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domingo, 7 de octubre de 2018

Entrevista a Estefanía Beltrán de Heredia

No acostumbramos compartir entrevistas concedidas por integrantes del gobierno de la CAV y mucho menos si se trata de militantes del PNV, pero nos ha parecido que esta entrevista en Deia toca puntos de gran importancia y trascendencia sobre todo tras la culminación de la desmovilización de ETA.

Aquí la tienen:


Frente al discurso monolítico de los delegados del Gobierno sobre la presencia en Euskadi de las FSE, la consejera apela a las funciones “residuales” que tienen encomendadas

Carlos C. Borra

Estefanía Beltrán de Heredia subraya el esfuerzo realizado de cara a renovar a los agentes de la Ertzaintza frente a las crecientes jubilaciones y resalta los frutos que va a dar el convenio de colaboración con el Gobierno de Nafarroa.

¿Cree que en esta legislatura se aprobará por fin la reforma de la Ley de Policía?

-Esta ley se ha vuelto a presentar cumpliendo con el calendario legislativo que había establecido el Gobierno vasco y espero que ésta sea la legislatura en que se apruebe porque consolida las bases de lo que tiene que ser la Policía vasca actual y de futuro que necesita Euskadi.

Es el momento elegido para incluir en la ley medidas de acción positiva de cara a facilitar el ingreso de mujeres en el cuerpo.

-Un servicio público tiene que ser reflejo de la sociedad en cuanto a su conformación por hombres y mujeres, y la propia sociedad nos demanda en muchas ocasiones que el servicio sea prestado por mujeres, cuya proporción en la Ertzaintza ahora no llega al 12%. En las últimas promociones está por encima del 20% pero hay que impulsar medidas que favorezcan su presencia. Se establecieron cupos para la entrada de mujeres pero fueron recurridos y declarados improcedentes, por lo que estas medidas responden a la jurisprudencia europea para que se puedan desarrollar con garantías.

Este proyecto de ley contempla la creación de una Comisión de Control y Transparencia en la Ertzaintza. ¿En qué consistirá?

-Es una comisión independiente de la labor policial, compuesta por agentes externos para analizar aquellos casos en los que, derivado de una intervención policial, hubieran podido producirse lesiones graves o incluso el fallecimiento de alguna persona. También sobre las conductas policiales que generaran algún tipo de alarma social o influyeran en la pérdida de confianza de la sociedad. Es un paso más en ese ejercicio de transparencia y control.

¿Cree que, de haber estado activa esta Comisión, se podrían haber aclarado mejor casos como el de la muerte de Iñigo Cabacas por una pelota de goma disparada por la Ertzaintza en 2012?

-El caso de Iñigo Cabacas está en sede judicial, que es a quien corresponde la instrucción y la investigación de lo que allí sucedió. Es un procedimiento que sigue abierto después de seis años, precisamente el día 15 se inician las vistas del juicio oral y yo espero que conozcamos el relato de hechos cuanto antes.

Mañana mismo, 381 aspirantes a ertzainas comienzan su formación y antes de fin de año arrancará la 28ª promoción, con 400 plazas más. ¿Cómo se está desarrollando el proceso de renovación de los agentes del cuerpo?

-Las jubilaciones son constantes, el próximo día 20 entregaremos las placas a cerca de 300 personas que se han jubilado este año. Y estimamos que en 2019 rondarán las 400, por lo que para mantener el número establecido de 8.000 ertzainas necesitamos ir convocando nuevas promociones de forma planificada. Desde 2013 hasta este año habremos ofertado alrededor de 1.500 nuevas plazas de ertzainas.

Tras las épocas pasadas de oposición de Moncloa al número de plazas de estas promociones, ¿la llegada del gabinete de Pedro Sánchez ha acabado por engrasar su posición a este respecto?

-Ya teníamos un acuerdo tras la Junta de Seguridad de junio de 2017, es decir, todavía con el PP, de que el número de efectivos necesarios para garantizar la seguridad de la ciudadanía vasca es de 8.000. Como consecuencia, se levantaron los vetos a dos convocatorias e iniciamos este proceso de renovación ordenada. Nuestra previsión es que cada año haya una convocatoria para poder compensar las jubilaciones.

La mejora de la situación económica, ¿redunda en una menor presentación de aspirantes a estas promociones?

