Pedro Sánchez, el gris burócrata sociata que no ha podido ni querido formar gobierno y que ha tenido que, siguiendo el guión del IBEX 35, ha tenido que convocar a nuevas elecciones para el 10 de noviembre, ha aprovechado la ocasión que le ha puesto en bandeja de plata el Tribunal Supremo para presentarse ante la comunidad internacional y proceder a congratularse por el aval para retirar los huesos del brutal dictador españolista Francisco Franco de su actual lugar de residencia.
Bueno habría sido que alguno de los presentes le hubiese preguntado a Sánchez que para cuando se tiene estimado sacar la herencia de Francisco Franco del resto de las instituciones españolas, como por ejemplo, esa que dirige al estado desde La Zarzuela.
Pero en fin, sería mucho pedir, no olvidemos el reciente "yerro" de la propia ONU con respecto al 'Guernica' de Picasso.
Aquí la información de lo sucedido en la ONU por cortesía de El Mundo:
El presidente del Gobierno en funciones aprovechó su intervención en la Asamblea de Naciones Unidas para mandar un mensaje claro y directo a su electorado nacional.Pablo PardoA las 10 y media de la mañana, en el segundo discurso de la Asamblea General de la ONU, Donald Trump llevó la política interna de EEUU y las elecciones de ese país que se celebran el 3 de noviembre de 2020 al mayor foro de debate y cooperación del mundo.A las 9 menos cuarto de la noche, en uno de los últimos discursos de la Asamblea General de la ONU, Pedro Sánchez llevaba la política interna y las elecciones que España celebra el 10 de noviembre al mayor foro de debate y cooperación del mundo.Los dos siguieron la misma pauta. Primero, una celebración de la importancia de la comunidad internacional y de los retos a los que ésta se enfrenta. Después, un mensaje claro y directo a su electorado nacional.En el caso de Sánchez, el giro tenía nombre propio: Francisco Franco."Hoy, 24 de septiembre de 2019, se ha producido un anuncio muy importante. Hemos cerrado simbólicamente el círculo democrático, pues el Tribunal Supremo de España acaba de autorizar la exhumación del dictador Franco del mausoleo público en el que estaba enterrado con honores de Estado", dijo Sánchez en la ONU, antes de remachar afirmando que "hoy cerramos por lo tanto un capítulo oscuro de nuestra historia". El presiente concluyó su argumentación explicando que "ningún enemigo de la democracia merece un lugar de culto ni de respeto institucional".El discurso de Sánchez acerca de la tumba en la que, según sus palabras, Francisco Franco ha reposado "inmoralmente" parece ser el punto de arranque de una estrategia de movilización del voto en este mes de octubre que el presiente considera crítico para unas elecciones en las que la abstención podría dañar a la izquierda más que a la derecha. El presidente del Gobierno insistió en que Franco "colaboró con los nazis en la Segunda Guerra Mundial" y "tuvo secuestrado a nuestro país durante casi 40 años".Sánchez también apostó por la ideología al declarar que "en nuestro país se está gestando con fuerza una gran revolución que cambiará para siempre nuestra visión del mundo: es la cuarta ola del feminismo". De hecho, el presidente se declaró "orgulloso" del avance "imparable de la igualdad", que resumió en dos fechas: "El 8 de marzo y el Orgullo LGTBI".Al lado de la parte dedicada a Franco, el resto del discurso de Pedro Sánchez tuvo menos brillo. El presidente se limitó a repasar su agenda de cooperación y transición ecológica y a celebrar el multilateralismo. No hubo grandes anuncios. Era, a fin de cuentas, una jornada en la que la situación interna de los países marcaba sus discursos en la ONU. Tras Sánchez, le tocaba el turno a Boris Johnson, otro dirigente marcado por una fecha. En su caso, el 31 de octubre, el día en el que Gran Bretaña debe dejar la Unión Europea.
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