Resulta que unos agentes de la Guardia Civil se presentaron a hacer lo suyo en las instalaciones de un local perteneciente a una asociación juvenil vasca, donde fueron interpelados por una abogada.
Resuta también que esos agentes de la Guardia Civil, acostumbrados a golpear y a torturar sin ton ni son se sintieron ofendidos por el trato que les dipensase la abogada, a quien no pudieron golpear ni torturar.
Resulta ahora que un juzgado colonial español ha decidido multar a la abogada por dar tan mal trato a los gamberros de la Guardia Civil.
Aquí lo que nos reporta Naiz:
El titular del Juzgado de lo Penal número 4 de Iruñea ha condenado a una multa de 750 euros por una falta contra el orden público a la abogada que discutió en Tafalla con la Guardia Civil cuando los agentes irrumpieron el pasado 8 de febrero en el recinto festivo de la asociación juvenil Gardatxo.La sentencia, recurrible ante la Audiencia de Nafarroa, explica que los hechos ocurrieron sobre las dos de la madrugada del 8 de febrero, durante la celebración de las ferias de Tafalla, donde mientras unos agentes de la Guardia Civil retenían a unos jóvenes, la joven se acercó al lugar mientras aseguraba que era la abogada del retenido.La acusada, para quien en el juicio oral la Fiscalía pidió medio año de cárcel y la defensa su absolución, se dirigió según el auto «en todo momento de forma despectiva a los agentes actuantes». Los hechos fueron grabados por los guardias. El juez dicta que en las imágenes se comprueba «el menosprecio de la acusada a la labor de los agentes, así como el continuo entorpecimiento de su labor en el control de seguridad ciudadana que se estaba realizando».En la sentencia se añade que el forcejeo entre la acusada y los agentes se inició «de forma repentina por la retirada del móvil a la acusada. Este forcejeo no llega a constituir un acometimiento físico de entidad que dé lugar a un delito de atentado del que por cierto no se ha formulado acusación».Indica el juez que «descarta la existencia de una resistencia física de mínima entidad por la acusada, máxime cuando de su detención sólo se encargó una persona, la única agente femenina».Por ello, señala que «ni ha quedado acreditada una situación de negativa a identificarse, ni de acometimiento físico directo relevante que dé lugar a una acusación por atentado, ni una resistencia física de entidad a la detención».Cabe recordar que en un principio fuentes policiales identificaron a esta joven como una abogada del sindicato LAB que «insultó, escupió y llegó a empujar a una agente y animó a un grupo de ciudadanos a que se enfrentaran a los agentes». El Gobierno de Nafarroa llegó a hablar de «campaña de acoso, insultos y amenazas» contra la Guardia Civil por parte de «los nacionalistas radicales» y el director general de la Guardia Civil visitó el cuartel de Tafalla para mostrar su apoyo a los agentes por sus actuaciones, las cuales fueron denunciadas por cientos de personas en la calle y reprobadas por el Ayuntamiento de la localidad navarra.
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