Un blog desde la diáspora y para la diáspora

martes, 30 de junio de 2020

El Cambio en Iparralde

Así como Gara ha dedicado una editorial al cansino escenario electoral en la CAV donde todo está atado y bien atado, también ha hecho espacio para dedicar una al vuelco que se ha presentado en Iparralde.

Lean por favor:


Los resultados de la segunda vuelta de las elecciones municipales en Ipar Euskal Herria han resultado espléndidos para las candidaturas abertzales y de izquierdas. Han sumado las alcaldías de Ziburu, Itsasu y Urruña a las de Ustaritze y Baigorri, además de estar presentes en los gobiernos de coalición de Hendaia y Senpere. Su influencia política también crece en el resto de municipios, desde Baiona hasta Maule, donde el comunista Louis Labadot deberá mirar a los abertzales de izquierda si quiere dar un cambio real y profundo a las políticas públicas de la capital de Zuberoa.

Es un cambio catártico. Por supuesto, es el resultado de un trabajo de años, sostenido e inteligente. De base, transversal e intergeneracional. Trabajo militante tradicional, pero con gran capacidad de adaptación. Endógeno, pensado desde y por el territorio, para la gente que lo habita. No solo pensar, no solo decir, sobre todo hacer. Trabajo, mucho trabajo. En relación a la clase política, los y las militantes abertzales han estado abiertas a hablar y cooperar con el resto de fuerzas. Aquellos representantes que han dado ese paso han podido comprobar que detrás hay una cultura política potente, honrada, eficiente y muy comprometida. Eso se ha transmitido socialmente. Gente de fiar, sacrificada y comprometida. El mandato compartido a favor de la resolución, del desarme y de los derechos de los presos es una buena muestra de esa forma de hacer las cosas.

En este sentido, el primer mensaje en redes sociales del alcalde de Baiona, Jean-René Etchegaray, fue para denunciar la injusta condena contra Mikel Barrios y para sumar su apoyo a la delegación que acompañó al joven iruindarra hasta las puertas de la prisión de Mont de Marsan. Qué contraste entre este lehendakari y otros. Si se les da una oportunidad, la altura de miras, el liderazgo, el compromiso y la honestidad son valores políticos contagiosos. El influjo de la militancia abertzale se nota y, pese a la partición y los acomplejados, se expande por todo el país.








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«Hola, soy una Muleta»

Se acerca el 12J y en la CAV los diferentes actores políticos ya se mueven en sus respectivos tableros.

Si la clase obrera no apuesta decididamente por un cambio de raíz -y eso incluye a los ambivalentes pensionistas que salen combativos a las calles lunes tras lunes pero luego mansamente votan por los mismos en la intimidad de la urna- entonces todo seguirá exactamente igual.

En ese sentido, Gara nos ofrece este análisis de la situación:


Las muletas existen desde siempre. Hay evidencia de que se utilizaban ya en el Egipto de los faraones. Francamente, tampoco es el invento más creativo de la humanidad. Un cojo trata de buscar un punto de apoyo externo casi de forma natural, y un palo no necesita demasiada elaboración. Pese a ello, ni corto ni perezoso, un ingeniero francés llamado Emile Schlick patentó por primera vez la muleta el 23 de octubre de 1917. «Hola, he inventado la muleta».

En política, las muletas tampoco son nada nuevo. Una tribu, un rey, un conquistador, un conspirador, un político, un partido… casi siempre necesitan alianzas con entidades menores para apoyarse en su camino al poder. En el caso de la CAV, la entente entre PNV y PSE, cojo y muleta, ha adquirido una carta de naturaleza de tal tamaño que los de Idoia Mendia están en disposición de acudir a la oficina de patentes y darle una vuelta de tuerca a Schlick. «Hola, soy una muleta».

En teoría de juegos, se habla de equilibrio cuando ninguno de los jugadores tiene incentivos para cambiar de estrategia. Ni PNV ni PSE los tienen a día de hoy. Los primeros, claro está, porque por muy fuertes e invencibles que se presenten, nunca han logrado una mayoría absoluta. Parte del embrujo de la política en la CAV –la última muestra ha sido la gestión de la pandemia– es que el PNV actúa como si tuviera 38 diputados en Gasteiz. No los tiene.

Es más debatible por qué el PSE no encuentra incentivos para dejar de ser un punto de apoyo y reivindicarse como partido autónomo. Puede ser la falta de ambición política, la posibilidad de repartir cargos y decidir sobre una ínfima porción del presupuesto público, o el prestarse como moneda de cambio para blindar el apoyo del PNV en Madrid, que es donde al fin y al cabo el PSOE se juega las habas. Puede ser, probablemente, una mezcla de todos estos elementos.

Pero también juega su papel la ausencia de una alternativa articulable a día de hoy. Una de las características que convierten la del 12 de julio en una cita más o menos aburrida es que lo que tiene que ocurrir para que haya un cambio ya ha ocurrido en términos electorales. Y volverá a ocurrir, muy probablemente. Las urnas ya han dado su visto bueno a otros equilibrios, pero esas aritméticas no se han articulado políticamente.

¿Qué queda entonces? Mucho camino por recorrer para reforzar electoralmente y hacer viable políticamente esa alternativa. Paciencia y perspectiva como antídoto contra el fatalismo, Ipar Euskal Herria como remedio contra la resignación, y como brújula un recordatorio: un cojo apenas sabe andar sin muleta.








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«Normalidades» Post SARS CoV-2

No, tras la crisis global causada por la pandemia del SARS CoV-2, definitivamente no se volverá a la normalidad por un muy buen tiempo... y sería mejor que nunca lo hiciéramos.

Para puntualizar lo antes señalado traemos a ustedes este escrito dado a conocer en el portal de Naiz:

Un plan de choque para huir de las «normalidades»

Júlia Martí Comas y Txapu Martín Urreta | Miembros de OMAL y de Euskal Gune Ekosozialista respectivamente

«Se acercan las elecciones y en las próximas semanas, nadie, desde ninguna institución oficial vasca, va a dirigirse a la ciudadanía para confesar verdades tan evidentes como que: ‘El hecho de que el covid-19 esté teniendo profundos impactos tanto a nivel humano como económico se debe, en gran medida, al modelo de desarrollo global dominante, consolidado también en Euskal Herria. Un modelo que, para su mantenimiento, depreda la naturaleza y genera, entre otros trastornos, crecientes impactos y desequilibrios ambientales con graves costes sociales’».

Este mensaje es parte del manifiesto firmado por más de setecientos profesores y profesoras de las universidades vascas y casi doscientos agentes de nuestra sociedad civil, en el que solicitan un cambio radical de rumbo de la economía vasca y, paralelamente, de nuestro metabolismo social. Proponen, por tanto, un cambio, tan audaz como imprescindible, si lo que de verdad se quiere es detener la emergencia climática, hacer frente a posibles nuevas pandemias y, sobre todo, no dejar a nadie atrás.

Como ejemplo descarnado de esa economía depredadora y de la necesidad urgente de un cambio de rumbo, hoy –a falta todavía de un informe oficial– sabemos por la prensa que en el vertedero de Zaldibar se advierten ya posibles delitos, no solo por parte de la empresa –que hacía negocio con el riesgo publico– sino también en cuanto a la obligatoria tutela que le correspondía al Gobierno Vasco.

Así que no esperen debates en EITB, cuestionando el poder corporativo, tal como hace el citado manifiesto, ya que ni siquiera se dará noticia oficial de su existencia. La consigna gubernamental es ignorar este crucial posicionamiento de gran parte del ámbito universitario. La ciudadanía no debe enterarse de que las científicas y científicos de nuestro país han decidido implicarse en el debate, y reclaman: «Abandonar el modelo de desarrollo centrado en el crecimiento agregado del Producto Interior Bruto (PIB), diferenciando los sectores productivos que pueden crecer y por tanto necesitan inversión (por ejemplo los sectores públicos esenciales como educación, salud, energía y materiales sostenibles), de otros sectores que deben decrecer debido a su insostenibilidad o a su papel en el impulso excesivo del consumo no-esencial (especialmente asociados al uso de los combustibles de origen fósil o nuclear, minería, etc.)».

Y que, en consecuencia con ese cambio de modelo, proponen: «Fomentar, desde las instituciones públicas, políticas de producción, consumo e inversión que tengan en cuenta los límites ecológicos y eviten generar una deuda injusta e inasumible para las generaciones futuras. A su vez, en el marco del establecimiento de una renta básica universal, se ha de desarrollar un sistema de cuidados donde las personas estén en el centro, reconociendo nuestra vulnerabilidad e interdependencia».

