De los crímenes de guerra que más definen la brutalidad del españolismo franquista es sin duda el ocurrido en aquella carretera entre Málaga y Almería en el que el bando sublevado llevó a cabo la sistemática matanza de miles de personas que huían del cerco fascista.
Ahora, el gobierno más progre desde la llegada a la democracia se dispone a resaltar lo ocurrido, eso sí, sin realmente preocuparse por dar el más mínimo de esperanza a los familiares y descendientes de quienes fueron asesinados inmisericordemente en esas fechas.
Naiz nos provee con esta información:
El Congreso español apoya declarar lugar de Memoria Democrática la carretera de La Desbandá
La mayoría del Congreso español apoya la iniciativa para declarar como lugar de Memoria Democrática la carretera de Málaga a Almería en la que se produjo la que está considerada como la mayor masacre de civiles cometida por el franquismo durante la guerra del 36, conocida como La Desbandá.La mayoría de los partidos del Congreso español han mostrado su apoyo a una proposición no de ley del PSOE que insta al Gobierno a honrar a las más de 5.000 víctimas de la conocida como La Desbandá, que fueron masacradas en febrero de 1937 mientras huían de la represión franquista por la carretera que une Málaga y Almería, declarando esa ruta Lugar de la Memoria Democrática, coincidiendo con el 85º aniversario de ese episodio.
El PSOE ha recibido el apoyo de Unidas Podemos y de PNV, ERC y EH Bildu, y también de Ciudadanos, JxCAT y BNG, que han anunciado que apoyan esta iniciativa para hacer justicia e impulsar la dignidad de las víctimas de la dictadura.
El texto aboga por reconocer ese lugar por «sus valores históricos intangibles y simbólicos» incluyéndolo en el Inventario Estatal de Lugares de Memoria Democrática para divulgar lo que allí sucedió a través de la información más completa posible en los soportes documentales más adecuados.
Entre otras cosas, se pide que se establezcan medios de difusión e interpretación, particularmente con recursos audiovisuales y digitales explicativos, incluyendo su identificación en la página web del Ministerio de Presidencia a través de su geolocalización y con accesos a fotografías y audiovisuales.
El diputado del PSOE Ignacio López Cano ha aprovechado su intervención en defensa de la iniciativa para cargar contra el alcalde de Madrid, José Luis Martínez Almeida, por poner una calle en Madrid al Crucero Baleares, que participó en la masacre de La Desbandá, lo que también ha merecido críticas por parte de la diputada de Unidas Podemos Martina Velarde. «Es una puñalada trapera a los andaluces», ha denunciado.
Velarde ha sido especialmente crítica con sus socios del PSOE, a los que ha echado en cara el retraso en la tramitación de la ley de Memoria Democrática y que no se garantice que se puedan juzgar los crímenes del franquismo. Y lo mismo han hecho Josep Pagès, de Junts, y Néstor Rego, del BNG.
Desde EH Bildu, Oskar Matute ha recordado que La Desbandá supuso el «primer sabotaje» a un corredor humanitario.
La cuenta oficial de la asociación La Desbandá ha agradecido este discurso en este mensaje en redes sociales: «Muchas gracias @OskarMatute por tu intervención. Ayer fuiste un digno representante en el Congreso de las víctimas del fascismo de ayer y de hoy. No pasarán. Pasaremos».
Por su parte, el diputado del PNV Mikel Legarda ha mostrado su apoyo al texto si bien ha apuntado que esa carretera ya fue declarada Lugar de la Memoria por la Junta de Andalucía en 2012.
Los hechos
Los hechos ocurrieron a principios de febrero de 1937, cuando unas 200.000 personas huyeron por carretera hacia Almería (reducto aún republicano) ante la inminente ocupación de Málaga por las tropas franquistas, que tuvo lugar el día 7. Málaga se había convertido en lugar de refugio para aquellas personas que huían del avance de los militares fascistas por Andalucía y de las amenazas que el general Queipo de Llano lanzaba a través de las ondas radiofónicas.
Pero llegó un momento en el que la propia Málaga estaba amenazada por la ofensiva de los sublevados y los refugiados decidieron lanzarse a la carretera costera que unía la ciudad con Almería en un desesperado intento por huir de lo que se les venía encima.
Unas 200.000 personas se pusieron a caminar. La mayoría de ellas eran civiles que escapaban con lo puesto, pero desde ese momento se vieron acosadas por los bombardeos de la aviación de la Alemania nazi y de la Italia fascista, las tanquetas de las tropas de Mussolini y los obuses de los cruceros Baleares, Canarias y Almirante Cervera, que desde el mar abrían fuego contra los huidos.
Se calcula que entre 3.000 y 6.000 personas fueron abatidas por las tropas de Franco, en un episodio que la derecha ha hecho todo lo posible por cubrir con un manto de silencio.
Hoy mismo en el Congreso, desde Vox, Francisco José Contreras ha cuestionado la versión de la mayoría de portavoces subrayando que las víctimas de La Desbandá más que por bombardeos de las tropas fascistas lo fueron porque la «imprevisión logística del bando republicano» provocó una «gran catástrofe humanitaria». El PP también se ha mostrado en contra de la iniciativa, aunque no ha desvelado qué votará finalmente.
Marcha en febrero
Para conmemorar el 85º aniversario de esta masacre de civiles, en febrero tuvo lugar la VI Marcha que recordó La Desbandá, con presencia vasca.
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