Un blog desde la diáspora y para la diáspora

sábado, 31 de diciembre de 2022

Entrevista a Amaia Uranga

Cerramos 2022 con esta entrevista por parte de Noticias de Gipuzkoa a una mujer cuya voz es reconocida en todo el mundo, especialmente en América Latina; Amaia Uranga.

Desde la diáspora vasca afirmamos que no es dato menor lo que comenta acerca del nombre Mocedades y del hecho de no haber podido cantar más en euskera.

Adelante, que lo disfruten:


“El nombre de Mocedades a mí me sacaba de quicio”

Amaia Uranga es una de esas voces que resuenan con fuerza dentro de la mayoría. Sigue cautivando desde El Consorcio a gente de todas las generaciones. El año que viene se cumplirán 50 años de su participación, entonces como Mocedades, en Eurovisión con ‘Eres tú’. ¿Previsiones para 2023? Seguir cantando.

Rosana Lakunza

Sus temas y los de sus hermanos siguen sonando en muchos confines del mundo. Es una mujer muy fuerte, con carácter, pero con una amabilidad desbordante y con mucha ternura cuando habla de determinados temas. Canta desde que era una cría y rememora con frecuencia el ambiente que se vivía en una familia numerosa. Ella es la mayor de nueve hermanos, uno de ellos, Roberto, falleció. Echa la vista atrás para visualizar aquellas reuniones en las que todos cantaban con el aita a la cabeza. Su padre es un referente constante, con él todos cantaban, mucho en inglés porque él había estudiado en Estados Unidos. Amaia Uranga ha abierto a la revista ON las puertas de su casa y en ella se pueden apreciar objetos del pasado y también los que ha incorporado a lo largo de los años de todos los viajes que ha hecho a lo largo y ancho del Planeta. No sabe lo que hubiera sido de no haberse dedicado a la canción. Daba clase a niñas cuando era joven y “también fue masajista, a mucha honra”, ríe. Comenzó en un grupo que se llamaba Voces y guitarras, pero la casa discográfica Zafiro lo cambio por lo que creía más comercial, Mocedades, un nombre que no le gustó nada nunca y tiene sus razones.

Años y años en el mundo de la canción, mucho…

En el año 73 fuimos a Eurovisión como Mocedades. Pero todo se inició en un grupo que se llamaba Voces y guitarras, nosotros queríamos que se llamara así.

El año que viene se cumplen 50 años de aquella experiencia musical.

¡Cómo ha pasado el tiempo!

¿Por qué cambiaron a Mocedades si les gustaba el de Voces y guitarras?

Porque de repente vino la casa de discos y nos pusieron Mocedades. Lo he odiado toda mi vida.

¿Sí? Es un nombre que pertenece al imaginario popular.

Sí. Porque As Mocedades en Portugal era lo mismo que hablar aquí del Frente de Juventudes. En aquel entonces, en Portugal eran fachas como en España; yo no lo he sido nunca. Siempre lo he llevado mal en ese sentido, como en todos los lugares, a mi alrededor ha habido gente muy derechona, muy puritana… Por eso no me gustaba nada ese nombre, a mí me sacaba de quicio.

Después se fue del grupo.

Y entonces fui simplemente Amaia. Cuando se formó El Consorcio, el nombre lo elegí yo; reunión de actividades entre hermanos. El nombre viene de que cuando llegaba a Bilbao del trabajo o de lo que fuera, yo veía el nombre de El consorcio y me hacía gracia. Era El consorcio de aguas.

¿Y qué dijeron los demás componentes del grupo?

Ja, ja, ja… Lo admitieron, qué iban a decir. El nombre es precioso. ¿Por qué nos llamamos El Consorcio? Porque me gustaba a mí.

Parece que cuando empezaron a cantar no tenían ninguna intención de dedicarse a la música.

Cuando empezamos como Voces y guitarras no. Cada uno hacíamos lo que podíamos: estudiábamos, trabajábamos… Pero cuando se metió de por medio Zafiro (una de las principales discográficas de los 60 y 70) nos mandó a Juan Carlos Calderón para que nos escuchara. Nos cayó muy bien. Justo le gustaban las canciones que a nosotros nos gustaban. Cantábamos canciones norteamericanas, La guerra cruel, todas las canciones de Peter, Paul and Mary, de Joan Baez. Cantábamos más de fuera que de aquí. Sí que teníamos algunas en euskera, pero muy pocas, era una época muy difícil.

¿Se queda con alguna de las canciones que ha cantado en toda su trayectoria?

Por Dios, sí, con muchas. Las que más me gustan son las de la etapa de Voces y Guitarras. También las de Peter, Paul and Mary, canciones espirituales. Me gustan muchas, no podría quedarme con una o con dos. Hemos tenido la suerte de tener canciones, grandísimas canciones, que nos han compuesto a nosotros y que la gente ha agarrado como propias. Cuando éramos Voces y guitarras íbamos a clubs y lugares más pequeños. Con Mocedades las canciones eran de Juan Carlos Calderón principalmente, en su mayoría, y ya todo era más grande. Cuando nos metimos en El Consorcio había muchas canciones propuestas por Rosa León que no tenían nada que ver con la etapa anterior y no eran copias de otras. Y con este grupo, El Consorcio, recuperamos una parte musical muy importante en muchas vidas, la de los anuncios de radio. Eso sí. Volvimos a canciones que se escuchaban en las radios de otras épocas. Canciones que apenas conocía la gente. Hemos adaptado temas viejos y hemos hecho cosas nuevas.

¿Qué es lo más les pide la gente, lo viejo o lo nuevo?

No lo sé. Lo normal es que quieran de todo. Cuando de repente cantamos Camino verde, cómo se pone la gente. Carmelo Larrea fue el que compuso esta canción. Era un señor de Bilbao de toda la vida, y creo que después se fue a vivir a Málaga.

Lo que si debían ser una fiesta eran las reuniones familiares.

Siguen siendo una fiesta, pero cantando normal, cualquier cosa. Eso sí nos gusta a todos. No soporto que estemos en una comida y que digan: Venga, cantad aquello o lo otro; este tema, aquel. Si los que están en la reunión cantan, yo canto con todos y me siento muy feliz. La música es parte de nuestras vidas y me gusta compartirla.

¿Cuándo fue consciente de la voz que tenía?

No sé, yo oía cantar a otros y replicaba los temas. Antes, sola no cantaba. Sabía muchas canciones porque escuchábamos muchísimo la radio y aita cantaba, sobre todo en inglés porque estudió en Estados Unidos. Cantaba como lo hacían muchos, habíamos nacido con esa costumbre en el cuerpo.

Han sido nueve hermanos, ocho ahora tras la muerte de Roberto. ¿Cuántos se han dedicado a la canción?

Bastantes, y de una forma u otra todos. De los chicos todos, Javier era sonidista, pero cantaba muy bien y lo hizo. De las seis chicas, todas menos Mirentxu, ella escuchaba a los hermanos y se quedaba tan ancha. Hemos cantado en casa, con los amigos, cada uno en solitario...

Ha llevado una vida muy ajetreada, muy viajera…

Bueno, era una vida que de alguna forma nos gustaba, y mucho. A mí me gustaba cantar, me gustaba viajar, conocer gente. No soportaba que nadie asumiese cosas que hubiéramos hecho nosotros. Eso lo llevaba fatal.

Su padre parece que fue el impulso de la vocación de los hermanos Uranga.

El ambiente en general era muy musical. Aita cantaba canciones en inglés y nosotros con él. Cantábamos también mucho con amigos.

¿Existe algún país que le atraiga más que otro?

Muchos. En México estamos considerados unos grandes cantantes y eso me gusta mucho. Estados Unidos también me gusta mucho, ellos se creen los reyes del mundo, pero tienen gente de todos los lados. Somos muy conocidos en muchos lugares, y Costa Rica es uno de ellos. Hemos cantando mucho en toda América, de arriba a abajo. Hemos cantando en lugares inverosímiles y espero que continuemos así.

¿Qué hubiera sido Amaia Uranga de no haberse dedicado a la música?

Ni idea, no lo sé. Es que no me lo puedo imaginar. Llevo tanto tiempo en esto que no tengo ni idea. Antes daba clases a crías, les enseñaba canciones, les enseñaba a escribir o a leer... Y en su momento también fui masajista…

Increíble, no me la puedo imaginar.

Ja, ja, ja… No sé por qué. Fui masajista, y a mucha honra. Pero fuera lo que fuera, siempre he cantado. Es que en casa, lo repito, era lo normal. Ama también, tenía un oído exquisito y una voz chiquitina, chiquitina… Pero su oído era de los de decir chapó. Aita cantaba por todos los lados. Él era profesor de inglés en la Cámara de Comercio y también cantaba allí. Todo lo que he vivido es como muy rico, y también muy extraño.

¿Cómo ha conseguido conservar la voz tan bien?

No lo sé. Palabra de honor que no lo sé. Un misterio.

Además, usted ha sido fumadora.

He fumado hasta hace muy poco, eso es verdad, pero ahora lo he dejado del todo. Ha habido momentos en los que he cantado mal y en otros lo he hecho muy bien. Creo que todo son momentos. Ahora pienso que estoy en uno muy bueno, tengo mejor voz que nunca, al menos eso creo, así que sigo cantando. Pero no sé por qué mantengo la voz, no he hecho nada especial. También es cierto que cuando no he estado bien, lo he dejado temporalmente y no he cantado.

¿Cuál es su gente?

Mi familia. Mi cuadrilla es la de siempre, la del Casco Viejo. Es todo el grupo de lagunak tomando vinos juntos o de paseo y cantando. Vivo todo con muchas ganas. Me gusta disfrutar lo que tengo en cada momento.

¿Escucha música en casa?

Sí, menos ahora porque tenía un compacto y me lo cargué, se me cayó.

El tocadiscos vuelve a estar de moda.

Es la discusión que tengo siempre. Donde se escuche un disco, un vinilo, no hay comparación.

Veo que en este salón tiene usted recuerdos de muchos lugares.

Hay de los sitios en los que he estado. Cuando dejé Madrid y me vine aquí tuve que alquilar un local para meter las cosas de todas mis vidas, y de las vidas de mis padres. Son recuerdos de todos los lugares y de todos los tiempos.

¿Tiene la familia Uranga sucesores en el mundo de la música?

Las dos hijas de Estibaliz. María y su compañero cantan divinamente y tienen un hijo que estoy segura que va a cantar cualquier día. Allende, la mayor, canta... buaff y ha estado haciendo una obra de teatro, Mi, me, conmigo. Ahora está con Matilda también en teatro. Eso es lo que queda. Pero fíjate, en la familia quienes más cantaban eran los Amezaga, más que los Uranga. Aunque mi aita, un Uranga, lo hacía de maravilla y en todos los lugares en los que podía.

