Un blog desde la diáspora y para la diáspora

miércoles, 25 de mayo de 2022

Neolengua Ucraniana

Les recomendamos altamente este texto de Cubainformación en el cual se expone la estrategia de manipulación mediática que se ha estado viendo en el tratamiento que la prensa internacional le ha dado a la intervención militar rusa en Ucrania.

Adelante con la lectura:


Ucrania y la Neolengua

José Manzaneda | Coordinador de Cubainformación

Nos prohibieron los medios rusos para que, sobre el conflicto de Ucrania, pudiéramos disfrutar de una información veraz… y plural. Tan plural como este titular: “Ucrania evacúa sus militares de la acería de Azovstal”, que fue repetido en decenas y decenas de medios occidentales.

Que, durante días, insistieron en que las tropas ucranianas fueron “evacuadas”, “salieron” o “abandonan la planta”. ¿Se rindieron? ¿Se entregaron? ¡Eso jamás! Son palabras prohibidas en la neolengua impuesta por el Ministerio de la Verdad. Como en la novela 1984.

Neolengua

En esta neolengua, Venezuela, Cuba o Bolivia “nacionalizan” o “expropian” empresas. Pero si Alemania hace lo propio con la filial rusa Gazprom Germania, debe decirse que "toma el control". Si EEUU confisca bienes de empresarios rusos, a estos se les llama “oligarcas” y el botín se justifica: es para “destinar el dinero a ayudar a Ucrania”.

La Unión Europea y EEUU han impuesto a Rusia el bloqueo a sus transacciones bancarias y congelado sus fondos. Pero si Moscú exige el pago de su gas en su propia moneda, el rublo, entonces nos dicen que realiza "un chantaje inaceptable".

Putin, con el torso desnudo, representa “el machismo más rancio”. Pero el presidente francés Emmanuel Macron, en una pose similar, es el “sex symbol de la política europea”.

Persecución políticamente correcta

Nos dicen que en Rusia hay “censura”. No en Ucrania. Aunque el youtuber Anatoli Shariy haya sido acusado de traición por Kiev y detenido en España; o el bloguero Gleb Lyashenko se enfrente a una posible pena de 15 años, por decir que Rusia lleva años pidiendo “un acuerdo razonable” con Kiev fuera de la OTAN. ¿Y cómo nos cuentan la detención del opositor y líder del segundo partido más votado en Ucrania? Diario ABC: “Capturan al oligarca Viktor Medvedchuk, aliado de Putin que había escapado del arresto domiciliario”.

Hoy la censura y la persecución son políticamente correctas. Y no solo contra los medios rusos. Un editorial de The Washington Post pedía prohibir en las redes sociales los medios de China, porque "siembran desinformación en nombre de Moscú".

En Miami, la locutora cubana Hilda Rabilero fue despedida de la emisora La Poderosa por su visión supuestamente “prorrusa” de la guerra.

Y en Europa no les basta con cortar la señal de los medios rusos y abolir sus redes sociales. Austria va a multar con 50 mil euros a quien difunda sus videos o noticias. Y la Unión Europea aprobará la Ley de Servicios Digitales, que permitirá censurar sin piedad en las redes sociales. En términos de la neolengua, impondrán "instrumentos para corregir narrativas contrarias a los intereses europeos".

El premio Pulitzer también se ha sumado a la propaganda de guerra, premiando a periodistas de un bando, el de Ucrania, por "su coraje, resistencia y compromiso para informar la verdad durante la despiadada invasión de su país". El detalle tragicómico lo ponía la revista francesa L´Obs, que ilustraba esta noticia con la foto de un reportero… ¡del canal prohibido Russia Today!

Mirar hacia donde dicta la OTAN

Rusia, alegando el cerco de la OTAN en sus propias fronteras, intervino en Ucrania y hoy es el Demonio. Pero EEUU, tras un acuerdo de seguridad firmado entre China y las Islas Salomón, está amenazando a este país con “una respuesta armada si Pekín construye” allí una base naval. China ha negado esta posibilidad pero, en todo caso, en el mundo hay una sola base china, la de Yibuti, por 800 de EEUU. De sus invasiones e intervenciones… mejor hablamos otro día.

El ex primer ministro de Pakistán Imran Khan se negó a condenar a Rusia y a aplicar sanciones. De inmediato, fue destituido en una maniobra parlamentaria. Hoy las calles del país se llenan de movilizaciones pidiendo su retorno. Nada que vean en los canales occidentales.

