Un blog desde la diáspora y para la diáspora

viernes, 11 de octubre de 2013

Los Últimos Fusilados

Tiempo de memoria.

Desde el portal Último Cero traemos a ustedes la crónica de una actividad que se ha realizado en Valladolid, misma en la que se ha recordado a los cinco fusilados de la aciaga fecha del 27 de septiembre de 1975:


Diego Paredes, hermano de Juan Paredes Manot (Txiki), Doris Benegas y Fernando Valiño participaron este miércoles en un coloquio del Ateneo Republicano en el que se rindió homenaje a los 5 fusilados por la dictadura durante el 27 de septiembre de 1975

Laura Fraile

Ángel Otaegui Echevarría, Juan Paredes Manot (Txiki), Ramón García Sanz, José Luis Sánchez Bravo y Xosé Humberto Baena Alonso. Éstos son los nombres correspondientes a las personas que, hace treinta y ocho años, fueron ejecutadas por el régimen franquista tras la celebración de un Consejo de Guerra realizado sin ningún tipo de garantía judicial. El fusilamiento tuvo lugar dos meses antes de la muerte del dictador, por lo que estos hechos quedaron fijados en la memoria colectiva como los últimos fusilamientos del franquismo.

Aprovechando la cercanía de esta fecha, el Ateneo Republicano de Valladolid organizó este miércoles por la tarde un coloquio que, titulado con el nombre de `Los últimos fusilamientos del franquismo: 27 S. Ni olvido ni perdón´, reunió en la misma mesa a Diego Paredes (hermano de Txiki), Doris Benegas (que en su momento ejerció como abogada de Xosé Humberto Baena) y el periodista Fernando Valiño. (En un principio estaba previsto que también acudiera al acto Flor Baena, hermana de Xosé, pero una rotura de cadera la imposibilitó viajar hasta Valladolid).

Este acto de homenaje comenzó a las 20 horas de la tarde con la proyección de un par de fragmentos de dos documentales, dedicados tanto a Txiki como a Xosé Humberto. Este último estuvo acompañado por la canción `Al alba´, de Luis Eduardo Aute. "Hoy se cumplen 38 años y 12 días del imborrable 27 de septiembre en el que fueron ejecutados Ramón García Sanz, José Luis Sánchez Bravo y Xosé Humberto Baena Alonso, del Frente Revolucionario Antifascista y Patriota, así como Ángel Otaegui Echevarría y Juan Paredes Manot (Txiki), militantes de la sección político militar de la ETA", comenzó explicando Fernando Valiño, que aprovechó ese momento para aludir a cómo en otra ocasión, por estas fechas, habían proyectado en el Ateneo el documental `Septiembre del 75´, de Adolfo Dufour Andía, que estaba centrado en el caso de Xosé.

"Hemos decidido hacerles este homenaje ante el auge del fascismo en España y ante la negativa del Gobierno de detener a los torturadores acusados de cometer crímenes contra la Humanidad: Billy el Niño, por el que pasaron tres de estos militantes, o Jesús Muñecas, que también estuvo implicado en los sucesos del 23F. También queremos denunciar la implicación del Rey, que por aquel entonces aún era Príncipe, en estos fusilamientos. Juan Carlos tiene las manos manchadas de sangre", continuaba Fernando. Minutos después, este periodista procedió a leer algunos fragmentos del libro `Claves de la Transición 1973-1986 (para adultos)´, una obra escrita por Alfredo Grimaldos.

También se dio la ocasión para que Doris Benegas leyera una carta enviada por Flor Baena, hermana de Xosé Humberto Baena, en la que ésta narraba los pormenores de la "farsa de un juicio" en el que "el veredicto estaba preparado de antemano", documento en el que ésta también explicaba los años de militancia de su hermano. Por su parte, Diego Paredes, hermano de Txiki y presente en el coloquio, procedió a leer otra carta que su hermano había dejado escrita tras su detención. En ella se explicaban las torturas a las que se le había sometido, así como los pasos que fueron tomándose hasta su fusilamiento el 27 de septiembre en la localidad catalana de Cerdanyola.

A continuación, Doris Benegas recuperó el turno de palabra para exponer durante el resto del coloquio el contexto en el que se produjeron los hechos. "En primer lugar quiero felicitaros por la dignidad de hacer un homenaje a las víctimas del franquismo y, en especial, a los fusilados. Es una bandera que hay que tener muy en alto, que no todos la tienen, pero que el Ateneo sí la tiene", indicó a modo de comienzo. "También quiero recordar el carácter cruel y sanguinario del régimen franquista, presente no sólo en los asesinatos y en los casos de la gente que aún está en las cunetas, sino en todo lo que vino después de la guerra, que fue mucho peor que lo vivido durante su desarrollo", añadió más tarde.