Imagino que las reuniones del pasado tenían que ser…

Esas eran de cine. Eran más las tías que los tíos, ellas eran las cantatrices. ¡Qué reuniones!

Dicen que cocina muy bien.

Cocino, es verdad, y hago cosas que me salen muy bien. Era cocinera de familia numerosa, que nos juntábamos en Nochebuena, una comida; en Nochevieja, otra; en Reyes, otra. He cocinado mucho. La mayor de nueve hermanos, imagínate.

¿Cuál es el plato que mejor le sale?

La bechamel la domino. Hago unas bechameles impresionantes. Ja, ja, ja… Igual está mal que lo diga yo. El mérito está en ponerlas con otros productos. Puedes ponerlas con acelgas; con bacalao y con todo lo que quieras. El truco está en conseguir que sea suave y que tenga sabor.

¿Ha colgado el delantal?

Sigo haciendo cosas, pero nada tiene que ver con lo que era antes. Es que entonces éramos muchos los que nos sentábamos en la misma mesa. Ama también era una muy buena cocinera, pero en cuanto podía me pasaba a mí la tarea porque era la mayor de los nueve. Pero ella lo hacía muy bien. Mis dos abuelas eran buenísimas en los fogones. Cantábamos y cocinábamos mucho. Es que en casa nos reuníamos mucha gente y había un ambiente fantástico.

¿Añoranza?

No. Recuerdos y la mayoría muy bonitos.

¿Y en 2023?

Seguiré cantando. Seguiremos cantando. Es lo que nos gusta hacer. Posiblemente volvamos a México, allí, ya te he dicho, nos encontramos fantásticamente, nos tratan divinamente. Luego recorreremos el Estado. ¿2023? Seguir cantando.

Personal

Edad: 75 años (18 de febrero de 1947).

Lugar de nacimiento: Bilbao.

Familia: Es la mayor del clan Uranga-Amezaga. Son nueve hermanos: Izaskun, Roberto (fallecido en 2005), Javier, Estibaliz, Idoia, Miren, Edurne e Iñaki.

Trayectoria: Primero cantó con Izaskun y Estibaliz como Las hermanas Uranga. Más tarde con la familia y amigos formó parte del grupo Voces y guitarras. Pronto se despertó el interés de las compañías discográficas. Zafiro se ganó la confianza y les contactó con el compositor Juan Carlos Calderón, autor de muchas de las canciones que Amaia ha cantado a lo largo de su vida profesional. Por motivos comerciales se impuso el nombre de Mocedades y bajo esta denominación participaron en 1973 en Eurovisión. Once años después, en 1984, abandonó la formación y continuó su carrera en solitario. En 1993, con el fin de grabar un disco propuesto por Rosa León, se unió a sus hermanos Estíbaliz e Iñaki y a Sergio Blanco Rivas y Carlos Zubiaga, todos ellos excomponentes de Mocedades. Tras el primer disco editado hace ya 30 años, decidieron continuar juntos y nació El Consorcio.

Canciones que han marcado muchas vidas

Hablar de Amaia es hablar de dieciséis años como solista de Mocedades. De años de música en solitario y de casi tres décadas en El Consorcio. Cada uno de sus concierto, en teatros o en fiestas populares, es un éxito en asistencia de seguidores. Algo que ocurre en Euskal Herria, en el Estado y en lejanos confines del mundo. Muy pocas personas no saben seguir el ritmo de Eres tú, la canción con la que el grupo bilbaíno consiguió el segundo puesto en Eurovisión en 1973. Pero seguir la voz de esta mujer a lo largo de cincuenta y cinco años en los escenarios es pasear por las letras de La guerra cruel, El vendedor, Secretaria, Tómame o déjame, Amor de hombre, Desde que tú te has ido, Camino verde y muchas, muchas más. Estos temas han sido compartidos en viajes de muchas familias que aliviaban la distancia con su música y la de sus hermanos y hermanas. Hay momentos sentimentales, son canciones que han servido para hacer brotar el amor o para neutralizar el desamor. Cada uno de los seguidores de esta bilbaína del Casco Viejo, nunca olvida el origen, da un espacio en su vida a unos tonos que sirven para recordar y también para disfrutar.




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viernes, 30 de diciembre de 2022

Egaña | El Año de Sorioneku

Estamos a horas de completar la vuelta 2022 al Astro Rey según el Calendario Gregoriano y nuestro amigo Iñaki Egaña la reseña de esta manera:


El año de Sorioneku

Iñaki Egaña

Un año que se va. Un año que nos ha acercado un poco más al abismo energético, que ha desplegado nuevas señales del cambio climático y que ha acrecentado la fractura social. Los ricos concentran cada vez más dinero en sus manos, los pobres, cada vez más pobres. Para la estadística, Naciones Unidas nos legó un dato difícil de comprobar, pero al menos aproximativo. A mediados de noviembre de 2022, nació un bebé al que colgaron el título de la persona 8.000 millones de este nuestro planeta. Probablemente en Asia, quizás en Nigeria o en Etiopía, donde las madres adolescentes son legión.

Nos estamos cargando la biodiversidad. Dicen que cada minuto destruimos un pedazo de selva equivalente a cinco campos de futbol. Y que los responsables vivimos en la cercanía, no en Indonesia o el Amazonas. Porque somos los primeros consumidores del aceite de palma, madera, carne y soja. En lo que va de siglo ya nos hemos cargado 581 especies animales y vegetales. A descontar del acervo de los seres vivos.

Estamos en guerra permanente. La primera con la desigualdad. Más de cien millones de desplazados al año, récord de los récords. Desplazados como la pareja que tuvo aquel hijo que convirtieron unos hebreos en dios y que ahora sus seguidores celebran. Y que por cierto su supuesto nacimiento da pie a numerar nuestra era, al calendario gregoriano, sustituyendo al de la menstruación, al lunar. Otros calendarios como el chino, el hindú, el musulmán… nos indican que no somos el ombligo del mundo.

La guerra en Ucrania (escenario donde la OTAN y Rusia desarrollan su enfrentamiento) nos ha arrimado el horror. Cuestión de cercanía. La guerra inacabada del Congo lleva más de cinco millones de victimas mortales. La olvidada de Yemen más de 400.000 fallecidos, cien mil más que en Siria. Más de 900 millones de personas no saben lo qué comerán mañana, primer día del año de nuestro calendario occidental. Hemos inventado incluso un vocablo para sustituir al hambre y a las muertes que provoca: inseguridad alimentaria. Y para calmar las mentes, otro general: desarrollo sostenible.

Poblamos una piedra a la deriva junto a un sistema solar que contiene ocho planetas, otros cinco enanos, 157 lunas, 760.000 asteroides y 3.500 cometas. El telescopio espacial James Webb ha completado su año de existencia y nos está acercando al inicio del Big Bang. Los datos y las imágenes que envía pertenecen al futuro, a pesar de que nos reflejan un pasado muy lejano. Somos, como mínimo, un quecto, prefijo registrado precisamente hace unas semanas, un quintillónesimo de la vida sideral. Y también somos capaces de pasar de la euforia deportiva al vértigo vital. Jamás tantos suicidios, jamás tanto trastorno en la regulación de las emociones.

Si acudiéramos nuevamente a la estadística resultaría que nuestro origen debiera ser chino (18% de la población mundial). En el reino animal, en vez de sapiens seríamos escarabajos (375.000 especies) y en el vegetal seguro que orquídeas que, como nosotros, ocupan todos los ecosistemas. Pero tuvimos la fortuna de nacer o llegar a este pedazo de tierra acotado entre el Ebro y el Aturri.

Así que aquí estamos. Para bien y para mal. Orgullosos de nuestro temple tribal, reunidos en un territorio legendario que vio florecer a generaciones con las que apenas nos reconoceríamos. Generaciones que tuvieron, como nosotros, la sombra del Gorbeia o del Baigura a sus pies, la salinidad de los arenales de Itzurun o Laga, la humedad de los bosques de Irati o Izki, la sequedad de las Bardenas o Urkiola, frente a sus poblados. “Bainan, hala ere, hemen girade…”, guardianes apasionados y leales a la tierra que nos dejaron nuestros ancestros, que cantaban Xalbador e Ihidoi.

Nos describieron viajeros y aventureros, también cronistas del camino hacia Compostela. Algunos de malas maneras, y hoy todavía lo repiten, cansinos del odio. Otros, en cambio, como Orixe desde el corazón. Ernest Hemingway difundió nuestra faceta lúdica y Pío Baroja, aquel gruñón que de joven se confesó anarquista y ahora se cumplen 150 años de su nacimiento, pintó las estrofas más bellas de nuestras veredas. Por ello, emociona recorrer nuestro país entre sugerencias de otros pasos anteriores, por los mismos caminos, sumando convicciones, esperanzas y luchas comunitarias. A poco que prestemos un poco de atención descubriremos que todo nuestro entorno nos habla reposadamente. Y con paciencia, los ecos, aguzando el oído, la vista y el ingenio, acuden.

Este año, un equipo de la Sociedad de Ciencias Aranzadi ha revelado un descubrimiento de 2021, la mano de Irulegi, esos cinco dedos de la talla de bronce con una inscripción cuya primera línea desvela en euskara arcaico nuestra tradición fraternal: sorioneku. Este texto es el primero revelado en euskara, a través de un sistema derivado del ibérico. Y la fortuna ha querido que esa punta del iceberg que es la arqueología, nos haya encarrilado a un término amable, solidario.

Podría haber sido el nombre de una divinidad, el de un jefe pre romano, el de un diezmo. Como en la Sumeria antigua, una tablilla que reflejara hipotecas, matrimonios, deudas, sentencias, arrendamientos, compraventas, registros militares… Pero fue el de sorioneku. Me dirán que una aguja en un pajar, una excepción en un mundo frío, oscuro y sombrío. Es cierto, como escribió brillantemente el nobel francés Patrick Modiano que “Uno espera con impaciencia que suene el timbre que acabe con ese alboroto y ese zumbido que crece por minutos y aturde. Pero no suena timbre alguno”. Y no suena en el de la trasformación que necesitamos para evitar el abismo.

Pero también es cierto, como nos dejó Pablo Neruda, el valor del ánimo: “Te saludo esperanza, forjarás los ensueños en aquellas desiertas desengañadas vidas”. Llega 2023, viejo y arrastrado antes de nacer. Con malas vibraciones. Pero nosotros, cadena a cadena, eslabón a eslabón, como señaló el poeta chileno, gritando “sube a nacer hermano”. La lucha por la vida continua. Sorioneku. 




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Esparza Zabalegi | Presos y Crueldad Española

El pueblo vasco tiene su cita de inicio de año con los presos políticos el día 7 de enero en Bilbo.

