Sus imágenes evocan nostalgia por los tiempos de ayer. Reproducciones de las mismas adornan las paredes de eusko etxeas por todo el mundo. Nos referimos a las pinturas de los hermanos Arrue.
Para hablarnos de un "reencuentro" muy especial, traemos a ustedes este artículo desde las páginas de Deia:
Los hermanos Arrue se reúnen un siglo después en el Bellas Artes
Las obras 'Baserritarrak', de José Arrue, y 'Fandango', de Ramiro Arrue, se exponen dentro del programa La Obra Invitada
Ane AraluzeaRealizadas por encargo hace casi un siglo, dos obras de los hermanos José y Ramiro Arrue fueron separadas tras su presentación en la Exposition Internationale des Arts Décoratifs et Industriels Modernes de París en 1925. El conjunto de lienzos de gran formato –Baserritarrak de José Arrue y Fandango de Ramiro Arrue– reconstruyen escenas costumbristas que sirvieron para completar el Stand Basque. Ambas obras vuelven a reunirse para formar parte de una nueva edición del programa La Obra Invitada del Museo de Bellas Artes de Bilbao, donde han aprovechado la ocasión para desentrañar el impacto que tuvo la participación de los artistas vascos, hasta ahora prácticamente desconocida, en la muestra parisina. Patrocinada por la Fundación Santander, la exhibición podrá verse hasta el 27 de marzo.
La muestra es especialmente oportuna por varios motivos. Por una parte debido a la "generosa" donación realizada recientemente por la familia Arrue de Baserritarrak, que permanecía en depósito en la pinacoteca bilbaina desde 2003. "Esta obra es la que convoca realmente a La Obra invitada, a la de Ramiro Arrue", ha especificado Miguel Zugaza, director del Museo Bellas Artes. Por otro lado, se celebra el 50 aniversario del fallecimiento de Ramiro Arrue, cuya obra ha sido cedida por el Consistorio de San Juan de Luz. "Han descolgado el cuadro del salón de plenos donde se fotografían las parejas cuando se casan en el Ayuntamiento", ha explicado tras expresar su agradecimiento por la posibilidad de reunir las obras, contribuyendo a al enriquecimiento del arte vasco del museo.
José y Ramiro Arrue, que provenían de trayectorias diferentes, conformaron una saga de pintores junto a sus otros hermanos Alberto y Ricardo. En palabras de Javier Novo, comisario de la exposición, "Ramiro Arrue estuvo vinculado a una especie de primitivismo, de factura más sintética y color mesurado que entronca muy bien con la modernidad europea". En el caso de José Arrue, además de como ilustrador, humorista gráfico, viñetista, pintor o muralista, trabajó en el terreno de la decoración. "Son perfiles diferentes, calidades soberbias. Son estructuras afines pero muy diferentes desde el punto de vista técnico. José Arrue hizo un gran esfuerzo por adaptarse cuando él normalmente lo que hacía eran personajes reducidos", ha puntualizado Novo.
Otro de los ingredientes que favorece la singularidad de la exposición corresponde al devenir histórico de los cuadros que se pintaron para el stand dedicado a Iparralde en la muestra parisina. Así lo ha considerado Juan Mari Aburto, alcalde de Bilbao. "Estoy seguro de que el público va a apreciar la belleza de ambos lienzos. El lirismo de uno y la fuerza del otro al representar la fiesta y el trabajo a través de unos pinceles en los que late siempre el amor por nuestra tierra vasca", ha afirmado el primer edil.
Exposición de 1925
Precisamente, según Javier Novo, la muestra ha sido una excusa para "revivir un periodo muy concreto" y reconstruir, "de una manera casi arqueológica", los elementos que permiten entender la obra de José y Ramiro Arrue, además de la participación del País Vasco en "una de las exposiciones internacionales más importantes que ha habido". De hecho, en palabras del comisario, este "hito absolutamente clave para la historia del arte vasco había caído, desafortunadamente, en el olvido". A juicio de Novo, el llamado Stand Basque fue visitado por 7 millones de personas, "un número reseñable a la hora de entender el impacto que tuvo" la galería en la que al artista Benjamín Gómez, natural de Baiona, se le permitió hacer una biblioteca de estudios vascos. La muestra incluye documentación que contextualiza los dos cuadros en aquel París de 1925.
La obra invitada
Como ha recordado Miguel Zugaza, después de que en la primera mitad del año se presentara "una pequeña pero maravillosa" colección de Carmen Marañón Fernández de Araoz con obras de El Greco, Velázquez o Goya, la mirada de La Obra Invitada se centra ahora en el arte más moderno. Según ha enfatizado el alcalde de Bilbao, el programa "pone el foco en obras procedentes de otras colecciones que de esa manera enriquecen la oferta de nuestro museo y, de esa forma, facilitan que nos acerquemos a la comprensión y al disfrute". En este caso, en palabras de Borja Baselga, director gerente de la Fundación Banco Santander, permite una aproximación a la vida de estos hermanos, así como a la de su tía Matilde que les ayudó a conocer el mundo que luego plasmarían en sus obras tras viajar por Francia e Italia.
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