-Entendemos que no tiene nada que ver, es una oferta más de desarrollo profesional. Es cierto que estamos asistiendo a muchas ofertas de empleo público y eso sí afecta pero en las convocatorias que estamos realizando contamos con alrededor de 3.500-4.000 personas que se vienen presentando.

También en el ámbito de la formación, se acaba de confirmar una colaboración con Nafarroa y su Policía foral.

-Por primera vez, 81 agentes de Policía foral y Policía local navarra vendrán a la Academia de Arkaute a completar su formación en tácticas policiales, fruto del protocolo de colaboración que tenemos con el Gobierno de Navarra. Con ocasión del inicio de este curso, está prevista una reunión con la consejera de dicha comunidad para valorar el convenio de colaboración.

Siguiendo en el ámbito de Nafarroa, se prevé otra colaboración en materia de seguridad vial relacionada con los motoristas.

-Venimos observando un aumento en la siniestralidad sobre todo de motoristas. Nos preocupa mucho y se están desarrollando actividades específicas dirigidas a ellos. Además de la campaña de concienciación a través de los medios de comunicación, se ha celebrado una jornada de reflexión en Arkaute y, derivada de la misma, junto con la Unión de Moteros Europeos y en colaboración con el Gobierno de Navarra, se desarrollarán unas jornadas prácticas de conducción de motos en Navarra para garantizar la seguridad.

¿Aprecia diferencias en el discurso del delegado del Gobierno español, Jesús Loza, respecto a sus antecesores del PP con su defensa de la permanencia de los efectivos de Policía Nacional y Guardia Civil en Euskadi?

-Realmente, a los delegados del Gobierno les corresponde hacer esa defensa. Nuestra posición siempre ha sido que el número de efectivos de las Fuerzas de Seguridad del Estado, por un principio de responsabilidad de gestión de recursos, tendrá que ser adecuado a las funciones que tienen aquí encomendadas. Funciones que, tal y como establece el Estatuto de Gernika, son residuales.

Da la impresión de que esa posición del delegado del Gobierno de turno, independientemente del partido que esté en Moncloa, obedece a una decisión política.

-Indudablemente es una decisión política, y entiendo que tiene que estar avalada también en unas necesidades técnicas. Insisto en que la Ertzaintza es una policía integral con todas las competencias y por tanto es quien tiene que garantizar, en coordinación con otros cuerpos, la seguridad en Euskadi.

¿Está dando frutos la incorporación de la Ertzaintza al Centro de Inteligencia contra el Terrorismo y el Crimen Organizado (Citco) acordada en junio de 2017?

-La Ertzaintza está allí de forma permanente fruto de los acuerdos de la Junta de Seguridad y gracias a ello hay una conexión directa a las bases de datos de las investigaciones que se realizan, lo que es positivo y redunda en beneficio de la planificación en materia de seguridad pública en Euskadi. Es más, seguimos reclamando la presencia de la Ertzaintza en todos aquellos foros, también europeos e internacionales, donde se establezcan las estrategias en materia de seguridad.

¿Ha coincidido con el actual ministro del Interior, Fernando Grande-Marlaska?

-Hemos tenido alguna conversación telefónica y coincidí el mismo lunes en el acto de reconocimiento a la cooperación en materia antiterrorista que tuvo lugar en Madrid. Fruto de esa conversación tenemos pendiente mantener una reunión y estamos intentando ajustar agendas para hacer una puesta en común de la situación.

Otro acuerdo, en este caso alcanzado con los sindicatos, se refería a la modernización de la Brigada Móvil. ¿Qué avances se han dado en este proceso?

-En junio alcanzamos un acuerdo con los dos sindicatos mayoritarios, ESAN y ErNE, del que se derivó el Plan de Modernización de Brigada Móvil. Además, se alcanzaron otros acuerdos como el referido al servicio activo modulado, que rebaja de 56 a 55 años la edad a la que los agentes pueden acogerse al mismo, y el que afecta a la prestación de los servicios fuera de la demarcación de la unidad a la que está adscrito el agente. Estamos desarrollando estos acuerdos, la comunicación con los sindicatos es permanente con una voluntad de abordar otros que redunden en una mejor prestación de los servicios de seguridad y en las condiciones laborales, y de sumar al resto de fuerzas sindicales.