Aquí el texto que Jose Mari Esparza Zabalegi ha dedicado a ello:


Presos y crueldad española

Jose Mari Esparza Zabalegi

Este año se han cumplido cinco siglos de la muerte del mariscal Pedro de Navarra en la cárcel de Simancas. Símbolo de nuestra independencia, llevaba seis años preso. Otros independentistas navarros fueron muertos en batalla, o en el potro del tormento, o fueron desterrados y sus bienes expropiados, pero no hay constancia de largas condenas de cárcel. Y lo mismo ocurre a lo largo de toda la Edad Moderna.

Durante el siglo XIX la crueldad de la guerra azotó Euskal Herria. Fusilamientos de represalia, destierros a Ultramar y miles de prisioneros, que se canjeaban o se ponían en libertad nada más acabar el conflicto. Para 1849, con la amnistía de Narváez, todos los vascos exiliados de la primera guerra pudieron volver. Al final de la última guerra carlista, los miembros del extinto Ejército Vasco-navarro regresaron a sus hogares sin que nadie osara condenarles por las barrabasadas pasadas. Era la guerra, y en las guerras se mata y se muere, pero la cárcel, como los campos de concentración, era algo ligado más a la neutralización temporal del enemigo que al castigo.

En la Gamazada de 1893, José López Zabalegui, Antero Señorena y otros patriotas navarros se alzaron en armas, tomaron un fuerte militar y se echaron al monte por los Fueros. Cuando fueron condenados, la propia Diputación salió en su defensa y quedaron pronto libres en prevención de sublevaciones mayores.

En el primer tercio del siglo XX vemos a socialistas, comunistas y anarquistas llenar las cárceles, a veces con largas condenas iniciales, pero siempre muy menguadas por indultos y amnistías. Julián Zugazagoitia narró muy bien los desvelos de su partido, el PSOE, para conseguir armas en los intentos revolucionarios de 1917 y 1934. Indalecio Prieto también andaba en aquellos trasiegos de armas, como un etarra cualquiera, para defenderse y matar guardiaciviles en aras a la libertad. ¡Y cómo se lamentaban aquellos socialistas porque, en lugar de las 2.000 pistolas robadas en Eibar, tenían que haber conseguido armas largas, que mataban más y mejor! Es lo que tiene la logística de la lucha armada.

Todos aquellos terroristas apenas estuvieron dos años en la cárcel y, tras el triunfo del Frente Popular, salieron del Fuerte de San Cristóbal entre grandes ongietorris. Poco tiempo después llegó la Guerra Civil, con sus sangrías conocidas. Hubo miles de fusilados y miles más condenados a la máxima pena de cárcel: 30 años. Empero, nadie cumplió largas condenas: a los pocos años todos eran liberados gracias a la magnanimidad del caudillo. Juan Ajuriaguerra estuvo menos de seis años. Jacinto Otxoa, el león de Uxue, acumuló la mayor condena de todo el Estado, 26 años en varias etapas, porque volvía a coger los fierros cada vez que lo soltaban. Otro rebelde pertinaz, el maquis comunista Marcelo Usabiaga, estuvo 14 años. Marcelino Camacho y la cúpula comunista de CCOO juzgada en el Proceso 1001 fueron condenados a penas entre 2 y 6 años.

Esta somera mirada a la Historia nos lleva a constatar que jamás se ha producido un castigo tan brutal y tan prolongado como el perpetrado en la actualidad con el colectivo de presas y presos vascos. Datos carcelarios en la mano, el franquismo se queda pequeño ante la protervia de los demócratas españoles. Si la quema de un contenedor supuso a un joven cumplir 10 años, podemos imaginar qué baremo han utilizado siempre los jueces españoles, tan cuestionados ahora y tan aplaudidos cuando, borrachos de soberbia e impunidad –y a veces de otras cosas– enviaban a miles de jóvenes vascos a la tortura primero y luego a una eterna dispersión carcelaria. Jueces estrella como Marlaska y Garzón, tan loados por su lucha contra la insurgencia vasca, dan la medida del grado de mezquindad e hipocresía en la que están sumidos los dirigentes políticos, mediáticos y judiciales de España.

Estos días una asociación de víctimas del terrorismo anunciaba en Navarra “su rabia por el fin de la dispersión”. Otra asociación similar solicitaba prohibir la manifestación de Bilbo del día 7. Estas asociaciones son, según dicen, “el referente moral de la sociedad española” y puede que hasta sea verdad. No les basta odiar a los presos vascos; odian y castigan a sus familiares; odian y persiguen sus expresiones políticas. Socapado, se vislumbra el odio a todo lo vasco. Un odio colonial, racial, frío y premeditado, que les lleva a recurrir cada excarcelación; trampear viejos sumarios; pedir la ilegalización de los partidos independentistas; defender la impunidad de torturadores y asesinos cuando son “sus compatriotas”.

Tres eran los objetivos que anhelaba hasta hace poco esa España profunda: la derrota militar de ETA, la división de la izquierda abertzale y el final de la hegemonía nacionalista en la CAV. Pero ETA se les escurrió entre las manos; la izquierda abertzale salió fortalecida y el abertzalismo se afianza día a día en todos los territorios. ¿Qué les queda para ahogar su rabia y su frustración? Pues arremeter contra la parte más indefensa: los presos y presas. Y a prisionero maniatado, gran lanzada, que diría Cervantes.

Esta política carcelaria, rastrera y cruel, ni ha conseguido traer nuestras convicciones ni, mucho menos, hacernos más españoles. Lejos de enamorar, de integrar, España sigue siendo una fábrica de independentistas y de desafectos. El próximo día 7, en Bilbo, se lo volveremos a recordar.

 

 

 

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jueves, 29 de diciembre de 2022

El Ciclo del Agua

Se acerca el final de 2023 por lo que Olentzero da paso a la celebración de una vuelta más al sol por parte de nuestro atribulado planeta.

En ese sentido, compartimos a ustedes este texto que nos habla de una tradición que ya les hemos compartido con anterioridad, mismo que ha sido publicado en las páginas de Noticias de Navarra:


Ur goiena, ur barrena: Navarra tiene un rito propio, distinto y tradicional de comenzar el año

Llevar a cabo la sugerencia de revivir esta vieja costumbre navarra es compaginable, nos llevará poco tiempo y evitará atragantarnos con eso de las uvas

Mikel Burgui

Cada 31 de diciembre los medios de comunicación nos suelen dar la tabarra con eso de comer las doce uvas mientras suenan las campanas de medianoche en un reloj de Madrid. Mientras suenan las doce, muchos paisanos nuestros suelen estar mirando la televisión desconociendo que en Navarra existe un rito propio, distinto y tradicional de comenzar el año: el del agua nueva. El 31 de diciembre los mozos de los valles de Baztan, Basaburúa, Goñi, Imoz, Larráun, Burunda y Araquil iban (y van) a la fuente de sus respectivos pueblos y esperaban a que las campanas dieran las doce de la medianoche.

En cuanto daba la hora, recogían en jarras las primeras aguas del año y se las llevaban primero al cura, al alcalde y luego a los vecinos, recitando delante de cada puerta coplas en euskara (Ur goiena, ur barrena) y recibiendo un obsequio a cambio. Este rito todavía se realiza en Urdiain y Goñi. Lo de ur goiena y ur barrena tiene su cosa. Era creencia ancestral en muchas civilizaciones que sobre la bóveda de los cielos había agua pues de lo alto llovía. De ahí lo de ur goiena (agua de lo alto).

También se creía que bajo la corteza terrestre había un gran lago interior de donde procedían los manantíos. De ahí lo de ur barrena (agua interior). Por ello la invocación a las dos aguas: a la de arriba y a la de abajo antes de beber esa nueva agua recién brotada de la fuente en el mimo momento que empezaba el año. La partícula ur (agua) es la primera sílaba de la palabra urte, año en euskara. Urte equivaldría al ciclo del agua durante las cuatro estaciones, o sea, el ciclo que en castellano llamamos año. Dentro de una mentalidad totalmente euskaldún existe un nexo entre ur y urte. Ur berria, además de ser el agua nueva, equivaldría a urte berri o año nuevo.

Hoy, el agua nos llega a todos los domicilios y no tenemos que ir a la fuente a traerla. Ni necesitamos que nadie nos la traiga. Cada 31 de diciembre podríamos esperar a que den las doce de la noche para beber el primer agua que brote de ese grifo, esa fuente, que tenemos en cada casa. Ur, agua, es de quien procede el año, urte.

Bebiendo la primera agua bebemos el primer instante del urte, del año que empieza... Llevar a cabo la sugerencia de revivir esta vieja costumbre navarra es compaginable, nos llevará poco tiempo y evitará atragantarnos con eso de las uvas. El método casero de seguir esta costumbre pudiera ser así: una persona (la madre, el padre), en cuanto den las doce y sea año nuevo, llenan una jarra de agua del grifo y la reparten a la familia que la bebe recitando lo de "ur goiena, ur barrena", "urteberrion". Recordad que cuando deseéis un feliz año nuevo diciendo "urte berri on", debajo de la frase hay una antiquísima alusión a ur, agua, y al ciclo del agua urte que en castellano equivale a año.


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martes, 27 de diciembre de 2022

'La Mano de Irulegi' Abierta al Público

Noticias de Navarra informa que 'la Mano de Irulegi' estará expuesta al público en general.

Aquí lo publicado:


La Mano de Irulegi por fin se expone a toda la ciudadanía navarra

Se podrá observar este jueves en el Planetario de Pamplona entre las 16.30 y las 20.00 horas, con entrada gratuita, y el programa se completa con conferencias impartidas por los participantes en su hallazgo y estudio

El Gobierno de Navarra, a través del Servicio de Patrimonio Histórico de la Dirección General de Cultura, mostrará a la ciudadanía navarra, este jueves 29 de diciembre por la tarde, la Mano de Irulegi, pieza de bronce del siglo I a.C. que contiene la inscripción en lengua vascónica más antigua. La exhibición de este hallazgo arqueológico se desarrollará entre las 16:30 horas y las 20:00 en la sala de exposiciones del Planetario de Pamplona / Iruña con entrada libre.

A su vez, se ha organizado una charla por parte de las personas que han intervenido en su descubrimiento y estudio. En concreto, participarán Jesús Sesma, arqueólogo del Gobierno de Navarra; Mattin Aiestaran, de la Sociedad de Estudios Aranzadi y director de la excavación en Irulegi; Berta Balduz, restauradora del Gobierno de Navarra; y los lingüistas Javier Velaza, de la Universidad de Barcelona, y Joaquín Gorrochategui, de la Universidad del País Vasco.

Las diferentes conferencias comenzarán a las 19:00 horas con entrada libre y hasta completar aforo, si bien, para poder acceder a las ponencias será necesario retirar en el Planetario una invitación previa para un máximo de dos personas en el siguiente horario: miércoles 28 de diciembre, de 10:00 a 14:00 horas, y el jueves 29, de 10:00 a 14:00 horas y de 16:30 a 18:30 horas.

