Gara trae a nosotros este reporte acerca de algunos de los efectos positivos de Euskaraldia:
Soziolinguistika Klusterra ha llevado a cabo un estudio sobre el impacto de la primera edición de Euskaraldia, del que se desprende que esta iniciativa impulsó «grandes cambios» en los hábitos de las personas que participaron en ella, y que en una proporción significativa se mantenían meses después de que concluyera. Los resultados fueron expuestos ayer en Donostia, donde se habló de «primer paso» en un camino que hay que seguir recorriendo.La primera edición de Euskaraldia, celebrada en noviembre del año pasado, provocó «grandes cambios» en los hábitos lingüísticos de las personas que participaron en esta iniciativa. Lo hizo durante los once días que duró, y tres meses después esos cambios aún se mantenían en una «proporción significativa».Así se desprende del estudio “Euskaraldia: 11 Egun Euskaraz” llevado a cabo por Soziolinguistika Klusterra y presentado en el campus de la UPV de Donostia. «Euskaraldia ha sido un primer paso y ahora, para que se produzca ese cambio, debemos seguir ampliando esa incidencia», expuso Elena Laka, presidenta de Euskaltzaleen Topagunea, recordando que cuando se puso en marcha esta iniciativa destacaron que «cambiar los hábitos lingüísticos y provocar cambios en la sociedad es un ejercicio a largo plazo», algo que ha quedado constatado en este trabajo.En su desarrollo han colaborado los ejecutivos de Lakua e Iruñea, la Oficina de la Lengua Vasca y la Diputación de Gipuzkoa, junto con Soziolisguistika Klusterra y Topagunea, algunos de cuyos representantes participaron en la rueda de prensa.Bingen Zupiria, consejero de Cultura y Política Lingüística de Lakua, destacó que desde el primer momento se explicó que esta iniciativa «masiva e innovadora» no era «un simple juego», sino que pretendía influir en los hábitos de los participantes, algo que ha quedado corroborado por el estudio, que se puede consultar en https//euskaraldia.eus/2018-ikerketa/.Cumplir los compromisosPello Jauregi, director de la investigación, y Uxoa Anduaga, investigadora de Soziolinguistika Klusterra, se encargaron de explicar las conclusiones principales, entre las que destacaron que «el cambio mayor se ha dado entre quienes tienen menos competencia para hablar en euskara», siendo más fuerte que el detectado entre quienes tenían mayor competencia y hábito en euskara al comienzo de Euskaraldia o entre quienes viven en zonas muy euskaldunes.También se destaca en el estudio que las personas participantes en Euskaraldia cumplieron «en gran medida» con lo que se les pedía y que, si bien «hay margen de mejora», la mayoría ha intentado realmente cumplir los compromisos adquiridos. Así, se explica por ejemplo que las personas “ahobizi” presentan «un gran nivel de cumplimiento» en lo que se refiere a hablar en euskara con todos aquellos que lo entienden, así como a establecer el primer contacto en euskara con personas desconocidas. En el caso de las “belarriprest”, por su parte, se apunta que «les ha resultado más complicado pedir a las personas euskaldunes que hablasen en euskara, ya que la mayoría lo ha considerado un comportamiento forzado».Respecto a los hábitos lingüísticos, más allá de constatar un cambio «notable» mientras duró Euskaraldia, muchos y muchas participantes han mencionado que el ejercicio les había parecido «breve», que «once días no son suficientes para un ejercicio sociolingüístico de estas características». Con todo, se insiste en que «han quedado rastros significativos de los nuevos comportamientos lingüísticos en los meses posteriores» a la finalización de esta iniciativa.El trabajo también indica que los cambios «han sido generales» para todos los participantes en Euskaraldia, tanto “ahobizi” como “belarriprest”, ya que todos y todas han avanzado en el uso del euskara, aunque apostilla que «los cambios más notorios» se han registrado entre euskaldunes pasivos “ahobizi”, seguidos por los euskaldunes pasivos “belarriprest”, los euskaldunes “belarriprest” y los euskaldunes “ahobizi”.Del mismo modo, los autores del trabajo aprecian que esta iniciativa «ha puesto en marcha dos mecanismos profundos» a la hora de impulsar el uso del euskara: por un lado, señalan que gracias al distintivo identificativo «mucha gente –sobre todo los “ahobizi”– ha sentido un gran respaldo para hablar en euskara con todo aquel que lo entienda», y por otro, «el uso del euskara de unos ha despertado la necesidad de responder en euskara en otros». Dos mecanismos que «se han retroalimentado para activar un ciclo positivo de uso del euskara».También dificultadesCon todo, también se han detectado dificultades. Así, se indica por ejemplo que «no se ha extendido demasiado la actitud de hablar en euskara con aquellas personas que tienen limitaciones» para entender y usar esa lengua y que, a la hora de invitar o pedir al interlocutor hablar en euskara, «muchos participantes –sobre todo “belarriprest”– se han sentido bastante incómodas», consluyendo que «aunque se han hecho algunos avances, queda un largo camino que recorrer en esa dirección».Dos líneas de investigación con tres cuestionarios a los que han respondido 18.383 personasEl estudio de Soziolinguistika Klusterra se ha basado en dos líneas de investigación, una cualitativa y otra cuantitativa. El objeto de esta última era observar si Euskaraldia ha tenido incidencia en los hábitos lingüísticos de la ciudadanía, y cuál ha sido esa incidencia. Para ello, según explicaron ayer, se ha realizado un estudio longitudinal que ha evaluado los hábitos lingüísticos de los participantes en tres momentos distintos de la iniciativa, unas mediciones que se han llevado a cabo mediante tres cuestionarios enviados por correo electrónico, y el análisis solo ha tenido en cuenta los resultados de las personas que han completado los tres. El primero se envió antes del inicio de Euskaraldia; el segundo, recién terminada la iniciativa; y el tercero, tres meses después.En total, 18.383 personas han completado los tres cuestionarios, y sus autores destacan que «en la sociolingüística vasca se han realizado pocos estudios longitudinales con un muestreo tran amplio», lo que a su juicio «da gran valor y relevancia a los resultados» presentados en la rueda de prensa de ayer.Por su parte, el estudio cualitativo ha analizado los discursos sociales generados en torno a Euskaraldia, recogiendo testimonios tanto de personas participantes como de personas organizadoras de la iniciativa. A tal efecto, se ha elaborado una muestra de municipios inscritos en Euskaraldia sobre la base de cuatro variables: territorio, zona sociolingüística, densidad demográfica y actividad o nivel de actividad de los comités dinamizadores de la iniciativa.
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