Un blog desde la diáspora y para la diáspora

jueves, 31 de agosto de 2023

Urkullu Revive a Ibarretxe

Hace unos cuantos ayeres se presentó dentro del PNV una trifulca canibalesca que posicionó en una trinchera a Juan José Ibarretxe y en la otra, a Josu Jon Imaz y a su fiel escudero; Iñigo Urkullu.

Josu Jon pasó a ser premiado con una poltrona en Repsol e incontables acoladas por parte del españolismo más rancio mientras que, Urkullu, pasó a apoderarse de Lakua tras el interludio protagonizado por el sociata Francisco López.

Pues bien, ahora resulta que Urkullu, sabedor del terreno que ha perdido frente a EH Bildu ha decidido huir hacia adelante reviviendo el entonces llamado 'Plan Ibarretxe'.

Lean esto que nos reporta La Jornada:


Presidente vasco propone modelo “plurinacional” para España

Armando G. Tejeda

El presidente del gobierno vasco, el nacionalista moderado Iñigo Úrkullu, propuso un nuevo modelo de Estado en España, que tenga carácter “plurinacional”, que ponga fin a la estructura autonomista y fiscal que se heredó de la transición a democracia y de la Constitución de 1978.

La iniciativa del lehendakari Úrkullu es a raíz de los resultados de las elecciones generales del pasado 23 de julio, en el que a juicio del dirigente del Partido Nacionalista Vasco (PNV) se “ratificaron la diversidad y la pluralidad en el Estado”. El gobierno, a través del ministro de la Presidencia, Félix Bolaños, rechazó la propuesta.

En un artículo publicado en el diario español El País, Úrkullu decidió dar su opinión sobre el debate que está en el aire en las instituciones españoles desde los comicios pasados, en los que se puso en evidencia el auge de las formaciones periféricas de carácter independentista, que son las que finalmente determinarán el color y el modelo del gobierno para los próximos cuatro años.

En este magma de formaciones políticos, entre ellas las catalanas, vascas y gallegas, se proponen diversos modelos que van desde la construcción de modelo federativa que otorgue más autonomía a las regiones hasta la secesión total del Estado español para la construcción de un nuevo país, que en el caso de Cataluña sería en forma de República.

La importancia del artículo de Úrkulla es máxima, no sólo por su influencia en el PNV, que cuenta con cinco diputados en el Congreso de los Diputados que podrían ser determinantes, sino también porque marca su propia hoja de ruta frente a otros partidos similares, como EH-Bildu, Esquerra Republicana de Catalunya (ERC) o Junts per Catalunya (JxCat).

En el artículo, el mandatario vasco explica: “En el inicio de la legislatura, es oportuno volver a formular dos preguntas básicas que siguen vigentes: ¿por qué en un Estado sólo puede haber una nación? y ¿por qué el Estado español no puede ser plurinacional, como lo fue en la práctica hasta el siglo XVIII?”

Así que, advierte, “ahora se abre una nueva oportunidad y puede ser el momento de dar nuevos pasos”, al tiempo que recuerda que la voluntad del PNV “sigue siendo el acuerdo y el pacto”, para la que propone “la figura de la convención constitucional” para “tomar la iniciativa con un planteamiento novedoso y viable desde el punto de vista de su constitucionalidad, planteando un doble pacto.

Primero, firmar un acuerdo preliminar de bases para la convocatoria y desarrollo de una convención constitucional sobre el autogobierno, incluyendo principios como el cumplimiento íntegro de los marcos estatutarios, el reconocimiento de la plurinacionalidad del Estado, la bilateralidad, el sistema de garantías o la capacidad de decidir pactada.

Segundo, celebrar una convención constitucional en el plazo de un año para analizar el alcance actual y futuro de la disposición adicional primera de la Constitución, el autogobierno de las comunidades de raíz foral o, incluso, el autogobierno de las nacionalidades históricas”.

La propuesta de Úrkullu fue rechazada casi de forma inmediata por el ministro Bolaños, quien dijo que es “muy legítima” pero que “no siendo nuestra propuesta, todo lo que suponga aportaciones al debate creo que siempre es positivo: hacer un debate que sea constructivo, donde todo el mundo es consciente de que nos tenemos que entender entre diferentes”.

Desde ERC, la secretaria general, Marta Rovira, aseguró que “desde el concierto económico vasco, con unos trenes que deben funcionar y la protección de los fueros, se deben poder hacer propuestas de reflexión constitucional. Pero en Cataluña hay una mayoría social y política para ir más allá: amnistía, autodeterminación y progreso social”.

 

 

 

°

martes, 29 de agosto de 2023

Egaña | Jesús Galíndez

El lado más oscuro del PNV sale a relucir cuando del caso Galíndez se trata.

Lo más paradójico es que esa turbia faceta al final de cuentas no sirvió de nada a la causa de la autodeterminación vasca pues fue más el odio de la casta política estadounidense hacia todo lo que tuviera que ver con el comunismo que su supuesta defensa de los derechos humanos en el escenario posterior a la Segunda Guerra Mundial.

Aquí tenemos este magnífico texto de Iñaki Egaña que ahonda en el tema:


Jesús Galíndez: 60 años de una muerte sin resolver

Iñaki Egaña

Delegado del Gobierno vasco en Nueva York, la desaparición de su vivienda de la Quinta Avenida neoyorquina en Manhattan el 12 de marzo de 1956 causó una gran conmoción entre sus compañeros del PNV. Tras una infructuosa búsqueda y una deplorable investigación policial, el 30 de agosto de 1963, hace ahora 60 años, fue dado oficialmente por fallecido.

Jesús Galíndez nació en Madrid, de padre de Amurrio y madre, María Suárez Romarate, oriunda de la capital española. Su madre murió a los días del parto, por lo que Galíndez se crio en Amurrio, en el caserío Larrabeobe, propiedad de su abuelo, médico y alcalde. Finalizados sus estudios primarios, la familia lo envió interno a un colegio de Madrid. Estudió luego Derecho y la Guerra Civil le sorprendió en la capital del Estado. Organizó milicias y en 1938 ingresó en el PNV.

Lo trascendente de su trayectoria llegó cuando se ubicó en Nueva York, en 1946, desde donde trabajaría para el FBI bajo el seudónimo de Rojas, con el código de identificación 580-85 y más tarde, ya terminada su labor de aprendizaje, con el ND-507. Galíndez fue uno de los mejores agentes vascos que trabajaron para Washington en la Segunda Guerra Mundial y a comienzos de la Guerra Fría. Fue agente tras los acuerdos del lehendakari Agirre con el equipo de Franklin Roosevelt en 1942.

Buena parte de los archivos tanto del lehendakari Agirre como de Galíndez permanecen sin desclasificar. Entre los que son públicos, uno de los informes sobre su personalidad es extremadamente explícito: “La información suministrada por ND-507, unos 18 informes mensuales, es de un valor extraordinario, y la misma no es fácil de obtener. En repetidas ocasiones ha demostrado ser un informante certero y de entero crédito”.

Las investigaciones federales posteriores a su desaparición descubrieron que Galíndez trabajaba para el FBI desde su estancia en la República Dominicana y que, por su buen hacer, precisamente, fue llamado por Agirre a Nueva York. Que estuvo casi un año en Ipar Euskal Herria de agosto de 1948 a mayo de 1949 formando y tejiendo una red de nuevos agentes, y que también fue captado por la CIA, que lo expulsó de su seno en 1954, cuando Eisenhower dio un vuelco radical a su política con respecto a España, reconociendo al régimen de Franco.

En 1955 redactó su tesis en la Universidad de Columbia que trataba, en 700 páginas, sobre la dictadura de Leónidas Trujillo en la República Dominicana. En su trabajo denunciaba con detalle los asesinatos políticos del dictador, sus negocios y los de su familia, así como las complicidades de ciertos sectores de EEUU con Trujillo. Pero no pudo defender su tesis porque, como es sabido, fue secuestrado.

En 1953, cuando Eisenhower, el Vaticano y otras instancias del bando azul de la Guerra Fría reconocieron a Franco, las relaciones entre vascos y norteamericanos se enfriaron considerablemente hasta el punto de que José Antonio Agirre, Jesús Galíndez y sus correligionarios pasaron a ser, según el Departamento de Estado, «nacionalistas fanáticos», «refugiados ansiosos por dejar de serlo», etc. Y se regeneraron en molestos amigos, bajo sospecha de convertirse en enemigos. Desde 1954, Galíndez y su entorno eran investigados exhaustivamente por los servicios para los que trabajaba. Y solo una semana antes de su secuestro, había viajado a Washington a recibir instrucciones del Departamento de Estado. Galíndez y Agirre fueron la máxima personalización de esa incomodidad.

Por eso, no es de extrañar que la desaparición del primero se gestara en una empresa de ex agentes de la CIA (Robert A. Maheu). La misma empresa que luego fue contratada para asesinar a Fidel Castro o que se vio involucrada en el Watergate que provocó la caída del presidente Nixon. Tampoco de una cuestión capital como la de que Leónidas Trujillo, ordenante del secuestro de Galíndez como revancha a la denuncia de su dictadura, poseía una oficina en Nueva York para defender sus intereses, dirigida por Franklin Roosevelt junior, demócrata, hijo del presidente que había apoyado a los vascos. Roosevelt junior compartía otra empresa con Charles Patrick Clark, que representaba los intereses de la España franquista en EEUU.

Un cóctel de tendencias contrarias a Galíndez. Entre ellos presentaron la tesis, que circuló durante un tiempo, de que se había escapado a Moscú llevándose consigo medio millón de dólares pertenecientes al Gobierno vasco. El republicano Eisenhower no dejó que la investigación por la desaparición superase la esfera local. E hizo pública esa negativa ante la insistencia de The New York Times. ¿A cuento de qué tanta notoriedad? ¿A cuento de qué el presidente de la nación más poderosa del mundo dando instrucciones sobre el delegado de un país que ni existe en los mapas oficiales?

El exilio le había unido a un país que probablemente no hubiera conocido jamás, la República Dominicana y la Guerra Fría lo transformó en un incómodo y peligroso acompañante. Y su final fue como el de ese personaje, Samuel Ratchett, que, en la ficción Asesinato en el Orient Express, Agatha Christie hizo matar con una puñalada por cada uno de los doce viajeros de un tren que volaba por las campiñas europeas. Galíndez sigue siendo uno de los escenarios opacos relacionados con la Guerra Fría, en general, y la colaboración del PNV con la CIA y el FBI en particular.

El mito de Galíndez desaparecido fue creciendo desde 1956, hasta convertirse en uno de los más expandidos en la memoria colectiva vasca. Aunque sus restos ya fueron encontrados e identificados. Todas las hipótesis como la de que fue arrojado a los tiburones desde un avión, quemado en las calderas de un barco o enterrado en una playa dominicana fueron cortinas de humo.