Será la segunda vez que se muestre esta pieza, ya que el pasado día 16 pudo ser observada por escolares, colectivos y vecindario del Valle de Aranguren, localidad donde se produjo el hallazgo de la Mano de Irulegi.

‘Sorioneku’

La Mano de Irulegi es una pieza de bronce diseñada para colgar en la puerta de entrada de una casa, a modo de objeto ritual protector del hogar y en la que ha podido ser descifrada una de las cinco palabras que aparecen: “Sorioneku” (de buena fortuna).

Su antigüedad, primer tercio del siglo I a.C., la convierte en un hallazgo excepcional, ya que se trata del documento más antiguo y también el más extenso escrito en lengua vascónica que se conoce hasta la fecha. Junto a otros hallazgos, viene a confirmar el uso de la escritura por parte de los antiguos pobladores de esta zona. Estos utilizaban para ello una variante específica del signario íbero conocida como “signario vascónico”.

La mano fue encontrada en el marco de las excavaciones que se llevan a cabo en el poblado de Irulegi (Valle de Aranguren), habitado entre mediados de la Edad del Bronce (s. XV a XI a.C) y final de la Edad del Hierro (s. I a.C). El proyecto está promovido por el Ayuntamiento del Valle de Aranguren y cuenta con subvención del Gobierno de Navarra. La campaña arqueológica la realiza la Sociedad de Ciencias Aranzadi.




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Olentzero el Separatista

Desde las páginas de Noticias de Navarra traemos a ustedes este artículo de opinión en el que el autor no deja mono con cabeza en su repaso de las delirantes por altisonantes declaraciones de los manipuladores al servicio de la corona española, mismo que nos gustaría dedicar a todos esos intelectuales de izquierda que gustan rasgarse las vestiduras cuando de nacionalismo hablar toca pero que por alguna extraña razón pasan de puntitas cuando del españolismo se trata.

Celebramos también la elección de la fotografía que acompaña al comentario, con ese Olentzero portando la 'patata' de Amnistia en el abrigo y la estrella roja en la txapela.

Que disfruten la lectura:


Por Olentzero y Mari Domingi hacia el Estado Vasco

Javier Vizcaíno

Les dejo para más abajo los restos de serie del constitucionalazo y la chapa navideña del rey. Para esta víspera del día de los inocentes me resulta más tentador empezar por un amanuense diestro que entró a un bazar oriental de Iruña y se encontró —vade retro!— con Olentzero y Mari Domingi. Casi se escribe una tesis doctoral.

El individuo en cuestión se llama Luis Ventoso y es subdirector del digital ultracatólico El Debate. Miren que casualidad, que según salía del bazar, se dio de narices con los personajes mentados: “En la tarde de Nochebuena veo pasar el Desfile de Olentzero, con una orquestina tocando el chistu y el tamboril, niños vestidos con trajes regionales y el inefable Papa Noel del nacionalismo subido a la trasera de un tractor”. Podía haberse quedado en la descripción costumbrista, pero no. Aquello no era un inocente desfile navideño sino la insuflación del mal en las tiernas cabezas infantiles: “Todo esto no es menor. Forma parte de una operación muy amplia e incansable para fomentar desde el poder regional un hecho cultural y lingüístico que desplace a la cultura y lengua españolas, de tal manera que sea más fácil crear algún día el Estado vasco (o catalán)”.

Y cualquiera que conozca el repertorio cavernario clásico, sabe que todo eso empieza en los pupitres: “La herramienta es la educación. Por eso España comenzó a deshilacharse el día en que entregó esa competencia a unas comunidades que en varias regiones estaban gobernadas por nacionalismos antiespañoles, desleales por naturaleza a todo nexo común. Y así andamos. Olentzero y Mari Domingi van viento en popa. El chino del bazar se ha dado cuenta perfectamente de quién está ganando la batalla cultural”.

Desde su bajo de la última página de La Razón, el veterano Luis María Anson añade otro ingrediente de disgregación: el deporte. A buenas horas se ha enterado el hombre de la nueva ley que permitirá competir internacionalmente a las selecciones vascas de Pelota y surf: “La aspiración del País Vasco y Cataluña a disponer de equipos «nacionales» forma parte de la estrategia separatista, porque el deporte supone un plus suplementario de gran propaganda. No se trata de competir deportivamente, sino políticamente A la chita callando, Pedro Sánchez ha deslizado una ley que dificultará mucho impedir las aspiraciones deportivo-políticas de los secesionistas vascos y catalanes”.

Así son las obsesiones. Antes de volver a la materia habitual, les traigo otra muestra del mismo género. El firmante es el columnero de ABC Jesús Lillo, que se hoy se marca lo que pretende ser un descacharrante resumen de lo mejor de 2022. Y entre jijís y jajás, nos cae esta pedrea: “Cine. El 'Ongi etorri' subtitulado, arte y ensayo, con que la plataforma TikTok anunció hace ahora seis meses la firma del acuerdo que la convirtió en socio destacado (sic) del Festival de San Sebastián. No hay butacas en las salas que aún siguen abiertas”.

 Ahora sí, a lo de costumbre, que en realidad es lo mismo que lo anterior: el anuncio apocalíptico de la ruptura de España y del régimen del 78 en el mismo viaje. Aquí la profecía de Cayetano González en Libertad Digital: “España atraviesa por el momento más grave desde la transición política debido a que es el propio Gobierno de la Nación quien está socavando el régimen constitucional del 78 y dando alas a los que quieren que España deje de ser España, es decir, a los independentistas catalanes y vascos. Ante este panorama, es más urgente que nunca que los partidos que pueden conformar la alternativa a este desastre de Gobierno se pongan manos a la obra, aparquen sus intereses partidistas y entiendan que el objetivo prioritario y casi único es echar democráticamente en las urnas al actual inquilino de la Moncloa”.

Nacho Cardero se suma en El Confidencial al coro de plañideros incluyendo la monarquía entre los materiales listos para el derribo: “Sabe también que actuaciones difícilmente digeribles en tiempos pasados, como los indultos, la supresión de la sedición, la rebaja por malversación, la ocupación de la Justicia, el intervencionismo en las empresas privadas y los cameos con Bildu, apenas aguantan ahora unas horas de polémica. De ahí a un nuevo proceso constituyente en el que se replantee la organización territorial de España y la monarquía queda menos de lo que duran dos peces de hielo en un whisky on the rocks”.

Guadalupe Sánchez añade en The Objective el destino final del viaje revolucionario, que nio es otro que una dictadura: “Al totalitarismo se puede llegar por dos vías. Una, convulsa y violenta, es la revolucionaria. La otra, más lenta y sibilina, pero igual de efectiva y mucho más digerible: la colonización institucional y el desarme de los contrapoderes, que acaban reconvertidos en unos meros figurantes formales que orbitan en torno al Ejecutivo. Y que nadie crea ni por un segundo que nuestra democracia es inmune o que la Unión Europea puede cortar de raíz el avance de la enfermedad. Hay procesos de degradación que acaban siendo irreversibles”.

Pero calma, que eso no va a pasar Palabra de Raúl del Pozo, que aunque más de una vez ha sostenido lo contrario, hoy se levantado optimista y ha dejado por escrito en El Mundo que esto está construido a prueba de terremotos: “Pero no hubo hundimiento ni con la crisis de 2008, ni con el Covid, ni con la independencia de Cataluña, ni lo hay con la guerra de Ucrania, la inflación y la crisis de la energía. Hemos superado las supuestas crisis sistémicas. El Rey y la Constitución del 78 que quieren derribar aguantan más el resuello que un buzo”.

 

 

 

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sábado, 24 de diciembre de 2022

Zabaleta | Por una Justa Cooficialidad

El hallazgo antropológico de la mano de metal en la excavación de Irulegi ha colocado al euskera en el centro del debate durante los últimos meses del año.

En ese sentido, traemos a ustedes este texto publicado en Noticias de Navarra donde se presentan argumentos en favor de la tan necesaria cooficialidad de los idiomas hablados en las naciones sin estado de Europa, en este caso específico, el gaélico irlandés y el euskera.

Lean ustedes:


Gaélico y euskara, por una justa cooficialidad

Patxi Zabaleta | Abogado

El gaélico, la lengua originaria de Irlanda, ha accedido estos días a la oficialidad en Irlanda del Norte o Ulster. Se conservaba por parte de los habitantes de este territorio aún de soberanía británica, en donde tenía además la característica de ser hablado uno de los tres dialectos habitualmente reconocidos de dicha lengua. También en toda Irlanda se habló el gaélico hasta su invasión y conquista por Gran Bretaña en la Edad Media, igual que en toda Vasconia, toda Navarra incluida, y partes de Aragón, Castilla y Akitania se habló el euskara.

En primavera, allá por mayo, empezó el debate sobre la cuestión del gaélico norirlandés, en donde y en el Parlamento de Westminster, porque tampoco todo lo de Irlanda es perfecto. Ahora se ha promulgado la oficialidad, que obviamente ya existía en Eire, es decir, en la Irlanda independiente del Sur. Por supuesto, en Irlanda del Norte no han caído en la macabra ridiculez de dictaminar zonas gaelicofonas y anglófonas, como tan desgraciada e injustamente ocurre en Navarra.

La cooficialidad de la lengua irlandesa alcanza también otros niveles, ya que al serlo de un estado independiente es también una de las diecinueve lenguas oficiales de la Unión Europea, UE. Se da, además, la circunstancia curiosa de que la lengua inglesa –la cual es la lengua franca por antonomasia en Europa– no tiene un estado de la UE, en que sea lengua oficial en exclusiva, ni tiene Academia, pero nada de eso reduce, por lo visto, su vigor expansivo.

Así pues, el gaélico y el euskara caminan en procesos, que en parte son paralelos, y en parte, tienen diferencias; la comparación al respecto siempre origina reflexiones interesantes en diferentes aspectos, de los que aquí solo nos referiremos a uno; el de la argumentación reivindicativa. Ni el euskara, ni el catalán, han accedido a ser lenguas oficiales de uso en las instituciones de la UE, a pesar de ostentar el grado de cooficiales en sus respectivas autonomías del reino de España y contar con reconocimientos indirectos en la siempre jacobina República Francesa. Esta situación tiene un grado superlativo de injusticia en lo que respecta a la lengua catalana, que en el conjunto de sus variantes cuenta con una base de catalonófonos de más de veinte millones, mientras que por ejemplo la lengua maltesa es oficial en las instituciones europeas, aunque el número de sus hablantes no llega a trescientos mil.