En los siete años de bombardeos de Arabia Saudita –con armas y apoyo de EEUU- a Yemen, han muerto por hambre 80 mil niños y niñas. Pero ahora es cuando los medios se acuerdan de la hambruna en ese país, para culpar de ello a la “agresión armada a gran escala de Rusia contra Ucrania”. ¿Mencionar que una de las causas principales del aumento internacional en el precio de los alimentos son las sanciones occidentales a Rusia? No. Eso está prohibido.

Como está prohibido informar de que, según los Pandora Papers, Ucrania es el país con más políticos con cuentas en paraísos fiscales, entre ellos el presidenteVolodomir Zelenski.

Europa ofrece refugio selectivo, en función de los intereses militares de la OTAN. España acaba de negar el asilo y deportado a 13 jóvenes saharauis. El muro europeo solo se abre –por intereses de coyuntura- para la población del Oeste de Ucrania.

La primera víctima de toda guerra

¿Qué Kiev promulga leyes prohibiendo el habla rusa? Silencio.

¿Que Adrien Bocquet, ex militar francés, de regreso de una operación humanitaria en Ucrania, afirma que “los únicos crímenes de guerra” que vio “fueron perpetrados por soldados ucranianos"?. ¡Propaganda rusa!

¿Se acuerdan del supuesto bombardeo ruso, en marzo, a una maternidad en Mariúpol, y de las fotografías de una joven embarazada? Pues un mes después, ella misma, declaraba que jamás hubo un ataque aéreo y que la maternidad había sido ocupada por militares ucranianos. Empleando a la población civil, como escudo humano. La entrevista no fue del interés de los medios occidentales.

Sobre la masacre de Bucha, en abril, que fue endosada, al minuto, a Rusia, hay una pregunta clave silenciada por los medios: ¿cómo es que, sin corte alguno de Internet, solo se publicaron fotos o videos de la matanza después de la retirada de las tropas rusas y tras la entrada de las ucranianas? Rusia considera que fue un montaje de los servicios de inteligencia de Reino Unido. ¿Qué creen Vds.?

Eurovisión y cocineros: la Guerra Cultural

Y la imprescindible guerra cultural. Después de prohibir la participación de Rusia, en el Festival de Eurovisión, ganó ¡sorpresa!... Ucrania. En 2019, la delegación de Islandia fue multada en dicho Festival por mostrar una bandera de apoyo a Palestina, violando así la regla “que prohíbe la politización del evento”. Pero este año, a los cantantes de Ucrania se les permitió hacer propaganda de guerra en favor de sus tropas.

Por cierto, el veterano periodista Javier García, ex delegado de la agencia EFE en China, decía que a ninguno de los conflictos que cubrió como corresponsal fueron “políticos, estrellas de cine, famosos y músicos extranjeros a dar conciertos”, en referencia a los shows de apoyo al ejército ucraniano del cantante Bono o del cocinero José Andrés.

Revisar la Historia

Precisamente, gracias a la industria cultural, EEUU ha conseguido la revisión de la historia de la Segunda Guerra Mundial, instalándose en el imaginario occidental como los vencedores del nazismo, cuando fue la Unión Soviética, con un sacrificio de 20 millones de vidas, quien abrió los campos de exterminio y liberó al mundo del horror nazi.

Curioso, porque… ¿saben qué dos únicos gobiernos votan en la ONU, cada año, en contra de la resolución que condena “la glorificación del nazismo y el neonazismo”? EEUU y Ucrania.

El 9 de mayo, día de la Victoria de la Unión Soviética sobre Hitler, en el centro de Nueva York, un lumínico lo denominaba el “Día de la Vergüenza”. Tanto en EEUU como en Reino Unido se prohibieron los tradicionales desfiles del llamado “Regimiento Inmortal”, que recuerda con retratos a los fallecidos rusos en la Gran Guerra. Ese día, en Berlín, la policía prohibió las banderas de la URSS y del Donbass independiente.

Y en la “democrática” Ucrania, no se conforman con prohibir toda organización comunista o supuestamente “prorrusa”. También se castiga con penas de hasta diez años la venta de “artículos de la URSS, cantar el himno soviético o La Internacional”.

Medios afiliados a la OTAN

En resumen, los medios occidentales son hoy, en su máxima expresión, medios de propaganda de guerra. Por ello, tal como Twitter señala, con un cartel, que los medios públicos rusos -o cubanos- son “medios afiliados a un gobierno", a los medios occidentales –poco importa si son públicos o privados- habría que asignarles un letrero similar: “medios afiliados… a la OTAN”.

Coordinación de subtitulaciones: Antonio García Moreno.


.
.

No hay comentarios.:

Publicar un comentario