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viernes, 15 de noviembre de 2019

Consumismo Vasco

Lean otra vez el encabezado, no vaya a ser que hayan confundido la palabra consumismo con comunismo, porque de los hábitos de consumo de los habitantes de la CAV nos viene a hablar este artículo de el Diario Vasco.

Y la joven medioambientalista sueca Greta Thunberg no va a estar muy contenta.

Vean a que nos referimos:


Un informe sobre la huella ecológica de Euskadi da muestra de que es «insostenible» continuar con los esquemas actuales que esquilman el planeta

Alexis Algaba

Cada vasco requiere de una superficie similar a 4,5 estadios de Anoeta para cubrir sus necesidades de consumo. Piensen en lo que eso supone. Evidentemente, en Euskadi no hay terreno suficiente para poder saciar a todos los habitantes de la comunidad. Y lo que es más grave, si todo el planeta consumiera al ritmo que lo hacen los vascos (de media) harían falta 2,65 Tierras para poder cubrir esos consumos. Conclusión: el planeta se encamina a un escenario futuro de escasez de recursos tras décadas en los que los países desarrollados piden una producción superior a lo que la propia Tierra puede ofrecer.

Esa es la principal lectura que se puede hacer del informe sobre la huella ecológica de Euskadi que han presentado este jueves el consejero de Medio Ambiente del Gobierno Vasco, Iñaki Arriola, y la viceconsejera de Medio Ambiente, Elena Moreno. «El sistema en el que estamos asentados es insostenible», ha subrayado Moreno en el turno de preguntas después de que Arriola desgranara las principales cifras que presenta el informe.

Euskadi ha reducido su huella ecológica -impacto ambiental generado por la demanda de la población sobre los recursos existentes- un 7% desde 2001, aunque las cifras siguen siendo alarmantes. Cada vasco requiere de 4,32 hectáreas de terreno productivo para cubrir sus necesidades de consumo. En total, 43.200 metros cuadrados para sostener el día a día de cada uno de nosotros.

Se preguntarán: ¿eso es mucho o es poco? Apunten, cada habitante del planeta dispone de 1,63 hectáreas de superficie biológicamente productivas para cubrir sus necesidades. Por tanto, cada vasco consume casi el triple de la media que podría considerarse sostenible.

Problema de Europa

Arriola ha indicado que «Europa, a pesar de que representa el 20% de la biocapacidad de la Tierra y solo cuenta con un 7% de la población mundial, es uno de los continentes denominados 'deudores' de huella ecológica, ya que consume más superficie de la que dispone». El consejero ha señalado que aunque la huella vasca es «insostenible», su media se encuentra por detrás de países como Alemania, Países Bajos, Noruega, Bélgica o Austria.

El informe presentado detalla que las actividades que tienen un mayor impacto en la generación de la huella ecológica de Euskadi son las relacionadas con el consumo de energía, que suponen más del 50% de esta huella; los cultivos con un 17%; la pesca con un 14% y la superficie forestal con un 10%. Y los pastos y las infraestructuras representan un 6% y un 1% respectivamente.

Con el fin de mitigar esta situación tanto en Euskadi como en Europa, Arriola ha apuntado la necesidad de acelerar la transición hacia una economía baja en carbono e implementar sistemas de producción y consumo más eficientes, gracias a ciclos continuos y regenerativos, que permitirán reducir el consumo de materias primas y energía, así como la generación de residuos y emisiones en los procesos productivos. «Su aplicación en la industria y en otros sectores puede tener unas consecuencias muy favorables a la hora de reducir las hectáreas globales necesarias en relación a las superficies del carbono y de los cultivos», ha indicado el consejero.






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