Escribí hace algún tiempo sobre la necesidad de renovación del argumentario en reivindicación del euskara –Euskararen argudiaketa berrritu beharra–, cuyo mensaje básico es el de que teniendo la justicia lingüística el carácter de derecho humano, todas las legislaciones, sentencias y resoluciones, que pongan una lengua por encima de otra son injustas. También son injustas las oficialidades desiguales; y así las sentencias, que impiden que un funcionario de cooficialidad de Irún o de la zona mixta de Orkoien deba atender a las ciudadanas/os de esos municipios, en la lengua oficial que le convenga, son injustas. Quienes podemos recordar las reivindicaciones de cooficialidad de finales del franquismo, podemos testimoniar que lo que se pedía era –y no podía ser otra cosa– que igualdad entre ambas lenguas. La depravada trampa constitucional de “diferentes niveles de oficialidades”, como lo demuestra la castellanofonía de los cuarteles –de ertzainas y forales– es injusta y atenta contra los derechos humanos.

 En Eire las dos lenguas oficiales, –gaélico e inglés– están equiparadas y nadie discute esa justicia. En el Ulster aún habrá que ver, pero la profunda evolución política da esperanza, ya que el Sinn Fein ha accedido a ser la primera fuerza política en las dos partes de Irlanda.

Aquí en Vasconia, en el último campeonato de bertsolaris de Iruña, uno de los temas propuesto fue oreka, es decir, equilibrio; y Amets Arzallus eligió con gran acierto a la necesidad de igualdad entre las lenguas. Ese es el camino de la argumentación en parámetros de justicia. No se acierta, en cambio, con la auto-imputación por no ser conscientes del carácter minoritario y/o minorizado del euskara, como ha subrayado Idurre Eskisabel. También eran realistas las y los monolingües de nuestros caseríos, que se avergonzaban de su propia lengua, porque no les servía. Realismo sí, pero reivindicación también.

El anquilosamiento en los cargos y la falta de iniciativa y de acierto en la argumentación y reivindicación pro euskara origina que, por ejemplo, de los fondos europeos y/o pertes para las lenguas y la inteligencia artificial solo se hayan conseguido para el euskara unas míseras migajas. Y eso que la presencia progresiva del euskara en la investigación y en la ciencia es una realidad enriquecedora e indiscutible. Las academias, los institutos y las entidades de participación cultural se renuevan y dinamizan y mientras tanto, aquí se hallan anquilosados.

 El euskara como el gaélico está en territorios de diferentes estados, diferentes autonomías y diferentes situaciones y precisa sugerir, promover e impulsar convenios y acuerdos, cuya dinámica, si se efectúa en parámetros modernos y democráticos redundará en beneficio de la gente en general y de los migrantes en particular. No es lógico seguir sin superar los parámetros de Haritxelar desde hace más de 22 años.

En este cruce de caminos, que es Vasconia, y cuya principal expresión política y estatal histórica es Navarra, el plurilingüismo ha sido siempre una realidad constante.

Y valga esa expresión para recordar al recientemente fallecido Txomin Peillen, escritor vasco nacido en París y cuyas lenguas maternas eran a la vez el euskara suletino y el gascón, lengua gemela del romance navarro. Estoy seguro en su evocación que la cooficialidad del euskara será una gran ventaja para la libertad y el progreso de tudelanas/os y suletinos/as, que tanta relación humana tuvieron a lo largo de la historia. 




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Egaña | Navidades Blancas

Nuestro amigo Iñaki Egaña tiene algo que decirnos con respecto a esta temporada.

Aquí su texto publicado en Facebook:


Navidades blancas

Iñaki Egaña

Cuando en la primavera de 1989, Luis Navajas, fiscal jefe de la Audiencia Provincial de Gipuzkoa, concluyó las diligencias “informativas” 1/89, saltaron las alarmas en los centros de poder más cercanos, entre ellos en el cuartel de la Guardia Civil de Intxaurrondo. No era para menos, algunos de sus agentes más cualificados en la guerra contra ETA, tanto en la oficial como en la subterránea (GAL, ejecuciones extrajudiciales y torturas), quedaban marcados como capos del narcotráfico.

Como es sabido, después de un menguado recorrido, el informe desapareció de los juzgados y de las redacciones. Su precio en internet es elevado, aunque ya los interesados serán historiadores, porque la relevancia quedó tapada por el correr del tiempo. Navajas fue encumbrado a miembro del Tribunal Supremo y santas pascuas. Lo que no se ve no existe.

Exactamente un año antes a la confección/desaparición del conocido como Informe Navajas, una tonelada de cocaína era aprehendida por la Policía en Irun. Cuando llegó la hora de destruirla, meses más tarde, el juzgado correspondiente descubrió que habían desaparecido 150 kilos de la cocaína decomisada. En esta ocasión, las sospechas recayeron sobre el Cuerpo Nacional de Policía, responsable de la operación de captura. Hermanados por la pasta.

Dicen los expertos que el volumen de negocio que mueve la narcoeconomía es muy elevado y conforma buena parte de la innovación empresarial del capitalismo. A pesar de ser una actividad ilegal, sus resultados se suman, junto al valor añadido que genera la prostitución, al PIB anual. Y, en consecuencia, todos esos códigos comisionistas que conocemos en otras facetas políticas y económicas, tienen un registro similar. La línea de negocio en el subsuelo es muy sencilla: facilitadores, empresarios e intermediarios. También valedores y escudos, quienes dirigen nuestros destinos por vía electiva. Cada grupo se lleva su tajada.

Con las detenciones relacionadas con la mejora de la imagen deteriorada de Qatar para su mundial de futbol, el protocolo seguido es el de manual. El dinero es capaz de modificar ideologías, más aún cuando las mismas son un puñado de consignas destinadas a conformar personalidades vacías, y en esta ocasión ávidas de protagonismo popular y, sobre todo, económico.

En el origen, el poder de Doha, el empresario que vende gas y petróleo en un mundo competitivo. Ese planeta, además, que supuestamente ha puesto fecha de caducidad a los combustibles fósiles, en una supuesta, también, transición energética. La FIFA fue el facilitador, los agentes desplegados por uno y otro lugar, señalan que, desde Marruecos, pero seguro que también desde París, Madrid o Roma, los intermediarios. Y Eva Kaili, Francesco Giorgi, Atonio Panzeri y compañía, los valedores. Como escudo en este caso, el grupo socialista en el Parlamento europeo que llevaba meses oponiéndose a la investigación que finalmente ha revelado la punta del iceberg de un nuevo escándalo.
El hecho es que pillar cacho es tremendamente sencillo. Con toda la impunidad que puedan imaginar. En Bruselas, escenario de nuestra “democracia” compartida, hay más de 25.000 lobbies. Dos de ellos, trascendentales y con más poder que algunos de los estados que componen la Unión Europea: ERT (European Round Table of Industrialists) y BusinessEurope, la principal organización patronal del continente en la que por cierto participa Confebask, la misma que pidió la ilegalización de ELA y de LAB. ¿Para qué esos grupos de presión, si dicen que la democracia emana del pueblo y se expresa por sus diputados que sientan sus posaderas en el hemiciclo?

La corrupción es estructural. Con la Púnica, la cúpula del PP fue juzgada como organización criminal. Los cinco apartados de esa línea que tan nítidamente se observaban en Bruselas con el Qatargate, se repitieron. No hay nada de extraño. Si escarbáramos a boleo, encontraríamos siempre el mismo patrón. Evasión de impuestos a paraísos fiscales, billetes en bolsas de supermercado, emolumentos en propiedades, dietas estratosféricas, arquitectura financiera… ese es el mundo empresarial de la elite actual.

Y en la cercanía también tenemos ejemplos a mansalva. No hay trucos, ni malabarismos: Épsilon, Balenciaga, Hiriko, Alonsotegi, Bidegi, Hacienda Gipuzkoa, Miñano… todos se rigen por pautas similares. ¿Escudo? PSOE y PNV se oponen sistemáticamente a una fiscalía anticorrupción. Si saltan a la luz es porque los dos últimos apartados, los valedores o el escudo, no estuvieron a la altura de lo que los empresarios subterráneos esperaban. Ahí tienen el llamado “Caso de Miguel”. Como en las organizaciones criminales, el identificado como protagonista, “uno de los nuestros” que diría el ficcionado Tony Soprano, siguió cobrando de la Administración y ascendido estando imputado.
Esta semana se ha destapado el enésimo escándalo. Por el que pagarán unos pocos y se librarán otros tantos. Como aquel que huyó, en esta ocasión por deferencia judicial, un “M. Rajoy” que desconcertó a la Audiencia Nacional en los papeles de Bárcenas y aún sin identificar. En esta ocasión se trata de un nuevo informe como aquel de Navajas, en el que hay implicados decenas de agentes, policías y guardia civiles. También narcotráfico. Pero como la narcoeconomía está integrada en el PIB, hay que hablar de procesos empresariales. Desconcertante para un viejo escribidor como yo.

La cuestión es que un tal Hajli el Harraj ha sido detenido recientemente en Dubai. Cabeza de una organización sin descabezar. Dice la UCO de la Guardia Civil que numerosas operaciones antidroga han fracasado porque los objetivos eran avisados con antelación de las operaciones en marcha. Y que los delincuentes encriptaban sus comunicaciones con el sistema Encrochat, y que va a ser difícil identificarlos. Los liberales señalan que el mercado se autorregula. Así que no teman los usuarios. Como en Intxaurrondo, Irun antaño o estos días en Bruselas o Algeciras, las navidades seguirán siendo blancas.

 

 

 

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Nuestro Olentzero

Se celebran las festividades del Solsticio de Invierno alrededor del mundo y Euskal Herria no es la excepción. Pero hay una diferencia; un carbonero que le da su toque especial a estas fechas... Olentzero.

Ya en años anteriores hemos compartido con ustedes acerca de este tan peculiar personaje, pero este año traemos a ustedes estos apuntes desde las páginas de El Diario.

Disfruten la lectura:


Olentzero, el carbonero vasco con regalos que ha frenado la expansión de Papá Noel

Álava, Bizkaia, Gipuzkoa y Navarra fomentan una tradición propia a la que se va sumando también un personaje femenino, Mari Domingi, que compite en desfiles con las cabalgatas de los Reyes Magos

Iker Rioja Andueza

En 2018, en las tierras vascas al otro lado de la frontera de Francia, una persona disfrazada del tradicional Père Noël (Papá Noel o Santa Claus) se enfrentó en un combate real con otra, vestida de Olentzero. Aunque 'El Diario Vasco' recogió la fotografía del singular evento, ninguna crónica aclara si el carbonero vasco se impuso con las manos al viejo hombre de Laponia. Pero, peleas aparte, la realidad es que en Álava, Bizkaia, Gipuzkoa o Navarra -en menor medida en Iparralde- no se ha producido la paulatina conquista del hombre con el traje del color de la marca de refrescos, que ya se ha convertido en un personaje más en la Navidad en España. Olentzero -y desde hace unos años también su acompañante, Mari Domingi- tiene aquí las competencias casi exclusivas para traer regalos el 25 de diciembre y algunas ciudades le organizan desfiles equiparables en participantes y asistentes a las cabalgatas de los Reyes Magos.

