Los que editamos este blog hemos seguido las tribulaciones de nuestro amigo Asier Guridi durante mucho tiempo. En días recientes ha decidido intensificar su lucha y en solidaridad con él y con su hijo, víctima del terrorismo de estado español a su corta edad, compartimos esta entrevista concedida a Resumen Latinoamericano.
Adelante con la lectura:
Exiliado vasco inició en Caracas huelga de hambre para que el gobierno español restituya los derechos de él y su hijo
Asier Guridi Zaloña, exiliado político vasco y en su situación de apátrida, ha comenzado una huelga de hambre en Venezuela frente al consulado español para conseguir que se le reconozcan sus derechos y a su hijo de 13 años Iban Guridi Díaz, que junto a su madre ahora vive en Oñati, el pueblo que vio nacer y desarrollarse a Asier. Afirma en esta entrevista para Sare Antifaxista que “tengo toda intención de seguir la huelga de hambre adelante hasta que se restituyan los derechos de mi hijo y los míos” y recuerda estos dīas que tanto se habla de algunas víctimas que “mi hijo es también víctima y a Sortu y EH Bildu no les importa nada. Ellos están a lo que están”.Hablamos con él el sábado 4 de diciembre, “aquí ha amanecido hace una hora y media. Con el frío de la noche, no he dormido prácticamente, porque, además, esta es una zona de la alta sociedad. A la noche lo que ha habido es un desfile de carros de alta gama, de miles de dólares. Es la realidad de donde estoy. No dormí mucho, porque en esta explanada donde me puse la protesta, la convierten a las noches en una tremenda terraza de un bar. Pendiente de la mochila, de dónde orinar, bueno adaptándome al sitio. No es nada fácil hacer una borroka en la calle, una huelga de hambre en la calle sin lo que te da un local cerrado, que tienes un baño, etc”, nos dice.
Desde 2.001 está exiliado para “evitar la persecución y venganza del Estado español” y recuerda que ya en 1992 “fui brutalmente torturado por la Guardia Civil” y que “entre 1992 y 1997 se me propinaron seis palizas en prisiones del Estado español”. Desde 2005 reside en la República Bolivariana de Venezuela y allí nació en 2008 su hijo Iban Guridi Diaz. Durante este tiempo en Venezuela estuvo trabajando como taxista y mototaxista, “hasta que en 2013 fui detenido por unos agentes que obedecían al impulso y el dinero de un Estado extranjero” y después de haber estado en situación de privado de libertad durante un corto periodo, comenzó lo que él denomina “el infierno” y que repercute a su hijo porque es apátrida y “no tengo derechos”.
¿Qué es lo que hiciste ayer cuando te instalaste para llevar a cabo esta huelga de hambre?
Ayer, cuando comencé la huelga de hambre ante el Consulado español, llevé un documento al cónsul, sabía que iba a venir. Tienen buenas fuentes de información. Y abajo te recibe un segurata. Le dije quiero subir arriba para entregar un documento para que me sellen. Me respondió por mi nombre y me dijo que espere que ‘te va a recibir el jefe’. Subí y me recibió el cónsul para decirme que el sistema se determina en Madrid, lavándose las manos, porque rechazan mi pasaporte. Le dije que se tendrá que cambiar el sistema, porque me están dejando sin identidad y, a su vez, eso está afectando a la identidad, los derechos y las garantías de mi hijo Iban, que está como emigrante irregular en Euskal Herria, en mi pueblo. Y ustedes me están castigando de forma sibilina con una cuestión administrativa, pero me están castigando y condenando porque no pudieron condenarme o terminar de hacer pagar los temas judiciales que tuve en el Estado español, que ya no existen.
¿Crees que es un castigo añadido que sufres además de tener que estar exiliado?
