Brian Currin continúa incansable su labor en favor de la paz y, sin importar lo sucedido en París, nos hace ver que la oportunidad del desarme de ETA tiene más opciones en el estado francés que en el estado español.
Aquí lo que dijo a EiTB:
Currin dice que el proceso en España “es imposible” por la falta de colaboración del Gobierno y que, por lo tanto, se están estudiando otras formas de actuación que en Francia sí serían posibles.El abogado sudafricano Brian Currin, líder del Grupo Internacional de Contacto, ha asegurado que el proceso de desarme de ETA no ha parado, aunque no cree que ETA vaya a dar ningún paso más hasta que el Gobierno español cambie de actitud, algo que no ve factible con el actual Gabinete de Mariano Rajoy. Currin confía en los cambios puedan sucederse tras las elecciones generales. El mediador internacional ve incluso más posibilidades de avance en el Estado francés, donde ETA tiene parte de su arsenal.Currin se encuentra estos días en Euskadi, tras participar el fin de semana en el acto de despedida de Lokarri. Entrevistado en Ganbara de Radio Euskadi, el mediador ha explicado que "si uno escucha lo que dicen los verificadores del desarme, está claro que se han realizado progresos, pero también es verdad que se está retrasando, porque el desarme es imposible que avance sin la colaboración e implicación del Estado, que por diferentes razones se opone a él"."Hay que esperar a lo que ocurra en las elecciones de noviembre. Posiblemente luego será más factible. Pero eso no quiere decir que no haya que hacer nada. Sé que hay gente estudiando otras posibilidades y estrategias con el fin de avanzar en el desarme", ha comentado."Podría lograrse la ayuda de algunos líderes políticos en Francia para ser capaces de hacer un decomiso y destrucción de armas en Francia. No es seguro, pero podría hacerse. Hay armas en Francia, y la opción está siendo estudiada", ha insistido.El lenguaje de la pazPor otro lado, "las declaraciones de presos aceptando el daño causado es una parte importante del proceso de paz y reconciliación. Sin embargo, es muy importante el lenguaje que se usa, y en este momento es uno de los puntos de bloqueo", ha advertido."Se espera que los presos y Sortu hagan declaraciones con un lenguaje en el que se les pide casi que rechacen su propia historia, y creo que esto para ellos es muy difícil", ha dicho.Por todo ello, Currin ha pedido a los partidos vascos que se entiendan y sean capaces de hablar y avanzar. El abogado sudafricano ha valorado de forma positiva las recientes iniciativas puestas en marcha por el Gobierno Vasco en materia de presos y la actitud del lehendakari Iñigo Urkullu. Sin embargo, ha pedido al PNV y a Sortu que mejoren sus relaciones.El abogado sudafricano ha desvelado que esta semana se ha reunido con delegaciones de PNV y Sortu, pero que no ha sido recibido por el PSE, algo que le sorprende, ni el PP."Es legítimo rechazar y ser crítico con la historia de otro y con lo que el otro ha hecho, pero en realidad eso no ayuda. Hay que llegar a un punto en el que podamos manejar la historia de forma que lleve a dar pasos en el futuro, y no para que sea una carga", ha recalcado."Como dijo Mandela no trates de cambiar a los otros, cambia tú mismo. Todos los partidos tienen que reflexionar sobre las posturas del otro. Y este mensaje tiene que llegar a ETA, a los gobiernos y a los partidos implicados. Sólo quien trata de entender a quien está al otro lado de la mesa puede convencerse de que se podrá lograr una solución", ha repetido.Justicia transicionalBrian Currin también ha sido preguntado por la decisión del Tribunal Supremo. El abogado sudafricano ha pedido a los jueces que sean conscientes del 'nuevo tiempo' y ha abogado por la Justicia transicional."La Justicia transicional es parte de todo proceso de paz, porque estás en un estado de transición, vienes de una situación de conflicto, que se transforma en una nueva situación de paz", ha remarcado. "Las leyes tienen que cambiar", ha agregado.En ese sentido, Currin ha explicado que lo ocurrido en Irlanda del Norte "no fue una amnistía, sino un proceso de excarcelación". "Era una libertad condicional. Si cometían cualquier delito, deberían volver a la cárcel a cumplir la condena. Es cierto que hacerlo al principio ayudo mucho a los pasos que vinieron después", ha aseverado."Hubo mucha gente que se opuso a este proceso de excarcelación, entre ellas muchas víctimas. Ellos hicieron un trabajo de reunirse con los afectados, de hablar con la prensa y transmitir a la sociedad las razones de lo que se hacía, y al final los que se oponían se lo acabaron tomando como una pastilla amarga que te tomas para que no haya víctimas en el futuro", ha concluido.
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