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jueves, 8 de noviembre de 2018

¿Lobo Solitario?

Hace apenas unos días los cavernícolas de Vox se hacían presentes el Altsasu para arropar la balandronada protagonizada por el falangista anaranjado Albert Rivera y su fiel escudero Fernando Savater.

En una acción de exacerbado triunfalismo colonialista, Rivera y compañía tuvieron la desfachatez de llevar a cabo su pantomima exactamente frente al mural dedicado a los jóvenes represaliados de Altsasu, víctimas de un montaje policíaco tras una trifulca de bar que terminaría por ser catalogada como acto terrorista.

Pues bien, resulta que por medio de La Vanguardia venimos a enterarnos que se ha detenido a un individuo que ha amenazado con asesinar al sociata Pedro Sánchez pero que se ha decidido que eso no puede ser catalogado como terrorismo. Es más, La Moncloa ha salido a declarar que no se sobredimensione el asunto pues en realidad la vida de Sánchez nunca estuvo en peligro e insisten en aquello de que es un individuo medio chiflado que actúa en solitario.

Lean ustedes y flipen a colores:


Manuel Murillo Sánchez, un experto tirador de 63 años que poseía un arsenal, pidió ayuda para matar al presidente por su intención de exhumar los restos de Franco

Toni Muñoz e Iñaki Pardo Torregrosa

Los Mossos d’Esquadra detuvieron el pasado mes de septiembre en Terrassa a un lobo solitario que pretendía asesinar a Pedro Sánchez por la exhumación de los restos de Franco del Valle de los Caídos, que aún no se ha llevado a cabo. Se trata de Manuel Murillo Sánchez , que era vigilante de seguridad con licencia de armas y un experto tirador de 63 años federado en esa práctica deportiva. Así lo ha avanzado en exclusiva el diario Público y lo ha confirmado La Vanguardia de fuentes policiales.

El detenido, que se encuentra en prisión incondicional, se movía desde hace años en ambientes de ultraderecha, pero no tenía antecedentes penales, por lo que era difícil tenerlo controlado. La investigación de la policía autonómica ha concluido que actuaba en solitario y no estaba vinculado a ninguna organización.

Fue detenido después de que una dirigente local del partido Vox diera la voz de alarma a los agentes. Murillo Sánchez había pedido ayuda en un grupo reducido de WhatsApp para acabar con el presidente y había mostrado su predisposición a miembros de la formación política. En concreto pedía información sobre su localización y su agenda. “Las conversaciones que fueron denunciadas se detectan cuando se baraja la exhumación del dictador Francisco Franco”, ha explicado en rueda de prensa el inspector de los Mossos d’Esquadra Albert Oliva en la comisaría de Les Corts.

De la investigación que han practicado los Mossos se desprende que la persona “tenía una clara voluntad de llevar a cabo acciones contra el presidente del Gobierno y lo que le faltaba era apoyo logístico, que lo había pedido a través de redes sociales”, ha señalado Oliva. “El apoyo logístico se refiere a un sistema de escape, conocer la agenda del presidente o buscar un destino para ocultarse dos o tres días después de la acción”, ha detallado.

“Una vez conocida la información se inició la operación con máxima urgencia. El objetivo prioritario de la investigación ha sido la máxima rapidez, máxima discreción y tener como primer objetivo la seguridad de Pedro Sánchez”, ha señalado el inspector de los Mossos, que ha indicado como certeza de la voluntad de atentar el hecho de que el detenido lo hubiera hecho “explicito en un chat en el momento en que empieza a ser pública la exhumación del dictador”. “Manifestó que estaba dispuesto a ‘sacrificarse por España’ y no tenía miedo a las consecuencias, ser detenido o el ingreso en prisión”, ha explicado Oliva.

Después de que el hombre pidiera ayuda, la policía acabó por actuar al conocer que era un gran tirador. Al entrar en su vivienda de la localidad vallesana, el pasado 19 de septiembre, los agentes hallaron 16 armas de fuego cortas y largas, incluido un fusil de asalto militar Cetme, un subfusil ametrallador checoslovaco Skorpion vz. 61, y cuatro rifles de altísima precisión, capaces de acertar un blanco a un kilómetro de distancia. Además, en su coche llevaba dos pistolas, una de ellas modificada de forma ilegal.

“Como norma general no es habitual que haya ese número de armas en un domicilio particular. En el conjunto había armas reglamentadas y otras prohibidas por la manipulación o por el hecho de no tener el permiso en regla”, ha explicado Oliva. Las armas estaban en el interior del domicilio, salvo dos que tenía en su vehículo habitual.

Murillo Sánchez está actualmente en prisión provisional en el Centro Penitenciario Brians-2, en Sant Esteve Sesrovires, donde confesó nada más ingresar sus intenciones de atentar contra el jefe del Ejecutivo. De hecho, había confesado su despreocupación por el hecho de acabar en prisión.

La Audiencia Nacional (AN) rechazó imputarle el delito de terrorismo, competencia concreta de ese tribunal. El juzgado de instrucción número 4 de Terrassa acordó el pasado 21 de septiembre la prisión provisional para Murillo Sánchez y el 4 de octubre el juzgado de instrucción número 3 de Terrassa ratificó la prisión provisional comunicada y sin fianza. La causa está abierta por los delitos de conspiración para atentar contra autoridad con uso de arma, delito de amenazas graves , delito de tenencia ilícita y depósito de armas, municiones y explosivos y un delito de odio, informan desde el Tribunal Superior de Justícia de Catalunya (TSJC).

El detenido presentó un recurso de apelación que la sección 10 de la Audiencia de Barcelona rechazó este martes, confirmando así la prisión provisional dictada por el juzgado de instrucción de Terrassa. En su recurso, la defensa alegaba su situación familiar. Su madre y su hermana, con alzheimer y una enfermedad mental respectivamente, viven en el mismo edificio que él. También aducía su situación laboral: tenía un contrato temporal en vigor, y enmarcaba los mensajes en “el contexto de la problemática política ocurrida en Catalunya”, según recoge el auto de la Audiencia de Barcelona.

Además, el auto apunta que haber manifestado su disponibilidad para el ataque a miembros de Vox “porque no tenía nada que perder y vivía solo”, muestran la “poca importancia” que daba a “los cuidados que puedan requerir sus familiares”, y por ello sí existe riesgo de fuga.

No se han dado detalles de la operación antes porque “había secreto de sumario” hasta dentro de unos días y por ser una noticia sensible”, ha explicado la policía catalana, que ha reconocido que ha confirmado la detención e investigación a raiz de la exclusiva del diario Público. La policía no ha concretado mucha información al no ser competencia de los Mossos la seguridad del presidente del Gobierno y por respeto al mismo Sánchez.

Desde Moncloa han confirmado esta mañana la información y remarcan que “en ningún caso se vio comprometida la seguridad del presidente” y que“este tipo de amenazas es una constante a la que, por supuesto, no debemos acostumbrarnos”. En rueda de prensa la portavoz del Gobierno, Isabel Celaá se ha referido al hecho como “un incidente aislado”.

“Además de agradecer las muestras de solidaridad recibidas, es necesario seguir trabajando por la serenidad en el debate político”, concluía el comunicado enviado por Moncloa de este jueves por la mañana.






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