En esa misma línea de pensamiento se han pronunciado la Coordinadora Feminista «Bizitzak erdigunean» y el Movimiento Feminista de Bilbao, que reclaman soluciones ante una crisis que hace estallar y pone en evidencia la precariedad del actual modelo de cuidados. Desde la emergencia sanitaria en las residencias, hasta la falsa conciliación del teletrabajo, pasando por el desamparo de las trabajadoras de hogar. Por ello demandan soluciones feministas a la crisis reproductiva agravada durante el confinamiento, y que pasan por: garantizar un trabajo digno a trabajadoras de hogar y trabajadoras de servicios públicos de cuidados, asi como por garantizar políticas integrales y eficaces de intervención para las mujeres en situación de violencias machistas, y frente al racismo. En este sentido, defienden un sistema público-comunitario de cuidados, que permita reorganizar los trabajos socialmente necesarios y dignificar las condiciones de vida y de trabajo.

Por otra parte, los y las investigadoras impulsoras del manifiesto recomiendan, para mejorar los ingresos y redistribuir los gastos: «Diseñar e implementar una fiscalidad ambiental progresiva para desincentivar la sobreexplotación de los recursos naturales y a su vez hacer frente a la crisis climática y a la degradación de los ecosistemas. Este también será un instrumento estratégico para financiar la transición ecológica que necesariamente requiere inversión en ciencia y tecnología». Justo lo contrario de lo que exige la patronal, en sus cotidianas homilías preelectorales, desde la radio-television pública vasca.

Pero, la radical discrepancia de los y las firmantes del manifiesto con las actuales políticas oficiales no acaba aquí. También urgen a las autoridades a: «Abandonar el modelo de movilidad basado en grandes infraestructuras y modos de transporte insostenibles, que generan grandes costes ambientales, económicos y sociales. Se debe imponer una moratoria a las grandes inversiones en infraestructuras para priorizar los servicios esenciales que se requieren tanto en este momento como en el futuro. Es imprescindible diseñar un nuevo modelo de movilidad que sea significativamente menos agresivo con el medio ambiente y de menor derroche energético, con un peso mayor de la movilidad no motorizada y del transporte público y centrado en la creación de redes de cercanía».

Y, en su ultimo párrafo, piden: «Transformar el sistema agrícola y alimentario con el objetivo de avanzar en la soberanía alimentaria basada en la agroecología que asegura la conservación de la biodiversidad, la producción de alimentos sostenibles y locales, basados en condiciones de trabajo dignas; esto requiere una ordenación del territorio y la relocalización de las cadenas globales de producción y distribución de alimentos que impulsen la relación de cercanía entre productores y consumidores y donde la biodiversidad, el agua y el entorno natural estén en equilibrio con los núcleos poblacionales y sus procesos de urbanización y ruralización».

En este manifiesto, que defiende una economía ecológica como parte de la solución a la crisis civilizatoria en la que estamos inmersos, se propugna como herramienta el auzolan, consejo que compartimos. La única forma de cambiar el rumbo es con implicación y trabajo colectivo. Creando mayorías transformadoras que nos permitan recuperar el sentido de la palabra auzolan, frente a los intentos gubernamentales de resignificar el concepto en su beneficio. El auzolan que necesitamos para esta transformación urgente es, por ejemplo, el que han puesto en práctica las redes de cuidado y apoyo mutuo de barrios y pueblos, que han demostrado que se puede dar otro sentido, no mercantilizado, al trabajo. Que podemos organizarnos para garantizar la sostenibilidad de la vida, con proyectos y redes arraigadas, que respondan a las necesidades reales y urgentes de las personas.

Por ello, recogiendo con ilusión su sugerencia, proponemos «enredarnos» con quienes quieran comprometerse con este cambio. Necesitamos un plan de choque –antes y después de las elecciones– para no seguir suicidándonos, en esta eterna normalidad que nos destruye.

Cuando los viejos partidos de la «normalidad» insisten en recetarnos sacrificios, para que volvamos a la injusta vida anterior, nuestras científicas y científicos están apuntando una ruta de esperanza. Ahora, el auzolan urgente es rectificar el mal rumbo actual.







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Mikel Barrios en Mont de Marsan

Eso a lo que llaman "comunidad internacional" debiera estar profundamente avergonzada por lo que acaba de suceder.

A 9 años de que se llevara a cabo la Conferencia de Paz gestionada por la hoy desaparecida Lokarri, reunión de altísimo nivel avalada por muchos representantes de esa tan cacareada "comunidad internacional", misma que fuese el catalizador para el inicio del proceso de DDR (Desarme, Desmovilización y Reintegración) de la organización antifascista vasca ETA, la numeralía de presos políticos vascos sigue siendo una mancha en el rostro de todos aquellos que clamaron que "sin violencia todo era posible".

Hoy, lejos de proceder a excarcelaciones basadas en principios humanitarios y sin que se vislumbre por ningún lado la necesaria implementación de una estrategia de Justicia Transicional, la cantidad de presos en lugar de decrecer se ha incrementado con el ingreso a prisión de Mikel Barrios. Simplemente demencial.

Aquí lo que nos informa Naiz:


A primera hora de esta tarde ha entrado en la prisión Mont de Marsan el vecino de Iruñea Mikel Barrios, para cumplir una condena de cinco años que ha sido fuertemente contestada por el movimiento institucional y social de Ipar Euskal Herria. La denuncia y la solidaridad han llegado hasta esos mismos muros.

Haritz Larrañaga

Representantes políticos y también civiles han acompañado al vecino de Iruñea Mikel Barrios hasta la cárcel de Mont de Marsan, para cumplir la condena de cinco años. Le fue impuesta la pasada semana de modo fulminante y siguiendo el guión de una Fiscalía empeñada en cuestionar la evidencia del desarme y posterior disolución de ETA.

Ante esos muros, electos y representantes civiles han expresado su hartazgo, aunque en tono sereno. El Artesano por la Paz Mixel Berhokoirigoin ha considerado que «tendremos que abrir otra fase para romper esa pared que tenemos enfrente». Y Anaiz Funosas (Bake Bidea) ha incidido en que «no aceptaremos que el Gobierno francés lleve este proceso de paz a un ‘impasse’, después de haber tomado tantos riesgos para ello». La contundencia de la denuncia no se ha traducido en impotencia; todos los intervinientes se han mostrado convencidos de que cualquier obstáculo será superado por el impulso ciudadano y político vasco, aunque este sin duda «es un mal día».

También ha tomado la palabra el nuevo alcalde de Itsasu, Mikel Hiribarren, con un mensaje especial tanto en lo político como en lo personal, puesto que Barrios ha vivido hasta ahora en esta localidad. Ha destacado su actitud en estos meses en que ha tenido que esperar a juicio con una pulsera telemática inicialmente y ha denunciado la tropelía que se consuma.

Tras la noche electoral en que ha sido reelegido como alcalde de Baiona, el presidente de la Mancomunidad Vasca, Jean-René Etchegaray, no ha podido acudir hasta Las Landas pero sí ha dejado un claro mensaje de «solidaridad plena» en las redes sociales.

 

Tras este acto, Mikel Barrios se ha quedado con su familia para una despedida más íntima antes de cruzar los muros de la cárcel.

Ya el pasado sábado, 600 ciudadanos se sumaron a una cadena humana celebrada en Donibane Lohizune para hacerse oír, remarcando que la sociedad que ayudó al desarme de ETA y a la que el presidente galo Emmanuel Macron prometió que acompañaría en el proceso emprendido «no aceptará de ninguna forma que se condene a morir en prisión» a Jakes Esnal, de 69 años de edad, con 30 años de prisión cumplidos, y cuya excarcelación reitera de forma persistente la Fiscalía Antiterrorista.

En esa movilización, que marcó un punto de partida hacia «la construcción de una nueva estrategia que sirva para superar el bloqueo que impone París y llevar hasta el final el proceso de resolución», se evocó también el caso de Mikel Barrios.

En entrevista con GARA, el iruindarra liga precisamente con ese bloqueo el encarcelamiento que sufre ya.






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lunes, 29 de junio de 2020

Los Libros de Patxi Abrisketa

Desde Noticias de Navarra traemos a ustedes estos apuntes biográficos del jeltzale exiliado Patxi Abrisketa:


El jeltzale bilbaino Patxi Abrisketa acumuló 11.000 libros en su exilio colombiano que donó a instituciones vascas de manera desinteresada

Iban Gorriti

La Guerra Civil llevó al exilio a cerebros prodigiosos. Uno de ellos fue el del bilbaino Patxi Abrisketa Irakulis. Tras su paso fugaz por Estados Unidos, se estableció en Colombia y llegó a atesorar 11.000 libros en ocho lenguas con temática vasca. Fue delegado del Gobierno vasco y amigo de célebres personalidades como el Premio Nobel Gabriel García Márquez, de quien siempre guardó una anécdota.