Es un castigo añadido, encubierto. Tratan de hacerme la vida imposible y no les importa que en ello se lleven también a mi hijo, que ya lo he explicado más de una vez: Iban conforme a las leyes de emigración en España, al terminar la ESO no va a tener título, tiene problemas para poder cumplimentar los requisitos de las becas y se han dado cuestiones tan simples como que el Ayuntamiento de Oñati, gobernado por EH BIldu, vamos gobernado supuestamente por la izquierda abertzale oficial, le mandó una invitación en un programa que estaba Iban, que se llama Txaloka de euskaldunaización de niños migrantes, para hacer una visita, un viaje, a Urbia en Oñati mismo, pero le solicitan con advertencia incluida que es ‘necesario tener cédula o en proceso de regularización’. Mi hijo no tiene ni una ni otra cosa. En el día a día, Iban se ve condicionado, y no sólo es eso, pero está el temor siempre, porque el Gobierno no va a ir a buscarlo a casa, pero en cualquier control rutinario si lo paran ¿qué va a ser de él? Porque le van a llevar a pasar un mal rato a Emigración, eso en principio, y no sabemos como actuarían. Eso hay que solventar, decía el cónsul, pero eso son palabras vacías, porque los hechos demuestran que nos están haciendo la vida imposible. Esa es la cuestión estamos.
¿Has dado a conocer tu situación a otros organismos, partidos y organizaciones sociales?
Así es. Estos días pasados he estado dos días entregando documentos en distintas instituciones y a diversos agentes como partidos políticos, ONGs, he estado en Miraflores, donde el presidente Maduro, donde presenté un escrito de esta situación; en la Cancillería, en la Fiscalía General, que está William Saab, que en su día estuvo pidiendo el asilo político para mi; en la Defensoría del Pueblo, en varios partidos, en varios comunicadores oficiales… De alguna manera, ya ves lo triste es que es que estamos como estamos y en mi pueblo ‘Berria’ ha hecho una nota muy pequeñita; ‘Naiz’ y ‘Gara’, nada; ‘Argia’, tampoco. Les remití la nota, pero hay medios de aquí que le dan muchísima más cobertura que esos medios vascos que te he mencionado, que esperaba más de ellos. Esa es la realidad. Medios de aquí, vamos a ser realistas, incluso, varios medios opositores, han dado cobertura. Les mandas hecho un comunicado a ‘Naiz’ y ‘Gara’ y no hacen ninguna referencia. ¿Por qué? Porque están esperando las órdenes de arriba, de la izquierda abertzale oficial para saber qué hacer.
¿Con el cónsul llegaste a alguna conclusión, te dijo si van a estudiarlo, te dio alguna esperanza?
No. Ninguna conclusión. Fue un diálogo de besugos. Educado, pero un diálogo de besugos. Me dijo que no me daba el pasaporte. Le entregué el documento indicándole que iniciaba la huelga de hambre, con eso. Igualmente estoy en contacto con el Embajador de Venezuela en España. Se le han remitido los escritos por correo para que tenga un conocimiento de los hechos, porque esa persona también en 2013, cuando yo estuve detenido y me liberaron, estaba pidiendo el asilo político. Sabe de mi caso. Lo que pasa es que esas personas cuando están libres, sí son justas, honestas y solidarias, pero cuando están en un cargo político… se someten y se deben a otros temas. Ahí está el tema, porque si hubiese voluntad política esto estaba solucionado hace tiempo y ahora también se podría solucionar.
Ayer una ONG iba a hablar con Identificación, con quienes hacen aquí el documento nacional de identidad, con el director, ya que tiene contacto para pedir que me hicieran la cédula normal venezolana en base a que llevo más de 13 años en Venezuela y tengo un hijo menor de 13 años. No sé si esa vía prosperará o no. Hay varias vías que están tratando de echar andar.
Estos días que viene no habrá muchas noticias hasta que, evidentemente, mi estado de salud empeore y ya sea medianamente llamativo y preocupante, y entonces, si no hay una solución anterior, tengo esperanza de que pueda haber novedades. En Miraflores si en 20 días no recibes respuesta, vente aquí de nuevo, me dijeron. Ellos saben lo que hay, tienen el teléfono, saben donde estoy con la huelga de hambre, si quieren saben donde estoy… no se quiere meter nadie.
Ayer vino un comisario de la Policía, que subió donde el Cónsul, bajo con la historia del cónsul. Sabía que he sido militante abertzale, que he estado en prisión, que estoy acusado de ciertas cosas, pero a pesar de todo le dije que mi hijo tiene sus derechos, es venezolano y estoy por eso. Cuando vio todos los documentos que he remitido a las diversas instancias, me dijo que me puedo quedar aquí y vinieron otros policías también y me dejaron tranquilito. Por esa parte bien, no se quieren meter, no quieren actuar, ni para bien ni para mal, sino dejar pasar.
