La semana pasada Facebook se llenó de memes y videos con respecto a la muerte de Amal Hussein, la niña que se ha convertido en ícono del genocidio por hambre que Arabia Saudí -aliada estratégica de Israel y Estados Unidos- ha implementado en contra de Yemen.
Pocos días antes el mundo occidental se desgarraba las vestiduras por el brutal asesinato del periodista Jamal Khashoggi en un consulado saudí en Turquía.
Hace apenas unas horas, nos enterábamos que Riyadh se posicionaba claramente al lado del genocida régimen sionista al prohibir el acceso de palestinos a La Meca.
Dicho lo anterior, les compartimos esta actualización acerca de la saga del bombero Ignacio Robles por medio de esta publicación en La Vanguardia:
Ignacio Robles se negó a colaborar en un envío de armas a Arabia Saudí y 'pagó' por ello. Su caso fue "un aviso a navegantes". Una advertencia a cualquiera que trabaja alrededor de estos cargamentosÁngel MartínezIgnacio Robles siempre ha sostenido que su caso fue "un aviso a navegantes". Una advertencia a cualquiera que trabaja alrededor de los envíos de armamento a Arabia Saudí. Este cabo de bomberos se negó a dirigir en marzo de 2017 un retén de seguridad durante el embarque en el puerto de Bilbao de un cargamento con "bombas y proyectiles de mortero" con destino al país árabe. Alegó objeción de conciencia, al entender que aquellas 720 toneladas de armas podían ser utilizadas en la guerra de Yemen, donde Arabia Saudí lidera desde 2015 una intervención militar e impone un bloqueo que ha acabado creando la peor catástrofe humanitaria de la actualidad.La acción de Robles provocó un retraso de 14 minutos en el embarque de aquellas bombas y un expediente disciplinario por falta muy grave que pudo costarle entre dos y cuatro años de empleo y sueldo. Al expediente, abierto por la Diputación de Vizcaya, se añadieron después nuevas acusaciones, como "poner en peligro a la población", lo que suponía entre tres y seis años sin trabajo ni salario. Ningún jefe del servicio de bomberos se comunicó con Robles, quien conoció las acusaciones por la prensa."Hubo presiones, llamadas del puerto al Servicio de Bomberos para forzar la situación. Para el puerto de Bilbao, la naviera Bahri [la naviera nacional de Arabia Saudí] es un cliente muy bueno y no querían perderlo", asegura Robles a El Confidencial. Precisamente con Bahri se han producido "faltas muy graves de ordenación marítima", sostiene el cabo de bomberos."Con los envíos a Arabia Saudí se han falseado los registros, se han cambiado banderas [en los buques mercantes] o los cargueros han entrado en el puerto sin localizador", denuncia este bombero de Vizcaya. Consultadas por este diario, fuentes de la Autoridad Portuaria del Puerto de Bilbao aseguran que "todo buque y mercancía se gestionan cumpliendo la legalidad vigente" y añaden que "el buque (de la naviera Bahri) no atraca ya en Bilbao. Hace escala en Santander".Tras mucho dinero invertido en abogados y muchas noches sin dormir, este bombero de Vizcaya 'ganó' la batalla legal: su caso se resolvió en febrero de 2018 y el expediente se quedó en una falta leve. "He gastado demasiado, por eso decidí no recurrir", dice.La catástrofe que Robles intentó evitarDebido a su cercanía a algunas de las mayores fábricas de armamento de España, el puerto de Bilbao es el principal punto de salida de armas para la exportación. Una actividad que el asesinato del periodista Jamal Khashoggi en el consulado saudí en Estambul ha puesto de nuevo sobre la mesa al activar un debate que reaparece, como un alma en pena, cada cierto tiempo.Tras más de 57.000 muertos, según cifras de Acled (Armed Conflict Location and Event Data), dos millones de desplazados y una epidemia de cólera sin precedentes, la situación en Yemen empeora. En una guerra que se ceba con los civiles —casi un tercio de los ataques aéreos realizados desde marzo de 2015 no iba dirigido contra emplazamientos militares—, las ONG advierten del grave deterioro de las condiciones de vida de la población. Y una de las causas del agravamiento de la situación es la ofensiva de las fuerzas gubernamentales —respaldadas por Arabia Saudí— en la región de Al Hudeida, un puerto clave para la entrada de alimentos y otros productos básicos.La tropas yemeníes apoyadas por milicias aliadas relanzaron la semana pasada la ofensiva sobre Al Hudeida, que había sido suspendida en junio para intentar entablar consultas de paz entre los bandos con mediación de la ONU, que finalmente no se produjeron. El Gobierno del presidente Abdo Rabu Mansur Hadi, apoyado por la coalición árabe, intenta recuperar el control de esta urbe estratégica, dominada por los hutíes desde finales de 2014, a través de que llegan al Yemen el 70% de los suministros básicos y la ayuda humanitaria.La que ya es la peor catástrofe humanitaria de la actualidad se enfrenta ahora a una “enorme hambruna inminente”, según la ONU. Hasta 14 millones de personas, la mitad de la población de Yemen, pronto dependerán por completo de la ayuda humanitaria para sobrevivir, advierte el Consejo de Seguridad el jefe humanitario de Naciones Unidas, que asegura que dicha hambruna será mucho más grave de lo que ninguna organización humanitaria "haya visto nunca". Unicef cifra en 400.000 los niños yemeníes que ya sufren de malnutrición severa aguda.No obstante, Médicos Sin Fronteras (MSF), que alerta del grave deterioro de las condiciones de vida de la población después de tres años de guerra, asegura que los datos recopilados en los centros de salud que apoya en las gobernaciones de Hajja, Ibb, Taiz, Amran y Saada “no indican focos de hambruna ni una hambruna inminente”. Eso no quiere decir que las tasas de desnutrición aguda severa no estén aumentando. Muchas áreas del país son inaccesibles por los ataques aéreos y los combates, por ello, MSF sostiene que no hay datos creíbles para declarar que la hambruna es inminente, al igual que tampoco se conoce el número real de víctimas mortales.
El asunto para Robles ha quedado en falta leve tras un largo y costoso proceso legal... ahora comparen eso con la suerte que ha corrido el Lobo Solitario de Terrassa.
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