El dictador Rafael Trujillo, ordenante de la detención y desaparición de Galíndez, murió en un atentado el 30 de mayo de 1961. Tras una interinidad compartida por Joaquín Balaguer (presidente constitucional) y Ramfis Trujillo (hijo del dictador y jefe de las Fuerzas Armadas), se promovieron elecciones generales, el 20 de diciembre de 1962, que llevaron al poder a Juan Bosch. Entre la muerte de Trujillo y la victoria de Bosch (19 meses) se produjeron numerosos crímenes políticos y una subcomisión de la OEA (presidida por el colombiano Augusto Araungo) visitó la República Dominicana para observar la situación de los derechos humanos. A comienzos de 1962, diversos grupos opositores a Trujillo, y al calor de los crímenes más recientes, denunciaron la desaparición durante la dictadura de unas 200 personas, entre ellas el propio Galíndez.

La mayoría de estos desaparecidos habrían sido enterrados irregularmente en las cercanías de San José de Ocoa, a cien kilómetros de la capital. Varios de los casos fueron denunciados a la prensa y, como es obvio, el de Galíndez saltó a los medios norteamericanos. The New York Post fue el que más información aportó al respecto. El 13 de enero de 1962 dos partidos políticos dominicanos (Partido Dominicano Revolucionario y Movimiento Revolucionario 14 de junio) crearon una comisión para identificar y recuperar los cadáveres de los muertos en la región de San José de Ocoa. Esta instauró una subcomisión destinada a identificar los restos de Galíndez y a recoger testimonios sobre su muerte.

Varios testigos declararon haber observado que, en la noche del 21 de septiembre de 1956, un cadáver fue arrojado desde un coche a un barranco, bajo el puente del lugar conocido como Arroyo Limón. También que ese mismo día estuvo en el pueblo Octavio de la Maza (presunto secuestrador de Galíndez). Dos días después, el cadáver fue enterrado en el mismo lugar por un grupo de cinco personas dirigidas por Ostaniel Pérez Díaz, alguacil de San José de Ocoa.

En los dos días que el cuerpo estuvo sin ser enterrado, al menos dos personas, Francisco Pérez Velázquez (antiguo alumno de Galíndez) y Abel Ballesteros (refugiado español y amigo de Galíndez), identificaron «sin ningún género de dudas» el cadáver como el de Galíndez. La comisión puso esos datos en poder del Gobierno dominicano y el caso pasó a manos del juez Raúl Fontana Olivier, quien abrió diligencias. Ordenó recuperar los restos, que fueron exhumados por el mismo alguacil que los había enterrado, Ostaniel Pérez Díaz. Los huesos fueron analizados por el médico Mota Medrano quien interpretó raza, estatura y edad. Coincidieron con las de Galíndez.

El juez Raúl Fontana guardó en su despacho los restos de Galíndez. A mediados de 1962, en pleno debate político sobre el futuro del país y bajo la presión de los crímenes políticos, el delegado de la República Dominicana en Naciones Unidas, anunciaba que su Gobierno no haría más averiguaciones sobre el caso y que la investigación, de haberla, correspondía a EEUU, puesto que el delegado vasco había desaparecido en territorio norteamericano. El juez Raúl Fontán archivó la causa. Y el 30 de agosto de 1963, Galíndez fue dado oficialmente por muerto.

 

 

 

°

lunes, 28 de agosto de 2023

Las Herrialdes Republicanas

¿Recuerdan aquel gesto obsceno a lo Luis Rubiales que Juan Carlos Borbón dirigiese a un grupo de militantes de la izquierda abertzale en Gasteiz?

Pues el tema ha empeorado para esa monarquía aupada al poder por el criminal fascismo europeo del siglo pasado.

Lean esto que nos reporta Naiz:


La república gana a la monarquía en todo el Estado, y en Euskal Herria donde más

De las 10 provincias estatales donde más apoyo tiene el cambio de régimen, a la cabeza están los herrialdes vascos. Solo tres partidos registran casi 100% de esa preferencia y son PNV, Geroa Bai y EH Bildu. Pero entre los españoles monárquicos también crece el respaldo a un referéndum al respecto.

Daniel Galvalizi

Casi seis de cada diez ciudadanos del Estado español se manifiestan a favor de celebrar un referéndum para decidir entre monarquía y república y en él casi el 51% votaría por un cambio de régimen, siendo donde más respaldo convoca en la CAV y Nafarroa, según se desprende del último estudio demoscópico publicado a mitad de mes por la consultora Electomania.

Desde 2017, los directores de la encuestadora, Rodrigo Panero y Miguel Díaz, vienen llevando a cabo un estudio sobre el apoyo a una consulta popular sobre el modelo de jefatura de Estado. «Empezamos a hacerlo nosotros porque el CIS lo preguntaba y dejó de hacerlo, y nos parecía interesante al menos una vez al año ver por dónde iban los tiros. También ver comó reaccionaba la sociedad española con la ida de Juan Carlos o con la renuncia a la herencia de Felipe VI», explica Díaz en conversación con NAIZ.

Señala que los resultados suelen ser «bastante estables, como los mostraba el CIS, y tradicionalmente polarizados». Suelen oscilar entre el 40 y el 55%, con muy pocos indecisos, y con la peculiaridad que una «amplia mayoría» apoya una consulta sobre el tema. «El apoyo a la monarquía ha ido fluctuando, pero el apoyo al referéndum es mayor y ha sido históricamente más fuerte; en torno a los dos tercios de los encuestados», añade.

En lo que hace a la serie histórica, el pico de apoyo al modelo republicano fue cerca del momento en que la Casa Real comunicaba la salida de territorio español del rey emérito, mientras que el mayor respaldo pro-monárquico (que superó por poco al republicano) fue cuando el actual rey se desmarcó de su padre y sus negocios y también tras el 1 de octubre del «procés».

El podio vasco

De todas las circunscripciones, las tres en que mayor simpatía despierta el cambio a una república son Gipuzkoa (84%), Bizkaia (79%) y Girona (75%), seguidas por Lleida (73%), Nafarroa y Araba (72%). En el séptimo y octavo lugar están Barcelona (69%) y Tarragona (68%) y el top ten se completa con Sevilla (54%) y Pontevedra (52%). En el total del Estado, el apoyo es 50,7% mientras que preferirían que continuara la monarquía un 46,6%, con solamente 2,7% de indecisos.

La clave plurinacional, palabra muy mencionada por estos días con motivo de la conformación de la mayoría diversa de investidura, se palpa ostensiblemente en el mapa de resultados de Electomania. Es en las provincias de la meseta castellana, en Cantabria y en las gallegas Lugo y Ourense donde la Casa Real obtiene sus mayores respaldos (con Ávila y Salamanca a la cabeza, con 60% y 59%).

En las regiones donde la identidad española es compartida con otra o directamente rechazada es donde el apoyo republicano crece. Es el caso de Illes Balears y de Canarias (52%) y de Asturies y A Coruña (51%), mientras que hay un empate técnico en el País Valencià (en Castelló y Alacant gana por poco la monarquía mientras que es al revés en València). En Aragón y Extremadura la diferencia a favor de la monarquía es mínima, con la sociedad dividida casi en mitades.

En la región capital, Madrid, epicentro del poder económico y mediático del nacionalismo español, la monarquía no tiene su mejor resultado y alcanza un 53% de simpatía, con el 45% republicano y tan solo poco más del 1% de indefinidos. Sin embargo, la situación madrileña tiene una peculiaridad: cuando se pregunta por la consulta popular, gana el «a favor» con el 53,6% y tan solo cuatro de cada diez rechazan la convocatoria.

Sobre las preferencias por un referéndum, allí también Euskal Herria encabeza el mapa del Estado: Gipuzkoa lidera a todas las circunscripciones con 87%, seguida de Girona y Bizkaia, empatadas en 84%. En Araba lo respalda el 77% y en Nafarroa el 69%. El mayor rechazo a dar voz a los electores es en Murcia, con el 52%.

Es interesante el desglose del análisis según los partidos políticos. Siempre según la respuesta de los encuestados (que dicen a quién votan), de todas las formaciones del Estado hay tan solo tres que suman casi la totalidad de electores a favor de la república, y las tres son de Euskal Herria: EH Bildu (100%), Geroa Bai (100%) y PNV (99,7%). Están cerca JxCat y la CUP (97%), Podemos con 95% y el BNG con 90%. La sorpresa la dan quienes dicen dar el sufragio a Esquerra Republicana: 72%.

Los votantes de Compromís van en el mismo sentido con 69%, al igual que los de Coalición Canaria y Nueva Canarias (71%), mientras que quienes más desean seguir con el régimen borbónico son los de Vox y UPN (88%) y los del Partido Popular (82%). Del casi extinto Ciudadanos, dos de cada tres prefieren la monarquía.

Republicanos conservadores

«En Bizkaia y Gipuzkoa es donde mas apoyo a la república suele haber desde el inicio de la serie, siempre. En Catalunya hemos visto que desde el mensaje de Felipe VI aquel 3 de octubre las cifras empeoraron mucho en todo lo relacionado con la monarquía pero siempre ha sido más en el País Vasco históricamente», afirma Díaz.

En cuanto a Madrid, comenta que al procesar los datos en Electomania les ha sorprendido «el poco margen por el que gana la monarquía» y la diferencia entre las dos opciones en cuanto al referéndum, sin confluir las líneas. «Hemos visto que se está despegando el apoyo a la república en todo el Estado», subraya.

Una peculiaridad es que casi un 10% de los votantes de la ultraderecha de Vox dicen apoyar a la república, algo que Díaz encuentra llamativo: «Parte de ese electorado tiene desafección con Felipe VI, lo consideran un tibio, no comparten que sea un buen rey, lo sabemos por las respuestas que nos dan. Otros directamente se manifiestan republicanos. También en la izquierda, por ejemplo el 9% monárquico del BNG o los de ERC, se explican porque tienen diferencias con el modelo de república que creen que podría venir. Y la edad influye mucho. En los menores de 30 años el apoyo al modelo republicano sube a dos tercios del total».

Díaz expresa el deseo de Electomania de hacer un próximo estudio que focalice entre los simpatizantes de la república y analizar qué modelo de república tienen, un trabajo que haría más fácil interpretar a los votantes de PP y Vox que dicen estar en contra de la monarquía (considerando los votos que han obtenido ambas formaciones en las últimas elecciones generales, estaríamos hablando de más de un millón de votantes de derecha y extrema derecha que prefieren una república española).




°

domingo, 27 de agosto de 2023

130 Aniversario del Motín Donostiarra

Aquí traemos a ustedes este artículo publicado por Noticias de Gipuzkoa con la intención de proveer a ustedes con mayor contexto al texto publicado ayer por Iñaki Egaña.

Adelante con la lectura:


El motín contra Sagasta, un canto a la libertad

Martín Anso | Gamazada Donostian Herri Ekimena

Hoy se cumple el 130 aniversario del motín que tuvo lugar en Donostia contra el entonces presidente del Gobierno español, Práxedes Mateo Sagasta, dentro del movimiento en defensa de los fueros que se desató entonces en Euskal Herria y que ha pasado a la historia con el nombre de Gamazada.

Con el fin de recordar y dar a conocer aquellos hechos, hemos organizado hoy domingo, a las 12.00 horas, un acto en el quiosco del Bulevard, pues fue precisamente ahí donde empezó y acabó todo.

Lo hemos titulado Kantu bat askatasunari, porque entre los ingredientes fundamentales del acto hemos incluido el Gernikako arbola, cuya prohibición fue el detonante del motín. En realidad, el Gernikako arbola, que la prensa extranjera de la época no dudaba en calificar como himno nacional vasco, fue algo así como la banda sonora de la Gamazada.