Aquellas estanterías volaron a su Bilbao del alma en su retorno a Euskadi el 12 de julio de 1984, tres décadas después de su viaje al otro lado del Atlántico. En una entrevista elaborada hace décadas, Abrisketa le hizo saber al periodista Antxon Urrosolo que acumulaba seis toneladas de papel y 200 metros cuadrados de referencias bibliográficas.

El publicista y apasionado de la heráldica Endika de Mogrobejo informaba en un obituario que dedicó a su amigo de que Patxi hizo entrega gratuita y desinteresada de este tesoro a las bibliotecas de la Universidad de Deusto (Bizkaia), Parlamento Vasco (Araba), Archivo de la Comunidad Benedictina de Lazkao (Gipuzkoa) y Museo Vasco de Baiona (Lapurdi). Fueron, finalmente, un total de 9.860 libros. "No hay que olvidarse de que Abrisketa disponía de la más importante biblioteca bolivariana", subrayaba el también bilbaino. Con más de 4.000 volúmenes, estaba catalogada como la más importante del mundo en su género.

Además de Gabriel García Márquez Gabo, compartió amistad con José Vicente de Katarain, un flamante editor colombiano, e incluso a su muerte se encargó un busto de su persona a Jorge Oteiza. Antxon Urrosolo lo visitó en Colombia y volvió a encontrarse con Abrisketa en Bilbao. El economista vizcaino detalló al cronista que por una casualidad no llegó a ser profesor de Gabo en la Universidad. Sí lo fue, por ejemplo, del presidente Pastrana. "No fui profesor de Estadística de García Márquez por un año, porque dejé la cátedra para ir a Washington, como funcionario de la Unión Panamericana". En su ausencia, el alumno suspendió la materia. En un encuentro, el vasco le dijo al colombiano: "Usted se libró de que yo le aprobara estadística por un año". Rieron y recordaron lo difícil que fue para Patxi dejar atrás su Euzkadi de la guerra.

Patxi estimaba que aquel golpe de estado de 1936 dio un giro importante a su existencia y a la de tantos de su generación. De hecho, el bilbaino fue parte junto a su hermano Patxuko de la sección de Industrias Movilizadas del Gobierno vasco, a las órdenes de Raimundo Abando. Cuando cayó el Cinturón de Bilbao, Abando encargó a Patxuko la misión de salvar los planos del material de guerra, pero "él, que prefería quedarse en Bilbao, delegó en mí esta tarea". Y Patxi, a sus 23 años, cumplió el reto. Le encomendaron trasladar los legajos hasta Valencia para entregárselos a Indalecio Prieto, responsable republicano de la materia. El jeltzale Manuel de Irujo hizo de intermediario.

En Puigcerdá, se incorporó a un tren cargado de monjas y de curas, que aunque no iban vestidos con hábito, "no podían despistar su condición", le narró a Urrosolo. Pasado a Francia escribió a distintos países de América latina pidiendo ayuda. Dos amigos de la universidad de Deusto le enviaron un contrato de trabajo para Colombia. En París se compró un traje y partió.

Instalado en Bogotá, según Mogrobejo, Abrisketa fue profesor de la Universidad, militante activo del PNV y, durante años, delegado del Gobierno vasco en la capital colombiana. Él, que había nacido en Bilbao el 10 de octubre de 1913, y bautizado en San Vicente Mártir de Abando.

Gerente de multinacionales

En lo profesional, el hijo de Francisco de Abrisketa y Aretxabaleta, natural de Trapagaran, y de Josefa Irakulis Bilbao, de Amorebieta, fundó la cátedra de Estadística de la Universidad de Bogotá y fue gerente de importantes multinacionales.

"Su casa siempre estuvo abierta a cualquier vasco, a quienes recibía en el aeropuerto, les daba posada o les enseñaba la ciudad", enfatizan quienes lo conocieron bien. Era además vicepresidente de la Sociedad Bolivariana y fue impulsor de los actos organizados en Euskadi en 1983, año del bicentenario del nacimiento del libertador.

"Patxi fue embajador y albacea de todo lo vasco en el Caribe", valoraba Urrosolo. En la misma línea se expresa en estos días el exsenador del PNV Iñaki Anasagasti, quien reivindica la figura del economista. "De él, destaco tres vertientes: que tuvo un puesto de responsabilidad durante la guerra. Dos, su exilio y cargo de delegado del Gobierno vasco en Bogotá. Y tres, como erudito, presidente de la Sociedad Bolivariana tanto de Bogotá como en Bilbao, y su incomparable biblioteca que dispersó por los diferentes herrialdes. ¡Tenía una personalidad fantástica!", concluye Anasagasti.






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Triunfos Abertzales en Iparralde

Naiz ha publicado esta nota en la que se mencionan los avances que la izquierda abertzale ha tenido en Iparralde durante el proceso electoral de ayer domingo 28:


La victoria de Jean-René Etchegaray en Baiona y las alcaldías logradas por los abertzales de izquierda en Ziburu, Urruña e Itsasu en una jornada histórica para el soberanismo son algunas de las muchas notas destacadas en la segunda vuelta de las elecciones municipales de Ipar Euskal Herria.

Iñaki Altuna

Jean-René Etchegaray (53,8%) seguirá siendo alcalde de Baiona durante los próximos años al imponerse en la segunda vuelta a la lista de Henri Etcheto (46,2%), del Partido Socialita.

Etchegaray ganó con facilidad la primera vuelta, pero las expectativas de Etcheto habían subido para este domingo. Las segundas vueltas las carga el diablo. Al final, Etchegaray ha ganado y podrá aspirar, si así lo decide, a seguir presidiendo la Mancomunidad de Ipar Euskal Herria.

Después de que la alcaldía de Angelu quedara despejada en la primera vuelta, como sucedió en la gran mayoría de las localidades de Ipar Euskal Herria], la otra ciudad del BAB donde se concentraba mucha de la atención de esta jornada era Biarritz. Finalmente se ha impuesto la derechista Maider Arosteguy.

Estaba en juego también la capital de Zuberoa. En Maule ha ganado la lista del comunista Louis Labadot, con lo que termina el mandato del alcalde Michel Etchebest.

Jornada histórica para los abertzales

El municipio de Ziburu tendrá a partir de ahora un alcalde abertzale, Eneko Aldana. Jamás había ocurrido antes. También Urruña tendrá un primer edil abertzale, Philippe Aramendi. Tampoco había sucedido nunca. Son dos localidades de más de 6.000 y 9.000 habitantes, respectivamente. No son pueblos pequeños como los que abundan en Ipar Euskal Herria.  Tanto en Ziburu como en Urruña las alcaldías son arrebatadas a la derecha.

Itsasu también ha sido para una candidatura abertzale. Esta victoria era menos esperada que las dos anteriores. La localidad, de más de 2.000 habitantes, es un símbolo para el abertzalismo, pues fue donde el movimiento Enbata celebró el primer Aberri Eguna en Ipar Euskal Herria con la lectura de la denominada Carta de Itsasu. Un hito del movimiento abertzale. La simbología en este caso resulta también evidente.

Además, los abertzales han logrado mantener en esta segunda vuelta la alcaldía de Uztaritze, que lograron hace seis años en otro hito histórico. Capital de Larpudi en su día y con más de de 6.000 habitantes, Uztaritze tendrá de nuevo como alcalde a Bruno Carrere.

En algunas localidades se cumplieron las previsiones, como en el caso de Hendaia, donde ganó Kotte Ezenarro coaligado para esa segunda vuelta, entre otros, con los abertzales, y en otras había más dudas, como en Senpere. La apuesta de los abertzales también ha salido bien en esta última localidad, donde han llegado coaligados con el hasta ahora jefe de la oposición y futuro alcalde, Dominique Idiart. Han logrado desplazar al alcalde Pierre-Marie Nousbaum, de derechas.

Hoy también se decidían los ayuntamientos de Azkaine, Aldude, Amenduze-Unaso, Bidaxune, Bildoze-Onizepea, Bokale, Landibarre, Larraine y Urketa. El resto de localidades se dilucidaron en la primera vuelta.







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EHU, Coronavirus y Globalización

No acostumbramos publicar el punto de vista del empresariado vasco pero en esta ocasión les compartimos lo publicado por Noticias de Gipuzkoa por las posibles ramificaciones que pueda tener en la diáspora vasca la implementación de la estrategia delineada en el texto.

