Un blog desde la diáspora y para la diáspora

sábado, 29 de septiembre de 2001

La ETA y el Zinemaldia

Lo dicho, después de lo del 11 de septiembre van a meter a ETA con calzador en todo lo que puedan.

Así lo ha hecho Leonardo García Tsao quien, en una crónica del Zinemaldia que se lleva a cabo año con año en Donostia casi que de la nada ha metido un comentario bastante desafortunado acerca de ETA al hablar de las afectaciones que lo ocurrido en Nueva York y Washington el 11 de septiembre a causado en el festival al ser la causa para que no asistieran al mismo las comerciales estrellas estadounidenses.

Por cierto, en hacerlo, Leonardo García Tsao demuestra que de cine sabe, pero que la geopolítica no es lo suyo, cuando escribe 'la ETA', tal como lo repiten ad nauseum los medios de comunicación españoles. 

Desde este humilde blog le invitaríamos a leer la cobertura noticiosa del conflicto vasco ahí mismo, en La Jornada, para que note como los vascos dicen ETA mientras que los españoles, quienes a últimas fechas hablan de exterminio, dicen la ETA... y siendo que ETA es un acrónimo en euskera pues ya podemos deducir cual es la forma correcta de referirse a esa organización antifascista.

Dicho lo anterior, volvamos a lo cinematográfico:


Buena cosecha en San Sebastián

Leonardo García Tsao

A fin de cuentas, la amenaza bélica que ronda por buena parte del mundo no afectó el afortunado desarrollo de la versión 49 del festival de San Sebastián. En esta pacífica ocasión ni siquiera ha habido los habituales disturbios relacionados con la ETA. Una vez que los medios locales se resignaron a la ausencia de las estrellas hollywoodenses, la atención se ha puesto sobre la calidad de la sección oficial de concurso que, por esta ocasión, ha tenido un nivel más que aceptable.

Hoy se dará a conocer el veredicto del jurado presidido por el cineasta francés Claude Chabrol, y aunque los premios de San Sebastián suelen ser más disparatados que los de otros festivales, es de esperar que reine la cordura y se reconozcan los títulos más elogiados por la crítica.

De los tres filmes españoles en concurso, el más satisfactorio por mucho ha sido En construcción, de José Luis Guerin, documental que recoge lo oído y visto en la demolición de unos viejos edificios en el barrio barcelonés El Chino y la construcción, en su sitio, de un moderno complejo de departamentos. Aunque a la película le sobra pietaje -defecto común en el cine actual-, Guerin consigue derivar de esa sencilla premisa meditaciones pertinentes sobre las aspiraciones del hombre y la posible inmortalidad de su obra. De las otras dos, Juana la loca, de Vicente Aranda, y Visionarios, de Manuel Gutiérrez Aragón, digamos con cortesía que no son las obras más decorosas de ese par de veteranos realizadores.

Muy aplaudida en su función de prensa fue la danesa Et rigtigt menneske (Humano en verdad), de Ake Sandgren. Inscrita en el económico esquema del Dogma 95, la película aborda en tono humorístico la fantasía de lo que podría ocurrirle a un ser inocente -un joven que aparece de la nada- en una sociedad tan restringida y desvirtuada sobre lo amoroso como la actual.

Del par de representantes latinoamericanas sobresalió Un taxi para tres, del chileno Orlando Lübbert; crónica del crimen ya habitual en la urbe tercermundista pero hecha con un malicioso sentido del humor: un taxista es forzado a manejar para un par de bandidos y, ante el botín compartido, es convencido sobre las ventajas de la vida criminal. En cambio La fuga (Argentina-España), de Eduardo Mignogna, es un modelo de torpeza narrativa; en su intento de contar la vida de un grupo de reos fugitivos con audaces saltos de tiempo, el realizador sólo ha conseguido hacerse un camote espantoso.

En cuanto al cine angloparlante, lo mejor ha sido The grey zone (La zona gris), recreación dura y sin concesiones melodramáticas de las condiciones de vida en el campo de concentración de Auschwitz. El relato del debutante Tim Blake Nelson enfoca un tema poco abordado, el de los judíos que trabajaban en el llamado Sonderkommando, obligados a ejecutar y cremar los cadáveres de su propia gente. De difícil salida comercial por su negativa a introducir elementos apaciguadores, esta película podría rebautizarse La vida es horrible.