¿Pero qué es eso de la Gamazada? En 1893, la profunda crisis económica hizo que se desataran las protestas en todo el Estado español. Pero en Euskal Herria, también en aquella ocasión, adquirieron un significado propio. Aquí sirvieron para reivindicar abiertamente los fueros, fundamentalmente, porque el entonces ministro de Hacienda del Gobierno de Sagasta, Germán Gamazo, promulgó un decreto que atacaba los conciertos económicos, los restos del régimen foral.

La Gamazada –o sea, las protestas contra el decreto– cobraron especial fuerza en Navarra, donde la propia Diputación se puso al frente del movimiento, pero hubo incidentes un poco por todas partes… en Bilbao, en Gernika, en Gasteiz, en Laguardia y en Donostia. Estos, sin duda, los más graves.

¿Qué pasó en Donostia? En Donostia, aquel 27 de agosto de 1893, también domingo, se respiraba un ambiente de verano y de veraneo. Corridas de toros, el casino hasta los topes… y la banda municipal tocando en el quiosco del Bulevard.

Cuando la banda terminó su concierto, parte del público pidió que interpretara el Gernikako arbola. El director dijo que no, que tenía órdenes expresas del alcalde de no tocar nada fuera del repertorio.

Entonces, algunos espontáneos subieron al quiosco y, a capella, cantaron el Gernikako ante, al parecer, la general aceptación de la concurrencia. No de los serenos, que intentaron practicar detenciones, cosa que la gente impidió.

Los ánimos se calentaron y se generó un primer tumulto, en el que empezaron a escucharse gritos como “¡Vivan los Fueros!” y “¡Vamos a casa de Sagasta!”.

La casa de Sagasta era el hotel Londres, donde el presidente del gobierno se hallaba alojado. No estaba en la ubicación del Londres actual, sino en la Avenida, en el solar delimitado por Hondarribia, San Marcial y Getaria.

Allá se fueron en manifestación, profiriendo gritos a favor de los fueros y cantando el Gernikako arbola.

Los manifestantes no se limitaron a gritar y cantar sino que también apedrearon el hotel, hasta que apareció la Guardia Civil y, sin previo aviso, abrió fuego. Hasta ahora sabíamos que tres personas fallecieron como consecuencia de aquellos disparos: Vicente Urzelai, Rufino Azpiazu y Justo Pérez. Ahora, tras la investigación realizada al calor de esta iniciativa popular, sabemos que también Bernardina García, Juan José Arza y Martín Osés corrieron la misma suerte. Es decir, los muertos no fueron tres, sino seis, y no se descarta que la lista pueda alargarse. Los heridos de bala y los detenidos se contaron por docenas.

El Ejército salió a la calle y la represión subsiguiente fue brutal. ¿Pero quién se acuerda de Sagasta? ¿Tiene sentido hoy conmemorar la Gamazada? Desde nuestro punto de vista, lo tiene, claro que lo tiene…

Se trata de unos hechos sin duda gravísimos, que debieron dejar una huella profunda en la sociedad de la época y que, sin embargo, son poco conocidos. En nuestra opinión, ello se debe a que la historia de Donostia se ha contado y se sigue contando muy a menudo de una manera edulcorada y, por supuesto, interesada.

Da la sensación de que, después de la quema de la ciudad en 1813, los y las donostiarras hicieron piña para construir lo que pronto fue la corte de verano, la ciudad aristocrática, afrancesada y liberal (en algunos aspectos, no en otros, claro), que alcanzó su edad de oro en la Belle Époque, cuya añoranza se cuela aún en no pocos discursos. Da la sensación de que en aquel proceso no hubo conflictos ni políticos ni sociales. Bueno, sí, las guerras carlistas. Pero los carlistas no eran donostiarras sino “de la provincia”, ¿no?

Pues no, Donostia –como cualquier otra ciudad, por otra parte– es un lugar donde han confluido y siguen confluyendo intereses muy diversos y con frecuencia contrapuestos, que, inevitablemente, han dado y siguen dando origen a conflictos sociales y políticos. Y el motín contra Sagasta es un buen ejemplo de ello. Aunque solo fuese por eso, por poner en evidencia que la historia de Donostia dista mucho de la postal de la Belle Époque, merece la pena recordar aquellos hechos y los nombres de las personas a las que arrebataron la vida en ellos. Más aún cuando algunos, tal y como hemos señalado, ni siquiera figuran en la historia oficial.

Además, la Gamazada, en cuyo contexto, por cierto, ondeó por primera vez el esbozo de lo que pronto sería la ikurriña, fue un puente entre el fuerismo tradicional y el nacionalismo vasco moderno. Tiempos diferentes, respuestas diferentes. Hoy no adoramos al roble de Gernika, pero seguimos teniéndolos a él y al Gernikako arbola entre los símbolos de la voluntad de este pueblo de ser dueño de sus propias decisiones. Tanto ayer como hoy; tanto hoy como ayer.

Estas son nuestras razones para organizar Kantu bat gara. Quizá os animen a cantar con nosotros este domingo.





°

La Maqbara Iruindarra

 No hay fábula españolista más equívoca que aquella titulada 'La Reconquista'.

Leamos esto que nos informa Naiz:


Musulmanes de la Iruñea del siglo VIII: norteafricanos y locales

La Iruñea del siglo VIII era una ciudad dominada por los musulmanes, con una parte de la población llegada del norte de África que se mezcló con los locales y en la que algunas personas lucían estéticos limados dentales. Así lo indican los restos del cementerio de la Plaza del Castillo.

Pello Guerra

Población del norte de África que se mezcló con los habitantes originarios, que lucía estéticos limados en los dientes y donde la violencia estaba presente. Así eran los musulmanes de la Iruñea del siglo VIII, según ha desvelado el estudio de los restos encontrados en el cementerio musulmán de la Plaza del Castillo, tal y como recogen los trabajos realizados por Patxuka de Miguel y Lara Fontecha en base a la osteoarqueología y la genética.

El cementerio musulmán de Iruñea, o maqbara, fue localizado en 2002 durante la obras realizadas en la Plaza del Castillo para construir un aparcamiento, aunque no está excavado en su totalidad. Según señala De Miguel, por el momento es «el más antiguo identificado en la península Ibérica» y se utilizó durante el siglo VIII, sin que tuviera un uso posterior documentado. En la zona trabajada, fueron identificadas 172 sepulturas islámicas, en las que se recuperaron 177 esqueletos en diferentes estados de conservación. Se trataba de personas tanto adultas como niños de diferentes edades, por lo que se descarta que fuera un espacio funerario relacionado con un enfrentamiento bélico puntual, sino más bien del cementerio de una población musulmana asentada en el territorio.

Los enterramientos de la Plaza del Castillo conformaban una maqbara porque el ritual funerario identificado era «claramente islámico», según señala De Miguel en sus trabajos sobre el cementerio, ya que son inhumaciones «individuales, en decúbito lateral derecho y orientadas de forma que la mirada quedara orientada hacia el Este-Sureste», es decir, hacia La Meca. Además, carecían de ajuar, a pesar de que se encontraron un anillo, una placa de bronce y un fragmento de cuerno cortado con instrumento de filo.

Ese era el escenario, pero ¿qué nos dicen los restos de las personas que fueron enterradas en ese lugar? A pesar de la limitación que supone que correspondan a una parte del cementerio, la muestra nos deja una imagen de hombres que tenían una estatura media de 167 centímetros y que en el caso de las mujeres era de 156.

Entre las personas enterradas había un claro predominio de esqueletos de entre 1-4 años y un descenso en edades sucesivas, un dato esperable teniendo en cuenta la época. En cambio, sí que ha llamado la atención de los expertos que, entre los esqueletos juveniles, los hombres sean numéricamente superiores a las mujeres, ya que, en ese tramo de edad, era más habitual la muerte entre ellas a causa del inicio de la fase reproductiva y las complicaciones de los embarazos y partos. De hecho, en dos tumbas se identificaron restos de dos mujeres fallecidas durante la gestación y de sus fetos no nacidos. Pero esos restos cuentan más cosas sobre los musulmanes de Iruñea gracias al ADN, hasta establecer el lugar de origen de esas personas. Según un trabajo realizado por Lara Fontecha y del que se hace eco De Miguel, el estudio genético disponible muestra «una alta complejidad poblacional en la que dos tercios de los hombres estudiados tienen marcadores paternos africanos, siendo menor en el caso de las mujeres, si bien en ellas se conocen los marcadores genéticos maternos».

Por lo tanto, se trata de una población en la que hay hombres y mujeres con genética africana, local y mixta, lo que representa a la primera generación de habitantes que se asentaron en Iruñea procedentes del norte de África y las posteriores combinadas con gentes locales que se han convertido al Islam. Este dato vendría a confirmar lo recogido en las fuentes escritas que hablaban de Iruñea como «ciudad de moros» después de que la invasión islámica de la península llegara a la capital de los vascones hacia los años 714 o 715. Y también vendrían a corroborar lo señalado por Ibn Idari al-Marrakusi, quien recogió que fue costumbre del valí Uqba, mandatario de Al-Ándalus, de «combatir a los idólatras todos los años, y les tomaba sus ciudades», y que sometió «Bambeluna, que hizo poblar de muslimes».

Limado estético de los dientes

Otro aspecto relevante que ha deparado el estudio de los restos tiene que ver con las modificaciones dentales realizadas con una intencionalidad estética y que, a pesar de que está especialmente presente entre las mujeres, también aparece en algunos hombres.

Se trata de un limado en los incisivos superiores que es ajeno a las sociedades altomedievales peninsulares, por lo que tendría un componente cultural árabe. Sin embargo, esa costumbre fue adoptada por la población autóctona islamizada, ya que no está siempre presente en descendientes de personas procedentes del norte de África. Esa circunstancia supone que, en algunos casos, esas modificaciones se hicieron en la misma Iruñea.

Además de esa adaptación cultural, el análisis de las personas enterradas en la maqbara iruindarra muestra la violencia existente en esa época y que no tendría que ver con una batalla, ya que los fallecidos están diseminados por el cementerio, por lo que se trataría de víctimas de enfrentamientos interpersonales.

Las muertes violentas se aprecian en cinco casos, con dos tumbas en las que se encontraron restos de personas que habían recibido varios golpes de espada o hacha, en un caso seis y en otro nada menos que 18, lo que evidencia un «acorralamiento con ensañamiento durante el enfrentamiento», señala De Miguel. Uno de los casos tendría que ver con una ejecución por decapitación. También se ha encontrado una lesión craneal por arma blanca en la que se constata una larga supervivencia, y en diez enterramientos se han localizado fracturas de cúbito y radio claramente cicatrizadas. En todos los casos se trataba de hombres, con una edad que varía y que va desde jóvenes de entre 15 y 20 años a adultos maduros, y que vienen a evidenciar el manejo temprano de las armas, una actividad de la que se mantendría al margen a las mujeres.

