El Gunga Din vascongado que responde al nombre de Iñigo Urkullu ha anunciado que aunque no ha sido invitado él sí que tiene considerado participar en el besamanos del relevo borbónico de la monarquía franquista.
Naiz nos lo reporta con esta nota:
El lehendakari, Iñigo Urkullu, asistirá al acto institucional de proclamación de Felipe de Borbón como rey, que se celebrará el 19 de junio en las Cortes Generales, desde una posición «crítica y constructiva», y con el objetivo de «significar la necesidad de un nuevo modelo de Estado».Urkullu ha respondido ante el pleno del Parlamento de Gasteiz a una pregunta de EH Bildu sobre si va a asistir la próxima semana a la proclamación de Felipe de Borbón tras la abdicación de su padre Juan Carlos.El lehendakari ha aclarado que aunque todavía no ha recibido una invitación formal tiene previsto acudir al acto de proclamación de las Cortes y no a ningún otro anterior o posterior al mismo.Urkullu ha explicado que acudirá al acto con un espíritu «crítico constructivo» ya que defiende reformas «profundas» en el seno del Estado español.Ha aclarado que la suya no es una decisión personal, porque si así fuera «sería diferente» a la que ha tomado por «responsabilidad institucional».Urkullu ha recordado que en la Casa de Juntas de Gernika, en el acto de toma de posesión de su cargo, juró cumplir «con lealtad y respeto» sus responsabilidades y por ello acudirá al acto solemne de proclamación en las Cortes.«No tomaré parte ni en los actos previos ni en los actos de sanción, desfile y celebración posteriores», ha insistido el lehendakari, quien ha recordado que su responsabilidad es mantener las relaciones institucionales para «mejorarlas o modificarlas».Urkullu ha explicado que no quiere «perder esta oportunidad», aunque ha reconocido que acudirá a un acto para el que no ha sido consultado ni del que es partidario.«Se trata de la toma de posesión de un jefe de Estado y mi presencia significa también la necesidad de un nuevo modelo de Estado», ha sentenciado.Por ello, ha considerado que su presencia en Madrid es una «nueva oportunidad de proponer las reformas profundas que son necesarias» y «mientras haya la mínima oportunidad de diálogo y de acuerdo y a ello ayude el respeto institucional, merece la pena explorarlo».Urkullu ha añadido que cuando no la haya habrá que «hablar de otras cosas» y ha dicho que «las instituciones vascas llevan 35 años trabajando por el acuerdo» para defender el autogobierno y su desarrollo, una tarea que «no ha sido fácil ni lo será».
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