"El franquismo fue un régimen armado con unas leyes hechas para articular una sociedad donde los vencedores sentían que tenían que humillar a los vencidos, fuera a través de batallones, trabajos forzados o la privación económica. Se instauró una sociedad del miedo donde la gente vencida no se atrevió ni a hablar, ya que bastante tenía con hacerle frente al frío, al hambre y a la humillación", explicaba Doris. "Sin embargo, la capacidad de lucha de los oprimidos siempre ha estado ahí, así que a finales de los años 60 la gente empezó a reorganizarse a nivel social, político y armado", añadió más tarde, aludiendo también a los niveles de movilización obrera, estudiantil y ciudadana que entre 1973 y 1975 hubo también en Valladolid.

Doris pasó enseguida a ofrecer más datos sobre los Consejos de Guerra que habían dado como resultado el fusilamiento de Ángel, Txiki, Ramón, José Luis y Xosé: "Fueron Consejos en los que se juzgó a 15 personas, en los que hubo 11 condenas de muerte y en los que se ejecutó a 5 de ellos. Se consideró necesario dar un escarmiento político que dejara camino a una oposición debilitada. Los procesos se celebraron sin garantías, bajo una jurisdicción militar del año 1945, estuvieron cargados de un ensañamiento ideológico y político y contaron con personas nombradas ad hoc. El capitán general era el que designaba a los miembros militares del tribunal, que estaban seleccionados a dedo para cumplir su función. Los detenidos estaban sin la presencia de un abogado y en un estado de incomunicación. En el caso de Baena, ninguna de las 150 pruebas propuestas por su defensa fueron admitidas. Lo mismo pasó con Txiki. Desde el régimen sintieron la necesidad de apresurar estos procesos y de hacerlos antes de que comenzara el curso universitario, para así evitar la movilización estudiantil".

En este recorrido por estos sucesos, Doris aludió a la aprobación de un Decreto de Prevención del Terrorismo fechado en el 26 de agosto de 1975, que permitió dar una mayor celeridad a los procesos de guerra y aplicar con efecto retroactivo los cargos imputados a Txiki (al que habían hecho responsable de la muerte de un policía). También se refirió a la aprobación en el año 1977 de la Ley de Amnistía Política, lo que impidió que se persiguieran los crímenes cometidos por el régimen al establecer un pacto de silencio para los crímenes franquistas.

"Durante los años siguientes presentamos recursos ante los hechos cometidos, pero el Tribunal Constitucional se escudaba en que la Constitución no había sido aprobada cuando sucedieron los hechos, por lo que no podía valorar las actuaciones realizadas antes de su entrada en vigor. El Tribunal Europeo de los Derechos Humanos expuso que, cuando ocurrieron los hechos, España no había suscrito el Convenio de Protección de Derechos Humanos y Libertades. La ONU, en cambio, apuntó que no estaba en condiciones de revisar la cuestión de culpabilidad o inocencia. A todo esto, la familia de Baena nunca pretendió obtener una indemnización, sino que se reconociera la nulidad del Consejo de Guerra", apuntó Doris, que en esos años ejerció como abogada de la familia de Xosé Humberto Baena.

"Desde los años 90 existe un movimiento que está exigiendo la identificación de la gente desaparecida y la responsabilidad de las personas que cometieron crímenes franquistas. En relación a esto, la Ley de Memoria Histórica deja mucho que desear. Por un lado es cierto que declara ilegítimos los Consejos de Guerra, pero por otro no declara la nulidad de las sentencias", aclaraba Doris. Estas impresiones la sirvieron para encauzar el tema en la manera en que, por el contrario, se están abordando los crímenes de la dictadura chilena y argentina, cuestión que amplió refiriéndose a los procesos abiertos por el juez Garzón. También aludió al caso de Inés García Olgado y Darío Rivas, dos familiares de fusilados que presentaron una querella en Argentina contra dichos crímenes. "Hay una vía abierta, pero es necesario exigir responsabilidades penales. Está muy bien que esto se haga en Argentina, pero donde debemos seguir exigiendo que se haga es aquí. Somos el único país del mundo donde ha habido una dictadura y donde, al mismo tiempo, no ha habido ni una sola persona que haya sido juzgada, y ya no digo condenada, por estos delitos", denunciaba Doris Benegas al tiempo que terminaba su intervención.

El Ateneo Republicano de Valladolid (c/Piedad 1-3) continuará su programa de actividades este viernes 11 de octubre con la actuación del grupo de folk Muyayos de Raïz, que comenzará a las 19 horas de la tarde y cuya entrada será gratuita. El jueves 17 Marina Sáenz, integrante de la Coordinadora del Área Trans de la Fundación Triángulo, ofrecerá a partir de las 20 horas una charla titulada con el nombre de `El respeto a la diversidad sexual como derecho humano´.

El viernes 18 Esther Muñoz, diplomada en Relaciones Internacionales, hablará sobre el conflicto sirio, mientras que el jueves 24 de octubre el Ateneo contará con la visita del escritor José Luis Cancho, que presentará su novela `Lento proceso´, editada por Papeles Mínimos. Este acto será presentado por Eloísa Otero, poeta y periodista de Tam Tam Press.






°

No hay comentarios.:

Publicar un comentario