¡A por los CDRs!

La prensa borbónico franquista se puso frenética ayer cuando integrantes de los Comités de la Defensa de la República permitieron el paso de vehículos sin pagar peaje.

Al respecto, les compartimos este artículo dado a conocer por inSurGente:

La Fiscalía contra los CDR (pero no aclara si los cubanos o los catalanes)

Si la movilización, (sea la que fuera, del rubro o gremio que en ese momento estuviese en lucha) entra dentro de los cánones que autoriza el sistema y su entramado legal, todo perfecto. Hay posibilidades incluso que la reivindicación sea apoyada por la Falsimedia reformista, custodiada por las fuerzas del orden para evitar que elementos “extraños” la contaminen, vengan autobuses de otras localidades a engrosar el número, haya declaraciones a pie de pancarta de líderes conciliadores, y se acabe la manifestación tomando cañas y celebrando la enorme asistencia.

Pareciera que el célebre axioma de “el que se mueve no sale en la foto”, no se aplicó de un modo certero a la realidad de la llamada Transición, incluso a sus flecos actuales. Se interpretó como el que disientiera de la orquesta tenía mucho para perder, que iba a ser apartado de la posibilidad de vivir de la política, excluido de listas electorales y liberaciones con sueldos suficientes. Sin embargo, había otra acepción no menos importante, que es el que se mueve queda excluido por peligroso y hay que combatirlo. La paz social traía en el paquete que dentro de la ley, todo, fuera, nada. ¿Y si las leyes no son justas? A votar y cambiarlas de un modo civilizado en las instituciones. Un entramado perfecto y engañoso de los dueños del poder para que todo acabara en una zona (electoral) de control, donde no es posible que la burguesía pierda.

En las últimas horas, por ejemplo, se demuestra que es posible pedir en la prensa, en el Ayuntamiento y el Parlamento que se acabe con el peaje de una autopista, pero si levantas las barreras, se es terrorista. La clave es respetar unas leyes creadas para salvaguardar y proteger intereses de clase, sin aplicar dos palabras que para el sistema son letales: “boicot” y “sabotaje”. La Fiscalía y el PPSOEC´s se han puesto histéricos con las acciones de los CDR, y han llamado a su brazo legal para poner orden. Días antes habían alertado -en un ejemplo de agilidad mental- que los CDR tenían su origen en Cuba con los Comités de Defensa de la Revolución, y desde hace unas horas mandaron parar. Ignorando que Cuba ya no es colonia de España por culpa de los José Martí que han sido y son, han mandado investigar a los CDR. Así que, dentro de un mes, cuando es posible que Raúl Castro deje la máxima responsabilidad que tiene en Cuba, tenga que sentarse en el banquillo de Llarena para explicar las razones y raíces de tan peligrosa iniciativa llamada CDR.

Sea como fuere queda claro que la dicotomía sigue siendo combatir al régimen desde dentro o fuera. La actuación urgente de la Fiscalía y los tres partidos que respaldan al régimen parece dejar claro -una vez más- que estar fuera del “imperio de la ley” es peligroso, para ellos también.

Pero qué comunes han resultado ser

¡Apoya las acciones de los autodenominados Comités de Defensa de la República?

El camino que puede llevar a expresiones de conflicto violento no creo que nos ayude. Por tanto, no. (Extractado de la entrevista de La Vanguardia a Xavier Domènech, presidente del grupo parlamentario Catalunya en Comú Podem ) 

Ah, ¿que puede haber conflicto violento…? ¿Pero acaso no hay una declaración de violencia unilateral por parte del Estado en Catalunya?

En fin, aparecieron tras aquel 15M que gritaba que “no queremos ser mercancía en manos de políticos y banqueros” y “lo llaman democracia y no lo es”. Aparecieron prometiendo que ellos iban a hacer posible con los votos ESO, esas justas aspiraciones. Algunos “extremistas” les espetaron que venían a canalizar la indignación; y que entonces, en el mejor de los casos, no podrían hacer lo que se debería hacer. Y se indignaron -¡pero, hombre, qué sectarios!- cuando se les dijo que finalmente iban a COLOCARSE en eso de canalizar la indignación. Pero es verdad que finalmente la Historia no los está eurocolocando para canalizar la indignación. No, pasarán a la Historia por algo mucho más indecente: por pretender cambiar la indignación de bando. Eso sí, con expresiones muy guay, como esa de ponerse en contra de “las expresiones violentas” de los CDR, obviando la violencia sin comparación alguna de los indignadores. Pobre Spanish Revolution, si resulta que la cuestión clave de toda revolución no reside en los deseos que se expresen, sino en la fuerza para hacerlos… posibles. Pero qué comunes han resultado ser.

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