En el belén monumental que ocupa todo el parque de La Florida en Vitoria, Olentzero y Mari Domingi son dos más junto a Herodes, los pastores o Melchor, Gaspar y Baltasar. Y en el del Ayuntamiento de Pamplona, de hecho, el hombre de la txapela está sentado justo al lado de sus majestades de Oriente. En los eventos callejeros y coros, los villancicos dedicados al carbonero suenan en bucle. Hasta en el partido de Euroliga del Baskonia se le cantaron dos canciones. En las ventanas y hogares aparecen representaciones de este personaje por doquier. Algunos comercios, desde los bazares hasta las grandes superficies, llenan baldas con figurillas o las venden de chocolate.

 Los orígenes de esta tradición son dispares, aunque encuentran su punto en común en la coincidencia de su llegada con el solsticio de invierno. Aunque hay incluso discrepancias con el nombre (hay formas como Olentzaro u Onentzaro, entre otras), se apunta a su vinculación con una época nueva y buena, es decir, al alargamiento progresivo de los días con más luz. Eso sí, el etnógrafo y antropólogo José María Satrústegui, en una publicación de 1988, recordaba también que algunos estudiosos no descartaban que la parte 'Olen' pudiese ser una adaptación de 'Noel' en otro orden. En cuanto a Mari Domingi, es un constructo más moderno para lograr también una representación femenina, aunque ha ido evolucionando de una pareja del carbonero a una compañía que emerge en la Navidad en pie de igualdad.

Navarra, y en particular el norte más euskaldun, fue un reducto para mantener y extender esa tradición. “Olentzero es una fiesta ancestral, la celebración del solsticio de invierno. Unos muchachos se juntaban, hacían un muñeco, cantaban y recogían dinero para una merienda. En Navarra ha permanecido siempre en la zona de Lesaka, pero también en Sara (Iparralde) u Oiartzun (Gipuzkoa). Incluso en la época de Francisco Franco”, señala Xabier Martínez de Álava, presidente de la Asociación Olentzero de Pamplona, la que organiza en la pasacalles en Nochebuena, una tradición que se retoma en 2022 después de dos años de parón por la COVID-19. Fue en 1956 cuando Olentzero llegó a Pamplona. “Ahora ya casi todos los pueblos de Navarra lo celebran. Es una tradición. ¿Papá Noel? Pues muy bien. Es anglosajón. La realidad es que aquí, como en todos los pueblos con bosques, hay un personaje de Navidad, sea en Alemania, en Asturias o en Catalunya. Lo que anuncia es que viene la luz, que hay días más largos. Además, ahora, trae juguetes, pero eso ya no era la tradición”, abunda.

    Escuchamos la palabra regalo y nos vamos a lo material, pero el regalo de Olentzero era la luz, el carbón para calentar la casa.

Coincide en el análisis Mikel Epalza, que encarna al Olentzero de Vitoria: “Decimos 'Eguberri on!' para desear feliz Navidad en euskera y quiere decir 'buenos días nuevos'. Hace alusión al solsticio de invierno, a que ha pasado el día más corto y la noche más larga. Ane Pedruzo, la mujer bajo los ropajes de Mari Domingi, recuerda que originalmente Olentzero no era una hombre, ni un carbonero ni un personaje. ”Era el último tronco que se echaba al fuego“, explica, vinculándolo a la costumbre catalana del Tió. ”Escuchamos la palabra 'regalo' y nos vamos a lo material, pero el regalo de Olentzero era la luz, el carbón para calentar la casa“, asegura esta pareja antes de subirse este sábado a sus carrozas con 400 acompañantes -más séquito que el de los Reyes Magos- y que ofrecerán al término del desfile unas palabras a los más pequeños de la capital vasca desde la balconada de San Miguel, en la plaza de la Virgen Blanca, el mismo lugar donde se inician las fiestas de Vitoria o celebran sus éxitos los clubes deportivos.

 “En Pamplona, 70.000 ó 75.000 personas salen a la calle a nuestro paso”, explica Martínez de Álava, que matiza que el formato del recorrido es diferente porque lo que se hace es portar un muñeco y no encarnar a los personajes, como en las cabalgatas de los Reyes Magos. “Tomamos un pote, vemos pasar a Olentzero y, luego, a cenar. Estos dos años que no ha habido y se veía esa tristeza en la plaza del Castillo. Hay que recuperar este año esa tradición de vestirse de caseros”, apunta la cabeza visible de la asociación que promueve esta festividad.

En Donostia, 551 personas conforman la comitiva de esta cabalgata. En Bilbao ya este viernes se ha realizado el desfile por calles como la Gran Vía de Don Diego López de Haro y hasta el Teatro Arriaga. Este sábado Olentzero y Mari Domingi harán una recepción oficial para recoger las cartas de los pequeños. Porque, sí, como a los Reyes Magos es tradicional también expresar por cauces epistolares las peticiones. En Vitoria, en el belén monumental, ha aparecido un cesto lleno de misivas. Incluso en el dolmen de La Hechicera, en la Rioja Alavesa, hay un buzón en el medio de la nada con bastante correspondencia.

    Aludir a un personaje que viene del monte... Desde un punto de vista antropológico, vivir en la liminalidad no creas que estaba bien visto. Era gente poco recomendable para estar con niños.

Pero la tradición pervive también en pueblos más pequeños. En Mungia se puede visitar la casa del Olentzero. Es recordada la visita oficial que le giró en 2021 por estas fechas el lehendakari, Iñigo Urkullu, quien mantuvo un encuentro con el carbonero. Eso sí, ambos portaban mascarillas. Le pidió “salud, bienestar y felicidad” para toda la población. En Sangüesa conmemoran ahora medio siglo desde el primer Olentzero y el primero en Iparralde tuvo lugar dos años después, en 1974.

 En Ordizia, en Gipuzkoa, “todos los niños y niñas menores de nueve años reciben una carta personalizada de Olentzero y Mari Domingi”, explican desde el Ayuntamiento. “Para escribir las cartas personalizadas se convoca a los voluntarios de los centros escolares, que durante una tarde se reúnen junto con los responsables del Ayuntamiento para realizar la tarea de escribir a mano cada nombre. Por supuesto, anteriomente se hace el trabajo de recabar información para que lleguen de manera correcta”, indican en esta localidad del Goierri de unos 10.000 habitantes. “El 24 suele ser un día muy especial, sin duda”, añaden. Los niños hacen de galtzagorri o duende tradicional vasco y los hay que aprovechan para confirmar su crecimiento haciendo entrega a los personajes de sus chupetes ya innecesarios. Decenas de colegios, hospitales o residencias organizan visitas y entregas de regalos. “Puedes llegar a dar mucha satisfacción a mucha gente”, confirman desde la asociación pamplonesa.

    Ahora ya casi todos los pueblos de Navarra lo celebran. Es una tradición. ¿Papá Noel? Pues muy bien. Es anglosajón.

Casi como cualquier tradición, el tiempo la ha ido perfeccionando. La canción más cantada sobre Olentzero define su fisonomía más clásica de hombre gordo o al menos glotón y vincula su aparición desde las montañas al nacimiento de Jesús. Admite Epalza, el carbonero en Vitoria, que viste como a finales del siglo XIX o principios del XX. Ello casa poco con los atuendos que porta Mari Domingi. Hay un cuadro de 1607 llamado 'Boda en Begoña' de Francisco de Mendieta en el que aparecen varias mujeres con ropajes muy similares, particularmente con su mismo tocado blanco de forma cónica y curva. “A Joxe Miel Barandiaran [uno de los referentes del estudio de las tradiciones vascas] le agradaba que se hubiese recuperado el cuento del carbonero. Pero aludir a un personaje que viene del monte... Desde un punto de vista antropológico, vivir en la liminalidad no creas que estaba bien visto. Era gente poco recomendable para estar con niños. Toda la imaginería europea es de cuentos en ese sentido, como Hansel y Gretel. En cuanto a Mari Domingi, me parece que ese tocado, que era usado para identificar el estado de una mujer, quién era soltera o pura, por ejemplo, es lesivo para los intereses feministas. Es del siglo XVII y no casa para nada con esa txapela de Olentzero del siglo XIX”, indica el profesor de Deusto Jesús Prieto Mendaza, que ha hecho del análisis de fiestas locales y tradiciones, particularmente en Vitoria, una de sus especialidades.

Pedruzo, la Mari Domingi vitoriana, explica que esta figura fue impulsada desde el movimiento feminista de Donostia para mostrar referentes femeninos también en tanto en cuanto un personaje sin adscripción como Olentzero había sido representado como varón. Ella forma parte de una suerte de red de Mari Domingis que buscan unificar el sentido del personaje, que surge de una referencia en otra canción popular. La define como “sabia”, que tiene un papel “digno” y en pie de igualdad con el de su acompañante, que no pareja o subordinada. “Tiene que estar presente también la parte femenina”, abunda.

    En Pamplona, en 1976, los 'grises' cargaron contra el desfile de Nochebuena y, en 2005, el norte navarro, la Guardia Civil 'secuestró' una figura del carbonero

En Pamplona, en cambio, no forma parte del desfile. “Hay una canción en la que se hablaba de la mujer. Pero Olentzero no es un personaje, es una entelequia. No es una persona concreta. Es una festividad. Es el tiempo de lo bueno. También hubo un momento en el que se hablaba de un pájaro que daba vueltas alrededor de las casas para ver cómo se portaban los niños. ¿De dónde salía? El Olentzero de Pamplona no saca a Mari Domingi. No lo hemos hecho nunca. No me parece mal que se haga en otros lugares, la sociedad va por ahí, pero la tradición no era así”, indica Martínez de Álava.

Prieto Mendaza añade que no se puede ocultar el “sentido político” que, en ocasiones, ha adquirido esta tradición. En la edición de 2022 de la revista 'Olentzero' se alude a la celebración de 1976 en Pamplona. Aquel año, a la comitiva se le unieron unos obreros de la construcción en huelga que adaptaban los villancicos a sus reivindicaciones laborales. Y brotó una ikurriña, todavía ilegal solamente 13 meses después de la muerte del dictador. La Policía Armada, todavía de gris, cargó y buscó también llevarse al carbonero. Uno de los cuatro portadores, según narra la revista, lo ocultó con una tela y corrió a refugiarse al colegio de los Jesuitas, donde salvó la figura. Otros años se hacían coincidir reivindicaciones a favor de los presos de ETA. “Nos comprometían. Pero eso ya pasó”, cuenta Martínez de Álava. Más cerca en el tiempo, fue sonado cómo, a las dos de la madrugada de la Nochebuena de 2005, dos agentes de la Guardia Civil 'secuestraron' y montaron en un Nissan Patrol la figura del Olentzero de Areso, en el norte de Navarra. Fueron expedientados después de que los vecinos pudieran apuntar la matrícula del vehículo oficial.