El rastro de esos combates evidencian el clima de enfrentamientos existentes entre musulmanes y cristianos o incluso entre facciones diferentes de musulmanes por el poder de una ciudad que en la siguiente centuria terminaría convirtiéndose en la capital del reino de los vascones. Una entidad política que mantenía relaciones con los Banu Qasi de Erribera, pero en la que la población musulmana dejó de estar presente en vista de que la maqbara ya no volvió a ser utilizada.

 

 

 

°

sábado, 26 de agosto de 2023

Las Inundaciones del '83

Esta fecha marca un aniversario que muchos quisieran olvidar... las graves inundaciones sufridas hace cuatro décadas.

Así lo reporta Cadena Ser:


40 años de las inundaciones que arrasaron Bilbao y gran parte de Euskadi

El 26 de agosto de 1983 se escribió una de las páginas mas duras de la historia de Bilbao y Bizkaia con una inundaciones que afectaron a todo Euskadi, con hasta 105 municipios vascos declarados 'zona catastrófica'

Aitor Pérez

Se cumplen ahora 40 años de las inundaciones del 83, que sumergieron bajo el agua a Euskadi, especialmente a Bizkaia y Bilbao. Hasta 105 municipios se vieron fuertemente afectados por las riadas, siendo declarados 'zona catastrófica'. En esta efeméride, recordamos cómo se vivió a lo largo de todo el País Vasco con protagonistas que aún mantienen fresco el recuerdo de esos días, de cómo tuvieron que trabajar para ayudar a los más afectados y de cómo se afrontó la recuperación.

Los primeros momentos

Ricardo Olabegoya, director en estos momentos de Protección Civil en Euskadi, lo que ahora sería director de Emergencias del Gobierno vasco, explica que la primera llamada, "fue de madrugada alrededor de las cinco de la mañana. Me comunicaron que había en Isasondo una familia en el tejado de un caserío aislado por el agua".

Cuenta que "poco a poco, según iba para el Gobierno vasco, me empezaron a llegar más llamadas de que empezaba a haber carreteras cortadas y se iba engordando la bola, pero lo importante iba llegando desde Gipuzkoa". "La primera mirada fue en Gipuzkoa, teníamos desbordados cuatro ríos y me dirigí allí. En la Diputación gipuzkoana estaban las autoridades y en un momento, al mediodía, nos dijeron que Bilbao estaba muy mal. Se quedó allí un técnico y nos dirigimos a Bilbao en coche".

Recuerda que "llegamos la madrugada del 27 a Bilbao, tardamos cuatro o cinco horas. Era de noche, caía agua torrencial, veíamos de vez en cuando que estábamos en zona urbana, pero sin identificar dónde estábamos, pero se veía que era algo gordo. Ya estaban reunidas las instituciones, las policías, las fuerzas armadas...".

Sobre cómo se llevó a cabo el trabajo, comenta que "las conversaciones entre Felipe González y Carlos Garaikoetxea llevaron a que el Presidente delegó en el Lehendakari la dirección de las operaciones, lo que aclaró la cadena de mando y se trabajó muy bien".

Vacunaciones y prevención de epidemias

Sanidad tuvo una actuación extraordinaria, además de los heridos tuvo que atender otros asuntos, por ejemplo los frigoríficos y temas alimentarios con lo que tuvieron muchos problemas.

También la potabilidad del agua para la que en unos días se llevaron a cabo más de mil controles de calidad, con el desescombro se llevó a cabo una campaña de vacunación con todos los que trabajaban en ello".
Bilbao

En Bilbao, la zona más afectada de todo Euskadi y símbolo de estas inundaciones del 83, aquel 26 de agosto iba a ser un día más en la Aste Nagusia, las previsiones del tiempo indicaban algo de inestabilidad y chubascos. Nadie podía prever lo que iba a pasar. Una tromba incesante de agua nos dejó mas de 600 litros por metro cuadrado, 34 fallecidos y cinco desaparecidos, las pérdidas también fueron enormes, más de 1.200 millones de euros. Y por delante, mucho tiempo para recuperar la normalidad, aunque entre todos, se pudo lograr.

Bizkaia

Bizkaia fue el territorio más afectado de Euskadi, uno de los ejemplos es Bermeo. La localidad costera permaneció dos días incomunicada por carretera. Sin luz, sin agua y sin teléfono. Este municipio bizkaino fue uno de los más afectados y así lo recuerda el que estaba al frente de la Cruz Roja en aquellos años, Jon Ojanguren, "cuando vimos que empezaron a reventar todas las arquetas, porque aquí el río pasa por debajo de la parte baja de Bermeo, vimos que algo gordo venía".

El agua subió rápidamente en Bermeo, muchas personas quedaron atrapadas, el ganado desapareció transportado por el agua y muchos caseríos también. El equipo de Ojanguren estuvo días recorriendo las zonas más afectadas de Bermeo, "con el agua que venía había caseríos que habían desaparecido, caseríos totalmente destrozados y veías a familias en la ladera del monte, otros con una tienda de campaña en un esqueleto de un edificio porque habían perdido su casa".

El agua contenía tantas materias que tuvieron que vacunar a todas las personas que trabajan en la zona. Ojanguren relata que pusieron más de 3.000 vacunas antitetánicas, "había cantidad de vacas, cantidad de ganado putrefacto, era todo un caos. Entonces empezamos a meter antitetánicas con el director del Instituto Foral de la Marina. A todos los que estaban trabajando en la calle empezamos a administrarles por el riesgo que había".

Galdakao, Etxebarri, Llodio... muchos fueron los municipios afectados en Bizkaia, con más 1.500 millones de toneladas de agua.

Álava

Llodio fue el lugar de Álava más afectado. Las inundaciones dejaron Llodio incomunicado y sin suministro de luz y agua. Seis personas fallecieron, cuatro de ellas eran Guardias Civiles que estaban intentando rescatar a una joven de 16 años y la corriente terminó arrastrando a los cinco. Ainize Gastaka, alcaldesa de Llodio asegura que es una fecha marcada en el pueblo, "mi familia tenía un bar y delante había un desguace, siempre recordamos en casa como la riada se llevaba los coches como barquitos e iban contando los coches que se iban".

Añade Ainize que allí se recuerdan mucho las inundaciones "como algo fulminante, pero también que el pueblo se unió y reaccionó, que hubo una sensación de vecindad y solidaridad que ha dejado mucho poso de comunidad".

Gipuzkoa

En el caso de Gipuzkoa, las cuencas del Oiartzun, Urumea, Oria, Urola y Deba fueron las más castigadas, también el tramo alto del Bidasoa. Esto ocasionó que muchos vecinos sufrieran en sus carnes las consecuencias de las inundaciones.

La primera de las tres trombas alcanzó de lleno el territorio, con más de 100 litros por metro cuadrado registrados en cosa de una hora, lo que provocó que el río Oria fuese el primero en desbordase. Esta llegó desde el sur de Francia, algo que también afectó aunque en menor medida a la comarca del Bidasoa.

A partir de ahí, las cuencas del Oiartzun, Urumea, Urola o Deba provocaron que en municipios como Tolosa, Azkoitia, Elgoibar o Lasarte-Oria, entre otros muchos, llegaran a registrar cifras excepciones, con muchos de ellos con mediciones por encima de los 200 litros por metro cuadrado. Por suerte, solo se registraron daños materiales y no hubo que lamentar fallecidos.

Trabajo en los hospitales

En todos estos lugares, el trabajo de los sanitarios tuvo el hándicap de trabajar sin luz en las plantas hospitalarias. María Luisa Zalduegi, era auxiliar de enfermería en el Hospital de Basurto aquellos días, "estuvieron repartiendo linternas y otros útiles para poder trabajar, porque había grupo electrógeno en reanimaciones y urgencias, pero en plantas no había y funcionábamos con linternas".

Nos cuenta un recuerdo que no puede olvidar, "ingresó una mujer que estaba con dos hijos y a uno le arrastró la riada y lo perdió. Estaba en shock, ni hablaba y estuvo mucho tiempo en tratamiento psicológico. Se agarró a un árbol con los hijos y no pudo sujetar a ambos, es la escena que más grabada se me ha quedado, la imagen de esa pobre mujer".

Recuerdos duros de María Luisa, pero también algunos positivos, como la solidaridad que se vivió aquellos días, "ni te lo planteabas, ibas a ayudar, una amiga me recuerda que ella estaba de vacaciones y volvió para ayudar quitando lodo".

Solidaridad que ayudó a que Euskadi fuese poco a poco recuperando la normalidad. Costó, pero se logró gracias a todos los que esos días, semanas y meses pusieron su granito de arena para superar las Inundaciones del 83.

 

 

 

°

Egaña | Salir de Anonimato

Como es costumbre, les invitamos a leer este rescate de la memoria histórica que Iñaki Egaña nos ha compartido en su página de Facebook:


Salir del anonimato

Iñaki Egaña

En la época del algoritmo y de la mecánica cuántica, hablar del pasado es harto complicado. Pero el pretérito nos atrapa, sobre todo porque tenemos un debe impresionante con miles de hombres y mujeres cuyas trágicas vidas fueron engullidas por patrañas. Dicen que la historia la garabatean los vencedores, los tramposos de la vida. Y puesto que como escribió Antonio Machado “hoy es siempre todavía”, aún estamos a tiempo de voltear aquello que nos contaron al revés o nos ocultaron bajo la alfombra de la ignominia. Paradójicamente, tenemos una ingente tarea por delante, para recuperar las sombras del ayer.

La guerra que nuestros abuelos y abuelas perdieron hace ya 85 años en las trincheras, la equilibramos con decenas de iniciativas populares que, de aldeas a municipios, sacaron a la luz miles de personas hasta entonces ocultadas por los triunfantes, un fascismo que aún colea con su arrogancia habitual y el temor de los tibios a despertar aún más a la bestia.

Aquellos trabajos, a la vera del pionero “Navarra, de la esperanza al terror” han servido para que el relato tome colores huyendo del blanco y negro al que nos invitaban espuriamente los medios de la época. Y nos enseñaron que la ocultación de los crímenes tiene fisuras, en los testimonios, en los libros de los cementerios, en los archivos diocesanos, en la prensa clandestina, en los registros civiles, en decenas de índices particulares y militares.

Viene todo esto a cuento en el 130 aniversario de unos hechos muy matizables. A pesar de lo que ha llovido desde entonces, aún estamos destapando la parte inmersa del iceberg. La época, además, fue única. En 1893 se produjo en Euskal Herria un cambio de paradigma que modificó nuestra organización política y social de forma tan profunda que nos trasladó a la modernidad. Fue el año del llamado Discurso de Larrazabal, cuando Sabino Arana, ideólogo y activista, lanzó la proclama independentista, rompiendo con el carlismo que de una disputa dinástica elaboró toda una tendencia ideológica que había alcanzado, incluso en las capitales vascas con la excepción de Donostia, el 80% del voto (masculino, el femenino fue vetado hasta 1933) antes de la Segunda carlistada (1872-1876).

En aquel año, asimismo, hubo numerosas revueltas populares contra un decreto del ministro de Hacienda español, el liberal Germán Gamazo, por el que se cercenaba la autonomía política y económica de Hego Euskal Herria. El origen estuvo en la contestación, conocida nacionalmente como la Gamazada, el rechazo al artículo 17 de la Ley de Presupuestos del Estado. La protesta se centró en Nafarroa, pero hubo también matxinadas generalizadas en las otras tres provincias vascas.

