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martes, 17 de abril de 2018

El Tobillo del Teniente

El tobillo del histriónico teniente valenciano tiene mucho en común con el talón de Aquiles.

Resulta que, freudianamente, la supuesta víctima de lo ocurrido en Altsasu aquella aciaga madrugada, deja ver constantemente lo que todo mundo ya sabe: todo el asunto no es mas que un asqueroso y desvergonzado montaje para mantener el clima de terror en contra de los pobladores de Euskal Herria, a seis años de la declaración por parte de ETA del fin de su lucha armada.

Curiosamente, sus declaraciones deja claro que los encharolados desplegados en la Zona Especial Norte son premiados con una sobrepaga, la cual les anima a pedir ser estacionados ahí. Por alguna razón esta declaración nos ha hecho recordar aquel chiste de Berasategi acerca del río Guardiacivil. Y es que como somos abertzales, pues no somos normales.

Lean ustedes esto que reportan desde Naiz:


«No recuerdo. Si consta así en la declaración, me ratifico», ha sido la expresión más utilizada por el teniente de la Guardia Civil que estaba destinado en Altsasu y que denunció haber sido agredido a las preguntas de la defensa de los acusados. El sargento ha sostenido que fueron agredidos en el bar Koxka y ha señalado a varios de los jóvenes como autores de la agresión.

Martxelo Díaz

A preguntas de la Fiscalía y las acusaciones, el teniente de la Guardia Civil ha relatado que acudió al Koxka tras cenar en el bar de su novia. Ha relatado que cuando se encontraba en el baño Oihan Arnanz le preguntó si era «madero» y que Julen Goikoetxea le cortó el paso. Ha añadido que Jokin Unamuno se encaró con él y que también le agredió Adur Ramírez de Alda. Ha explicado que conocía a estos jóvenes porque les tenía controlados por su participación en movilizaciones. No ha podido identificar a Urrizola, Abad ni Urkijo como participantes en la agresión.

Ha añadido que estuvo 18 meses de baja por la fractura del tobillo, «lo que le rompió la vida». Entre otros motivos, porque el destino de Altsasu «en zona conflictiva» suponía beneficios (incluido un mayor sueldo) que no tiene en su nuevo cuartel.

La seguridad en la declaración ha desaparecido cuando ha comenzado el interrogatorio de las defensas. No ha recordado por qué no declaró ante la Policía Foral a pesar de que fue requerido para ello y solo compareció ante sus compañeros del instituto armado. «Estaba aturdido», ha señalado. Tampoco ha recordado el motivo por el que cuatro días después realizó una declaración complementaria. Sí recordaba que le visitó en el hospital el entonces director general de la Guardia Civil, Arsenio Fernández de Mesa.

Tampoco ha podido precisar cuándo hizo los reconocimientos, cómo pudo llamar a Emergencias por teléfono si estaba siendo supuestamente objeto de una agresión por parte de decenas de personas o a qué hora comenzó la trifulca.

«El Koxka no es un bar abertzale, va gente normal», ha destacado el teniente.

Versión del sargento

Tras la declaración del teniente, ha comparecido el sargento destinado en Altsasu, quien ha señalado que fueron agredidos en el interior del bar Koxka. Ha explicado que cuando le destinaron a esta localidad le avisaron de que tuviera cuidado en su tiempo de ocio, especialmente en «el Caso Viejo, donde hay bares que se juntan jóvenes radicales abertzales».

La versión del sargento no ha coincido con la del teniente en lo referido a la hora en la que fueron a cenar al bar de los padres de la novia del superior. El primero ha señalado que serían a las ocho o nueve de la noche. El segundo ha manifestado que fue mucho más tarde. En cualquier caso, según la versión del sargento, permanecieron en este establecimiento hasta que fueron directamente al Koxka, pasadas las dos de la madrugada. Ha negado que bebiera vino en la cena y ha señalado que no sabe si el teniente bebió. Al llegar al Koxka, en cambio, sí tomaron dos ginebras con tónica o Seven Up.

Ha identificado a varios de los acusados como los autores de la agresión, pero no ha recordado haber hablado con Jon Ander Cob ni tampoco haber dado un manotazo al móvil con el que grababa Iñaki Abad. Tampoco recuerda haber identificado a quien fue detenido en el exterior de la comisaría de la Policía Foral de Altsasu.






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