Lean:


La  crisis económica derivada de la epidemia del COVID-19 va a suponer un cambio en el escenario mundial de los mercados que hasta ahora gravitaban en torno a un modelo de globalización desaforada y que de un día para otro ha dejado de ser un factor de competitividad para convertirse en un elemento que ha puesto de relieve las debilidades de las grandes potencias mundiales al descubrir su gran dependencia exterior por localizar en países asiáticos una parte importante de sus medios de producción.

Esta lección de humildad que como humanidad nos ha dado el COVID-19 al poner patas arriba en cuestión de unos pocos meses todas las estructuras económicas del planeta va a servir para que los países dirijan su mirada a preservar sus mercados interiores ante posibles contingencias similares y a relocalizar los medios de producción en zonas de influencia cercanas porque la robotización y la digitalización de las empresas está haciendo desaparecer un factor como el coste de la mano de obra que provocó el éxodo a Asia.

En este contexto, Europa tiene una gran oportunidad para reafirmarse en su proyecto de unión y mejorar sus estructuras políticas y económicas para situarse como un agente determinante en un mundo que debe buscar otro statu quo diferente y que la epidemia se ha encargado de recordar como son la brecha y la desigualdad social, la sostenibilidad de la economía, la igualdad de género, el cambio climático, etc.

En esa nueva Europa, Euskadi debe tener un peso específico dentro del marco de las regiones más prósperas del continente, ya que son sus países más desarrollados los principales clientes de nuestras empresas y el lugar donde nuestra economía siempre ha tenido una gran presencia. La relocalización de plantas productivas en Europa, con todo lo que ello significa de contar con proveedores más cercanos, puede suponer una gran oportunidad para nuestras empresas.

De la misma forma, Euskadi debe mirar más a Sudamérica como un área de influencia, no solo por lazos afectivos, que tienen mucho que ver con la diáspora y la presencia histórica de los vascos en el continente, sino porque este país está ejerciendo una gran labor transformadora al transferir el modelo de educación, cultura y conocimiento en las sociedades de esos países, a través de la Red Latinoamericana de Posgrado de la Universidad del País Vasco/Euskal Herriko Unibertsitatea. Una iniciativa que, en sus 23 años de existencia, ha formado a más de 2.000 alumnos en másteres de Derecho, Economía, Educación, Psicopedagogía, Filosofía, Políticas Lingüísticas, etc. y más de 200 doctores que realizaron sus tesis doctorales sobre asuntos relacionados con problemáticas de sus países de origen siguiendo estándares europeos de calidad.

El peso que tiene esta Red Latinoamericana de la UPV/EHU, que está presente en 20 universidades de 14 países de Sudamérica, desde México a Chile pasando por Brasil, Colombia, Perú o Puerto Rico, ha quedado patente con la celebración esta semana del I Conversatorio Internacional sobre "¿Cómo enfrentar nuestras crisis? Un desafío de gobernanza internacional, nacional y local". Gracias a la tecnología se pudieron reunir de manera virtual ponentes de la categoría y el prestigio del exlehendakari y director de Agirre Lehendakaria Center, Juan José Ibarretxe; el científico y presidente de Donostia International Physics Center (DIPC), Pedro Miguel Etxenike; así como los rectores de las universidades chilenas de Valparaíso y Bernardo O'Higgins, Aldo Valle y Claudio Ruff, respectivamente, y el presidente de la Fundación Chile Descentralizado, Heinrich von Baer. La República Dominicana, estuvo representada por el exrector de la Universidad Autónoma de Santo Domingo y vicepresidente del Partido Revolucionario Moderno, Franklin García, mientras que por parte de Puerto Rico estuvo presente el profesor y exparlamentario del Partido Independentista Puertorriqueño, Víctor García.

Todos ellos debatieron sobre el nuevo modelo de gobernanza que debe salir de esta crisis atendiendo a la particularidad de sus países y realidades políticas, aunque todos coincidieron en que la ciencia y la educación son dos factores importantes en la transformación de las sociedades. Ibarretxe se mostró pesimista sobre la posibilidad de que esta pandemia vaya a traer un cambio de gobernanza en el mundo e insistió en la existencia de una crisis axiológica en el sistema que impide la transformación hacía planteamientos más sostenibles. Etxenike, por su parte, situó a la ciencia y a la tecnología como parte de la solución al problema de gobernanza actual y como tal deben estar presentes y participar en las decisiones políticas.

Este seminario virtual, al que le seguirán otros dos sobre la vinculación de las culturas locales y los sistemas educativos y la reactivación de las economías locales, es una iniciativa que recoge el espíritu de la Red Latinoamericana de la UPV/EHU que, en palabras de su presidente y fundador, el catedrático emérito de la UPV/EHU, Francisco Javier Caballero, se basa en el "inalienable principio de la convivencia cultural comunicativa que proclama el respeto absoluto a las singularidades de cada país".

Por eso, la moderadora del seminario, la profesora y representante de la Red en Chile, Katherine López, destacó en su presentación la filosofía por la que una iniciativa de este tipo es capaz de mantenerse activa y generar propuestas desde el mundo académico después de tanto tiempo.

"No se trata de copiar ni de trasladar acríticamente a nuestra realidad las experiencias del País Vasco, ni la de otros países. Se trata de escuchar que nos dicen las claves que explican los notables resultados alcanzados por el pueblo vasco en muy pocas generaciones y de aprender de aquellos pilares que sustentan su modelo de desarrollo abierto al mundo a partir de culturas locales. Ello les ha permitido alcanzar un desarrollo humano y sostenible que hoy muestra a la Comunidad Autónoma del País Vasco con los mejores indicadores de equidad social, inclusión, participación colaborativa y descentralización del mundo", afirmó.

Esta Red Latinoamericana de la UPV/EHU y que es uno de los factores, entre otros, por el que la universidad vasca se sitúe entre las 400 mejores del mundo en el ranking de Shanghai, se configura como la mejor herramienta donde basarse la diplomacia vasca no solo a la hora de transferir conocimiento y educación, sino también como la mejor plataforma para la presencia y el desarrollo de nuestras empresas en Latinoamérica a la hora de encontrar oportunidades de negocio. El prestigio y la buena reputación que tiene la universidad vasca en Sudamérica es la mejor tarjeta de visita que puede tener una empresa para instalarse en ese continente.

Una herramienta que no ha sido lo suficientemente utilizada hasta ahora, tanto en el plano institucional y político como en el económico, y que es un activo de un gran valor que muchos países quisieran tener a la hora de desarrollar y potenciar su presencia en el mundo. Nunca es tarde.

La relocalización de plantas productivas en Europa, con todo lo que ello significa de contar con proveedores más cercanos, puede suponer una gran oportunidad para nuestras empresas.






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domingo, 28 de junio de 2020

Memoria y Revisionismo

Desde Gara traemos a ustedes este texto que pone al descubierto el asqueroso manejo de la memoria que hace el brutal régimen borbónico franquista:

Víctimas y víctimas

Jonathan Martínez | Investigador en comunicación

El pasado jueves era portada de la edición digital de “El País”. En un artículo firmado por Luis R. Aizpeolea, el diario anuncia como primicia lo que todo el mundo sabe desde hace sesenta años. Que la niña Begoña Urroz, víctima de una maleta explosiva depositada en 1960 en la estación de Amara, no murió a manos de ETA sino del DRIL. Como prueba definitiva, Aizpeolea aporta una investigación intempestiva del Memorial de Víctimas. Ni una palabra de investigadores como Iñaki Egaña, que hace más de diez años denunciaba en estas páginas la construcción de una mentira. Ni una palabra de Xavier Montanya, que en 2013 zanjaba el despropósito con un manojo de documentos policiales.

Durante los últimos años y contra todas las evidencias, los altavoces del relato oficial han difundido el bulo en un metódico ejercicio de propaganda. En 2015, cuando ya nadie aceptaba la fantasía de la autoría de ETA, el Gobierno español mantuvo su versión ante el Consejo de Seguridad de la ONU. Ya nadie sostiene lo insostenible pero tampoco hemos escuchado rectificaciones. Más bien al contrario, hemos asistido a algunas llamativas paradojas. “El País”, uno de los rotativos que más ha contribuido a propalar la noticia falsa, se reivindica ahora como riguroso verificador. Honorable rostro de cemento portland.

Para comprender cómo se afianza el bulo, es interesante echar la vista al pasado y examinar el contexto histórico. Aunque la falsa atribución a ETA cumple ya veinte años, es en 2010 cuando se consolida como mantra mediático. El 11 de marzo, los grupos políticos del Congreso acuerdan por unanimidad declarar el 27 de junio como Día de las Víctimas del Terrorismo. Dice la declaración institucional que han elegido ese día porque «hace 50 años ETA asesinó por primera vez» y nombran a Begoña Urroz. «Todo el mundo debe saber que la primera víctima de ETA fue una niña de 22 meses». Este atentado, lee el presidente Bono, «pone de relieve la vileza y la inmoralidad por sí solo de la banda».

