Recordemos que este blog se creó hace veinte años con la intención de darle una voz a la diáspora vasca presente en muchos rincones del mundo.
Por lo anterior, consideramos sumamente importante compartir en este espacio todo aquello que se publique en este sentido.
En ese tenor, les presentamos este artículo dado a conocer en la página de Etxepare:
¿Cómo obtiene la diáspora información sobre el País Vasco? ¿Qué tipo de relación tienen con sus familiares? ¿Cómo se relacionan con ellos? Eneko Bidegain ha realizado una investigación sobre la diáspora vasca en la Universidad de Nevada, EE.UU., en el Center For Basque Studies de Reno, gracias a la Cátedra Jon Bilbao de Etxepare Euskal Institutua. Ha sido para el investigador una experiencia “muy enriquecedora y conmovedora gracias a las historias de gran valor emocional” y también ha tenido “la oportunidad de conocer muchos amigos interesantes y generosos” para Bidegain.
Del 10 de septiembre al 9 de noviembre ha estado trabajando en un estudio titulado ´Información buscada y seguida por miembros de la diáspora del País Vasco continental en Estados Unidos sobre el País Vasco, desde cartas y revistas de papel hasta la era digital: un punto de vista del territorio vasco´. Este trabajo examina cómo los vascos que viven en la diáspora obtienen información sobre el País Vasco; especialmente los medios o canales que utilizan y la evolución de los mismos a lo largo de la historia, desde las cartas hasta las videollamadas.
Después de completar el marco teórico, Bidegain ha podido analizar diversos documentos en la universidad estadounidense. De hecho, el Center For Basque Studies tiene una de las mayores colecciones de materiales relacionados con el euskera del mundo, con 55.000 volúmenes en la actualidad. Le interesaron especialmente las cartas: “Quería leer las cartas enviadas desde el País Vasco, estudiar los temas que se mencionan en ellas, en qué idioma se comunican. En estos documentos predomina la información sobre familiares, a menudo asociada a fechas especiales. Hablaron en Navidad y cumpleaños, por ejemplo, y se informaron entre sí sobre la salud de sus familiares, las noticias más significativas de la localidad y, en ocasiones, la situación política en el País Vasco, aunque el tema perdió fuerza con el tiempo”, dijo el investigador.
Así, el investigador regresa con mucho material. “He convertido la investigación en un diario. He podido recolectar información de las cartas que leí y de las experiencias que me contaron en las entrevistas”. Bidegain ha aprovechado su estancia en Estados Unidos para conocer de primera mano estas historias. Ha estado en Boise, Sacramento o San Francisco, entre otros.
“No he sido un mero observador, un espectador neutral, también he estado en comunicación con la gente. Encontré muy interesante ese contraste: leer una carta de hace 100 años, tomar una foto con mi móvil y hacer una videollamada con alguien para hablar sobre esa foto. De alguna manera he atravesado las experiencias de las personas de la diáspora ".
En esas conversaciones ha presentado especial atención a la evolución del canal de comunicación, que varía con la edad. “El teléfono ha prevalecido durante los últimos 40 años. Los jóvenes, en cambio, utilizan mayoritariamente las redes sociales, como por ejemplo Whatsapp y Youtube. Como resultado, se comunican más ahora, ya que es más fácil y económico. Sin embargo, la mayoría de las conversaciones siguen siendo sobre asuntos familiares".
¿Habrá diáspora en el futuro?
La principal conclusión de Bidegain es que, tras hablar con muchos amigos de diferentes estados de Estados Unidos, la forma más eficaz de asegurar un vínculo entre el País Vasco y la diáspora es visitar el propio territorio.
Hoy en día, hay muchos migrantes vascos de 3a y 4a generación en Estados Unidos. “Los jóvenes que tienen una conexión con las ‘euskal etxeak’ o colectividades vascas y la cultura vasca conocen los bailes vascos y juegan al mus, pero no están especialmente unidos al euskera, por ejemplo. Como resultado, los miembros más históricos y de primera generación temen que no haya una diáspora en el futuro". Ven en peligro la conexión con sus raíces.
Por otro lado, Bidegain sospecha tras realizar las entrevistas que “si se viaja a Euskal Herria y se hacen amigos, si hay contacto, se mantendrá la unión. Veo más difícil crear esta conexión en términos de lenguaje, ya que muchos no lo han recibido de sus padres o madres, y pocos están dispuestos a hacer el trabajo de aprender. Los grupos de amigos se mantienen en contacto, y en eso son clave Facebook y redes sociales del estilo".
Bidegain ha completado un informe con la información recopilada, y también preparará una charla para contar lo que ha visto y aprendido. El material recibido es “muy abundante”, por lo que el investigador no descarta regresar a la Universidad de Reno para continuar sus estudios.
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