Con el Caso Cabacas aún fresco en el ideario colectivo del pueblo vasco nos llega por medio de Naiz esta información que pone en entredicho lo declarado por Estefanía Beltrán de Heredia con respecto a la Ertzaintza:
Sábado 16 de febrero, sobre las 19.15. Descanso del Real-Leganés. El momento que aprovechan los fumadores para salir al exterior de Anoeta a echar un pitillo. A unos metros, la Ertzaintza retiene a unos chavales junto a sus furgonetas. Un ‘que se vayan’ por aquí, un ‘zipaioak’ por allá, y los agentes que cargan contra gentes de todas las edades. Porrazos, embudo, montoneras, pisotones…Imanol IntziarteEl pasado sábado, varias decenas de efectivos de la Ertzaintza cargaron contra un grupo de personas que estaba en el exterior de Anoeta porque había salido a fumar en el descanso del partido de fútbol entre la Real y el Leganés.Según ha relatado a NAIZ un testigo presencial, «tenían tres menores retenidos contra la furgona. Creo que debían estar fumando en el baño. La gente empezó a cantar ‘que se vayan, se vayan’ y tal».Uno de los tres jóvenes que fueron retenidos por la Ertzaintza se ha puesto en contacto con NAIZ por escrito para ofrecer su versión. «Estaba con otros dos amigos en uno de los baños de Anoeta, cuando entró la gente de seguridad. No esábamos fumando, nos estábamos liando un ‘canuto’. Pero cuando llegó la Ertzaintza dijeron que estábamos metiendo rayas, lo que nos parece una enorme falta de respeto», ha explicado en una nota.Esto sucedió durante la primera parte. La seguridad privada llamó a la Ertzaintza y esta se llevó a los jóvenes al exterior. Y allí estaban cuando llegó el descanso.Hay otro testimonio, publicado en Twitter por un hincha realista: «Descanso en Anoeta, salgo a fumar y comentar la 1a.parte. Estando allí percibo que el ambiente está enrarecido, ya que la Ertzaintza estaba ‘inquieta’ desconozco el motivo. Van pasando los minutos, algún cántico de ‘zipaio el q no baile, le…’, ‘zipaioak kanpora’».En ese momento, los agentes ascienden las escaleras y arremeten contra los presentes. «Todo dios queriendo entrar por esas malditas puertas estrechas, cada vez más estrechas... Montonera en la puerta, formada por culpa de los que dicen velar por nuestra seguridad. Miro, no veo por donde entrar, gente en el suelo –a alguno le pasaron por encima–, por fin entro y ...zasca al chico que iba detrás de mí», continúa este aficionado.Ambos testigos coinciden en señalar que esas puertas se abren en el descanso para la gente que quiere fumar, por lo que hay personas de todas las edades, desde niños y niñas que salen con sus padres hasta gente mayor. Es la zona del fondo sur, en cuya parte baja está la grada Aitor Zabaleta.«Lo que dentro se vivió fue realmente inexplicable, la Ertzaintza en las puertas como los gladiadores cuando estaban a punto de salir al circo, niños llorando, otros buscando a su aita, ama... Un chico herido por la montonera apoyado en la columna teniendo que ser atendido», continúa la narración en Twitter.Lo corrobora el testigo con el que ha contactado NAIZ. «Lo peor no son los golpes. Al cargar la gente salió corriendo en estampida para entrar por las puertas, provocando un embudo, con gente por el suelo y pisoteada». Él se llevó uno de los porrazos, que le ha dejado una marca en el muslo. «No duele ya, aunque es escandaloso visualmente. Lo triste es el motivo, ¡que no lo hay!».Ambos coinciden en lo peligroso de la carga, que podía haber terminado con alguna persona herida de gravedad por la estampida, y reclaman a la Real Sociedad que exija explicaciones a la Ertzaintza por esta actuación.La Policía autonómica alega que intervino porque les arrojaron dos piedras que «no impactan contra nadie ni contra nada», y que tampoco se puede definir la actuación como «carga», ya que no se empleó material antidisturbio, según recoge Mundo Deportivo.
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