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domingo, 22 de febrero de 2015

Iñaki Williams

Esta publicación se la dedicamos a todos los que desde la caverna mediática franquista han criticado al Athletic de Bilbao por su política de solo alinear a jugadores surgidos de su cantera o con cierta inmediatez geográfica (como es el caso de La Rioja). Por ello, han acusado a los leones de ser racistas.

También se lo dedicamos a todos los que, aprovechando el éxito taquillero de la película "Ocho Apellidos Vascos"  han dicho abiertamente que la vasca es una sociedad xenófoba.

Pues ahí les va esta nota publicada en El Correo Vasco:

 

"Me siento vasco, pero una parte de mí es africana"

Iñaki Williams, que se estrenó como goleador ante el Torino, mantiene vivo el recuerdo de su familia, que escapó de la guerra de Liberia

Iñigo Crespo

Hay quien decide olvidar un pasado tortuoso y complejo, y quien lo utiliza para reforzar su carácter y ambición. Iñaki Williams pertenece al segundo grupo de personas, las que integran las experiencias sensibles en su identidad para forjar un temperamento más sólido. El joven delantero rojiblanco, que se destapó contra el Torino con su primer gol en la élite, mantiene muy vivo el recuerdo de su familia y la historia de sus padres, que escaparon de la delirante guerra de Liberia y se refugiaron en Ghana. "Me siento vasco, pero una parte de mí es africana", asegura el ariete con orgullo.

Williams ha pasado los veinte años de su vida entre Pamplona y Bilbao, de modo que su situación no difiere en exceso de sus compañeros. El pasado de sus padres, no obstante, supone una enorme peculiaridad con respecto al resto de los componentes del vestuario. "Yo he nacido aquí, llevo veinte años aquí, pero los orígenes y las raíces no se olvidan. Mis padres nacieron en Liberia y sientes que toda tu familia está allí. Una parte de mí también es africana", relata el ariete con orgullo. Su origen humilde, además, le ha inyectado una gran ambición y capacidad de trabajo, algo que ensalzan todos los que han coincidido con él.

Con su primer gol en siete partidos con la primera plantilla, Williams se presentó a lo grande en la Europa League, ayudó a encarrilar la eliminatoria al abrir el marcador y se quitó la espina que le seguía desde su debut. El discurso del ariete siempre ha nacido desde la prudencia y la humildad, aunque no cabe duda de que el tanto supuso un gran impulso para el futbolista. Valverde repite que aún se encuentra en periodo de formación, que se le nota su bisoñez en las disputas, pero él está convencido de que con el tiempo confirmará su potencial. "Me gustaría ser el relevo de Aduriz", dijo en una entrevista con EL CORREO. Nadie podrá acusar a Williams de falta de mesura, pero tampoco de vértigo o de carencia de ambición.



Nos recordó aquella contribución de una mexicana viviendo en Euskal Herria que escribiese el texto "Si los vascos son racistas".



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