Dejan pasar, pero no hay soluciones.
Es lo que está pasando con los políticos: dejar pasar. Pero la situación es dura, como se ha sabido estos días por las redes sociales es que Iban al no estar en legalidad, su mamá no está en legalidad. Porque si estuviera legal, su mamá, como tutora, automáticamente estaría en legalidad, por ser la tutora de un menor vasco o español. Automáticamente la mamá estaría legalizada y podría ejercer sus estudios. Ella es médico, pero lleva tiempo malviviendo en casa, se daña la nevera y no tiene capacidad de arreglarla o comprar una nueva. Han estado un mes sin nevera. Son muchas cosas que necesita el niño y no tiene, porque la mamá de Iban únicamente trabaja limpiando una casa un día a la semana o cuidando a una persona anciana algunos fines de semana, y eso no da para pagar la electricidad, para pagar los servicios con el coste que tienen en Euskal Herria, evidentemente. Malviven. Hay gente de la oposición que se dedicó a decir que yo vivía de puta madre, que todo era mentira y mantienen la misma cantinela. Es mentira y eso lo difunde gente de la izquierda abertzale oficial.
¿Cómo se lleva tanto tiempo sin garantías ni derechos viviendo en Venezuela?
La situación en la que estoy ahora, como ya te comenté en la entrevista que hicimos hace meses, de falta de garantías, de identidad y de derecho viene de 2013. Cuando estoy preso aquí, salgo después de hacer una huelga de hambre y sed, a los tres meses llegó Iñako Goioaga. Vino a dar una contraorden de que no solicitase, que no siguiera pidiendo el asilo político y que me quedara quieto. ¿Qué significa eso? Quédate sin identidad, sin garantías y quédate sin nada, malviviendo. Porque tampoco se me ofreció una laguntza (ayuda) para sobrevivir en esa situación, sino que se me dijo quédate así y búscate la vida, sino atente a las consecuencias. Esa fue la amenaza. De hecho lo materializaron a través de Goioaga.
Ahorita ha salido a la superficie lo que supone la falta de derechos, la falta de identidad y la falta de garantías que vienen desde el 2013 y hubo gente de la izquierda abertzale oficial que impuso esa situación. Porque entonces fue el momento de que mediante el Gobierno de Venezuela se pudiera solventar esa situación. Se puede solventar con el Gobierno de España, con el consulado, pero también se puede solventar, a su vez, con el Gobierno de Venezuela, porque con voluntad política podría otorgarme el asilo político, que tengo solicitado desde 2013, me podría otorgar el estatus de refugiado o por vía administrativa podría entregarme la cédula por ser yo el padre de un niño venezolano de 13 años y se demuestra que llevo desde esas fechas, y antes, aquí.
Pero estamos como estamos porque en ese momento no sabía las consecuencias que iba a traer para mi y mi familia el tema ese de ‘quédate como estás’. Es eso. Se dice muy fácil cuando estás en el hotel Alba de Caracas. Sin ninguna solución. Estamos terminando el año 2021, jodidos y bien jodidos, por decisiones de terceros, consecuencias que iba a tener en el futuro las directrices que estaban emanando.
¿Por eso has comenzado la huelga de hambre?
Sí, claro, porque la situación está al límite, porque la situación que tiene mi hijo y que tiene allá en Euskal Herria y el tiempo que ha pasado, no me dejan otro camino. Yo renuevo, cada tres meses una solicitud administrativa, que tiene ya ocho años de vigencia y que no prospera. Me siguen manteniendo en el silencio administrativo. Necesito romper con esta situación de falta de derechos, de garantía e identidad, que me afectan directamente y a mi hijo. Para que mi hijo se apodere de los derechos que le corresponden, a su vez la mamá se regularice y pueda empezar a meter papeles en base a sus estudios de medicina para buscar un trabajo, sustento e ingresos como cualquier familia. Necesito tener mi identidad jurídica aquí para que pueda tener acceso a un trabajo normal, una cuenta bancaria…que no las tengo. O pueda tener un teléfono a mi nombre.
¿Vas a seguir la huelga hasta el final?
