La irrupción del Subcomandante Marcos en el plano internacional tras cuatro años de supuesto silencio ha provocado todo tipo de reacciones, principalmente en el Estado Español, en Euskal Herria y por supuesto, en México.
Desde La Jornada damos seguimiento con este artículo que reseña los ecos en la clase política mexicana, misma que fiel a su españolismo, centra todo el asunto en el tema que le interesa al franquismo borbónico; "la ETA". Pero si tomamos en cuenta que el propio Carlos Monsiváis les mostró la ruta, pues que se puede esperar. Lean ustedes:
El zapatismo abandera la lucha contra la globalización, señalan legisladores
"Garzón no se ha dado cuenta que las víctimas inocentes también están en México"
Roberto Garduño y Ciro Pérez
Aceptar el reto para debatir sobre el conflicto en el País Vasco y la naturaleza del alzamiento del EZLN ubicaron al zapatismo como bandera de la lucha contra la globalización, manifestaron diputados de distintos partidos, quienes aceptaron que el abandono gubernamental de las causas originales y subsecuentes de la lucha de los pueblos indígenas es responsabilidad, en gran parte, del Poder Legislativo.
La respuesta del subcomandante Marcos a la demanda del juez Baltasar Garzón para debatir sobre el proceso de lucha independentista del pueblo vasco fue considerada también como la posibilidad de abrir un debate internacional para denunciar la pobreza y marginación de distintos pueblos y comunidades existentes en las naciones en desarrollo, manifestaron los diputados.
Miguel Angel Moreno Tello, del PRI, consideró la posibilidad del debate como la construcción de un escenario donde operen "fundamentos mediáticos". Lo que se debe reconocer, abundó, es que "en el Congreso tenemos una gran asignatura pendiente para devolverle los derechos originales a los auténticos poseedores de la tierra".
Del juez Baltasar Garzón comentó que defiende el statu quo y el sistema de privilegios en España, y no se ha dado cuenta "de que las víctimas inocentes también se encuentran en las regiones indígenas de México y de América Latina". En cuanto a Marcos dijo que "es fiel representante de los movimientos antiglobalización".
En su turno, la priísta Lorena Beauregard señaló que la figura y lo que representa el subcomandante Marcos se deben "ubicar" en el contexto de la lucha por la defensa de los intereses indígenas: "Aquí no hemos concretado la defensa de las comunidades autóctonas", indicó.
No obstante, la diputada priísta señaló que Marcos "no debe ocuparse de asuntos relacionados con la ETA. Debe inmiscuirse más con la problemática de los pueblos indígenas", propuso.
Alejandro García-Sainz, representante del Partido Verde Ecologista, consideró que el juez Baltasar Garzón no va a aceptar la respuesta al reto lanzado por él: "no le conviene, porque si la ETA acepta la tregua, entonces el principal problema será para el gobierno de España y para Garzón, y a ver qué hacen."
García-Sainz consideró que el principal problema de Chiapas no está resuelto. "Aceptamos que sigue habiendo violaciones a los derechos de los indígenas; la ley en la materia no ha funcionado; se debe entender que las comunidades tienen su propia naturaleza y sus propios usos y costumbres, los que estamos obligados a respetar", indicó.
El priísta Arturo de la Garza resaltó "la viveza" de Marcos, "porque se subió al ring de una manera muy fácil y subió con tranquilidad al juez Garzón. Ese magistrado se equivocó, porque no entendió que el subcomandante tiene con su propuesta una nueva oportunidad de internacionalizarse".
Félix Castellanos, del Partido del Trabajo, resaltó la voluntad política de Marcos para dialogar: "esa es la clave, su actitud pacífica, la cual demuestra con el llamado a ETA a una tregua. Seguramente lo hace porque aquí no se le escucha".
José Narro Céspedes, también del Partido del Trabajo, afirmó que la reaparición de Marcos es la oportunidad para dar los pasos hacia la paz y el diálogo. "Es el comienzo de una nueva actitud del EZLN para discutir problemas nacionales e internacionales".
Narro hizo un llamado a los integrantes de la Comisión de Concordia y Pacificación, porque "hasta ahora el Congreso le ha dado la espalda al proceso de paz en Chiapas".
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