Uno pensaría que después de todo el embrollo causado por el asesinato del joven Iñigo Cabacas la Ertzaintza redoblaría sus esfuerzos para controlar la violencia con la que carga en contra de los manifestantes y que además sería más cuidadosa con sus protocolos.
Pues bien, como nos muestra este artículo de Gara, ni lo uno ni lo otro.
Lean ustedes:
El Departamento de Seguridad ha comunicado al Parlamento que la Ertzaintza «no realizó grabaciones de imágenes de los incidentes» que se produjeron el 13 de abril ante un mitin de Vox en Bilbo y en el que una bala de foam le rompió la mandíbula a una joven.Iñaki IriondoLa Ertzaintza no tiene imágenes propias de las cargas del 13 de abril en Bilbo en las inmediaciones del Euskalduna Jauregia contra las personas que protestaban por el mitin de Vox. En esas cargas, una joven resultó herida por el impacto de una bala de foam que, según su testimonio, un agente de la Policía autonómica le disparó apuntándole a la cabeza. Sufrió una doble rotura de mandíbula, por la que tuvo que ser intervenida quirúrgicamente.El parlamentario de EH Bildu Julen Arzuaga solicitó al Departamento de Seguridad que remitiera al Parlamento las imágenes captadas por la Ertzaintza durante esos incidentes.La consejera, Estefanía Beltrán de Heredia, ha respondido a esta solicitud asegurando a la Cámara autonómica que «las y los agentes de la Ertzaintza presentes en el lugar de los hechos no realizaron grabaciones de imágenes de los incidentes».Versiones divergentesEl Departamento de Seguridad atribuye las cargas con el uso de las balas de foam a que «para atajar los desórdenes que estaban causando un grupo numeroso de personas y restablecer el orden público, la Ertzaintza tuvo que utilizar material antidisturbios para repeler el lanzamiento de piedras, adoquines, bengalas, tornillos, papeleras arrancadas, etc.; cortar el tráfico del tranvía y de vehículos en la zona, desviar a las personas que transitaban por el lugar, así como a quienes pretendían abandonar o acceder al Palacio Euskalduna», donde se celebraba un mitin de Vox.Sin embargo, la joven que sufrió el golpe en la cara y tuvo que ser operada por la doble fractura de mandíbula asegura que desde donde ella estaba no se arrojó ningún objeto a los agentes y recibió el disparo en la cara cuando comenzó a correr para huir del lugar. Parece haber imágenes captadas en el lugar por otras personas que confirmarían esta versión.Por otra parte, cabe recordar que esta misma semana el Departamento de Seguridad ha negado al Parlamento la instrucción que regula el uso de los lanzadores y las balas de foam, porque la tiene calificada como «reservada», por lo que «requiere una producción en cuanto a su disponibilidad, no pudiendo ser difundidas fuera de la organización policial».Las balas SIRX pueden causar fractura craneal a menos de 40 metros y las SIR, a 15El Departamento de Seguridad encargó a Tecnalia un estudio sobre la caracterización y análisis de material antidisturbios que la empresa entregó al Gobierno el 8 de julio de 2014. Según este informe, las balas de foam SIRX que utiliza la Ertzaintza tienen un riesgo del 50% de provocar una fractura craneal si se disparan a menos de cuarenta metros de quien recibe el impacto. En el caso de la munición SIR, la distancia disminuye a los 15 metros.Los investigadores especifican que no han encontrado estudios experimentales de los riesgos de esta munición hechos «con sujetos postmorten o animales», por lo que han tenido que realizar este «estudio aproximativo del riesgo de lesión» tomando los datos de los estudios de densidad de energía, los «valores antropomórficos de la población española y valores de lesión» de informes anteriores. Subrayan que los datos obtenidos «no son concluyentes sino aproximativos».Así hallan los valores del límite craneal de los que extraen la distancia a la que se pueden disparar para que el riesgo de provocar una fractura craneal sea menor al 50%. Las balas SIRX y SIR son las menos lesivas.El informe redactado por Tecnalia para el Departamento de Seguridad ha sido remitido al Parlamento a petición del parlamentario de EH Bildu, Julen Arzuaga, aunque la solicitud incluía la petición de otros datos que no se han enviado.
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