También tiene lo suyo Last orders (Ultimas órdenes), producción inglesa dirigida por el australiano errante Fred Schepisi, que examina con base en flashbacks la amistad de un cuarteto de viejos ingleses, en el viaje que realizan para arrojar las cenizas de uno de ellos al mar. Cimentada sobre las actuaciones de expertos como Michael Caine, Bob Hoskins y Tom Courtenay, esta reflexión agridulce sobre los avatares de la vida también cosechó muchos aplausos.

Marginado esta vez de la competencia, el cine mexicano se ha visto sobre todo en la sección Zabaltegi (Zona abierta). El equipo de De la calle, de Gerardo Tort, ha sostenido interesantes debates con el público, así como ha acumulado un buen puntaje en las encuestas para el Premio de la Juventud. Y hoy se estrena El sueño del caimán, segundo largometraje de Beto Gómez (cuya ópera prima, El agujero, no se ha exhibido comercialmente en México). Por otra parte, Y tu mamá también, de Alfonso Cuarón clausurará mañana la sección llamada Made in Spanish. Ya veremos entonces si Tort o Gómez se hacen del cuantioso premio de Nuevos Directores. 




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Exterminar al "Otro"

Madrid, abyecta ante los designios de los Estados Unidos desde que Washington decidiera blanquear la criminal dictadura de Francisco Franco para así ganar un aliado más en contra de la Unión Soviética está aprovechando a la perfección el beligerante lenguaje utilizado por George W. Bush tras los sucesos del 11 de septiembre para utilizar el término exterminio en el contexto del conflicto vasco sin que esto levante una ceja en la comunidad internacional.

Les recomendamos la lectura de esta nota publicada en la sección Mundo de La Jornada:


Parlamento de Euzkadi comienza sesiones por la paz

Piden exterminar a ETA

Armando G. Tejeda | Corresponsal

El parlamento del País Vasco español fue escenario de la primera sesión sobre la pacificación del territorio, en la que todas las agrupaciones políticas defendieron sus posiciones.

El presidente del gobierno vasco, Juan José Ibarretxe, presentó una propuesta de líneas generales en la que se pronunció por que el grupo terrorista ETA no continúe siendo el pretexto para buscar la ''normalización" de la sociedad vasca.

Por su parte, las fuerzas nacionalistas exigieron que sea reconocido el derecho del pueblo vasco a la autodeterminación, mientras que las formaciones españolistas negaron que en el País Vasco exista un problema político, sino que hay un problema de terrorismo que sólo se resolverá por la vía del exterminio del grupo.

Ibarretxe, que en los comicios del pasado 13 de mayo logró su primera reelección como lehendakari, presentó ante la Cámara vasca una propuesta de paz que después de un intenso debate parlamentario fue aprobada, gracias al respaldo de su propio partido, el Nacionalista Vasco (PNV), y el de sus socios en el gobierno, Eusko Alkartasuma (EA) e Izquierda Unida Esker Batua (IU-EA), que cuentan con 35 de los 75 escaños del Parlamento.

Ibarretxe pidió al resto de las agrupaciones políticas que reconozcan que hay "un problema político" y de convivencia, una idea que fue rechazada por los partidos Popular y Socialista Obrero Español.

Jaime Mayor Oreja, del PP, y Nicolás Redondo, del PSOE, afirmaron que "el único problema que hay en el País Vasco es el del terrorismo de ETA", por lo que exigieron que la labor del gobierno de Ibarretxe se concentre en el "exterminio" de la organización separatista.

Por su parte, Arnaldo Otegi, vocero de Euskal Herritarrok, antes Herri Batasuna y brazo político de ETA, indicó que "solamente el reconocimiento al derecho de autodeterminación" pondrá fin al conflicto en el País Vasco y exigió que dejen de violarse los derechos de los presos vascos vinculados a ETA.