¿En qué contexto histórico se difunde el bulo? Por entonces, Patxi López se hospeda en Ajuria Enea gracias al PP y a la ilegalización de partidos. El 16 de febrero, la izquierda abertzale publica el documento Zutik Euskal Herria y abre las puertas al desarme de ETA. El soberanismo vasco fragua una alianza de la que nacerá Bildu y Rubalcaba maquina para que no haya marcas independentistas en las elecciones. 2010 fue un año de redadas indiscriminadas. El Gobierno español tenía que escenificar que el fin de ETA no iba a llegar gracias al debate político o a la movilización ciudadana sino a la apisonadora policial. No les importó llenar las prisiones con acusaciones que después, en los juicios, se demostraban falsas.

Que el Congreso de los Diputados celebre el Día de las Víctimas del Terrorismo sobre la base de un bulo explica de qué madera está hecha nuestra democracia. Que ningún grupo parlamentario, ni uno solo, levantara la mano para cuestionar el despropósito resulta elocuente. Que todavía hoy, con el bulo desmentido, se siga manteniendo la farsa es un insulto a la inteligencia. Explica José Bono que fueron «todas las asociaciones de víctimas» quienes propusieron esa fecha «por unanimidad». Y aquí es donde llega la madre del cordero. ¿Qué asociaciones se erigen como totalidad de qué? ¿Qué víctimas exactamente se sienten representadas bajo esas siglas y qué otras víctimas, defenestradas por el discurso único, permanecen huérfanas de homenajes y reconocimientos?

Leo unas palabras de Robert Manrique, víctima de Hipercor, que protesta contra el cariz que ha tomado la ceremonia. Dice que otras víctimas se han desmarcado del acto. Dice que no se siente representado por Ángeles Pedraza, que ayer habló en nombre de las víctimas. El año pasado fue Mari Mar Blanco. Ambas vinculadas al PP. A Pedraza la enchufó Díaz Ayuso en tres cargos institucionales a cambio de unos jugosos 93.855 euros anuales. Manrique tiene palabras también para otros olvidos. Porque no ve rastro de asistencia a las víctimas del atentado de Las Ramblas de 2017. Y porque no cree que el oficialismo recuerde la investigación sobre los GAL.

El mismo Congreso que ayer aplaudía a las víctimas, a algunas víctimas, el pasado martes boicoteaba la investigación sobre Felipe González. PSOE, PP y Vox cerraron filas en torno al expresidente y dejaron en la estacada a todas esas familias que casi cuarenta años después siguen sin conocer la verdad. Covite y otros lobbies ultras protegen a González con el pretexto de que aún existen atentados de ETA sin esclarecer. Hace ya más de dos años que el Foro Social puso en entredicho el mito de la impunidad de ETA. A día de hoy, los GAL sigue siendo la organización clandestina con mayor porcentaje de crímenes no esclarecidos. El 37% para ser exactos. Les sigue en el ranking de impunidad el Batallón Vasco Español con un 24,3%.

Esta semana hemos recordado la llegada de los huesos de Joxean Lasa y Joxi Zabala al aeropuerto de Hondarribia. Fue un 21 de junio de 1995. En uno de los episodios más lamentables de la policía autonómica, y no son pocos los episodios que lamentar, la Ertzaintza decidió que era una buena idea moler a palos a los asistentes. También en el cementerio de Tolosa. Al día siguiente cayó Rosa Zarra con una pelota de goma en la cabeza y el recuerdo se estira hasta el callejón donde mataron a Iñigo Cabacas. Ni una ni otro merecen el aplauso del Congreso.

¿Qué tiene que ocurrir para que las autoridades españolas te consideren víctima? El 15 de octubre de 1983, la Guardia Civil secuestró a Lasa y Zabala en Baiona, los retuvo en el cuartel de Intxaurrondo, los torturó en la residencia del Gobernador Civil, los trasladó a un descampado de Alicante, los asesinó de tres tiros en la cabeza y los sepultó en cal viva. En 2017, el Tribunal Constitucional dictaminó que sus familiares no merecen el estatuto de víctimas del terrorismo. Hay verdades que se mantienen por sí solas. Por mucho que “El País” tarde sesenta años en descubrirlas.








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Situación de los Presos y Desescalada

Les presentamos esta editorial que Gara dedica a la situación actual de los presos políticos vascos, situación ya de por sí adversa que se ha visto aún más complicada dadas las características de la estrategia elegida para combatir la propagación del SARS CoV-2, situación que ha sido especialmente dura para sus familias y amigos.

Lean por favor:


Este es el primer fin de semana en el que algunos familiares de presos y presas vascas han podido ir a visitar a sus allegados, recluidos a cientos de kilómetros de Euskal Herria. Al contexto general de incertidumbre provocado por el coronavirus hay que sumar que estos viajes y estas visitas están sujetas a una terrible arbitrariedad, rasgo definitorio del sistema penitenciario.

Para empezar, los funcionarios de prisiones que se encuentren de guardia en cada cárcel pueden facilitar o complicar todo. Que las comunicaciones se hagan o no depende en gran medida de las decisiones o falta de decisiones de las direcciones de las prisiones. Por el momento, serán muy restringidas. Se aducen razones de seguridad y prevención, y nadie puede estar en contra de esos criterios de precaución. Pero en la cárcel siempre eligen la peor de las opciones. El principio «in dubio pro reo» no se aplica, precisamente con los reos.

En general, los presos y presas sufren la desidia de las diferentes Administraciones y están expuestos siempre a una gran indefensión. A todo eso hay que sumar un factor clave en el caso vasco: la distancia entre sus pueblos y el lugar donde están encerrados los presos, con todos los riesgos que eso conlleva. La dispersión lleva 16 familiares muertos en accidentes de carretera.

Si antes de la pandemia esta situación de alejamiento ya resultaba injusta y extemporánea, la excepcionalidad que vive el planeta convierte esa situación en inaceptable e insostenible. Con el estado de alarma, el confinamiento, el cierre de provincias y fronteras, con protocolos sanitarios inviables dentro de las cárceles… el sinsentido de esta política es aún más evidente.

No hay un solo argumento, salvo el deseo de venganza, que pueda explicar en términos de legalidad y justicia por qué todas estas personas no están en las cárceles que hay en los territorios vascos, dentro del proceso lógico y legal hacia su liberación. Esto se agrava en el caso de las personas enfermas, en grupos de riesgo, de edad muy avanzada y con condenas muy largas.

Existen un gran consenso y es oportuno

Alterar la inercia punitiva respecto a las consecuencias de la fase anterior del conflicto vasco es ahora más viable que nunca. En Madrid, el manifiesto de EH Bildu, PNV, Unidas Podemos, ERC, JxCat, Más País, CUP, BNG y Compromís de principios de mayo exponía claramente que hay que tomar medidas que van desde el acercamiento hasta la liberación urgente en los casos más serios y medidas alternativas a la privación de libertad. El Gobierno de Lakua pedía después al Ejecutivo español que se traslade a 300 presos vascos a Basauri, Martutene y Zaballa, por razones de salud pública.

Teniendo en cuenta que es previsible una segunda ola del virus en otoño, cada paso que se dé en la dirección de los derechos humanos y la salud pública evitará riesgos que suponen traumas y nuevas heridas para la convivencia, la justicia y la paz en Euskal Herria. Es ahora, es oportuno y es urgente.

Mandato claro y estrategia renovada

En un momento en el que los presos deberían estar regresando a Euskal Herria y siendo liberados en base a criterios de justicia transicional o, simplemente, de cumplimiento ordinario de las condenas, mañana el joven Mikel Barrios entrará en la cárcel de Mont-de-Marsan para cumplir una pena de cinco años por pertenencia a ETA. Un despropósito basado en un peligroso impulso político. El mismo que lleva a la Fiscalía Antiterrorista a recurrir la liberación acordada por el juez para Jakes Esnal, un preso con 30 años de cárcel a sus espaldas. Aquellos a quienes los anglosajones denominan «securócratas» siguen teniendo un gran peso dentro de los poderes del Estado francés y han apostado por bloquear todo intento de resolución en clave de derechos humanos.