Este 25 de diciembre, miles de niños despertarán con regalos con el sello de Olentzero y cada vez más de Mari Domingi. Su deseo para este año: “Juntarnos, estar en buena compañía. Y no estar tan enfrascados en los móviles. Dejadlo en el cajón un rato. Salid a conocer la madre tierra”.



Nosotros, por nuestra parte, les compartimos el Olentzeo y la Mari Domingi de Tasio con su solicitud de siempre, la vuelta a casa de todos los presos políticos vascos:

 

 


 

 

 

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viernes, 23 de diciembre de 2022

Txetxu Rojo

El Mundial de la Ignominia en Qatar ha terminado de forma vergonzosa, con una Argentina, una vez más, aupada por el arbitraje - como olvidar esa nauseabunda oda al antifutbol de la mano de Maradona frente a Peter Shilton que debió haber terminado con una expulsión para el desclasado argentino -.

Euskal Herria, que aun carece de la oficialidad para sus selecciones, llora la partida de uno de sus grandes; José Francisco Rojo Arroita, mejor conocido como Txetxu.

Aquí la semblanza biográfica por parte de Deia:


Txetxu Rojo: clase y corazón

“Ganar es importante, pero en el Athletic tenemos más cosas que nos llenan”, decía tras las finales perdidas en 1977 el extremo que a nadie dejaba indiferente

José L. Artetxe

En la biblia del Athletic le corresponde un lugar entre los mejores. José Francisco Rojo Arroita, Txetxu Rojo, que ha fallecido este viernes a los 75 años de edad, encarna el prototipo de futbolista de clase que siempre ha hallado encaje en un equipo donde tradicionalmente primaban la casta, el derroche físico, la entrega. Ahora bien, a menudo la calidad no ha gozado de la comprensión de San Mamés, habitualmente más exigente con el bueno de verdad. Antes que él hubo otros que pasaron por idéntico trance (Panizo, por citar uno); pero a la larga lo que se instala en la memoria, en el subconsciente del aficionado, es la huella de los dotados para ofrecer con el balón cosas fuera del alcance de la inmensa mayoría. A Txetxu Rojo nunca dejaron de mirarle con lupa, su forma de ser y de estar en el campo alimentó un debate eterno, en ocasiones desmedido. Su personalidad fomentaba la división de opiniones en el entorno, algo que en el fondo es normal, pues solo los elegidos concitan tanta atención. Son capaces de no dejar a nadie indiferente.

Figurar como el jugador con más partidos oficiales en la historia del club, solo por detrás de José Ángel Iribar, bastaría para justificar su presencia en el olimpo rojiblanco. Más con una perspectiva actual, dado que los calendarios de competición más recientes penalizan a los antiguos en la comparación estadística. En los sesenta y setenta era muy difícil sumar los 541 encuentros que Rojo acumuló desde su debut en septiembre de 1965 hasta su adiós en abril de 1982. Fueron 17 campañas consecutivas que le permitieron coincidir con tres generaciones. Un tiempo que el destino quiso que compartiera, de uno u otro modo, con Piru Gainza, de quien en realidad tomó el testigo de los grandes extremos zurdos que tanto han contribuido al esplendor de la entidad.

Bueno, para ser rigurosos, Txetxu Rojo viene a ser la excepción atendiendo al palmarés. El de Gainza resulta inigualable, pero también Guillermo Gorostiza o Estanis Argote, quien le sucedió, conquistaron ligas y copas, mientras que él tuvo que conformarse con un par de Copas nada más. Lo curioso del caso es que colgó las botas pese a que tenía firmado un año más de contrato y se puso a entrenar chavales en Lezama. Justo entonces el Athletic volvió a proclamarse campeón de liga, con Javier Clemente al mando. En la 1969-70, el equipo de Rojo se quedó a un solo punto del título. A cinco jornadas del final resultó expulsado, junto a Antón Arieta, en Atocha, en un incidente que dio mucho que hablar. Fue agredido por su marcador, Gorriti, que le golpeó con el banderín de córner, y él respondió con un empujón que le costó una suspensión de cinco partidos.

Pero su mayor pena fueron las dos finales, de Copa de la UEFA y de Copa, perdidas en 1977. “Una lástima por los méritos que hizo el equipo, que además fue tercero en liga”, rememoraba Rojo. Episodios dolorosos que en el momento supo asimilar como refleja la siguiente reflexión: “El Athletic es diferente y cuando se gana algo te hace ilusión por la gente, el Athletic hace feliz a la gente. Ganar es importante porque engrandece al club, pero en el Athletic tenemos más cosas que nos llenan”.

Se refería, claro está, al secreto que hace posible el envidiable recorrido de un escudo que salpica tres siglos: “Ese respeto, ese sentir que yo conocí y que se va transmitiendo en la caseta de generación en generación, y la forma de jugar también, aquí siempre ha habido gente fuerte, pero también con calidad para hacer un fútbol rápido y de ataque”. Txetxu era un sentimental (“yo tengo unos colores, el rojo y el blanco, nada más”), reconocía incluso que tenía el “defecto” de dejarse llevar por el corazón, “eso es lo que me ha perdido siempre”. Sin embargo, en el balance de su carrera en el club, donde entró con 17 años y salió con 44, después de una etapa como técnico, catalogaba como positivo “el 90% de lo que viví”.

En categorías inferiores actuaba de interior, fue Gainza, con quien se estrenó en el primer equipo, el que le colocó pegado a la cal y ahí desarrolló la mayor parte de la carrera, si bien acabó jugando de lo que le gustaba: “Mis cualidades eran de interior, me gustaba irme para el centro, combinar más, estar más en contacto con la pelota”. Elegancia, visión, toque y un físico admirable eran las virtudes que le adornaban. Esto último, en buena medida era consecuencia de la exhaustiva manera en que se cuidaba.
Gran forma física

Mantuvo el mismo peso durante los tres lustros de profesional. Ningún otro compañero llegaba a la pretemporada como Txetxu Rojo, siempre pendiente de la alimentación y el descanso. “Solo recuerdo una rotura muscular. Me cuidaba mucho, si jugaba mal era por otros motivos”. Por ejemplo por la dureza que imperaba en aquel fútbol, la vista gorda que hacían los árbitros y la ausencia de cámaras de televisión. Llevaba muy mal la cantidad de leña que recibía por el mero hecho de ser un futbolista en posesión de argumentos técnicos sobrados para desbordar rivales. “Siempre fui de gesticular, decían que parecía italiano. Hacía así con los brazos (levantaba ambos a la vez con energía) y me expulsaban”. Y sonreía mientras repasaba el largo itinerario trazado por aquel chaval delgadito que arrancó en el Peñarol de su barrio, Begoña, y luego pasó a la Firestone antes de recalar en el Athletic para erigirse en futbolista excepcional. Uno de los mejores, sin duda.
La cifra: 541

Son los partidos que jugó en el Athletic en las 17 temporadas que estuvo en el primer equipo, marcando 68 goles. Solo Iribar le supera en encuentros disputados.

Su periplo como técnico: entrenó en dos etapas al Athetic

Carrera extensa. Tras colgar las botas siguió en los banquillos. Después de pasar por las categorías inferiores rojiblancas, donde brilló al frente del juvenil de Garitano, Alkorta y Mendiguren, en la temporada 1986-87 tomó las riendas del Bilbao Athletic en Segunda. Un año después fue el ayudante de Howard Kendall en el primer equipo, haciéndose cargo del Athletic gran parte de la campaña 89-90. En el curso 2000-01 vivió su segunda etapa al frente del Athletic tras relevar a Luis Fernández. No tuvo éxito en el club de sus amores. En los noventa dirigió al Celta tres temporadas, logrando un ascenso a Primera y un subcampeonato de Copa. También entrenó a Osasuna, Lleida, Salamanca y Zaragoza, para terminar en el cuerpo técnico del Rayo. Formó tándem con Iñaki Saez como seleccionador de Euskadi.




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jueves, 22 de diciembre de 2022

Manu Chao Persona Grata

El gobierno mexicano ha sido tan abyecto ante Madrid que en lugar de declarar personas non gratas a criminales de guerra como José María Aznar o a promotores de la tortura como Baltasar Garzón en su momento sí lo hizo en contra de artistas y de defensores de derechos humanos.

Desde la página de SDP nos informan que el cantate Manu Chao por fin podrá retornar a México después de largos años, tras el veto en su contra por parte de Felipe Calderón.

Así mismo, ya podrán venir a México los represaliados políticos vascos Itziar Alberdi y Josu Narváez, así como los voceros de la izquierda abertzale Asier Altuna y Floren Aoiz, entre otros.

Ahora bien, nos gustaría que Adán Augusto López nos informara porque le ha tomado 4 años a la 4T para corregir tamaña injusticia, pero mientras nos responde, aquí les dejamos con la información:


Manu Chao ya puede regresar a México: Segob retira calidad de “persona non grata” a extranjeros castigados

La Segob retiró los registros de “personas non gratas” a extranjeros castigados, por lo cual Manu Chao ya puede regresar a México.

Raúl Díaz

Manu Chao ya puede regresar a México, pues la Secretaría de Gobernación (Segob) retiró la calidad de “persona non grata” a los extranjeros castigados.

Y es que la Segob emitió un comunicado en el que sostuvo que el músico franco-español de 61 años de edad, Manu Chao, puede gozar de sus libertades sin restricción alguna en México.

En su desplegado, la dependencia encabezada por Adán Augusto López refirió que tanto a Manu Chao como a otros ciudadanos extranjeros, se les aplicó de forma indebida el artículo 33 constitucional.

Debido a ello, se tomó la decisión de retirarlo de la lista de personas que fueron castigadas durante el periodo comprendido de 2006 a 2018.

Manu Chao fue retirado de lista de personas non gratas en México por expresar sus ideas

Por lo anterior y ante los dichos previos del propio Adán Augusto López, titular de la Segob, Manu Chao tiene abierta la posibilidad para poder regresar a México.

Sobre ello, la Secretaría de Gobernación refirió que una lista de personas que extranjeras que fueron declaradas como personas non gratas en México, ya cuentan con dicha etiqueta.

En consecuencia, tanto Manu Chao como otros ciudadanos extranjeros, pueden “gozar de sus libertades sin restricción alguna”, pese a haber sido declaradas personas ‘non gratas’ y salieran del país.