 

 

 

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miércoles, 26 de septiembre de 2001

Montemayor | Terrorismo y Exterior

Tan pronto quedó claro lo que había ocurrido en Nueva York y Washington el pasado 11 de septiembre se ha vivido una avalancha de declaraciones estridentes, muchas de las cuales han estado dirigidas a extraer dividendos políticos de la tragedia. No solo ha sido el actual presidente de Estados Unidos George W. Bush quien se ha entregado al frenesí, las declaraciones moralistas y los dedos flamígeros se han multiplicado por todo el orbe.

Desde La Jornada traemos a ustedes este artículo de opinión que nos parece mucho más sosegado ya que cuestiona desde un principio la tendencia a meter todo tipo de actividad en contra de los poderes económico-militares en un mismo saco.

Adelante con la lectura:


Terrorismo y exterior

Carlos Montemayor

La reacción de Estados Unidos en las primeras horas de los atentados del pasado martes 11 de septiembre fue singular: se aisló, cerró fronteras, aeropuertos, carreteras, vías ferroviarias, evacuó edificios públicos. ¿Por sentirse indefenso y vulnerable? Ejemplifiquémoslo con otro asunto: para el gobierno de Estados Unidos el narcotráfico es una agresión del mundo exterior. No ve en el narcotráfico el peligro de su propia naturaleza interior, de su propia sociedad, solamente lo ve como una amenaza externa. Por ello su lucha antinarcóticos no es contra las grandes mafias al interior de sus fronteras, que se llevan la tajada del león. La lucha estadunidense contra los narcóticos parece más bien una lucha por el monopolio en el mundo exterior que una verdadera lucha en su interior. En el momento de los atentados también optó por cerrarse. Es evidente que hoy ningún ejército en el mundo podría sostener una lucha regular contra Estados Unidos. La decisión de cerrar sus fronteras, aeropuertos, líneas ferroviarias, carreteras, reveló que el gobierno de Bush cree que los únicos riesgos provienen del exterior, como si la única parte sana del planeta fuera su territorio.

Ya en 1995, en Lyon, Francia, el 27 de junio, al cabo de la inauguración anual de la reunión del Grupo de los Siete, el presidente de ese entonces, Bill Clinton, afirmó que se necesitaba fortalecer las capacidades de la comunidad internacional para derrotar al terrorismo. Era claro que "la comunidad internacional" significaba en realidad los siete países más industrializados. Así hay que entender esa vieja e inicial afirmación, que ahora retomó el presidente Bush: "hemos comprendido que un ataque contra uno de nosotros es un ataque contra todos". En ese momento, tras la palabra terrorismo palpitaban los atentados al World Trade Center de Nueva York en 1994, al edificio federal de Oklahoma en abril de 1995 (casi de inmediato referido a terroristas islámicos, aunque el causante fue un ex soldado estadunidense) y a un cuartel de Estados Unidos en Arabia Saudita.
¿Por qué terrorismo? ¿Por qué es recurrente en William Clinton y George Bush la palabra terrorismo? ¿Son de igual naturaleza organizaciones regionales y nacionales como la ETA en España o el ERI en Irlanda y los grupos racistas estadunidenses que incendian templos de feligreses negros en el sur de Estados Unidos? ¿Se incluye en el terrorismo a los civiles estadunidenses que quieren matar "ilegales" al cruzar la frontera mexicana o a los grupos racistas alemanes que atacan a turcos y portugueses? ¿El concepto terrorista incluye también las acciones que ejércitos regulares pueden generar en su propia población o en otros países, como las del ejército ruso contra la población chechena, las de Irak contra la minoría kurda o las de Estados Unidos contra la ciudad de Panamá para capturar al general Noriega? ¿Fueron terroristas los milicianos de Israel que durante tres días violaron y asesinaron a mil 800 refugiados palestinos en Sabra y Shatila? ¿Fue terrorista la invasión del ejército israelí al Líbano asesinando a más de 17 mil palestinos y libaneses? ¿Son terroristas en el mismo sentido los pueblos que se levantan para resistir una invasión o los que se levantan para defenderse de masacres, racismo, represión, pobreza?

