Conflicto Ucraniano con Label Vasco

El antimilitarismo ha estado presente en Euskal Herria desde hace décadas.

Naiz nos relata que se ha hecho presente en Bilbo como respuesta popular ante el conflicto en Rusia y Ucrania, fuego al que la UE y el estado español arrojan combustible.

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Antimilitaristas se movilizan ante Sabin Etxea contra la guerra y el gasto militar

La Coordinadora Antimilitarista Kakitzat se ha movilizado este miércoles frente a Sabin Etxea, en Bilbo, para protestar contra la guerra, las fábricas de armas y el gasto militar. Ante la guerra en Ucrania, han exigido una desescalada y señalado a los «señores de la guerra» implicados.

Alaia Sierra

La Coordinadora Antimilitarista Kakitzat ha mostrado este miércoles su rechazo a la guerra, las fábricas de armas y el gasto militar, mediante una concentración frente a Sabin Etxea, la sede del PNV en Bilbo. Han exigido una desescalada armamentística frente al conflicto en Ucrania «con el ánimo de señalar a los señores de la guerra con Label Vasco».

Precisamente, este mismo miércoles, el PNV ha defendido en el Congreso español el envío de armas a Ucrania.

Mediante la protesta, los antimilitaristas han denunciado que el Gobierno de Lakua, en sus presupuestos, haya destinado 100 millones de euros a la industria armamentística y se han dirigido a aquellos que aprueban destinar este año 22.000 millones de euros al gasto militar estatal.

En vista de la guerra en Ucrania, desde Kakitzat han declarado que «los últimos acontecimientos nos demuestran que es más necesaria que nunca una sociedad desmilitarizada donde no tengan cabida estructuras militaristas como la OTAN, ataques e invasiones, acuartelamientos e instalaciones militares, fábricas de armas, maniobras del Ejército en suelo vasco, aumento de los gastos militares o la exportación de armamento a través del Puerto de Bilbao».

Cambios profundos y «no» a la guerra y al gasto militar

En definitiva, han defendido que «la guerra nunca ha sido una solución a los conflictos sino el triunfo de la sinrazón». Por ello, han mostrado su apoyo a la población civil afectada en Ucrania, «los grandes damnificados de todos los conflictos bélicos», porque sostienen que es utilizada como «objetivo militar indiscriminado».

Sobre el gasto militar, han subrayado que se está dando un «alarmante incremento con la excusa de la seguridad», mientras se dejan de lado otras partidas presupuestarias destinadas a problemas sociales «graves» como son el paro, la atención sanitaria, la pobreza y los precios elevados para acceder a una vivienda. De esta manera, destacan, «la única que obtiene beneficio es la industria armamentística».

Además, según han señalado, el orden mundial actual es «profundamente injusto» y exige cambios radicales a nivel social, económico y político. Han reiterado que se produce un incremento de las políticas xenófobas y estigmatizadoras de las clases populares y una persecución de las personas refugiadas y migrantes.

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