Les compartimos la opinión de Cristina Fallarás acerca del despliegue falangista en Altsasu, la misma ha sido dada a conocer por Público:
Cristina FallarásQuien marca la agenda es Vox. La agenda del Partido Popular y Ciudadanos. Vox, un partido de extrema derecha, racista, machista y misógino, violento, de corte dictatorial, contrario a los derechos más básicos, es el que va dibujando el sendero que poco a poco, sin pisarlo pero siguiendo su trazado, como quien no quiere la cosa, recorren PP y Cs, caminando pegaditos al borde.Eso y no otra cosa es lo que sucedió este fin de semana en Altsasu: la unión de lo que llaman “las tres derechas” en el acto infame de recuperar el terrorismo de ETA y plantarlo en mitad de un pueblo donde varios jóvenes llevan más de 700 días, dos años, en la cárcel porque se pelearon con un par de guardias civiles a la puerta de un bar ya muy entrada la noche.Al día siguiente, este lunes, los medios de comunicación hablaban de “los violentos” y de los “radicales”, pero no se referían al siniestro Santiago Abascal, líder de Vox, y sus secuaces y quienes junto a ellos montaron un acto bárbaro en una población herida, sino a quienes les plantaron cara.Recuerdo cuando esta sociedad tenía claro que a la ultraderecha se le planta cara, se le combate a fuerza de palabras, duramente, con presencia, se coloca una enfrente y se le espeta un “no pasaréis”, por aquí no pasaréis, por nuestra democracia no pasaréis, por nuestros derechos no pasaréis, por nuestra decencia no pasaréis. No pasarán los bárbaros.Y recuerdo que cuando supimos que el caso de Altsasu iba a la Audiencia Nacional muchos de los que ahora callan pusieron el grito en el cielo clamando contra el desatino.Y recuerdo que cuando supimos que les acusaban de terrorismo muchos de los que ahora callan se echaron las manos a la cabeza clamando contra el despropósito.Y quiero creer que ahora callan porque a todo se acostumbra uno, y como quiero creerlo me lo repito y me lo repito, pero no lo consigo.Ahora, por lo que parece, los bárbaros somos nosotros, nosotras, plantándonos enfrente, evidenciando su violencia. Parece que todo está cambiando y ese mudar da miedo: los medios acusando a la gente que protesta contra la ultraderecha, o sea contra la brutalidad y por la democracia; y dos partidos, PP y Ciudadanos, bailándoles el agua, caminando junto a ellos y a su ritmo.Pero no solo ellos. Recuerdo al hoy ministro Josep Borrell tomando la palabra en Barcelona sobre un mar de banderas españolas, junto a ellos, blanqueándolos. Aquí mismo conté su irresponsabilidad. Cuando narremos lo que pasa y lo que va a pasar, en ese acto latirá uno de sus orígenes.
Y después de decirnos todo lo que nos dice Cristina, los "no pasarán" y los reproches a los callados... ¿todavía le llama terrorismo a la acción armada de ETA? ¿Cómo se le planta cara a la ultraderecha entonces? ¿Dejándose fusilar en una cuneta o junto a una tapia de cementerio?
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