Dentro del término terrorismo se desdibujan realidades sociales, tensiones sociales, polarizaciones agravadas por las políticas económicas o militares de diversos países. El concepto terrorismo no es resultado de un análisis social; por el contrario, proviene de una descalificación política utilitaria. En realidad, no existe el terrorismo como patrimonio específico de un grupo social objetivo. Existen organizaciones de resistencia política regional, campesina o urbana que se ven obligadas a adaptarse a diferentes condiciones de lucha local, regional o incluso internacional. El análisis de estas organizaciones armadas sólo puede ser político, económico o social, pero no maniqueo ni reduccionista.

El terrorismo considerado como ciego y sin justificación social no es útil para explicar por qué suceden cosas así, o por qué un país como Estados Unidos puede concitar odios o resentimientos tan profundos y extendidos. Para el presidente Bush estos actos son de guerra, pero en su discurso los considera un ataque al "mundo bueno", una lucha entre el Bien y el Mal. Es retroceder 3 mil o 4 mil años al pasado, al maniqueísmo que sólo ve dos fuerzas únicas en lucha: lo blanco y lo negro, el mal o el bien. Es una visión reduccionista del género humano: sitúa a los buenos solamente en el territorio de Estados Unidos y a los malos afuera. Así la lucha contra el narcotráfico la emprenden, repito, fuera de sus fronteras, no en el interior. Y cierran sus fronteras porque creen que lo malo del mundo ocurre en sitios que no corresponden al territorio estadunidense. Por lo tanto, la oleada que se aproxima de desconfianza, de racismo, de represión contra las migraciones, podría ser peligrosa.

Este discurso reduccionista necesita un villano a escala mundial. Estados Unidos quiere que sea Bin Laden, su antiguo colaborador. También conviene a Rusia que Bin Laden sea el culpable de los atentados, para catalogar como terrorismo la lucha independentista de los chechenos. Para Rusia, la resistencia chechena está impulsada y financiada por Bin Laden, cosa que Estados Unidos no puede negar, puesto que reclutó y entrenó a Bin Laden para frenar a la Unión Soviética en Afganistán. La diplomacia rusa apoya "la nueva guerra" de Estados Unidos contra el terrorismo internacional porque así la presencia del ejército ruso en Chechenia sería considerada como una lucha contra el terrorismo internacional y dejaría de ser represión, masacre y terror.

Estamos en un punto peligroso para el mundo, porque en aras de decir que el terrorismo es ciego, que no tiene razones sociales, razones históricas, sino solamente odio y sangre, se quiere desplegar otra ola de masacres en cualquier región donde a Estados Unidos se le ocurra decir, sin investigaciones tangibles, que allí están las raíces del mal; sería algo considerado no como asesinatos o masacres, sino como lucha contra el mal. No podemos estar tranquilos al ver que el presidente del país más poderoso retrocede varios milenios para decir que solamente existen dos fuerzas en el universo: el mal y el bien, en lugar de reconocer conflictos de intereses, mercados, economías y países. Como varios intelectuales estadunidenses han venido señalando, Estados Unidos debería aprovechar este momento no para volcar sobre algunas regiones del planeta toda su capacidad bélica, sino replantear cuál es la relación que a nivel del mundo lo hace recoger en muchos pueblos solamente resentimientos y rencores, y no aplausos como ese país quisiera.

 

 

 

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viernes, 14 de septiembre de 2001

"Garzonada" a la Mexicana

No ha tardado mucho el inquisidor español Baltasar Garzón en aprovechar la atmósfera creada por lo ocurrido en Nueva York y Washington el pasado 11 de septiembre para introducir en su discurso la actividad armada de  ETA. Pero no ha quedado ahí la cosa, sino que dicha vinculación la ha hecho para alertar al gobierno de México, cumpliendo así con una de las premisas del acuerdo de colaboración entre Juan José Ibarretxe y José María Aznar; llevar la represión en contra del movimiento de liberación vasco al ámbito de América Latina

Peor aún, Garzón pretende equiparar a los movimientos subversivos en México -FARP, EZLN, ERP, ERPI- con los grupos de la yihad islámica al hablar de hipotéticas escaladas en la intensidad de los ataques. Vamos, que al escuchar a Garzón resulta imposible olvidar los años de la "guerra sucia" en México, sobre todo por lo ocurrido en Guerrero con los vuelos de la muerte al estilo de Argentina.