La revuelta concluyó en febrero de 1894, con la retirada del proyecto de Gamazo y la presencia de miles de manifestantes en Castejón, entre ellos Sabino Arana que desplegó el primer proyecto de ikurriña, que celebraron la victoria popular. El republicano La Voz de Guipúzcoa señalaba que “desde la abolición de los fueros (1876), dimos a la patria nuestros hijos (servicio militar) y al tesoro nacional nuestro dinero, mientras en otras partes de España los caciques se llevan el 90% de lo producido”.

Las primeras manifestaciones multitudinarias habían tenido lugar en Gasteiz e Iruñea, a comienzos del verano de 1893, al son del Gernikako Arbola, que se convirtió en el himno de unión de todos los vascos. A mitad de agosto, los fueristas y pioneros jeltzales quemarían en Gernika la bandera española. Fue una matxinada local, la Sanrokada.

Simultáneamente a la Sanrokada se produjeron manifestaciones en Guardia, con cargas de la Guardia Civil que mataron a un vecino, Fernando Cano, e hirieron a otros 22. Hasta hoy, ni siquiera en la página web del Ayuntamiento de Guardia, se citaba a Cano. En este ambiente encendido, llegaba a Donostia el presidente del Gobierno español, Práxedes Mateo Sagasta. El viaje de Sagasta obedecía a sus cortas vacaciones en la capital turística de moda. El 27 de agosto, después de un concierto de la Banda Municipal de música de Donostia, se formó una manifestación espontánea que, a los sones del Gernikako Arbola, se dirigió gritando Gora Fueruak, behera Sagasta, hacia el hotel Londres, residencia del presidente.

La Guardia Civil salió a disolver a los manifestantes disparando contra ellos y causando al menos seis muertos: Vicente Urzelai, Rufino Azpiazu, Bernardina García, Juan José Arza, Martín Osés y Justo Pérez. El diario El Liberal señaló que fue “una carnicería” y “matanza”. Por eso de que la reina regente María Cristina se encontraba en Donostia, con “afamados” turistas, la información sobre las víctimas fue censurada y durante 130 años únicamente se conoció la muerte, primero de un único manifestante (según el Gobierno civil) y más tarde de tres (ofrecida por la prensa). Significativa fue la muerte de Vicente Urzelai que, herido, fue aupado por dos jóvenes para ser trasladado al cuarto socorro. Interceptados por la Guardia Civil, fueron los tres baleados, Urzelai de nuevo, lo que provocó su muerte.

Hasta el día de hoy, académicos y funambulistas habían ido reproduciendo la máxima de “cortar y pegar”. Han tenido que pasar 130 años para que ciudadanos marcados por el desprecio oficial, hayamos podido rescatar parte de la verdad. Un ejemplo de la desidia y el interés adulterado de no tocar determinadas instituciones que pongan en tela de juicio el relato único. No fue una algarada, sino un sentimiento lo que movió al pueblo a reivindicar su idiosincrasia. No fue un alboroto de “locos foráneos”, sino una respuesta a la brutalidad luego encubierta. No fueron uno, ni tres los muertos por la Guardia Civil, sino seis. Más 30 heridos graves y 60 detenidos, muchos de los cuales concluyeron en la cárcel de Ondarreta.

Es el sujeto el que da sentido al contexto. Porque ello nos asegura la pretensión de la verdad. Y a pesar de la tendencia algorítmica, ahí estamos, dándole presencia al pasado.

 

 

 

°

viernes, 25 de agosto de 2023

Rubiales sin Respaldo Vasco

La España de toreros y pandereta quedó retratada tal cual es en la actitud asumida por un hijo sano del patriarcado que responde al nombre de Luis Manuel Rubiales Béjar, presidente de la Real Federación Española de Futbol... lo leyó usted bien... real.

Nos referimos a los festejos de este individuo durante la ceremonia de premiación al once femenil del estado español - conformado principalmente por jugadoras del Barcelona FC - tras derrotar a su simil inglés en la final del Mundial FIFA.

Pues bien, EiTB reporta que los presidentes de las federaciones vascas no están dispuestos a respaldar el machismo desplegado tanto por Rubiales como por quienes le apoyan.

Aquí la información:


El fútbol vasco da la espalda a Rubiales y dimiten de la dirección de la RFEF

Los presidentes de las federaciones vasca, guipuzcoana y alavesa han decidido dejar sus cargos como miembros de la Junta Directiva. El de la federación navarra, por su parte, ha dimitido de los cargos de presidente del Comité Nacional de Fútbol Femenino y vicepresidente de la RFEF.

El fútbol vasco ha dado la espalda al presidente de la Real Federación Española de Fútbol (RFEF), después de que Luis Rubiales haya rechazado dimitir en la asamblea que la RFEF había convocado tras el escándalo surgido por el beso no consentido de Rubiales a Jenni Hermoso y su actitud durante la Final del Mundial de Fútbol Femenino que España ganó.

Las federaciones de fútbol vasca, guipuzcoana y alavesa han publicado un comunicado anunciando la dimisión de sus presidentes como miembros de la Junta Directiva de la RFEF. Javier Landeta, Manu Díaz Marcos y Kepa Arrieta presentarán sus renuncias en la próxima reunión de éste órgano.

Las tres federaciones publicaron un comunicado previo la asamblea anunciando que no acudirían, ante "la gravedad de lo sucedido en la entrega de trofeos". Asimismo, añadieron que sus presidentes tomarían una decisión sobre su "continuidad en la Junta Directiva de la RFEF, en base a lo que podría acontecer los próximos días".

El presidente de la Federación Navarra de Fútbol Rafael Del Amo, por su parte, ha presentado su dimisión de los cargos que ostentaba en la RFEF: presidente del Comité Nacional de Fútbol Femenino y vicepresidente de la Real Federación Española de Fútbol.

Del Amo ha declarado que ha presentado su "dimisión después de ver que Luis Rubiales sigue encabezando la Federación. He sido el único presidente que se lo ha dicho mirándole a la cara." Ha reconocido que tiene cosas que agradecer a Rubiales, pero cree que, "sobre todo por lo que pasó en el palco, que es inaceptable". No obstante, opina que el fútbol femenino saldrá fortalecido "de todo este escándalo".

El Athletic Club ha publicado un comunicado oficial de tres puntos en el que indica que el club "no comparte ni los actos ni las palabras del presidente de la RFEF, Luis Rubiales, tanto en el Mundial Femenino como en la Asamblea de hoy, ya que atentan contra los principios de igualdad y respeto que rigen en la sociedad".

"En consecuencia con lo anterior, -señala en su segundo punto- el presidente del Athletic Club [Jon Uriarte] ha comunicado a la RFEF la renuncia a ocupar su condición de miembro de la Junta Directiva de la RFEF".

El comunicado confluye: "El Athletic Club apoya y confía en las actuaciones del Consejo Superior de Deportes a los efectos de resolver esta situación".  

El Deportivo Alavés ha condenado por su parte el comportamiento de Luis Rubiales y ha rechazado su manera de proceder.

"Todas las entidades y representantes del fútbol profesional deben ser portavoces de una serie de valores innegociables como la igualdad y el respeto y deben representar un ejemplo para la sociedad", ha expresado el club.

El presidente de la Real Sociedad, Jokin Aperribay condenó ayer jueves la actitud del presidente de la Federación Española de Fútbol: "Faltó respeto y sobró excitación en la celebración". Afirma que la convocatoria de la asamblea es "echar humo" sobre un "error muy grave", y comunicó su decisión de no acudir a la asamblea extraordinaria de hoy.

Futbolistas de la Real Sociedad como Nerea Eizagirre, Amaiur Sarriegi, Iris Arnaiz y Ana Tejada también se han pronunciado y han apoyado a Jenni Hermoso, la jugadora que recibió el beso de Luis Rubiales.

"Se acabó. Contigo Jenni Hermoso. Lamentable llegar a este punto para creer que las quejas de hace meses eran reales", ha dicho Nerea Eizaguirre.

Amaiur Sarriegi ha indicado que "los hechos sucedidos en los últimos días retratan los problemas que hace unos meses denunciamos: un grave problema estructural de machismo y menosprecio a las futbolistas". "Basta", ha zanjado.

En la Rioja también ha habido dimisión. La presidenta del Comité de Fútbol Femenino de la Federación Riojana de Fútbol, Itziar Díaz, que ha presentado su dimisión de este cargo "por principios, ética, moral y dignidad". Díaz era una de las directivas nombradas por Jacinto Alonso, el presidente de la Federación Riojana de Fútbol y uno de los grandes apoyos de Luis Rubiales.

Rechazo del Gobierno Vasco

El Gobierno Vasco, a través de su portavoz Bingen Zupiria, ha dicho que ha sentido "vergüenza ajena" al escuchar al presidente anunciar que no dimitirá de su cargo al frente de la Federación y ha pedido al mundo de fútbol que responda "como es debido" a esta situación.

También se ha referido a este asunto la vicelehendakari y consejera de Trabajo y Empleo, Idoia Mendia, quien ha dicho que no daba crédito al escuchar al presidente de la Federación Española de Fútbol, Luis Rubiales, y ha tildado su discurso de "antifeminista".

Asimismo la consejera vasca de Igualdad, Justicia y Políticas Sociales, Nerea Melgosa, ha considerado "injustificable" la postura de Rubiales y ha añadido en las redes sociales que "por muy contextualizadas que pretenda" él que sean sus actitudes y expresiones "no caben en una sociedad que ha de respetar por igual a hombres y mujeres".



La visión de Tasio:







°

Tiempo de Reformulaciones

Les invitamos a leer este artículo publicado en el portal de Viento Sur en el que se le da nombre a las leyes con las que el estado español ha aplicado una inhumana política de lawfare en contra de los presos políticos vascos - que no de ETA - y en contra de sus familiares. Todo dentro del contexto que EH Bildu lleva a cabo con el PSOE en miras a una nueva investidura de Pedro Sánchez.

Lean ustedes:

De investiduras, grados, sorpassos y movimientos

Ramon Zallo

El centro de gravedad de la política vasca (y catalana) se ha desplazado, en principio, a Madrid, porque la relación de fuerzas entre bloques a escala estatal abre la vía directa de cambios estructurales desde una posible alianza progresista- soberanista. Y no es malo, en esta coyuntura, que sea así, porque nos ahorramos el trámite de la reivindicación ante las instituciones vascas, para que hagan valer su influencia ante el Estado.

Y es que, alimentada por la llegada del lobo feroz de las ultraderechas de carnet o de discurso, la situación es inédita. Primero, por el giro del PSOE -uno de los pilares del régimen del 78- que parece dispuesto a dar algunos nuevos pasos (y los andados no le han pasado factura). De todas formas, más que de una reforma del modelo político, seguramente quepa presionar sobre las aristas más hirientes para las periferias. Segundo, las fuerzas soberanistas pueden hacer valer su llave de gobernabilidad y aprovechar la oportunidad.

