Desde Gara traemos a ustedes este importante comentario editorial en el que se contrasta la labor de este diario con el contexto impuesto por la actual contingencia sanitaria provocada por el coronavirus.
Lean por favor:
Iñaki Soto | Director de GARAEl de hoy es el primer periódico de un periodo excepcional que puede ser calificado de emergencia nacional. El Covid19 es el mayor reto de salud pública que ha enfrentado la sociedad vasca en la historia contemporánea. Claro que es una amenaza global, pero la ciudadanía vasca debe concentrarse en lo que se puede hacer aquí y ahora. Cada uno y entre todas. También desde el periodismo vasco.A partir de hoy, y al menos durante los siguientes 15 días, establecemos la paginación en 32 páginas a todo color. La primera parte de GARA va a estar dedicada a la crisis del coronavirus. Enfoque, información y servicio público; eso es lo que vamos a intentar hacer. El grueso de la información se puede seguir en tiempo real en NAIZ. En Internet marcamos la diferencia, con una perspectiva propia y un torrente de información de calidad. Ahí estamos rompiendo barreras.La parte final del periódico reflejará lo que suceda en otros ámbitos y dará voz a los protagonistas de las secciones tradicionales (Euskal Herria, Mundua, Ekonomia, Kirolak y Kultura). Intentará oxigenar, sacarnos del monotema y abrir otros horizontes. Ahí entran también otros productos, como 7K y GAUR8. No va a estar fácil. Los focos informativos nacional y mundial se están cerrando a toda velocidad.Un contexto de total emergenciaAntes de nada, hay que establecer prioridades. Las nuestras en este momento son garantizar la salud de las y los trabajadores del periódico, a la vez que cumplimos con el objetivo compartido de retrasar la velocidad de contagio del Covid19 en Euskal Herria y evitamos así el colapso de nuestros sistemas de salud.En términos organizativos, humanos y tecnológicos, esto implica a su vez experimentar nuevas formas de teletrabajo, conciliar con las responsabilidades de cada uno y participar de los cuidados de nuestras familias. En concreto, hay que mantener a las personas mayores al margen de los focos de contagio y acompañar a las menores en estas semanas de educación y convivencia extrema en casa. Cada cual según sus capacidades, a cada quien según sus necesidades. Mientras tanto, hay que seguir combatiendo el pánico, teniendo bajo control el egoísmo y armándose de paciencia. Todo eso, a la vez que se convierte el choque del codo en un abrazo sentido. Están cambiando hasta los códigos sociales más básicos, y eso da una muestra de las dimensiones de la crisis.Una parte importante de la sociedad vasca piensa que andamos un poco tarde, que las autoridades han esperado demasiado para tomar medidas radicales y efectivas. De hecho, mientras las personas, colectivos o negocios tomas decisiones duras por responsabilidad, algunos dirigentes siguen retrasando medidas que van a terminar tomando, y que retrasan por inconsciencia o arrogancia.El destilado para el papelEn este periódico experimental, por así llamarlo, nos vamos a guiar por tres objetivos y principios básicos. El primero es tener un enfoque propio, que ponga como referencia al país, a la ciudadanía vasca, a cómo le afecta esta pandemia global. Aquí se cuentan las víctimas de todo Euskal Herria. De igual modo, las historias de los héroes de esta batalla son vecinos y vecinas de todos nuestros territorios.Somos conscientes de la dificultad del momento. Será un enfoque crítico y responsable. No vamos a chillar, pero no vamos a dejar de señalar las cosas que nos parecen mal o las que se pueden mejorar. Nos jugamos mucho como sociedad.El segundo objetivo en este momento es ser una fuente de información rigurosa. De toda la marabunta informativa, vamos a hacer una selección de las cosas más relevantes. Si en internet NAIZ es una referencia de veracidad, interés e impacto social, GARA debe ser capaz de llevar a papel el mejor destilado posible de esa frenética actualidad. A diario, claro está, pero especialmente en una situación de crisis como la actual.El tercer principio que nos guiará es que la prensa está obligada a ser un servicio público. Por ejemplo, el artículo más visitado estos últimos días en la web es «Qué hacer si se está enfermo en casa: solo en la habitación y contactando por ‘telefonillo’». En esta situación crítica la gente necesita aliento, opiniones formadas, esperanza y valores, pero también necesita información práctica. Desde cómo lavarse las manos hasta qué ejercicios hacer para que el teletrabajo sea más llevadero.En este sentido, en estos momentos centenares de miles de personas están confinadas en casa en todo Euskal Herria. Entre ellas miles y miles de niños, niñas y jóvenes que han vivido una medida tan excepcional como el cierre de centros de educación en todos los territorios y grados. Hoy a la página de pasatiempos le sumamos otra para los y las más pequeñas. Esto va de aprender.También haremos reseñas de series o películas que se pueden ver en familia o cuando el resto duerme; de libros para leer en cuarentena; de juegos de mesa; y de documentales sobre todo tipo de temáticas, desde política hasta deportes. Al salir de esta, deberíamos ser mejores en todos los sentidos. No será por no intentarlo.Tampoco nos olvidamos de los y las presas vascas que, dispersadas en los estados español y francés, no van a poder comunicarse normalmente con sus familiares y allegados durante varias semanas. Tiene que ser terrible vivir esta crisis en esa situación de indefensión e incomunicación.Equipo, comunidad y sociedadEn medio de un expolio, nos ha llegado este reto inaudito. En poco más de un mes se vence otro plazo y deberemos pagar otro medio millón a la Seguridad Social española. Así harán dos millones de euros pagados, faltará otro millón y un año para finiquitarlo. Decidimos afrontar esa injusticia precisamente para poder desarrollar lo que estamos haciendo estos días: periodismo político, independiente y profesional. Y experimental, siempre que se puede o debe.Al entregar estas páginas, la mayoría de las redacciones están entre desiertas y desmanteladas. Los y las redactoras han marchado a casa, al menos para dos semanas. A cuidar de los suyos y a trabajar a la vez para los nuestros: para nuestra comunidad y para una sociedad que, si está a la altura de las circunstancias, puede salir de esta situación dañada pero fortalecida. El secreto está en conjurarnos y perseverar en nuestros valores.
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