Lean esto que ha publicado La Jornada:


Garzón aconseja a México atajar movimientos subversivos

El juez español recomienda dialogar sin que al Estado se le impongan condiciones

Jorge Alberto Cornejo | Corresponsal

Si el gobierno federal no ataja inicialmente cualquier movimiento subversivo violento, como el de las denominadas Fuerzas Armadas Revolucionarias del Pueblo (FARP), se corre el riesgo de que dichos grupos se conviertan en un problema grave de terrorismo, aseveró el juez español Baltasar Garzón Real.

Añadió que se debe someter a esas facciones "al principio de la legalidad y entrar en un esquema de diálogo, sólo con una decisión de parte de las mismas organizaciones de acabar con la violencia, y sin que el Estado sea sometido a imposiciones (...) y sin comprometer el estado de derecho".

El magistrado de la Audiencia Nacional de España informó que en su país, además del terrorismo de ETA, "desde hace mucho tiempo" ocurre lo que se conoce como terrorismo de baja intensidad o terrorismo urbano, "con una proyección en menor escala de atentados contra entidades bancarias, intereses públicos, autobuses y camiones de determinadas empresas".

Afirmó: "Inicialmente esto era a muy pequeña escala, (sin embargo) hoy día, nadie duda (...) que ese terrorismo de baja intensidad es una forma de terrorismo utilizada por la propia organización terrorista ETA".

A estos grupos, agregó, se les debe someter al principio de legalidad, "con organizaciones estructuradas de corte de violencia política, de violencia terrorista, en distintos países se han planteado las cuestiones del diálogo o de incluso la negociación con los mismos, pero para que pueda haber diálogo primero tiene que haber una decisión de los responsables de esas organizaciones de acabar con esa violencia y luego que haya algo sobre qué dialogar y sin aceptar imposiciones de una organización terrorista a las instituciones y al estado de derecho".

En relación con los ataques de bajo perfil de las FARP a sucursales bancarias, señaló que el hecho de que tengan poca intensidad las acciones terroristas, "no significa que no se tenga que tener contundencia en la investigación y sanción de las mismas".

Enfatizó: "Lo que hay que hacer es investigar, averiguar cuáles son los responsables, y partir de allí para aplicar la ley y el Código Penal como esté establecido".

 

 

 

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miércoles, 12 de septiembre de 2001

11 de Septiembre en Estados Unidos

No le vamos a dedicar al tema de lo ocurrido ayer 11 de septiembre en los Estados Unidos más publicaciones de las que se merece, así que aquí les compartimos este artículo de opinión dado a conocer por La Jornada, invitándoles al mismo tiempo a reflexionar acerca de lo ocurrido recientemente en la Cumbre Contra el Racismo en Durban y la actitud asumida por Washington y por Tel Aviv.

Adelante con la lectura:


¿Guerra santa contra Estados Unidos?

Octavio Rodríguez Araujo

Ya ocurrió antes (febrero de 1993) que culparan a los musulmanes de actos terroristas en Estados Unidos, precisamente en el Centro Mundial de Comercio en Nueva York. Pero en esta ocasión no se trata de una bomba aislada, por más destructivas que hayan sido las de los últimos años (Oklahoma, abril de 1995), sino de un acto terrorista sincronizado contra los poderes económico y político de la principal potencia mundial, aliada de Israel y de los países modernizantes y más occidentalizados del Islam. Parece ser una acción contra el gran imperio, y probablemente una respuesta al incremento de agresiones israelíes a los palestinos uniformados y civiles, adultos y niños. Sin eufemismos, se trata de la primera invasión aérea que sufre Estados Unidos en su propio territorio y, en este caso, con sus propios aviones convertidos en gigantescas bombas molotov.

Escribo estas notas al mediodía del martes, con la única información de los noticiarios de la televisión. El acto terrorista en cuestión sólo pudo ser cometido por personas dispuestas a morir en el intento, posiblemente fundamentalistas de Medio Oriente, puesto que los kamikazes de Japón dejaron de existir en 1945. No tengo información para decir que fueron fundamentalistas religiosos, pero las características de los atentados tienen gran similitud con una guerra, en este caso con una guerra santa (jihad), pues sus objetivos no fueron escogidos al azar.