Así lo ha constatado la delegación vasca, integrada por electos y miembros de la sociedad civil, que el lunes mantuvo una reunión con el Ministerio francés de Justicia. Valoran que estas decisiones judiciales «implican un riesgo real para el proceso de paz». Apuntan la necesidad de perfilar una renovada estrategia para «romper el muro que hoy bloquea el camino» avalada por la mayoría social y política de Euskal Herria. Hay que hacer efectivo ese mandato democrático. Si la crisis sanitaria ha dificultado muchas cosas, debería ser una palanca para facilitar que se impongan el sentido común y los derechos humanos.







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sábado, 27 de junio de 2020

Sin Aplausos para Pedraza

Los que se han negado a que se investigue a fondo el tema de los documentos desclasificados de la CIA que vienen a hacer válida la tesis acerca de la persona que se esconde detrás de la designación Sr. X de los GAL se siguen pensando que son los demócratas más demócratas del mundo entero.

Han hecho feos a la presencia de EH Bildu en el homenaje que en el Congreso de los Diputados de Españistán se hace a quienes perdieron la vida en acciones armadas por parte de la ya desaparecida organización antifascista ETA.

Aquí lo que nos informa EiTB:


Esteban (PNV) e Iñarritu (EH Bildu) se han sumado, puestos en pie, al minuto de silencio que se ha guardado, pero ninguno de los dos ha aplaudido el discurso efectuado por Ángeles Pedraza.

El Congreso de los Diputados ha celebrado este sábado el tradicional homenaje a las víctimas del terrorismo sin la presencia de algunas de las asociaciones.

Ni el Colectivo de Víctimas del Terrorismo (COVITE), que no ha acudido nunca desde que en 2010 se instauró este homenaje bajo el Gobierno de José Luis Rodríguez Zapatero, ni la Asociación de Víctimas del Terrorismo (AVT) ni tampoco la Asociación Plataforma de Apoyo a las Víctimas del Terrorismo (APAVT) han asistido al acto.

La novedad está en la ausencia de la AVT, que por vez primera se desmarca porque consideran que el Gobierno español da "protagonismo político y reconocimiento a los herederos del brazo político de ETA", al citar el pacto de reformas legislativas relevantes o la nueva política penitenciaria con "41 acercamientos" de presos a Euskal Herria. En su lugar, la AVT ha leído un manifiesto en la Plaza de las Cortes.

COVITE siempre alega las mismas razones para no asistir, como señala su presidenta Consuelo Ordoñez. "Homenajear a las víctimas del terrorismo en una institución en la que tienen representación partidos políticos que justifican la existencia de ETA y que no condenan la violencia terrorista es un ejercicio de cinismo".

Al acto han asistido representantes de las altas instituciones del Estado español, portavoces y parlamentarios de ambas cámaras, pero como ya pasó en 2019 no ha estado el partido de ultraderecha Vox por considerarlo un acto "de agravio" a las víctimas ya que, a su juicio, "no pueden homenajear a las víctimas ni Bildu, que aplaude a los asesinos, ni los socios de Bildu: PSOE y Podemos".

Postura de PNV y EH Bildu

El portavoz del PNV en el Congreso, Aitor Esteban, y el diputado de EH Bildu Jon Iñarritu se han sumado, puestos en pie, al minuto de silencio que se ha guardado en memoria de las víctimas, pero ninguno de los dos ha secundado el aplauso que ha recibido las palabras de la a vicepresidenta de la Fundación Víctimas del Terrorismo, Ángeles Pedraza.

Pedraza ha exigido que no se utilice la aritmética parlamentaria como "coartada para blanquear" a EH Bildu, a quien ha pedido no reconocer como "actor político" por no haber condenado los atentados de ETA.

EH Bildu ha señalado que con la asistencia este sábado del diputado Jon Iñarritu al homenaje a las víctimas del terrorismo, la coalición reitera "el compromiso inequívoco a favor del reconocimiento y de la reparación de todas y cada una de las víctimas, sin excepciones ni exclusiones".

Por primera vez, EH Bildu ha estado representada en "un lugar preeminente" compartiendo espacio con el resto de representantes de los partidos políticos que se han sumado a este reconocimiento.

Por su parte, la portavoz parlamentaria del Partido Popular, Cayetana Álvarez de Toledo, ha hecho un llamamiento a la “movilización ciudadana y a la movilización de los demócratas para que EH Bildu no tenga representación parlamentaria, ni en las instituciones locales ni en las instituciones nacionales". Arnaldo Otegi y Oskar Matute han respondido a Álvarez de Toledo a través de Twitter:









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Una Cadena Humana en Francia

Los Artesanos por la Paz han convocado a una cadena humana en favor de los presos políticos vascos en la localidad de Donibane Lohitzune en un intento por destrabar el componente de la reintegración tras haber culminado hace ya más de dos años tanto el desarme como la desmovilización dentro del proceso de DDR que ETA llevase a cabo dentro del marco del proceso de paz iniciado tras la cumbre realizada en el Palacio de Aiete allá en octubre de 2011.

Pues bien, aquí les traemos la curiosa cobertura que ha hecho el medio de comunicación Termómetro en su portal.

Les pedimos que pongan especial atención en el último párrafo pues es uno que no veíamos hace mucho tiempo y que nos retrotrae a épocas que creíamos ya superadas.

Aquí lo tienen:


Unas 600 personas constituyeron hoy una cadena humana en Saint-Jean-de-Luz, en el sudeste de Francia, para alertar sobre la situación de los presos vascos.

Los manifestantes se desplazaron hasta el centro de esta localidad, donde representantes del movimiento civil Bake Bidea ("El camino de la paz") denunciaron el "sabotaje del proceso de paz en el País vasco".

Esta movilización se produce al cabo de una semana que "ilustra la realidad de este callejón sin salida" según los organizadores.

El jueves, en París, un tribunal de apelación de la cámara de aplicación de penas estudió una demanda de liberación condicional de Jakes Esnal, la segunda formulada para este preso de 69 años, un exjefe de la antigua organización armada separatista vasca ETA, que lleva 30 años en prisión. La decisión se anunciará el 24 de septiembre.

Nos enfrentamos a una actitud muy agresiva de la fiscalía y de la abogacía general, los debates han sido tensos (...)" dijo su abogada Maritxu Paulus-Basurco, presente en la movilización.

Dos días antes, una delegación de políticos vascofranceses fue recibida en el ministerio de Justicia para expresar su indignación ante la "inaceptable actitud de la fiscalía nacional antiterrorista", que recurrió en mayo la decisión del tribunal de aplicación de penas de París -competente en materia terrorista- de mostrarse favorable a la demanda de liberación de Jakes Esnal.

Además de la situación de Jakes Esnal, Anaiz Funosas, presidenta de Bake Bidea, critica la suerte de Ion Parot y de Frédéric "Xistor" Haramboure, también encarcelados desde hace 30 años.

¿Asistimos a una venganza de Estado? ¿Quieren hacerlos morir en prisión?", se preguntó.

El martes, el tribunal correccional de París condenó a Mikel Barrios, un español de 32 años encausado por pertenencia a ETA entre 2011 y 2015, a cinco años de prisión, y diez años de prohibición de residir en territorio francés.

ETA anunció el cese definitivo de su actividad armada el 20 de octubre de 2011, y su disolución en 2018 tras más de 40 años de lucha armada por la independencia del País vasco.

Se atribuye a ETA el asesinato de más de 800 personas.






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Víctimas de Tortura Revictimizadas

Así que mientras el estado español muestra de manera diáfana su apuesta por la violencia al arropar a Felipe González tras la crisis provocada por el tema de los documentos desclasificados de la CIA y el estado francés a su vez retrocede en el camino a la paz y a la reconciliación al negarse a respetar los derechos de los presos políticos aún en celdas de sus centros penitenciarios... en Euskal Herria se continúa el titánico esfuerzo por arrojar luz sobre el tema de la tortura.

En ese tenor, les compartimos este texto publicado en Gara:

Deudas y responsabilidades por asumir

Ixone Fernandez | Egiari Zor Fundazioa

El pasado año el Parlamento Vasco aprobó por unanimidad una Proposición No de Ley presentada por Elkarrekin Podemos que solicitaba al Gobierno Vasco la celebración, cada 26 de junio, del Día Internacional en apoyo a las Víctimas de la Tortura.

Una delegación de Egiari Zor compuesta por distintas personas víctimas de la tortura acudió a la cámara de Gasteiz aquel día. Entonces valoramos que considerábamos positivo contar con un nuevo mecanismo institucional de este tipo, que ayudaría a situar el drama de la tortura en el mapa de la verdad del sufrimiento vivido en Euskal Herria, siempre y cuando no quedara en algo meramente simbólico y se adoptaran al mismo tiempo medidas efectivas para el reconocimiento y reparación de las víctimas de la tortura, y se asumieran responsabilidades.