Sí, sí, sí. De momento, tengo toda intención de seguir la huelga de hambre adelante hasta que se restituyan los derechos de mi hijo y los míos. Es la razón de la huelga. Se me han sumado en estos días gente de diversos grupos. En un rato viene a visitarme el diputado del Partido Comunista de Venezuela, Oscar Figuera. También han pasado algunas persona conocidas a hablar y a interesarse por la situación.
¿Por qué eliges esta fecha del 3 diciembre para iniciar la huelga de hambre?
Estas fechas de diciembre fueron elegidas porque creía que iba a haber el Hatortxu rock (que ha sido suspendido) y que ya iba a llevar unos días de huelga de hambre, o el 8 de enero que llega la manifa de Sare y Etxerat y está al pil pil el tema de los presos. Normalmente el tema de los presos, porque de los exiliados y deportados nos tienen bastante calladitos. Mi intención es por lo menos poner sobre la mesa el tema en este mes en el que la hipocresía está al pil pil. La hipocresía creciente en estos días es evidente. Me he cansado de leer eso de elkarbizitza, convivencia, etc. Cuando sacas este tema, una cosa tan sencilla que afectan sobretodo a un niño, se callan. Ni una nota han sacado. Les he escrito a Iratzar, a Sortu y EH Bildu por correo. Información tienen y de sobra, pero callan. Y ya sabes, el que calla, otorga. Es muy triste, porque están muy preocupados con las víctimas, pero en cambio las victimas no les importan nada. Mi hijo es también víctima y no les importa nada. Ellos están a lo que están.
Quiero que mi situación agarre visibilidad para ver aquí por dónde pueda haber un cambio, por un parte, por el lado español que es contra quienes me estoy frenteando, pero la solución también está por la parte venezolana, con los cuales no me puedo frentear, pero sí les he dicho que la solución también está en vuestras manos. O sea, estamos en esa situación viendo por dónde se puede mover la cosa y por dónde podemos empezar a cambiar esta situación.
Lo que me propuse al iniciar esta lucha era que las cosas cambiaran, que no siguieran estando en el mismo limbo de estos últimos 8 años y voy a esa. Porque si consigo aquí una cédula, yo puedo ir a tribunales y hacer cosas tan necesarias, que necesito hacer, como una rectificación de partida de partida de nacimiento de mi hijo Iban. Pero sin identidad no puedo ir, porque no soy nadie. No soy una persona jurídica sin identidad, para poder ir a tribunales a hacer cualquier reclamo.
Si quieres añadir algo, estás a tiempo.
Sí. Se me ha comunicado por telėfono el presidente de Eusko Etxea de Caracas, pero está abducido. Se llevan muy bien con el cónsul. Hablaron, están muy integrados y asimilados con el cónsul, pero fue bien. Muy agradable. La conversación estuvo muy buena y estamos en comunicación. Hay gente de la comunidad vasca de aquí se ha puesto en comunicación conmigo, por ejemplo el director del diario Tal Cual, que es de izquierdas, pero de los opositores, Xabier Coscojuela.
Quiero decir además que hoy, segundo día de huelga, no es nada, pero voy a seguir quemando etapas y llevando el nivel para arriba para que adquiera fuerza la protesta, para que estos escritos que he repartido, pueden tener fruto, pero la protesta en si no va a tener fruto en uno, dos o tres días. No espero a corto plazo que haya un cambio, pudiera haberlo, sí, pero aquí la gente te quiere tranquilizar con generalidades.
Ayer se llegó a altas instancias de la Comisión Nacional del Refugiado (CONARE), y le preguntaron qué pasa con mi caso y les dijeron que está en estudio. Eso, que lo de otorgarme refugio, ya está en marcha. Qué pasa, que ayer el funcionario de la CONARE, que me ha estado tratando en los cuatro últimos años, me dijo: ‘olvídate’. El presidente de de ese organismo ‘no está dispuesto a daros refugio, lucha por tus derechos’. Si no tienen intención de solucionar el problema, lo que le queda a uno es luchar por los derechos. Sé que de una manera o de otra todo van a ser palabras bonitas, me dicen que se va a solucionar, que está en estudio, pero llevan muchos años. De palabras bonitas y faltas esperanzas estoy cansado.
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