Mientras Pablo Hasel se atrinchera en la Universidad de Lleida a esperar que las fuerzas represivas españolas se apersonen para llevarle a su celda y Macarena Olona homenajea al represor franquista que no solo torturó a militantes del independentismo vasco sino que eliminó a toda una generación de jóvenes inundando Euskal Herria con heroína barata... en Madrid se celebra todo un festival en memoria de la División Azul... sin que allí pase nada.
Aquí lo que reporta La Marea:
“El judío es el culpable. El enemigo siempre va a ser el mismo”: 300 neonazis homenajean en Madrid a la División Azul
Entre los oradores estuvo Ignacio Menéndez, abogado del ultraderechista y coautor de los asesinatos de Atocha Carlos García Juliá.
Miquel RamosUnas 300 personas desfilaron el pasado sábado por Madrid hasta el cementerio de la Almudena para rendir homenaje a la División Azul, los españoles que combatieron a las órdenes de Hitler durante la II Guerra Mundial. El acto estaba convocado por la Juventud Patriota, una organización neonazi madrileña, y fue secundado por diferentes grupos nazis y fascistas como el partido España2000 o La Falange, cuyo jefe nacional, Manuel Andrino, acudió a la marcha.
Cada año sobre estas fechas, grupos nazis de toda España se reúnen en Madrid para realizar este acto, que coincide con el aniversario de la batalla de Krasny Bor, en la que tomó parte la división de españoles al servicio del nazismo, y de la que este año se ha cumplido el 78 aniversario.
La marcha recorrió varias calles de Madrid tras una pancarta con el escudo de la División Azul y con la leyenda «Honor y gloria a los caídos”. Los asistentes formaron un pasillo en el cementerio hasta el monolito que recuerda a la División Azul, hicieron el saludo nazi y entonaron canciones de temática fascista.
Tal y como se puede ver en un vídeo grabado por la agencia rusa Ruptly al que ha tenido acceso lamarea.com, una de las oradoras se dirigió al público vestida con camisa azul y rodeada de banderas de España y a escasos metros de un sacerdote: “Es nuestra suprema obligación luchar por España, luchar por Europa, ahora débil y liquidada por el enemigo. El enemigo siempre va a ser el mismo, aunque con distintas máscaras: el judío. […] El judío es el culpable y la División Azul luchó por ello”.
El acto contó con un oficio religioso ante el monolito que recuerda a la División Azul en la Almudena, sobre el que se depositó una corona de flores con una esvástica nazi. El sacerdote también se dirigió a los presentes de la siguiente maner: “El marxismo, igual que ayer […] sigue intentando turbar la paz de nuestra sociedad, turbar la paz de los espíritus y, sobre todo, quitar al que es el príncipe de la paz, nuestro señor Jesucristo”.
Negacionismo “porque el fascismo es alegría”
Otro de los oradores fue Ignacio Menéndez, abogado del ultraderechista Carlos García Juliá –coautor de los asesinatos de los abogados de Atocha en 1977, recientemente excarcelado–. Micrófono en mano, pidió a los asistentes no cumplir con las medidas sanitarias contra la COVID-19: “Hace falta que incumpláis el toque de queda, que os reunáis con vuestros familiares y amigos, que seáis más de seis como somos hoy aquí; y que os abracéis, y que cantéis y que viváis alegres. Porque el fascismo es alegría”.
Como puede verse en las imágenes, muchos de los asistentes no llevaban la mascarilla obligatoria ni guardaba la distancia de seguridad reglamentaria. Tras ser convocado, la Delegación del Gobierno no puso ningún impedimento a este acto, ni se aprecia presencia policial a lo largo de la marcha hasta el cementerio de la Almudena.
Un himno cada vez más comúnUna de las canciones entonadas en el cementerio fue versión falangista de la canción rusa Katiusha, conocida como Primavera, y que fue un himno para los soldados españoles que participaron en la Segunda Guerra Mundial a las órdenes del III Reich.Tal y como ha desvelado lamarea.com, la canción parece haberse popularizado dentro de ciertos sectores en las Fuerzas Armadas españolas. Así, una versión rock del himno sonó en el cuartel de Paracuellos del Jarama, donde se encuentra la Brigada Paracaidista (BRIPAC) del Ejército español, durante la celebración del día de la Inmaculada Concepción de 2019, patrona de las tropas de infantería. En las imágenes publicadas por este medio se puede apreciar cómo algunos de los jóvenes presentes en la fiesta levantan el brazo haciendo el saludo nazi mientras suena la canción.
Algo similar ocurrió en 2018 durante la tradicional Fiesta de Ciento, en la Escuela Naval Militar de Marín, en Pontevedra. Al igual que en Paracuellos, cuando el himno suena por los altavoces, muchos de los jóvenes cantan al unísono un famoso himno fascista y levantan el brazo.
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