¿Con quién quiere quedar bien Monsiváis? ¿Con Fox? ¿Con Juan Carlos Borbón? ¿Con el juez estrella -ahora clown- Baltasar Garzón?
No lo sabemos, pero después de leer su reaccionaria respuesta a la carta del Sup Marcos a El Ruso con motivo de la celebración del Aguascalientes en el barrio de Lavapies en Madrid el supuesto intelectual mexicano ha caído de nuestra gracia.
Miren esto que se ha publicado en La Jornada:
No lo sabemos, pero después de leer su reaccionaria respuesta a la carta del Sup Marcos a El Ruso con motivo de la celebración del Aguascalientes en el barrio de Lavapies en Madrid el supuesto intelectual mexicano ha caído de nuestra gracia.
Miren esto que se ha publicado en La Jornada:
Carlos Monsiváis
El 12 de octubre del 2002 el subcomandante Marcos le escribe al roquero español Angel Luis Lara, El Ruso, una carta en vísperas de un encuentro "globalifóbico" en Madrid, en noviembre. El mensaje llama la atención por razones negativas. Según creo, impugna el significado esencial del EZLN y es un regreso a las secciones mesiánicas (uso el término críticamente) del Primer manifiesto de la selva Lacandona. Al escribir esto, entiendo lo obvio: Marcos considerará que los no zapatistas ignoran el significado esencial del EZLN. Esto, verdadero en cuanto a esfuerzos, sacrificios y lucha diaria, no es toda la verdad. Los que hemos simpatizado y simpatizamos con la lucha indígena también tenemos derecho a nuestras definiciones, y en mi caso no asocio la rebeldía de los indígenas de Chiapas con el apoyo a causas indefendibles y con el lenguaje de la intolerancia, el chiste fácil y el engreimiento radical.
Me explico. En su carta, Marcos se aparta tristemente de la crítica y cae y recae en el insulto y las generalizaciones agresivas, fundadas en la ausencia de razonamientos concretos. Así, José María Aznar: "al que, su nombre lo indica, sólo falta rebuznar"; el rey de España: "el estreñido del reyecito Juan Carlos"; a los gobernantes: "porque ya sabes cómo es la monarquía, que luego luego luego empieza a ponerse nerviosa y le da por irse de vacaciones con las infantas y los bufones (o sea que me refiero a Felipillo González y a Pepillo Aznar que, repito, en el nombre lleva la penitencia)"; y a Baltasar Garzón, a quien le dedica una andanada patética:
"Bien sé que ese payaso grotesco que es el autodenominado juez Garzón, de la mano de la clase política española (que es tan ridícula como la corte, pero sin ese discreto encanto que el ¿cómo ha estado duquesa? -Bien, barón, no extraño para nada al bufón de Felipillo porque el Pepillo es tan gracioso como aquél. Por cierto, haría bien en subirse la bragueta, barón, no vaya a ser que coja usted un resfriado, que es lo único que se puede coger en la corte -etcétera), está llevando adelante un verdadero terrorismo de Estado que ningún hombre y mujer honestos puede ver sin indignarse.
"Sí, el clown Garzón ha declarado ilegal la lucha política del País Vasco. Después de hacer el ridículo con ese cuento engañabobos de agarrar a Pinochet (que lo único que hizo es darle vacaciones con los gastos pagados), demuestra su verdadera vocación fascista al negarle al pueblo vasco el derecho de luchar políticamente por una causa que es legítima."
Esto es demasiado. Como persona, Marcos puede insultar a quien se le ocurra, pero como persona no tendría acceso a la primera página de un diario. El es un dirigente, y el EZLN no tiene por qué pelearse con tantos al mismo tiempo, ni por qué suscribir tesis fantasiosas, envueltas en un estilo en el que, reiteradamente, naufragan el ingenio y el tono familiar. ¿Tiene caso responderle puntualmente? Con el desánimo que provocan releer sus frases sin sustento, se le podría decir a Marcos:
-El juez Garzón no es ningún "payaso grotesco" ni el proceso contra Pinochet fue "un cuento engañabobos". Muy por el contrario, este proceso ha sido indispensable en el trazo de un nuevo derecho penal internacional, muy ajeno a las monstruosidades imperialistas. Me gustaría que Marcos sostuviera en Chile lo del "cuento engañabobos" y lo de "las vacaciones con gastos pagados"; al revés, siento que el juicio, tan demoledor, es el marco del que ya no podrán huir los dictadores en Chile, Argentina y donde sea. Una de las imágenes de Pinochet que se recordarán es la del dictador senil que se asila en la locura. Al respecto, advierto resonancias del caso Pinochet en el juicio a los generales mexicanos Quirós y Acosta Chaparro. Con sus enormes limitaciones, ese juicio es el principio de un movimiento judicial no desdeñable, en el que se llama a cuentas al sector militar, hasta ahora invisibilizado. En lo personal no dejo de agradecerle a Garzón su firmeza en el caso Pinochet, cuya liberación se resolvió en Londres, no en Madrid.
