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martes, 10 de febrero de 2015

Maroto: Cal y Arena

Le rogamos a nuestro amable público que nos tenga un poco de paciencia porque vamos a iniciar esta entrada dando la razón a Javier Maroto. Correcto, lo han leído bien, le estamos dando la razón al xenófobo Javier Maroto.

Efectivamente, nosotros también sostenemos las hipótesis de que las víctimas de ETA no son como las demás, por supuesto que no, ni siquiera se pueden considerar víctimas.

¿Usted consideraría a Benito Mussolini "víctima" de los partisanos italianos que lo capturaron mientras huía para cobijarse en el norte de la península donde podía ser protegido por sus aliados nazis?

¿Consideraría "víctimas" del Ejército Rojo a los integrantes del alto mando del partido Nazi que se suicidaron ante la inminente caída de Berlín?

¿Son "víctimas" los soldados estadounidenses que murieron en Viet Nam durante su brutal y genocida intervención en la lucha por la independencia de ese país con respecto al estado francés?

Y hablando de París... ¿se considera víctimas a aquellos franceses que murieron durante la inhumana campaña en contra de los independentistas argelinos?

La respuesta una y otra vez es no, no, no, no.

Pues lo mismo con los muertos causados por las acciones subversivas de ETA. Todos y cada uno de ellos formaban parte de un régimen totalitario formado en el fascismo de los años 30 del siglo pasado. Todos y cada uno de ellos son herederos ideológicos de una monarquía que durante dos linajes se dedico a exterminar naciones enteras en África, Asia y América para después proceder a expoliar sus recursos naturales, lo mismo hicieron en la propia Europa donde han mantenido sojuzgados a vascos, catalanes, andaluces y galegos.

Madrid nuca había sido juzgada por sus crímenes durante su longevo régimen fascista, hasta que llegó desde Argentina la juez María Servini. La historia no ha juzgado adecuadamente a Madrid por los crímenes cometidos durante su etapa colonialista.

Pretender que sus muertos son víctimas es pretender que todas las naciones de América Latina, África y Asia que se liberaron del yugo imperial español pidan perdón por las muertes causadas a los integrantes de sus fuerzas armadas de ocupación. 

Ojo, ellos sí que aplicaron a rajatabla la demonización de sus oponentes. Hoy llaman terroristas a los militantes de organizaciones antifascistas como ETA o GRAPO así como en el pasado llamaron sediciosos y herejes a líderes independentistas como Miguel Hidalgo, Simón Bolivar o José de San Martín.

Así que repetimos, Maroto lleva razón en sus palabras, esa es la de cal.

¿La de arena?

Su hipócrita mención a la equidistancia aduciendo que se "alimenta la tesis" de una guerra. Estimado Maroto, estamos para informarte que sí, que efectivamente, ha existido un conflicto armado desde hace por lo menos 700 años, cuando las tropas castellanas iniciaron el proceso de invasión gradual de Nabarra. Proceso que culminó por la parte española hace 500 años con las batallas de Noain, Amaiur y Hondarribia. Proceso que no terminó por la parte vasca, pues desde entonces una y otra vez, el pueblo ha demandado la recuperación de su soberanía: matxinadas, gamazadas, guerras carlistas, resistencia antifascista...

Así que Maroto, acuse de recibo las bobadas colaboracionistas de Jonan Fernández y calle, en el resto del mundo no nos espantan sus fuegos de artificio verbales.

Aquí la nota publicada en Naiz:



Maroto dice que las víctimas de ETA «no son como las demás»

El alcalde de Gasteiz, Javier Maroto, ha replicado al secretario general de Paz y Convivencia de Lakua, Jonan Fernández, que las víctimas de ETA «no son como las demás», y ha asegurado que el informe que ha recibido mezcla «churras con merinas».

El alcalde de Gasteiz, Javier Maroto, ha recibido por parte del secretario de Paz y Convivencia, Jonan Fernández, un informe sobre las muertes ocasionadas en la capital alavesa por ETA, otros grupos armados o las Fuerzas de Seguridad del Estado entre 1960 y 2010.

En el caso de gasteiz, el trabajo cuantifica en 31 las víctimas mortales ocasionadas por ETA o otros grupos armados, en cuanto que son diez las ocasionadas pos las FSE, entre las que se incluyen las cinco que mueron muertos a manos de la Policía española el 3 de marzo de 1976.

Al respecto, Maroto ha criticado que el informe es un «batiburrillo» al mezclar «churras con merinas». A su juicio, las víctimas de ETA «no son como las demás», por lo que «no las podemos situar en el mismo plano» que a otros damnificados por el conflicto vasco.

El alcalde ha reivindicado la «singularidad» de las víctimas de ETA. Además, ha rechazado que se trate de establecer una «equidistancia» entre difenretes víctimas «con el objetivo de alimentar la tesis de que en Euskadi ha existido una guerra entre dos bandos».






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