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jueves, 25 de febrero de 2016

El Cochinero del Ugarteko

¿Es el sexto ertzaina imputado en el caso de Iñigo Cabacas un chivo expiatorio?

Tal parece ser que sí.

Y tomando en cuenta la actitud revanchista adoptada en los últimos días por Iñaki Larrea, que como hemos denunciado en este blog ha llegado al extremo de quererse hacer pasar por víctima al tiempo que intenta extorsionar a quienes percibe como sus enemigos, uno tendería a pensar que el mando 3.389 ha sido elegido para pagar los platos rotos en esta omerta entre la Ertzaintza, el PSE y el PNV.

Aquí el reportaje al respecto publicado en Gara:

El sexto imputado es el mando que contradijo a «Ugarteko»

El sexto imputado por la muerte de Iñigo Cabacas es el oficial que dijo por radio que «la situación está controlada» y al que «Ugarteko» criticó con dureza en su declaración judicial.

Iñaki Iriondo
El sexto ertzaina imputado por la muerte de Iñigo Cabacas es el oficial que la noche del 5 de abril de 2012 insistía a «Ugarteko» en que «la situación está controlada» y al que éste último ordenó «entrar con todo» en «en el callejón» y «en la herriko». Después, «Ugarteko», en su declaración como testigo ante la jueza –no está imputado–, criticó duramente a este mando, al que acusó de que aquella noche no estaba cumpliendo con sus obligaciones.

La declaración de este oficial, que estaba al frente de una de las furgonetas, estaba prevista inicialmente para la próxima semana –2 de marzo–, pero se ha retrasado hasta el 11 de abril porque la abogada de la familia tiene ese día otra cita en los juzgados de Madrid.

«La situación está controlada»

El oficial con número de identificación 3.389 –según declaración de «Ugarteko»– es citado a petición de la acusación particular, por su participación en las cargas que se produjeron la noche en la que Iñigo Cabacas cayó mortalmente herido de un pelotazo de la Ertzaintza.

Según las grabaciones de las comunicaciones policiales de aquella noche, este mando, que se encontraba en el lugar de los hechos, insistió en que la situación estaba «controlada». Por contra, «Ugarteko» le respondió con un taxativo «a ver, le repito las órdenes para que queden bien claras.(...) Entren al callejón con todo lo que tenemos, entren en la herriko, controlan la situación y los que haya que puedan ser posibles agresores se les controla o se les echa, y se toma toda la posición. Y entonces estará la situación controlada».

Duras críticas de «Ugarteko»

«Ugarteko», que declaró como testigo en la causa el pasado 17 de junio de 2015, criticó con dureza a este mando. De sus palabras hay una versión en la edición del 25 de octubre del diario “Deia”, que el interesado parece dar por buena puesto que está literalmente incluida en la demanda en que solicita 777.000 euros a la abogada de la familia, a GARA y a NAIZ.

En este diario se afirma que «según Ugarteko, el oficial 3.389 era el primero que tenía que haber llegado a la zona para evaluar la situación, dar datos y emitir órdenes, aunque no lo hizo. Asimismo, ofreció información contradictoria, ya que aseguró por radio que la situación estaba ‘controlada’ cuando los otros suboficiales informaban de lanzamiento de objetos. El jefe de operaciones en la comisaría de Deusto afirmó ante la jueza que, en su opinión, ‘allí no había mando’ y que ‘los suboficiales y todos los mandos de furgoneta no iban a hacer nada hasta que no diese la orden correspondiente el oficial 3389’. (...). Por ello, y cuando precisamente este oficial le pidió ‘otro recurso que entre y limpie la zona’ es cuando ‘Ugarteko’, pese a tener inferior rango, le da la orden a él de entrar al lugar».

¿Protegido o a contracorriente?

En esta información de “Deia” titulada «‘Caso Cabacas’: el oficial que se inhibió» se añade que «Ugarteko», en sus declaraciones ante la jueza «efectuadas como testigo y, por tanto, con obligación de decir la verdad, pone en solfa la actitud, prácticamente desde el principio del caso, del oficial con número de carné profesional 3.389. Según ha podido comprobar ‘Deia’ [se añade], su actuación también ha sido muy cuestionada en el seno de la Ertzaintza, muchos de cuyos agentes consideran que no cumplió con sus obligaciones como mando de mayor rango. El malestar es palpable, sobre todo porque hay varios ertzainas imputados en el caso tras haber reconocido que efectuaron disparos de pelotas de goma y, sin embargo, este oficial ni siquiera ha sido llamado a declarar como testigo». Esto último ya se ha corregido, gracias a la acusación particular.

Según añadió el diario vizcaino, «algunas fuentes consideran que la indignación en la Ertzaintza es mayor aún porque algunos consideran que es una persona protegida y que por eso parece intocable. ‘Deia’ ha podido saber que este oficial es hijo de un ex altísimo cargo de la Ertzaintza, un superintendente que provenía del Ejército español en los primeros momentos de la Policía vasca».

Por contra, otras versiones explican que este oficial es de los pocos implicados en los hechos que no quiso seguir el relato exculpatorio puesto en marcha en la Ertzaintza, lo que le ha traído estas consecuencias.

777.000 euros

Cabe recordar que estas afirmaciones se incluyen en la demanda interpuesta por «Ugarteko» contra la abogada de la familia de Cabacas, contra NAIZ y contra GARA por los daños que dice haberle causado que se dieran a conocer su número de carné policial, su identidad y la grabación en la que da las órdenes al oficial ahora imputado.

Según ‘Deia,’ «Ugarteko» declaró a la jueza que durante meses se «echaba a llorar cuando iba a trabajar».





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