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martes, 1 de diciembre de 2020

Somos Paula Dapena

Ha muerto Diego Armando Maradona y tanto medios de comunicación como redes sociales han dedicado mucho tiempo y espacio al asunto. No han parado de recordarnos que el argentino fue el más grande jugador en la historia ya no de la humanidad, sino del universo.

Son muy pocas las voces que han llamado a la cordura y quienes conformamos el equipo que edita este blog estamos divididos entre ambos bandos pues como es ya sabido la diáspora vasca en Argentina es no solo numerosa sino muy comprometida con nuestra identidad. Así que decidimos pasar de largo con el tema... hasta que se publicó la nota en DesInformémonos que les vamos a compartir.

Y es que ahí si no hay discusión ni cabe debate pues expone precisamente aquello que no se vio o leyó en todo el material en favor de Diego y eso es que viniendo de la clase proletaria -de su expresión más marginal- y habiendo supuestamente adoptado principios de izquierda, el pibe de Villa Fiorito nunca tuvo problema con disfrutar de los privilegios del patriarcado, específicamente ese que le permite a los varones traficar con mujeres.

Si algo se llegó a mencionar acerca de Maradona con respecto a su violencia hacia sus parejas fue muy por encima, sin querer entrar realmente en el relato, sí, muy reprobable, pero más reprobable aún fue la postura adoptada con respecto a su dependencia no de la cocaína, sino de niñas y mujeres en situación de explotación sexual. Y eso, eso sí se es decente, eso no se obvia.

Ahora, con respecto al futbol en sí... vamos a decirlo claro; Diego Armando Maradona, el 10 de la selección Argentina, tuvo grandes logros a nivel club pero fue un auténtico mediocre en justas mundialistas. Su paso por España '82 puede ser fácilmente olvidado y su mejor momento futbolístico aconteció en México '86 cuando él mismo decidió manchar el deporte que tanto dijo amar al anotar un gol con la mano -mismo que sorprendentemente fue concedido por un árbitro y un abanderado demasiado condescendientes-. Cualquier otro jugador hubiese solicitado la anulación pero no él, oh no, el Diego se jactó de su "hazaña" toda la vida.

Su equipo llegó a la final ante una Alemania que venía de brindar auténticas batallas campales con Marruecos, México y Francia. Era la oportunidad perfecta para el lucimiento de Maradona... que terminó firmando un agónico 3 a 2 ante la agigantada figura de un él sí auténtico caballero de la grama, el teutón Karl-Heinz Rummenigge.

Y después llegó Italia ´90 y con ese Mundial aún más marrullerías por parte de un Maradona quien, minado por su adicción a las drogas optó por generar toda la violencia posible para lidiar con sus oponentes. Claro, para poder desplegar dicha estrategia se aseguró de mantener los arbitrajes en vilo haciendo que todo su equipo fingiera agresiones ante el menor roce por parte de los contrincantes. Y con trampas llegó hasta la final mostrando al mundo que el futbol había cambiado y que ya no existía la caballerosidad que durante tanto tiempo le distinguiese.

Pero, para mala fortuna de Maradona y para buena fortuna del buen futbol a esa final también llegó Alemania y esta vez le correspondió a Matthäus darle cátedra al argentino acerca de como jugar la media, lo anterior llevó al ególatra argentino a manchar aún más su carrera futbolística y terminó el partido siendo el capitán de un once con dos jugadores expulsados en una final -por cierto, nunca antes se había expulsado a un jugador en la final de un Mundial, para mayor INRI-; uno de ellos vio la tarjeta roja tras una brutal entrada de un tal Monzón sobre el goleador Jürgen Klinsmann mientras que el otro, Dezotti, propinó un puñetazo por la espalda al defensa Jürgen Kohler.

No contento con todo ello Maradona mismo agredió por la espalda al arbitro mexicano Edgardo Codesal, ganándose una tarjeta amarilla (sí, definitivamente el arbitraje lo mimaba, a cualquier otro jugador le hubieran sacado la roja).

