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miércoles, 24 de febrero de 2021

Una Herramienta del Capitalismo

Ayer en España se vivió una jornada más en la que el 23-F fue significado por los españolazos como la fecha en la que la democracia fue fortalecida... por la valentía de un monarca hoy huido. 

Afortunadamente, como cada año, hubo foros en los que se dejó claro que en esa fecha el franquismo había creado una pantomima para terminar de asegurar el paso hacia el tipo de régimen exigido por las potencias occidentales, se consolidaba así el franquismo borbónico, el Régimen del '78. España continuaba siendo fascista pero ahora con una antifaz de democracia, todo seguía atado y bien atado.

Desde Facebook traemos a ustedes este texto que nos habla acerca del fascismo, ese que disparó con fuego real en Linares, el mismo que arremete con balas de foam en distintos puntos de Catalunya.

Lean:


El fascismo

Cecilia Zamudio

El fascismo es una herramienta que implementa la clase explotadora para perpetuar al capitalismo: saca a relucir esa herramienta siempre que incrementa los niveles de explotación contra la clase trabajadora y los niveles de saqueo de la naturaleza (el saqueo capitalista causa éxodos poblacionales; para desplazar las comunidades campesinas, el gran capital recurre al terror paramilitar).

El fascismo no es un “espontáneo” “miedo al otro”: es fomentado a consciencia por la clase explotadora y sus medios. El aparato cultural y mediático del capitalismo intensifica su promoción del racismo, del machismo, del clasismo, a la par que incrementa la explotación, porque quiere dividir a la clase explotada.

La clase explotadora suple, a través de sus medios de alienación masiva, exutorios de rabia: busca que la legítima rabia que genera la explotación y el empobrecimiento sea dirigida hacia direcciones equivocadas y contraproducentes para la clase trabajadora. El aparato cultural crea las figuras de “chivos expiatorios” sobre los que dirigir la rabia y las múltiples frustraciones que genera un sistema de profunda injusticia social. Así la rabia que debería ir dirigida contra la clase burguesa, es ejercida, por los más alienados, contra la parte más golpeada de la clase trabajadora, contra las figuras de chivos expiatorios perversamente impuestas a golpe de martilleo mediático, tales como la figura del “inmigrante ladrón” o de la “malvada mujer” que son construcciones artificiales que cristalizan un odio irracional letal.

El aparato de alienación del capitalismo se encarga de fomentar la visceralidad desprovista de análisis, de imponer paradigmas de odio racista, de hacerle propaganda a las fuerzas y estructuras represivas, de demonizar la protesta social. La burguesía sabe del descontento social y la rabia que genera su explotación: por ello implementa sus medios de manipulación para encauzar esa rabia de las y los explotados hacia direcciones que no solamente no hagan peligrar sus privilegios como clase dominante, sino que ayuden a fragmentar la eventual unidad de la clase trabajadora.

Por otra parte, los contenidos educativos también son intervenidos más estrechamente, y se implementa incluso el adoctrinamiento policial o militar dirigido a niños, bajo las formas más diversas.

El aparato judicial implementa mayores leyes represivas para callar a la parte más consciente y crítica de la clase explotada, para desarticular la organización social y política, para amedrentar a la población. El fomento de grupos neo-nazis y del paramilitarismo también forma parte de esa estrategia de dominación que implementa la clase burguesa cuando sus intereses lo requieren.

El fascismo es la herramienta de guerra sucia del capitalismo, la herramienta para acallar y encarcelar -o asesinar en ciertos países- a las voces más críticas, la herramienta de la clase explotadora para reprimir y dividir a la clase explotada, para perpetuarse en el poder.

Cuando vemos que el aparato judicial, funcional a la clase burguesa, encarcela a opositores políticos y hasta a cantantes; cuando vemos que la clase explotadora afila sus medios de alienación masiva en intensificación del odio racista y en exaltación de la xenofobia; que los atentados racistas y el asesinato de vendedores ambulantes, de personas migrantes, de personas sin techo, de mujeres prostituídas (la parte más empobrecida de la clase explotada) son banalizados; cuando son enjuiciadas personas por denunciar las injusticias inherentes al sistema, por criticar instituciones y relaciones sociales injustas, por hacer caricaturas o por mencionar elementos religiosos de manera crítica; es momento de comprender lo que se nos viene encima: porque la clase explotadora está dispuesta a todo para preservar sus privilegios, para seguir capitalizando sobre la sangre, sudor y lágrimas de las mayorías.





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