Además de Manu Chao, la Segob retiró la calidad de personas non gratas a las siguientes personalidades que fueron castigadas previamente:

  •     Kim Hyong Gil
  •     Alfredo Bonnano
  •     Juan Jesús Narváez Goñi
  •     Iciar Alberdi Uranga
  •     Valentina Cortés Torrida
  •     Cristina Valls Hernández
  •     Samantha Vietmar
  •     Mario Alberto Aguirre
  •     Valentina Palma Novo
  •     Edgar Molina Gallego
  •     Stephen Compton
  •     Miguel Ángel Beltrán Villegas
  •     Asier Altuna
  •     Floren Aoiz
  •     Leonilda Zurita Vargas
  •     María Sostrés

Artículo 33 constitucional ordena expulsión de extranjeros por emitir pronunciamientos políticos del país

Cabe destacar que las personas citadas por la Segob, fueron expulsadas del país debido a que se les aplicó el artículo 33 constitucional.

El párrafo segundo de dicho artículo, acusó Adán Augusto López, fue usado para inhibir y coartar libertades por la discrecionalidad de su aplicación, por lo que dijo, se utilizó como amenaza latente.

Ante ello, el titular de la Segob adelantó que el Ejecutivo Federal promoverá la reglamentación del artículo 33 ante el Poder Legislativo para garantizar las libertades a las personas extranjeras.

Lo anterior con el fin de garantizar que a ninguna ciudadana o ciudadano de otro país, se le aplique restricción alguna para entrar o salir de México por manifestar sus ideas.

¿Qué dijo Manu Chao para ser expulsado y vetado de México?

En mayo de 2009, José-Manuel Thomas Arthur Chao, mejor conocido como Manu Chao, participó en el Festival de Cine en Guadalajara.

Durante una rueda de prensa, Manu Chao lanzó una crítica en contra de las autoridades debido a los actos de represión y violencia ocurridos durante la protesta social en Atenco, en mayo de 2006.

    “Lo que está pasando en Atenco, de cierto modo, es un terrorismo de estado. (Las autoridades) están diciendo: 'mira, que nadie diga nada cuando vengamos a despojar de las tierras porque, cuidado, que lo que les va a pasar es lo mismo que les pasó en Atenco'” ~ Manu Chao

Los dichos habrían violentado el citado artículo 33 constitucional que estipula que ninguna persona extranjera puede participar en asuntos políticos del país.

A pesar de que por parte del gobierno no se hizo ningún pronunciamiento oficial, el músico salió de México y desde entonces no ha vuelto a pisar el país para realizar un concierto u otro evento.

 

 

 

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Egaña | Félix Likiniano, Miliciano de la Utopía

Les invitamos a leer esta semblanza publicada por Naiz, misma que Iñaki Egaña dedica a uno de los personajes más trascendentes en la lucha del pueblo vasco por su liberación, el anarquista Félix Likiniano.

Adelante con la lectura:


Félix Likiniano, miliciano de la utopía

Iñaki Egaña

Este jueves 22 de diciembre se cumplen 40 años de la muerte de Felix Likiniano. En compañía de su eterna pareja Casilda Hernáez, compartió los ideales anarquistas y vivió la Sublevación de Octubre, la guerra civil, la resistencia contra el nazismo y el nacimiento de ETA, cuyo anagrama diseñó en 1977. Fue también el precursor de la expresión ‘Aurrera bolie’, luego adjudicada a Txomin Iturbe.

Félix Likiniano nació en Eskoriatza, aunque su familia se trasladó pronto a Arrasate. Hijo de Pedro José y Máxima, con tres hermanas y dos hermanos que también fueron pioneros en la difusión del anarquismo en Gipuzkoa. José Antonio, afiliado a la CNT que murió en Peñas de Aia combatiendo a los carlistas navarros, en agosto de 1936, con apenas 19 años, y Eduardo, que podía haber sido protagonista de una novela de John le Carré ya que estuvo infiltrado en Falange hasta que se destapó su juego, después de que los anarquistas les robaran una partida de fusiles llegados desde Iruñea.

Félix, que había nacido en enero de 1909, se afilió a la CNT cuando realizaba el servicio militar en los cuarteles de Loiola, en 1930. Cuarteles que, por cierto, años más tarde, en julio de 1936, asaltaría en compañía de otros compañeros para llevarse las armas. En 1934 fue detenido y condenado a 15 años de prisión con motivo de la Revolución de Octubre, por su apoyo a los mineros asturianos. Salió de prisión con la amnistía del Frente Popular, en febrero de 1936, y se ubicó en Donostia, junto a su compañera Casilda. Con un objetivo definido: preparar grupos de acción, al igual que lo hacían los comunistas, para enfrentar al fascismo que amenazaba.

Los grupos vascos de choque anarquistas, con un máximo de 20 integrantes, tomaron nombres extravagantes: Los Desesperados, La Buena Voluntad, Los Tarzanes Libertarios… En la capital guipuzcoana, los Likiniano crearon el suyo propio: Dinamita. Siguiendo la tradición. Años atrás, un grupo llamado Los Justicieros, con Buenaventura Durruti y Gregorio Suberviola, habían intentado un magnicidio en Donostia, con Alfonso XIII de víctima. Con un túnel, al estilo del que ETA realizó ya en 1973 para terminar con la vida del entonces presidente español, el almirante Luis Carrero Blanco.

Guerra y franquismo

Con la sublevación militar, Eduardo, Félix y Casilda tomaron parte de la defensa donostiarra. Desde la sede de la CNT en la calle Larramendi pararon la entrada militar en la ciudad, junto a dos centenares de jóvenes, y más tarde fijaron su cuartel general en la iglesia franciscana del barrio de Egia. La guerra llevó a Eduardo a Bilbao y fue detenido en Santoña. Cumpliría pena en Puerto de Santa María. Félix y Casilda, en cambio, cruzaron la muga y de Hendaia viajaron hasta Barcelona, donde se reincorporaron a la contienda en el frente de Aragón. Sobrevivieron, como contaban, de casualidad. La muerte les rondó durante dos años.

Ambos huyeron en 1939 de Girona a Perpignan y fueron internados en el campo de concentración de la playa de Saint Cebrià. Con las negociaciones de Telesforo Monzón, los vascos de Argelers de la Marenda y Saint Cebrià, en la Cataluña francesa, fueron trasladados al campo de Gurs, en el Bearne, a pocos kilómetros de Zuberoa. Félix y Casilda continuaron hasta Baiona, donde la sede del Gobierno vasco había sido abandonada. Con el archivo hicieron una hoguera que ardió durante una noche para evitar que los nazis que avanzaban pudieran informar a Franco del contenido de la documentación.

Luego a Burdeos, sin techo, y finalmente a Lorient, en Bretaña, donde Félix trabajó en la construcción de una base submarina para el Reich. La personalidad de los Likiniano volvió a surgir y recordando la infiltración de su hermano Eduardo, Félix se familiarizó con los ocupantes, de quienes obtuvo abundante información que enviaba a Inglaterra y, más tarde, directamente a la Resistencia. De Lorient la pareja se trasladó a París, donde contactó con la clandestina CNT y en 1943 se mudaron a Biarritz, a la vivienda en la que pasaron ambos el resto de sus días. Casilda falleció diez años más tarde que Félix, ya en agosto de 1992.

Durante el franquismo, la fractura en el anarquismo fue notoria. Félix Likiniano, Manuel Chiapuso y Cándido Armesto fueron los artífices de la creación de una CNT vasca. Hasta entonces, Gipuzkoa, Araba y Bizkaia estaban integradas en la CNT del Norte y Nafarroa en la de Aragón. Pidieron incluso la entrada en el Gobierno vasco en el exilio. Fracasaron en la creación del Partido Libertario. Félix comenzó a trabajar en el camping de Biarritz.

El origen de ETA

En el camping recibió a los primeros refugiados de ETA con los que en un principio no tuvo demasiada relación. Sin embargo, la siguiente oleada fue definitiva para mostrar su sintonía con los nuevos refugiados. Sus palabras fueron todo un síntoma: «Llevábamos dos décadas esperando que la lucha y caída de Franco llegara desde el exterior y finalmente la misma se ha producido desde el interior. Además, llegan de mi pueblo, Arrasate, y hablan en euskara». Fue en su camping donde se reagruparon los autores del atentado contra el almirante Carrero Blanco, en una imagen icónica, con Argala en el centro del grupo.

Cuando murió el dictador, que coincidió con su jubilación, Likiniano se hizo previsible en sus relaciones. Caminata matutina por el paseo marítimo de Biarritz, visita a la librería Nafarroa para observar las novedades y seguir llenando su casa de libros y luego unos txikitos. Y pincho de tortilla con Casilda.

Comenzó a cruzar la muga hacia el sur, después de 40 años, y llegaba los sábados a Amara Viejo, en Donostia, donde quedaba con una cuadrilla de los de la guerra, de ANV: Pepe García, Sansinenea, Calvillo e Isidro Susperregi, al que luego mató la Policía en una manifestación pro amnistía. Al poteo asistía también Marcos Azkarate (padre de Miren, la que fue consejera del Gobierno vasco), comandante de un batallón del PNV durante la contienda y detenido más tarde por ser correo de ETA. También, en verano, Manuel Chiapuso, que bajaba de la Sorbona donde impartía clases, hasta Biarritz y Donostia.

Félix Likiniano y Casilda Hernáez pertenecieron a una generación que sobrevivió a la guerra y al nazismo y contestaron con las nuevas generaciones que devolvieron a la sociedad vasca el sentimiento y la dignidad de la lucha por sus derechos colectivos y sociales. Likiniano, que jamás concedió una entrevista, compartió inquietudes con otros que pertenecían al bando de los «perdedores» de la guerra, sin reconocer por ello una derrota definitiva: Telesforo Monzón, Miguel Amilibia, Marc Legasse, Lezo Urreztieta, Eli Gallastegi, Piarres Larzabal, Kepa Ordoki…

Su entierro en el cementerio de Biarritz condensó a decenas de refugiados clandestinos, algunos de los cuales serían años después detenidos y condenados a largas penas de prisión. Familia, Comité de Refugiados, KAS, Herri Batasuna, la Sociedad Donosti Berri (donde se reunía con sus amigos los sábados), CNT y… Joseba Merino (superviviente dos años después en la emboscada de Pasaia) le pusieron esquelas en ‘Egin’.

Likiniano pintó cientos de cuadros, algunos expuestos por primera vez en Donostia en 2014. En noviembre de 2022, anunciando el aniversario de su muerte, otra exposición sobre su obra se ha desarrollado en Baiona. Se anuncia un recorrido de su obra por Euskal Herria para 2023.

En septiembre de este año, se presentó el documental del director Juan Felipe ‘Casilda, el eco de otros pasos’, en los que su relación con Félix traspasa la película. En 1994, la recientemente fallecida Pilar Iparragirre publicó el libro ‘Félix Likiniano, miliciano de la utopía’, trabajo en el que el propio Félix desgranó lo más profundo de su pensamiento y, sobre todo, de la praxis revolucionaria.

 

 

 

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