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lunes, 30 de septiembre de 2019

Euskadi-Murias sin Patrocinador

Desde el ámbito del ciclismo vasco traemos a ustedes malas nuevas.

Aquí el artículo de Noticias de Gipuzkoa:


Tras nacer en 2014, ha logrado dos etapas de la Vuelta y ser el referente del ciclismo vasco

A falta de la extremaunción que dé por finalizada la aventura del Euskadi-Murias, el recorrido del equipo vasco ha servido para subrayar la valentía de una idea: devolver al ciclismo vasco al escaparate. La traumática desaparición del Euskaltel-Euskadi, símbolo y banderín de enganche del ciclismo vasco y de la afición, generó un vacío que el Euskadi-Murias, entusiasta y rebelde, cubrió con dignidad. La formación, humilde en su génesis, nació en 2014 bajo la batuta de Jon Odriozola, la cabeza visible del proyecto, y el respaldo de la empresa Murias, que ha apostado con fuerza por dar estabilidad al equipo y promover una formación que rescató en buena medida al ciclismo vasco. El Euskadi-Murias, que disputó su primera carrera en la Challenge de Mallorca de 2015, ha servido de correa de transmisión y de trampolín para impulsar a numerosos corredores, la mayoría de Euskal Herria, que de otra manera difícilmente encontrarían acomodo en profesionales.

A pesar de la modestia, en el Euskadi-Murias siempre contemplaron la idea de crecer. El equipo fue ambicioso desde sus inicios a pesar de los imponderables;la ausencia de un soporte económico poderoso que empujara la determinación de sus corredores. Imanol Estévez logró el primer triunfo del equipo en marzo de 2016. Ese logro otorgó visibilidad a un proyecto serio que enraizó en el humus del ciclismo a base de trabajo. Sobre esa arquitectura se expandió el Euskadi-Murias, que corrió tres campañas en la categoría Continental antes de saltar a Continental Profesional. Era el paso necesario. Sin apoyo institucional, uno de las reclamaciones desde la dirección del proyecto, continuó adelante contra viento y marea.

Tras agotar la etapa como formación Continental, elevó el listón. En esos dos cursos sobresalen las victorias logradas en la Vuelta. En su primera grande, Óscar Rodríguez tocó el cielo con un triunfo en La Camperona. Eso ocurrió el pasado año, en el que el conjunto vasco también se hizo con el Tour de Turquía, una cita WorldTour. Si en lo deportivo el rendimiento era satisfactorio, el músculo financiero siempre fue el quebradero de cabeza. El notable rendimiento deportivo no ha encontrado su reflejo en el apoyo financiero necesario. La idea de fusión con la Fundación Euskadi tampoco prosperó. En agosto la situación era delicada, pero pareció subsanarse en la Vuelta. El triunfo de Mikel Iturria en Urdazubi contenía un mensaje esperanzador, así como el discurso de la cena de cierre de la Vuelta en Madrid. Sin embargo, la imposibilidad de cerrar un patrocinador pone punto final a la bella historia del Euskadi-Murias.






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