El cuatrienio sería a la defensiva en los temas de la paz, derechos humanos, democracia y revisión de leyes, si terminara por gobernar el PP por repetición electoral. Pero debe ser a la ofensiva si hubiera nuevo gobierno Sánchez, necesitado de apoyos progresistas y de las naciones sin estado. Éstas están, por fuerza, obligadas a apretar el acelerador y ser más ambiciosas que en el pasado, entendiendo que, dentro de 4 años o menos, pueden volver las tornas. Sin embargo, esa presión no debe ser tanta que sobrepase las líneas rojas socialistas (siempre difusas) y se tire “el niño con el agua de la bañera”.

La coyuntura también es favorable para Euskal Herria porque EH Bildu se ha cargado de legitimidad y prestigio en su hacer político responsable también en España. Hay condiciones para hurgar en reformas penales y condicionar a ellas los apoyos políticos.

Los grupos catalanes ya se están moviendo en la buena dirección: lenguas minoritarias, hipotética ley de amnistía o indulto generalizado para los enjuiciados por el procés, alguna fórmula consultiva... Dejando aparte la agenda social, una parte de esa agenda política es también vasca, aunque no quepa plantearle al Gobierno de España, hoy, una Ley de amnistía para los presos de ETA. Sí cabe exigir que se incida en los órganos jurisdiccionales para introducir interpretaciones legales de normalización jurídica, judicial y penitenciaria y, asimismo, se acometan algunas reformas legales.

La más práctica, y de resultados a corto, sería devolver la competencia de vigilancia penitenciaria a los juzgados territoriales (modificar la Ley 5/ 2003). No tiene sentido una excepcionalidad que favorece la politización de la gestión penitenciaria mediante recursos de fiscalía que, saltándose los dictámenes profesionales de las Juntas de Tratamiento de cada prisión, impiden las progresiones de grado.

Una segunda sería modificar la Ley 7/2003 del cumplimiento íntegro de las penas y de ampliación de prisión efectiva hasta 40 años, al menos para delitos de intencionalidad política, puesto que las personas penadas no suponen una amenaza para la sociedad, ni se trata de una conducta incorregible de desprecio por la vida (como es el caso de algunos violadores y algunos sicópatas asesinos). Y más cuando se sabe que más de 30 años en prisión es más que sobrado y destructivo castigo para cualquier persona.

Igualmente debe modificarse, la Ley 7/2014 que permite no computar las penas cumplidas en prisiones de la UE.

Y todo ello, en un contexto de estructural parcialidad de la injusta e hipócrita Justicia vigente que, sistemáticamente, ha librado de juicio o de prisión a los perpetradores de la violencia de Estado y a sus inspiradores.

Nada de lo dicho es posible sin un movimiento y movilización social potente por la convivencia, el diálogo y la normalización que necesita la sociedad vasca. Además de las movilizaciones de Sare o de Gure Esku, para hacerlo hay que abrir, al menos, dos debates.

Por un lado, para recargarse de legitimidad ante estas demandas y como facilitador central para desactivar los discursos punitivos, podría (debería) ser el cuatrienio en el que Sortu ajuste cuentas sobre el pasado de la izquierda abertzale como conjunto, mediante informe de reflexión autocrítica política sobre lo que se hizo bien o mal en los decenios pasados. No hacerlo afecta a EHBildu. Es hora. Viene exigido, también, por la expectativa del sorpasso en el 2024. Es necesario un relato colectivo de la corriente, aunque seguro que le parecerá insuficiente a sus adversarios que, además, no tienen, ninguna intención de hacer su propia autocrítica. Cabe ayudarles a hacerla en ese informe para que se miren también en su propio espejo.

Por otro lado, tras su disolución hay un hueco que ha dejado el Foro Social en lo relativo a derechos humanos, convivencia, democracia y normalización. Son temas de profundidad social y de largo plazo que afectan a la sanación colectiva. Se requiere una estructura que pueda dialogar con todo tipo de víctimas y sea factor de educación social de una sociedad aun traumatizada. ¿Debe Sare irrumpir en ese campo más allá de la política penitenciaria que es solo una parcela?. Seguramente no. Alternativamente ¿se puede rescatar parte de la estructura del Foro Social y de sus componentes para cubrir ese espacio de sociedad civil? ¿Pueden ayudar al respecto, junto a gente joven preparada para ello, por ejemplo, personas que estuvimos en Demokrazia bai?.

Lo dicho. Es tiempo de reformulaciones y de ofensiva.

 

 

 

°

jueves, 24 de agosto de 2023

Entrevista a David García

Como les recordamos de vez en cuando, somos un blog de la diáspora vasca para la diáspora vasca.

Es por ello que entrevistas como la que les vamos a presentar nos vienen perfecto, pues en ellas se habla acerca de las migraciones que han llevado a que al día de hoy existan comunidades vascas insertadas en diferentes países alrededor del mundo. En este caso específico, México.

Esto, por supuesto, ha llevado a que existan sincretismos que se han conformado a lo largo de siglos. Uno muy particular es el de grupos de música ranchera - o inspirada en la música ranchera - creados en Euskal Herria.

Pero no digamos más, adelante con esto publicado por Deia:


“Ir a un concierto nuestro de rancheras no es incompatible con ver otro de reguetón”

El grupo navarro Puro Relajo actuará este sábado en la Plaza Nueva de Bilbao con un repertorio que combina rancheras con canciones populares y música vasca

Sara Intxaurtieta

Hay un poco, o mejor dicho, bastante de México en Nafarroa. Es así como sólamente la localidad navarra de Aibar podría tener un grupo capaz de combinar a la perfección las rancheras, el euskera y la música tradicional. Por primera vez en Aste Nagusia, este sábado Puro Relajo traerá lo mejor de México a la Plaza Nueva para que el público bilbaino no pueda dejar de bailar.

En primer lugar, ¿cómo acaban unos navarros tocando canciones mejicanas?

—Creo que es una tradición en muchos de los pueblos de Navarra, donde desde pequeños escuchábamos muchas canciones mejicanas en las fiestas de los pueblos. Esa música ha quedado para muchos de nosotros como algo propio, algo nuestro. Además, como a todos los del grupo nos gustaba ese estilo y hay bastantes grupos de música mejicana en nuestro entorno, decidimos apostar por ello.

En diez años de experiencia como grupo, ¿han variado la oferta musical o siempre han apostado por la música del país americano?

—Diría que más del 60% de lo que tocamos es música mejicana. También añadimos clásicos de repertorio euskaldun como Mikel Laboa o Benito Lertxundi con nuestra instrumentación que le da un toque más mejicano. Es algo que sale de manera natural porque si tocáramos todo el rato música mejicana probablemente sonaríamos repetitivos por lo que añadir de repente alguna rumba o repertorio euskaldun aporta algo distinto. Hacemos un espectáculo más variado y conseguimos que la gente esté a gusto y que oiga distintos estilos, como se ha hecho toda la vida en las verbenas.

¿Cómo afrontan el concierto del sábado en la Plaza Nueva?

Como un reto porque es nuestra primera actuación en Aste Nagusia y lo estamos viviendo con mucha ilusión. Bilbao es la única capital que nos quedaba por actuar en fiestas y el hecho de que justo nos hayan llamado en nuestro décimo aniversario como grupo nos hace afrontarlo con muchas ganas. Los conciertos como el de esta Aste Nagusia marcan una diferencia, nos dan a conocer a un público muy grande.

¿Por qué gusta tanto este tipo de música? ¿Dónde reside su éxito?

—Debido a la migración que hubo en los años 50 y 60 del siglo pasado de navarros y vascos a México comenzó a gestarse una gran afición por la música de ese país. Ahora, después de los años transcurridos, la gente relaciona la música mejicana con recuerdos de sus padres o de sus abuelos. Son canciones que hablan mucho de la nostalgia y el clan familiar, ideas que nosotros tenemos muy arraigadas. Esa semejanza a nivel emocional entre la música mejicana y la cultura vasca ha tenido mucho que ver con su éxito a lo largo de los años

¿Cuál es su fórmula para que la gente se levante de los asientos y se ponga a bailar en sus conciertos?

—Nos gusta animar a la gente desde el principio. Cuando actuamos en una fiesta tenemos que estar imbuidos de ese espíritu y conectar con su gente, así que empezamos desde el primer minuto a jalear, dar saltos además de explicar algunas canciones o hacer una presentación con humor. Ese es el ambiente que queda, por eso cada vez la gente viene más animada desde casa y sabe que lo van a pasar realmente bien, nos hacen el trabajo muy fácil. Al final hasta el público más difícil acaba viniéndose arriba y eso nos encanta.

En un momento en el que el reguetón acapara gran parte de la programación festiva, ¿qué acogida tiene un grupo de rancheras entre el público joven?

—Estamos muy sorprendidos y muy contentos de que cada vez venga más gente joven a nuestros conciertos. Cuando empezamos el público que venía a escucharnos era de cuarenta años para arriba, pero ahora vienen chavales de 15 y de 20 que nos siguen a través de redes. Unir a varias generaciones cantando y bailando con nosotros en una misma plaza nos emociona mucho. Al final, a la gente joven también le gusta variar y escuchar diferentes tipos de música. Ir a un concierto nuestro de rancheras no es incompatible con ver otro de reguetón.

Su calendario de actuaciones está totalmente saturado las próximas fechas. ¿No les resulta matador tocar casi todos los días?

—Tiene su punto de cansancio, por supuesto, pero procuramos tener tiempo suficiente entre cada concierto para descansar y cuidar la voz. Es verdad que nuestro ritmo es frenético, pero una vez que entras en esa rutina de tocar a diario, incluso dos veces en un mismo día, el cuerpo se acostumbra. Uno ve más de cien conciertos por delante y piensa que no va a llegar, pero cuando vas respondiendo día a día hay un empuje y una ilusión que nos hace no querer fallar.

Mientras las plataformas lideran la escucha de música, Puro Relajo ha sacado un total de 8 discos. ¿Qué expectativas tiene el formato físico frente al digital?

—Nosotros no lo hemos notado mucho porque nuestro público está formado por gente que prefiere lo físico frente a lo digital. Hemos decidido convertir todos nuestros CD al formato USB porque el primero daba problemas a la gente ya que ahora muchos coches no tienen lector de discos. La verdad es que estamos vendiendo muy bien los USB. Creo que la clave está en reinventarse.

¿Creen que pasarán el testigo de la música popular tradicional de México a las generaciones más jóvenes?

—Creemos que sí, en Navarra hay muchos grupos que interpretan este tipo de música pero cada vez son más los conformados por gente muy joven que toca música mejicana en sus conciertos. Nos hace especial ilusión ver que las generaciones más jóvenes apuestan por seguir la tradición. Vemos que hay futuro. 




°

El Arotzenia de Urruña

La gastronomía vasca es reconocida en todo el mundo en sus dos vertientes, tanto la tradicional como la nueva - esa que se regodea en lo "molecular" - han hecho escuela.

Pues bien, este excelente artículo publicado en El País nos habla de todo un auzolan en favor de un establecimiento muy particular; el Arotzenia, ubicado en Urruña, a caballo entre Hendaia y Donibane Lohitzune.