Hoy, 26 de junio del 2020, no hay celebración alguna prevista. Cierto es que la crisis sanitaria generada por la covid-19, y el hecho de encontrarnos inmersas de lleno en la campaña electoral con un Gobierno en funciones dificultan la situación. Lo comprendemos. Continuaremos atentas para ver si, efectivamente, los compromisos adquiridos por el anterior Gobierno del lehendakari Urkullu, como la celebración oficial de este día, se mantienen.

Lo que sí sabemos es que de momento no se ha adoptado medida alguna de otro tipo. Ningún partido político de los que contribuyeron a crear legislaciones de excepción que permitían la incomunicación de las personas detenidas, ha rectificado sus posiciones.

Los jueces, responsables de la aplicación de la incomunicación, de la prórroga de la detención, y de la integridad de las personas detenidas, continúan sin esclarecer por qué no investigaron de manera eficaz las denuncias de tortura. Los médicos forenses, pieza clave para encubrir esta práctica y permitir impunidad, no han hecho autocrítica de las razones que les llevaron a ocultar lo que estaba sucediendo en las comisarías. Y los medios de comunicación que no sólo silenciaron las evidencias de múltiples casos de tortura, sino que además orquestaron campañas de desprestigio contra personas que fueron víctimas de gravísimas vulneraciones de derechos humanos, no han corregido sus posiciones.

Tampoco ningún Gobierno ha asumido todavía su responsabilidad. Si la tortura ha sido posible, es porque existía un pacto de Estado que la posibilitaba. Todo un engranaje perfectamente diseñado donde la impunidad era la clave para que esta práctica ilegal permaneciese vigente durante décadas.

A nosotras y nosotros no nos torturaron unos pocos guardias civiles, policías nacionales o ertzainas que, motu proprio, se colocaron por encima de la ley. Nos torturaron unos policías que actuaban en el marco de una estrategia de Estado.

Es por ello que hoy interpelamos al Gobierno Vasco. A ese Gobierno que aceptó la celebración de forma oficial de este día. Según certifica el “Informe sobre la tortura en Euskadi”, que lleva la firma del Gobierno Vasco en su portada, por lo menos 336 casos de tortura fueron llevados a la práctica por la Ertzaintza durante los Gobiernos del PNV. Existen, por lo tanto, responsabilidades políticas que asumir. Y existen medidas de reconocimiento y reparación que se pueden poner en marcha de inmediato; las víctimas de la tortura llevamos demasiados años esperando.

Consensos articulados sobre la celebración de días como hoy deberían facilitar estos pasos, imprescindibles para garantizar el pleno ejercicio de la memoria democrática sobre la que debemos construir la convivencia futura. Es una deuda histórica no sólo con las víctimas, sino también con la propia democracia.








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París Retrocede

París retrocede y con ello hace insalvables los obstáculos en el camino hacia la paz y la reconciliación en Euskal Herria.

De alguna manera, esta actitud por parte del régimen jacobino provee con un marco de referencia aún más preocupante al cierre de filas por parte de la clase política española alrededor de la tétrica figura de Felipe González.

Lean lo dado a conocer en las páginas de Naiz:


La delegación vasca, que el lunes mantuvo una reunión con el Ministerio francés de Justicia, ha emitido hoy un comunicado en el que resalta que las últimas decisiones que emanan de los tribunales «implican un riesgo real para el proceso de paz». En tono grave, constata «el agotamiento de un ciclo» y advierte de la necesidad de perfilar otra estrategia para «romper el muro que hoy bloquea el camino» avalada por la mayoría social y política de Ipar Euskal Herria.

Maite Ubiria

La reunión mantenida el lunes con el Ministerio de Justicia francés no arrojó avances y el tono del comunicado emitido hoy por la delegación vasca no ofrece dudas sobre el «momento grave» que atraviesa el proceso de diálogo que, tras meses en suspenso, se ha retomado esta semana.

La actitud de la Fiscalía Antiterrorista de recurrir la liberación acordada por el juez para Jakes Esnal, un preso con 30 años de cárcel a sus espaldas, y el criterio del mismo Ministerio público, seguido en ese caso por el juez, de volver a encarcelar al militante iruindarra Mikel Barrios, desde 2018 en libertad condicional, «ponen en grave riesgo el proceso», a juicio de la delegación vasca.

El grupo integrado por electos y miembros de la sociedad civil remarca que en la reunión se expresaron «de forma clara y firme sobre la necesidad de superar el actual bloqueo, ya que la credibilidad misma del proceso está en juego», y añade que sus interlocutores les escucharon pero «no dieron ninguna señal que apunte a un cambio de rumbo en la política penal concerniente a los presos vascos».

La actitud de la Fiscalía, dependiente del Gobierno, hace pensar a la delegación en una falta de voluntad política a la vista de esa falta de un encuadre global que permita desatascar los casos pendientes, sin dejar por ello de valorar los avances conseguidos, principalmente con los acercamientos de presos, en los dos últimos años.

«La reunión era necesaria y no tardaremos en saber si ha tenido resultado», completa la delegación que, en la línea de lo apuntado en sus últimas comparecencias públicas, remarca que «es evidente que estamos al final de un ciclo» y considera que, para que el proceso que se puso en marcha en octubre de 2011, con la Conferencia de Aiete, pueda llegar hasta sus últimas consecuencias, «habrá que abordar una nueva estrategia, que no pasa por seguir andando, sino más bien por romper los muros que bloquean el camino».

Contra el sabotaje al proceso de resolución

Tras reclamar que «no se sabotee el proceso de paz» y no sin antes recordar al presidente francés, Emmanuel Macron, su compromiso de acompañar el proceso vasco para «que la historia no se repita», la delegación llama a la sociedad vasca a abordar los nuevos desafíos «todos unidos y desde el respeto a la pluralidad».

La primera cita de una nueva etapa de movilización se dará este mismo sábado en Donibane Lohizune, donde se desarrollará una cadena humana en la que el ruido de las cacerolas dará a entender que hará falta subir el tono para que se abran los oídos en París.







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La Arboleda

Continuamos con la serie de magníficos reportajes de la autoría de Eguzki Agirrezabalaga Iparragirre que han estado siendo publicados en Naiz con este que nos habla de un lugar poco conocido acá en la diáspora:


La Arboleda es un lugar especial por varios motivos, pero, sobre todo, porque invita al visitante a rastrear en su interesante pasado minero, a pasear entre los restos de las antiguas explotaciones que, a cielo abierto, abastecían con toneladas de materia prima a los Altos Hornos de Sestao, a disfrutar de los encantos de un funicular casi centenario que sigue comunicando Larreineta con el antiguo enclave minero y a contemplar el valle desde una perspectiva privilegiada.

Eguzki Agirrezabalaga Iparragirre

En trapagaran, a 398 metros sobre el nivel del mar, en las laderas de los montes de Triano y Galdames. Allá es donde está enclavada La Arboleda, cuna de la minería industrial reconvertida hoy en espacio de ocio y esparcimiento que ha sustituido las antiguas explotaciones en lagunas artificiales y zonas verdes a las que recurren los vecinos y visitantes a pasar un rato agradable.

Funicular centenario

Hay varias opciones para ascender hasta La Arboleda pero, sin duda, el funicular es la más atractiva y más utilizada entre quienes se acercan por primera vez. Se trata de un ferrocarril diseñado para salvar grandes pendientes que fue inaugurado el 25 de setiembre de 1926 con el fin de transportar mercancías mineras –incluso camiones y autobuses– entre las zonas altas de Trapagaran y el valle.

Un kilómetro es lo que separa Larreineta de La Arboleda, que actualmente alberga varias zonas recreativas, instalaciones deportivas, un impresionante mirador natural y el Centro de Interpretación Medio Ambiental Peñas Negras, donde se puede obtener información detallada sobre los itinerarios que han sido trazados para conocer y disfrutar tanto del entorno natural como de los vestigios de la antigua explotación minera.

Centro de interpretación Peñas Negras

Concretamente, Peñas Negras expone fotografías que muestran gráficamente la transformación que experimentó el paisaje del barrio de La Arboleda a raíz de la explotación de las minas. Existen decenas de rutas señalizadas que recorren las entrañas de esta zona minera; cada cual deberá elegir la que más le interese.

En el barrio –un entramado de estrechas y pequeñas calles–, se conservan aún algunas de las casas de madera de la época minera, casas levantadas posteriormente a los primeros barracones de hojalata –«cuarteles» construidos por los adinerados y explotadores propietarios de las minas– donde se hacinaban los mineros en condiciones lamentables tras duras jornadas de trabajo a cambio de un salario insignificante. Esos edificios de llamativos colores recuerdan hoy los orígenes de La Arboleda, fundada en 1877 para dar cobijo a las miles de personas que dejaron sus lugares de origen para trabajar en las minas. El barrio llegó a alcanzar los 5.000 habitantes.

