Falta de Valentía

Se los han dicho tal cual: cobardes.

Ante la oportunidad abierta a la paz que tanto exigen ellos mismos, los de las castas políticas española y francesa se muestran inexplicablemente reacios a dar los pasos necesarios.

¿O será precisamente que no es la paz que ellos buscan?

¿Será que ha quedado claro que lo que buscan de los vascos no es concordia sino sumisión?

Porque para que realmente se pueda hablar de un escenario de paz se deben de dar una serie de condiciones básicas: impartición de justicia, respeto a la libertad, reconocimiento del daño causado y garantía de no repetición. 

Ya sobre esas bases, habría que construir el marco en donde se puedan sentar las bases del trabajo conjunto exigido para la resolución de lo planteado por el Pacto Internacional de Derechos Civiles y Políticos del que mañosamente se ha dejado fuera a las naciones sin estado dentro del territorio europeo.

Ante todo ello, Madrid y París deciden seguir apostando por la violencia.

Aún más, París, a pesar de ser la metrópoli ocupante de Iparralde - Lapurdi, Behe Nafarroa y Zuberoa - ha optado por reforzar la falsa tesis de que el diferendo vasco es un tema interno de España cuando en realidad es un conflicto de alcance internacional pues involucra a dos estados europeos. Eso hace que la postura adoptada por el estado francés sea simplemente, inaceptable. De ahí que lo que está por acontecer esta semana en la Asamblea Nacional sea un paso muy particular dentro del proceso de paz unilateral iniciado por la sociedad vasca hace ya cuatro años.

De eso nos habla esta nota publicada por Naiz:

La radio pública francesa denuncia en su editorial «la falsa valentía de la firmeza» de los estados

Este jueves París acogerá la conferencia humanitaria por la paz en Euskal Herria. Ante ello, la radio pública francesa, France Inter, ha publicado un editorial en el que afirma que la «firmeza» esgrimida por los estados ante ETA denota realmente una «falta de valentía», una valentía «necesaria para un día cambiar de rumbo a fin de lograr la paz».

Ion Tellería

Personas destacadas del ámbito internacional, parlamentarios de la Asamblea Nacional francesa y máximos representantes institucionales de Ipar Euskal Herria compartirán sala este jueves en París durante la conferencia humanitaria por la paz.

Previo a esta cita en la misma Asamblea Nacional, la radio pública France Inter, una de las de mayor difusión del Hexágono, si no la mayor, ha publicado un editorial titulado «Proceso de paz vasco. La falsa valentía de la firmeza» en el que censura la actitud de los estados y demanda «valentía» para avanzar hacia la paz.

El editorial recuerda que fue tras la declaración de Aiete cuando ETA anunció el fin «de la última confrontación en el continente europeo». El editorial firmado por el conocido periodista Thomas Legrand lamenta que «el fin de lo que los militantes de ETA llaman ‘lucha armada’ y que París y Madrid llaman ‘terrorismo’ no ha producido ningún cambio en las posiciones de las dos capitales». Recuerda que siguen los arrestos, que el Colectivo de Presos Políticos Vascos supera los 600 miembros y que se mantiene la dispersión.

Sobre el Partido Popular español dice que «casi parece lamentar el cese de la violencia» porque agota «su argumentario nacionalista» desarrollado en nombre de la seguridad. De París dice que «sigue a ciegas» a Madrid y que rechaza el acercamiento de los presos y «cierta clemencia» incluso hacia los militantes que no cuentan con delitos de sangre.

Según el editorial de France Inter, François Hollande no está interesado en avanzar, por el temor «a ofender a Madrid». Problema compartido también por el primer ministro Manuel Valls, según el editorial, pero del que dice que «sería la persona ideal» para mostrar a Madrid que su actitud podría avivar en el seno de ETA la idea de que «erraron en renunciar a la violencia».

Legrand pone en valor que «los electos franceses vascos (derecha e izquierda) lamentan la intransigencia de París». Concluye diciendo que «el seguidismo da a París aires de firmeza contra el terrorismo. Pero, de hecho, denota una falta de valentía. Esa que es necesaria para un día cambiar de rumbo a fin de lograr verdaderamente la paz».

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