Si aceptamos la hipótesis de que fueron fundamentalistas, en principio podemos descartar a los fundamentalistas cristianos, pues aunque son antiliberales y creen en la verdad literal de la Biblia y rechazan todas las doctrinas que se acercan al ateísmo y a la racionalidad científica, apoyaron no sólo a Reagan, sino también a Bush y, aunque no tengo el dato, es probable que también al hijo de éste. Asimismo deberíamos descartar a los fundamentalistas judíos, pues atentar contra los centros financieros de Nueva York no parecería tener lógica dado el número de judíos involucrados en estas actividades. El fundamentalismo hindú no parece tener pretexto reciente para agredir a Estados Unidos: tiene más diferencias con los musulmanes, que están más cerca, que con los estadunidenses, independientemente de la religión que profesen. Quedan los fundamentalistas islámicos que, dicho sea de paso, desde la revolución iraní de 1979 han adquirido gran fuerza política, entre otras razones porque es la única de las grandes religiones que ha tratado de unir, desde sus inicios, a la autoridad política con la religiosa, subordinando la primera a la segunda. El Islam, históricamente, ve la política alrededor de la idea de comunidad musulmana dirigida por el califa, quien en su calidad de descendiente de Mahoma es tanto jefe político como religioso.

En el islamismo hay dos tendencias principales: la mayoritaria, llamada sunnita porque sigue los principios del sunna (palabras y acciones de Mahoma), y la minoritaria, conocida como chiíta y sostiene que el califato debe regresar a los descendientes de Alí, yerno del profeta. Los chiítas son proclives al martirio, a la guerra santa (jihad) y a la fusión de la religión y el Estado, pero sin las características de la política moderna. Los sunnitas, en estos aspectos, son menos fundamentalistas y mucho más pragmáticos. De los grupos religiosos y nacionalistas de Medio Oriente, particularmente de los chiítas, se han desprendido grupos terroristas, tales como Hezbollah (El Partido de Dios), fundado en Líbano, o Hamas (Movimiento de Resistencia Islámico) desprendido de la rama palestina de la Hermandad Islámica fundada en Egipto, en 1928. Se descarta al Consejo Revolucionario Fatah, ya que no ha cometido actos terroristas en el mundo occidental desde hace más de una década.

A pesar de las diferencias en el Islam, los conflictos principales en más de medio siglo han sido entre árabes e israelíes. Los árabes se identifican con los palestinos y están convencidos de que éstos han sido despojados de su territorio. Pero, además, los musulmanes asumen que la causa palestina es la causa de todo el mundo islámico, ya que Jerusalén es, después de La Meca y Medina, un lugar santo de especial significado e importancia. Por si no fuera suficiente, para los musulmanes Israel no sobreviviría sin el apoyo económico y militar de Estados Unidos, y recientemente Israel ha intensificado acciones antipalestinas no justificadas desde el punto de vista militar, dato que no puede ignorarse, como tampoco pueden ignorarse las invasiones impunes de Estados Unidos a Cuba, Dominicana, Granada y Panamá, para sólo hablar de las más recientes en América Latina.

Estados Unidos ha permanecido impune por sus actos terroristas contra otras naciones, pero cada vez se comprueba más que no es inmune al terrorismo contra ciudadanos e instalaciones de su país en el extranjero y en su interior, como bien reconocieran en 1996 los autores del Congressional Research Service en su estudio sobre el tema, y como ha sido evidenciado este terrible y lamentable martes.

 

 

 

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jueves, 6 de septiembre de 2001

Sionismo Racista

Somos un blog de la diáspora y para la diáspora.

Quienes colaboramos en este esfuerzo nos caracterizamos por militar en la izquierda y por lo tanto, somos internacionalistas. Es por ello que hemos publicado algunos artículos acerca de la situación en el Ulster y la crisis palestina.

Pero la razón principal para compartirles este artículo de opinión publicado en La Jornada es, además de un acto solidario con el pueblo palestino, prueba de lo que les decíamos no hace mucho; no hay forma de que militantes de ETA y del ERI colaboren con agentes del Mossad israelí en ningún tipo de situación, como aseguraron en su momento los medios noticiosos con respecto al arresto de tres irlandeses en Colombia a quienes Bogotá acusa de haber entrenado a los integrantes de las FARC, aunque hoy sabemos que en realidad eran observadores del proceso de paz.

