El horror del españolismo franquista y sus consecuencias en Hego Euskal Herria.
Crímenes sin resolución por parte de un estado que al día de hoy se niega a investigar los hechos privando así a los familiares de estas miles de víctimas de el más mínimo atisbo de justicia.
Además, ni por un momento se nos puede olvidar que Madrid siguió fusilando vascos después de 1939... hasta 1975, para ser más precisos.
Dicho lo anterior, les compartimos este artículo publicado por El Diario:
Euskadi homenajea a los 2.194 vascos fusilados durante el franquismo
Según la investigación sobre víctimas mortales de la Guerra Civil realizada por Gogora, son 2.194 las personas ejecutadas, aproximadamente la mitad civiles, de ellas 60 mujeres y 2.134 hombresHeliodoro Patricio Jorge Laca fue ejecutado por Consejo de Guerra en enero de 1938, e inhumado en el cementerio de Derio. Era natural de Ortuella, vecino de Barakaldo, guardia de asalto, estaba casado y era padre de 4 hijos. Juan José Valdivielso Labrador fue fusilado por Consejo de Guerra en Gijón, en noviembre de 1937, e inhumado en el cementerio del municipio. Era natural y vecino de Ondarroa, era viudo cuando le mataron. Florencia Olazagoitia Ceciaga fue ejecutada extrajudicialmente en Oiartzun, en noviembre de 1936 e inhumada en el cementerio del municipio. Era natural y vecina de Arrasate-Mondragón. Tenía tres hijos y estaba embarazada cuando la mataron.
Ellos son tres de las 2.194 personas fusiladas durante la Guerra Civil y la posguerra en Euskadi y, este sábado, han sido homenajeadas en un acto en el que han estado presentes sus familiares. “Defendieron una causa justa: la libertad, la defensa de su país y su autogobierno, la justicia social, los principios y los valores democráticos. Hoy lo decimos, una vez más alto y claro: fueron impune e injustamente ejecutados. Lo dieron todo, hoy les queremos reconocer, homenajear y restituir su dignidad. Lo hacemos recogiendo su testigo y reafirmando nuestro compromiso con los principios y valores democráticos frente al totalitarismo y la intolerancia”, ha señalado el lehendakari, Iñigo Urkullu, encargado de presidir el acto que ha tenido lugar en el cementerio Vista Alegre de Bilbao, en Derio.
Según la investigación sobre víctimas mortales de la Guerra Civil en Euskadi del Instituto de la Memoria, la Convivencia y los Derechos Humanos (Gogora), son 2.194 las personas ejecutadas, aproximadamente la mitad civiles, de ellas 60 mujeres y 2.134 hombres. “Muchas de las víctimas a las que les rinde homenaje hoy, fueron fusiladas contra los muros del propio cementerio de Vista Alegre, unos muros que hoy son símbolo de la barbarie franquista y, sobre todo, símbolo de dignidad, la memoria y la lucha por la libertad y la democracia”, ha detallado Urkullu.
“La guerra siempre es una tragedia, en todos los sentidos”
Durante el acto, Maite Canedo, nieta de Heliodoro Patricio Jorge Laca, Rosario Valdivielso, de 100 años edad, hija de Juan José Valdivielso Labrador y Mª Natividad Roa, nieta de Florencia Olazagoitia Ceciaga han recordado a sus familiares y han expresado qué supuso para su familia la muerte de ellos. Después, ha tomado la palabra el lehendakari para señalar lo que supone una guerra, tanto entonces como ahora, por ejemplo, en Ucrania: “La guerra siempre es una tragedia, en todos los sentidos, sobre todo en lo que a derechos fundamentales se refiere”, ha insistido.
Los asistentes han podido ver en vídeo, un relato de la forma en la que el bando sublevado llevaba a cabo las ejecuciones, tanto por Consejo de Guerra o extrajudicialmente, en cada territorio de Euskadi, donde también se han expuesto las principales cifras de víctimas. El vídeo recoge también fotografías de las víctimas, así como sus últimas reflexiones recogidas en las cartas de despedida dirigidas a sus familias, quienes tuvieron la ocasión de hacerlo.
Una vez finalizadas las intervenciones en la zona del claustro del cementerio, las autoridades, acompañados por las familias, se han trasladado hasta uno de los muros donde se llevaban a cabo los fusilamientos y aún hoy se pueden apreciar los surcos de los disparos de bala en la propia pared de piedra. A ambos lados de uno de los muros que se conserva a día de hoy, se han instalado, contra los laterales de las hileras de nichos, dos placas conmemorativas con los nombres de las personas ejecutadas e inhumadas en el cementerio de Derio, 523 personas en total. Familiares, dos por cada una de las placas, las han descubierto, ante las autoridades, y el resto de familiares y asistentes.
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