Un blog desde la diáspora y para la diáspora

domingo, 14 de febrero de 2016

Divina Creación Humana

Ahora que Jorge Bergoglio, conocido como Papa Francisco I, anda de gira artística por América Latina - lo mismo defendiendo la Cristiandad desde Cuba que apuntalando el régimen fascista de Enrique Peña Nieto -, les hemos querido compartir este artículo de 1924 que han publicado nuestros compas de la página Pensamientos Magonistas:

El hombre hizo a Dios

Librado Rivera | Semanario Sociológico Sagitario (1924)
El hombre en su afán de saber el origen de él mismo y el origen de todo lo que lo rodea, su genio imaginativo le ha arrastrado a los más grandes fracasos pero también le ha elevado hasta arrancar los grandes y maravillosos secretos de la Naturaleza.

Al principio se comenzó a tientas, sin método en las investigaciones: pero la experiencia y la observación constante han conducido al hombre a adoptar el camino más seguro, que va de lo conocido a lo desconocido, en contraposición al metafísico que adoptan las religiones y que comienza precisamente al revés: de lo desconocido a lo conocido, de lo imaginario a lo real.

Los fenómenos ya bien conocidos para nosotros, como la aparición por las noches de los bólidos o estrellas fugaces, los eclipses, los cometas, el relámpago y el trueno, la lluvia y el arco iris, el granizo, los espejismos, la aureolas boreales, etc, que asombraban y llenaban de espanto a nuestros antepasados durante siglos y siglos en que esos fenómenos permanecieron envueltos en la sombra del misterio, nos son ya bien conocidos, el genio del hombre, como la luz, ha venido a despejar las brumas en que lo envolvía la naturaleza.

Hoy ya los bólidos no son un misterio; sabemos por ejemplo que son esas pajas que elevan los vientos y al caer por las noches arden con el frotamiento atmosférico; que los eclipses son producidos por la interposición de un astro entre dos, como la Tierra, cuando pasa entre el Sol y la Luna; que los cometas son astros errantes que aparecen periódicamente cada cierto tiempo; que el relámpago y el trueno son resultado de una descarga eléctrica entre dos nubes cargadas de electricidades contrarias; que la lluvia se efectuara sólo cuando la temperatura y la densidad atmosférica se presenten en condiciones tales para que las nubes dejen caer el maravilloso líquido; que el granizo es la misma lluvia que se solidifica al atravesar algunas capas de aire helado, y que el arco iris ya no es el puente que une al cielo con la Tierra, sino el resultado de la refracción de la luz del Sol en las gotas de agua...

Nuestros cuerpos y los árboles que se retratan en la superficie de las aguas , las sombras de objetos producidas sobre la tierra por la luz del Sol o de la Luna, los sueños, las pesadillas, la epilepsia, la locura, etc,, eran fenómenos enteramente desconocidos par nuestros antepasados y sus causas misteriosas los conducían a muy variadas interpretaciones y a conclusiones completamente absurdas.

De aquí nacieron las religiones, la adoración a seres animados e inanimados, la adoración a seres imaginarios o espirituales que representan lo desconocido; la creencia en Dios no es más que una consecuencia de esto mismo.

Se creía, por ejemplo, que el relámpago, el trueno y la lluvia se verificaban gracias a la influencia de poderes espirituales: que los meteoritos y bólidos luminosos eran excrementos de espíritus estelares o divinidades que moraban en las mansiones celestiales. Pero ahora debido a ese interés constante del hombre por descubrir y explicárselo todo, sabemos que esos fenómenos enteramente naturales están ya bajo del dominio de la física, la química y la geología...

Si analizáramos y estudiamos el origen de todos los fenómenos que observamos llegaríamos a conocer y a darnos cuenta del verdadero origen de las plantas, de los animales, de la Tierra y del Universo del cuál somos sólo una pequeña parte.

Si en el campo científico Dios equivale a cero, en la vida real, Dios es una esfinge, Dios es menos que cero; y hasta criminal podríamos considerar el hecho de estar creyendo en su existencia. Debido a esta creencia los humanos se arrancan las entrañas unos contra otros en guerras y en disputas de, casi todas, gentes sencillas que de buena fe han creído en su existencia.

¿Que ha ganado la humanidad con la creencia de esa deidad mitológica? Debido a ese fanatismo han sido al patíbulo millones y millones de seres humanos, muchos entre ellos verdaderamente útiles y grandes benefactores de la humanidad.

Pero si Dios existiera, ¿Por qué no evita todos estos crímenes? Si Dios es todo bondad y amor ¿Por qué no se conmueve de los que viven y mueren en absoluta miseria? ¿Por qué favorece a unos cuantos -los ricos- y a los pobres nos abandona en las garras de esos cuantos tiburones? Un simple padre de familia vestiría y daría de comer por igual a todos sus hijos y no preferiría nada más a uno; lo que quiere decir que el hombre es más humano y más justo que Dios que ni siquiera hace sentir su bondad con los que sufren toda clase de atropellos y toda clase de injusticias.

Si existe ese Dios y todo se mueve por su voluntad ¿Por qué no detiene la mano del criminal o del loco que inconscientemente se arroja y estrangula al niño inocente?

¿Por qué Dios no pone fin al hambre, a las guerras, y a todas las calamidades en lugar de saciarse como Nerón en torturar a un pueblo inocente?

Dios es una esfinge ante todas las calamidades que azotan a sus criaturas; no se conmueve ante tantas injusticias pudiéndolo remediar todo. Dios sabe que se va a cometer un crimen y no lo evita, entonces es hasta criminal creer en esa monstruosa deidad.

¿Cómo es Dios, y dónde está? Interrogación que nos conducirá a una contestación satisfactoria. La Biblia, ese viejo pergamino en donde hay un mundo de estupideces y contradicciones, pero en el que depositan una fe ciega millones de fanáticos, dice que "Dios es un espíritu puro que no tiene forma ni figura": pero al mismo tiempo nos dice que "Dios hizo al hombre a su imagen y semejanza". Contradicción como muchas otras que allí se encuentran aunque para el caso que os ocupa, no nos importaría que tuviera forma o no tuviera. Lo que nos importa saber es por qué razón no da muestras de bondad con todos los que sufren el yugo de un puñado de bandidos eternos explotadores del hombre.

No; no habrá contestación a estas preguntas. Lo que pasa es que el hombre en su ignorancia respecto al origen de él mismo y de todo ese inmenso infinito que lo envuelve, ha creado en su imaginación a ese mito, "Dios", resultando lo contrario de lo que la definición Bíblica dice: y de ahí que el hombre fue quién hizo a Dios a su imagen y semejanza.







°

No hay comentarios.:

Publicar un comentario