Chirria un poco eso de que los descendientes de vascos tengan que sacarse el pasaporte español para acceder a los beneficios que tienen otros descendientes de europeos pero en fin, esto también es, desafortunadamente, parte de nuestra realidad.
Aquí les traemos esto desde Yahoo Noticias:
"En septiembre íbamos a ir a Lekeitio (Bizcaia), pero con el confinamiento habrá que estrenar el pasaporte el año que viene". Miren Edurne Erquiaga Fuentes, nieta de un vasco republicano en Filipinas, no oculta su satisfacción después de que el Gobierno haya concedido a sus hijos y sobrinos filipinos la nacionalidad española.
Los seis reales decretos por los que los seis obtienen la nacionalidad por carta de naturaleza (un procedimiento "graciable", que no se sujeta a las normas generales) fueron publicados este sábado en el Boletín Oficial del Estado (BOE) y con ellos se cerró la lucha de Erquiaga por que se reconocieran sus raíces.
Miren Edurne Erquiaga logró su pasaporte español en aplicación de la Ley de Memoria Histórica, de 2007, como nieta de Buenaventura de Erquiaga Palacios, que nació en Elantxobe (Bizkaia) en 1895 y murió en 1959 en Manila.
Allí lideró el partido Republicano en Filipinas, en apoyo a la Segunda República española. Siempre fue español, destaca a Efe su nieta, pero su hijo se vio forzado a adquirir la nacionalidad filipina para poder continuar con la actividad empresarial de la familia.
En los sesenta los Erquiaga regresaron durante unos años a España, pero tras diversas dificultades decidieron volver a Filipinas en 1969.
El hijo de Buenaventura, Santiago Erquiaga Goitisolo, murió finalmente en el país asiático sin haber recuperado la nacionalidad española, algo que sí consiguieron sus hijos, ya que la Ley de Memoria Histórica abrió la puerta durante dos años a que hijos y nietos de exiliados pudieran acceder a la nacionalidad española.
"En el colegio siempre me decían, ¿tú qué eres? ¿española?", recuerda en un perfecto castellano Miren Edurne, que viajó por primera vez con diez años a Lekeitio y rememora las canciones y poemas en euskera que le enseñaba la familia, a la que sigue visitando cada año.
No ha cejado hasta lograr la nacionalidad también para sus dos hijos y sus cuatro sobrinos, lo que ha conseguido con la ayuda del abogado Eduardo Ranz.
Hace dos años se pusieron en contacto y la nacionalidad ha llegado por carta de naturaleza, que se otorga de forma discrecional por el Gobierno tras valorar la existencia de circunstancias excepcionales.
Es la vía a la que recurre el Ejecutivo, por ejemplo, para concederla a futbolistas o atletas, y es el camino por lo que Andra Mari, Amaya Andrea, Carlos Rene, Rene Ernesto, Mara Eukene y Yosu Andoni han obtenido finalmente su pasaporte.
Con los reales decretos publicados en el BOE, Miren Edurne tiene previsto ponerse en contacto con el consulado español este mismo lunes para tramitar los documentos.
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