El PNV que tan gustoso pacta ya sea con los peperos ya sea con los sociatas se ha encargado de dotar con total inmunidad a Iñaki Larrea Arrutia, el mando de la ertzaintza que ordenó la carga en contra de aficionados del Athletic de Bilbao -antes se manejaba que había sido Jorge Aldekoa-, desmedido operativo policíaco que terminó con el asesinato de Iñigo Cabacas.
Pues bien, como digno émulo de la mendicante Consuelo Ordóñez, Larrea Arrutia se reinventa a sí mismo y una vez más, pasa de victimario a víctima por obra y gracia de la impunidad de la que gozan quienes se enganchan a la estrategia represiva por parte de Madrid en la Zona Especial Norte.
Les invitamos a leer este artículo publicado en Gara:
«Ugarteko» ha demandado a la abogada de la familia Cabacas, Jone Goirizelaia, a los periodistas Iñaki Iriondo e Iñaki Soto y a los medios de comunicación GARA y NAIZ por «atentar contra su honor, integridad e imagen». Les reclama 250.000 euros. La demanda se consuma tras no haber sido imputado por la muerte de Iñigo Cabacas.«La angustia, depresión, pérdida de ocio y aficiones, pérdida de relaciones, cercenamiento de su carrera profesional… son patologías que por el sufrimiento que causan no pueden ser resarcidas ‘in natura’, por lo que habrán de ser resarcidas ‘es especie’ en este caso: mediante indemnización económica y mediante la retirada de todo tipo de noticia que relacione al Sr. Larrea con el fallecimiento [de Iñigo Cabacas]». Ese es el objeto de la demanda que «Ugarteko» ha interpuesto en el Juzgado de Primera Instancia de Bilbo contra la abogada de la familia Cabacas, Jone Goirizelaia, contra los periodistas Iñaki Iriondo e Iñaki Soto, y contra los medios de comunicación GARA y NAIZ. «Ugarteko» concreta esa “especie” en 250.000 euros por daños a su honor y su intimidad.No haber sido imputado en la causa por la muerte de Iñigo Cabacas –decisión que la familia del joven seguidor del Athletic ha recurrido y que este diario ha cuestionado editorialmente– parece haber espoleado a «Ugarteko» para seguir adelante con la demanda. Así lo refleja su abogado, Santiago Rodríguez Toimil, en el escrito presentado en el juzgado. Ya en febrero de 2016 hubo un acto de conciliación que los demandados no aceptaron.Pese a dar una relación exhaustiva de los perjuicios que las informaciones y las opiniones formuladas por los periodistas y la abogada le han originado, el escrito no explica la razón por la que ha rebajado su demanda inicial en más de medio millón de euros, de los 777.000 que exigía hace un año a los 250.000 actuales. Eso sí, deja abierta la puerta a subir esa cuantía, al valorar que los demandados se han lucrado gracias a esas informaciones.Relato del policía«Ugarteko» acusa a los profesionales y a los medios de comunicación por haberlo «identificado con nombres y apellidos y número profesional» y por «imputarle en relación causal la responsabilidad penal del fallecimiento de D. Iñigo, con malediciencia, y con conocimiento exacto de que la realidad de los hechos desligaba la relación causa efecto entre la orden de ‘entrar con todo lo que tenemos’ y el resultado luctuoso». Considera que los daños y perjuicios materiales y morales que se le han causado son «de imposible reparación».Según su relato, «el detonante de su deterioro de salud, y del cercenamiento de su carrera profesional, fueron las informaciones dadas, editadas y publicadas por los demandados». Evidentemente, «Ugarteko» niega toda responsabilidad en la muerte de Cabacas. Denuncia que «en la actualidad no cuenta con capacidad de mando alguna, y su cometido es el de archivar papeles en un despacho, cuando en su anterior puesto estaba a cargo de 120 agentes». A su vez, dice que esto le ha empujado a un cuadro clínico que va desde la depresión hasta el tabaquismo y el colesterol.
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