Entre sus calles, una escultura homenajea a los barrenadores y un edificio que aún se mantiene en pie recuerda las huelgas –entre ellas, la Gran Huelga de 1890– que secundaron los trabajadores de las minas en reivindicación de la mejora de sus penosas condiciones laborales. Fue la primera huelga general de la historia vasca. Y dicen que supuso el inicio del movimiento obrero en Euskal Herria.

Meatzaldea Goikoa

Pero, además de vestigios mineros, lagunas artificiales y zonas verdes, La Arboleda también acoge arte. Concretamente, un conjunto escultórico al aire libre conocido como Meatzaldea Goikoa recopila, desde hace varios años, obras de diversos escultores vascos realizadas, todas ellas, con hierro y piedra.

Quien, tras disfrutar de los encantos de La Arboleda, disponga de tiempo para prolongar la ruta puede añadir a su itinerario dos escalas más que la Ruta de Hierro incluye en su itinerario: el Museo minero de Gallarta y la Ferrería del Pobal de Muskiz, que describe la transformación del mineral en diferentes objetos cotidianos.

Museo de la Minería y El Pobal

En el Museo de la Minería, emplazado en un antiguo matadero, se exponen útiles y herramientas, barrenos empleados en la perforación, vagonetas y restos del tranvía aéreo que transportaba el mineral. Exhibe, igualmente, una colección de cuadros y abundante documentación sobre la minería con la que disfrutarán, muy especialmente, los visitantes más curiosos.

Y quien se acerque a El Pobal tendrá la oportunidad de adentrarse en la ferrería mejor conservada de Bizkaia; en una fábrica hidráulica en la que se trabajaba el mineral del hierro para convertirlo en metal y elaborar todo tipo de herramientas (rejas de arado, martillos, azadas, picachones...) y útiles de uso doméstico, entre otros. Su conjunto lo conforman la ferrería (carboneras, taller y fragua), la presa y el canal por donde discurría el agua que movía los pilones y martillos.

Eso sí, lo que no debe faltar, en ningún caso, al final de cualquier itinerario para conocer La Arboleda es un buen plato de alubias. Se ha convertido en toda una tradición.






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viernes, 26 de junio de 2020

Egaña | Mentes Colonizadas

Iñaki Egaña dedica este texto a profundizar en las lacras sociales que el asesinato a sangre fría del afroestadounidense George Floyd ha terminado por poner en evidencia no solo en los Estados Unidos sino en el resto del mundo.

Aquí se los presentamos:


Iñaki Egaña

La muerte, a manos de la Policía, de George Floyd en Minneapolis, al otro lado del planeta, ha provocado una reacción en cadena que se ha trasladado al menos a escenarios donde la convivencia entre las personas con pigmentación diversa ha sido motivo clasista.

En realidad, el concepto de racismo es un neologismo. Hasta hace bien poco, la supremacía de unos colores sobre otros, sin reparos religiosos o éticos, era causa natural. La naturaleza estaba dirigida por una estirpe blanca, con sus máximas expresiones en las sedes reales, en el Vaticano y en las gobernanzas del llamado Primer Mundo.

El racismo fue la base teórica de la esclavitud. Los indios americanos, como las mujeres hacen miles de años, no tenían alma según las proclamas de la iglesia católica, autora del manifiesto moral que ha regido durante más de diez siglos a esta parte de la humanidad en la que vivimos. Los millones de negros extraídos de África para convertirlos en América en trabajadores del algodón, eran mera mercancía. Lo exótico lo ponían los jauntxos vascos, también tratantes, con sus criadas de facciones lejanas.

Parece mentira, pero así fue. La primera declaración universal sobre los “prejuicios raciales” se publicó en 1978, ayer como quien dice, de la mano de Unesco. No hubo, sin embargo, un cambio radical. La eugenesia que tan vivamente defienden los supremacistas sociales, tuvo paralelamente su recorrido con la aparente marcianada del genetista Robert Graham, por cierto, en 1991 Nobel de Biología, que abrió un banco de esperma exclusivo para listos, eminencias científicas. Y mientras, en Sudáfrica, el apartheid era norma de estado. Legalidad soportada por su constitución.

Los tiempos del racismo no han pasado. Hace unos días, Najat El Hachmi, escritora catalana de origen amazigh, nos dejaba un panorama desolador. Todos somos racistas, en una u otra medida: “Con los racistas clásicos no me peleo. La condescendencia paternalista resulta mucho más difícil desactivar. Nos infantilizan, nos folclorizan, nos exotizan, alaban las diferencias que nos presuponen, nos encierran en una esencia de bondad y deciden por nosotros como tenemos que ser otros e incluso cómo tenemos que ser antirracistas”.

La respuesta a la muerte de Floyd ha abierto un nuevo frente: colonialismo es sinónimo de racismo. Y viceversa. Y para ello, en cientos de localidades se han levantado protestas contra esa pléyade de dirigentes colonialistas, protagonistas de un holocausto más salvaje y sostenido que el dirigido por Hitler, pero silenciado por los dueños de la historia. Protagonistas que merecen el respeto de la comunidad blanca del siglo XXI, a través de estatuas en su nombre, calles, institutos, colegios, centros públicos o hijos predilectos.

Las protestas han provocado una iniciativa novedosa, legitima a todas luces. Un toque de atención que hace buena la cita castiza de que “vemos la paja en el ojo ajeno y no la viga en el nuestro”. Estatuas del criminal belga Leopoldo II, del conquistador Cristóbal Colón, del “misionero” Fray Junípero Serra, del presidente Theodore Roosevelt, del esclavista Edward Colston, del fundador de los scouts Robert Baden-Powell, del líder británico Winston Churchill, incluso del escritor Cervantes, han sido atacadas o retiradas de sus pedestales. Una campaña mundial se refugia en el lema de tres “T”s: Topple The Racists (derribar a los racistas). O colonialistas que es lo mismo.

Ya lo percibimos desde la infancia: una estatua no es sólo un elemento decorativo. Su simbología es tan sencilla que no hace falta tener estudios primarios o universitarios para comprender que con ella se homenajea a la persona representada. Idéntica reflexión con otros símbolos, en el callejero o en la nomenclatura cívica.

En la cercanía vasca, las expresiones de esta política supremacista nos ahogan a diario. Lo peor, es que no somos conscientes de que justo abrir la puerta de nuestra vivienda por la mañana, ya estamos dejando entrar una interpretación sesgada y racista de nuestra historia. Una interpretación que prima lo criminal sobre lo humano.

En unas pocas líneas del pedestal de la estatua del almirante donostiarra Antonio Oquendo, está resumida precisamente la naturaleza de ese proyecto genocida: “Heroico soldado, cristiano piadoso, que al declinar el poderío de España supo mantener en cien combates el honor de la patria”. La cantinela de tiempos dictatoriales ha sobrevivido a tres gestiones en la alcaldía de la capital guipuzcoana (PSOE, EHBildu y PNV) como si fuera parte del decorado natural, junto al salitre del cantábrico, la ranita meridional de Igara y el marco incomparable.

Nuestro callejero, por ejemplo, está rodeado de cientos de militares exterminadores, de santos que no fueron sino verdugos de culturas, de reyes e infantes que tuvieron más soltura con la pólvora que nosotros con el bolígrafo. Ciertas parroquias deberían ser tratadas como lo son los campos de exterminio, museos del horror. La biblia, la espada y la viruela fueron las armas del racismo, del colonialismo.

Prim que mató a miles de rifeños tiene anchos espacios entre nosotros. Aun no entiendo como Rabat no ha denunciado en La Haya su presencia simbólica. Todavía no comprendo cómo Ankara no ha protestado al municipio de Bilbao por esa apología cristiana y humillante de mantener en su callejero el nombre de la llamada “Batalla de Lepanto”. Hechos que contrastan con el límite que se otorga a placas o recuerdos de gudaris, resistentes o referentes sociales.

No son los únicos ejemplos. Estamos rodeados de muestras de un pasado colonial y un presente neocolonial que se han asentado entre nosotros, poniendo a prueba nuestra supuesta revisión del pasado, nuestro supuesto progresismo que logró la abolición de la esclavitud, la igualdad de géneros. Que después del Holocausto, y para cauterizar el futuro, fue capaz de alumbrar una Declaración Universal de Derechos Humanos para apuntar que, hasta entonces, no habíamos sido tales. Es decir, humanos.






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