La violencia de género es una preocupación recurrente.

-Constatamos cómo se incrementa el número de denuncias, hay una mayor concienciación y afortunadamente se denuncian conductas que hasta hace bien poco se toleraban. Tengo que seguir insistiendo en que, en cuanto se conozca un caso, inmediatamente se denuncie porque a partir de ahí la Ertzaintza pone en marcha el protocolo establecido. Ahora mismo se gestionan en torno a 4.600 expedientes de mujeres a las que se ha valorado el riesgo de que puedan volver a sufrir una agresión. 3.500 tienen una orden de alejamiento judicial y 42 llevan escolta de forma permanente.

¿Han percibido un aumento de las actuaciones relacionadas con plantaciones de marihuana?

-Es otra de las preocupaciones, sobre todo en esta época del año en que el cultivo a cielo abierto está en pleno apogeo ya en la fase de recolección. Más allá de los riesgos del consumo, el hecho de cultivar y traficar con marihuana es un delito en sí mismo si no se cuenta con la debida autorización administrativa. También se están produciendo intentos de robo y de tomarse la justicia por su cuenta en defensa de la plantación, por lo que es un objetivo importante dentro de los plantes de acción de la Ertzaintza.

Ha surgido una nueva asociación, Ertzain Abertzaleen Elkartea, que aboga por recuperar las esencias del cuerpo y que presentó sus credenciales ante el Departamento. ¿Cómo valora su aparición?

-No he tenido un contacto directo con representantes de la asociación, por lo que tampoco puedo presentar una opinión al respecto. En todo caso, en cuanto a esas esencias, el Departamento trabaja de forma permanente por una policía cercana, bilingue y que siga imbricada en la sociedad vasca a la que tiene que prestar este servicio. Por tanto, en este aspecto hay una plena coincidencia en cuanto a los objetivos del propio Departamento.

¿Cómo se está viviendo el fin de ETA en el seno de la Ertzaintza? ¿Ha redundado en favor de ese modelo de policía cercana por el que abogan?

-La existencia de ETA condicionó el desarrollo de la Ertzaintza y su desaparición ha sido un momento de gran satisfacción para toda la sociedad vasca y para la Ertzaintza también. No olvidemos que existía una amenaza directa sobre los ertzainas, lo que obligaba a unas especiales medidas de autoprotección para proteger también a la ciudadanía que condicionaron mucho la forma de trabajo. Desaparecida ETA, la Ertzaintza puede desarrollar una actividad mucho más normalizada, lo que redunda en la prestación de un mejor servicio y en las condiciones laborales de los propios agentes. Muchos ertzainas no podían confesar su condición como tales, una profesión de la que deben sentirse orgullosos y por la que les debemos un reconocimiento.

¿Se han producido cambios en la estrategia a seguir contra el terrorismo yihadista?

-Entendemos que vamos a tener que convivir con esa amenaza largo tiempo y Euskadi no es una isla en el mundo, por lo que seguimos intensificando la labor de prevención, trabajando muy de cerca con las comunidades musulmanas y con el resto de instituciones vascas, diputaciones, ayuntamientos... La Oficina Central de Inteligencia realiza análisis semanales respecto al nivel de amenaza, que se ponen en común en la mesa de valoración del CITCO, y a partir de ahí se propone el nivel de riesgo, que desde 2015 es de 4 sobre 5 en todo el Estado español.

La Ertzaintza cuenta además con un Plan estratégico contra el islamismo radical.

-Desde Euskadi planteamos que el nivel de riesgo se sectorialice y se flexibilice para que haya una respuesta más efectiva de los recursos policiales, como se está haciendo en otros países de Europa como Bélgica. Porque no es lo mismo el riesgo que pueda existir en una gran ciudad como Madrid que en un pueblo de Galicia. Y sin embargo, ese nivel de riesgo afecta a todos los espacios por igual. Abogamos por una optimización de los recursos y por que se refuercen aquellos lugares donde se considere que el nivel de riesgo puede ser más elevado.

El president de la Generalitat, Quim Torra, emplazó a los Comités de Defensa de la República o CDR a “seguir presionando”, cuando son los Mossos d’Esquadra los que deben hacerles frente.

-Estoy segura de que ni el lehendakari ni ningún miembro de este Gobierno hubiera adoptado una posición similar.






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