-En cuanto a la ilegalización de Batasuna, Marcos resuelve con facilonería su posición. Es válido discutir, como se ha hecho en el País Vasco, la persecución del derecho de opinión, pero él prefiere el extremo y acusa a Garzón de exhibir "su verdadera vocación fascista". En el peor de los casos, el juez se ha equivocado, pero el expediente de Batasuna es muy amplio y muy demostrativo en cuanto a su carácter de grupo subordinado a una lógica terrorista. Y por eso Marcos debería ser explícito: ¿cuál es "la causa legítima" del pueblo vasco que Garzón niega? ¿El independentismo o la defensa cerrada de ETA, uno de los grupos más justamente descalificados del mundo? En ningún momento y bajo ninguna circunstancia las acciones de ETA son legítimas, y así lo subraya la procesión de sus víctimas. No es válido no especificar, porque, en efecto y allí tiene razón Marcos, el EZLN no ha incurrido en el horror del terrorismo, y por eso ha retenido su autoridad moral, la de un sector indígena que representa sectores mucho más amplios y que ha contribuido al debate internacional, al mudar de levantamiento guerrillero dispuesto al sacrificio (callejón sin salida) a un movimiento social que ha comunicado a Chiapas con una parte muy significativa del mundo.
¿Cómo puede creer Marcos que esos epítetos, ese tono, esas descalificaciones a ultranza benefician una causa tan arraigada en la lucha por la paz? ¿Por qué adjudicarle al EZLN lo que sí parecen sus puntos de vista muy personales? En un momento de la fábula de Marcos, la rebeldía voladora que es la mariposa dice ¡NO! "No a la lógica. No a la prudencia. No a la inmovilidad. No al conformismo". Con la pena, un movimiento como el EZLN, que por naturaleza debe decirle No a la inmovilidad y al conformismo, debe también asumir positivamente y a fondo la lógica y la prudencia. Y así lo ha hecho. Era imprudente seguir confiando en las armas, era lógico pensar que sustentar el movimiento en la búsqueda de la paz digna, atraería la solidaridad de los adversarios del modelo neoliberal de globalización.
En su propósito beligerante y en su estilo fallido, el texto de Marcos no contribuye en lo mínimo a la causa del EZLN. Aquí lo primordial no es que se ganen o se pierdan simpatías, ni siquiera que se descalifique al juez Garzón, sino el olvido de una trayectoria sustentada en la lógica, la pasión y la justicia social, y por tanto urgida siempre de razonamientos, sobre todo ahora cuando la incomprensión y el cinismo del gobierno de Fox y el ataque de la derecha profundizan la marginación de Chiapas y de los pobres de México. Esta vez Marcos ha preferido el juego "lúdico" y las invectivas, dejando abierta una posibilidad interpretativa: su apoyo a un grupo nefando. Al hacerlo, ignora a quienes creemos en los derechos indígenas, criticamos el racismo gubernamental y concebimos la paz digna como un proceso de tiempo completo, pero no compartimos estas posiciones. Si, en efecto, el crecimiento de los "globalifóbicos" es geométrico, resulta inaplazable el debate sobre el destino de los indígenas y de los excluidos, y debe darse en los términos que Marcos ha cultivado y a los que penosamente renunció en esta carta.
Monsiváis hace eco de la excusa barata para justificar el apartheid en contra de los vascos. Con este texto, Carlos Monsiváis ha manifestado abiertamente su apoyo al anacrónico colonialismo español, lo cual constituye una verdadera vergüenza, tanto para él como para la comunidad intelectual mexicana a la que pertenece.