Así que ya tendrán una mejor idea de la calaña de muchos de los seguidores del Diego pues se necesita muy poca ética para considerar héroe a una persona de sus características.

Y precisamente de la poca ética con la que se conducen muchos de los "dolidos" seguidores de Maradona nos habla la nota que les compartimos:


Entre acosos y amenazas de muerte: así vive la jugadora que se negó a rendir homenaje a Maradona

El nombre de Paula Dapena, jugadora del club Viajes Interrías FF (3ª división femenina española), recorrió el mundo después de que se haya negado a formar parte del homenaje a Diego Maradona que se desarrolló en un amistoso contra el Deportivo La Coruña (1ª) en Abegondo (noroeste de España).

En la imagen, que inmediatamente comenzó a viralizarse, se pudo ver a la joven de 24 años sentada y dando la espalda a la tribuna mientras sus compañeras y adversarias se mantenían erguidas y en silencio durante un minuto.

“Por las víctimas no se guardó un minuto de silencio, entonces, obviamente no estoy dispuesta a guardar un minuto de silencio por un maltratador y que no se haga por las víctimas”, explicó la futbolista al diario web gallego Pontevedra Viva, aludiendo al reciente Día Internacional por la Erradicación de la Violencia contra las Mujeres (25 de noviembre), que no motivó ningún gesto similar.

Tras el partido, que acabó con la derrota por 10-0 para su equipo, la futbolista fue entrevistada por el periódico madrileño As y aseguró que después de que su gesto recorriera el mundo, comenzó a recibir amenazas a través de sus redes sociales, lo cual la obligó a cambiar su perfil de público a privado.

“No sólo he recibido acoso yo por las redes sociales, sino que ha llegado hasta compañeras mías. Al tener la cuenta pública, han llegado a perfiles de mis compañeras que han sido acosadas estos días. No sólo hemos sufrido acoso, ha habido amenazas de muerte y amenazas del tipo de ‘voy a encontrar tu dirección y voy a ir a tu casa a partirte las piernas’”, reveló.

“Hay alguna amenaza que la voy a pasar por alto, pero a lo mejor sí que expongo a esas personas en redes sociales para que les eliminen la cuenta”, reconoció y agregó: “Si se puede, denunciar, pero dudo que eso llegue a algo. Le daré una vuelta a ver qué se puede hacer”.

Al ser consultada sobre si su postura había sido una acción premeditada, la española aseguró que se enteró de que se iba a hacer ese minuto de silencio cuando iban hacia el estadio: “Yo entonces dije que me iba a negar. Yo no sabía cómo iba a actuar. Fue en el momento de saltar al campo cuando se comentó y dije que me pondría de espaldas al públicosentada en el suelo. Fue lo que se me ocurrió sin faltar el respeto a nadie”.

Después de comentar que sus compañeras la respetaron en todo momento por su lucha feminista, opinó que Maradona, “futbolísticamente, me parece que tenía unas habilidades y cualidades espectaculares”, aunque consideró que “como persona, dejó mucho que desear”. “Va en contra de mis ideales y de mi lucha diaria. Entonces, guardar un minuto de silencio y homenajearlo va en contra de mí misma. No podía hacerlo…”, agregó.

Al mismo tiempo explicó que, “para ser un buen deportista hay que tener unos valores y ser persona. Un futbolista es antes persona que futbolista, mucho más si es ídolo de muchas personas como lo es. No se puede desvincular una cosa de la otra”.

Finalmente, se mostró sorprendida por el accionar de sus compañeras: “Sobre todo porquedos días antes había sido el Día Contra la Violencia de Género y no se guardó un minuto de silencio por las víctimas. Se echa mucho en falta gestos por este día”.

 

 

Nosotros estamos con Paula Dapena.

 

 

 

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