Literatura, leyenda y rigor histórico confluyen en la figura de Gartxort según nos informa este reportaje en Noticias de Gipuzkoa:
El historiador Ignacio Elizaran publica un nuevo libro que tiene como protagonista al bardo navarroMarta San SebastiánIgnacio Elizaran Txapartegi acaba de publicar una nueva novela histórica que tiene esta vez como protagonista al trovador navarro Gartxot. El historiador y escritor tolosarra sostiene que ha sido un personaje silenciado durante muchos años, que ha estado “dormido en el tiempo”, por lo que existe muy poca documentación escrita sobre su leyenda. A través de sus 225 páginas, Las brumas de Euskal Herria (Gartxot) recorre las andanzas del bardo navarro que vivió en los siglos XI y XII.El escritor Arturo Campión inmortalizó en 1935 la historia de Gartxot en el relato El bardo de Itzaltzu. “Va reconstruyendo la historia partiendo de un testimonio que escuchó a una campesina de Izaltzu, que era tradición, y fue recopilando documentación adyacente de aquella época”, explica Elizaran.La historia cuenta que Gartxot era collazo de la abadía de Roncesvalles cuando fue tomado por los monjes franceses de Santa Fe de Conques, que hicieron hombre franco al bardo pero se quedaron con su hijo Mikelot, de voz prodigiosa, a fin de hacer de él un monje cantor en lengua “culta” y no vasca, al considerarse una lengua bárbara y abrupta. “Ante el miedo de que se quedaran con él, Gartxot huyó con su hijo a los montes de Izaltzu, pero fue capturado por el merino. Al ver que iban a quitarle a su hijo, cometió un crimen horrendo y fue condenado a morir en la hoguera. Al final, la pena fue permutada y fue emparedado en la cavidad rocosa en el monte de Elkorreta. La leyenda dice que murió en abril del año 1110, de hambre, sed y penalidades, al ir a ser liberado”, relata Ignacio Elizaran.La novela también resalta la importancia de la batalla de Roncesvalles, que los vascos ganaron al gran emperador Carlomagno, que hasta entonces jamás perdió una contienda. Gartxot cantaba trovas sobre esta batalla. “Fue la única que perdió en 778 y fue entonces cuando los vascos, realmente, entramos en la historia”, apostilla.Amante de la historia, el escritor tolosarra vuelve a echar mano de hechos históricos probados para orientar el rumbo de su novela. De hecho, al final del libro hay un epílogo con un listado de los sucesos documentados. “Hay muy poco material sobre Gartxot y en su búsqueda me ha ayudado mi hijo. Parto de estos hechos para escribir una historia que resulte atractiva para el lector. Me parece importante escribir de forma amena para acercar a la gente a la historia y a leyendas tan interesantes como la de Gartxot, que seguramente mucha gente desconocerá”, declara el autor del libro.Las referencias a Tolosa aparecen siempre en todas las novelas de Ignacio Elizaran. En uno de los capítulos Mikelot canta en Leitza y alguien del pueblo agasaja a padre e hijo con un paseo a caballo por Belabieta, pasando por Tolosa, hasta a un lugar en el Adarra desde donde se ve el mar. El libro ya está a la venta en las librerías de Tolosa.
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