Y es que de inicio, Mosiváis tuerce lo escrito por Marcos en la misiva. Les compartimos las dos partes en las que hace mención a Euskal Herria para que vean ustedes como el tal Monsi se inventó cosas que ni siquiera están ahí.
Aquí tienen el primer segmento dedicado a los vascos:
Imagino que por ahí deberá estar la banda de Cataluña que toca mal las rancheras, pero en la chamba no hay quien les lleve el ritmo. Y también deben llegar los de Galicia, de Asturias, de Cantabria, de Andalucía, de Murcia, de Extremadura, de Valencia, de Aragón, de La Rioja, de Castilla y León, de Castilla-La Mancha, de Navarra, de las Islas Baleares, de las Islas Canarias y de Madrid. A todos ellos y ellas dales un gran abrazo de parte nuestra, que hay para todos y todas. Porque con tantos hermanos y hermanas, y tan grandes todos ellos, nos han crecido los brazos a fuerza del cariño que les tenemos.
¿Qué? ¿Que he dejado fuera a los del País Vasco? No, quiero pedirte que me permitas que haga una mención especial de estos hermanos y hermanas.
Bien sé que ese payaso grotesco que es el autodenominado juez Garzón, de la mano de la clase política española (que es tan ridícula como la corte, pero sin ese discreto encanto que da el ¿cómo ha estado duquesa? -Bien, barón, no extraño para nada al bufón de Felipillo porque el Pepillo es tan gracioso como aquél. Por cierto, haría bien subirse la bragueta, barón, no vaya a ser que coja usted un resfriado, que es lo único que se puede coger en la corte -etcétera), está llevando adelante un verdadero terrorismo de Estado que ningún hombre y mujer honestos puede ver sin indignarse.
Sí, el clown Garzón ha declarado ilegal la lucha política del País Vasco. Después de hacer el ridículo con ese cuento engañabobos de agarrar a Pinochet (que lo único que hizo es darle vacaciones con los gastos pagados), demuestra su verdadera vocación fascista al negarle al pueblo vasco el derecho de luchar políticamente por una causa que es legítima.
Y no lo digo nada más porque sí. Sino porque acá hemos visto a muchos hermanos y hermanas vascos. Estuvieron en los campamentos de paz. No vinieron a decirnos qué hacer, ni nos enseñaron a hacer bombas ni a planear atentados.
Y acá el segundo:
Pero, bueno, resulta que acá han estado los hermanos del País Vasco y se han portado con dignidad, que es como de por sí se portan los vascos.
Y no sé si por ahí anda el Fermín Muguruza, pero yo me acuerdo que una vez que estuvo por acá le preguntaron de dónde era y él dijo que "vasco", y que le vuelven a preguntar: "¿vasco de España o vasco de Francia?" Y el Fermín ni se inmutó cuando respondió "Vasco del País Vasco".
Y yo estaba buscando algo en vasco para mandarles como saludo a los hermanos y hermanas de ese país, y no encontré mucho, pero no sé si mi diccionario está bien porque busque cómo se dice "dignidad" en vasco, y el diccionario zapatista dice que "Euskal Herria". Ahí les preguntas si voy bien o mejor me regreso.
En fin, que lo que no saben ni Garzón ni sus patiños es que hay veces que la dignidad se convierte en erizo, y ¡ay! de aquel que pretenda aplastarla.
Ahí lo tienen, en los dos segmentos ni una sola mención ni a la organización armada antifascista ETA ni a alguno de los partidos a los que ha recurrido la izquierda abertzale para participar en el ámbito electorero del estado español. El saludo va dirigido al pueblo vasco, y en especial, a los cooperantes internacionalistas vascos.
Es Monsiváis quien saca a colación a ETA y a Batasuna, ojo, reacción típica por parte de cualquier juntaletras en la nómina de La Zarzuela.
Ahora, eso de lanzarse desmedidamente a la defensa de un monarca vinculado directamente con Francisco Franco, de un político perteneciente a un partido de derecha emanado del franquismo mismo y a un juez que ha puesto a disposición del poder ejecutivo al poder judicial... deja ver los verdaderos colores de quien escribiese esas líneas.
Por eso repetimos, Mosiváis se ha equivocado, de cabo a rabo.
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