Deléitense con la lectura:


Arotzenia, el restaurante vasco cofinanciado por sus vecinos que planta cara a la industria agroalimentaria

En este local ponen a prueba un modelo económico alternativo en la restauración, con un precio justo para sus productores, casi todos asentados a ambos lados de la frontera vasca

María D. Valderrama

¿Qué es un restaurante? La respuesta aparente a esta pregunta persigue al cocinero francés Antoine Chépy, desencantado de la ostentación de los restaurantes de la lujosa costa vasca en los que comenzó su carrera. “¿A quién alimento con estos menús a 100 euros?”, rememora Chépy en el salón de su restaurante, Arotzenia, en la localidad francesa de Urruña. Lo abrió en 2021 junto a su pareja, la brasileña Bianca Muller, exabogada en una multinacional de São Paulo, y con el respaldo del Albergue Asociativo Etxeberria, que creó para promover una cocina tradicional y sana que provenga de los productores del territorio. La asociación engloba ya a unas 800 personas, sobre todo vecinos. “Hay gente que descubre nuestro proyecto y quiere adherirse, pero no queremos que la asociación sea una burbuja. Los socios tienen que haber pasado por este lugar”, explica Chépy.

El local, dentro de una tradicional casona vasca entre Hendaya y San Juan de Luz, no tiene nada de excepcional. Pasando por delante, incluso si uno se para a probar sus gustosos puerros con vinagreta de huevo (8,50 euros), su potaje de patatas y puerros (7 euros) o su piperrada (11 euros), resulta difícil saber qué revolución se esconde tras la carta de Arotzenia. “No tenemos banderas ni dogmas. La gente viene y si pregunta le explicamos, pero no pedimos nada, ni que nadie se convierta. Es mucho más subversivo: los 20 euros que te vas a gastar irán directamente a los productores. Es una acción directa”, explica Chépy. Pero volvamos a su pregunta inicial, ¿qué es un restaurante?

El primer restaurante, situado en París, probablemente en la rue du Louvre, fue obra de un tal Boulanger que en 1765 inscribió en su negocio una frase sacada del Evangelio: “Venite ad me, omite qui stomacho laboratis, et ego restaurabo vos”, “Venid a mi casa, hombres que tenéis el estómago débil, y yo os restauraré”. El ‘restauran’, comida a la que se le otorgaban propiedades digestivas casi curativas, entró en 1835 en la Academia Francesa con la acepción que le damos ahora. Pero para Chépy la gastronomía se ha convertido en un parque de atracciones y el capitalismo ha arrasado con un concepto que ahora vive del espectáculo y, como casi todos los negocios, para pagar alquileres desorbitados. Esa fue su constatación tras 12 años trabajando en la alta gastronomía, restaurantes premiados con estrellas Michelin como el Hôtel du Palais de Biarritz, pero en los que, en su opinión, la calidad se pone en el savoir faire, no en los productos.

“Lo que aprovisiona hoy los restaurantes es la cadena industrial agroalimentaria. Hay excepciones: ahora se lleva subir fotos a Instagram con tu amigo el agricultor, con quien trabajas un producto o dos. Mi intención es hacer lo contrario: una cadena agroalimentaria campesina y del territorio”, explica Chépy, cuya idea ha recibido el respaldo de clientes como Anne, vecina enamorada de su cocina, que le prestó 10.000 euros sin intereses para lanzar este proyecto, dentro de un antiguo albergue familiar cerrado en 2019. Chépy y Muller han reembolsado ya la casi totalidad de esta ayuda.

En Arotzenia, los beneficios que da el restaurante se reinvierten en la mejora del local. Los adherentes, que pagan una cotización de entre 10 y 15 euros al año, contribuyen con su dinero a la compra de material, como una nueva nevera, pero también a la celebración de conciertos y acciones que buscan crear lazos entre vecinos y preservar una cocina tradicional en un ambiente popular. Es la tercera pata de este laboratorio culinario: restablecer el vínculo con los agricultores, promover una alimentación sana y local y mantener los vínculos sociales. Esto eran, también, los antiguos restaurantes.

Esta aventura le ha valido protagonizar el libro De la terre à l’assiette (De la tierra al plato), del periodista francés Quentin Guillon. Con el Arotzenia como estrella principal, Guillon intenta explicar cuáles son las amenazas que pesan sobre la seguridad alimentaria en Francia, un país donde la autonomía alimentaria de las 100 principales áreas urbanas se reduce al 2%, es decir, el 98% de los alimentos consumidos son importados de otras regiones o del extranjero, según un estudio publicado en 2017 por la consultora Utopias. Las originales experiencias de personas como Chépy y Muller y la red que han construido en torno a ellos, con productores independientes como Château Tour Blanc, uno de los primeros viñedos de las Landas en trabajar una agricultura biológica en 2001, muestran que implantar modelos de alimentación alternativos, en apariencia idealistas, es posible.

El sueño de Chépy llega tan alto como para reflexionar sobre una seguridad social de los alimentos: restaurantes de comida saludable en los que pagues en función de tus ingresos. Una idea lejana aún, pero que este cocinero evoca con sus pares y otros participantes de las reuniones sobre seguridad alimentaria que organiza el consistorio de Urruña. “El objetivo es que nuestros agricultores y nuestras parcelas alimenten de aquí a septiembre de 2024 los comedores de nuestros niños y ancianos”, dice la adjunta del ayuntamiento, Marie-Christine Elizondo, en el libro de Guillon. Con ciudades vecinas como Hendaya y Biriatou, los municipios tratan de encontrar una forma más eficiente de producir el millar de comidas que ofrecen guarderías, escuelas y residencias.

El producto dicta el menú

En Arotzenia, el producto dicta el menú. Chépy y Muller compran lo que hay, todo de temporada y procedente de un área aproximada de 200 kilómetros. Los platos se venden a un “precio justo”, que para ellos no equivale a barato. “El precio justo es el que permite a todos los eslabones de la cadena tener una remuneración justa”, dicen. El comensal —prefiere no llamarlos clientes— paga entre 20 y 30 euros por una comida saludable: potaje de verdura, sopa de pescado, ensaladas originales, caviar de berenjenas, verduras rellenas… El plato más accesible ronda los 6 euros y el más caro los 22. La copa de vino, de viñedos independientes y ecológicos, entre 3 y 4 euros. “Lo que me preocupa es el valor nutritivo de mis platos”, asegura el cocinero.

Chépy trabaja casi sin intermediarios y compra él mismo sus productos. A lo largo de una comida señala el origen de cada uno de los productos sobre la mesa, en su mayoría vascos. Las anchoas vienen de Cantabria. El queso es de las ovejas que cría su hermano en la misma zona. En una esquina de la habitación hay sacos de arroz y judías que le traen dos veces al año desde Navarra. Tan sólo se permite alguna excepción, las especias, el café y algún vino, de Borgoña.

Junto a ellos trabajan dos jóvenes, interesados en el desarrollo sostenible y la hostelería. El salario más bajo es de 1.000 euros, el más alto, el de Chépy, de 1.500 euros, y de vez en cuando otro cocinero pasa con ellos unos días para aprender de su sistema. Esta semana ha sido el turno a Emmanuel Shiavone, fundador del restaurante asociativo Casa Consolat, en Marsella.

Hace tan solo unos meses que Chépy empezó a cobrar, cuando el crecimiento del restaurante lo permitió. Hacen un único turno —este verano lo han pasado a las tardes—, y abrirán otro servicio si consiguen tener más comensales para contratar a un segundo equipo. “En tres años podré decirte si hemos conseguido el segundo objetivo de nuestro experimento: un modelo económico que funcione, con una tesorería al día”. En Arotzenia los pasos se dan poco a poco, con la ilusión de afianzarse como un lugar de referencia en el País Vasco y servir tal vez de inspiración a otros inconformistas.

Arotzenia

Dirección: 47 Rue Jean Fourcade, 64122 Urrugne, Francia.
Teléfono: +33 7 57 77 17 94
Horario: julio y agosto, abierto por las noches. De septiembre a junio abre a mediodía.
Precio medio: entre 20 y 30 euros.

 

 

 

°

sábado, 19 de agosto de 2023

Entrevista a Patxi Bezares

La Ertzaintza, esa fuerza policial española con label 'Basque Country', al igual que la Guardia Civil y la Policía Nacional, ha torturado y ha asesinado... impunemente.

A los del PNV esto les escuece, pero es la realidad. Recordemos su vergonzante actuación con respecto al asesinato de Iñigo Cabacas.

Desde el portal de El Salto traemos a ustedes esta entrevista que les hará ver la magnitud de lo que oculta Lakua:


“Me encontré el cuerpo de Juan Calvo masacrado por la Ertzaintza”

Mañana se cumplen 30 años de su muerte en Gasteiz. Patxi Bezares, el auxiliar de enfermería que tras la detención curó sus heridas y presenció a la mañana siguiente los signos de violencia en su cuerpo muerto.

Zigor Olabarria | Argia

En la tarde del 19 de agosto de 1993, la Ertzaintza trasladó a Juan Calvo Azabal al hospital Santiago de Vitoria-Gasteiz para ser atendido de las heridas sufridas en el momento de su detención. El auxiliar de enfermería Patxi Bezares Díaz de Tejada, actualmente celador, le curó las heridas leves. Él fue una de las últimas personas que vio a Calvo con vida. Al volver al trabajo la mañana siguiente, sus compañeros le contaron que Calvo había vuelto a ser trasladado al hospital de madrugada por la Ertzaintza, que llegó muerto y con evidentes signos de violencia por todo el cuerpo. Entró en el depósito, y lo que vio le produjo un gran impacto, tal y como les ocurrió a los médicos que trataron de revivir al detenido infructuosamente. Después de 30 años, Bezares cuenta por primera vez lo que él y otros profesionales sanitarios vieron y padecieron aquel día y los meses siguientes. Relata, entre otras cuestiones, acoso policial.

Comenzaste a trabajar en el hospital Santiago de Gasteiz en 1992 y atendiste a Juan Calvo en Urgencias en 1993.

Llevaba poco tiempo trabajando. Creo que era jueves por la tarde, recibimos aviso de que la Ertzaintza traería un detenido. No sé cómo, pero lo que nos llegó era que se trataba de una persona que había robado un taxi, que había sido detenida en la localidad alavesa de Nanclares, y que al parecer era miembro de ETA. Nosotros en eso no entramos, hacemos nuestro trabajo y ya está. Le trajeron, esposado por la espalda, para que le curásemos algunas heridas. Tenía unos pantalones marrones puestos al revés, zapatos sin cordones, y estaba desnudo de cintura para arriba. Presentaba varias heridas leves en el hombro y otras en la espalda con algo de gravilla, probablemente producidas en el suelo en el momento de la detención. En el pecho, en la parte delantera, tenía huellas de dos porrazos, bastante gordas, y en la espalda tres, eso lo recuerdo bien. El médico me pidió a mí que curara las heridas.

¿La cura transcurrió sin problemas?

Le pedí al ertzaina que por favor abriera las esposas, que tenía alguna pequeña herida en los brazos y si no era imposible curarlas bien. El ertzaina me contestó de mala manera, visiblemente enfadado, que si era imprescindible, y le contesté que sí. Empezó a soltarle bruscamente, Calvo se quejó de que le hacía daño y me dirigí al ertzaina, “Por favor, tenga cuidado, puede tener el codo roto o cualquier otra lesión”. Me puso mala cara. “Está fingiendo, no es para tanto”, hizo ese tipo de comentarios, pero le soltó. Le curé las heridas, cuando terminé, Calvo me pidió un vaso de agua, se lo di y me lo agradeció. Le volvieron a esposar y se lo llevaron. Cuando terminé el turno, me fui a casa.