Así pues, en este texto se hace mención acerca de como los israelíes entrenaron a los kaibiles en Guatemala, grupo paramilitar que entre otros muchos crímenes, se dedicó a tortura y ejecutar a decenas de niños mayas.

Adelante con la lectura:


Israel y el racismo

Angel Guerra Cabrera

La retirada de Estados Unidos e Israel de la Conferencia Mundial de Naciones Unidas contra el Racismo equivale a la aceptación de su derrota política en el tema palestino. Ambos estados carecen de moral para defender su postura en este asunto y de nada les valió su prepotencia frente a un proyecto de declaración final de fuerte acento tercermundista, consensuado por la mayoría, a iniciativa de los países africanos y Cuba.

Israel es un Estado racista y violador por excelencia del derecho internacional. Desde su creación misma expulsó a cientos de miles de palestinos de su patria, confiscó sus mejores tierras y comenzó una empresa colonizadora en nombre de los derechos de un supuesto pueblo elegido. Intentó la reparación al pueblo judío por su largo destierro y sufrimientos mediante la aplicación de la exclusión y el odio contra otro pueblo.

Tras los Acuerdos de Oslo y el comienzo del llamado proceso de paz esta situación ha ido para peor, contrariamente a lo que han intentado hacer creer los grandes medios de comunicación, sobre todo de Estados Unidos. Israel impide el regreso de millones de palestinos desplazados, aplica una bantustanización semejante al apartheid contra los residentes de Gaza y Cisjordania, les impide el trabajo, el comercio y el acceso al agua y los hunde en la mayor pobreza; les niega sus más elementales derechos individuales y colectivos y los reprime salvajemente. Encima, los condena como salvajes e irracionales por rebelarse con piedras y armas livianas contra estos desmanes.

Israel ha orillado a los palestinos a la desesperación y es el responsable -no Yasser Arafat- de que algunos lleguen al extremo de realizar acciones suicidas que siegan a menudo la vida de inocentes del lado judío. Todo ello con un ilimitado apoyo político y militar de su aliado estratégico, Estados Unidos, y con la complicidad de los estados industrializados.

El racismo se hizo orgánico a la cultura dominante y a la civilización capitalista del Occidente rico, y se mundializó porque la hegemonía internacional y la opulencia de éste se basan, desde hace siglos, en el saqueo y explotación de otros pueblos.

Tel Aviv y Washington no pueden pasar la prueba del escrutinio internacional en cuanto a discriminación racial. Por eso no asistieron a las dos conferencias anteriores contra el racismo e hicieron todo lo posible por sabotear la de Durban.

Estados Unidos en tanto Estado, como Israel, posee una trayectoria de odio racial que nace de su propia Constitución como república esclavista y se prolonga en su vida política hasta nuestros días. Ambos fueron cómplices activos del régimen racista de Pretoria y armaron un ejército genocida de indígenas como el guatemalteco, cuyas tropas kaibiles fueron entrenadas por asesores israelíes, por sólo mencionar dos entre muchísimos ejemplos posibles. Se suele olvidar que en Estados Unidos fue necesaria una auténtica insurrección del pueblo afroestadunidense para que se pusiera fin a la odiosa segregación, aunque no a la discriminación racial.

Los gobiernos de los países ricos, cuyas representaciones permanecieron en Durban, no aceptarán por ahora otorgar una reparación a los países africanos ni a los pueblos indígenas por crímenes contra la humanidad como el genocidio de la Conquista ni los horrores de la trata negrera. La demanda es muy justa y razonable y pudiera ser alcanzada algún día, pero para dar una lucha efectiva por ella se requiere crear antes un consenso entre los agraviados sobre su instrumentación, que aún no existe. Tampoco aceptarán los países ricos un lenguaje que censure a Israel por sus reprobables acciones, a pesar de que este país haya pisoteado más de 450 resoluciones de la ONU.

La radicalidad alcanzada en la conferencia gubernamental de Durban se debió, en gran parte, al empuje de la reunión paralela de las ONG y de la sociedad civil sudafricana, que presionaron por una condena a Israel que lo señalara como Estado racista y colonialista, autor de un nuevo apartheid.

