Certeros como acostumbran ser, los compañeros de Borroka Garia da! han publicado en la páguna de La Haine este análisis del panorama político en Hegoalde tras el 10N, enmendando las planas a ciertos merolicos.
Lean ustedes:
Borroka GaraiaAntes de analizar cualquier coyuntura, habría que analizar la realidad y a dónde se dirige. No es que las elecciones no sean reales, sino que la realidad material, y las fuerzas dominantes que operan sobre ella son mucho más reales.En el reino de españa, es decir, en el estado burgués español actual, que es el que fue diseñado por el franquismo, domina la oligarquía española en dependencia del bloque capitalista occidental y más a grandes rasgos del capitalismo global. Para decirlo en breve y en corto: todo lo que sucede al interior del estado español pasa por la intervención del capitalismo.Puede resultar entrañable el pensar que votando en unas elecciones españolas estás decidiendo tu futuro e incluso tu gobierno , y doblemente entrañable si eres vasco o vasca. Pero tanto aquí como en casi cualquier otro lugar, las decisiones fundamentales y los recorridos los traza el poder económico que luego se diversifica en todos los frentes, desde el militar al cultural. Posteriormente serán los partidos los que gestionen esa realidad material ya acotada. Los partidos en el estado español , más que cumplir una función política, tendrían una función cultural representativa de los diferentes poderes reales. Esto cumple también una doble función al legitimar y generar consensos sociales para que el régimen español se autoreprodruzca. Al fin y al cabo, la graduación del consenso y la graduación represiva son las dos caras de la misma moneda que necesita la democracia burguesa española. Si una cara encuentra grietas, la otra se hace más visible y entra en acción.Lo que ocurre es que este análisis general sin dejar de ser cierto, contiene otras subdivisiones sin las cuales no se pueden entender realidades concretas, como por ejemplo la de la nación vasca. En Hego Euskal Herria existe una oligarquía española (tanto interna como externa) en la que sus partidos representativos y de sus fracciones subsidiarias diferentes del capital son por ejemplo PSOE o PP pero eso no es toda la historia.En la Euskal Herria occidental tras la invasión de las “provincias vascongadas” que elimina los últimos rastros del fuero es donde hace que se abra la puerta al “desarrollo” capitalista donde adquiere mayor dinamismo, y la sociedad comienza a diversificarse como sociedad burguesa (con la aparición de todo un conjunto de clases sociales propias, especialmente con el surgimiento del proletariado); frente al otro punto, Iruñea, que sigue dormitando en las estructuras de la sociedad tradicional. En uno emerge una burguesía (junto con sus capas subalternas burguesas) en el otro siguen dominando las capas terratenientes; en ambos, las clases dominantes son “españolas” (por interés), su proyecto político fraccional no discute el régimen de dominio, que el Estado (español) representa, se acomodan a él. En realidad, tanto la derecha de la CAV como de la CFN son un mismo ente, pese a que el recorrido histórico le haya hecho a una tomar un barniz “vasquista” y a la otra de “navarrismo” encuadrado en el españolismo. Si Iruñea hubiera sido donde hubiera emergido el capitalismo, probablemente tendríamos hoy a un UPN de barniz “vasquista” y a un PNV de barniz “vasquista-español”.En cualquiera de los casos lo que se hace de vital importancia entender es que el “capitalismo vasco” independientemente de sus barnices identitarios, a parte de ser partícipe y beneficiario del conglomerado burgués español, tiene una entidad propia. Unos intereses propios: Concierto-Convenio, autonomía, UE y pertenencia al estado español. Esos factores son los que le aseguran su dominio y beneficio al interior de Hego Euskal Herria.El fascismo no es un producto de “los fascistas” ni de los “partidos ultraderechistas”. Sino que es una graduación que en momentos determinados el capitalismo de estado necesita, siendo lo otro una consecuencia. Y en esto como en todo, hay que ir a las causas y la raíz, no quedarse como las vacas mirando al tren. Las causas están en el propio estado.En Euskal Herria cuando el fascismo se expresa es por una razón; cuando necesita hacer un repaso para reventar a la clase trabajadora vasca y sus reivindicaciones populares. La segunda opción, que no se ha dado, sería cuando una fracción grande del capital necesita hacer algún ajuste y servirse de esa graduación represivo-fascista para equilibrar alguna lucha inter-burguesa. Lo que esto significa que partidos como VOX en nuestra realidad concreta actual no tienen espacio para existir no porque las vascas y vascos seamos los elegidos de Mari sino porque ya existe PNV o UPN así como el resto de la derecha hoy electoralmente hegemónica en toda Euskal Herria. O traducido; los grupos representativos del poder económico y sus intereses están ya representados y todos ellos salvaguardan los mismos objetivos: Concierto-Convenio, autonomía, UE y pertenencia al estado español. Desde el PP pasando por el PSOE y llegando hasta el PNV o UPN. Así de sencillo. Esto, aunque parezca paradójico en realidad también expresa la propia existencia de la nación vasca, y en este caso el de una burguesía cobarde que nunca se elevó a clase nacional. O dicho de otra forma, que la clase trabajadora vasca está subordinada al estado capitalista / fascista, y no hay peor idiota que el idiota político que no lo detecta en toda su extensión y encima es capaz desde la más absoluta autocomplacencia infundada de hablar de otras clases trabajadoras por encima del hombro o del Ebro.Que en “Euskadi no hay derecha”, “Que en Euskal Herria no hay trifachito” son auténticas bombonas de oxígeno para la derecha y burguesía vasca y concretamente para la fracción más dominante, pues basa precisamente su dominación en la tracción de la clase trabajadora, ya que no hay más ciego que el que no quiere ver.Si el poder económico y todo lo que supone no quiere ni oír hablar de la autodeterminación, basar tus perspectivas autodeterminadoras en las fracciones de ese poder no es solo un callejón sin salida sino que va en camino contrario, es decir en el camino autonomista como defensa de la derecha y la burguesía local.De hecho, el día que la clase trabajadora vasca se independice completamente de esa tracción, las cosas se pondrán serias de verdad por mucho que el fascismo aumente entonces que lo hará, entre otras cosas porque ese es el único factor en nuestra realidad concreta que no solo nos abrirá las puertas a la independencia sino también al socialismo teniendo la única forma que puede tener, la de la ruptura.
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