a las 2.25 horas. “Queremos agradecer a todo el personal de Loiu, y sobre todo a los controladores, que cierran a las doce de la noche y han aguantado dos horas y media debido a la situación que se ha planteado”, remarca Uzkudun.

"Que se despierte en ellos el deseo de salir de allí, estudiar y luchar"

Con todo, la tensa espera no empaña lo más mínimo la valoración que las familias vascas hacen de la estancia de los 152 menores acogidos en Euskadi. “Estamos muy contentas”. Lo más satisfactorio para Uzkudun, que ha velado por la salud de los menores con mayores problemas problemas médicos, es que “todos han podido acudir a sus revisiones”. Alguno de ellos ha tenido que quedarse en Euskadi para seguir un tratamiento específico.

“Da mucha satisfacción ver sus caritas, con sus regalos y de regreso a sus casas después de vivir una experiencia así. Es un descanso muy terapeútico para todos. Es bueno para ellos y ellas hacerles olvidar los rigores desierto, puesto que cada vez reciben menos ayuda humanitaria en los campamentos. Creemos firmemente en la importancia de hacerles ver que existe otro mundo más allá de esas jaimas. Abrir así sus mentes. Que se despierte en ellos el deseo de salir de allí, de estudiar y luchar”. La eibartarra no puede reprimir las lágrimas al pensar que será del Lahasan, uno de los pequeños acogidos en casa, aquejado de "tremendas jaquecas". Todavía no ha finalizado el verano y ya cuentan los días para que llegue el siguiente y puedan volver a verse. 




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Acercamientos Descobijan a Feijóo

El día tenía que llegar en el que los del PP se excedieran en eso de ser más papistas que el Papa. Y ha sucedido nada más y nada menos que poor el tema de los acercamientos de los presos políticos vascos a cárceles cercanas a su entorno social, tal cual marca la legislación penitenciaria al respecto, tampoco es que se les esté otorgando un privilegio. Es más, son precisamente las políticas de excepción a las que han sido sometidos los que reafirman y confirman su condición de presos políticos.

Les invitamos a leer esto que nos informa El Diario:


Víctimas de ETA reprochan al PP sus críticas al acercamiento de presos a Euskadi: “Qué hipocresía”

María Jauregui o Gorka Landáburu recuerdan a Feijóo y otros dirigentes de la derecha que todos los gobiernos han aproximado a terroristas a cárceles próximas a sus casas para facilitar el derecho de las familias a visitarlos, mientras otras víctimas sí arremeten contra la decisión del Gobierno

Aitor Riveiro

“Qué hipocresía”. Así ha reaccionado María Jáuregui, hija del exgobernador civil de Gipuzkoa Juan Mari Jáuregui, asesinado por ETA en el año 2000, a las críticas lanzadas por el líder del PP, Alberto Núñez Feijóo, a la decisión de Instituciones Penitenciarias de acercar a varios presos de ETA a cárceles próximas a Euskadi. La de Jáuregui no ha sido la única crítica de víctimas de la banda terrorista, desaparecida hace ya una década.

Otras personas que sufrieron la violencia de ETA también se han molestado por la reacción del líder del PP, quien ha acusado al Gobierno de acercar a presos que cumplen condena por actos terroristas a cambio del apoyo de EH Bildu a los Presupuestos Generales del Estado. “Bildu tenía toda la razón cuando dijo que Sánchez era su oportunidad. De mí no lo dirán”, tuiteó este miércoles Feijóo. A ese mensaje es al que replicó María Jáuregui también en la misma red social.

 

 


 


Los mensajes no se han dirigido solo contra Feijóo. También su número dos, Cuca Gamarra, los ha recibido. En este caso ha sido el periodista Gorka Landaburu. “Cuando acercaron a cárceles del País Vasco a los que intentaron asesinarme, les dije que no me alegraba por ellos pero sí por su familias. Ahora, mantengo lo dicho para Txapote y Parot. No hable en nombre de las víctimas de ETA”, ha dejado escrito.

Landaburu se refiere así a su reacción cuando, en noviembre de 2020, el Gobierno aprobó el traslado a la prisión de Martutene de uno de los terroristas que participó en el envío del paquete bomba que le mutiló.

 

 


 


Otras víctimas sí han secundado las críticas al Gobierno de los de Feijóo. Es el caso de la exdiputada nacional del PP, hoy diputada en la Asamblea de Madrid del PP de Ayuso, Mari Mar Blanco. Entre los presos de ETA que serán trasladados en próximas fechas a Euskadi está el asesino de su hermano, Miguel Ángel Blanco.

No es la primera vez que declaraciones del PP provocan un cisma entre las víctimas de ETA. El pasado mes de julio, Feijóo invitó a las principales asociaciones de víctimas del terrorismo a una reunión en el Congreso coincidiendo con la aprobación de la nueva Ley de Memoria Democrática. El líder de la derecha recibió como respuesta el plantón de algunas de estas organizaciones, entre ellas las más representativas, y las críticas públicas de víctimas directas de la banda.

Entre otras, de la hermana del que fuera teniente de alcalde de Donosti, Gregorio Ordóñez, asesinado por ETA, quien lamentó el uso de la memoria antiterrorista para hacer política, especialmente contra una ley que tiene como objetivo, entre otras cosas, resarcir a los herederos de las víctimas de la dictadura franquista.

Ahora, Consuelo Ordóñez ha vuelto a contradecir el discurso del PP. Y eso que uno de los presos que se van a beneficiar de la decisión, Txapote, asesinó a su hermano. “Nunca he criticado los acercamientos, no lo hice con Zapatero, no lo hice con Rajoy, no lo voy a hacer ahora con este gobierno. Tampoco nunca he criticado las políticas penitenciarias de los diferentes gobiernos. ¡Se llama coherencia!”, ha escrito en Twitter.

 


 


Esa misma semana de julio, durante el debate sobre el estado de la nación, Cuca Gamarra dedicó un tercio de su intervención precisamente a recordar a Miguel Ángel Blanco, a patrimonializar el llamado Espíritu de Ermua y a arremeter contra el Ejecutivo por su acuerdo parlamentario con Bildu.

Entonces, Feijóo dijo que desde el asesinato del concejal del PP en Ermua todos los partidos se comprometieron “a no dar beneficios penitenciarios a los presos de ETA”. Pero no es verdad. Los sucesivos gobiernos de José María Aznar acercaron presos terroristas con delitos de sangre a cárceles vascas después del secuestro y ejecución de Blanco, en 1997. También cuando Mariano Rajoy, el referente declarado del hoy líder del PP, estaba al frente del Ministerio del Interior, de quien depende Instituciones Penitenciarias.




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