Por lo pronto, la reunión es ya una importante victoria de la lucha contra el racismo. Muchos gobiernos del Tercer Mundo fueron capaces de ponerse de acuerdo en los ejes de una agenda mundial sobre el tema y de coincidir con el clamor de la sociedad civil, incluso frente a la amenaza y el chantaje de Estados Unidos e Israel y la oposición del club de los ricos. Algo que hace tiempo no veíamos. 




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martes, 4 de septiembre de 2001

Pérez Esquivel Apuesta por la Paz

A diferencia de Manuel Vázquez Montalbán y de José Saramago, el Premio Nober de la Paz Adolfo Pérez Montalbán tiene claro el escenario de lo que está ocurriendo en Euskal Herria.

Por lo anterior, insiste en que se lleve a cabo un auténtico proceso de paz y reconciliación, uno que no se tambalee como resultado de las acciones armadas por parte de ETA.

Antes de pedirle que pasen a leer el artículo para señalar un despropósito que ha tomado lugar en el Parlamento Europeo, donde se ha considerado a María Francisca Eraunzetamurgil, la abuela que murió al accionarse un juguete-bomba, como víctima de ETA, siguió a pie juntillas lo dictado desde Madrid.

Lean ustedes:


Insta Pérez Esquivel a resolver el conflicto en el País Vasco pese a los actos violentos de ETA

El Nobel acusa al gobierno de Aznar de no tener voluntad política para el diálogo

El premio Nobel de la Paz, Adolfo Pérez Esquivel, acusó hoy al gobierno español, encabezado por el conservador José María Aznar, de falta de voluntad política para resolver el conflicto en el País Vasco y subrayó la necesidad de dialogar pese a las acciones violentas de la organización armada vasca ETA.

En Madrid, el ministro español del Interior español, Mariano Rajoy, rechazó especulaciones en el sentido de que ETA declarará pronto una nueva tregua, como la que aplicó entre septiembre de 1998 y noviembre de 1999. Por el contrario, agregó, los recientes atentados del grupo separatista en lugares turísticos demuestran que pretende continuar sus operaciones.

La versión sobre una nueva tregua comenzó a circular hace unos días tras las operaciones policiales contra ETA que permitieron el arresto de varios de sus integrantes.

Pérez Esquivel afirmó que durante la tregua que ETA decretó unilateralmente entre septiembre de 1998 y noviembre de 1999 "se perdió una gran posibilidad" para solucionar el conflicto porque, expuso, "hay un problema central, que es que el gobierno del Partido Popular ve el problema del País Vasco como estrictamente policial y no como político. Todas las acciones del gobierno de Aznar son policiales".

En el discurso que pronunció en el seminario Violencia, apoyo a las víctimas y reconstrucción social: experiencias internacionales y el desafío vasco, el premio Nobel de la Paz 1980 sentenció que el conflicto no es un problema exclusivo de ETA y el gobierno español sino que "es un problema del pueblo vasco, que debe ser protagonista y no un convidado de piedra".

Asimismo, se pronunció en favor del acercamiento de los etarras presos a cárceles vascas porque, argumentó, "es una obligación del gobierno y una responsabilidad humanitaria... ya que de lo contrario se victimiza también a las familias" de los miembros de ETA encarcelados.

Pérez Esquivel se refirió también a su papel como mediador entre ETA y el gobierno de Felipe González en 1995. Dijo que la figura de mediador "no soluciona absolutamente nada" ya que su trabajo consiste en lograr acercamientos entre las partes en conflicto, y recordó que su función concluyó cuando el Partido Popular llegó al poder en Madrid, ya que el entonces ministro del Interior, Jaime Mayor Oreja decidió hacer pública su actuación como mediador.

En Estrasburgo, el Parlamento Europeo reanudó sus labores con un minuto de silencio en memoria de las recientes víctimas de ETA: el general Justo Oreja Pedraza, el policía Luis Ortiz de la Roza, el jefe de la policía autonómica vasca Mikel Uribel, el concejal José Javier Múgica Aztibia y María Eraunsetamurgil, quien falleció hace unas semanas al estallar un juguete-bomba. 




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