Nos ha tocado sufrir la desaparición del equipo ciclista Euskaltel Euskadi, no permitamos que suceda lo mismo de nuevo, urge la acción.
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La ilusión mantiene vivo al equipo Euskadi. Los resultados deportivos avalan el empeño de Miguel Madariaga al frente de la Fundación Euskadi y la dirección deportiva de Gorka Gerrikagoitia al frente de un bloque de 11 corredores que persiguen su sueño de ser profesionales. Sin embargo, la realidad es que el proyecto apenas se sostiene económicamente. No llegan los patrocinadores que necesita el equipo para sobrevivir.
Gerrikagoitia lamenta la situación. “Estamos exactamente igual que al principio. Te decepciona”, confirma en El Correo. Los buenos resultados deportivos no se traducen en un retorno económico. Aberasturi (1989), Aristi (1993), Barbero (1991), Etxeberria (1993), Iturria (1992), Larrinaga (1990), Lechuga (1990), Mínguez (1988), Orbe (1991), Txoperena (1991) y Zuazubiskar (1990) son los 11 ciclistas que visten la ikurriña.
Barbero ganó la Volta Alentejo y la pasada semana el Euskadi se impuso en la contrarreloj por equipos del Tour de Gironde y tres corredores acabaron en el Top 10. “Es frustrante. Hemos obtenido victorias. Vemos que nuestros corredores progresan, que la cantera funciona… Pero si esto sigue así, si nadie apuesta por este proyecto, su continuidad será muy difícil”, asegura Gerrikagoitia. “No es fácil trabajar así, en estas condiciones. A veces te planteas si todo el esfuerzo que hacemos, que hacen los corredores, merece la pena. Espero que sí”, asevera. Barbero fue 3º en La Rioja y Mínguez, el más experimentado, 5º en Amorebieta, 9º en Murcia y 10º en el GP Induráin.
Desde hoy disputan las Boucles de la Mayenne, el calendario francés les permite al menos competir, ante la falta de carreras en España. Ronde l'Oise (12-15 junio) y Tour des Pays de Savoie (19-22 junio) serán sus próximas carreras antes de los Campeonatos de España. Ordizia, Getxo y Burgos, su objetivo. El Tour de Qinghai Lake, en China, también aparece en su calendario, pero el coste es grande. En cualquier caso, no les queda otra que luchar en la carretera y ser visibles. “Les he dicho que en esta segunda mitad del año hay que ganar carreras, hay que llamar la atención. Necesitamos victorias para que los medios de comunicación lo reflejen y la gente sepa que seguimos aquí”, zanja en El Correo.
Gerrikagoitia dirige sobre la carretera, escudriña el calendario para competir con el menor costo posible, mientras que Madariaga trabaja en su despacho de la Fundación Euskadi en Derio sin descanso, y fuera de él, visita empresa y llama decenas de puertas, para buscar un sostén económico que permita sobrevivir un proyecto que creó en 1994 y que se ha quedado como el único referente del ciclismo vasco tras la desaparición del Euskaltel-Euskadi.
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