¿Cuándo volviste al trabajo?

Al día siguiente entré en el turno de mañana, a las 8:00 horas. Me crucé en el vestuario con mis compañeros de noche y uno me preguntó, “Oye, Patxi, ¿ayer no curaste a un tal Juan Calvo que trajo la Ertzaintza?”; “Sí, ¿por qué lo dices?”, contesté; “Porque lo han traído muerto”. Me quedé absolutamente sorprendido. Me contó más o menos lo sucedido: que lo trajeron en ambulancia, que aparecieron un montón de ertzainas en urgencias... que fue espectacular. Este colega vio con sus propios ojos a Calvo y me dijo que en su opinión había ocurrido algo muy grave en la comisaría. Pocas horas antes había visto a aquella persona con vida, y sentí la necesidad de ver el cadáver. Intenté acceder al depósito, pero estaba vigilada por la Ertzaintza y no dejaban pasar. Pero luego tuve que entrar por trabajo y aproveché para ver el cuerpo de Calvo.

¿Qué viste?

Lo que vi... aquello fue... no reconocí a aquella persona. Si cuando lo atendí vivo tenía cinco porrazos, aquel cadáver estaba masacrado. Tenía un montón de magulladuras por todo el cuerpo, me pareció que estaban hechas con algo más fino que la porra. Se notaba que había tenido las manos atadas, porque tenía un gran canal en las muñecas. Lo ataron con una cuerda de cáñamo, había aún algunas fibras a la vista. Las rodillas presentaban una especie de quemaduras. Tenía los testículos destrozados, hinchados, morados, no sé cómo expresarlo; probablemente se los agarraron con las manos y le hicieron de todo. Era una imagen muy dura. También tenía los ojos completamente quemados, probablemente por el gas.

¿Olía a gas?

Desprendía un olor muy raro, a gas o a otra cosa.

¿Hablaste con los compañeros que estaban trabajando cuando llevaron a Calvo muerto?

Con algunos sí, sobre todo con uno de los médicos, y me contaron más exactamente lo que había ocurrido. A Calvo lo trajeron completamente desnudo en la ambulancia mientras intentaban reanimarlo con masaje cardiaco. Los sanitarios de la ambulancia tuvieron que ponerse una mascarilla anti-gas; al presionar el pecho para masajear salía gas por su boca, y se les irritaron mucho los ojos, alguno tuvo que ser atendido en las mismas Urgencias. En Urgencias se activó el protocolo habitual para intentar revivirlo, pero no pudieron hacer nada porque llegó muerto. Incluso en la sala Urgencias, a Calvo seguía saliéndole agua y gas por la boca. Eso puede ser por un edema pulmonar, por ejemplo, pero lo que es seguro es que no ocurre por accidente. Supongo que a Juan Calvo le torturaron, de lo contrario no se puede entender.

Cuando hablamos para concretar la entrevista me comentaste que uno de los médicos había tenido un enfrentamiento con la Ertzaintza [En la entrevista tiene mucha presencia ese médico, que ha preferido no dar una entrevista a ARGIA por motivos personales, pero ha leído y ratificado todas las informaciones que aquí se dan]

Una vez que no se podía hacer nada por salvar la vida de Calvo, el equipo de Urgencias dejó de intentarlo. Uno de los médicos salió de la sala de reanimación y un ertzaina le preguntó cómo se encontraba el detenido. El médico le contestó, indignado: “¿Os dais cuenta de lo que habéis hecho?! ¡No tenéis vergüenza!”. El ertzaina le respondió: “No insultes, y cuidado con lo que dices”. El médico se indignó aún más, se enfrentaron y finalmente los compañeros se lo llevaron a otra habitación. Los ertzainas se fueron. Todo esto lo sé de boca del propio médico.

¿Qué actitud tuvo Calvo cuando lo atendiste? ¿Qué estado de ánimo mostró?

Muy tranquilo, normal. Le pedía de vez en cuando que hiciera esto, o que se moviera así, y lo hacía. Al terminar me agradeció la cura. Me pareció amable.

El Departamento de Seguridad declaró que Calvo tuvo una actitud violenta tanto al ser detenido como después en comisaría, que hacía comentarios sin sentido... ¿Te cuadra lo que viste con eso?

No. Cuando alguien viene a Urgencias, normalmente detectamos si tiene alguna enfermedad mental, desarrollamos ese sentido. A Calvo no le noté nada de eso. Estuvo muy callado, pero tranquilo y colaborador. Le dije, por ejemplo: “Perdón, igual te hago un poco daño ahora...”, y me contestó: “Tú tranquilo, haz lo que tengas que hacer”. Cuando le di agua me lo agradeció... no noté nada de eso.

Es sorprendente que recuerdes lo ocurrido con tanto detalle después de 30 años.

Es muy difícil olvidar algo así, es muy impactante. En 30 años he visto de todo, muertos, suicidios, heridas graves... Pero nunca he visto un cuerpo apaleado de aquella manera, y he visto a personas apaleadas en 30 años.

El médico que protagonizó el altercado con los agentes redactó un informe al salir del trabajo y llegar a su domicilio. Lo ha tenido guardado durante 30 años hasta que ahora ha decidido entregárselo a ARGIA para que se haga público. ¿Conoces la historia de ese informe?

Sí. Salió del trabajo, llegó a casa y escribió todo lo que recordaba. En aquella época no había ordenador, pero tenía una máquina electrónica para escribir. Escribió para no olvidar nada. “Me he quedado tan impresionado”, me explicó, “que tenía que escribir inmediatamente para no perder detalle”. Recuerdo que me dijo: “A este tipo se lo han cargado por la cara, así: ha muerto como un perro”.

¿Cuál fue la actitud de la dirección del hospital?

El mismo día de la muerte recibimos un comunicado de la dirección del hospital en el que se decía que no se podía decir nada sobre el tema, que todas las explicaciones las daría el gerente. Es decir, cuidado con lo que se habla. Eso el viernes, para el sábado había periodistas a la entrada del hospital. Después trajeron un papel a los servicios de Urgencias, para el encargado, diciendo que la investigación estaba bajo secreto judicial y que teníamos expresamente prohibido dar ninguna información [el juez instructor decretó el secreto del caso el 30 de agosto, y envió una nota expresa al director del hospital para que pusiera fin a las filtraciones].

Sin embargo, varios medios de comunicación publicaron informaciones “secretas”, algunas corroboraban la versión oficial y otras la contradecían. El diario Egin fue el que más información dio sobre el estado del cuerpo de Calvo, citando fuentes hospitalarias.

Sí, los leí, no sé quién las hizo. Luego supimos que según la información del Departamento de Seguridad era un enfermo psiquiátrico; yo, ya te digo, no le cogí esa traza, pero puede ser, claro. El Departamento también dijo que era muy violento, eso en absoluto.

¿Leíste las explicaciones dadas por Interior?

Sí, sacaron el primer comunicado el mismo día de la muerte. El Departamento de Interior dijo que el detenido comenzó a lesionarse y que los ertzainas tuvieron que intervenir. Creo que entonces el máximo responsable de la Ertzaintza era [Juan Mari] Atutxa. El estado del cuerpo no era compatible con esa versión. Pero nosotros no entendíamos otra cosa: cuando el jueves recibimos el aviso de que traían un detenido, nos llegó que el detenido en Nanclares era miembro de ETA, de un comando. Entonces sospechábamos que había algo más ahí, pero Interior no hacía mención a nada de eso.

¿Cuál fue el ambiente entre los compañeros de trabajo durante aquellos días?

Entre los que estuvimos allí, los comentarios eran: “Joder, se lo han cargado, a palos, no puede ser...”. Sorpresa, y mucha rabia. Como profesional sanitario, no sé cómo decirlo, eso no se puede permitir. Y desgraciadamente, actitudes denunciables, nefastas por parte de la Ertzaintza, las he visto varias veces. Como trabajadores no podemos permitir eso. No podemos saber al cien por cien lo que han hecho en comisaría, pero sospechar... Porque cuando traen una persona, y ves que la han machacado... La rabia y la sorpresa reinaron durante los primeros días, pero en una semana todo se olvidó, salvo por parte de unos pocos.

¿Se fue olvidando y tranquilizando todo en las semanas y meses siguientes?

Varios de los sanitarios que tuvieron contacto directo con Calvo tuvieron seguimientos por parte de la Ertzaintza. Yo por mi parte no noté nada. Ese médico que redactó el informe me contó que él los tuvo detrás durante casi un año, en la calle, en la cafetería... controlando adónde iba, con quién hablaba. Me contó que en una ocasión incluso le pararon en la calle, eran dos personas de paisano, pero tenía claro que eran ertzainas.

¿Fueron los mismos ertzainas que estuvieron en Urgencias los que pararon al médico en la calle?

No, desconocidos. Otro compañero me dijo que él notaba que le seguían. Le dije que era posible. Yo entonces era afiliado al sindicato LAB, todavía no era delegado, y en el sindicato también notábamos cosas raras, que se repetían algunas personas en los alrededores del hospital... Eso en los primeros días, cuando también había periodistas, pero en el caso de este médico durante un año.

¿Y cómo vivió aquel médico toda esa situación?

Ese médico lo ha pasado muy mal. Imagínate, ha tenido guardado el informe durante 30 años. Por miedo, claro, si abre la boca... Mi caso es diferente, porque yo soy un sanitario normal y nada más, pero en el caso de un médico, si ellos quieren, no volverá a trabajar nunca más en ninguna parte. Ya hemos visto cómo actúa el PNV en otras cuestiones. Roberto Sánchez y todos los demás que denunciaron la corrupción en las Ofertas Públicas de Empleo de Osakidetza han sido totalmente reprimidos y marginados. Entonces, cuando esa gente te hace entender que tengas cuidado, si te pasas…

Has hablado de miedo. Después de 30 años, ¿por qué está concediendo esta entrevista?

¿Por qué? Siento que estoy en deuda con la justicia, con la verdad, y, sobre todo, con Juan Calvo.

Se celebró juicio por la muerte de Calvo, la sentencia se conoció en 1995. Seis ertzainas fueron condenados por imprudencia temeraria: el mando a seis años de prisión, los otros cinco a un año. El único ertzaina que confesó haber arrojado gas a Calvo fue condenado a diez días de arresto o arresto por imprudencia simple. ¿Cómo recibiste la noticia?

Al leer la sentencia en la prensa sentimos una rabia terrible porque vimos que daba igual todo, que la impunidad era absoluta, no hay derecho. En el trabajo comentamos: “¿Os acordáis de aquel tipo? pues, mira”; ”Joder, les ha salido gratis".

El Tribunal Supremo español rebajó la pena de seis a uno los años de condena al jefe policial en 1996. Por lo tanto, no ingresó en prisión ni el único policía que debería ingresar en prisión con la sentencia inicial.

Eso no lo sabía, joder.

Nadie fue expulsado de la Ertzaintza. Estos ertzainas, en función de la edad que tenían entonces, podrían estar trabajando en la actualidad.

Sí, o jubilados plácidamente. Lamentable.

 

 

 

°